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Michael Halliday
Spoken and Written Language
1985/1989 1st and 2nd edition, Deaking University
1990 2nd impression, Oxford University Press
Series Editor: Frances Christie
Orígenes
Parece probable que los seres humanos están en el mundo desde hace, digamos unos 2-3
millones de años, según los hallazgos de Richard Leakey y otros. Si nos encontráramos con uno
de nuestros ancestros de esa época, lo reconoceríamos como bastante similar a nosotros
mismos.
Las características típicamente humanas de caminar erguido, emplear herramientas y hablar
estaban apareciendo hace más o menos un millón de años. Se supone que estas características
nos distinguen de todas las demás especies, incluso de nuestros más cercanos antepasados. Es
habitual en la actualidad destacar la continuidad – lo que compartimos con las otras especies –
por sobre la discontinuidad, e interpretar lo que nos distingue dentro del trasfondo que
tenemos en común con los monos, y con otras especies más distantes pero igualmente
inteligentes, nuestros primos los delfines. De modo que consideremos al lenguaje desde esta
perspectiva.
¿Qué es lo que distingue al lenguaje humano de la comunicación en otras especies? Existen
muchos intentos de demostrar que los monos podrían adquirir un lenguaje similar al humano, y
que aunque sus órganos articulatorios no están configurados para producir sonidos, si
pudiéramos liberarlos de las restricciones de la articulación permitiéndoles usar otra forma de
expresión, tal como apretar determinados botones en determinadas secuencias, podría
demostrarse que son intelectualmente capaces de aprender el tipo de lenguaje de los humanos.
Los resultados de estos estudios son bastante impresionantes, aunque no tan asombrosos como
se pretendía al principio. La idea de que ‘ellos podrían hablar si quisieran, sólo que no necesitan
hacerlo’ es un tanto ingenua, y se basa en una explicación excesivamente simplista de cómo es
en realidad el lenguaje humano. También parece bastante inverosímil, hay que admitirlo. De
modo que sólo podemos especular, basándonos en nuestros conocimientos actuales, cómo
evolucionó probablemente el lenguaje y ver hasta qué punto y en qué sentido comenzaron
nuestros ancestros su camino hacia una nueva ruta semiótica.
discurso comienza en el diafragma, y el niño debe sentir la variación regular en la presión que
producen los músculos que controlan el flujo del aire cuando habla su madre. Si es así, puede ya
estar predispuesto al nacer a los patrones rítmicos de su ‘lengua materna’, en el sentido más
estricto del término: la lengua que habla su madre.
Si la noción de que la ontogénesis recapitula la filogénesis es válida como principio de evolución
biológica, podríamos considerar que también es válida para determinados aspectos de la
evolución social, por lo menos, para un aspecto particular, la del aprendizaje de la lengua. Aquí
es necesario establecer una advertencia. Cuando se trata del desarrollo biológico, la evolución
de la especie se establece sobre otras bases; la evidencia es independiente de todo tipo de
hallazgos evolutivos y, por lo tanto, si encontramos que el individuo vuelve a recorrer la historia 2
de la especie, estamos descubriendo algo nuevo.
No obstante, en el caso de la lengua, no podemos reconstruir los estadios más antiguos de su
evolución. Casi la única evidencia que tenemos de esto se deriva de lo que conocemos acerca
del modo en que los chicos aprenden la lengua. La información independiente es simplemente
la probabilidad de que los primeros seres humanos de ese período ya tenían lenguaje, tal como
lo sugiere
(1) el tamaño del cerebro
(2) el empleo de herramientas.
Pero esto nada nos dice acerca del tipo de lengua que usaban o cómo evolucionó. Para esto
tenemos que conjeturar hipótesis a partir del estudio del desarrollo de los niños.
Y solo son eso: conjeturas. Por otra parte, existen algunas características bastante
sorprendentes acerca del desarrollo del lenguaje en la primera infancia que sugieren que
también aquí el paralelo podría ser muy cercano, en particular, el PROTOLENGUAJE , es decir, el
hecho de que los niños empiezan a crear lenguaje para sí mismos antes de comenzar a moverse
hacia la lengua que escuchan a su alrededor. Antes de la lengua materna hay una ‘lengua del
niño’, y las formas y funciones que asume se parecerían a los pasos evolutivos que recorrieron
el camino hacia lo que hoy conocemos como lenguaje.
Los chicos comienzan a comunicarse más o menos desde el nacimiento. Un niño recién nacido
ya puede ‘prestar atención’: cuando su madre le habla, escucha. A las tres o cuatro semanas, ya
puede contribuir su propia ‘conversación’, respondiendo con los movimientos animados de su
cuerpo, sus brazos y piernas y también su lengua y sus labios.
Esta actividad corporal todavía no es lenguaje. Colwyn Trevarthen (1978, 1979), que fue uno de
los primeros en estudiar estos procesos, denomina ‘pre-habla’ *'pre-speech'] a los movimientos
de los labios y la lengua, porque el bebé parece estar ensayando la actividad muscular que
empleará para producir luego el habla, así como realiza con sus brazos una secuencia que va
desde extender, asir, atraer hacia sí, similar a la acción de tomar un objeto – lo que Trevarthen
llama ‘pre-reaching’ *‘pre-alcance’ [de un objeto]] (1). Es decir, se prepara para las dos
habilidades básicas que deberá dominar para usar herramientas y para hablar. Con la primera,
usará sus extremidades y las extensiones de sus extremidades para controlar de modo directo
su entorno, para orientarse y para manejarse a sí mismo dentro de él. Con la segunda, el habla,
usará otras posturas y movimientos musculares, también para controlar su entorno, pero en
este caso, indirectamente, influyendo sobre otras personas para que ellas controlen el entorno
por él/ella. Para lograr esto tiene que aprender a actuar por medio de símbolos.
1
N.T. El verbo reach significa ‘extender la mano para alcanzar algo’.
sólo un pequeño conjunto de SIGNOS-SEÑAS. Estos signos-señas se construyen con la voz, con
gestos, o con una combinación de ambos.
Existen escasos estudios sobre esta primera etapa de actos simbólicos iniciales de significación
por medio de los cuales un niño comienza a ‘significar’, de manera que es imposible ofrecer una
explicación general de cómo ocurre este proceso. En cambio, voy a relatarles la historia tal
como ocurrió con un niño en particular, un niño cuyo nombre, para los propósitos de este
trabajo, es Nigel. Aquí tenemos un breve resumen de cómo Nigel creó su primera lengua.
La protolengua de un niño
De manera que a los 8 meses Nigel tenía una lengua. Tenía cinco símbolos, que repetía
frecuentemente cuando surgía la ocasión, y quienes estábamos cerca de él, el pequeño grupo
que constituía su familia inmediata lo entendía y le respondía. Le respondía, por cierto, en su
propia lengua, no en la de Nigel. Lo que importaba era que él ahora podía conversar, podía
iniciar una conversación y ser comprendido. Su ruta hacia el lenguaje estaba abierta.
Por su importancia para la evolución lingüística, necesitamos interpretar este pequeño sistema y
luego seguir a Nigel en un estadio posterior.
La habilidad para significar es importante para Nigel porque es funcional. Crea un lenguaje con
un propósito, para hacer algo con él. Si lo observamos a los 8 meses y nos fijamos en el entorno
en que emplea estos signos (el CONTEXTO DE SITUACIÓN) vemos que hay dos motivos que lo llevan a
querer comunicarse. Uno es pragmático: quiere que se le de algo o quiere que alguien haga algo
por él, y para lograr estos propósitos emplea los gestos icónicos de extender la mano y tocar. El
otro es más meditado, expresa su curiosidad acerca de algo que ocurre a su alrededor o
simplemente ‘está junto a otros’ expresando su conciencia de ser una persona, su madre es otra
y ambos comparten una experiencia. Esto lo expresa con sonidos, sus primeros sonidos
lingüísticos.
A los 9 y medio o 10 meses ya había creado un protolenguaje bastante rico que le serviría hasta
que estuvo listo para comenzar a hablar inglés. A los 10 meses y medio, tenía unos 12 signos
diferentes, a los 12 meses, habían aumentado a 20, a los 13 meses y medio, a 27, hacia los 15
meses, ya tenía 31 y a los 16 meses y medio, unos 50 signos. Para esta época, no obstante, ya
empezaba su transición hacia la lengua materna y su lengua ya no es estrictamente del tipo
‘protolenguaje’.
El período del verdadero protolenguaje, digamos desde los 9 meses y medio a los 15 meses y
medio, encontramos un patrón muy claro de desarrollo funcional, que podemos interpretar en
términos de aquellos mismos motivos. *….+
- función pragmática: representa el grupo de signos empleados para ‘hacer’ algo
- función matética *mathetic function+: representa la habilidad ‘aprender con’, para crear
significados como un modo de proyectarse a sí mismo en su entorno, para comenzar a
explorar sistemáticamente su medio ambiente.
El protolenguaje de Nigel, desde sus inicios muestra estos dos modos simbólicos, dicho en otros
términos, es al mismo tiempo un modo de actuar y un modo de reflexionar. Otros estudios
similares realizados con otros niños sugieren que esta doble orientación funcional es una
característica general de la construcción del lenguaje por los niños (ver Claire Painter, Learning
the mother’s tongue).Es importante señalar aquí que a medida que nos alejamos de la
perspectiva del desarrollo, que esta complementariedad entre la acción y la reflexión persiste
más allá del estadio del protolenguaje. En primer lugar, sirve como estrategia central para la
transición desde el protolenguaje al lenguaje (o las lenguas) de su medio ambiente cultural. Y
por último, también es el principio de organización fundamental que subyace a todo el lenguaje
adulto. Toda lengua humana es un potencial para significar de estas dos maneras: es un recurso
para actuar y hacer, y es un recurso para pensar. Este es el hecho más simple de todo lenguaje
humano, y el motivo por el cual lo retomaremos en nuestro estudio sobre el hablar y el escribir. 6
Interpretaciones evolutivas
Volviendo por un momento a Trevarthen, a principios de 1970 filmó varias películas sobre la
interacción entre madres e hijos pequeños, entre 8-10 semanas de vida. La madre y el niño
estaban enfrentados cara a cara, pero Trevarthen filmaba con dos cámaras sincronizadas de
manera que una podía tomar de frente la cara del niño y la otra, la de la madre. La impresión
fue bastante sorprendente, la madre y el niño funcionaban en una especie de pas de deux,
aunque cada uno realizaba movimientos totalmente diferentes parecían moverse en una
especie de danza conjunta, con una notable sincronía. Luego la película se pasaba en cámara
lenta, y podía observarse que los movimientos del niño eran ligeramente anteriores a los de la
madre. De manera que, aunque el chico no parecía animarse hasta que la madre ponía su
atención sobre él (porque la primea invitación provenía de la madre), una vez iniciada la
melodía por así decir, el niño era el que conducía la danza.
Este es el patrón de todo el aprendizaje subsiguiente, excepto cuando el niño ya tiene movilidad
propia, y entonces ya no espera ser invitado, él mismo puede iniciar la interacción. Pero el
ímpetu siempre proviene del niño, él empuja las fronteras del lenguaje, mientras su madre y las
otras personas cercanas a él actúan como sus compañeros de habla, siguiéndolo en su camino.
Los otros también ‘conocen’ la lengua de manera bastante inconsciente. Si uno le pregunta a la
madre que está conversando con su hijo en el estadio protolingüístico qué es lo que está
diciendo el chico, probablemente ella contestará algo parecido a lo que una madre me dijo, un
tanto desdeñosamente: “no dice nada, todavía no puede hablar”.
Parece plausible –aunque no puede demostrarse ni refutarse – que el modo en que el niño
ingresa al lenguaje es bastante análogo al modo en que evolucionó el lenguaje en la especie
humana. De acuerdo con esta explicación, el lenguaje habría comenzado con una pequeña
cantidad de signos para expresar significados generales relacionados con las necesidades de los
seres humanos en su relación con otros: significados como ‘dame (algún objeto)’, ‘hacé (algún
servicio) para mí’, ‘actuá (de alguna manera) para mí’, y también, ‘quedate conmigo’, ‘vení y
mirá (esto) conmigo’, ‘me gusta (eso)’,y otros por el estilo. La función esencial del símbolo es la
de compartir: acción compartida o reflexión compartida.
Luego (siguiendo el modelo del niño), personas (individuos) particulares se asocian de manera
regular con (clases de) objetos particulares, contextos repetitivos con significados generales de
este tipo. Así un signo particular evoluciona como ‘yo quiero estar junto contigo’ y eso se
convierte en un determinado nombre para una persona o una relación de parentesco; otro
evoluciona como ‘dame (un tipo particular de) comida’, y se convierte en el nombre de una
comida, o algún tipo de alimento ingerible; otra como ‘me llama la atención (el animal que está
haciendo) ese ruido’ y de esa manera se convierte en el nombre de una especie animal, y así
sucesivamente. El proceso por el cual un signo que significa un complejo semántico no analizado
se convierte en nombre puede observarse directamente en un niño pequeño, de modo que
sabemos que puede ocurrir; y este patrón de desarrollo típico sugiere que la experiencia
humana pudo haber sido similar.
Es importante señalar que aquí no estamos discutiendo acerca del origen de la forma de la
expresión; la configuración fonética o gestual del signo protolingüístico. *…+
Las lenguas cambian muy rápidamente, han pasado tantas generaciones en su evolución
(digamos unas 50.000 generaciones por lo menos) que no han quedado rastros de sus orígenes
en el habla de nuestros días. Las onomatopeyas no son reliquias del pasado remoto y son 7
remodeladas de una generación a otra. Quizás sea necesario recordar aquí que no existe nada
como un lenguaje ‘primitivo’, todas las lenguas del mundo son hoy producto de este largo
proceso de evolución, y todas están igualmente bien adaptadas para cumplir las necesidades de
las culturas que las emplean.
Esencialmente la diferencia es esta. Una lengua es un sistema de tres niveles (tri- estratificado).
Está formado por significados que son codificados en (secuencias de) palabras [wordings], que a
su vez, son recodificadas en sonidos. Empleando la terminología lingüística técnica, la lengua
tiene tres niveles o ‘estratos’: un nivel semántico, un nivel gramatical (estrictamente léxico-
gramatical) y un nivel fonológico. El significado no se codifica directamente en sonido.
Por otra parte, una protolengua es un sistema de dos niveles (bi-estratificado). Contiene
significados que se codifican directamente en sonidos. O mejor, deberíamos decir, en
‘expresiones’, porque como hemos visto, el sigo protolingüístico puede ser expresado por
medio de sonidos o de gestos. (Cuando el lenguaje fue evolucionando el sonido fue adoptado
como el medio de expresión primordial ya que tenía la evidente ventaja de que el receptor no 8
necesita mirar lo que el emisor está haciendo, incluso ni siquiera necesita ver al emisor). De
manera que podemos decir simplemente que la protolengua posee significado y expresiones.
Hasta donde sabemos, todos los sistemas de comunicación de las demás especies no humanas
son protolenguajes. Puede ser que, como sostienen algunos de los estudios a los que nos
referíamos antes, los chimpancés o los gorilas sean capaces de operar con el lenguaje, pero es
improbable – ninguno de los ejemplos que se ofrecen es concluyente al respecto—, y resulta
extraño que, si sus cerebros son capaces de hacerlo, ese sistema no haya comenzado a
evolucionar dentro de la misma especie. Cerca nuestro encontramos que nuestras mascotas
tienen un protolenguaje: los perros y los gatos se comunican de este modo, por lo menos con
nosotros (aparentemente menos entre ellos mismos). En todas estas especies, la unidad básica
de comunicación es un signo protolingüístico: un puñado de sentidos no analizados (por
ejemplo, ‘tengo hambre, dame de comer’) codificado mediante alguna expresión fija (por
ejemplo, un determinado ‘miau’ o por una manera particular de frotar la cabeza contra algún
objeto).
Un sistema como este tiene muchas limitaciones, la principal es que es imposible significar más
de una cosa a la vez. Para hacerlo, es necesario ser capaz de separar los elementos de un
mensaje y recombinarlos de muchas maneras diferentes; pero los constituyentes de un sistema
de dos niveles o estratos son fijos e inmutables, como el sistema de las señales de tránsito, y
tienen que serlo, porque de otro modo el sistema no podría funcionar. Sus constituyentes no
pueden ser separados y recombinados. (Pueden ser colocados uno detrás de otro en una
secuencia, lo que da la apariencia de flexibilidad; pero es una falsa impresión, porque el
significado de la secuencia es simplemente la suma de sus partes.) Para poder decir 'Mi amigo
tiene hambre', o '¿Tenés hambre?’, incluso 'No tengo hambre’, hay que tener un sistema de tres
niveles, en el que los diversos componentes del significado puedan ser discriminados,
codificados por separado por diferentes mecanismos (selección, modificación, orden,
modulación prosódica, etc., en realidad, toda la parafernalia de la gramática y el vocabulario), y
luego recodificados como un único producto integrado.
Por lo tanto, llega un punto en la vida del individuo en que la protolengua ya no sirve para sus
necesidades, y lo mismo debe haber ocurrido en la historia de la especie. Puede ser posible
emplear herramientas poseyendo solo un protolenguaje, pero ciertamente no sería posible
fabricarlas. Para ser un fabricante de herramientas necesitábamos tener un lenguaje. La figura
1.1. representa mediante un diagrama las diferencias entre el lenguaje y el protolenguaje.
Capítulo 3
funciones de la escritura en las sociedades actuales, antes de movernos hacia una consideración
sobre la lengua escrita.
Estamos tan rodeados de lengua escrita que nos resulta difícil concebir la vida sin ella. Es tan
penetrante su presencia que nos inclinamos a dar por supuesto que todos saben escribir, sin
preguntarnos qué es lo que se obtiene o se logra mediante la lectura y la escritura. Y sin
embargo, en nuestras sociedades existen muchos miembros iletrados: la mayoría de los niños
que tienen menos de cincos años, y una apreciable cantidad de adultos, cuyo número
dependerá de los criterios que establezcamos para contarlos, pero probablemente, el
porcentaje será entre el 5 y el 20%. ¿Qué pierden estas personas por ser analfabetas?
Como adultos, leemos para hacer cosas, para actuar (y para interactuar), para obtener 11
información y por entretenimiento. A veces, resulta instructivo ‘llevar un diario’ y registrar todo
lo que uno ha leído en el curso de una semana. La lista seguramente incluiría cosas como:
1. principalmente para la acción
Señales públicas, por ej. en las rutas y estaciones, etiquetas de productos e instrucciones
(en alimentos, herramientas, juguetes, recetas, mapas; guías de radio y TV; facturas,
recibos, menús, guías telefónicas; papeletas de votos; manuales de computación,
monitores e impresoras
para establecer contacto social
Correspondencia personal: cartas, tarjetas, salutaciones;
2. principalmente para obtener información
Periódicos (noticias, editoriales) y revistas de temas generales; revistas de hobbys; libros
no-ficcionales, incluyendo libros de texto; noticias públicas; propagandas; panfletos
políticos; informes académicos, médicos, etc.; guías turísticas
3. principalmente para el entretenimiento
Revistas light, tiras cómicas; libros de ficción; poesía, drama, novelas; críticas
cinematográficas, títulos de películas; juegos, juegos de computación.
Las categorías no están claramente delimitadas, lo que en un momento se hace para obtener
información, luego podría hacerse para realizar una acción, lo que es instrumental podría tener
también valor como entretenimiento, y así sucesivamente. Pero esto nos ofrece un buen
ejemplo de lo que un adulto alfabetizado puede lograr con la lectura. Una variable importante
es, por cierto, la cantidad y tipo de lectura que requiere en sus actividades profesionales.
¿Y qué pasa con la escritura? Se dice que muchas personas que tienen educación superior,
incluso muchos profesores, escriben muy poco, y puede ser que sea así. Sin duda, para una
parte importante de toda comunidad, el principal contexto para la escritura a lo largo de toda su
vida, lo constituye la escuela. Pero esta es probablemente una imagen excesivamente
simplificadora, porque no deja claro qué es lo que se entiende exactamente como escritura. Si
alguien emplea una máquina de escribir, presumiblemente ‘escribe’, pero ¿qué ocurre si lo que
hace es dictarle una carta a su secretaria, o a una máquina, o cuando ingresa a un programa de
computación? Es probable que la definición de ‘escritura’ resulte demasiado restrictiva si sólo
se limita a entenderla como una composición escrita en determinados registros específicos, o
como escribir con una lapicera sobre un papel, cosa que muchas personas sólo hacen cuando
firman.
Ya sea que uno escriba o no, una vez que alguien ha sido alfabetizado funcionalmente en una
sociedad letrada, esta persona participa en el intercambio de significados mediante la lengua
escrita; y esto tiene una importancia considerable porque los tipos de significado que se
transmiten mediante la escritura tienden a ser diferentes de los que se transmiten mediante el
discurso oral.
Las formas de la lengua escrita
La lengua escrita nunca fue conversación escrita. Sólo desde hace muy poco tiempo, desde la
invención de los grabadores, se han podido realizar transcripciones escritas del discurso
espontáneo natural, y es bastante claro que estas transcripciones no son lo que entendemos
por lengua escrita. El principal propósito de escribir [= transcribir] una conversación tal como se
produce naturalmente es, en realidad, el de que nos permita estudiar el habla, y no ofrecer un
modelo de cómo debería ser la lengua escrita.
12
En realidad, las cosas son diferentes. En las comunidades alfabetizadas es la escritura, y no el
discurso oral el que es más valorado; y si las personas sostienen que hablar y escribir deberían
parecerse más es porque les gustaría hablar como escriben, y no escribir como hablan. Al mismo
tiempo, por lo general reconocen que el proceso no debería exagerarse: puede pensarse que es
deseable hablar con la claridad y la precisión que se adscriben a la lengua escrita, pero no
‘hablar como un libro’.
En diversos momentos, en la historia de diversas culturas, la lengua hablada y escrita se han
apartado mucho entre sí, a veces al punto de que se convierten en dos lenguas totalmente
diferentes. En la Europa medieval la gente hablaba inglés, francés, italiano, pero escribían en
latín. En China, hasta 1919, la mayor parte de la escritura se hacía en chino clásico, el cual,
aunque la gente lo llamaba también chino, por esa época era tan distante del chino hablado
como el latín del francés, y la misma distancia existe en la actualidad en las comunidades
árabes, entre el árabe clásico y el árabe que se habla. Esta situación, que en lingüística se
denomina diglosia, es característica de determinadas condiciones sociales, en las que se
conserva una variedad ‘alta’ de la lengua para su empleo en determinadas funciones de
prestigio, junto a las variedades vernáculas ‘bajas’.
En tales condiciones, ambas variedades no se mezclan fácilmente (excepto quizás, para fines
humorísticos, como lo hacían los cantos de estudiantes de la Europa medieval en las que el latín
se mezclaba con las lenguas vernáculas). No obstante, en la actualidad la lengua oral y la escrita
no están tan distanciadas. Representan diferentes registros dentro de una misma lengua, y
como tales, no son categorías claramente diferenciadas sino más bien conjuntos de tendencias
particulares (tendencias que estudiaremos en los próximos dos capítulos). Esto permite la
existencia de todo tipo de variedades intermedias, en las que entran en juego otros factores que
determinan las formas que adopta la lengua, el nivel de formalidad, el tópico que se trata, y así
sucesivamente.
Para ejemplificar las variedades de inglés escrito que se asocian típicamente con las funciones
señaladas en la sección anterior, se puede reunir una antología de ejemplos de cada uno de los
siguientes textos:
• una señal de tránsito • una revista light
• la etiqueta de un producto • una tira cómica
• un mapa • un relato breve
• una receta • una novela
• graffitis • una obra de teatro
• un conjunto de instrucciones • un poema
• una factura • un ensayo
• un menú • una reseña
• un guía televisiva • una carta de lectores
• una guía telefónica • una entrada de diccionario
14
La lengua escrita es la variedad lingüística que se emplea típicamente en los textos que se
componen por escrito. Es obviamente una variedad del inglés, o el chino, o el español, y no una
lengua diferente, pero presenta características semánticas y léxico-gramaticales que difieren en
varios sentidos de las características de la lengua hablada (inglés hablado, español hablado etc.).
En los siguientes capítulos examinaremos estas particularidades.
La naturaleza del sistema de escritura tiene determinados efectos sobre la naturaleza de la
lengua escrita, pero no demasiados. Por ejemplo, como el chino tiene un sistema de escritura en
el que cada morfema tiene su propio símbolo y no importa si varios morfemas se pronuncian del
mismo modo porque cada uno se escribe de manera diferente, por eso, es posible que en chino
la lengua escrita sea considerablemente diferente a la lengua hablada. No es necesario ni existe
ninguna exigencia de que lo que se escribe sea inteligible cuando se lee. En cambio en los
sistemas de escritura fonológica, si un texto no es inteligible cuando se lee en voz alta, también
será ininteligible en la escritura, porque la escritura sólo simboliza la expresión oral (y, como
vimos antes, siempre deja fuera algo de esa expresión). Por lo tanto, en las lenguas escritas con
escritura fonológica no existe una divergencia tan marcada entre el discurso oral y escrito. Pero
en la práctica, son tantos los factores que intervienen que la influencia del sistema de escritura
no es más que un efecto menor.
No obstante, funciona aquí un principio muy general que asegura que la lengua oral y la escrita
nunca sean totalmente iguales: el principio de la variación funcional o de REGISTRO.
Siempre existe variación lingüística, y esta variación puede ser de dos clases: social y funcional.
La variación social es lo que llamamos un DIALECTO. Un dialecto es la variedad que un hablante
habla porque ‘pertenece a’ (proviene de, o ha elegido mudarse hacia) una determinada región,
clase social, casta, generación, grupo de edad, o cualquiera de los otros agrupamientos que sean
relevantes para una determinada comunidad (no todos ellos son relevantes en todo tiempo y
lugar, pero sí puede serlo cualquier combinación de estas formas de agrupamiento). Los
dialectos no tienen límites precisos, siempre pueden ser definidos con mayor o menor
delicadeza (el español de América, de Argentina, rioplatense, santafesino, etc.) el fenómeno de
la ‘variación dialectal’ es en realidad un continuum. No obstante, los miembros de una
comunidad de habla reconocen las configuraciones típicas de estos dialectos y se refieren a ellas 15
con denominaciones pertenecientes a diferentes subregiones.
La variación funcional es lo que llamamos REGISTRO. La lengua varía de acuerdo con las funciones
que cumple: lo que la gente está haciendo mientras habla o escribe, quiénes son las personas
que participan en lo que sea que esté ocurriendo (sus roles y status) y para qué se emplea el
lenguaje en ese proceso.
Estas tres variables (lo que ocurre, quién participa y qué rol juega la lengua) son lo que
llamamos el campo, el tenor y el modo, y en conjunto determinan la variedad funcional que
llamamos el registro de la lengua que se emplea. Mientras el dialecto es lo que uno habla
habitualmente y está determinado en principio por quién es uno, el registro es lo que uno dice
(o escribe) efectivamente y está determinado por lo que uno está haciendo en ese momento.
Por supuesto, ‘un registro’ es una ficción, tanto como lo es un ‘dialecto’, pero también en este
caso las personas son conscientes de que la lengua varía de este modo, y hablan sin problemas
de ‘la lengua poética’, el ‘lenguaje jurídico’, y así sucesivamente. No existía una palabra para
designar la ‘variedad funcional’, de manera que la lingüística introdujo para esto el término
‘registro’.
Ahora la escritura ha evolucionado para cumplir una cantidad de funciones sociales distintas; y
ese processo no consistió primordialmente en una nueva manera de hacer las mismas cosas que
se hacían antes. En otras palabras, la escritura fue creada precisamente para que pudieran
crearse nuevos registros: para que pudiera existir una ‘lengua escrita’ que no fuera igual que la
lengua hablada. Nuevamente, esto no implica que existirá una variedad ‘escrita’ definida
netamente, lo que surge es una nueva gama de variación funcional que lleva a la aparición de
nuevas configuraciones de estructuras semánticas y léxico-gramaticales que luego fueron
reconocidas como características de la escritura. Podemos ver cómo ocurre este proceso en las
lenguas que han adquirido recientemente un sistema de escritura, por ejemplo, en una serie de
lenguas aborígenes australianas, que inmediatamente comenzaron a desarrollar sus propias
formas escritas. Y esto no es para nada sorprendente, si recordamos que ya existía variación de
registro en la lengua oral antes de que apareciera la escritura. Las lenguas sin escritura también
tienen variación de registro: existen diferencias entre una conversación casual, la narrativa
tradicional, el discurso religioso, el discurso instruccional, la poesía, las lenguas ‘de suegras’, etc.
La lengua escrita agrega una nueva dimensión a la variación, porque cumple nuevas funciones,
pero el principio de esta variación siempre existió.
Todas estas variedades pueden influirse entre sí, y en una comunidad con escritura existe un
‘feedback’ entre la escritura y la oralidad, particularmente por el prestigio que se asigna a los
registros escritos. Volveremos a esto en el último capítulo. Entretanto, en el próximo capítulo
nos ocuparemos de las características del inglés hablado.
Capítulo 5
2
N.T. En español, hay 16 palabras en total, de cuales, 8 son elementos léxicos y 8 son elementos gramaticales.
3
N.T. En español, son: el, ha, sobre, la, de, a, las, del.
4
N.T. En español hay 17 palabras, 10 son gramaticales: el, que, he, en, fue, mi, en, la, y, el, y 7 son léxicas: único, accidente, real,
tenido, vida, niebla, hielo.
(L:5 ; G: 11)
The growth of attachment When an infant and his (traducción aproximada) Cuando un niño y su madre
between infant and mother mother start to grow attached El desarrollo de la comienzan a desarrollar un
signals the first step in the to each other, this is a sign afectividad entre un niño y afecto mutuo, esto indica que
development of a child’s that the child is beginning to su madre es el primer paso el niño está comenzando a
capacity to discriminate discriminate amongst people en el desarrollo de la discriminar entre las personas
amongst people (L:12; G: 11) (L: 10; G: 16) capacidad del niño para (L:
discriminar entre las
personas. (L: 11; G: 17)
Business community lunchers members of the business (traducción aproximada) miembros de la comunidad
relax in this dappled midcity community relax while they los comensales de la comercial descansan mientras
sanctuary while saving lunch in this dappled comunidad comercial se almuerzan en este santuario
something for the resident sanctuary in the middle of the relajaban en este santuario empedrado en el medio de la 17
seagulls (L: 10; G: 6) city, and save something for empedrado en el medio de ciudad, y guardan algo para
the seagulls who live there la ciudad mientras las gaviotas que viven allí
(L:12; G:16) reservaban algo para las
gaviotas residentes
Some migrants acted upon Some people migrated Algunos emigrantes algunas personas emigraron
encouraging advice from because they were actuaron impulsados por el porque fueron alentadas por
relatives and friends who had encouraged by the advice they consejo alentador de los consejos de sus parientes y
preceded them to the got from their relatives and parientes y amigos que los amigos que se habían ido a las
colonies (L:8; G: 9) friends who had gone to the precedieron en las colonias colonias antes que ellos
colonies before them (L:9;
G:16)
Slavish imitation of models is It is not implied anywhere that La imitación idéntica de No se sugiere en ninguna
nowhere implied (L: 4; G: 3) there are models which modelos no está sugerida parte que existan modelos
should be slavishly imitated. en ningún lado que deberían ser imitados de
(L:4:G: 10) manera idéntica
A grey-faced Dr Coffin Dr Coffin unlocked the door, (traducción aproximada) El doctor Coffin destrabó la
unlocked the door (L:6; G: 2) and as he did so his face was El doctor Coffin, con el cerradura de la puerta, y
grey (L:5; G:9) rostro agrisado, destrabó la mientras lo hacía su rostro
puerta estaba gris.
La importancia de esta distinción puede explicarse así. La diferencia entre la lengua hablada y
escrita es una diferencia de DENSIDAD: la densidad con que se presenta información en el texto.
La lengua escrita es densa, la lengua hablada es escasa, exigua.
Una cantidad de factores contribuyen a la densidad de la lengua escrita; es un fenómeno muy
complejo como veremos. Pero es principalmente el producto de una pequeña cantidad de
variables, que podemos observar sin necesidad de instrumentos de medición complicados.
Hay que señalar una precaución. Al expresar la distinción de esta manera, la hemos ‘cargado’
semánticamente. Decir que la lengua escrita es ‘más densa’ implica sugerir que, si comenzamos
desde la lengua hablada, entonces la lengua escrita será más compleja. Podríamos habernos
referido al mismo fenómeno desde otro ángulo. Podríamos haber dicho que la diferencia entre
lengua hablada y escrita es una diferencia de ‘complejidad’ [intricacy], la complejidad con que
se organiza la información. La lengua hablada es más compleja e intrincada que la escrita. En el
próximo capítulo veremos el fenómeno de la complejidad, que es en verdad un fenómeno
relacionado con la densidad, pero visto desde una perspectiva opuesta. Desde este punto de
vista, la lengua hablada es más compleja que la lengua escrita. La conclusión será que cada una
es compleja a su manera. La lengua escrita muestra un tipo de complejidad y la lengua hablada,
otro. Nuestro objetivo consistirá en aclarar ambas complejidades.
Luego de considerar ambas clases de complejidad trataré de explicarlas en general. Esta
generalización se relacionará con el concepto de léxico-gramática: el nivel de la expresión por
medio de (secuencias de) palabras [wording]. Una manera de expresar esta cuestión – un tanto
simplificada pero que permite apuntar en la direcciòn correcta – es decir que la complejidad de
la lengua escrita es léxica, mientras que la complejidad de la legua oral es de orden gramatical.
Lo que vamos a examinar ahora con la noción de ‘densidad’ es un tipo de complejidad que surge
del empleo de palabras.
Densidad léxica
La distinción que tenemos que reconocer en este punto es la que hemos establecido entre
elementos léxicos y elementos gramaticales [o entre ítems léxicos e ítems gramaticales]. Los
ítems léxicos se denominan a menudo ‘palabras de contenido’. Técnicamente son ÍTEMS O
ELEMENTOS [es decir, constituyentes de longitud variable] más que palabras en el sentido usual, 18
porque pueden contener más de una palabra, por ejemplo, en inglés stand up, take over, call
off, y otros verbos-frase [phrasal verbs] (5) que funcionan como ítems léxicos simples. Son
LÉXICOS porque funcionan en conjuntos léxicos y no en sistemas gramaticales: es decir, entran en
contrastes abiertos con otros ítems y no en oposiciones de conjuntos cerrados.
Un ítem gramatical es el que forma parte de un sistema cerrado. Por ejemplo, el pronombre
personal him, contrasta en una dimensión con he, his; en otras, con me, you, her, it, us, them,
one 6; pero eso es todo. No hay otros ítems de esta clase en inglés, y tampoco podemos agregar
otros. En cambio, con un ítem léxico no podemos cerrar los miembros que pueden ingresar en la
clase, entran en conjuntos abiertos, que pueden ampliarse indefinidamente. De manera que la
palabra door [puerta] está en contraste con gate [portón, puerta de entrada] y con screen
[cortina,mampara, biombo, barrera, obstáculo]; y también puede entrar en contraste con
window, wall, floor, ceiling [ventana, pared, piso, techo] con knob, handle, panel, sill [picaporte,
manija, asa, panel, umbral]; con room, house, hall [habitación, casa, vestíbulo, sala]; con
entrance, opening, portal [entrada, apertura, portal] – no hay manera de cerrar estos conjuntos
de ítems con los que puede relacionarse, y siempre puede agregarse uno nuevo.
Como podría esperarse, existe un continuum que se extiende desde el léxico hasta la gramática:
aunque muchos items de una lengua pertenecen claramente a una clase o a la otra siempre
existen casos intermedios. En inglés, las preposiciones y determinadas clases de adverbios (por
ejemplo, los adverbios modales como always, perhaps [siempre, quizás] se encuentran en esta
línea fronteriza. Para comparar la lengua hablada y escrita no importa en realidad dónde se
establece exactamente la línea divisoria, siempre y cuando la establezcamos de manera
consistente.
Como muchas otras características o rasgos lingüísticos, la distinción es bastante clara para
nuestra comprensión inconsciente (que nunca tiene problemas con los casos fronterizos, a
diferencia de lo que ocurre con nuestra mente consciente). Los chicos saben muy bien esto: una
de las estrategias de desarrollo lingüístico empleada por muchos chicos para construir oraciones
en su lengua materna es dejar de lado todos los ítems gramaticales, y algunos chicos vuelven a
emplear esta estrategia cuando recién aprenden a escribir (ver Mackay et al. 1978).
Recién hemos señalado que la distinción se manifiesta concretamente en nuestro sistema
ortográfico, porque los ítems gramaticales pueden llegar a tener una o dos letras, mientras que
5
NT. En español, podrían ser comparables, en cierta medida, pero no totalmente, los verbos con complemento régimen dejar
de, tratar de.
6
NT. En español, el sistema de los pronombres: personales [nominativo]: yo, tú/vos-usted, él, ella, ello, nosotros,
vosotros/ustedes, ellos, ellas [objetivos] me, te, se, le, lo, la, nos, los, las, se; [terminales] mí, ti, sí, conmigo, contigo, consigo.
los léxicos requieren un mínimo de tres 8mostrando incidentalmente que las preposiciones, por
lo menos las más comunes, pertenecen a la clase de ítems ‘gramaticales’). Y existen algunas
lenguas especiales en el mundo que se basan totalmente en esta distinción porque requieren
que todos los ítems gramaticales sean modificados, mientras que todos los que son
gramaticales permanecen invariables, por ejemplo, la lengua ‘de suegras’ en Dyirbal, de North
Queensland (ver Dixon 1980). De manera que no llama la atención que la distinción que hemos
establecido sea fundamental para diferenciar la lengua hablada de la escrita.
En principio, un ítem gramatical no tiene entrada en el diccionario. Pero nuestra tradición
incluye todas las clases de palabras, tanto las léxicas como las gramaticales, de manera que el
diccionario tiene solemnes entradas para the y para it [artículos el, ello] aunque no tenga nada 19
que decir acerca de ellos, es decir, nada que tenga que ver con el dominio de la lexicología. Una
práctica más consistente es la del Roger Thssaurus que deja fuera la mayor parte de las palabras
gramaticales, y las que se incluyen es porque Roger las considera léxicamente, por ejemplo,
colocando en una fila me [yo, mí], junto con personality, ego, spirit [personalidad, ego, espíritu]
y no con you [tú, usted] y us [nosotros]).
Como primera aproximación para la cuantificación de la densidad léxica, podemos establecer
entonces una distinción entre ítems léxicos y gramaticales, considerando que cada palabra (en
el sentido en que se considera una palabra en el sistema escrito, con un espacio antes y
después) es un ítem relevante, y teniendo en cuenta la relación proporcional entre las palabras
léxicas y las gramaticales. Luego podemos expresar esto como una proporción del número total
de palabras empleadas. Si hay 12 ítems léxicos y 8 gramaticales, esto nos da la proporción ítems
léxicos en relación con el total (12 sobre 20) que mostramos como una densidad léxica del 60%
o 0,6. En general, cuanto más ‘escrita’ sea la lengua que se emplea, más alta será la proporción
de palabras léxicas en relación con la cantidad total de palabras empleadas en el texto.
Frecuencia
Lo próximo que tendremos en cuenta es la probabilidad.
Otro aspecto de la distinción entre palabras léxicas y gramaticales es que los ítems gramaticales
tienden a ocurrir de manera considerablemente más frecuente. Una lista de las palabras que
ocurren con mayor frecuencia en la lengua inglesa siempre estará encabezada por los
elementos gramaticales como the, and, it [el, y, eso]. Los ítems léxicos serán mucho menos
frecuentes.
Esto es sí bastante predecible, y o tiene demasiada importancia para esta cuestión. Lo que es
significativo es la relativa frecuencia de un ítem léxico a otro.
Hemos estado trabajando con una medición simple, en la que todos los ítems léxicos valen lo
mismo. Pero en verdad, el efecto al que nos estamos refiriendo tiene que ver con la idea de que
la frecuencia relativa juega un papel importante. La frecuencia relativa de los ítems gramaticales
puede ser dejada de lado, porque todos ellos son relativamente frecuentes. Pero la frecuencia
relativa de los ítems léxicos es un factor importante a tener en cuenta.
El vocabulario de cualquier lengua incluye una cantidad de palabras de uso muy frecuente, por
lo general se trata de palabras para referirse a grandes clases de fenómenos. En inglés, por
ejemplo, palabras como thing, people, way, do, make, get, have, go, good, many [en español,
cosa, gente, manera, hacer, tener, ir, bueno, mucho]. Estos son items léxicos, pero que se
encuentran en la frontera de la gramática; muchas veces realizan funciones que son realmente
gramaticales, por ejemplo la palabra thing [cosa= algo] como sustantivo general (casi como un
pronombre), como en este ejemplo: that's a thing I could well do without [~ es algo de lo que
puedo prescindir], make como verbo general [you make me tired, it makes no difference] (7) .
Estos elementos contribuyen muy poco a la densidad léxica.
En cambio, un ítem léxico de frecuencia relativamente baja contribuye mucho volver denso el
discurso. Hay una clara diferencia entre los siguientes ejemplos en relación con la sensación de
densidad que provocan, comparemos:
the mechanism of sex determination varies in different organisms
el mecanismo de determinación sexual varía según los diferentes organismos
con
the way the sex is decided differs with different creatures 20
el modo en que se decide el sexo difiere entre las diversas criaturas
o con
different creatures have their sex decided in different ways.
las diferentes criaturas definen su sexo de maneras diferentes
(En inglés) La proporción de ítems léxicos es aproximadamente la misma en los tres ejemplos;
pero los dos últimos se ‘sienten’ menos densos porque incluyen ítems muy frecuentes como
have y way.
Otro factor que opera aquí es que los dos últimos ejemplos incorporan la repetición, el ítem
differ/different. La repetición también reduce el efecto de densidad, porque aun cuando una
palabra sea intrínsecamente rara, su ocurrencia establece la expectativa de que va a ocurrir
nuevamente. Adviértase que normalmente todos los miembros de un paradigma morfológico
son el mismo ítem léxico: por ejemplo: differ, differed, different, difference, differing, differently
son todos instancias del mismo ítem léxico, [aunque no es el mismo ítem la palabra differential
en differential equation [ecuación diferencial]. Esta es otra diferencia que se puede establecer
entre ítem léxico y ‘palabra’.
Para una investigación sistemática y formal de la densidad léxica en los textos tendríamos que
adoptar algún modo de ponderarla, por la cual los ítems léxicos de baja frecuencia obtengan un
puntaje más alto que los de uso más común. Las listas de palabras frecuentes han circulado
durante algún tiempo, y en la actualidad existen grandes corpus de textos hablados y escritos
que pueden obtenerse con relativa facilidad.
Para propósitos prácticos, todos los ítems léxicos pueden considerarse de la misma manera o
bien, se puede hacer una lista de elementos léxicos de alta frecuencia a los que se les asignará la
mitad del valor. Esto equivale a reconocer tres categorías de ítems léxicos en lugar de dos:
elementos gramaticales, elementos léxicos de alta frecuencia y elementos léxicos de baja
frecuencia.
7
N.T. En español, puede compararse con el verbo ir: va a venir a comer, va de suyo.
aunque suficiente como para permitir determinar el efecto de los elementos léxicos de baja
frecuencia, o de manera más minuciosa, mediante la construcción de un sistema que permita
diferenciar los valores que se asignan a cada ítem. En cualquier caso, no importa el grado de
minuciosidad, siempre estaríamos midiendo unas palabras en relación con otras palabras. Pero
esto es un poco unilateral porque sugiere que la lengua hablada deberá caracterizarse sólo por
un rasgo negativo, la relativa ausencia (o el bajo nivel) de densidad de la información. ¿Existe
alguna otra manera de reinterpretar esta noción de manera que nos diga también algo positivo
acerca de la lengua hablada?
Examinemos más profundamente la noción de densidad. Como se ha sugerido, tiene que ver
con el modo en que se condensa la información en el texto. Es por esto que es importante la 21
probabilidad de aparición del ítem: una palabra que tiene bajas probabilidades de aparición
carga mayor información. Pero las palabras no se condensan dentro de otras palabras; se
compactan en unidades gramaticales más amplias, en las oraciones y las partes que las
componen. En realidad es esta condensación en estructuras gramaticales más amplias lo que
determina la densidad informativa de un fragmento de texto.
¿Cuál es la más relevante de estas estructuras mayores? Hay una que claramente sobresale
como la unidad en la que los significados se organizan y se condensan, y esta unidad es la
CLÁUSULA. La cláusula es la unidad gramatical donde se reúnen constructos semánticos de
diferente tipo y se integran en un todo organizado.
Al principio esta parece una noción dificultosa, porque la gramática tradicional ha empleado de
manera inconsistente los términos ‘cláusula’ y ‘oración’. Si partimos de la observación de que la
llamada ‘oración simple’ comprende una única cláusula, entonces se disipa gran parte de la
dificultad. Lo que tradicionalmente se conoce como ‘oración compuesta’ comprende dos o más
cláusulas y cada una de ellas carga potencialmente la misma información que la cláusula única
de una ‘oración simple’.
Eventualmente descartaremos de la gramática el término ‘oración’; lo emplearemos sin
ambigüedad para referirnos a una unidad del sistema escrito, la unidad que se extiende desde la
letra mayúscula que se emplea después de un punto hasta el próximo punto. En lugar de
‘oración’, emplearemos en la gramática la expresión COMPLEJO DE CLÁUSULA, porque nos permitirá
referirnos tanto a la lengua oral como a la escrita de una manera que permitirá comparar
ambas. No podemos identificar una ‘oración’ en la lengua hablada, o mejor dicho, sólo podemos
identificar una oración en la lengua hablada si la definimos como un complejo de cláusulas. Y
como la noción de ‘complejo’ puede definirse formalmente, y puede emplearse no sólo para
complejos de cláusulas sino también para complejos de frase, complejos de grupo y complejos
de palabras, nos parece que resulta más simple adoptar este término en general.
El complejo de cláusula es en realidad de donde proviene la oración (en la escritura). La unidad
que intuitivamente fue reconocida por nuestros antepasados cuando introdujeron por primera
vez el ‘punto’ como signo de puntuación era el complejo de cláusula, es decir, una secuencia de
cláusulas vinculadas estructuralmente entre sí.
Para nuestra notación, emplearemos tres rayas verticales para marcar el límite de la oración
(empleando temporalmente el término oración, para ir dejándolo de lado gradualmente), y dos
rayas verticales para marcar el límite de una cláusula. Por ejemplo:
|||The basic ‘stuff’ of living organisms is protoplasm. |||There is no set composition of
this ||and it varies between one individual and the next. |||
La cláusula
Lo que medimos, entonces, para cualquier texto hablado o escrito, es la cantidad de
información léxica por cláusula. Para los propósitos de esta medición, no será necesario tener
en cuenta, ni la cantidad ni la organización de las cláusulas de la oración (el complejo de
cláusula). Pero será necesario identificar más explícitamente qué es una cláusula.
No siempre es fácil reconocer que es una cláusula. Para propósitos comparativos, el principal
requisito es la consistencia, pero como esta categoría, además de ser muy importante para la
unidad de la lengua oral y escrita, es quizás la más fundamental de toda la lingüística, es
importante dedicar toda una sección para considerarla.
Precisamente por ser una categoría fundamental, la cláusula es también imposible de definir y
tampoco existe una manera correcta de describirla. Por ser tan compleja y multifacética, se
presta a diferentes interpretaciones teóricas; hay muchas maneras diferentes de enfocarla
según los propósitos del lingüista y es probable que la cláusula termine pareciendo algo
bastante diferente según las diferentes teorías. Pero todas las interpretaciones tendrán algo en
común.
La breve reseña que se ofrece más abajo representa una interpretación que he encontrado útil
para emplear en el contexto educativo. Es una interpretación teórica con una fuerte motivación
pragmática, derivada de dos aspectos complementarios de la experiencia: que las teorías se
desarrollan para ser aplicadas, pero a menos que uno desarrolle una teoría, no tendrá nada que
aplicar. Esta interpretación ha sido desarrollada para ser aplicada al análisis de textos, desde las
conversaciones naturales a los textos literarios; para el estudio de la variación lingüística
funcional (el registro), para la enseñanza de la lengua, tanto de la lengua materna como de
lenguas extranjeras, para la investigación en inteligencia artificial y del desarrollo evolutivo del
lenguaje en el niño.
De acuerdo con esta interpretación, la cláusula es una unidad funcional con una triple
construcción de significados: funciona simultáneamente
(1) como representación de los fenómenos de la experiencia, tal como es interpretada por
los miembros de una cultura;
(2) como expresión de la función discursiva, mediante las categorías de Modo descritas en
el capítulo 4; y
(3) como portadora del mensaje, que se organiza en la forma de un tema más su exposición.
Cada una de estas funciones se corresponde con una configuración estructural,
Los ‘sistemas’ (conjuntos de opciones [options] de significado que comprenden las selecciones
realizadas [choices]) que se expresan se expresan a través de las diversas configuraciones
funcionales (1), (2) y (3) señaladas más arriba son, respectivamente, los sistemas de la
TRANSITIVIDAD, el MODO y el TEMA. En la tabla 5.1. tabulamos las categorías principales que
comprenden los dos primeros. (Más adelante nos ocuparemos del concepto de tema.)
Una cláusula puede definirse, entonces, como el lugar donde se realizan las opciones de los
sistemas de transitividad, el modo y el tema. Esto no quiere decir que todas las opciones que
caigan bajo estas denominaciones estén disponibles para todas las cláusulas. Pero sí es cierto
que cada cláusula contiene o manifiesta algún patrón de selección de estos componentes
funcionales de la gramática. 24
Tabla 5.1. Categorías principales de la transitividad y el modo en inglés
Sistema Opciones elementos de la estructura clase mediante la cual se
realiza típicamente
material (acción, evento) proceso grupo verbal
Transitividad comportamiento participantes grupo nominal
mental (percepción, afecto, (Medio, Agente, Beneficiario,
cognición) Alcance, Atributo)
verbal circunstancias grupo adverbial
relacional (atributiva, (Extensión, Ubicación, Causa, o
identificativa) Manera, Compañía, Asunto, Rol) frase preposicional
existencial
declarativo sujeto grupo nominal
Modo interrogativo sí/no (complemento)
interrogativo de relativo(wh-) Finito (verbo conjugado) grupo verbal
imperativo Predicador
adjunto grupo adverbial
o
frase preposicional
Retomando lo que hemos considerado en el primer capítulo, desde la perspectiva del desarrollo
evolutivo, los sistemas de modo, y transitividad son un reflejo evolutivo de los dos
requerimientos funcionales del niño hacia el lenguaje. El modo ha evolucionado para cumplir la
necesidad de que el lenguaje sea un instrumento para la acción, para actuar, un modo de
intercambiar información, o bienes y servicios. La transitividad ha evolucionado para que la
lengua pueda servir como un medio de reflexión, como una manera de aprender y conocer el
mundo. Y la cláusula ha evolucionado para combinar ambas funciones en un único acto
semiótico.
La cantidad de información léxica que puede incorporarse en una cláusula es extremadamente
variable. Desde ninguna información, en una cláusula como Don't! o It is [español, ¡No! o Es
eso.] hasta una enorme cantidad, como en:
The most advantageous shell colours are yellow in green areas, pink on leaf litter, and reds
and browns in beach woods with red litter and numerous exposures of blackish soil. (C.
Jarman, Evolution of Life, Sun Books, Melbourne, 1970, p.70)
Los colores de concha más ventajosas son de color amarillo en las zonas verdes, rosados en
la hojarasca, y rojos y marrones en los bosques de playa con arena roja y numerosas
exposiciones de tierra negruzca. (C. Jarman, Evolution of Life, Sun Books, Melbourne, 1970,
p.70)
que contiene 19 ítems léxicos. Es precisamente la gran flexibilidad de la cláusula en este sentido
la que ha hecho posible la evolución de las formas escritas del discurso.
La Figura 5.2 muestra que la frase preposicional puede ocurrir varias veces en una misma
cláusula: (1) por tener una función circunstancial en la cláusula misma, (2) por tener una
función posmodificadora dentro de un grupo nominal que funciona en la cláusula.
2. Ahora veamos el grupo nominal. Este puede puncionar también como (1) un participante en
la cláusula, y (2) un participante en una frase preposicional. En este ejemplo tenemos
(a) bodies under the action of no forces (en la cláusula)
(b) the Newtonian system (en la frase preposicional)
the action of no forces “
no forces “
straight lines “ 26
uniform velocity “
-- en otras palabras, seis grupos nominales, cinco de ellos que funcionan dentro de las frases
preposicionales.
Por lo tanto, en la cláusula funciona un principio recursivo, de manera que los grupos
nominales pueden funcionar dentro de las frases preposicionales y las frases preposicionales
pueden funcionar dentro de los grupos nominales. Se dice que estos elementos están
‘bajados de rango’ o ‘incrustados’. Esta estructura puede alojar una gran cantidad de material
léxico.
3. Más adelante en el mismo párrafo encontramos:
||our apparent imaginative understanding of these processes |is |quite fallacious ||
Aquí tenemos un grupo nominal our apparent imaginative understanding of these processes,
que también contiene una frase preposicional como posmodicador de estos procesos, la cual
contiene a su vez un grupo nominal, these processes, según el mismo principio enunciado
más arriba. Pero este grupo nominal también tiene ítems léxicos antes del núcleo en una
función premodificadora: apparent imaginative. Estas secuencias premodificadoras pueden
ser considerablemente extensas:
the current nineteenth-century analytical procedures
natural whole wheat biscuits
timber promotion council small diameter timber pile research project
4. Y un poco más abajo, hay una cláusula que contiene el grupo nominal
|a physicist who has assumed the formula for interval which is used in the special theory
of relativity |
| un físico que asumió la fórmula para el intervalo que se utiliza en la teoría especial de la
relatividad |
Aquí nuevamente es el elemento postmodificador el que contiene la información léxica: toda
la secuencia es un único grupo nominal cuyo núcleo es physicist. El postmodificador está
como ocurre normalmente, incrustado [embedded]; pero aquí hay una cláusula bajada de
rango, que funciona como una cláusula de relativo definida que comienza en who. Esta
cláusula de relativo contiene, a su vez, un grupo nominal the formula for interval que se
emplea the special theory of relativity; éste tiene un núcleo formula y dos elementos
postmodificadores, ambos incrustados: la frase preposicional for interval y la cláusula de
relativo definida que se emplea en the special theory of relativity (la cual contiene a su vez
una frase preposicional con un grupo nominal the special theory of relativity como
complemento; y éste contiene a su vez un pre- y un post-modificador).
Representemos ahora todo esto empleando los símbolos adicionales para mostrar la
incrustación: | | para un grupo o frase bajado de rango, || || para una cláusula bajada de
rango. Los ejemplos (1) a (4) aparecerán como sigue:
|| in [N the Newtonian system ]| N bodies [' under [N the action [of [N no forces | move |
in [N straight lines]| with [N uniform velocity ] ||
|| N our apparent imaginative understanding | of [N these processes ]] | is | N quite
fallacious ||
|| N he | supposes | N a physicist [[N who | has assumed | N the formula [ for [N interval ]]
which | is used | in [N the special theory [ of [N relativity]]]] || 27
En esta muestra agregué un pequeña N al comienzo de cada constituyente que es un grupo
nominal, para mostrar cuál de los ítems léxicos ocurre en grupos nominales y cuáles ocurren
fuera de ellos. En estos tres ejemplos la imagen es la siguiente:
en grupos nominales: Newtonian, system, bodies, action, forces, straight, lines; uniform,
velocity; apparent, imaginative, understanding, processes, fallacious; physicist, formula,
interval, special, theory, relativity.
en grupos verbales: move; is; supposes, assumed, used
En otras palabras, la aplastante proporción de ‘contenido’, en el sentido de significado
lexicalizado, está cargada en los grupos nominales – por los sustantivos y sus sustantivos y
adjetivos pre-mofidicadores. Estas tres cláusulas hay 5 verbos, todos ellos ítems de alta
frecuencia que cargan escasa información léxica; y dos de ellos (assume, use) en cláusulas que
están incrustadas en grupos nominales. La esencia del mensaje se encuentra en los grupos
nominales.
| those two splendid old electric trains ||with pantographs || ||standing at the station ||
|esos dos espléndidos trenes eléctricos antiguos ||con pantografías || ||parados en la estación ||
Además del sustantivo Núcleo, que representa a la ‘Cosa’ – la clase de fenómeno al que se hace
referencia – hay otras funciones, como las de Clasificador y Epíteto, que también contienen
información léxica: la subclase (los trenes eléctricos en oposición a los trenes a vapor, y diversos
tipos de cualidades (por ejemplo, old [viejo]), incluyendo las expresiones de la actitud del
hablante (por ejemplo, splendid [espléndido]). Todas ellas están presentes sin incrustación; si
agregamos además las frases preposicionales y las cláusulas bajadas de rango, como los
Calificadores, entonces, cada una de ellas abre la posibilidad de incorporar nuevos grupos
nominales, que a su vez pueden contener Epítetos y clasificadores, y así sucesivamente.
Por otra parte, los grupos verbales sólo contienen un elemento léxico: el verbo mismo. Los
grupos adverbiales pueden expresar otro material léxico, pero éstos tienen un alcance muy
limitado. El único grupo nominal de estas cláusulas que podría ser reemplazado por un grupo
adverbial es (with) uniform velocity [con velocidad uniforme] donde podríamos emplear
steadilyfast [en español ~ velozmente uniforme] pero no es muy fácil porque rodas las
expresiones que se emplean con este sentido general codifican ‘fast’ *rápido, veloz] como un
sustantivo y ‘steadily’ [constantemente, sostenidamente, uniformemente] como un adjetivo:
(with) uniform velocity [(con) velocidad uniforme], (at) constant speed [(a) velocidad constante],
(at) a steady pace [(a) paso constante], y así sucesivamente.
De manera que hay una gran cantidad de cosas que solo pueden decirse en las construcciones
nominales, especialmente en los registros que tienen que ver con el mundo de la ciencia y la
tecnología, donde las cosas, y las ideas y conceptos que subyacen a ellas proliferan y se
multiplican constantemente. Es decir, solo pueden decirse de este modo en la gramática del
inglés moderno. La cuestión fundamental aquí es si la gramática tuvo que evolucionar de este
modo para poder decir estas cosas, y lamentablemente, este problema requeriría todo un
tratado para poder dilucidarlo, y aún así no encontraríamos la respuesta.
La estructura de la cláusula
En lo que respecta a la estructura de la cláusula, existe otra fuerza de presión hacia la 29
nominalización, y tiene que ver con la categoría del Tema, a la que nos referimos brevemente
más arriba.
Además de su organización como representación de un proceso (transitividad) y de ser
portadora de la función discursiva (modo), toda cláusula se estructura también como un
mensaje. Contiene dos partes: un tema, que es el punto de partida, aquello de lo que trata el
mensaje; y otro elemento que constituye el cuerpo del mensaje, conocido como Rema. En
algunas lenguas existen partículas especiales para indicar cuál es el tema. En inglés, la estructura
del mensaje se expresa mediante el orden de palabras: el Tema es lo que va primero.
El Tema mismo puede ser una estructura bastante compleja, pero lo que aquí nos importa es el
elemento tópico que se encuentra en su interior, es decir, la porción que funciona en la
transitividad. En los ejemplos anteriores, el componente tópico del Tema es (1) in the
Newtonian system, (2) our apparent imaginative understanding of these processes, y (3) he.
El Tema es una parte importante del mensaje porque es aquí donde el hablante anuncia sus
intenciones, el gancho donde se cuelga el mensaje. En la lengua hablada muchas veces es un
pronombre, en inglés típicamente el pronombre personal de primera persona I, o de segunda
persona you. Pero en la escritura, con su orientación más marcada hacia la ‘tercera persona’,
por lo general, es algún otro fenómeno, y nuevamente éste es típicamente un elemento
nominal.
No puede ser, excepto en circunstancias especiales, un grupo verbal, de modo que esta es otra
de las razones por la que el material léxico tiende a empaquetarse en los sustantivos. Puede ser
una frase preposicional, como en (1) más arriba; pero como ya hemos visto, el contenido se
encuentra en el grupo nominal que está incrustado en su interior. Puede ser también un grupo
adverbial, pero estos tienen, como ya observamos, un alcance semántico bastante limitado.
Además, existe en inglés una estructura especial que ha evolucionado como un medio para
condensar o empaquetar el mensaje en la forma temática que se desea. Estas gramáticas se
denominan construcciones cleft y pseudo cleft (8).
8
NT. Estas expresiones se pueden traducir como: Cláusula ecuativa temática (construcción pseudo cleft: en este tipo de
construcción, el Tema y el Rema son las dos partes de una estructura identificativa, como lo es una ecuación. Esto permite que
uno de los elementos esté en foco, mientras el resto de la cláusula se combina en un constituyente simple que actúa como
Tema en situación no marcada: What I want for Christmas is my two front teeth (no marcado) [Lo que quiero para Navidad son
mis dos dientes]; What he said is he couldn’t care less (no marcado)[lo que él dijo es que no podía importale menos]; My two
front teeth are what I want for Christmas (marcado)[ Mis dos dientes son lo que quiero para Navidad]. Tema Predicado
(construcción cleft): En esta construcción el Tema aparece como predicado de la cláusula; “It is…”, y el Rema aparece como una
cláusula relativa que modifica al Tema. En esta estructura existe un sentido de exclusividad, como con la cláusula ecuativa
temática, pero lo que sería el tema en la cláusula emparentada en esta estructura está en la posición de foco (Nuevo) del
predicado: It is money what they want [es dinero lo que quieren] It was John who ate all the cookies [Fue Juan el que se comió
Consideremos la cláusula (construida para los propósitos de esta consideración) the force of
gravity attracts the planets to the sun [la fuerza de gravedad atrae los planetas hacia el sol].
Supongamos ahora que queremos modificar este mensaje de diversas maneras. Existen muchas
posibilidades, y para este caso, ilustraremos sólo dos de esas posibilidades:
1. Supongamos que queremos que la fuerza de gravedad sea el foco de la información, el
elemento Nuevo de la estructura de la información. Si estuviéramos hablando,
podríamos decir esto de esta manera:
// the / force of / gravity at/tracts the /planets to the / sun //
// la fuerza /de gravedad /atrae /los planetas /hacia el sol //
En la escritura no podemos hacer esto, en cambio, asumimos la estructura de 30
información no marcada, colocando lo Nuevo al final, y entonces escribimos:
The planets are attracted to the sun by the force of gravity
Los planetas son atraídos hacia el sol por la fuerza de gravedad
Esto se leerá entonces con el foco en gravity (gravedad). No obstante, de este modo
hemos perturbado la estructura temática; en lugar de que the force of gravity (la fuerza
de gravedad) sea el Tema, ahora el Tema es: the planets (los planetas). Si el escritor
quisiera que the force of gravity (la fuerza de gravedad) fuera al mismo tiempo el Tema
y lo Nuevo (‘estoy hablando de esto (tema) y también es aquello a lo que quiero que
usted le preste atención’ (nuevo), entonces empleará un mecanismo estructural
especial para PREDICAR el Tema:
It is the force of gravity that attracts the planets to the sun.
Es la fuerza de gravedad la que atrae los planetas hacia el sol
2. Supongamos, por otra parte que el escritor (o el hablante, en este caso, ambos
necesitarán contar con un recurso para lograr su propósito) quiere que la secuencia
completa the planets are attracted to the sun (los planteas son atraídos por el sol) sea el
Tema (‘quiero hablar sobre la atracción de los planetas hacia el sol). En este caso, el
único modo de lograrlo es empaquetando todo esto en un único conjunto:
What attracts the planets to the sun is the force of gravity.
What attracts the planets to the sun is the force of gravity.
Este mecanismo tiene el efecto de convertir en Tema toda esta secuencia, y luego
IDENTIFICAR este Tema por medio del verbo be (es), con the force of gravity (la fuerza de
gravedad) como Rema.
Veamos esto con la notación estructural:
(a) || it | is | the force of gravity | [[ that attracts the planets to the sun ]] ||
(b) || [[ what attracts the planets to the sun ]] | is | the force of gravity ||
En español
(c) || | la fuerza de gravedad | es | [[ la que atrae a los planetas hacia el sol ]] ||
(d) || [[ lo que atrae a los planteas hacia el sol ]] | es | la fuerza de gravedad ||
En (b), what attracts the planets to the sun; lo que atrae a los planteas hacia el sol es al mismo
tiempo Tema y Sujeto. En (a), el Sujeto es nuevamente that attracts the planets to the sun; lo
que atrae a los planteas hacia el sol; pero aquí el Tema es the force of gravity: la fuerza de
todas las masitas]It wasn’t me who told him about the incident [No fui yo quien le contó sobre el incidente]. [Halliday IFG 3.1.
(págs.64-87).
gravedad. Esto es lo que conocemos como Tema marcado: el tema que tiene una prominencia
especial precisamente porque no es el Sujeto.
En ambos casos, el escritor ha tenido que emplear la NOMINALIZACIÓN para lograr el significado
que quería expresar. En otras palabras, incluso las cosas que no se expresan como sustantivos
tienen que comportarse como si lo fueran para poder ocupar un lugar adecuado en la estructura
temática y en la organización de la información. Este es el segundo tipo de presión que marca la
tendencia a la expresión de formas nominalizadas en inglés. Para poder aprovechar plenamente
el potencial de la lengua para proyectar cualquier estructura de la transitividad –configuraciones
de procesos, participantes y circunstancias – en la estructura de mensaje que se desea
transmitir (Tema-Rema; Dado/ Nuevo en todas sus posibles combinaciones) hay que estar 31
preparado para expresarse empleando una forma nominalizada.
Así la estructura del mundo moderno y la estructura de la lengua se combinan entre sí para
construir la lengua escrita tal como es: una lengua con alta densidad léxica, que puede
cuantificarse por la cantidad (y el peso informativo) de los ítems léxicos por cláusula, y por una
fuerte tendencia a codificar este contenido léxico mediante una forma nominal: con sustantivos
como núcleo, incluyendo otros elementos (sustantivos y adjetivos) en el grupo nominal, y con
cláusulas nominalizadas. Son estas estructuras nominales las que otorgan a la cláusula su
enorme plasticidad.
Esto no implica afirmar que no se abusa en exceso del empleo de estas formas, siempre es
posible excederse aún con las cosas buenas. Pero es importante comprender, si se es crítico con
tales tendencias, que estos patrones son funcionales a la lengua.
Capítulo 6
9
N.T. La version en inglés, citada por Halliday es la siguiente:
Spontaneous speech is unlike written text. It contains many mistakes, sentences are usually brief and indeed the whole
fabric of verbal expression is riddled with hesitations and silences. To take a very simple example: in a seminar which I
recorded, an articulate (and well-known) linguist was attempting to say the following:
No, I'm coming back to the judgements question. Indeterminacy appears to be rife. I don't think it is, if one sorts out
which are counterexamples to judgement.
But what he actually said was.
No I'm saying I'm coming back to the judgements question (267) you know there appear to (200) ah indeterminacy
(1467) appears to be rife. 1 don't think it is (200) if one (267) if one sorts out which are counterexamples (267) to
judgement, I mean observing.
Here, the brief silences (unfilled pauses) have been measured.in milliseconds and marked (these are the numbers in
brackets) and all other types of hesitation-false starts, repetitions, filled pauses and parenthetic remarks put in italics. It is
these hesitations (both filled and unfilled) which dominate spontaneous speech and give it its distinctive structure and
Todo esto equivale a decir que en el discurso oral uno no puede destruir los borradores. Si
hubiéramos tenido acceso al manuscrito (o mecanografiado) original de Mr Beattie y se hubiera
publicado con todas las tachaduras, los errores de tipeado, las reescrituras, y los períodos de
pensamiento silencioso en tercios de segundo, podríamos decir “pero lo que en realidad
escribió fue…”.
Aquí tenemos otro ejemplo:
'Yer saw the Star Trek film, eh? What ya think of it then?'
'Oh, dunno. S'alright I s'pose [shrugs expressively] ... good effects ... yeah . . . beaut'effects.
And they've got these things . . . these spaceships . .'. sort of sailing along . . . and the 33
music ... wow, that was something. But it wasn't all that . . . [Waves hand disparagingly]
you know 'Boring?' 'Yeah ... no . what 1 mean is ... well in Star Wars they were really up
against something, weren't they ... it got you in, didn't it? don't you reckon? Yeah, but in
this film . . . well, there's no one there when they Set there. Too much . . . no, too little,
happens . . . I dunno give me Star, Wars'.
Did you notice how formless, tentative and spur-of-the-moment the sample of speech . . .
was? Yet, although it looks shabby in printed form, the original conversation would have
seemed quite sensible to the participants (try reading it aloud). Why? Because speech is, by
its nature, usually unstructured, superficial and low in content.
(Richard McRoberts, Writing Workshop: A Student's Guide to the Craft of Writing,
Macmillan, South Melb., Vic., 1981, pp. 4, 5)
En este caso, las consideraciones que lo acompañan son más útiles, pero todavía hay algunos
errores en el desarrollo. El ejemplo de oralidad era vacilante y apurado por el tiempo, pero no
era amorfo. El discurso oral, por su misma naturaleza, tiene ‘contenido escaso’, en el sentido
especial que hemos dado a la densidad léxica en al capítulo 5; pero no es ‘escaso de contenido’
en el sentido general de carente de información, y con seguridad, no carece de estructura ni es
superficial.
La ‘falta de forma’ del discurso oral es un dispositivo de la transcripción; si un texto escrito se
reprodujera incluyento todos los procesos de planificación que se requirireron para construirlo,
también parecería amorfo. Pero ni aún la transcripción más exhaustiva podría lograr que la
lengua oral tuviera un buen aspecto por escrito, por una razón muy obvia: no fue pensado para
ser escrito. Del mismo modo, la lengua escrita no suena demasiado bien en el habla; trate de
leer en voz alta el siguiente texto como si fuera una conversación:
THE DICTIONARY OF WORLD LITERATURE: CRITICISMFORMS-TECHNIQUE presents a
consideration of critics and criticism, of literary schools, movements, forms, and
techniquesincluding drama and the theatre-in eastern and western lands from the earliest
times; of literary and critical terms and ideas; with other material that may provide
background of understanding to all who, as creator, critic, or receptor, approach a literary
or theatrical work.
feeling. (Geoffrey Beattie: Talk: An Analysis of Speech and Non-verbal Behaviour in Conversation, Open University Press,
1983, p.33)
All the material here included has been written especially for this volume. Every item is
the product of planning, consultation, and consideration both before and after writing. As
far as possible, especially in the longer articles, the style of every contributor has been
respected. With some of the factual items principally (as in the classical field) the editor
has had to use a freer hand, where a topic was covered for various periods by different
scholars, or presented in detail beyond the proportione& capacity of this volume. The
several problems of cuts and interlinkings have been met with the work as a whole in
mind, in the effort to combine accuracy and adequacy of presentation with due
proportion and scope. Bibliographies indicate 'further avenues of inquiry'. ' ~- ': '
34
' The listing of the contributors' names is no measure of their service. (In'one'oi two
discussions`of current topics, the editor has inserted reference to the authors, who had
modestly withheld such mention.) Many have been helpful, beyond any indication of their
initials, in the organization of the material as well as in its final shaping. Suggestions have
come most generously from Fernand Baldensperger; G.A. Borgese; A.K. Coomaraswamy;
Marian Harman; Urban T. Holmes, Jr.; William S. Knickerbocker; Manuel Kornroff; 3. Craig
La Driare; Eliseo Vivas. Allardyce Nicoll has been richly responsive with material
concerning the theatre. In addition to contributing therein, William A. Oldfather has
supervised the wide range of the classics. Waiter A. Reichart has organized and edited the
Germanic field.
(From Preface to Dictionary of World Literature: Criticism, Forms, Technique ed. J. T.
Shipley, Routledge, London 1945, p. v)
Representar a una a través de los lentes de la otra es como juzgar una pintura en relación con
una buena fotografía. Hay que pensar la lengua oral y la lengua escrita en relación con tres
aspectos que se interrelacionan entre sí: la naturaleza del medio, la función a la que sirve y las
propiedades formales que exhibe, es decir, el medio, la función y la forma.
Medio
función
forma
Los tres aspectos van juntos. Así, el medio hablado, en el cual el texto es un proceso (y sólo se
convierte en producto por traducción, es decir cuando se ‘escribe’), exhibe determinadas
propiedades de organización y es adecuado para determinadas funciones. Puede producirse a
gran velocidad, puede realizar rápidos ajustes a la luz de un contexto cambiante, y expresa
sutiles matices de significado interpersonal. Tiende a ser desvalorizado en las culturas con
escritura porque no es el principal medio de acceso al poder y los privilegios. No obstate, antes
de la invención de la escritura, la lengua oral fue el vehículo de la poesía, la oratoria y lo
sagrado, e incluso en nuestra propia cultura no ha perdido totalmente su valor retórico. Todavía
seguimos apreciando a buen orador y un buen conversador.
En realidad, la lengua oral no está menos estructurada ni es menos organizada que la escrita. Y
no podría ser de otra manera porque ambas son manifestaciones del mismo sistema. El inglés
hablado y el inglés escrito, ambos son tipos de inglés, y la mayor parte de su estructuración es
exactamente la misma. Pero así como pudimos identificar una característica que se encuentra
particularmente en el inglés escrito, la alta densidad lexica, también podemos señalar una
propiedad que es especialmente característica del inglés hablado, y esta no es precisamente la
ausencia de la característica mencionada.
En efecto, el inglés hablado tiene su propia complejidad, que surge de la naturaleza del medio.
Para poder investigar esta complejidad tendremos que explorer la gramática del inglés hasta el
rango de lo que denominamos el COMPLEJO DE CLÁUSULA. El complejo de cláusula es lo que
encontramos detrás de la oración como unidad de la escritura, pero no depende de la lengua
escrita, y se desarrolla muy bien en el discurso de los niños incluso mucho tiempo antes de que
aprendan a leer y escribir. El complejo de cláusula juega un papel muy importante en el proceso 35
de la comunicación oral.
10
N.T. La traducción aproximada ene spañol sería: ||| El empleo de este método de control lleva incuestionablemente a un
recorrido más rápido y seguro de los trenes en las condiciones climáticas más adversas. |||
11
La traducción aproximada en español sería: ||| Si se emplea este método de control || los trenes podrán correr más seguros y
a mayor velocidad || (incluso) cuando las condiciones climáticas sean muy adversas |||
||| Or they could be in an aeroplane || and there was a great electrical storm || and they
were blown off course || and the electricity made all the radio go dead || so there were
no radio sounds || and nobody could bear them |||
6 cláusulas con 13 ítems léxicos, una densidad léxica de 2. En este caso, la posible ‘traducción’
sería algo como:
||| alternatively they might be in an aeroplane, || which was blown off course by a
violent electrical storm; || the electricity silenced the radio, || so that they could no
longer be heard |||
12 ítems léxicos distribuidos en 4 cláusulas; densidad 3. Taking a further step in the 'written' 36
direction:
||| As a possible alternative, the aeroplane || in which they were travelling || might have
been deflected from its course by a violent electrical storm, || which disrupted radio
communication || and prevented them from being audible |||
13 ítems léxicos, 3 cláusulas, nuevamente, omitiendo la incrustada; densidad 4. (La cláusulas
incrustadas no se cuentan por separado porque funcionan dentro de otra cláusula, si las
contáramos, entonces los items léxicos que están dentro de ella deberían contarse dos veces,
porque ocurrirían tanto en la cláusula incrustada como en la cláusula que la contiene.)
No continuaremos con el conteo, las cantidades en sí mismas no tienen gran importancia, sólo
sirven para señalar este punto. Basándome en diversos ejemplos he comprobado que la
densidad lexica típica de l inglés hablado es entre 1.5 y 2, mientras que la del inglés escrito está
entre 3 y 6, según el nivel de formalidad del escrito. Obviamente las cantidades varían
considerablemente según la base teórica del criterio de análisis empleado para decidir qué es
un ítem léxico, y de los criterios para decidir qué es una cláusula, así como si se van a contar
sólo las cláusulas de rango, o si se van a incluir las cláusulas incrustadas (de bajadas de rango).
Pero cualquiera sea el criterio empleado, si se lo aplica de manera consistente, la densidad
léxica de la lengua escrita será probablemente el doble de la densidad léxica de la lengua oral, y
la discrepancia sera mayor si se tienen en cuenta otros factores como la relativa probabilidad de
aparición de los ítems léxicos.
En la próxima sección examinaremos qué es lo que provoca esta baja densidad léxica del inglés
hablado.
escrita hablada
Every previous visit had left me with a sense of the Whenever I'd visited there before I'd ended up feeling that it
futility of further action would be on my part futile if I tried to do anything more.
Violence changed the face of once peaceful Swiss cities. The cities in Switzerland had once been peaceful, but they
changed when people became violent.
Improvements in technology have used to be when Because the technology has improved reduced the risks and
associated with installation. high costs 'it's less risky than it simultaneous you install them
at the same time, and it doesn't cost so much either.
Opinion in the colony greeted the promised change with The people in the colony rejoiced when it was promised that
cómo ocurrirá esto y si sera necesario intervenir con algún tipo de planificación lingüística para
ayudar a que esto ocurra.
Como lo demuestra este ejemplo, la forma de la expresión ‘proceso’ puede requerir más de una
cláusula para ajustarse a una forma ‘producto’ equivalente. Los ejemplos del capítulo 5
ilustraban el mismo punto.
Pero varias cláusulas no pueden simplemente ensartarse entre sí. Si se quiere representar la
sustancia material como un fenómeno complejo, o como un conjunto de fenómenos
interrelacionados, entonces también será necesario manifestar esta relación. Esta es la función
del complejo de cláusula.
Un complejo de cláusula es la manera gramatical de mostrar
(1) qué procesos van juntos en una cláusula y
(2) cómo se relacionan entre sí.
Hay esencialmente dos maneras de lograr esto:
1. los procesos se tratan como equivalentes, ninguno de ellos depende del otro
(PARATAXIS)
2. los procesos de tratan como no equivalentes, uno depende del otro (HIPOTAXIS).
Estas dos posibilidades surgen en cualquier par de cláusulas relacionadas entre sí.
Ejemplos de parataxis:
cláusula 1 cláusula 2
Es menos riesgoso y/ o /pero/ cuesta más.
Es bastante seguro: no hay peligro.
Tomás dijo, 'No hay peligro'.
Ejemplos de hipotaxis:
cláusula α cláusula β
Se acercaron al gobierno en lugar de solventarlo ellos mismos.
Se acercaron al gobierno quien rechazó su solicitud.
Se acercaron al gobierno para pedir financiamiento.
Dijeron que solicitarían financiamiento al gobierno.
cláusula α cláusula β
En lugar de solventarlo ellos mismos se acercaron al gobierno
Como necesitaban financiamiento se acercaron al gobierno 39
Solicitarían financiamiento al gobierno, dijeron
La cláusula dependiente (marcada como β en la notación) puede ser no-finita (con verboide, sin
verbo conjugado), mientras la gramática tradicional no reconocía a este tipo de cláusulas. Por
otra parte, la hipotaxis no incluye la incrustación, que es un fenómeno bastante diferente. En los
siguientes ejemplos:
1. ¿vió a mi marido, que venía conmigo? (hipotaxis)
2. ¿vio al hombre que venía conmigo? (incrustación)
1) es un complejo de cláusula que comprende dos cláusulas, la estructura es α ^ β. Se pronuncia
oralmente con dos grupos tonales (posiblemente con un pequeño silencio entre ambos); y es
posible responder a cualquiera de las cláusulas, es decir, el oyente podría reponder: No (no lo vi)
o ¿sí? (¿el hombre que venía con usted era su marido?).
(2) es una única cláusula, solo que tiene otra cláusula incrustada en su interior. Se pronunciará
oralmente como un único grupo tonal; y no sería possible responder a la cláusula incrustada, es
decir, no tendría sentido responder ¿sí? (¿el hombre que venía con usted era su marido?).
Si combinamos la notación de la cláusula con la del grupo tonal tendríamos lo siguiente:
1. ||| // 2 have you / seen my / husband who || 2 came in / with me || |||
2. ||| // 2 have you / seen the / man || who / came in / with me || ||| //
Para mostrar que el discurso de este tipo no es especial de los criadores de perros, aquí se
incluyen otros tres fragmentos, uno de una madre que ayuda a su hija a hacer la tarea, otra de
un académico y otra de un niño de 6 años, 4:
The more tests you do, and the more different ways that questions are put to you, the
more you're going to understand what the questions are about. So what you're doing is
sort of having a big bath of scientific language, and the more times you get into the bath
the better you swim. And these kinds of tests are really good, because at school the
teacher knows what she's taught you, and she knows the words she's used and everything
else; these tests are sort of generalised, so there's no way they can know exactly what
you've learnt, but they know approximately what you should be learning about, so they
ask you questions to test how much of the information has gone into your brain and been
assimilated so that you can reproduce it even if the question is slightly different.
(grabado por Robert Borel de Bitche)
The one comment I’d have has to do with her writing this up.The dissertation was written-
up within the frame 'these are the extant theories; let's use these to derive hypotheses
and get some data and cast them against the theories', and that's fine, but it's also a limit,
because it leads her for example not to ask such questions as the kind of thing 1 was
pushing her on a little bit, what alternative meanings might be given to the class variable
other than the socialization-it is true that in this literature the class variable is interpreted
as a socialization variable, but that's not necessarily the case if you start from the more
general question of how can we explain radicalism rather than the more particular
question of given the theories currently used to explain radicalism.
(grabado por Allen Grimshaw)
When we ride on a train -in the railway museum it's an oldfashioned train but we call it a
new-fashioned train though it's old-fashioned because it's newer than the trains that have
only got one.
-One what?
-One driving wheel. But when we ride on a Deltic not in a museum we call it an old-
fashioned train.
Muchas veces se piensa que las secuencias de discurso conversacional como estas son
simplemente cadenas de ‘y’. Estos fragmentos muestran claramente que no lo son. Más bien se
trata de intrincadas construcciones de cláusulas que no sólo varían en el tipo de
interdependencia (hipotaxis o parataxis) sino también en las relaciones lógico-semánticas que
involucran. Entre ellas se incluyen no solo los tres tipos básicos de expansión (agregar un nuevo
punto de vista, reformular, ejemplificar o agregar un calificativo) sino también relaciones de
proyección, en las que el hablante cita lo que dice o lo que piensa otra persona y lo incorpora
gramaticalmente en su propio discurso.
El complejo de cláusula es el recurso por el cual se logra esto. Incluye el potencial iterativo
42
fundamental de la gramática. Este potencial se basa en palabras, grupos y cláusulas, por
ejemplo, las extensas cadenas de sustantivos que encontramos en los titulares, en los nombres
de las partes de las máquinas y en los catálogos. Pero como característica particular de la lengua
hablada, su principal contribución se dá en el nivel o rango de la cláusula. La consecuencia
natural de la preferencia de la lengua ablad por representar las cosas como procesos es que no
sólo tiene que se capaz de representar aisladamente un proceso después de otro sino
configuraciones enteras de procesos relacionados entre sí de diferentes maneras. De esto se
trata el complejo de cláusula.
(12)
Por supuesto, la argumentación es compleja, pero la gramática oracional es extremadamente
simple. Hay algunas cláusulas incrustadas dentro de los grupos nominales, pero incluso teniendo
en cuenta estas cláusulas incrustadas, el fragmento no muestra el tipo de complejidad dinámica
que se asocia regularmente con la conversación natural espontánea. La complejidad de la
lengua escrita reside en la densidad de su sustancia, sólida como un diamante formado por una
enorme presión.
En contraste, la complejidad del discurso hablado es su movimiento intrincado, líquido como un
río que corre velozmente. Si empleamos una analogía con el comportamiento, la estructura de
43
la lengua hablada es de tipo coreográfico. Por supuesto, muchas conversaciones son
fragmentarias, los hablantes toman la palabra en turnos muy breves y el potencial para crear
estos patrones dinámicos no se explota plenamente. Pero la diferencia no es tan grande como
parece, porque lo que ocurre en el diálogo es que los hablantes comparten la producción del
discurso, de manera que aunque la gramática del discurso oral no muestra las estructuras
paratácticas o hipotácticas del complejo de cláusula del mismo modo en que se manifiestan
cuando el mismo hablante retiene la palabra, algunas de las mismas relaciones semánticas
pueden estar presentes de un turno a otro. Aquí presentamos dos ejemplos, una conversación
entre tres hablantes adultos y la otra, entre un adulto y un niño.
12
N.T. La version en inglés citada por Halliday es la siguiente: We have defined the content of a scientific discipline by
reference to three interrelated sets of elements: (1) the current explanatory goals of the science, (2) its current repertory of
concepts and explanatory procedures, and (3) the accumulated experience of the scientists working in this particular
discipline-i.e., the outcome of their efforts to fulfil their current explanatory ambitions, by applying the available repertory of
concepts and explanatory procedures. So understood, of course, the 'experience' of scientists is not at all the sort of thing
assumed, either by sensationalist philosophers like Mach, for whom the ultimate data of science were supposedly 'sense-
impressions', or by physicalist philosophers such as the logical empiricists, for whom 'scientific experience' simply comprises
straightforward factual generalizations. Rather, the experience of scientists resembles that of other professional men: for
example, lawyers, engineers or airline pilots.
probable es que el discurso oral se interprete naturalmente, sin prestar atención a sus sonidos y
sus expresiones, porque así sucede con lo que es necesario para la supervivencia). Pero
transcribir estos aspectos por escrito es como imprimir un texto escrito con todas las
correcciones y tachaduras que realiza el escritor y con los deslizamientos y manchas de las
lapiceras, todo el trabajo preliminar junto con la versión final, y luego decir ‘¡vaya, qué
desorden, cuánta confusión, qué porquería!’. (Imaginemos la lectura de un manuscrito no
editado con estas características a una persona no alfabetizada; esa sería exactamente la
imagen que esta persona tendría acerca de cómo es la lengua escrita. La tercera razón parece
ser que cuando los filósofos del lenguaje comenzaron a registrar el habla, comenzaron con los
seminarios académicos, porque eran más fáciles de obtener: allí se encuentra una gran cantidad 44
de discurso, los participantes no se movían de su lugar, y no tendrían objeciones en ser
grabados, porque no había posibilidad de que se revelaran secretos personales. Pero este es
precisamente el tipo de discurso que no es muy desarticulado, porque quienes participan en
estas interacciones tienen que pensar bien lo que están diciendo y van organizando sus
argumentaciones a medida que avanzan. En cambio, los intercambios cotidianos de la vida
familiar, los chismes y comentarios entre vecinos, el diálogo con relato que circula
habitualmente entre las personas cuando se sientan a comer o a tomar algo en un bar, y
también el discurso pragmático que tiene lugar cuando las personas se reúnen para realizar un
trabajo o un proyecto en común, tiende a ser más fluida y articulada porque los hablantes no
tienen que pensar todo el tiempo sobre lo que están diciendo.
Si lo que uno pretende es presentar todos los aspectos que intervienen en la planificación del
habla, entonces resulta apropiado transcribirla de este modo, es como hacer una fotocopia del
manuscrito de un poema de un autor original, o si quieren preservar todas las etapas que ha
atravesado un niño compositor, es un trabajo de investigación. Pero uno no usaría estos
documentos para representar la lengua escrita. Del mismo modo, si se quiere comprender cómo
es la lengua oral (que es un objetivo de investigación diferente al que mencionamos antes) uno
busca un sistema de transcripción que sea informativo, que incorpore las propiedades
sistemáticas y significativas del discurso y que la escritura usualmente deja de lado, pero sin
incorporar todas el material de pequeñas piezas, los virajes y cambios de rumbo que fueron
dejados de lado en el proceso.
Los siguientes son algunos sistemas de transcripción para el inglés hablado que se usan
corrientemente; las referencias muestran dónde pueden encontrarse.
1. Survey of English Usage system
R. Quirk & J. Svartvik, A Corpus of English Conversation (Longman, London, 1980).
2. Birmingham Discourse Analysis system
J. McH. Sinclair & D. Brazil, Teacher Talk (Oxford University Press, London, 1982).
3. Bristol Language Development Study system
G. Wells et al., Learning through Interaction (Cambridge University Press, Cambridge,
1981).
4. Conversational Analysis system
H. Sacks, E.A. Schegloff & G. Jefferson, 'A simplest systematics for the analysing of turn-
taking in conversation', Language, vol. 50, 1974. .
5. Language Development Notation
L. Bloom, Language Development: Form and Function in Emerging Grammars (MIT Press,
Cambridge, Massachusetts, 1970).
Capítulo 7
aunque ya no requieran bandejas y archivos llenos de papeles. Pero esta es la razón por
la que en principio apareció la escritura, es decir, para que fuera adecuada o apropiada
para cumplir funciones diferentes. En esa medida, por lo tanto, no dicen las mismas
cosas. Los significados que se expresan en contextos donde se emplea la escritura
normalmente no se traducen en el habla. Sin duda podría hacerse esto, pero no tendría
demasiado sentido. A nadie se le ocurre andar leyendo en voz alta las reglamentaciones
de un pasaje aéreo. (Por otra parte, es una pena que no tengamos el hábito de leer en
voz alta una obra de teatro o de recitar un poema, porque si lo hiciéramos podríamos
lograr una poesía más sonora.) Por otra parte, tampoco escribimos las conversaciones
familiares y los encuentros de servicio de la vida cotidiana, y resultarían 47
extremadamente aburridos si los tuviéramos que leer. Así como ocurre en una cultura
bilingüe, las lenguas casi siempre están especializadas para emplearse en diferentes
actividades, en tópicos diferentes, en diferentes relaciones personales: no tendría
sentido tener dos lenguas que sirvan para hacer exactamente las mismas cosas, del
mismo modo, no tendría sentido que existan el habla y la escritura si ambas sólo
duplican las mismas funciones.
3. En tercer lugar está el punto que señalamos en el ultimo capítulo, es decir, que el habla y
la escritura imponen diferentes grillas o formas de ver la experiencia. En cierto sentido
crean realidades diferentes. La escritura crea un mundo de cosas, el habla crea un
mundo de sucesos, acontecimientos o eventos. Entonces, la pregunta que se plantea es
si alguna de ellas es en algún sentido más ‘básica’ o ‘más cercana a la realidad’ que la
otra, y si así fuera, cuál de ellas. Esta no es una pregunta fácil de responder y no la
podremos resolver aquí. Pero merece una sección de discusión propia, aunque sea
inevitablemente muy esquemática.
Metáfora gramatical
Adviértase que cuando hacemos una ‘traducción’ entre el habla y la escritura, ciertos tipos de
expresiones cambian o se expresan de manera diferente. En la escritura tendemos a emplear
algunos pocos verbos diferentes, fuera del verbo be [en español, ser/estar] y sus sinónimos (en
inglés, represent, comprise, form, add up to, constitute, etc.; en español, representar,
comprender, incluir, formar, agregar, constituir, etc.) hay otros verbos como lead to, cause,
follow, allow, derive, cover, include (en español inducir, llevar a, causar, permitir, derivar, cubrir,
recubrir, incluir), que se refieren a relaciones circunstanciales:
en inglés
applause followed the announcement after the announcement, people applauded
this development could lead to a different outcome in view of this development, things might turn out differently
he derived much satisfaction from this discovery because of this discovery he was very satisfied
her speech covered five points she spoke about five points
en español
un aplauso siguió al anuncio luego del anuncio, la gente aplaudió
esta tendencia podría producir resultados diferentes según esta tendencia, las cosas podrían resultar diferentes
él obtuvo muchas satisfacciones de su descubrimiento estaba muy satisfecho con su descubrimiento
En el habla, encontramos una mayor cantidad de verbos. En la versión escrita estos verbos se
convierten en sustantivos, muchos de los cuales son por lo tanto sustantivos que nombran
procesos, como applause, speech, outcome, and satisfaction [en español, aplauso, discurso,
resultado, satisfaction] en los ejemplos citados. En un equivalente ‘más oral’, announcement,
development y discovery [anuncio, tendencia, descubrimiento] podrían aparecer también como
verbos:
after they had announced (it), people applauded
in view of what has developed, things might turn out differently 48
he was very satisfied because he had discovered this
En cierto sentido las formas habladas parecen más cercanas a las cosas. Las variantes escritas
tienen una especie de cualidad metafórica, si dejamos de lado que no hay un mayor grado de
metaforicidad en la elección de las palabras, que son las mismas en ambos ejemplos: announce
/ announcement, applause / applauded, discover / discovery, etc. (Los miembros de estos pares
son ‘las mismas palabras’ en el sentido de que son los mismos ÍTEMS LÉXICOS, que sólo difieren por
derivación o inflexión.) La metáfora está en la gramática. Algo que típicamente se representaría,
dado el sistema gramatical del inglés, como un verbo, se ha representado como un sustantivo.
¿Por qué decimos que cosas como 'announcing', 'applauding', 'discovering', 'turning out' [algo
similiar ocurre en español con 'anunciar', 'aplaudir', 'descubrir', 'cambiar o quitar'] se
representarían típicamente como verbos? Porque en la semántica del inglés estos son procesos:
alguien hacé algo, o algo está ocurriendo. Hay un elemento similar de metáfora gramatical en lo
que la lengua escrita emplea como verbos. Si una cosa ‘siguiera’ a otra, y las dos ‘cosas’ fueran
eventos, entonces en la semántica del inglés el fenómeno se registraría como ‘that happened,
then this happened’ [en español sucedió aquello, luego sucedió esto]: dos procesos, relacionados
entre sí en el tiempo. El modo típico de expresar en la gramática una relación temporal entre
procesos es mediante un complejo de cláusula hipotáctico o paratáctico:
After they had announced it, people applauded β ^ α
Luego de que ellos anunciaron esto, la gente aplaudió β ^ α
they announced it, then people applauded 1^ 2
ellos anunciaron esto, luego la gente aplaudió 1^ 2
Pero con el empleo de una metáfora gramatical, la relación temporal se codifica mediante un
verbo, follow [sigue]; como si solo hubiera existido un proceso, en lugar de dos, uno de anunciar
y otro de aplaudir.
Para que quede más claro, expresar algo metafóricamente no es ni mejor ni peor que expresarlo
de manera congruente o ‘literal’. Todo uso lingüístico contiene una gran cantidad de metáfora,
no hay razón para suponer que el lenguaje haya carecido alguna vez de metáforas, desde que se
convirtió en algo distinto del protolenguaje. Incluso podrían observarse ciertos desarrollos en el
protolenguaje como metafóricos, en la medida que involucren algún tipo de transferencia de
No importa si en alguna ocasión particular estas formas fueron orales o escritas; el punto es que
las variantes menos metafóricas tienden a producirse en el habla y las más metafóricas tienden
a ocurrir en la escritura. Por eso podemos decir que la lengua escrita se asocial con el empleo de
la metáfora gramatical.
Al mismo tiempo, hay muchas instancias de metáfora gramatical que están asociadas con la
lengua oral. Algunas de ellas pueden haber sido tomadas en primer momento de la lengua
escrita, pero no necesariamente, y algunas son particularmente características de la oralidad,
como aquella por la cual un proceso se representa mediante la combinación de un verbo
léxicamente ‘vacío’ (have, do, make, take, go, give) con un sustantivo que expresa el evento o la
acción: have a bath, make a mistake, give a growl, y otros similares [13]. Aquí funciona el mismo
principio que en otras estructuras nominalizadas: los sustantivos se pueden expandir o
desarrollar con más facilidad que los verbos y decir cosas como make the same silly mistake,
gave two or three warning growls, have a nice hot bath [14], que no se pueden expresar tan
fácilmente con los verbos err, growl, bathe [equivocar, gritar, bañar].
No obstante, este tipo de codificación entrecruzada, en sus formas más complejas es
particularmente característico de la lengua escrita, y es una de las maneras en que logra su alta
densidad léxica. Algo que merece señalarse es que para los niños estas formas son más difíciles
de comprender. En este sentido, debemos distinguir tres fenómenos diferentes: la
generalización, la abstracción y la metáfora, porque cada uno de ellos se logra controlar en
diferentes momentos del desarrollo del lenguaje en los chicos.
1. Generalización: de lo específico a lo general. Los chicos no tienen dificultad para
generalizar; tan pronto como ingresan en la lengua materna, aprenden a nombrar las
cosas y esto implica que tienen la idea de clase de cosas. Tienen que aprender cuáles son
13
N.T. En español, serían ejemplos similares tomar un baño, dar un paseo, dar un grito, tener una equivocación.
14
N.T. En español, serían ejemplos similares tuvo la misma estúpida equivocación, dio dos o tres gritos de auxilio,darse un buen
baño caliente.
precisamente los límites o las fronteras de las clases: qué es un reloj, qué es un reloj
pulsera, qué es una radio, un televisor, y así sucesivamente, pero el principio de que las
palabras nombran clases de cosas, y que algunas clases incluyen otras clases, no significa
un problema para ellos.
2. Abstracción: de lo concreto a lo abstracto: es posterior, los chicos tienen dificultades con
los términos abstractos, típicamente hasta los 5 años aproximadamente. (Un ejemplo de
Nigel, a los 4 años. Le había contado a su madre un largo relato sobre un colectivo de
dos pisos, ella le dice: La madre dice: ‘Those are very interesting observations’. Nigel:
‘What did she meán by observations?—there are no doble-decker observation coãches’.
Para él observation solo podia significar un coche de observación como los que hay al 50
final de los trenes (15).
3. Metáfora: de lo congruente a lo metafórico. Esta (fuera del tipo have a bath, que
tomado de y convertido en forma regular de la lengua hablada) es poco probable que se
maneje antes de los 8 o los 9 años. Esto explica algunos de los problemas que tienen los
chicos con los libros de texto de la escuela primaria, cuando incluyen metáforas
gramaticales en sus escritos. Una cláusula como tradition dictated the wiping of food
with hands [la tradición estipulaba la limpieza de la comida con las manos] es muy
probable que les resulte muy difícil.
En este sentido, por lo tanto, la lengua escrita tiende a ser mucho más codificada, más alejada
de o menos directamente relacionada con las categorías de nuestra experiencia cotidiana. Esto,
a su vez, si estamos alfabetizados, afecta nuestras percepciones acerca de cómo es el mundo.
Seguramente existe una relación entre el modo en que nuestra experiencia es codificada en la
lengua y el modo en que aplicamos esa experiencia (o nuestra interpretación de esa
experiencia) para resolver problemas. Pero ésta es un área bastante poco investigada hasta el
momento.
15
. La madre dice: ‘tus observaciones son muy interesantes’. Nigel: ¿qué quiere decir ella con ‘observaciones’? no hay coches de
observación de dos pisos’.
Conclusión
En una cultura con escritura hay una tendencia a no tomar en serio a la lengua hablada. Esto no
debe sorprendernos, porque en nuestra sociedad, la escritura no sólo ha asumido muchas de las
funciones altamente prestigiadas de la lengua, sino también porque los textos que tienen más
valor ahora, son también los textos escritos. Los registros escritos han reemplazado las
memorias orales como depositarias de la sabiduría colectiva y del arte verbal.
La lingüística ha jugado un papel muy significativo en la sacralización de la lengua escrita. Sólo
después que la lengua tuvo su forma escrita pudo convertirse en un objeto accesible a la
atención conciente y apto para el estudio sistemático, de modo que la gramática comienza
cuando comienza la escritura y lo que hace es codificar la lengua escrita. La llamada ‘gramática 52
tradicional’ que se incorporó a las ‘gramáticas escolares’ fue una teoría de la lengua escrita.
Como en la escritura solo conservamos la redacción final, esa gramática nos ofrece una imagen
idealizada de cómo es la lengua. Además, tiende a ser empleada de manera normativa, como un
modelo ideal que todos deberían esforzarse por alcanzar. Y como hay siempre muchas personas
que no logran alcanzar ese modelo ideal, los niños, los hablantes de formas dialectales, los
extranjeros, los analfabetos, este modelo se convierte en un medio de evaluar, de separar las
ovejas verbalmente sofisticadas de las cabras agramaticales.
La lingüística moderna ha tratado de restituir el equilibrio, prestando atención tanto a la lengua
oral como a la escrita. Y existen buenas razones de principio que apoyan este movimiento. Dado
que la lengua evoluciona como discurso oral y es aprendido en forma oral por los individuos,
tenemos que estudiarla en su forma hablada si queremos comprenderla adecuadamente.
Si esta fuera la única razón, el estudio de la lengua hablada podría ser el coto reservado a los
lingüistas, dejando que otros dediquen su atención a la lengua escrita, como lo hicieron
siempre. Pero no es así.
Existen por lo menos otras dos razones para tomar seriamente la lengua hablada. Una es que en
la actualidad está recuperando su lugar como portadora de valor cultural. Hemos superado el
pico de la exclusiva alfabetización, para la cual sólo los artefactos escritos tenían mérito y la
información residía sólo en el mensaje escrito. (El paso crítico fue probablemente la invención
del teléfono.) El discurso oral ha vuelto a ganar al menos parte de su valor en la cultura.
La otra razón, no menos importante, es la que mencionamos en la última sección, que no sólo
aprendemos leyendo y escribiendo, sino también escuchando y hablando. El aprendizaje es
esencialmente un proceso de construcción de significados, y el componente cognitivo del
aprendizaje es un proceso de construcción de significados lingüísticos, de sistemas y estructuras
semánticas. Estos sistemas de significado, las realidades ideacionales e interpersonales que
creamos en y mediante la lengua comprenden, como hemos visto, dos perspectivas
complementarias: la sinóptica y la dinámica. Cuando aprendemos algo lo construimos
simultáneamente como un universo de cosas y como un universo de procesos (un hacer y
suceder, una acción y un evento). Podemos entender esto más fácilmente si lo relacionamos
con la pieza de una maquinaria: para comprender una máquina necesitamos una perspectiva
sinóptica de su construcción como un todo organizado, a partir de partes y de partes de partes,
y también necesitamos una perspectiva dinámica que nos permita comprender cómo marcha y
cómo funciona. Pero esto mismo es cierto para comprender cualquier otra cosa, ya se trate de
tirar piedras en el agua o de las relaciones familiares dentro de las cuales nos ubicamos al nacer.
La lengua hablada y escrita están adaptadas para cumplir los requerimientos de estas dos
dimensiones de la experiencia, del triple modo en que la lengua construye nuestro mundo. La
lengua es, al mismo tiempo,
(1) una parte de la realidad,
(2) una explicación de la realidad (16)
(3) una imagen de la realidad.
Veamos como funciona esto en el habla y la escritura.
1. Obviamente hablar y escribir, y sus contrapartes, escuchar y leer, son parte de la
realidad en el sentido de que (por lo menos cuando estamos alfabetizados) ambas
entran en nuestra experiencia. Somos hablantes y escritores, y la actividad verbal es 53
precisamente una de las actividades en las que nos involucramos en nuestra vida social.
2. Pero involucrarse en una actividad verbal implica una diferencia con otras actividades,
porque inevitablemente hace referencia a otros aspectos no verbales de la experiencia.
En este sentido la lengua es una explicación [account] de la realidad, y esto también vale
tanto para el hablar como para el escribir.
3. Pero cuando decimos que la lengua oral y escrita se parecen a la realidad lo decimos en
dos sentidos diferentes. Cada una es una metáfora para referirse a diferentes
dimensiones de la experiencia. La lengua hablada ocurre, sucede, es como el
funcionamiento de una máquina, como el comportamiento de las piedras en el aire y en
el agua, como la conducta de los padres y las tías. La lengua escrita existe, es como la
máquina, como la piedra sobre la superficie del agua, como las personas, hombres y
mujeres, de nuestro entorno familiar. Y como señalamos, las formas de la lengua
hablada y escrita manifiestan la metáfora: la lengua hablada prefiere la cláusula, donde
tienen lugar los procesos, y la lengua escrita prefiere el grupo nominal, el lugar donde se
constituyen las cosas.
Desde (3) existe una retroalimentación hacia (2). Como la lengua hablada es una imagen del
aspecto dinámico de la realidad, en su explicación de la realidad pone de relieve ese aspecto, y
ofrece una Buena imagen de cómo funcionan las cosas. Así, por ejemplo, las instrucciones orales
son por lo general más fáciles de cumplir, si es que están sincronizadas para adaptarse a la tarea
en cuestión. Las instrucciones escritas, en cambio, muchas veces tienen que ir acompañadas (o
incluso son reemplazadas) por imágenes. La lengua escrita realza el aspecto sinóptico de las
cosas, y puede ofrecer una explicación más efectiva de cómo es un producto terminado.
Ni los ciegos ni los sordos están impedidos de acceder a ninguna de estas variedades
lingüísticas, aunque la experiencia lingüística de estas personas son totalmente diferentes. Un
niño ciego aprende la lengua oral como cualquier otro, lo que necesita es una cantidad de
experiencia táctil y auditiva suficiente para ofrecerle los referentes de las formas lingüísticas.
Para el medio escrito, el contacto sobre secuencias de textos en Braille es bastante homologable
al recorrido de la vista por la escritura, de manera que no se hace necesario modificar las formas
de la lengua escrita.
La situación en el caso de los sordos es más compleja. El análogo más cercano de la lengua oral
en la experiencia de un niño sordo es una seña. Este es el nombre técnico para la lengua que
evoluciona naturalmente en la comunidad de sordos; en Australia esta forma se denomina
16
N.T. La palabra account [of reality] que emplea aquí Halliday puede traducirse al español como explicación, historia, relato,
descripción, relación, narración, presentación, exposición.
AUSLAN. Esta lengua funciona para cumplir los mismos propósitos de una primera lengua
hablada. Formalmente, es bastante diferente; el uso de los movimientos de la mano y el brazo
debe ser observado, en lugar de escuchar los movimientos de los labios y la lengua, y esto
implica que la expresión verbal del sistema léxico-gramatical es muy diferente a la de la lengua
hablada. Pero igual es una ‘lengua materna’ plenamente funcional, un sistema tri-estratificado
que de ninguna manera es inferior o más pobre; lo que falta en un sentido puede ser construido
de otra manera. Un niño sordo que ingresa a la lengua de señas tiene que dar un salto mayor
cuando aprende a leer y escribir, y esto no quiere decir que esté menos bien equipado para
aprender a escribir, sino que su lengua ‘hablada’ está bastante alejada de las expresiones
verbales [wordings] de la lengua escrita. Uno de los métodos para encarar este problema es el 54
empleo del la ‘lengua de señas’, expresiones verbales comunicadas en forma gestual. No
podemos continuar aquí el desarrollo de estos temas, pero es importante destacar que los
problemas especiales de los sordos no son intrínsecos a la lengua (si el niño sordo hijo de padres
oyentes tiene acceso a la lengua de señas). Son más bien problemas que se relacionan con la
comunicación con el resto de la comunidad y de las actitudes de los otros hacia ellos.
He tratado de comparar la lengua oral y escrita desde una perspectiva. En una sociedad sin
escritura, la lengua hablada realiza todas las funciones que debe cumplir el lenguaje, y como tal
no hay ninguna falta que señalar. En una sociedad con escritura, las funciones del lenguaje son
compartidas por el habla y la escritura, con alguna superposición entre ambas, pero en general
sus funciones están repartidas y se diferencian claramente.
Ambas son formas de la lengua; es el mismo sistema lingüístico el que subyace a ambas. Pero
ambas aprovechan diferentes aspectos del sistema y obtienen su dominio de maneras
diferentes.
La idea de que la lengua hablada es amorfa o asistemática, reducida a pequeños estallidos,
plagada de falsos comienzos, carente de estructura lógica, etc. es un mito, y bastante pernicioso
porque nos impide reconocer el papel decisivo que juega en el aprendizaje. Esta falsa imagen
surge porque al escribir, se analiza siempre el producto terminado, el cual es una versión muy
idealizada del proceso de escritura, mientras que en el discurso oral, se analizan, y por cierto de
manera bastante obsesiva, las pequeñas piezas y fragmentos que se entrecruzan, las
inserciones, las pausas, las interrupciones. Si consideramos esto como la norma del discurso
oral, entonces la norma para la escritura debería ser como se observa en la Figura 7.1.
55
En lugar de eso, en cambio, a la lengua oral (o más bien, al hablante) le concedemos el favor de
tomar su versión terminada como un texto. (La entonación y el ritmo nos dejan muy pocas
dudas acerca de esto; después de todo, el oyente siempre sabe, y si la persona que analiza un
texto no puede interpretarlo por lo menos también como lo hizo el oyente haría bien en armar
sus valijas y volverse a su casa.) Esto no es por supuesto, una cuestión de cortesía, es una
cuestión de comprensión. Si persistimos en considerar a la lengua hablada como una caricatura,
colocando a la escritura en un pedestal (como una inscripción), entonces será imposible que
comprendamos cómo es posible que un niño humano sea capaz de aprender.
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Página 27
Apéndice A-
Símbolos especiales
Símbolos gramaticales
||| límite de oración (complejo de cláusula)
|| límite de cláusula
| límite de grupo o frase 58
[[ ]] cláusula incrustada
[] grupo o frase incrustada
<< >> cláusula incluida
< > grupo o frase incluida
123... complejo paratáctico
αβγ ... complejo hipotáctico
x ^ y ‘x es seguido por y’
Símbolos prosódicos
// límite de grupo tonal
/ límite de pie
negrita prominencia tónica (foco informativo)
^ tiempo de silencio
1 acento 1 (tónico descendente)
2;2 acento 2 (tónico ascendente; precedido por caída de tono alto)
3 acento 3 (nivel, tónico bajo ascendente)
4 acento 4 (tónico descendente-ascendente)
5 acento 5 (tónico ascendente-descendente)
13 acento 13 (1 seguido de 3)
53 acento 53 (5 seguido de 3)
Símbolos fonéticos
[] (transcripción fonética incluida)
// (transcripción fonémica incluida)
Nota: se emplean los símbolos fonéticos del Alfabeto fonético internacional (IPA)