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LAS PRUEBAS EN MATERIA PROCESAL LABORAL:

El capítulo XII del Código Procesal del Trabajo y la Seguridad Social, en apenas 13 artículos (del 51
al 61) regula el tema probatorio en materia procesal laboral. Sin embargo, como se puede comprobar
con una lectura somera de dichos artículos y teniendo en cuenta que el primero de ellos dispone
que:

“ARTICULO 51. MEDIOS DE PRUEBA. Son admisibles todos los medios de prueba establecidos en la
ley, pero la prueba pericial sólo tendrá lugar cuando el Juez estime que debe designar un perito que lo
asesore en los asuntos que requieran conocimientos especiales.”

En materia procesal laboral y con respecto a los medios de prueba y a su modo de practicarse hay
que remitirse a lo dispuesto en la legislación procesal civil.

Lo anterior teniendo en cuenta la remisión expresa consagrada en el artículo 145 del Código
Procesal del Trabajo y la Seguridad Social en donde se lee:

“ARTICULO 145. APLICACION ANALOGICA. A falta de disposiciones especiales en el procedimiento


del trabajo, se aplicarán las normas análogas de este Decreto, y, en su defecto, las del Código
Judicial.”

Efectivamente, la legislación procesal laboral no trae un listado de los medios de prueba y de cómo
se deben practicar los mismos como sí lo hacía en detalle el anterior Código de Procedimiento Civil y
el actual Código General del Proceso en materia laboral no hay ningún impedimento para empezar a
aplicar la nueva legislación procesal civil, como sí existe en otras ramas del derecho como la civil, la
de familia y la comercial.

Los medios probatorios admisibles en los procedimientos laborales son los enunciados en el
artículo 165 del Código General del Proceso: la declaración de parte, la confesión, el juramento, el
testimonio de terceros, el dictamen pericial, la inspección judicial, los documentos, los indicios, los
informes y cualquier otro que sea útil para lograr el convencimiento del juez, como remata diciendo el
primero inciso de la norma. Lo anterior indica que dicho listado no es taxativo sino meramente
enunciativo y que tanto en los procedimientos civiles como en los laborales es permitido decretar
cualquier medio probatorio conducente y pertinente para demostrar los hechos en que se
fundamentan las pretensiones propuestas por la parte demandante y los hechos en que se
fundamentan las excepciones propuestas por la parte demandada.

“ARTÍCULO 165. MEDIOS DE PRUEBA. Son medios de prueba la declaración de parte, la confesión,
el juramento, el testimonio de terceros, el dictamen pericial, la inspección judicial, los documentos, los
indicios, los informes y cualesquiera otros medios que sean útiles para la formación del
convencimiento del juez.

El juez practicará las pruebas no previstas en este código de acuerdo con las disposiciones que
regulen medios semejantes o según su prudente juicio, preservando los principios y garantías
constitucionales”

La manera de practicar los medios de prueba enunciados en la ley y la reglamentación atinente a los
mismos se encuentra consagrada en el Código General del Proceso, al cual se debe remitir el juez
laboral necesariamente debido a la poca regulación del tema en el Código Procesal del Trabajo y la
Seguridad Social.
Los medios de prueba no regulados de manera expresa en la ley procesal se deben practicar de
acuerdo a las reglas que regulen medios de prueba semejantes y con respeto de los principios
constitucionales, como lo dispone el inciso segundo del artículo 165 ya citado.

Los medios de prueba, tanto en materia civil como laboral, pueden ser decretados a petición de parte
o de manera oficiosa por el juez. Así lo disponen el artículo 54 del Código de Procedimiento Civil y el
artículo 169 del Código General del Proceso. De esta manera se confirma lo que se dirá más
adelante: el proceso jurisdiccional en Colombia se ajusta a lo que doctrinariamente se conoce como
el sistema mixto, es decir, el juez no solo es protagonista al momento de dictar sentencia sino que
adquiere relevancia en otras etapas del proceso en virtud de los poderes que le confieren las leyes
procesales y teniendo en cuenta que debe materializar principios constitucionales como el acceso
efectivo a la administración de justicia y el adecuado servicio de justicia lo cual lo conmina a buscar
la verdad jurídica objetiva o real dentro del proceso.

“ARTÍCULO 54. COMPARECENCIA AL PROCESO. Las personas que puedan disponer de sus
derechos tienen capacidad para comparecer por sí mismas al proceso. Las demás deberán
comparecer por intermedio de sus representantes o debidamente autorizadas por estos con sujeción a
las normas sustanciales.

Cuando los padres que ejerzan la patria potestad estuvieren en desacuerdo sobre la representación
judicial del hijo, o cuando hubiere varios guardadores de un mismo pupilo en desacuerdo, el juez
designará curador ad lítem, a solicitud de cualquiera de ellos o de oficio.

Las personas jurídicas y los patrimonios autónomos comparecerán al proceso por medio de sus
representantes, con arreglo a lo que disponga la Constitución, la ley o los estatutos. En el caso de los
patrimonios autónomos constituidos a través de sociedades fiduciarias, comparecerán por medio del
representante legal o apoderado de la respectiva sociedad fiduciaria, quien actuará como su vocera.

Cuando la persona jurídica demandada tenga varios representantes o apoderados distintos de


aquellos, podrá citarse a cualquiera de ellos, aunque no esté facultado para obrar separadamente. Las
personas jurídicas también podrán comparecer a través de representantes legales para asuntos
judiciales o apoderados generales debidamente inscritos.

Cuando la persona jurídica se encuentre en estado de liquidación deberá ser representada por su
liquidador.

Los grupos de personas comparecerán al proceso conforme a las disposiciones de la ley que los
regule.

Los concebidos comparecerán por medio de quienes ejercerían su representación si ya hubiesen


nacido.”

“ARTÍCULO 169. PRUEBA DE OFICIO YA PETICIÓN DE PARTE. Las pruebas pueden ser
decretadas a petición de parte o de oficio cuando sean útiles para la verificación de los hechos
relacionados con las alegaciones de las partes. Sin embargo, para decretar de oficio la declaración de
testigos será necesario que estos aparezcan mencionados en otras pruebas o en cualquier acto
procesal de las partes.

Las providencias que decreten pruebas de oficio no admiten recurso. Los gastos que implique su
práctica serán de cargo de las partes, por igual, sin perjuicio de lo que se resuelva sobre costas.”

Una vez solicitados los medios de prueba por las partes, el juez laboral, en virtud de lo establecido
en el artículo 53 del Código Procesal del Trabajo y la Seguridad Social, que fue modificado
por el artículo 8 de la Ley 1149 del 2007, y en el momento procesal oportuno dependiendo del
procedimiento laboral que se esté surtiendo, deberá decidir sobre el decreto de los mismos debiendo
rechazar la práctica de las pruebas que considere inconducentes y superfluas, en relación con el
objeto del litigio. De todas maneras, el auto que niegue el decreto o la práctica de una prueba
es objeto del recurso de apelación.

“ARTICULO 53. RECHAZO DE PRUEBAS Y DILIGENCIAS INCONDUCENTES. <Artículo modificado


por el artículo 8 de la Ley 1149 de 2007. Ver artículo 15 sobre Régimen de Transición. El nuevo texto
es siguiente:> El juez podrá, en decisión motivada, rechazar la práctica de pruebas y diligencias
inconducentes o superfluas en relación con el objeto del pleito.

En cuanto a la prueba de testigos, el juez limitará el número de ellos cuando considere que son
suficientes los testimonios recibidos o los otros medios de convicción que obran en el proceso.”

La práctica de las pruebas se rige por el principio de la inmediación que le exige al juez practicar
personalmente todas las pruebas decretadas y solo lo faculta para delegar dicha función en aquellos
eventos en los cuales no lo puede hacer por razón del lugar en donde se debe practicar la prueba, es
decir, cuando la misma se debe practicar en domicilio diferente a la sede del despacho. En estos
casos, según la ley procesal laboral, puede comisionar a otro juez para que la practique.

En este punto cabe resaltar la relevancia de la entrada en vigencia de la Ley 1149 del 2007 y, sobre
todo, la implementación de la oralidad en materia procesal laboral pues, a pesar de que el
principio de inmediación se introdujo desde el año de 1948 con el Código Procesal del Trabajo y la
Seguridad Social, lo que ocurría anteriormente en la realidad es que las pruebas, sobre todo la
declaración de terceros, era practicada por los trabajadores de los Despachos Judiciales y no por el
juez en persona. Lo anterior en detrimento de la verdad jurídica objetiva que debe tratar de
alcanzarse en el proceso jurisdiccional y con las implicaciones que ello traía: el juez, al no estar
presente en la práctica de algunas pruebas, se veía limitado al momento de valorarlas.

Finalmente, en cuanto a los principios procesales que rigen la materia probatoria en los
procedimientos laborales, se debe indicar la importancia del principio de preclusión en tanto la ley
procesal establece los momentos oportunos para solicitar el decreto de pruebas y, asimismo los
momentos para practicarlas. Por eso dice el artículo 60 del Código Procesal del Trabajo y la
Seguridad Social que el juez, al momento de proferir su decisión, debe analizar “todas las pruebas
allegadas en tiempo” el cual se debe concordar con el artículo 173 del Código General del
Proceso.

“ARTICULO 60. CPLSS. ANALISIS DE LAS PRUEBAS. El Juez, al proferir su decisión, analizará
todas las pruebas allegadas en tiempo.”

“ARTÍCULO 173. CGP. OPORTUNIDADES PROBATORIAS. Para que sean apreciadas por el juez
las pruebas deberán solicitarse, practicarse e incorporarse al proceso dentro de los términos y
oportunidades señalados para ello en este código.

En la providencia que resuelva sobre las solicitudes de pruebas formuladas por las partes, el juez
deberá pronunciarse expresamente sobre la admisión de los documentos y demás pruebas que estas
hayan aportado. El juez se abstendrá de ordenar la práctica de las pruebas que, directamente o
por medio de derecho de petición, hubiera podido conseguir la parte que las solicite, salvo
cuando la petición no hubiese sido atendida, lo que deberá acreditarse sumariamente.

Las pruebas practicadas por comisionado o de común acuerdo por las partes y los informes o
documentos solicitados a otras entidades públicas o privadas, que lleguen antes de dictar sentencia,
serán tenidas en cuenta para la decisión, previo el cumplimiento de los requisitos legales para su
práctica y contradicción.”
Este principio materializa garantías fundamentales de las partes que están relacionadas
directamente con el debido proceso, como el derecho de defensa, tratando de evitar que las partes
se vean sorprendidas por su contraparte en cualquier momento del proceso con material probatorio
desconocido.

La parte demandante en materia laboral tiene como momento procesal oportuno para aportar
pruebas documentales y solicitar los demás medios de prueba que pretende hacer valer en el juicio,
en la presentación de la demanda, aunque no es el único. Es allí donde la parte demandante no
solo indica cuáles son sus pretensiones y cuáles los hechos en que se fundamentan, sino que pide
las pruebas con las cuales demostrará dichos hechos y aporta los documentos que se encuentren en
su poder. Así lo dispone el numeral 9 del artículo 25 en concordancia con el numeral 3 del artículo 26
del Código Procesal del Trabajo y la Seguridad Social, el primero establece que la demanda deberá
incluir la solicitud “individualizada y concreta de los medios de prueba”, y el segundo que con la
demanda se deben anexar “las pruebas documentales y las anticipadas que se encuentren en poder
del demandante”.

Por otro lado, la parte demandada encuentra en la contestación a la demanda el momento procesal
idóneo no solo para aportar los documentos que se encuentren en su poder sino para solicitar los
medios de prueba que pretende hacer valer dentro del respectivo procedimiento. Así se desprende
de lo establecido en el artículo 31 ibídem, que fue modificado por el artículo 18 de la Ley 712
del 2001. Hasta acá no se encuentra ninguna diferencia en las facultades de las partes de aportar
pruebas documentales y solicitar la práctica de medios de prueba. No obstante, sí hay que hacer un
análisis más a fondo de este artículo para llegar a la conclusión de que el legislador colombiano,
entendiendo las dificultades probatorias que por lo general tiene la parte demandante en los
procedimientos laborales, consagró a favor de esta una facultad para exigir de su contraparte
pruebas documentales que tiene en su poder.

Es una garantía para la parte demandante, poder exigir de su contraparte, pruebas documentales
que tiene en su poder.

Los anexos que debe contener la contestación de la demanda, se desprende una facultad que tiene
la parte demandante: esta parte puede, en su escrito de demanda, hacer una relación de las pruebas
documentales que se encuentran en poder de su contraparte y esta, al momento de contestar la
misma, las debe anexar. En caso de no hacerlo se aplican entonces las sanciones procesales
dispuestas en los parágrafos, esto es, si la parte demandada no cumple con los requisitos dispuestos
en la norma o no acompaña los anexos indicados, entre ellos las pruebas documentales
relacionadas en la demanda, el juez le dará un término de cinco (5) días para que supla los defectos
y, si no lo hace, se tendrá por no contestada la demanda y ello será valorado por el juez como indicio
grave en su contra. Esta sanción procesal debe ser concordada con lo dispuesto en el artículo 61 del
mismo código que dispone que el juez se formara libremente su convencimiento y deberá atender,
entre otras cosas, a la conducta procesal observada por las partes.

“ARTICULO 61. LIBRE FORMACION DEL CONVENCIMIENTO. El Juez no estará sujeto a la tarifa
legal de pruebas y por lo tanto formará libremente su convencimiento, inspirándose en los principios
científicos que informan la crítica de la prueba y atendiendo a las circunstancias relevantes del pleito y
a la conducta procesal observada por las partes. Sin embargo, cuando la ley exija determinada
solemnidad ad substantiam actus, no se podrá admitir su prueba por otro medio.

En todo caso, en la parte motiva de la sentencia el juez indicará los hechos y circunstancias que
causaron su convencimiento.”
Hay una gran diferencia entre lo dispuesto por esta norma y el principio de la carga dinámica de la
prueba que introdujo el Código General del Proceso: en el artículo transcrito se establece que la
parte demandada está en la obligación de aportar, como anexos de la contestación de la demanda,
los documentos que se encuentren en su poder y que la parte demandante relacionó en la demanda.
El juez en este caso solo está obligado a verificar el cumplimiento de esta obligación y, en el evento
de que compruebe que así no se hizo, debe otorgar un término de 5 días y en todo caso, si no se
hace, aplicará las sanciones procesales.

Por otra parte, la carga dinámica de la prueba le confiere al juez la facultad, ya sea de oficio o a
petición de parte, de distribuir la carga de la prueba en cualquier momento procesal previo a la
sentencia teniendo en cuenta qué parte se encuentra en una situación más favorable de probar
determinado hecho. Así las cosas, aunque ambas normas tienen diferencias sustanciales, su
fundamento fáctico no es otro que la dificultad probatoria en la que se encuentra en el primer caso la
parte demandante, que por lo general es el trabajador o el afiliado al Sistema Integral de Seguridad
Social o el pensionado, y la segunda las dificultades probatorias que de manera general tenga una
parte para aportar los medios de prueba necesarios para confirmar sus dichos.

El régimen probatorio en materia procesal laboral no se puede desligar de la desigualdad que el


legislador reconoce en materia sustantiva entre trabajador y empleador. Esa desigualdad ha sido
aceptada a lo largo de la historia del Derecho del Trabajo y precisamente es la que se trata de
menguar a través de las normas que regulan la materia. Por eso el primer artículo del Código
Sustantivo del Trabajo dispone que la finalidad primordial de esa compilación normativa sea lograr la
justicia en las relaciones que surgen entre trabajadores y empleadores.

Al momento de interpretar y aplicar las normas procesales laborales también se deben tener en
cuenta los principios clásicos del Derecho Laboral. Entre esos el principio protector que indica que
al momento de interpretarse las normas del trabajo se debe tener en cuenta la génesis del mismo
que no es otra que buscar la protección de la parte débil de la relación laboral: el trabajador.

Principio protector

Este principio se rige por tres reglas: (1) el indubio pro operario en virtud del cual en aquellos eventos
en donde una misma norma tiene múltiples interpretaciones se debe aplicar la más favorable al
empleado; (2) la aplicación de la norma más favorable que indica que cuando existe más de una
norma aplicable al caso concreto se debe elegir la que resulte más favorable a los intereses del
trabajador y, (3) la condición más beneficiosa según la cual se puede aplicar la norma anterior en
aquellos casos en que la nueva regulación resulte desfavorable para el empleado siempre y cuando
ambas normas sean del mismo nivel jerárquico y el trabajador haya consolidado el derecho en
vigencia de la anterior.

Es por lo anterior que el legislador consagró en las normas procesales laborales a favor de la parte
demandante una facultad de relacionar en la demanda los documentos que se encuentran en poder
de su contraparte. Y como obligación de la parte demandada aportarlos como anexos con su
contestación y, en caso de no hacerlo estipuló unas sanciones procesales. Es el caso del trabajador
que reclama el pago de horas extras que no le fueron liquidadas en debida forma y no tiene los
medios probatorios para demostrar cuántas horas laboró o el caso del afiliado al Sistema General de
Pensiones que no tiene como demostrar las semanas cotizadas durante su vida laboral.

El derecho de petición consagrado en el artículo 23 de la Carta Política se ha constituido en el


mecanismo usado para superar las dificultades probatorias que avizoran las partes previó a la
presentación de una demandada laboral. Es así como a través de dicho derecho fundamental las
partes tratan de obtener los documentos necesarios para probar posteriormente dentro del
procedimiento respectivo los fundamentos fácticos necesarios para que sus peticiones procesales
sean despachadas favorablemente. No obstante, se evidencia que cuando dentro del procedimiento
laboral, y atendiendo a los poderes que tiene el juez, no se garantiza a las partes que al mismo serán
arrimadas todas las pruebas necesarias para resolver de fondo el asunto hay una violación al
derecho de acceso a la administración de justicia consagrado en el artículo 229 de la Constitución
Política.

En conclusión, el juez en los procedimientos laborales en cuanto a los medios de prueba y la forma
de practicarse los mismos se debe remitir, y en virtud del artículo 145 del Código Procesal del
Trabajo y la Seguridad Social, a la legislación procesal civil en donde se encuentra detalladamente la
regulación del asunto. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el trabajador e incluso el afiliado al
Sistema Integral de Seguridad Social y el pensionado, tanto en materia sustancial como procesal, se
encuentra en inferioridad de condiciones respecto a su contraparte y, por tal razón, al momento de
decretar y practicar las pruebas se debe tener en cuenta dicha circunstancia, para aplicar, si es del
caso, las reglas del principio protector antes explicadas. Y no solo eso, para que el juez, haciendo
usos de los poderes que le confiere la ley y, en aras de asegurar no solo el acceso efectivo a la
administración de justicia sino el adecuado servicio de justicia, llegue a la verdad jurídica objetiva o
real que le permita emitir una sentencia de fondo ajustada a derecho.

Justamente el apoderado de la parte demandante (trabajador) debe hacer esfuerzos importantes y


grandes para obtener un material probatorio sólido y positivo para los intereses del cliente y eso
implica esfuerzos en la determinación de buscar ese material probatorio claro, específico y
contundente, ese abogado debe estar absolutamente concentrado en la obligación que tiene al
asumir el asunto, en esforzarse al máximo en lograr pruebas totalmente clarificantes de los hechos,
debe desplegar una actividad ardua, tenaz en ese sentido.

Los procedimientos laborales en Colombia, como en los demás procedimientos modernos, se rigen
por el principio de la necesidad de la prueba. Concepto que se desprende de la obligación de que
la sentencia emitida por el juez esté acorde con los hechos demostrados durante el debate
procesal, puesto que de esta manera se garantiza alcanzar los fines del mismo que no son otros
que la verdad, la justicia y el mantenimiento de la paz. De lo contrario, es decir, si se prescindiera de
este principio las decisiones judiciales dependerían de la capacidad argumentativa y de
convencimiento de cada parte.

El juez tiene impedido aplicar el principio de la carga de la prueba en aquellos eventos en donde el
litigio gira en torno a la interpretación o aplicación de normas y, por lo tanto, en estos eventos,
atendiendo al derecho de las partes a una sentencia de fondo, debe dictar una sentencia que ponga
fin al litigio. Él será el encargado de resolver el asunto jurídico cuando lo que se discute no tiene que
ver con los hechos que fundamentan las pretensiones o la defensa de las partes y, en ese orden de
ideas, también estará encargado de resolver las anomias y antinomias que se presenten en el
ordenamiento jurídico y que dificultan sus obligaciones jurisdiccionales. Por eso el artículo 230 de la
Constitución Política establece que los jueces están sometidos al imperio de la ley pero que
como criterios auxiliares pueden tener en cuenta la equidad, la jurisprudencia, los principios
generales del derecho y la doctrina.

El juez, para poder aplicar una norma a un caso concreto, debe estar convencido de la ocurrencia de
los hechos que determina dicha norma para poder declarar el mandato que ella contiene. Cuando no
se logra demostrar la existencia del hecho o cuando queda dudas sobre el mismo no se puede
aplicar la norma jurídica que regula el asunto. Ahora, la parte que busca la aplicación de
determinada norma es la que tiene la obligación de demostrar los supuestos de hecho que
ella presupone, en caso contrario, la decisión del juez será desfavorable a sus intereses. En esto
consiste la carga de la prueba: es la obligación que tiene la parte de demostrar la ocurrencia real de
los supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica que pretende que se aplique so pena de
verse avocada a una decisión desfavorable a su petición procesal.

La carga de la prueba implica que en aquellos eventos en los cuales el juez tiene dudas sobre la
ocurrencia de los hechos la parte obligada a probar se vea afectada también con una sentencia
desfavorable, como cuando no se comprueba la ocurrencia de los mismos. El juez en esos eventos,
y en virtud del multicitado principio de la sentencia de fondo, no puede inhibirse de resolver el asunto
argumentando que hay dudas sobre la ocurrencia de determinados hechos, máxime cuando se
rige por un sistema mixto que le permite decretar pruebas de oficio y desplegar un papel
activo en todas las etapas procesales.

El principio de la carga de la prueba, por otro lado, no implica que si la parte obligada a demostrar los
supuestos de hecho consagrados en la norma que intenta que se aplique no lo hace se vea avocaba
inexorablemente a una decisión desfavorable. Esto por cuanto, si con alguna de las pruebas
allegadas al respectivo procedimiento se comprueba la ocurrencia de los hechos, el juez los debe
dar por probados y tenerlos en cuenta al momento de resolver el litigio pues las pruebas pertenecen
al proceso y no a las partes. Es decir, si por la actividad probatoria de la contraparte o incluso en
virtud de las facultades oficiosas del órgano judicial se comprueban los hechos, el juez, teniendo en
cuenta que uno de los objetos del proceso jurisdiccional es llegar a la verdad jurídica objetiva o real,
debe resolver el asunto y aplicar la norma correspondiente.

En materia procesal laboral, como ya se advirtió previamente, no hay norma expresa que regule el
tema de la necesidad de la prueba y la carga de la prueba, en principio el juez laboral debe
establecer si las partes están en condiciones de igualdad en el debate probatorio, de ser así, se debe
aplicar el principio tradicional de la carga de la prueba. En caso de que no, el juez deberá entonces
distribuir la carga teniendo en cuenta las reglas enunciadas anteriormente.

El derecho procesal laboral no se puede desprender, como si fuera una materia autónoma, del
derecho sustancial laboral. Por eso, en los procedimientos laborales, hay que tener en cuenta que el
legislador reconoce que, entre empleador y trabajador, e incluso entre afiliado o pensionado y
entidad del Sistema Integral de la Seguridad Social, existe una relación desigual debido a la
subordinación del empleado respecto del patrono y las condiciones de inferioridad de los afiliados y
pensionados en relación con las entidades del Sistema. Esta desigualdad no solo se da en el
desarrollo de las relaciones sustanciales sino también dentro del proceso jurisdiccional.

Para el empleado o exempleado y afiliado y pensionado que demanda, en muchos casos, es más
difícil tener acceso a los medios probatorios que le permiten probar los hechos que finalmente harán
que sus peticiones procesales prosperen. Son muchos los ejemplos de ello: al empleado le queda
muy difícil probar las conductas de acoso laboral perpetradas por su empleado o superiores
jerárquicos, al empleado le cuesta mucho probar las horas extras que trabajó al servicio de su
empleador, al afiliado o pensionado por lo general no tiene la forma de demostrar las semanas
cotizadas que pagó durante su vida laboral en caso de inconsistencias en su historia laboral, entre
otras circunstancias que han implicado o que no se acuda al poder judicial para resolver el problema
o simplemente acudir a él para obtener una sentencia desfavorable.

En materia laboral existen situaciones en donde la misma ley indica a cuál de las partes
corresponde probar determinado supuesto o hecho o la carga de la prueba se encuentra
repartida entre ambas partes; (1). el art 195 del CST, establece que es el empleador quien debe
demostrar el capital de la empresa cuando se reclama un derecho que se deriva del capital de la
empleadora, (2). en casación se debe presumir que la sentencia esta ajustada a derecho y
estrictamente ceñida a los hechos que el fallador tiene por soportes, la Corte ha indicado que es una
carga que debe cumplir quien pretende la nulidad de un fallo, destruir los soportes so pena de que su
intento resulte fallido; (3) se presume por regla general que quienes prestan sus servicios a una
empresa industrial y comercial del Estado, se considera que es un trabajador oficial y por tanto recae
en quien indica lo contrario probar la presunción legal mediante los estatutos de la entidad que
establecen las actividades o los cargos de dirección, o confianza que desempeñan los empleados
públicos; (4) en el caso de la compañera permanente quien afirma en juicio, que tuvo una relación
marital hasta la fecha del fallecimiento del causante, y solo ella acude a reclamar o demandar
judicialmente la sustitución de la pensión, ni el obligado a pagarla ni el juez pueden pedir que
acredite un hecho que no le corresponde demostrar y que incluso puede ignorar totalmente, pues
será tanto como deducir que el titular de un derecho debe probar, además de su existencia, que no
se ha producido su extinción o modificación, o que no ha ocurrido algún hecho que impida su
nacimiento; (5) despedido el trabajador, es el empleador quien tiene la carga de la prueba de su
justificación, los despidos deben ser motivados, pero puede ser de forma verbal; (6) aquel que invoca
una fuerza mayor que le impide cumplir la obligación que se le demanda y que realmente está
obligado, tiene la carga de la prueba de probar tal hecho.

ASUNTOS QUE NO REQUIEREN SER PROBADOS:

1. El texto de las normas de alcance nacional. Con excepción de normas particulares que no
tiene porque saber el juez porque se deriva de una convención colectiva o de un pacto colectiva,
esto si debe ser probado, anexarle al material probatorio dicho pacto o convención.
2. Los hechos notorios, ya que la generalidad de las personas incluyendo al juez conocen el hecho.
3. Los hechos admitidos por ambas partes.
4. Las afirmaciones o negaciones indefinidas que son aquellas que ni indirectamente o
implícitamente conllevan ninguna afirmación o negación opuesta, y que no sólo son
indeterminables en el tiempo y en el espacio, sino que, en la práctica, no se pueden probar por
medio alguno. En estos casos le corresponde a la parte demandada probar los supuestos de
hecho contrario, tal es el caso de no haber residido en ninguna época en un municipio
determinado, es una negación indefinida y por lo tanto quien pretende indicar lo contrario
debe demostrarlo.

HECHOS PRESUMIDOS LEGALMENTE:

Para presumirse un hecho la misma ley lo indica, han de demostrarse debidamente los hechos que
se funde la presunción. El hecho legalmente presumido se tendrá como cierto, pero como se está en
presencia de una presunción legal y no de derecho, es admisible la prueba en contrario.

Presunciones legales en materia laboral:

1. Se presume que toda relación de trabajo está regida por un contrato de trabajo.
2. Se presume que el trabajador elude el examen médico de egreso cuando no acude dentro de los
cinco (5) días siguientes de ser expedida la orden.
3. La duración del contrato de trabajo de los profesores de establecimientos educativos privados
que es de un año.
4. El despido de la trabajadora en embarazo son algunos ejemplos.

OPORTUNIDAD PARA PRESENTAR PRUEBAS

1. En la demanda, la corrección (ar 15 de la ley 712 de 2.001).


2. En la contestación.
3. Excepcionalmente se pueden presentar pruebas en la diligencia de inspección judicial cuando
tengan relación con los puntos que han de constatarse en la misma audiencia.
4. En la práctica de interrogatorio de parte se puede presentar documentos relacionados con los
hechos sobre los cuales declara y lo mismo puede hacer el testigo.

Con respecto a incidentes que se presentan en el curso de las audiencias respectivas, es


posible presentar pruebas al momento de formularlo, caso de la tacha de un testigo o peritos, que se
puede formular antes de escuchar el testimonio, o rendirse el dictamen, siendo en este momento que
se aportan las pruebas de la tacha. La objeción al dictamen pericial, se solicita o aporta la
prueba en el momento que se objeta el dictamen por error grave, todo conforme con el art 37
del CPLSS, modificado por el art. 2° de la ley 1149 de 2.007.

“ARTÍCULO 37. PROPOSICIÓN Y TRÁMITE DE INCIDENTES. <Artículo modificado por el artículo 2


de la Ley 1149 de 2007. Ver artículo 15 sobre Régimen de Transición. El nuevo texto es siguiente:>
Los incidentes sólo podrán proponerse en la audiencia de conciliación, decisión de excepciones
previas, saneamiento y fijación del litigio, a menos de que se trate de hechos ocurridos con
posterioridad; quien los propone deberá aportar las pruebas en la misma audiencia; se decidirán en la
sentencia definitiva, salvo los que por su naturaleza y fines requieren de una decisión previa.”

INTERROCATORIO DE PARTE:

El CPLSS el art 59, modificado por la ley 1149 de 2.007 art 9, solo se limita a expresar que:

“ARTICULO 59. COMPARECENCIA DE LAS PARTES. <Artículo modificado por el artículo 9 de la


Ley 1149 de 2007. Ver artículo 15 sobre Régimen de Transición. El nuevo texto es siguiente:> El juez
podrá ordenar la comparecencia de las partes a las audiencias a fin de interrogarlas libremente sobre
los hechos controvertidos; la renuencia de las partes a comparecer tendrá los efectos previstos en el
artículo 77.”

Como no se dice nada más se debe recurrir al Código General del Proceso y darle aplicación a lo allí
estipulado.

El número de preguntas no puede superar a 20, cada pregunta debe referirse a un solo hecho so
pena a que el juez la divide “si el juez la divide se le agota el número de preguntas”, el interrogatorio
pude ser presentado en sobre escrito, abierto o cerrado, cuando las preguntas impliquen
responsabilidad criminal, se harán sin el apremio del juramento o que no está obligado a responder,
lo de la indivisibilidad de la confesión.

TESTIMONIO:

Lo indicado por el CPLSS en relación con este medio de prueba, tan solo establece a que el juez
laboral limitará el número de testigos cuando considere que son suficientes los recibidos, o los otros
medios de prueba que obran en el proceso, así como la oportunidad procesal para formular la tacha
al testigo, que es antes de que éste rinda su versión y la oportunidad en la que debe ser resulta por
el juez es en la sentencia, en lo demás debe observarse la normatividad procesal civil.

La normatividad vigente en el CPLSS, deja a consideración del juez, la práctica de los testimonios
ordenados, cuando éste considere suficiente ilustración sobre la cuestión debatida, cuya facultad
debe ser manejada con ponderación, con la finalidad de evitar que se vulnere los derechos de las
partes de demostrar las afirmaciones contenidas en la demanda o su contestación.

La tacha de los testigos debe ser presentada antes de que sea rendida la respectiva
declaración, acompañando prueba sumaria del hecho, admitida la tacha el juez resuelve en la
sentencia que da por finalizada la instancia.
DOCUMENTOS:

El artículo 24 de la Ley 712 del 2001 introdujo un nuevo artículo al CPLSS, artículo 54A en donde
señala:

“ARTÍCULO 54-A. VALOR PROBATORIO DE ALGUNAS COPIAS. <Artículo modificado por el


artículo 24 de la Ley 712 de 2001. El nuevo texto es el siguiente:> Se reputarán auténticas las
reproducciones simples de los siguientes documentos:

1. Los periódicos oficiales.


2. Las resoluciones y certificaciones emanadas del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social.
3. Las convenciones colectivas de trabajo, laudos arbitrales, pactos colectivos, reglamentos de trabajo
y estatutos sindicales.
4. Las certificaciones que expida el DANE y el Banco de la República sobre indicadores de su
competencia.
5. Las certificaciones que emanen del registro mercantil.

Las reproducciones simples de las constancias y certificaciones que hagan parte o deban anexarse a
cualquiera de los documentos previstos en los numerales 2, 3, 4 y 5 también se reputarán auténticas.

PARÁGRAFO. En todos los procesos, salvo cuando se pretenda hacer valer como título ejecutivo, los
documentos o sus reproducciones simples presentados por las partes con fines probatorios se
reputarán auténticos, sin necesidad de autenticación ni presentación personal, todo ello sin perjuicio
de lo dispuesto en relación con los documentos emanados de terceros.”

Con esto se ha puesto fin a una antigua discusión que se había suscitado en la sala de casación
laboral de la Corte Suprema de Justicia en torno al valor de las fotocopias simples, así como la forma
que debe acreditarse la constancia de depósito de pensiones colectivas de trabajo, la lista de
documentos que trae la norma para reputarlos como auténticos cuando son aportados en fotocopias
simples es taxativa, lo que indica que para otro tipo de documentos públicos a los allí relacionados y
aportados en copia, se debe cumplir con lo establecido por las demás normas procesales civiles para
que tengan el mismo valor del original, esto es: ser autorizadas por notarios, director de oficina
administrativa o de policía o de secretario de oficina judicial previa orden del juez donde se
encuentra el original o con una copia autenticada por notario previo cotejo con el original o con copia
autentica cuando sea compulsada con la original o de copia autentica en el curso de la inspección
judicial.

Frente a los documentos privados presentados por las partes, tanto en original como en
reproducciones simples con fines probatorios, estos se reputan auténticos salvo en relación con los
documentos emanados de terceros pues así lo dispone el parágrafo del artículo 24 de la ley 712 de
2001.

PARÁGRAFO. En todos los procesos, salvo cuando se pretenda hacer valer como título ejecutivo, los
documentos o sus reproducciones simples presentados por las partes con fines probatorios se
reputarán auténticos, sin necesidad de autenticación ni presentación personal, todo ello sin perjuicio
de lo dispuesto en relación con los documentos emanados de terceros.”

Es muy importante que usted vaya al CGP y mire como quedo lo pertinente a los documentos y
observe si se compagina con las normas procesales laborales, si se aplica de preferencia la norma
procesal laboral o por el contrario se va aplicar el CGP. Tarea pendiente.

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