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La leche y los productos lácteos constituyen una fuente abundante y cómoda de nutrientes
para la población de muchos países, y el volumen del comercio internacional de productos
derivados de la leche es considerable. El propósito del presente Código es brindar orientación
para garantizar la inocuidad e idoneidad de la leche y los productos lácteos, a fin de proteger
la salud de los consumidores y facilitar el comercio.
Ahora bien, estudiando en el curso de (Producción de derivados Lácteos del Sena) he podido
comprender que para que se realice una buena producción de leche y sus derivados es
importante las medidas de control y los diferentes riesgos que tienen dicha producción, por
ello es importante destacar que todos los alimentos tienen posibilidades de transmitir
enfermedades, y la leche y los productos lácteos no constituyen una excepción a esta regla.
Los animales productores de leche pueden ser portadores de agentes patógenos para los seres
humanos. Estos patógenos presentes en la leche pueden aumentar el riesgo de enfermedades
transmitidas por los alimentos. Además, las actividades de ordeño, la mezcla posterior de la
leche y su almacenamiento entrañan riesgos de contaminación por contacto con el hombre o
el medio y de proliferación de patógenos intrínsecos. Además, muchos de los productos
lácteos, debido a su composición, constituyen un medio propicio para el desarrollo de
microorganismos patógenos. La leche también puede estar contaminada por residuos de
medicamentos veterinarios, de plaguicidas o de otros contaminantes químicos.
Es importante tomar en cuenta las siguientes recomendaciones que da el código de las
prácticas de producción de la leche y sus derivados:
*A lo largo de toda la cadena alimentaria se aplicarán buenas prácticas de higiene a fin de
garantizar que la leche y los productos lácteos resulten inocuos e idóneos para el uso previsto.
No debería emplearse ninguna parte de este Código sin considerar lo que ha ocurrido en la
cadena de eventos que precede la aplicación de la medida particular en cuestión, o lo que
ocurrirá sucesivamente a la misma. El Código debe utilizarse solamente sobre la base del
reconocimiento de una cadena continua de controles aplicados desde la producción hasta el
consumo.
• Siempre que sea necesario, las prácticas de higiene relativas a la leche y los productos
lácteos deben aplicarse en el marco del sistema de HACCP, tal como se describe en el anexo
del Código Internacional Recomendado de Prácticas – Principios Generales de Higiene de
los Alimentos.
• Debe haberse validado la eficacia de las medidas de control. La eficacia general del sistema
de medidas de control deberá ser objeto de validación. Las medidas de control o sus
combinaciones deben validarse en función de la frecuencia de peligros en la leche empleada,
tomando en cuenta las características de los peligros concretos en cuestión y los objetivos de
inocuidad de los alimentos establecidos.
*Los productores deben asegurar el empleo de buenas prácticas agrícolas y de cría de los
animales en las fincas. Estas prácticas deberán adaptarse, según proceda, a cualquier