Está en la página 1de 15

La articulación del hombro está conformada por 4 articulaciones importantes:

La articulación escapulohumeral, la acromioclavicular, la esternoclavicular y la


escapulotorácica, y todas trabajan juntas para darle una buena movilidad al hombro.
Todas las estructuras del hombro forman parte del territorio de inervación del V segmento
cervical a excepción de la articulación acromioclavicular, que pertenece al IV segmento, lo
cual explica que el dolor que parte de estas estructuras se localice en el brazo por
mecanismo de dolor referido, por lo general en la inserción del músculo deltoides, en el
lado radial del antebrazo y puede llegar a la región de la muñeca.

La articulación del hombro es una enartrosis, y es la articulación de mayor movilidad entre


todas las del cuerpo. Dichos movimientos se desarrollan en tres sentidos, lo que permite
la orientación del miembro superior en relación con los tres planos del espacio:

Tenemos abducción, que será la elevación activa de brazos con rango normal de 180°,
Aducción de 50°, Flexión de 180°, Extension de 50°, rotación interna de 90° y rotación
externa de 90°.

El dolor localizado predominantemente en la región del hombro es uno de los síntomas


más comunes, sobretodo en personas mayores de 40 años. Se calcula que afecta al 25%
de la población en algún momento de su vida. Y este dolor puede tener multiples orígenes
tanto propios como en otras estructuras alejadas de él, por lo que el diagnostico
diferencial suele ser difícil.

El dolor aparece con los movimientos del hombro, en la cara superior y externa de la
articulación. Generalmente, limita poco la movilidad, aunque en ocasiones impide realizar
ciertos movimientos. Este dolor suele ser intenso por la noche, sobre todo al dormir sobre
el brazo y mejora después de moverlo suavemente. En otros casos, el dolor es muy
intenso y agudo, pudiendo sentirse el dolor en la zona cervical, antebrazo y mano, como
mencioné anteriormente. Incluso puede presentarse una pérdida casi completa de la
movilidad.

El dolor si bien proviene, en la mayoría de los casos, de lesiones locales del aparato
locomotor, diversas enfermedades viscerales pueden provocar dolor referido a dicha
región. Por ejemplo, el dolor procedente del diafragma irritado se nota en el área del
trapecio, el dolor procedente de las coronarias o de la aorta en la región inflaclavicular y
cara medial del brazo, como también el dolor proveniente de la vesícula biliar se puede
irradiar hacia la cara externa del hombro. Este por lo general no es difícil de distinguir ya
que se caracteriza por ser asociado más a síntomas y signos de la enfermedad causal y no
es influido por movimientos del hombro.
El comienzo brusco es propio de los procesos de origen traumático, rotura tendinosa o
luxación. El comienzo rápido, por otro lado, con dolor intenso e incapacitante, permite
sospechar de una tendinitis calcificante o una artritis infecciosa. El comienzo lento se da,
por ejemplo, en la capsulitis retráctil y en el deterioro tendinoso.

En la tendinitis del manguito de los rotadores el dolor se acentúa al descansar sobre el


hombro y al hacer una abducción activa, y más si se acompañada de rotación externa, tal
como sucede cuando se coloca una chaqueta.

Es importante preguntar si el dolor se acentúa con el movimiento del brazo o con el


movimiento cervical. Como también interrogar sobre los antecedentes de diabetes,
enfermedades coronarias, tuberculosis pulmonar o la toma de barbitúricos o de hidracidas
ya que predisponen a una capsulitis retráctil. Como también preguntar si puede realizar
movimientos comunes como peinarse o alcanzar un objeto en un lugar alto.
A la palpación:
Con respecto a la movilidad y su evaluación
Podemos mencionar la maniobra de Hawkins-kennedy, donde el brazo estará en
antepulsion, y el codo en 90°, con nuestra mano en el codo del paciente forzaremos la
rotación interna y la rotación externa. Si aparece dolor, es positivo.
Podemos mencionar la maniobra de Jobe o vaciar la lata, que consiste en el que el
paciente intenta elevar los brazos contrarresistencia con los codos extendidos, los brazos
en abducción de 90° y los pulgares hacia abajo. Tambien podemos mencionar el test de
Patte, con el cual se puede valorar el infraespinoso y el musculo redondo mayor. Este se
basa en realizar una rotación externa contrarresistencia con el codo pegado al cuerpo y
con el hombro en abducción de 90°, o partiendo del brazo en 90|° de abducción y 30° de
antepulsion, pidiéndole al paciente que realice la rotación externa contra resistencia.

Podemos mencionar unos sindromes doloroso asociados como el síndrome de hombro-


mano, que se considera una manifestación de la distrofia simpática refleja, y se caracteriza
por la mano y los dedos se tornan tumefactor y disminuye su capacidad de movimiento.
EN una segunda fase adelgazan y se retraen, y puede quedar limitaciones permanentes de
la movilidad y una actitud en flexión de los dedos.
Tambien la polimialgia reumática, que evoluciona con dolor y limitación de la movilidad de
ambos hombros, afeccion de las mismas características en la caderas y eventualmente
dolor cervical, lumbar y artritis en algunas articulaciones periféricas. Es propia de
pacientes mayores de 50ª y va acompañada de fiebre, adelgazamiento y velocidad de
sedimentación acelerada.

C OOOOOOOOO D OOOOOOOOOO

La articulación del codo es una articulación sinovial en pivote, situada 2 a 3 centimetros


por debajo de los epicondilos del humero.
AL INTERROGATORIO
Movimientos del codo: LEER DIAPOSITIVAS
Por ultimo, también cabe destacar el síndrome doloroso asociado denominado síndrome
del cubital, el cual se caracteriza por la manifestación de síntomas neurológicos en el
territorio del nervio cubital, que indican la posible compresión o friccion de este nervio a
nivel del codo. Se manifiesta por paresias en el borde cubital de la mano, en el quinto
dedo y en la mitad cubital del cuarto dedo, como también por atrofia y debilidad de los
musculos inervados por el cubital.

También podría gustarte