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ARTÍCULOS

CIENTÍFICOS

Agujero macular
El uso de la tomografía de coherencia
óptica en su diagnóstico y clasificación
Marc Biarnés Pérez*, OC nº 10.194

RESUMEN
El agujero macular es una causa relativamente frecuente de pérdida visual y cuyo diagnóstico en
fases incipientes puede resultar difícil. Recientemente, la aparición de la tomografía de coherencia
óptica ha revolucionado el diagnóstico y seguimiento de muchas enfermedades del segmento pos-
terior, incluyendo los desórdenes de la interfase vítreo- retiniana. El presente artículo describe el agu-
jero macular y cómo las nuevas tecnologías pueden mejorar no sólo su diagnóstico precoz, sinó
también su patogenia.

Palabras clave Se estima que afecta aproximadamente a 3 de cada


1000 personas3 (el queratocono, por ejemplo, tiene
Agujero macular, tomografía de coherencia óptica, una incidencia cercana a 1 de cada 2000 sujetos4),
tracción vítreo-retiniana. con edades comprendidas entre los 50 y 70 años de
edad5,6, predilección por el sexo femenino en una rela-
l agujero macular (AM) es una falta de tejido reti- ción 3:17, errores refractivos normales6 y sin patología
E niano de espesor completo que afecta a la fóvea
central. Si bien pueden estar asociados a un trauma-
sistémica asociada.
Uno de los nuevos métodos de exploración utilizados
tismo, miopía elevada o inflamación1, la gran mayoría para su diagnóstico es la tomografía de coherencia
de los casos son idiopáticos2, por lo que a lo largo del óptica (OCT, del inglés optical coherence tomo-
artículo nos referiremos a este tipo de AM. graphy). El OCT ofrece imágenes de cortes de la reti-
na y del nervio óptico de alta resolución (10-15 micras)
en tiempo real, de modo no invasivo, sin contacto y,
con la última versión, sin necesidad de midriasis far-
macológica en la mayoría de los casos8, 9. En la actua-
lidad, es el instrumento que ofrece mayor resolución
de las estructuras del fondo de ojo, lo que facilita el
estudio de desórdenes que afectan a la interfase
vítreo-retiniana, como el AM. El OCT también se utiliza
en el diagnóstico y seguimiento de otras patologías,
como la degeneración macular, el edema macular,
enfermedades vasculares retinianas, glaucoma, etc8, 9.
Su funcionamiento está basado en la interferometría
de baja coherencia8 y utiliza para ello el interferómetro
de Michelson; como fuente emisora usa radiación
infrarroja con una longitud de onda cercana a los 820
nm. Este haz se dirige hacia la fóvea y, en su trayec-
Figura 1a: Retinografía de un ojo sano. La flecha indica la dirección toria, es desdoblado por acción de un separador: una
de la tomografía. mitad hacia un espejo de referencia y la otra hacia la

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Figura 3: Zonas de adhesión
entre retina y vítreo.

La visión del color puede verse afectada principal-


mente por el tamaño del escotoma; el test del fotoes-
trés será positivo, indicando patología macular.
Los hallazgos del polo anterior y la presión intraocular
son típicamente normales.
La exploración del polo posterior será fundamental
para establecer el diagnóstico; el uso del biomicros-
copio y una lente de 90 o 66 dioptrías permiten apre-
ciar mejor los cambios que la oftalmoscopía directa.
Como veremos a continuación, los hallazgos del
fondo de ojo dependerán del estadio del AM, que fue-
ron identificados por Gass14 según sus observaciones
con lámpara de hendidura (Figura 2):
Figura 1b: OCT macular donde se aprecia la depresión foveal normal. La CFN y el Dada la importancia del vítreo en el desarrollo del AM,
complejo EPR/Coriocapilar son las dos bandas rojas que limitan la parte más inter- antes de describir sus estadios será bueno recordar
na y externa de la retina, respectivamente. La C. Nuclear Externa representa los que este es un gel que ocupa unas 4/5 partes del
núcleos de los fotorreceptores y es la banda hipo reflectante azul-negra. El H. Vítreo volumen del ojo. Su porción más externa (la “bolsa”
está en la parte superior y la Coroides, en la inferior (CFN: capa de fibras nerviosas; que lo recubre) se denomina hialoides y se separa
C. Nuclear Externa: capa nuclear externa; EPR: epitelio pigmentario de la retina; H. anatómicamente en una porción anterior (la más pró-
Vítreo: humor vítreo). xima al cristalino) y otra posterior (la más cercana al
polo posterior y al nervio óptico). La hialoides mantie-
retina; los rayos reflejados por estas estructuras se ne zonas de adhesión relativamente fuertes con la reti-
juntan creando un patrón de interferencias que es na en la base del vítreo, las arcadas vasculares, el
analizado por un detector. El resultado se muestra en margen de la cabeza del nervio óptico y en la zona
una escala de color arbitraria, donde los colores oscu- foveal (Figura 3). Como veremos, esta última será
ros (negro y azul) representan zonas de baja reflectivi- importante en el desarrollo de un AM.
dad óptica y los claros (rojo y blanco), zonas de alta Los estadios del AM son los siguientes (Figura 4;
reflectividad, dando a la retina un aspecto caracterís- comparar la gran similitud de las tomografías con la
tico. El resultado final es parecido al de un corte his- clasificación mostrada en la Figura 2):
tológico in vivo (Figura 1b). ● El estadio 1 del AM (desprendimiento foveolar o
Los síntomas que padecen los pacientes con AM fisura intrarretiniana) se caracteriza oftalmoscópi-
son una disminución de visión unilateral no doloro- camente por la pérdida de la depresión foveal (y,
sa, que puede se aguda o insidiosa, acompañada por tanto, de su reflejo) y por la presencia de un
ocasionalmente de miodesopsias (moscas volan- punto amarillo central de 100 a 150 micras15
tes) o metamorfopsia (distorsión de la imagen). (estadio 1A, agujero inminente). La hialoides pos-
Algunos pacientes pueden notar una “tela” en su terior sigue aplicada a la fóvea, pero se cree que
visión o un escotoma central1, 10. Estos síntomas, su contracción provoca un desprendimiento fove-
especialmente la metamorfopsia, son muy sugeren- olar o bien, como se ha visto recientemente con
tes de patología macular. OCT, una separación de las capas de la retina y
La exploración no difiere de la realizada a otros un desplazamiento del pigmento xantófilo presen-
pacientes con pérdida de visión; deberemos prestar te en la mácula, que facilita su visualización como
especial atención a los cambios en el fondo de ojo, sin el punto amarillo. El paso de un punto amarillo a
obviar exámenes preliminares que nos pueden orientar: un anillo amarillo (estadio 1B, agujero oculto) es
La agudeza visual de los pacientes con un AM esta- específico de un AM. En este estadio hay una
blecido se encuentra típicamente entre 0.3 y 0.0511, 12, progresión de la contracción del gel vítreo pre-
13
, y no mejorará significativamente con cambios en la foveolar, que provoca una fuerza centrífuga que
refracción. Los test de sensibilidad al contraste pue- separa los fotorreceptores sin pérdida de tejido.
den dar afectación mar-
cada sobretodo en las
frecuencias altas.
La rejilla de Amsler
puede identificar un
pequeño escotoma cen-
tral (o metamorfopsia) no
detectable mediante
campimetría visual
estándar. Figura 2: Clasificación de los estadios del AM según Gass (ver texto).

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Figura 4. 1a: Retinografía de un AM estadio 1. 1b:


OCT de un AM estadio 1; se aprecia la hialoides pos-
terior desprendida perifovealmente (flecha blanca),
pérdida de la depresión foveal normal por tracción
hialoidea y disminución de la reflectancia intrarreti-
niana, compatible con posible inicio dde formación
quística (flecha amarilla).
2a: Estadio 2, el halo amarilento representa líquido
subretiniano. 2b: El OCT muestra defecto de espesor
completo, la hialoides parcialmente adehrida al
techo del AM (flecha blanca), aumento del grosor de
los bordes del AM y espacios hipo reflectantes intra-
rretinianos, interpretados como quistes.
3a: Estadio 3; el AM aumenta de tamaño. 3b: El OCT
muestra el aumento del tamaño y la separación de la
hialoides del techo del agujero, suspendida delante
del mismo (pseudo-opérculo, flecha blanca).
4a: Estadio 4; oftalmoscópicamente se detectó el
anillo de Weiss. 4b: Ya no se detecta el pseudo-
opérculo, indicio de una mayor separación entre la
superficie retiniana y la hialoides posterior.
(Las figuras 1a, 2a, 3a y 3b se encuentran en eye-
photo.ophth.wisc.edu/ResearchArea/oct).

La condensación del gel vítreo pre-foveal no per- de la retina1, 15. La agudeza visual disminuye, y se
mite visualizar la separación retiniana. La agudeza encuentra entre 0.5 y 0.21, 15.
visual no sería inferior a 0.51. ● En el estadio 3 (AM establecido) aumenta el diá-
● El estadio 2 (AM de espesor completo precoz) se metro del AM por encima de las 400 micras1, 14 y se
identifica como una zona redondeada u oval rojiza produce una separación entre el vítreo y la fóvea; en
dentro del anillo amarillo16, de diámetro no superior muchos casos se puede identificar una condensa-
a 400 micras14 y con un halo de líquido subretinia- ción vítrea por delante de la fóvea como una som-
no; se pueden encontrar espacios quísticos intra- bra grisácea suspendida delante del agujero, flo-
rretinianos en los bordes del agujero. Es resultado tando2 (pseudo-opérculo). Además, pueden
de la tracción vítrea continua, que provoca una rotu- aparecer depósitos blanquecinos en la base del
ra foveal de espesor total, empezando típicamente agujero, que representan proliferaciones nodulares
en un extremo y progresando en forma de abrelatas; del epitelio pigmentario de la retina1, 15. La agudeza
la hialoides posterior sigue adherida a un extremo visual se encuentra entre 0.3 y 0.051.

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● Finalmente, en el estadio 4 (AM establecido con
desprendimiento de vítreo posterior) se produce
una separación completa del vítreo de la cabeza del
nervio óptico, identificable mediante la visualización
del anillo de Weiss1, 14, 15, 16 (una condensación de
tejido glial peripapilar) flotando en la cavidad vítrea.
Normalmente en este estadio la visión se estabiliza.

El test de Watzke17 resulta útil para diferenciar un AM


de otras lesiones simuladoras1: se proyecta una fran-
ja de luz vertical estrecha con la lámpara de hendidu-
ra y la lente de fondo de ojo sobre la foveola del Figura 5: Angiografía fluoresceínica en paciente con AM establecido que mues-
paciente, que verá una interrupción en el haz (Watz- tra hiperfluorescencia foveolar en tiempos precoces.
ke positivo) si tiene un AM y una línea recta o un leve
estrechamiento con otras lesiones (Watzke negativo). pigmentario. Oftalmoscópicamente, el agujero
La angiografía fluoresceínica no es patognomónica lamelar está menos demarcado que el AM, no
en el AM, pero es útil para diferenciarlo de otras tiene halo de líquido subretiniano, el signo de
lesiones con un aspecto similar (Figura 5). Watzke es negativo y la agudeza visual es mejor
Como hemos visto, el OCT resulta muy útil en iden- que en el AM (entre 1.0 y 0.25).
tificar y clasificar el AM1, 3, 10, 18-21; también lo será en el ● La membrana epirretiniana con pseudoagujero12
diagnóstico diferencial. Otras tecnologías, como el (Figura 7) representa una proliferación de tejido en
SLO12 (oftalmoscopio láser de barrido) y el RTA22 (ana- la superficie de la retina cuya contracción provoca
lizador del espesor retiniano) también se han utilizado su arrugamiento. Puede simular un AM, pero se
con éxito en el diagnóstico de esta patología. observa un reflejo brillante de la superficie de la reti-
Actualmente, parece aceptado que la patogénesis na, tortuosidad de la trayectoria de los vasos, ausen-
del AM se debe a tracciones vítreo-retinianas15. Según cia del anillo amarillo, signo de Watzke negativo y, si
Gass, estas tracciones serían en sentido tangencial14 el agujero se encuentra en la propia membrana en
(es decir, paralelas a la superficie de la retina) y pro- lugar de en la retina, una agudeza mejor de 0.51.
vocarían la dehiscencia a nivel foveal. Estudios recien-
tes mediante OCT sugieren, en cambio, que las fuer- Otras condiciones como las drusas, la coriorretinopa-
zas tendrían un sentido oblicuo23 o antero-posterior3, 10, tía serosa central o el edema macular quístico1 pue-
19, 24
(perpendiculares a la superficie retiniana, como den simular un AM. El diagnóstico se establece
podemos apreciar en las tomografías), confirmando mediante oftalmoscopía, angiografía y OCT.
hipótesis previas mediante ecografía B25. Es fundamental hacer un diagnóstico preciso, ya que
Varias lesiones pueden tener el aspecto de un AM, el tratamiento difiere de unas condiciones a otras.
por lo que hay que tenerlas en cuenta en el diag- Como veremos, la alternativa en el AM es quirúrgica,
nóstico diferencial: pero los agujeros lamelares, por ejemplo, carecen
● El agujero lamelar (Figura 6) es una pérdida par- terapia en la actualidad y en el edema macular quísti-
cial de tejido foveal; puede tener su origen en un co la opción más habitual es el tratamiento tópico con
quiste intrarretiniano en el que la tracción vítrea antiinflamatorios.
desprende el “techo” del quiste, con permanencia La historia natural (es decir, qué ocurre si no se
de tejido en el “suelo”, en contacto con el epitelio trata) es distinta para cada estadio: aproximadamente
en la mitad de los pacientes en el estadio 1 se pro-
duce una separación espontánea entre el vítreo y la
fóvea, de modo que se restaura la arquitectura foveal
normal con mejora de la visión2, 26 (Figura 8). El resto
progresa al estadio 2 en un periodo de semanas o
meses con pérdida visual; la mayoría de pacientes
con estadio 2 (84%) progresarían al 3 y el 55% de los
sujetos en el tercer estadio evolucionarían al cuarto27.
El cierre espontáneo de un AM se da en menos del
10% de los pacientes2, 28.
El riesgo de desarrollo de AM en el otro ojo si no
tiene un desprendimiento de vítreo posterior se
encuentra entre el 10 y el 20% a los 5 años1, 29. Si ya se
Figura 6a: Retinografía de un agujero lamelar; no se aprecian anormalidades marcadas. b: El OCT muestra pérdida parcial de teji- ha producido el desprendimiento, el riesgo es mucho
do y del contorno foveal normal, con mantenimiento de las capas externas (en la tomografía, inferiores) de la retina (flecha). más bajo (inferior al 1%)1, ya que no puede actuar

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micos (cierre del AM) son buenos en más del 80%


de los pacientes13, con recuperación funcional
(mejora de la agudeza visual) a niveles de 0.5 o más
en más de la mitad de los sujetos. La mejora visual
es posible porque no hay pérdida de tejido foveal,
sinó desplazamiento centrífugo de los fotorrecepto-
res, que pueden mantener cierta funcionalidad una
vez reaplicados al epitelio pigmentario (Figura 10a).
El OCT también será útil en el seguimiento post-
operatorio del paciente, verificando la reaplicación
de los bordes del agujero o identificando las causas
que evitan el resultado deseado10 (Figura 10b).
Figura 7a: Retinografía de una fina membrana epirretiniana que simula un AM incipiente. b: El OCT muestra una membrana a La cirugía está indicada en AM de menos de un año
lo largo de la superficie de la retina (flechas), cuya contracción provoca la pérdida de la depresión foveal y engrosamiento difu- de evolución, pero algún estudio cita buenos resul-
so, pero con mantenimiento de tejido foveal. tados incluso después de 3 años del diagnóstico31.
Las complicaciones de la cirugía son potencialmen-
sobre la fóvea la fuerza responsable de la tracción. te graves (desprendimiento de retina13, 32, pérdida de
Un estudio reciente23 ha identificado mediante OCT campo visual periférico32, reapertura de agujero13, 32,
un factor de riesgo para el desarrollo de un AM en endoftalmitis13), pero en general poco frecuentes.
el ojo contralateral de pacientes con agujeros ya La más importante sea quizá la aceleración de la
establecidos: el estadio 0 del AM sería aquel en el catarata por los líquidos utilizados en más del 75%
que la exploración oftalmoscópica es normal, pero de los pacientes13, que obligará a su extracción para
el OCT revela la hialoides posterior semi-despren- mantener los resultados funcionales.
dida y adherida en, al menos, un lado de la fóvea
que, por lo demás, presenta una morfología normal
(Figura 9). En el estudio, estos pacientes tuvieron
un riesgo de progresión a un AM 6 veces mayor
que los sujetos sin estos hallazgos.
El tratamiento depende del grado de desarrollo del
AM. Dado que la mitad de pacientes en el primer esta-
dio tendrán una regresión espontánea, la observación
es la conducta a seguir en estos sujetos.
En los estadios 2 a 4, el tratamiento es quirúrgico:
vitrectomía (técnica que elimina el vítreo) vía pars
plana con inducción de un desprendimiento de
vítreo posterior completo, limpieza de posibles
membranas epirretinianas, inyección de un gas Figura 8: OCT de un paciente con AM contralateral en el que se produjo
intraocular o aceite de silicona (que sirven para una separación espontánea entre el vítreo y la fóvea con pseudo-opérculo
taponar el agujero y reaplicarlo a la retina) y posi- suspendido delante de la retina (flecha), contorno foveal relativamente pre-
cionamiento cabeza boca abajo de una a dos sema- servado y agudeza visual de 0.8; su riesgo de progresión a un AM es muy
nas para conseguir que el gas tapone el AM al epi- bajo. la oftalmoscopía no detectó este hallazgo.
telio pigmentario1, 13, 30. Este requerimiento postural
puede contraindicar la cirugía en algunos pacientes
de edad avanzada.
El OCT también se ha utilizado para predecir el
resultado post-quirúrgico en función de la configu-
ración y el tamaño del AM10. Los resultados anató-

APLICACIONES DEL OCT EN EL AM

Diagnóstico. Identificación y diferenciación de otras lesiones.


Clasificación. En uno de los cuatro estadios.
Patogenia. Tracción antero-posterior.
Pronóstico. Del ojo afectado de la cara a la cirugía; del ojo contralateral (estadio 0)
Seguimiento post-operatorio. Valoración del resultado quirúrgico. Figura 9: Estadio 0 de un paciente con AM contralateral. La flecha indica la
hialoides parcialmente desprendida perifovealmente de una mácula con mor-
Tabla 1: Aplicaciones del OCT en el AM. fología normal.

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Las aplicaciones del OCT en el AM se resumen en
la Tabla 1.
En resumen, el AM es una causa relativamente fre-
cuente de pérdida visual significativa; las característi-
cas demográficas y una exploración orientada facilita-
rán su identificación. Por otro lado, debemos conocer
los nuevos instrumentos utilizados en el diagnóstico
de determinadas patologías; en este caso, el OCT
ayuda en todas las fases de identificación y segui-
miento del AM.
Resulta interesante ver como las nuevas tecnologías
modifican nuestro conocimiento sobre algunas enfer-
Figura 10 a: Arquitectura foveal relativamente normal después de vitrectomía, con cierre del AM; agudeza visual de 0.7. b: Des- medades. Los recientes avances con el nuevo proto-
pués de la cirugía, la reaplicación foveal no es total, como evidencia el espacio hipo reflectante (negro) entre los fotorreceptores tipo de OCT (UHR-OCT, con una resolución de hasta
y el complejo EPR/Coriocapilar; la paciente presentaba una catarata moderada y agudeza visual sorprendentemente baja: cuenta 3 micras33) probablemente mejorarán nuestra com-
de dedos a 50 cm. prensión sobre este y otros desórdenes y facilitarán el
dar un pronóstico previo al tratamiento más preciso.

* Marc Biarnés Pérez desarrolla su labor profesional en la Clínica Oftamo+ de Barcelona.

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