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NUTRICION APLICADA

NOMBRE: KAREN LIZETH MORENO ZENTENO


MATERIA: FISIOPATOLOGIA APLICADA II
UNIDAD 1
ACTIVIDAD 2
PROFESOR:  YADIRA VILLALOBOS AGUILAR
INTRODUCCION

Las enfermedades digestivas son trastornos del aparato digestivo, que


algunas veces se denomina tracto gastrointestinal (GI).

En la digestión, el alimento y las bebidas se descomponen en


pequeñas partes (llamadas nutrientes) que el cuerpo puede absorber y
usar como energía y pilares fundamentales para las células.

El aparato digestivo está compuesto por el esófago (tubo de alimento),


el estómago, los intestinos grueso y delgado, el hígado, el páncreas y
la vesícula biliar.

Las enfermedades gastrointestinales son aquellas que atacan


el estómago y los intestinos; en general, son ocasionadas por
bacterias, parásitos, virus y ciertos alimentos, aunque algunos
medicamentos también pueden provocarlas.

Es importante recordar que este tipo de padecimientos requieren


de atención médica, el doctor es quien debe determinar el problema y
brindar un tratamiento adecuado.

Los síntomas más comunes suelen ser, diarrea o fuertes dólares


estomacales. La diarrea puede conllevar a la deshidratación, y de no
ser atendido, puede causar otras complicaciones. De igual forma
puede manifestarse por medio del vómito, náuseas, fiebre,
constipación o estreñimiento. Y se pueden originar a causa de:

Origen químico son aquellos causados por haber consumido alimentos


en mal estado causando intoxicación, o haber consumido también
algún tipo de veneno que conlleva un envenenamiento.

Origen biológico ocasionados por parásitos, bacterias o virus, que se


pueden adquirir consumiendo alimentos contaminados.

Origen psicológico, causado generalmente por el estrés.


Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
Es considerada como una enfermedad multifactorial; aunque el reflujo gastroesofágico es
una condición fisiológica, en determinadas circunstancias puede hacerse patológico,
ocasionando una de las afecciones digestivas más comunes.

La patogénesis de la ERGE es multifactorial y varios factores han sido aceptados en su


fisiopatología, algunos de los cuales están bien documentados. Dentro de estos factores,
algunos protectores y otros agresores se incluyen el material refluido (ácido, bilis
pepsina); retardo del vaciamiento gástrico; mecanismos estructurales y fisiológicos
antirreflujo a nivel de la unión gastroesofágica; relajaciones transitorias del esfínter
esofágico inferior (RTEEI); mecanismos de depuración esofágica; irritantes ingeridos;
sustancias que alteran ya sea la función motora gástrica, el esfínter esofágico inferior
(EEI) o la motilidad esofágica; integridad de la mucosa y mecanismos de defensa;
hipersensibilidad visceral y factores genéticos, Sin embargo, los más determinantes son el
ácido gástrico, la integridad estructural, la función y la competencia del EEI, los
mecanismos de defensa de la mucosa y los mecanismos sensitivos.

PATOGENIA DE LA ERGE
Las teorías sobre la patogenia de la ERGE han evolucionado históricamente desde
aquellas que lo relacionaban con factores puramente anatómicos, como la hernia de hiato,
hasta las teorías más recientes que señalan la disfunción del esfínter esofágico inferior
(EEI) como la causa fundamental del reflujo patológico6.
Actualmente el conocimiento más exhaustivo de la fisiopatología de la ERGE, derivado de
la introducción de los estudios funcionales (manometría esofágica y pH-metría), permite
afirmar que su patogenia es multifactorial, aceptándose que la ERGE sería el resultado
del desequilibrio entre factores defensivos y factores agresivos al nivel de la mucosa
esofágica.
La barrera anti-reflujo con sus diferentes componentes como el aclaramiento esofágico
que permite la normalización del pH intraesofágico merced al peristaltismo primario y la
resistencia de la mucosa esofágica actuarían como factores defensivos, mientras el ácido
refluido desde el estómago y, en menor medida, la pepsina y las sales biliares actuarían
como factores agresivos y mediadores principales de la lesión tisular. La ruptura del
equilibrio entre factores defensivos y factores agresivos se produciría fundamentalmente
por la disfunción de la barrera anti-reflujo y en menor medida por la disfunción del
aclaramiento esofágico.

El paso del contenido ácido y de la pepsina del estómago al esófago es el factor clave en
el desarrollo de la ERGE. En condiciones normales la barrera anti-reflujo limita este paso
y su disfunción lo facilita. El contacto del material refluido desde el estómago con la
mucosa esofágica ocasiona los síntomas y las lesiones histopatológicas características de
esta enfermedad.

Finalmente, la disfunción del aclaramiento esofágico, relacionada fundamentalmente con


trastornos del peristaltismo esofágico y, en menor medida, con la reducción de la
secreción salivar y el fenómeno de re-reflujo que condiciona la hernia de hiato cuando
está presente, puede contribuir al desarrollo de la ERGE. Además, no podemos dejar de
mencionar el papel que la sensibilidad visceral esofágica, aumentada en determinados
individuos, juega en la aparición de síntomas de reflujo, incluso en pacientes con tiempo
de exposición al ácido normal.

SÍNDROME DEL INTESTINO IRRITABLE


Es de los trastornos más frecuentes, y afecta principalmente al intestino grueso. Entre los
signos y síntomas comunes están los cólicos, dolor abdominal, hinchazón y gases, por
mencionar algunos. Vale la pena acotar que el síndrome del intestino irritable es un
trastorno crónico que una vez diagnosticado se tendrá que controlar a largo plazo.

Múltiples factores fisiopatológicos están involucrados, como alteraciones en la motilidad,


inflamación, trastornos psicológicos e hipersensibilidad visceral, entre otros. En la mayor
parte de los casos el diagnóstico se establece con facilidad con base en criterios clínicos.
El tratamiento es multidisciplinario e incluye una buena relación médico-paciente, dieta,
fármacos para controlar los síntomas y terapias asociadas, como psicoterapia,
hipnoterapia, psicofármacos y, en fecha reciente, probióticos y antibióticos.

La fisiopatología del SII no está completamente dilucidada. Se considera un trastorno que


resulta de la interacción de varios factores. Tradicionalmente las alteraciones de la
motilidad gastrointestinal y sensibilidad visceral han sido aceptadas como los factores
fisiopatológicos más importantes. Sin embargo, estudios recientes han evaluado el papel
de otros posibles factores etiológicos como son la inflamación, la alteración de la
microbiota intestinal, la sensibilidad a determinados alimentos, otros factores
medioambientales, las alteraciones psicopatológicas y/o emocionales y la susceptibilidad
genética. En el momento actual, el modelo BIOPSICOSOCIAL es el más aceptado y
explica el SII como una disfunción del eje intestino-cerebro, condicionado por la
susceptibilidad genética, factores fisiológicos y psicológicos, variables medioambientales y
mecanismos individuales de afrontamiento. El sistema nervioso entérico (SNE) y el
sistema nervioso central (SNC) se integran y comunican a través del sistema nervioso
autónomo (SNA) y del eje hipotálamohipófisis-intestino de un modo bidireccional, de tal
manera que factores de estrés nervioso o intestinal producen una disregulación del
mismo. Como consecuencia se originarían alteraciones de la motilidad, hipersensibilidad
visceral, disfunción del sistema inmune, alteración de la función de barrera, aumento de la
permeabilidad mucosa, alteración de la composición de la microbiota intestinal.

Existe evidencia de que posibles experiencias traumáticas tempranas durante la primera


infancia tanto orgánicas (infecciones, cirugías,…) como emocionales (deprivación materna
neonatal, abuso físico, sexual o emocional, relaciones alteradas con el cuidador principal,
…) condicionan una mayor vulnerabilidad y facilitan el desarrollo de trastornos funcionales
gastrointestinales, incluyendo el síndrome de intestino irritable.
Aunque no se conoce cuál es la causa del síndrome de intestino irritable, en la actualidad
se cree que esta enfermedad es de origen multifactorial en la que interactúan varios
factores que alteran la sensación y motores del sistema nervioso entérico. Las
infecciones, los trastornos emocionales y la dieta son algunos de los factores más
relacionados con estas alteraciones. Los agentes infecciosos han cobrado relevancia en
los últimos años y este nuevo paradigma es muy interesante pero controvertido. La
probabilidad de que la flora entérica o microbiótica puede jugar un papel en la patogénesis
del síndrome de intestino irritable ha comenzado a atraer la atención científica, a pesar de
que existen pruebas que sugieren un vínculo entre estos: 1. Existe evidencia
epidemiológica de que los antibióticos pueden predisponer a síndrome de intestino
irritable o a exacerbaciones del mismo. 2. Existe evidencia epidemiológica, clínica y
experimental para la aparición de síntomas de síndrome de intestino irritable posterior a
infecciones. 3. Evidencias experimentales y clínicas demuestran que existe inflamación de
bajo grado (quizá provocada por bacterias luminales) en pacientes que padecen síndrome
de intestino irritable. 4. Múltiples trabajos demuestran que el síndrome de intestino irritable
puede estar asociado con el sobrecrecimiento bacteriano intestinal o algunos otros
cambios en la flora intestinal y que estas alteraciones son reversibles con tratamiento con
antibióticos no absorbibles. 5. Hay evidencia que indica que la manipulación de la flora
intestinal con probióticos puede disminuir los síntomas del síndrome de intestino irritable.

CONCLUSIONES

No podemos dejar de mencionar las medidas de prevención que deben tomarse para no
adquirir o padecer alguna enfermedad gastrointestinal: evitar comer en la calle, lavarse las
manos antes de comer y después de ir al baño, hervir el agua, desinfectar las frutas y las
verduras, preparar correctamente los alimentos, ingerir sueros para rehidratar (distribuidos
gratuitamente por las unidades de salud). Otra medida de gran importancia es contar con
una buena alimentación, aspecto que no está garantizado en nuestro país, donde 43.29%
de la población vive en condiciones de pobreza y 13.94% no cuenta con los recursos
económicos para alimentarse adecuadamente.

Bibliografía
http://fisiologia.facmed.unam.mx/wp-content/uploads/2019/02/2-Valoraci%C3%B3n-nutricional-
Anexos.pdf. (s.f.). http://fisiologia.facmed.unam.mx/wp-content/uploads/2019/02/2-
Valoraci%C3%B3n-nutricional-Anexos.pdf.

https://www.gastrocenter.com/blog/5-causas-mas-comunes-de-las-enfermedades-
gastrointestinales/. (2021).

Tresguerres, J. A. (2005). fisiologia humana. mexico: mcgraw hill.

unam. (febrero de 2020). http://www.facmed.unam.mx/. Recuperado el 2020

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