Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Catálogo de Lightroom
Por David García Perez Fotografía
https://dgpfotografia.com/2015/02/09/estructura-de-ficheros-de-una-biblioteca-en-
lightroom/
En mi anterior artículo sobre flujo de trabajo en Lightroom hable de importación de
fotos a nuestro catálogo. Pero el término de importación puede ser un pelín engañoso,
dado que Lightroom no importa nada a su catálogo, sencillamente añade referencias a
donde se encontrarán definitivamente las imágenes en nuestro ordenador.
Amanece en Santa Fé de Montseny [Canon 5D Mark II con Canon EF 50mm f/1.8 II.
Toma sacada a IS0100, f13 y 0,3 seg. Trípode
y disparador remoto utilizado]. © David García Pérez 2015.
Estos ficheros estarán donde creásemos el catálogo por primera vez y tienen la
siguiente estructura: Nombre-del-catálogo.lrcat , Nombre-delcatálogo Previews.lrdata y
Nombre-del-catálogo Smart Previews.lrdata (si tenéis abierto ahora mismo Lightroom,
veréis que también aparecen los dos ficheros temporales Nombre-del-
catálogo.lrcat.lock y Nombre-del-catálogo.lrcat-journal, son cosas del funcionamiento
interno de Lightroom).
Cuando cerremos Lightroom y se den las condiciones para que se realice una copia de
seguridad que configuramos anteriormente, nos aparecerá el siguiente cuadro de
diálogo:
Como veis se nos ofrecen diferentes opciones. Primero podemos seleccionar donde
realizar el backup, lo idea sería un disco duro distinto a donde está el propio catálogo,
así si falla uno de los dos, siempre tendremos la copia de seguridad o el original. Que
compruebe que la integridad de la copia realizada parece lo más apropiado, así
sabremos que no habrá ningún error en el proceso de copia. La opción de “optimizar el
catálogo después de la copia de seguridad” es bastante interesante. Un catálogo de
Lightroom no deja de ser más que una base de datos (lo cual lo convierte en muy
potente a Lightroom, como veremos en futuros artículos). Esta base de datos a lo largo
del uso de Lightroom se llena de datos innecesarios que cada poco viene bien dejar a
Lightroom que limpie para quitar la porquería del medio. Por último se nos da las
opciones de omitir el proceso de backup hasta la próxima vez o darle al botón que
iniciará el proceso de backup. En mi caso tarda menos de dos minutos, que
básicamente es lo que le lleva copiar los 500 MB que forman mi catálogo de
Lightroom.
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
DIRECCIÓN GENERAL DE CULTURA Y EDUCACIÓN
INSTITUTO DE ARTE FOTOGRÁFICO Y TÉCNICAS AUDIOVISUALES D I P R E G E P 6 3 8 7
Indicar que según vaya creciendo nuestro número de copias de seguridad, podremos
ir borrando las más antiguas para ahorrar espacio en nuestro disco duro. Esto es un
proceso manual que tenemos que hacer nosotros, Lightroom no lo hace de forma
automática.
mi caso 2048, así cuando mostremos las imágenes a pantalla completa, Lightroom
tampoco tendrá que recurrir al fichero RAW.
Por último tenemos las previsualizaciones 1:1. Básicamente aquí Lightroom, a parte de
guardar el JPEG anterior a tamaño 2048, también creará un fichero JPEG de
exactamente la misma resolución del RAW original. De esta forma, si vamos
analizando en el catálogo las imágenes que están en foco (por poner un ejemplo),
cuando hagamos zoom 1:1, esto será inmediato, dado que Lightroom recurrirá a este
JPEG, sin tener que calcular, de nuevo, dicha representación a partir del fichero RAW.
Como esto puede llegar a ocupar mucho a la larga, Lightroom nos deja descartar de
forma automática estas previsualizaciones una vez se pasasen X días desde la última
vez que jugásemos con la imagen. Yo lo suelo poner a nunca.
Por último nos quedan las Smart Previews. Con las previsualizaciones anteriores en
jpeg, podíamos usar casi todos los módulos de Lightroom, como web, biblioteca,
mapa, etc. Lo qué no podíamos hacer era usar el módulo de Revelar. No teníamos el
RAW original, así que Lightroom no te dejaba hacer ajustes sobre la imagen. Para
solventar este problema, con la introducción de Lightroom 5, Adobe creó las Smart
Previews.
Las Smart Previews son un fichero RAW comprimido en formato DNG con 2560
píxeles en su lado más largo creados a partir de nuestros ficheros RAW originales.
Estos ficheros, que ocupan entre 1 a 1.5 MB cada uno, nos permiten hacer ajustes de
revelado cuando no tenemos el fichero original a mano (por ejemplo, estamos de viaje
con el portátil y dejamos en casa el disco grande donde almacenamos las imágenes,
pero tenemos nuestro catálogo de Lightroom con nosotros). Una vez el fichero RAW
original esté disponible, Lightroom lo usará de forma automática y transparente para el
usuario. Supongo que los ajustes de detalle de la imagen es mejor hacerlos cuando
uno tenga el original delante.