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NATURALEZA DEL RAZONAMIENTO ECONÓMICO Y LA EFICIENCIA EN LA

ECONOMÍA Y EL DERECHO.

Naturaleza del Razonamiento Económico.


De acuerdo con lo que hasta el momento hemos dicho, puede afirmarse que el Derecho,
en una sociedad en la que los recursos son escasos, el Derecho interviene para ordenar
la convivencia y consecuentemente la posesión de esos bienes escasos, en el entendido
que el hombre al optar por un bien, lo hace buscando sustancialmente, su interés
personal, con independencia de las inquietudes y afanes de otros, así como considerando
la mejor opción de un grupo alternativo de otros bienes.
El hombre es un maximizador racional, trata de distribuir sus limitados recursos en
forma tal que se eleve al máximo su utilidad, pues ese es el fin del consumidor. En esa
actitud, continúa diciendo, está implícito el hecho de que las personas responden a
incentivos y que, si el medio ambiente que rodea a un hombre varía en forma tal que
incremente sus satisfacciones, alterando su comportamiento, así lo hará.
De este comportamiento maximizador del hombre, deriva tres conceptos fundamentales
de la Economía:
La relación inversa entre el precio cobrado y la cantidad demandada, los consumidores
y las personas en general buscan maximizar utilidades y los recursos tienden a ser
utilizados hacia sus usos más valiosos si se permite un intercambio voluntario.
-La existencia de barreras u obstáculos al intercambio de los derechos relativos al libre
uso de los recursos.
-La existencia de bienes públicos o colectivos que interfieren en el supuesto de libertad
de apropiación de bienes.
-Cuando no se dé el caso en que las transacciones se puedan llevar a cabo de forma
instantánea y sin costos, en otras palabras con costos de transacción cero o irrelevantes.
-No existencia de información suficiente en todos los sujetos que intercambian.
-La existencia de externalidades o efectos externos, es decir cuando los precios no
reflejan rigurosamente la escasez.
-La existencia de monopolios, oligopolios, diferenciación de productos, etc., es decir
falta de competencia perfecta.
Los conceptos maximizadores o racionales que se dan a nivel individual, son llevados a
escala social mediante el óptimo de Pareto, cuyo criterio se enuncia de la siguiente
manera: Una situación es óptima cuando no se puede mejorar a alguien sin desmejorar a
otro.

En conclusión, el individuo resulta siendo el mejor elector de su propio beneficio y sabe


que el bienestar social depende de cada individuo que integra una sociedad. Un
movimiento de una situación a otra constituye una mejora del bienestar social si no se
reduce el bienestar individual y si al menos mejora la situación de un individuo.
El hombre natural actúa en función de sus apetitos que lo atraen hacia ciertos bienes y
circunstancias y de sus aversiones que lo alejan de otros. El apetito fundamental es el
deseo de obtener cada vez más poder. El poder es la condición de la libertad, no es
posible ser libre si no se tiene capacidad de acción respecto de cada una de las
alternativas. No puedo decir que tengo la libertad de escoger entre irme en este
momento a la luna o no, porque no tengo poder de irme a la Luna. La libertad supone
siempre información y capacidad. En este sentido, la búsqueda de mayor poder significa
la búsqueda de mayores esferas de libertad, de una libertad más plena .

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