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MÉTODO DE ESTUDIO BIOGRÁFICO POR NARRACIÓN BIOGRÁFICA

“EL REY DAVID”

I. ANTECEDENTES Y TRASFONDO DEL PERSONAJE

A. Sus Antepasados y Parientes

El personaje objeto de este estudio es el Rey David. De sus orígenes podemos


decir que fue el hijo menor de Isaí, tuvo siete hermanos y una hermana, su
pueblo era Israel y pertenecía a la tribu de Judá. Su nombre en hebreo significa
amante, amoroso o amado; para algunos, significa “jefe militar”, conforme al
acádico dawidum (etimología más probable); según otros, es un vocablo
parecido a Dodavá (2 Crónicas 20:37), que significa predilecto, con lo que
resulta tipo del “Predilecto Hijo de Dios”.

Al escudriñar las escrituras encontramos que el árbol genealógico de David


está constituido de la siguiente manera: David fue hijo de Isaí (1 Samuel 16:11-
13), que a su vez fue hijo de Obed, quien nació de la unión de Booz y Ruth (Rut
4:13 y 17); Booz por su parte fue hijo de Salmón y Rahab (Rut 4:21 y Mateo
1:5) y, éste último, de Naason quien era hijo de Aminadab, hijo de Ram. Ram
era hijo de Hezrón y Hezrón de Fares (Rut 4:18-20), quien fue concebido de la
unión de Judá con su nuera Tamar (Génesis 38:13-18 y 29). Como sabemos
Judá fue uno de los doce hijos de Jacob que le nacieron de su unión con Lea y
de él se conforma una de las doce tribus de Israel (Génesis 35:23). Por su
parte, Jacob fue hijo de Isaac con Rebeca e Isaac fue el hijo de la promesa que
tuvo Abraham con Sara (Génesis 25:19-26).

David, era hijo de Isaí y el menor de ocho hermanos varones, entre los cuales
podemos mencionar a los tres mayores: Eliab, Abinadab y Sama (o Simea),
además, tenía una hermana.

Destacamos el hecho que David es descendiente de Abraham a quien Dios le


prometió ser padre de multitudes y a través de quien bendeciría a todas las
familias de la tierra, su línea ascendente lo relaciona con Isaac, el hijo de la
promesa y también con Israel de quien proceden las doce tribus.

De estas doce tribus, David pertenece a la tribu de Judá de la cual también


procede Jesús quien se constituye en descendiente de este Rey, por lo cual,
podemos ver en los evangelios que se le llama a Jesús, hijo de David.

B. Lugar y Circunstancias de su Nación

De la lectura de 1 Samuel 16 inferimos que David debió haber nacido y crecido


en la ciudad de Belén, toda vez, que su familia estaba asentada en esa ciudad.
Además, otro sustento para esta suposición lo encontramos en el hecho que en
su línea de ascendientes sus bisabuelos eran de la misma ciudad y en ella
nació su abuelo Obed (Rut 1:22; 2:1, 4:11 y 17).
Después de vivir en Belén, David se trasladó a vivir con Saúl, se casó con
Mical, hija de Saúl y vivió allí hasta que inició la persecución de Saúl en su
contra, lo cual lo hizo vivir como fugitivo en diferentes lugares entre los cuales
podemos mencionar: Naiot en Rama, Nob, Gat, la cueva de Adulam, Mizpa de
Moab, Hores en el desierto de Zif, el desierto de Maón, el desierto de En-gadi,
el desierto de Parán, Siclag, ciudad filistea, Hebrón (por siete años y seis
meses) y finalmente se asentó en Jerusalén, lugar donde vivió por treinta y tres
años.

David vivió en una época en la que el pueblo de Israel era gobernado por Saúl,
el primer rey de Israel, éste había sido instituido por Dios atendiendo un pedido
del pueblo (1 Samuel 8:5) después del periodo de los jueces. La nación de
Israel ya desde el periodo de los jueces había estado librando guerras contra
los diferentes pueblos que ocupaban las tierras circunvecinas, entre estos
pueblos se encontraban los amonitas y los filisteos, éstos últimos estaban
asediando a Israel para cuando David aún era un muchacho (1 Samuel 13:5;
17:1).

C. Preparación y Experiencias de su Temprana Edad

En su temprana juventud David se ocupaba de pastorear las ovejas de su


Padre en Belén (1 Samuel 16:11). Por los Salmos que escribió David sabemos
que durante este periodo de su vida, David fue adiestrado para la labor a la que
Dios habría de llamarle en el futuro. Aprendió el pastoreo de ovejas lo cual le
serviría para conducir a toda una nación, su carácter aguerrido y valiente fue
formado mientras cuidaba a sus rebaños de los depredadores a los que tuvo
que enfrentar en más de una ocasión, por otra parte, fueron en estos
tempranos años de juventud que David debió aprender y desarrollar sus dotes
de músico, además, de una profunda intimidad con Dios.

Siendo aún muchacho David fue llamado a la corte del Rey Saúl para que
ministrara al rey con el toque de su arpa, puesto que un espíritu malo de parte
de Jehová le atormentaba. Aconteció que como Jehová estaba con David, cada
vez que él tocaba el espíritu malo se apartaba de Saúl, lo cual hizo que Saúl
amara mucho a David y lo convirtiera en su paje de armas (1 Samuel 16:18-
23). En un momento en que David había dejado a Saúl para irse a hacer cargo
de las ovejas de su padre y sus tres hermanos mayores se habían alistado en
el ejército de Israel para ir con Saúl a enfrentar a los filisteos, su padre lo envió
a sus hermanos para que les llevase provisión al campamento. Estando en el
campamento, David escuchó a Goliat, un paladín de los filisteos, que salía a
provocar y desafiar al ejército de Israel y resolvió, a pesar de su edad e
inexperiencia en el arte de la guerra, hacerle frente al filisteo a quien venció
matándole armado tan solo de una piedra y su honda (1 Samuel 17). Este
triunfo le granjeo a David los corazones del pueblo y a la vez los celos del Rey.

II. EXPERIENCIA DE CONVERSIÓN O LLAMAMIENTO ESPECIAL


AL MINISTERIO
David fue llamado al ministerio mientras se encontraba cuidando el rebaño de
ovejas de su padre. Para ese momento Dios ya había desechado a Saúl como
rey puesto que le había desobedecido (1 Samuel 15:11 y 23) y había dispuesto
ungir a un nuevo rey que fuese un hombre conforme a su corazón (1 Samuel
13:14). Así pues, Dios dirige al profeta Samuel a casa de Isaí en Belén puesto
que de sus hijos se había provisto Rey. Los siete hijos mayores de Isaí desfilan
ante Samuel, no obstante, Dios le advierte a Samuel que ninguno de ellos era y
que no se fijara en su parecer ni en lo grande de su estatura, toda vez, que él
miraba algo que estaba fuera del ojo del hombre, el corazón. Al final, han de ir
a buscar a David quien se encontraba apacentando las ovejas y al llegar Dios
le indica que es efectivamente al menor a quien deberá ungir como rey de
Israel. Tal como lo expresa el Salmo 78: 70-71 Dios “eligió a David su siervo, y
lo tomó de las majadas de las ovejas; de tras las paridas lo trajo, para que
apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad”. Samuel pues siguiendo
la dirección divina ungió a David en presencia de sus hermanos y desde ese
mismo momento el Espíritu de Jehová viene sobre David (1 Samuel 16:1-13),
proporcionándole bendición y dirección, y convirtiéndolo en el hombre de Dios
que más tarde llegó a ser.

Como mencionamos antes, para el momento en que David es llamado, Saúl ya


había sido desechado por Dios y, según algunos comentaristas, se había
vuelto muy malvado y violento desde su deposición, lo cual se infiere de la
lectura de 1 Samuel 16:2; por otra parte, el ambiente en Israel era de cierta
inestabilidad debido a los ataques, guerras y amenazas con los filisteos y
amalecitas.

III. MINISTERIO

A. Naturaleza de su Ministerio

David fue ungido como Rey sobre Israel, a diferencia de Saúl que fue escogido
por el pueblo, él fue escogido por Dios.

Fue Rey de Israel, el gobernante por medio del cual Dios dirigía a su pueblo; un
adorador, llamado el dulce cantor de Israel; un escritor, autor de muchos de los
salmos; y un hombre con una increíble disposición para buscar a Dios y
obedecerle, por tanto, llamado un varón conforme al corazón de Dios.

Bajo su liderazgo Israel llegó a derrotar a todos sus enemigos, ampliar su


territorio y consolidar el reino. Las doce tribus se unieron y se reestableció la
adoración al único Dios verdadero en Jerusalén, además, se levantaron todos
los recursos necesarios para edificar el templo.

Con su vida y escritos (salmos) que revelaban una profunda comunión y


devoción a Dios, David dio ejemplo y enseñanzas que perdurarían hasta
nuestros días.

Su servicio fue antes que nada a Dios y, correspondientemente, al pueblo al


que Dios lo había llamado a gobernar. Fue el segundo rey de Israel. Reinó
siete años y seis meses sobre la tribu de Judá en Hebrón y treinta y tres años
sobre todo Israel desde Jerusalén (2 Samuel 5:4-5), un total de cuarenta años
(1010 al 970 a.C.).

Durante su vida David estuvo sometido a Dios puesto que siempre buscaba la
dirección divina y las veces que no lo hizo o que cayó en pecado, él se
arrepentía, buscaba el perdón y la restauración de la comunión divina, no
obstante, a lo largo de su vida también se puede apreciar una actitud de
sumisión a los hombres: primero a su padre Isaí a quien servía como pastor de
sus ovejas y de quien acataba órdenes como la de ir a llevar provisiones a sus
hermanos al campamento (1 Samuel 17:20), luego al profeta Samuel, a Saúl
mientras estuvo bajo su mando y contra quien nunca se reveló, y, también se
sometió al juicio que vino de parte de Dios a través del profeta Natán.

Se dice que algunos de los salmos fueron escritos por David, lo que si se
puede aseverar es que al menos trece salmos tienen una conexión entre su
contenido y alguna de las experiencias de la vida de David.

B. Reacciones de otros en cuanto a su Ministerio

Las reacciones de otros a su llamado y ministerio fueron diversas, así podemos


ver que hubo tanto favorables como desfavorables. En torno a las reacciones
desfavorables podemos mencionar que en principio no contaba con los
atributos que Samuel pensaba serían necesarios para aquel a quien debía
ungir, puesto que puso sus ojos en sus hermanos mayores viendo lo que ve el
hombre y no lo que ve Dios; por su parte, su hermano Eliab lo menospreció
cuando David llegó al campamento de Israel justo antes de que se enfrentara a
Goliat. También Saúl lo despreció al sentirse amenazado y celoso por su fama
y el aprecio que el pueblo tenía por él (1 Samuel 18:9), la rencilla de Saúl
contra David perduró incluso hasta después de su muerte, entre su casa y la
casa de David (2 Samuel 3:1), sin embargo, contrasta la acogida favorable y el
amor entrañable de Jonatán, hijo de Saúl, por David. También podemos decir
que el pueblo le acogió favorablemente (1 Samuel 18:6-7), así como más tarde
lo haría su familia, los afligidos, los endeudados y los que estaban en amargura
de espíritu (1 Samuel 22:1-2), e incluso príncipes de otros lugares como Aquis,
rey de Gat con quien vivió.

De David podemos aprender su actitud de humildad y reverencia ante Dios, si


bien no fue perfecto y cometió errores, al ser confrontado se arrepentía y se
volvía a Dios, fue un verdadero adorador quien conoció a Dios y le sirvió tanto
en los buenos como en los malos tiempos. Fue leal a Saúl como Rey aún
cuando éste procurara su muerte, nunca osó levantar su mano en contra del
ungido de Jehová, fue un hombre de guerra y valiente que creía en Dios y en
su palabra, por tanto, se apoyaba en Él como su fortaleza.

Son tantas las enseñanzas que podemos sacar de su ejemplo pero


principalmente creo las más importantes son: su devoción y abnegación por
Dios, su lealtad y perseverancia a través de las pruebas y aflicciones, su
confianza y entrega a Dios y a sus designios, y, su fe en Dios al emprender
grandes empresas y batallas.
C. Contribuciones que ha dejado su Ministerio

Los libros que contienen información sobre la vida de David son 1 y 2 libro de
Samuel, 1 libro de Reyes, 1 y 2 libro de Crónicas. Además, tenemos en la
Biblia varios Salmos que, como indicamos antes, tratan de su vida y se cree
son de su autoría.

Encontramos que una de sus grandes contribuciones fue la de recopilar todos


los materiales para la edificación del templo que habría de levantar su hijo
Salomón, así como la organización del culto en el templo, el orden de los
levitas y la música que se había que cantar (1 Crónicas 28), entre otros.

IV. EVALUACIÓN DEL CARÁCTER

A. Puntos Negativos

Entre los puntos negativos del carácter de David encontramos que faltó de su
parte hacer efectiva la ley y la disciplina en sus hijos, lo cual a la larga le trajo
mucha aflicción, como fue en el caso de la violación de su hija Tamar por parte
de su hijo Amnón y el conflicto que esto suscitó con Absalón. También fue
negligente al quedarse en palacio cuando sus tropas estaban en el frente de
batalla, por su ociosidad fue que estuvo expuesto a la tentación con Betsabé y
cayó en adulterio, hipocresía y más adelante en asesinato, todo por creer que
su pecado quedaría oculto al ser el Rey. Sus múltiples matrimonios y
concubinas, así como el adulterio con Betsabé, revelan una gran debilidad por
las mujeres. Finalmente, su poderío llegó a enaltecerlo que hizo un censo para
medir sus propias fuerzas, por lo cual, fue castigado por Dios como
recordatorio de que era Él su fortaleza y en quien debía estar su seguridad.

Las ocasiones más trascendentales en las que David desobedeció a Dios


fueron al acostarse con Betsabé, mujer de Urías heteo, y al censar al pueblo
sin que Dios lo hubiese mandado. Siendo Urías parte de su ejército, el acto de
David se constituyó en una traición aún más despreciable y cuanto más cuando
ordenó su muerte para poder encubrir su pecado al dejar embarazada a su
mujer y no lograr que Urías se acostara con ella. En el caso del censo, la Biblia
registra que Satanás le incitó a censar a Israel y David lo hizo aún por encima
del consejo de Joab, lo cual acarreó el juicio de Dios sobre Israel.

B. Puntos Positivos

Como ya hemos indicado antes, a pesar de que David pecó contra Dios y esto
trajo mucho dolor no sólo a él sino también a otras personas, a su
descendencia y a su pueblo, también es importante resaltar su sumisión y
devoción a Dios.

Desde que fue ungido, David mostró fidelidad por Dios, una entrega completa a
su servicio, fue un hombre aguerrido y dispuesto a ejecutar los designios de
Dios, en quien estaba siempre puesta su confianza. Fue sensible a su voz y a
su dirección en todo momento, aún cuando la voz fuese de reprensión,
corrección y disciplina. Fue fiel a Dios a pesar de las pruebas y tribulaciones a
las que tuvo que enfrentarse, nunca se quejó sino que fue fortalecido en cada
una de ellas. Siempre dispuesto a dar honra y gloria a Dios, fue un adorador
que buscaba agradar a Dios con su alabanza, servicio y ofrendas. Podemos
decir que siempre atribuyó sus conquistas al poder de Dios que sabía operaba
en él. La Biblia dice que al ser ungido por Samuel, el Espíritu de Jehová vino
sobre David, lo cual se evidencia en como ministraba a Saúl a través del toque
de su arpa, su valor al enfrentar a Goliat, la gracia que tuvo delante del pueblo,
sus conquistas, sabiduría y las profecías mesiánicas que destilan de los salmos
que escribió.

V. SUS RELACIONES CON OTROS

David gozaba de una relación íntima de comunión con Dios a quien escuchaba
y obedecía, en la ley de Jehová estaba su delicia y en ella meditaba de día y de
noche, se gozaba en alabarle, ser su testigo, servirle y ofrendarle con rectitud
de corazón.

Gozaba de buenas relaciones con los demás, exceptuando el caso de Urías, se


puede decir que actuó rectamente en sus relaciones con otros, prefiriendo a los
demás aún por encima de sí mismo. Era un hombre con mucho carisma que
atraía a las personas. La mayor parte de su vida actuó piadosamente aún
frente aquellos que no lo merecían, tal fueron los casos de Saúl, Nabal, Mefi-
boset, Absalón y Simei, entre otros.

VI. LAS GRANDES CRISIS DE SU VIDA

A. Crisis

Las crisis o momentos difíciles que encontramos en la vida de David están: la


persecución de Saúl, la violación de su hija Tamar por parte de su hijo Amnón y
la consecuente muerte de este último a manos de su hermano Absalón, la
sublevación y muerte de Absalón, su pecado con Betsabé y la consecuente
muerte del hijo concebido en adulterio, la muerte de Urías por el traslado del
arca, y el castigo de Dios por el censo convocado.

B. Reacciones

Su reacción frente a la persecución, tribulación, pruebas y traiciones fue de


humilde espera a los designios de Dios, paciencia, sometimiento a su voluntad
y valor para enfrentar las pruebas. En los casos en los que el sufrimiento venía
como consecuencia a su desobediencia, su actitud fue de arrepentimiento
verdadero, siempre dispuesto a acatar los juicios de Dios.

VII. SU MUERTE

Acerca de su muerte la Biblia nos dice que David murió de buena vejez, lleno
de días, de riquezas y de gloria.
VIII. RAZONES POR HABERSE INCLUÍDO ESTOS DATOS EN EL
LIBRO BAJO SU CONSIDERACIÓN

David es una de las figuras más prominentes de la historia del mundo y


ciertamente de los personajes de la Biblia. Es uno de los más famosos
antepasados de Cristo puesto que al mismo Jesús se le llama hijo de David.

Su vida fue una mezcla de bien y mal, estuvo llena de hechos nobles,
aspiraciones altas, y grandes logros; sin embargo, estuvo manchada de
pecados terribles. Lo anterior hace que ningún personaje de la Biblia ilustre
más plenamente la escala moral de la naturaleza humana. Contrastan sus
escritos, como el salmo 23, con su acción contra Urías, no obstante, han de ser
considerados el espíritu de la época en la que vivió, así como las tentaciones a
las que estuvo expuesto al tener un poder casi ilimitado.

Si bien fue llamado un varón conforme al corazón de Dios esto era cierto sólo
cuando él guardaba los mandamientos divinos. A su favor podemos decir que
nunca cayó en pecado de idolatría y que fue leal a Dios en su testimonio y en
su adoración, lo cual se constituye en un ejemplo a seguir para todas las
generaciones que han venido después de él.

Demostró tener una gran sensibilidad espiritual y mucha sabiduría, se


distinguió también por su prudencia. Su vida se presenta con lo bueno y lo
malo a fin de amonestarnos a nosotros y no caigamos en lo mismo (1 Co.
10:11). Fue un gran músico, llegando a inventar instrumentos musicales (Am.
6:5). Verdadero poeta, sus salmos, fruto de sus experiencias, han bendecido a
millones de personas. Aunque no fue profeta, algunos de sus salmos tienen
gran contenido profético y lo más importante es que a través de su linaje Dios
cumple su más grande promesa al pueblo de Israel, el nacimiento del Mesías.
De hecho, su época de gloria es tomada como paradigma para señalar otra,
todavía futura, que será aún más gloriosa: el reino del Mesías.
Aplicando el método inductivo a Esdras 7:10 podemos obtener los
siguientes resultados: “Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir
la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y
decretos”, (Esdras 7:10).

Observación:

Observación Texto Base


Un hombre Porque Esdras había preparado su
llamado Esdras corazón
preparo su
corazón
Preparo su para inquirir la ley de Jehová
corazón para
estudia la palabra
de Dios
Preparo su y para cumplirla
corazón para
cumplirla
Preparo su y para enseñar en Israel sus
corazón para estatutos y decretos
enseñarla

Interpretación:

Basados en estos cuatro aspectos que hemos identificado en Esdras


7:10 podríamos dar la siguiente interpretación.

Observació Interpretación Otro Texto que refuerza


n
Un hombre Esdras fue un “Esdras… escriba
llamado sacerdote que diligente en la ley de
Esdras regreso de la Moisés”, (Esdras 7:6).
preparo su deportación a
corazón Jerusalén después
del exilio
babilónico y había
preparado su
corazón para
iniciar una reforma
a través de la
palabra de Dios.
Preparo su El primer paso que “Escudriñad las
corazón para dio fue preparar su Escrituras; porque a
estudia la corazón para vosotros os parece que
palabra de estudiar en ellas tenéis la  vida
Dios diligentemente la eterna; y ellas son las que
palabra de Dios dan testimonio de mí”,
(Juan 5:39).
“Antes bien, creced en la
gracia y el conocimiento
de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo”, (2
Pedro 3:18).
Preparo su El segundo paso “Pero sed hacedores de
corazón para que dio fue poner la palabra, y no tan
cumplirla por obra la ley que solamente oidores,
había aprendido. engañándoos a vosotros
mismos. Porque si alguno
es oidor de la palabra
pero no hacedor de ella,
éste es semejante al
hombre que considera en
un espejo su rostro
natural. Porque él se
considera a sí mismo, y
se va, y luego olvida
cómo era. Más el que
mira atentamente en la
perfecta ley, la de la
libertad, y persevera en
ella, no siendo oidor
olvidadizo, sino hacedor
de la obra, éste será
bienaventurado en lo que
hace”, (Santiago 1:22-25).
Preparo su Finalmente, “Te encarezco delante de
corazón para preparo su corazónDios y del Señor
enseñarla no solo para vivir loJesucristo, que juzgará a
que había los vivos y a los muertos
aprendido, sino en su manifestación y en
para enseñar a los su reino,  que prediques
demás la palabra la palabra; que instes a
de Dios. tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende,
exhorta con toda
paciencia y doctrina”, (2
Timoteo 4:1-2).

Aplicaciones o conclusiones:

  Finalmente, podemos sacar las siguientes aplicaciones y conclusiones de este


versículo bíblico:
1.       Todos los cristianos deberíamos imitar la actitud de Esdras en cuanto al
énfasis que le dio a la palabra de Dios.
2.       Debemos como Esdras preparar nuestro corazón para estudiar
diligentemente la Biblia.
3.       Debemos esforzamos por vivir conforme a los estatutos de la palabra de
Dios.
4.       Debemos ser diligentes en enseñar la palabra de Dios a otras personas.

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