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CARBUNCO (ÁNTRAX)

QUÉ ES Y QUÉ LO CAUSA

El ántrax o carbunco es una enfermedad causada por la bacteria Bacillus


anthracis, se encuentra naturalmente en la tierra y se dedica a formar esporas
aerobias que producen enfermedad tanto para animales como personas. Las
esporas tienden a mantenerse viables en el suelo hasta que germinan al llegar
a un ambiente rico en aminoácidos y glucosa, como por ejemplo la sangre o un
tejido.

No es común, pero afecta a animales salvajes (antílopes, venados) o


domésticos como al ganado (ovejas, cabras). Suelen infectarse al respirar o
ingerir esporas del suelo, plantas o agua contaminada. Es una enfermedad
poco común para los humanos, aún así, pueden contraerla a través del
contacto con animales enfermos, con la lana, carne o cuero infectados.

El ántrax se encuentra más comúnmente en países en vías de desarrollo y que


no cuentan con programas de salud pública veterinaria que proporcionen
vacunación contra el ántrax. Está presente en las áreas agrícolas de América
Central y Sudamérica, África subsahariana, sudoeste y centro de Asia, al sur
de Europa y Europa central.

CÓMO SE TRANSMITE

Existen tres rutas frecuentes para infectarse de ántrax: por vía cutánea (piel),
por inhalación (pulmones) y gastrointestinal (estómago o intestino).

El carbunco cutáneo ocurre cuando las esporas entran al cuerpo a través de


una cortadura o raspadura en la piel. El riesgo en este caso sería el contacto
directo con: pieles o pelos, productos óseos y lana, o animales que
directamente ya están infectados. Las personas principalmente afectadas
pasarían a ser los granjeros, veterinarios, curtidores y personas que trabajan
con lana. También es posible contraerlo a través de inyecciones de heroína
contaminada en drogadictos.

No se han descubierto pruebas sólidas de que el ántrax se transmita de


persona a persona, sin embargo, las lesiones cutáneas son las más comunes a
la hora de propagarse entre los humanos, por lo que pueden ser contagiosas
por contacto directo o por contacto con un fómite (objetos inertes
contaminados). Es decir, el carbunco cutáneo es el único que podría
transmitirse de persona a persona, y una herida en la piel aumentaría la
susceptibilidad. Se considera la forma de infección menos peligrosa.
Seguidamente, el carbunco por inhalación se presenta cuando las esporas
entran en contacto con los pulmones a través de las vías respiratorias. Este
fenómeno es frecuente cuando los trabajadores inhalan las esporas a través
del aire en procesos como el curtido de pieles y el procesamiento de la lana,
debido al contacto con animales infectados o productos derivados.

Y por último, el carbunco gastrointestinal aparece cuando alguien consume


carne mal cocida que contenga las formas vegetativas del microorganismo.
También se puede dar una infección bucofaríngea, ya que las esporas
ingeridas pueden causar lesiones desde la cavidad bucal hasta el colon.

A pesar de no ser muy común en el mundo desarrollado, esta bacteria ha sido


utilizada con fines bioterroristas en los Estados Unidos, por lo que está
considerada como uno de los agentes potenciales para el uso en el terrorismo
biológico.

SÍNTOMAS

El tipo de enfermedad que desarrolla la persona depende de la manera en la


que el ántrax ingresa al organismo, por lo tanto, los síntomas varían por esta
misma razón.

Ántrax cutáneo. Es la ruta más frecuente que toma la enfermedad. Ingresa a


nuestro organismo a través de la piel, a menudo por un corte o rasguño, y se
desarrolla regularmente entre 1 y 7 días después de la exposición. Comienza
con una protuberancia elevada, y pasados los dos primeros días, esta se
convierte en una llaga abierta:

o Posible comezón donde la piel ha sido expuesta con


pequeñas ampollas o hinchazón, hasta la aparición de
una gran ampolla o úlcera similar a la picadura de un
insecto.
o Puede ampollarse o adquirir un cascarón negro (llaga)
que la cubre, generalmente indoloro.
o Hinchazón alrededor del forúnculo cutáneo y
ganglios linfáticos cercanos.
o Este último es probable que aparezca en la cara, el
cuello o los brazos o manos.
o En ocasiones, pueden presentarse síntomas
como la fiebre y dolor de cabeza.

Ántrax por inhalación o pulmonar. Es la forma más letal de la enfermedad.


Se presenta cuando se inhalan esporas de ántrax que van a parar a los
pulmones. Estas esporas bacterianas han de germinar, normalmente
empezando por los ganglios linfáticos en el pecho. Es un proceso que se
desarrollará en el lapso de una semana después de la exposición, pero puede
durar hasta dos meses. Una vez transcurrido, las bacterias liberan las
sustancias tóxicas que se distribuirán por el resto del cuerpo.

o Dolor de garganta, fiebre, fatiga, dolores musculares. Comienza


sutilmente con síntomas similares a los de la gripe.
o Sudor. A menudo fuerte sudoración.
o Tos (con sangre), insuficiencia respiratoria, dolor torácico.
Seguidamente, en el plazo de los 2 a los 5 días, la
fiebre aumenta y se presentan alteraciones
respiratorias graves.
o Náuseas, vómitos, dolor estomacal. Este cuadro
podría evolucionar a un carbunco gastrointestinal.
o Sangrado interno (choque), hinchazón, muerte del
tejido. Fase en la que las toxinas ya se han extendido por el cuerpo.

Ántrax gastrointestinal. Puede presentarse de forma asintomática. Se padece


al ingerir carne cruda contaminada por carbunco, y las esporas afectan el tracto
gastrointestinal superior (garganta y esófago) hasta el estómago y los
intestinos. Las esporas ingeridas liberan unas toxinas que pueden propagarse
hasta el torrente sanguíneo y ocasionar la muerte. Los síntomas del carbunco
gastrointestinal se desarrollan al cabo de una semana.

o Fiebre, náuseas, dolor de cabeza, pérdida del apetito.


o Diarrea acuosa y vómitos sanguinolentos. A causa de las
hemorragias intestinales.
o Disfagia por inflamación del cuello o glándulas del cuello. Debido a
la manifestación de úlceras bucales (en las amígdalas, la pared faríngea
posterior y/o el paladar). Esto se da más frecuentemente en una
infección de carbunco bucofaríngeo.
o Inflamación en el abdomen (estómago).
o Posible enrojecimiento facial y de ojos.
o Hemorragias intestinales, obstrucción o perforación. Dado que la
bacteria ya ha conseguido propagarse por el sistema, puede ocasionar
un sangrado masivo.

Por último, existe también el ántrax por inyección. Sus síntomas son muy
similares al ántrax cutáneo, ya que la úlcera en este caso se formaría justo en
la zona dónde el individuo se inyecta la droga. Sin embargo, al ser inyectado
puede distribuirse por el organismo con mucha más rapidez, y es más difícil de
identificar y de tratar.
TRATAMIENTO

Antes de empezar cualquier tipo de tratamiento, los médicos tendrán de


determinar cómo ocurrió la exposición al ántrax a partir de las definiciones de
los casos que dé cada paciente, con el fin de diagnosticar el ántrax
debidamente.

En el caso del ántrax pulmonar, con una radiografía de pecho o una tomografía
computada se puede confirmar si el paciente tiene un ensanchamiento en la
zona del tórax o mediastino (entre los pulmones) o una acumulación de líquido
en el espacio pleural (derrame pleural), los cuales son hallazgos comunes en
pacientes con ántrax pulmonar.

A continuación, no existen muchas más opciones a la hora de diagnosticar


ántrax más allá de estas: medición de toxinas en la sangre o pruebas de
laboratorio que detectan la bacteria a partir de una muestra de sangre o de
heces, de una lesión cutánea, del líquido cefalorraquídeo, o de
secreciones respiratorias (punción lumbar).

El tratamiento, finalmente, consiste en la administración de antibióticos como,


generalmente, la ciprofloxacina (Cipro), doxiciclina (Vibramcina) o
levofloxacina. La combinación de antibióticos y su duración dependerán de
cómo el paciente se infectó de ántrax, además de otros factores como la edad,
salud, etc. Es recomendable no retrasar el tratamiento del carbunco ya que
puede aumentar el riesgo de muerte.

El carbunco cutáneo se trata con antibióticos orales, por lo regular de 7 a 10


días. Se suele utilizar la doxociclina y la ciprofloxacina.

El carbunco pulmonar y otras formas de carbunco, se tratan con la combinación


de antibióticos bactericidas (Cipro) y otros medicamentos, se administra vía
intravenosa durante aproximadamente 2 semanas. Una vez completada la
terapia, el tratamiento deberá continuar con un solo antibiótico por vía oral
durante 60 días, ya que ese es el tiempo que tardan en germinar las esporas.

VACUNA

Existen tres vacunas contra el ántrax, procedentes de EEUU, Inglaterra y


Rusia.

La vacuna británica, llamada AVP (Anthrax Vaccine Precipitated), salió a la


venta para el uso humano en 1954, y se trata de una vacuna muerta que se
administra por inyección intramuscular. Su programa consiste en cuatro
inyecciones individuales, es decir, tres inyecciones separadas por 3 semanas,
seguidas por una dosis de 6 meses. Después, el tratamiento queda en
seguimiento por una única dosis al año.

AVA (Anthrax Vaccine Adsorbed), es la vacuna estadounidense y tampoco hay


organismos vivos presentes, por lo que no conducirá a ninguna infección. El
resultado de esta vacuna es una inmunidad protectora después de 3 a 6 dosis
durante 18 meses, y se administra en combinación de antibióticos. Solo está
disponible para personas entre 18 y 65 años, y no está destinada al público. Se
reserva para el personal militar, científicos que trabajan con ántrax y otras
personas de alto riesgo de contraer la enfermedad (con una dosis al año). Por
otro lado, se prohíbe su administración a mujeres embarazadas, personas con
reacciones alérgicas a sus componentes o a una dosis previa.

Pueden tener efectos adversos, como hinchazón, enrojecimiento, dolores


musculares, fatiga, hematoma…

Y por último, la vacuna rusa. Es la más reciente y a diferencia de las otras dos,
es una vacuna atenuada (espora viva). Se han demostrado buenos resultados
contra el carbunco cutáneo, y al parecer resultó más eficaz que las vacunas
muertas (AVP y AVA). Se administra en aerosol, escarificación o inyección
subcutánea.

PREVENCIÓN

Como bien se especifica, un buen método de prevención contra el ántrax sería


la vacuna con dosis anual en el caso de ser una persona con alto riesgo de
padecer la enfermedad. En algunos casos, el tratamiento con anticuerpos
monoclonales (raxibacumab y obiltoxaximab) es eficaz a la hora de prevenir la
infección después de la exposición previa a las esporas de ántrax. Éste se
utiliza para el carbunco pulmonar cuando no hay más terapias disponibles.

El carbunco cutáneo no se disemina de una persona a otra, por lo que las


personas que vivan con alguien que sí lo padece no necesitarían tratamientos
preventivos como los antibióticos.

Por otro lado, si nunca se ha estado expuesto al carbunco, lo más prudente


sería evitar animales infectados. Sobre todo si se vive o viaja a un país donde
esta enfermedad es frecuente y los animales domésticos de pastoreo no son
vacunados con regularidad. Y por supuesto, evitar la carne mal cocinada.
CÓMO ACTUAREMOS SI HAY UN DIFUNTO CON ESTA ENFERMEDAD

El carbunco, al ser una enfermedad bacteriana e infecciosa, el cadáver que


haya padecido la dicha, pertenecería al Grupo 1, debido al riesgo de contagio
al que nos exponemos a la hora de trabajar con él. Sin embargo, el riesgo de
contagio varía dependiendo de la exposición que haya tenido el difunto al
ántrax. Si se tratase de una infección vía cutánea, nuestro principal foco de
atención pasarían a ser las úlceras con el famoso caparazón negro.

El primer paso ante estos casos, sería la equipación correcta de EPIS, para
proseguir con el lavado y la desinfección del cadáver en las zonas
especificadas. Si el difunto padeció ántrax por inhalación o gastrointestinal,
habrá que hacer hincapié en los orificios naturales ya que pueden quedar
restos de sangre y otras sustancias (vómitos o heces), que es potencialmente
peligrosa si hiciera contacto directo con nuestra piel.

A continuación, el taponamiento de orificios en la boca y la nariz son cruciales.


La sutura de heridas visibles a causa del ántrax cutáneo también es
imprescindible. El forúnculo no suele ser muy profundo, así que en el caso de
estar en el cuello o la cara solo habría que quitarle el caparazón negro y
recubrirlo con cera si es necesario. En el caso de que hubiera retenida mucha
sangre, se usaría algún producto de absorción (formol). Seguidamente,
maquillarlo y dejarlo presentable a ojos de los familiares.

Cabe la posibilidad de que haya líquidos retenidos en los pulmones o en la


zona gastrointestinal. En este caso habría que aspirar todas las sustancias y/o
hacer uso de productos absorbentes como el formol.

Y para finalizar, tendríamos que hacer un lavado y esterilización tanto del


material utilizado como de la sala de preparaciones. Si la instrumental es de un
solo uso, tirar los residuos a su depósito correspondiente. En este caso,
utilizaríamos recipientes rígidos y resistentes a los pinchazos para depositarlos
en la incineradora de residuos especiales o en la planta de esterilización (si los
objetos utilizados NO son de un solo uso, ej: pinzas, agujas). Si hemos utilizado
productos químicos (formol), los lanzaríamos también a la incineradora
después de sellarlos en recipientes resistentes al rompimiento.

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