ENSAYO Nº 1: ANÁLISIS DE LOS ARTÍCULOS DEL 1 AL 14 DE LA LEY
ORGÁNICA DE PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
(LOPNNA)
La entrada en vigencia de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente, trajo consigo sin lugar a dudas una interesante perspectiva del estudio de la infancia y de la minoridad en general. Muchas han sido las discusiones en torno al cambio de orientación respecto de la forma de ver y de tratar al menor de edad, o como prefieren denominarlo algunos, incluyendo la propia ley, al tratamiento del “niño, niña o adolescente”. En primer lugar, se hará referencia al Capítulo I en el cual se exponen y comentan los principios que constituyen la fundamentación teórica que sustenta la Doctrina de la Protección Integral, y su inclusión en el articulado de la LOPNNA, que desde una perspectiva general, reúne a un conjunto de actores, políticas e instituciones y principios rectores, para dirigir las acciones del Estado y de la sociedad hacia el cumplimiento de los fines y propósitos de este nuevo paradigma en materia de niñez y adolescencia y por consiguiente, se tratará lo concerniente al Título I acerca de las llamadas Disposiciones Directas (Artículos del 1 al 9), las cuales abarcan el fundamento, objeto, principios y regulaciones fundamentales que se aplican a toda la Ley y determinan las bases del desarrollo del contenido de la misma. La Ley tiene como propósito fundamental asegurar a todos los niños, niñas y adolescentes el goce y disfrute a plenitud de sus derechos y garantías, mediante la protección de manera integral que debe brindarle el Estado conjuntamente y en correlación con la familia y la sociedad, desde el mismo momento en que son concebidos. Asimismo, vale la pena destacar que la Ley en su esencia consagra y reconoce de modo expreso a todos los niños, niñas y adolescentes todo un conjunto de derechos fundamentales, garantizándoles su ejercicio personal en forma progresiva y por otro lado, la responsabilidad del logro de este propósito. Tenemos el principio de igualdad y no discriminación que se puede considerar como el más importante, a la hora de garantizar el ejercicio y disfrute de derechos y garantías de niños, niñas y adolescentes sin ningún tipo de discriminación, es decir, se habla de todos los niños y adolescentes, al referirse a que no existe la posibilidad de excluir a ninguno de ellos del ámbito de aplicación de esta Ley. Este principio se puede considerar como el pilar fundamental en el se basa la filosofía de los Derechos Humanos, y que sustentan su vocación de universalidad. La aplicación de las políticas sociales y el ejercicio de los derechos humanos de los niños y adolescentes se orientan a la eliminación de las diferencias en las condiciones, situaciones y circunstancias de carácter económico, social y cultural que generan discriminación, y con ello, desigualdad. De modo que éste es el punto de partida y el condicionante del resto de los derechos . Para que se cumpla el objetivo fundamental de la Ley , emanado de la Convención Universal de los Derechos del Niño, es obligatorio la creación de un sistema de protección en el cual participen el Estado, la familia y la sociedad, cuyas responsabilidades se encuentran en la Disposiciones Directivas. El Estado debe con carácter obligatorio adoptar todas las medidas que sean necesarias, con la finalidad de dar garantía plena del goce y disfrute de los derechos establecidos en la Ley. Tenemos también que resaltar el rol de la familia cuya responsabilidad es irrenunciable e inmediata, ya que la misma es considerada como la célula fundamental de la sociedad, por tanto, tiene una función prioritaria en la protección y desarrollo de niños y adolescentes. Igualmente, reviste vital importancia el papel de la sociedad(Art.6), que también es corresponsable en el logro de la vigencia tanto de los derechos como de las garantías de niños, niñas y adolescentes, ésta tiene entonces, un deber-derecho en materia de protección de los mismos. La Prioridad Absoluta y el Interés Superior del Niño( Arts.7 y 8), la primera una premisa de la doctrina de Protección Integral, el segundo, el Interés Superior del Niño es un principio rector que debe ser considerado como criterio esencial para la aplicación e interpretación de la Ley, y extensible a todas aquellas normas, decisiones, instituciones, planes y políticas concernientes a los niños y adolescentes, con la finalidad de garantizar su desarrollo integral, así como el pleno disfrute de sus derechos, los niños, niñas y adolescentes deben ser los primeros en ser beneficiados por las políticas, programas y acciones del Estado, del mismo modo, la ley debe asegurar el desarrollo integral de los niños y adolescentes y sus exigencias. A través del artículo 9, se establece que se debe garantizar el acceso universal de todos los niños, niñas y adolescentes al Sistema de Protección de manera gratuita. En el Capítulo I del Título II (Artículos 10 al 14), se establecen las Disposiciones Generales, y es en ellas donde principalmente se ve a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho, y con ello se pretende eliminar definitivamente la idea que se tiene del niño como objeto de tutela estatal, la cual proviene de la Doctrina de Situación Irregular. También nos encontramos con la interpretación que se le da a la naturaleza jurídica tanto de los derechos y garantías de los que tanto se ha hecho mención, se señalan de ellos, dos características principales de los derechos propios de la persona humana: la interdependencia entre si y la indivisibilidad; implican que los derechos dependen estrechamente unos de otros , eso quiere decir que si se viola uno de ellos se vulneran los otros., por lo tanto, para lograr que el individuo de modo pleno y efectivo disfrute sus derechos inherentes como persona humana son necesarios el respeto y la garantía absoluta de todos los demás derechos. Vale la pena destacar la importancia de los llamados derechos fundamentales reconocidos por la Convención para los niños, niñas y adolescentes, que son aquellos inherentes a la persona humana, sin distinción de edad, de acuerdo con lo establecido en los artículos 10, 11 y 12 de la LOPNNA, y además se le han reconocido otros cuya titularidad y ejercicio había estado reservado exclusivamente a los adultos, tales como el derecho de opinión, de participación, de asociación, entre otros. Específicamente, el artículo 10 de la Ley ratifica que todos los niños y adolescentes son sujetos de derecho, y por ello, son titulares y acreedores de todos los derechos y garantías consagrados a favor de la persona humana, y especialmente, de aquellos establecidos en la Convención. Para concluir, no se trata de otorgar capacidad plena a los niños, niñas y adolescentes, sino más bien del reconocimiento del ejercicio personal tanto de sus derechos como de sus garantías debidamente orientados. Participante: Ing. Ana Teresa Peña González C.I: V-9.600.501 Duaca, Octubre 2020