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Silogismo, camino hacia la verdad

Desde tiempos remotos, el ser humano ha perseguido incansablemente el


conocimiento, en la necesidad de dar respuesta frente a diversas situaciones que
se le presentan, por ello se vale de la razón, como facultad mediante la cual
comprendemos la realidad y ésta se pone en marcha utilizando un proceso mental
denominado razonamiento, el cual lo empleamos permanentemente y sin darnos
cuenta de su estructura lógica e incluso sin percatarnos de los pasos que estamos
utilizando a la hora de argumentarlos. Todo esto hace posible, desarrollar
deducciones y elaborar juicios al respecto, lo que ha sido denominado “silogismo”,
siendo este el tema que nos ocupa para efectos del presente documento, por lo
cual se abordan en el mismo, los siguientes aspectos: definición etimológica, su
conceptualización, elementos y figuras silogísticas, incorporando a lo largo del
texto las consideraciones pertinentes de los participantes.

En el orden de ideas planteado, conviene presentar la definición etimológica


de la palabra silogismo, que proviene del latín: syllogĭsmus, la cual a su vez
procede del griego συλλογισμός (sulogismso), que combina la palabra logos =
razón; que significa razonamiento, silogismo, y de la palabra συλλογΐζουαι
(sollogizomai), que significa: sacar a la cuenta de resumir; reflexionar, pensar,
deducir, concluir. (Diccionario manual griego, Ed: Vox 552, p 552). De igual
manera, resulta oportuno presentar el concepto de Aristóteles (filósofo griego),
quien a su vez fue el que introdujo este terminó por vez primera, en su obra
conocida con El Organon, donde explana que el silogismo “es un argumento en el
cual establecidas ciertas cosas, resulta necesariamente de ellas, por ser lo que
son, otra cosa distinta de las anteriormente establecidas”. (Janez, 2014, p. 145).

Desde esta perspectiva, podemos discernir que el silogismo es una


inferencia que resulta de la valoración de distintos juicios, concretamente es el
resultado de una forma de razonamiento que consta de dos proposiciones como
premisas y otra como conclusión, siendo ésta última la inferencia deductiva de las
otras dos. El argumento deductivo es el que surge de un proceso mental, este es
parte de nuestra vida cotidiana, da la posibilidad de organizar nuestras ideas y
llegar a conclusiones partiendo de las premisas, es decir juntando hechos
conocidos los cuales nos permitirán a través del razonamiento llegar a una
deducción o conclusión que es desconocida, pero que es lo que nos dicta nuestro
criterio lógico. Partiendo de lo anterior, precisamos que el silogismo está
compuesto por los siguientes elementos: dos premisas, proposiciones o juicios y la
conclusión. Las premisas están representadas por dos, la mayor y la menor.

La premisa mayor o universal, es una idea general, que contiene un atributo


esencial, una verdad o afirmación que se considera universalmente aceptada, ésta
es el predicado de la conclusión y se designa con la letra P (predicado). La
premisa menor o particular es el hecho o idea sobre el que queremos conocer si
es cierto o no y que se compara con la premisa mayor, es el sujeto de la
conclusión y está representada por la letra S (sujeto). La conclusión resulta de la
comparación entre la premisa mayor (P) y la premisa menor (S) con respecto al
término medio, que se representa como M (medio) y no puede estar en la
conclusión. Lo planteado puede representarse a través del siguiente ejemplo:
FALTA

En el mismo orden de ideas, se presentan a continuación las figuras


silogísticas que son las diferentes estructuras que se pueden formar, de acuerdo a
la función del término M (medio), es decir a la ubicación del mismo entre las dos
premisas, lo cual queda representado como sigue, de acuerdo a Ruiz (s/F, p. 94)

1ª 2ª 3ª 4ª
FIGURA FIGURA FIGURA FIGURA
MP PM MP PM Premisa mayor
SM SM MS MS Premisa menor
SP SP SP SP Conclusión

En la primera figura, el término medio hace de sujeto, en la mayor y de


predicado en la menor; en la segunda, las dos veces de predicado; en la tercera
las dos veces de sujeto y la cuarta es la inversión de la primera, donde el término
medio hace de predicado en la mayor y de sujeto en la menor, puede
ejemplificarse así:

Por último, podemos mencionar que el silogismo parte de dos premisas y


una conclusión derivada de aquéllas. Se dice que la conclusión es válida si las
premisas lo son, pero desde un punto de vista formal. No importa aquí la
corrección o verdad material de las premisas, sino simplemente que la conclusión
se derive de ellas. Las premisas de la inferencia del silogismo jurídico requieren,
una vez determinadas, la verificación de su estructura lógica. Así, surge la
necesidad de analizar si la estructura de la premisa mayor de carácter normativo
se ajusta a la forma supuesto-consecuencia; y si de otro lado la premisa menor
corresponde efectivamente a un caso especial del supuesto de hecho general
contenido en la premisa mayor, en la norma vigente.

El argumento deductivo es muy importante para fundamentar nuestras


proposiciones en la práctica del derecho, es un encadenamiento lógico entre dos o
más juicios de los cuales el último es la consecuencia de los anteriores, para que
esto se dé es necesario que exista un nexo lógico para llegar a una conclusión
(verdadera). En el razonamiento deductivo la conclusión se deriva necesariamente
de las premisas (verdaderas). La deducción como se indicaba es un método de
razonamiento que parte de conceptos generales para llegar a conclusiones
particulares, la deducción busca a través del conocimiento, justificar conductas o
decisiones jurídicas, que permitan el esclarecimiento de los hechos para llegar a la
verdad.

Referencias bibliográficas

Diccionario manual griego, Ed: Vox 552, p 552


Janez, 2014, p. 145. Janez, 2014, p. 145).
Ruiz (s/F, p. 94)

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