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INTRODUCCIÓN A LA YERSINIA PESTIS

La bacteria gram negativa infecciosa Yersinia Pestis, tiene la capacidad de


multiplicarse rápidamente y causa 3 tipos de peste:
 Peste bubónica: Esta es la peste más frecuente. En casos
excepcionales, la infección se desplaza por el torrente sanguíneo hasta
los nódulos linfáticos donde generan pequeñas hinchazones
denominadas bubones, que están llenos de partículas bacterianas. La
cápsula viscosa que rodea a las células de yersinia pestis evita que
estas sean fagocitadas por los macrófagos. En poco tiempo, los
nódulos linfáticos periféricos se ven invadidos por bubones
secundarios, hasta que se rompen y las células pasan de nuevo al
torrente circulatorio, pero ahora en un número mucho más elevado, lo
que causa una septicemia generalizada. Además, incluyen síntomas
como fiebre, dolores y escalofríos. En este estado, se producen
múltiples hemorragias que dan lugar a manchas negras sobre la piel,
procesos de gangrena en los extremos distales de las extremidades,
fuerte dolor en nódulos linfáticos, postración, shock y delirio. Si la
peste no es tratada antes del estado septicémico, la muerte
sobreviene al cabo de tres a cinco días.

 Peste septicémica: La peste septicémica es una infección que se


disemina a la sangre; alrededor del 40% de las personas afectadas
sufren náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Con el tiempo, la
sangre se coagula en exceso, obstruyendo los vasos sanguíneos y,
finalmente, causando hemorragia porque los factores de coagulación
se han agotado. Este trastorno se denomina coagulación intravascular
diseminada. Como el flujo sanguíneo se bloquea, se desarrolla
gangrena en las extremidades, que se pueden volver de color negro
(de ahí el nombre de peste negra). Sin tratamiento, se produce el fallo
de varios órganos y su evolución suele ser mortal.

 Peste neumónica: En la peste neumónica las bacterias alcanzan los


pulmones y causan neumonía. Los síntomas de la peste neumónica
comienzan abruptamente 2 o 3 días después de la exposición a la
bacteria; los afectados sufren fiebre alta, escalofríos, ritmo cardíaco
acelerado y, frecuentemente, intensos dolores de cabeza. En las
siguientes 24 horas empieza la tos con expectoración de esputo
transparente, que en poco tiempo aparece manchado de sangre.
Posteriormente el esputo se vuelve rosado o de color rojo intenso
(semejante al jarabe de frambuesa) y espumoso. Es frecuente que el
enfermo respire rápidamente y con dificultad. Las personas no
tratadas mueren, por lo general, durante las 48 horas siguientes al
inicio de los síntomas. Las personas infectadas pueden contagiar este
tipo de peste a otras personas.

¿CÓMO SE TRANSMITE LA ENFERMEDAD?

Esta enfermedad dio un fuerte impulso a la investigación científica, y fue así


como los bacteriólogos Kitasato y Yersin, de forma independiente pero casi al
unísono, descubrieron que el origen de la peste era la bacteria yersinia pestis,
que afectaba a las ratas negras y a otros roedores y se transmitía a través de
los parásitos que vivían en esos animales, en especial las pulgas (chenopsylla
cheopis), las cuales inoculaban el bacilo a los humanos con su picadura.
La peste es una zoonosis, una enfermedad que pasa de los animales a los
seres humanos. El contagio en la época de la edad media era fácil debido a
que ratas y humanos estaban presentes en graneros, molinos y casas –
lugares en donde se almacenaba o se transformaba el grano del que se
alimentan estos roedores–, circulaban por los mismos caminos y se
trasladaban con los mismos medios, como los barcos.
La bacteria rondaba los hogares durante un período de entre 16 y 23 días
antes de que se manifestaran los primeros síntomas de la
enfermedad. Transcurrían entre tres y cinco días más hasta que se
produjeran las primeras muertes, y tal vez una semana más hasta que la
población no adquiría conciencia plena del problema en toda su dimensión. 
La peste es causada por la bacteria Yersinia pestis. Los roedores, como las
ratas, portan esta enfermedad. Se propaga por medio de sus pulgas.
Las personas pueden contraer la peste cuando son picadas por una pulga que
porta la bacteria de esta enfermedad a partir de un roedor infectado. En
casos excepcionales, la afección se puede contraer al manipular un animal
infectado.

Una infección de peste pulmonar es llamada peste neumónica. Esta se puede


propagar de un humano a otro. Cuando alguien con peste neumónica tose,
gotitas microscópicas que transportan la bacteria se mueven a través del
aire. Cualquier persona que las inhale puede contraer la afección. Una
epidemia se puede iniciar de esta manera.

¿CÓMO TRATARLA?

Para este tratamiento se utilizan antibióticos fuertes que ayuden a combatir


las infecciones bacterianas debido a que no existe vacuna. Además, hay que
tener en cuenta que la yersinia pestis presenta resistencia natural a
la penicilina. Algunos antibióticos que se pueden utilizar para tratar la
enfermedad durante la hospitalización son:

 Gentamicina
 Doxiciclina (Monodox, Vibramycin u otros)
 Ciprofloxacina (Cipro)
 Levofloxacina
 Moxifloxacina (Avelox)
 Cloranfenicol

El tratamiento de la peste debe iniciarse de inmediato, así se reduce el


riesgo de muerte a menos del 11%. Para la peste neumónica o septicémica
(del torrente sanguíneo), los antibióticos deben iniciarse dentro de las 24
horas posteriores a la aparición de los síntomas.

Antes de los antibióticos (1900–1941), la mortalidad entre los infectados


por la peste en los Estados Unidos era del 66%. Entre 1990-2010, el
tratamiento antibiótico inmediato de la peste redujo la mortalidad hasta
11%.
En la peste neumónica o septicémica, el tratamiento debe comenzar dentro
de las primeras 24 h con uno de los siguientes fármacos si la función renal
es normal:

 Estreptomicina 15 mg/kg (hasta 1 g) IM 2 veces al día

 Gentamicina 5 mg/kg IM o IV 1 vez al día (o dosis de carga de 2 mg/kg


seguidas de 1,7 mg/kg cada 8 h)

El medicamento se administra durante 10 días o hasta 3 días después de


que la temperatura haya vuelto a la normalidad. Una alternativa es la
doxiciclina, en un esquema de 100 mg IV o por vía oral cada 12 h. La
ciprofloxacina, la levofloxacina y el cloranfenicol también son eficaces.

El cloranfenicol se prefiere para los pacientes con infección de los espacios


tisulares, en donde otros fármacos tienen escasa penetración (p. ej.,
meningitis por peste, endoftalmitis). El cloranfenicol debe administrarse en
una dosis de carga de 25 mg/kg IV, seguida por 12,5 mg/kg IV o por vía oral
cada 6 horas.

Las precauciones de aislamiento de rutina son adecuadas para los pacientes


con peste bubónica. Aquellos con peste pulmonar primaria o secundaria
requieren aislamiento respiratorio estricto, para que no se propaguen las
bacterias a través del aire (aislamiento respiratorio). El aislamiento
respiratorio incluye las siguientes medidas:
 Limitar el acceso a la habitación

 Exigir el uso de mascarilla, protección para los ojos, bata y guantes a


las personas que trabajan cerca de una persona infectada.

REFERENCIAS

1) https://medlineplus.gov/spanish/plague.html
2) https://www.merckmanuals.com/es-
us/hogar/infecciones/infecciones-bacterianas-bacterias-
gramnegativas/peste-y-otras-infecciones-por-yersinia?
query=Peste%20y%20otras%20infecciones%20por
%20%20Yersinia
3) https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-
conditions/plague/diagnosis-treatment/drc-20351297
4) https://historia.nationalgeographic.com.es/a/peste-negra-
epidemia-mas-mortifera_6280
5) https://www.merckmanuals.com/es-
us/professional/enfermedades-infecciosas/bacilos-
gramnegativos/peste-y-otras-infecciones-por-yersinia

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