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(UASD)
Sección: 02
Fecha: 05/Septiembre/2019
Objetivo
Esta investigación tiene como objetivo principal, el poder identificar los modos de
crecimiento y modelos productivos presentes en el desarrollo económico de la
República Dominicana.
Contexto Histórico
En los últimos veinte años la República Dominicana ha sido una de las economías de
más alto crecimiento en Latinoamérica, con un crecimiento promedio del PIB en torno
al 5,4 por ciento anual entre 1992 y 2014. A pesar de este fenomenal desempeño
económico, la pobreza hoy en día es más alta que en 2000. La pobreza aumentó del 32
por ciento de la población en 2000 a casi 50 por ciento en 2004, tras la crisis financiera
y económica de 2003, para descender gradualmente al 41 por ciento en 2013. Data más
reciente indica una reducción al 35.8 por ciento del PIB en 2014.
De acuerdo con los indicadores del Doing Business 2015 del Grupo del Banco Mundial,
la República Dominicana junto a Jamaica y Trinidad Tobago estuvieron entre los países
que más reformas implementaron en Latinoamérica haciendo más fácil para los
empresarios locales el hacer negocios reduciendo el número de documentos necesarios
para importar y exportar; fortaleciendo la protección a inversores minoritarios mediante
mayores derechos de los accionistas y requisitos para una mayor transparencia
corporativa; y mejorando el sistema de información de crédito mediante la aprobación
de la nueva ley que regula la protección de datos personales y las operaciones de
instituciones de informes de crédito.
Pero, no es posible hablar de desarrollo económico sin matices humanos como nos
aclara América Bastidas Castañeda en su libro. Por lo que hablar del desarrollo
económico en la República Dominicana significa trascender la descripción cuantitativa
de las principales variables macro-económicas.
Por otra parte, comenzó a diferenciarse la vida material por regiones. En el área rural, la
satisfacción de necesidades se limitó a la subsistencia; y, el área urbana, se distinguió
por la producción de bienes manufacturados. Esa diferencia establecida, produjo que la
calidad de vida urbana fuera mejor, porque se tenía acceso a más recursos.
Sustitución de exportaciones
Para la sociedad dominicana, la Revolución Cubana tuvo gran influencia internacional,
puesto que materializo, para finales de la década de los cincuenta, la aspiración más
profunda de los pueblos: democracia. A ese periodo de lucha, le correspondió el fin de
la dictadura de Trujillo, lo cual ha sido el cambio más positivo del siglo XX.
El crecimiento de la economía se identifica con el crecimiento de la producción agro-
minera exportadora y de la manufactura, resultado del inicio del proceso de sustitución
de importaciones. Este proceso expresa los cambios que se han operado en el país
registrados en las cuentas nacionales.
La primera década del siglo XXI, la economía enfrento la crisis financiera de la quiebra
bancaria en el 2003, la crisis de los alimentos en 2007, la crisis de los precios del
petróleo 2008, la crisis inmobiliaria de las hipotecas suprime 2008 y nuevamente se ha
recrudecido en el 2010 la crisis alimentarias. El sector servicio representa el 54% de la
economía dominicana, gracias al peso del sector informal (57%) en la economía y la
rigidez en el crecimiento de los sectores primarios de la economía. Adema persiste el
problema eléctrico, se acelerara el grado de degradación ambiental, persisten los
problemas en los sectores primarios (Agrícola e industrial), las condiciones de salud y
educación dejan mucho que desear mientras persisten los problemas institucionales y
los desajustes comercial externo junto al estancamiento en el sector zona franca y
turismo ha permitido que cerca del 75% del crecimiento económico en el país, se esté
concentrando en los sectores no transables de la economía.
Los acreedores permanecen alertas ante los riesgos internos y externos, por la
desaceleración económica en 2017, cuando el PIB creció 4.6%, tasa inferior a años
anteriores. Medidas expansivas lo elevaron a 6.7% en enero-abril de 2018.
Aun así, el Fondo Monetario Internacional (FMI) insiste en una reforma tributaria. Pero
la maquinaria que impulsa el modelo de desarrollo dominicano, engrasado con deudas,
requerirá más que ajustes fiscales, reclama un nuevo rumbo, cambios profundos en el
orden político, económico y social.
2001- 2004
RD inició el siglo con una tasa cambiaria de RD$37 por un dólar y una deuda pública de
US$4-777 millones en 2001, cuando el PIB sumó US$25,261.1 millones. En 2003, bajó
a US$20,845.7 millones por la crisis bancaria que generó una devaluación del peso de
200%, cotizándose en 2004 a RD$55 por un dólar, la más alta de nuestra historia
económica contemporánea. En 2003 y 2004, la inflación subió a 42.7% y 28.7%
respectivamente, con un efecto devastador en el poder adquisitivo de los consumidores
2005-2008
2010-2011
Para 2010 la remuneración real de los trabajadores no se había recuperado tras la crisis
2003-2004. En 2010 eran 22% menos que el 2000. Y, según el Panorama Laboral 2011,
de OIT, el salario real retrocedió -0.75%. En 2011, el ingreso per cápita subió a
RD$5,218, promedio del que el 10% más rico acaparó US$2,000.
2012-2013
2014
2015-2017
Con la expansión en 2015, 7%, el PIB acumuló un crecimiento de 61.9%, que junto al
de 2016 y 2017, sumó 87.5%. RD ocupó en 2016 el lugar 120 entre 170 países en el
Índice de Percepción de la Corrupción. De US$1,689 millones a inicios de siglo, las
remesas de dominicanos en el exterior sumaron más de US$500 millones en 2017,
cuando la tasa de cambio sobrepasó los RD$49 por dólar.
Los datos arrojados por el banco Central de la República Dominicana en los últimos 20
años han estimado un crecimiento general de: 14.03%
Por otra parte, hacer investigaciones y análisis de este tipo, nos muestran una realidad
que está viviendo un país, y nos ayuda realmente a identificar los fallos a través del
tiempo que se han cometido a nivel económico, social y político, cosa que nos afecta a
todos. Asimismo, podemos a partir de este tipo de reflexión no solo identificar los fallos
sino también idear soluciones.
Bibliografía
Diario el Dinero
Boyer, R., & Freyssenet, M. (2003). Los modelos productivos. Madrid: Fundamentos.