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INTRODUCCIÓN
La prostitución, reconocida hoy en día por diversos Estados como Trabajo Sexual
Comercial (TSC), constituye una actividad económica relevante en muchos países y al mismo
tiempo es uno de los problemas sociales más difíciles de resolver. Los diferentes países no
deben dejar de lado el tratamiento de este tema, por lo que tienen que intentar buscar la
forma más adecuada para que la prostitución no siga generando y manteniendo la comisión
de delitos tan graves como la prostitución infantil, el turismo sexual o la trata de seres
humanos.
Al mismo tiempo es necesario reconocer los diferentes tipos de prostitución así como los
elementos que la conforman, para elegir el sistema que más convenga a los intereses de los
Estados.
Por lo demás, son varios los Estados que han cambiado en diversas ocasiones de sistema,
saltando de uno a otro sin haber logrado alcanzar sus objetivos y sin poder armonizar por
completo su ordenamiento jurídico con los instrumentos jurídicos internacionales sobre la
materia.
En suma la prostitución y la trata de personas muchas veces son como las dos caras de una
moneda, casi siempre la trata de personas es con el objetivo de prostituirlos, explotarlos
laboralmente, etc. En ese sentido disgregaremos amos tópicos para conjugarlos en la
criminalidad que causan, ambos temas son muy amplios pero en esta ocasión lo veremos
desde el punto de vista jurídico penal.
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Primera parte
Para hablar de los orígenes de la prostitución hay que remontarse a los albores de la
propia humanidad. Así, desde tiempos inmemoriales se tiene conocimiento de que algunas
prácticas de prostitución aparecían ligadas a determinadas ofrendas a los dioses en las que
las sacerdotisas ejercían actividades de carácter sexual en honor y gloria de los mismos. En
este sentido, la propia Biblia da noticia de algunas ciudades célebres por su promiscuidad,
como Corinto, Chipre, Caldea, Sodoma o Gomorra, en las que la prostitución era una
actividad muy habitual. Uno de los primeros países en regular la prostitución fue la
antigua Grecia, en donde la práctica de la prostitución era ejercida tanto por mujeres como
por hombres jóvenes.
Las Hetairas de Grecia tienen cierta similitud con las Geishas japonesas por su
condición entre prostitutas y cortesanas. Así, SOLÓN trató de preservar el orden y la moral
de Atenas, y para ello, además de tomar otras medidas, reglamentó la prostitución. Creó
casas especiales a las que llamó Dicterion, que quedaban confinadas a ciertos barrios y eran
monopolio del Estado que las administraba y percibía impuestos especiales por su
rendimiento En Roma, se trató de una manera mucho más severa a las prostitutas, pues,
además de ser rechazadas por la sociedad, se aprobó una dura reglamentación de su oficio,
de manera que la prostituta debía llevar su licencia stupri hasta su muerte, eran vigiladas
por censores y debían pagar el impuesto vectigal. Años más tarde se comenzó a sancionar
también a los pederastas. Posteriormente, con el cristianismo, comenzó la lucha contra la
prostitución destruyendo los registros que existían al respecto y fomentando los valores
morales de castidad y continencia.
Se estableció la monogamia como ley sagrada, sin embargo lo único que se consiguió fue
que la prostitución siguiera ejerciéndose de manera oculta hasta la formación de gremios para
dar protección y regulación a su oficio. Por lo demás, en Roma se llamaba de diferente
manera a las prostitutas según su estatus y especialización, así eran cuadrantarias las que
cobraban un cuadrante (una miseria) y felatoras las que practicaban la fellatio. Noticias más
recientes sobre la práctica de la prostitución se tienen en la Edad Media, en cuanto que
actividad sujeta al control tanto del Estado como de la Iglesia. Así, por ejemplo, el Papa
Clemente VI (1342-1352), debido a la abundancia de prostitutas, dictó una ordenanza en
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virtud de la cual se obligaba al pago de la mitad de las ganancias obtenidas por la práctica
de la prostitución, declarando herejes y condenando a la hoguera a aquéllas que no pagaban.
Por su parte, el Papa Julio II el 2 de julio de 1510 dispuso en una bula papal la creación
de un burdel para la práctica de la prostitución de mujeres jóvenes. Asimismo, los Papas
León X y Clemente VII permitieron el establecimiento de prostíbulos bajo la condición de
que una cuarta parte de los bienes de las mujeres que allí trabajaban pasasen después de su
muerte a manos de las monjas de Sainte-Marie-Madeleine. También existen noticias que
relatan que durante la Edad Media fueron numerosos los conventos en los que se
desarrollaban prácticas de prostitución, por las que la Iglesia obtenía unos importantes
ingresos.
En España, en la misma época, se tiene noticia de que varias ciudades, entre ellas la ciudad
de Valencia, llevaron a cabo un censo de mujeres que ejercían la prostitución. Dicho censo
tenía dos finalidades principales, una sanitaria, por cuanto existían médicos encargados de
vigilar el estado sanitario de las mujeres que se dedicaban a tales prácticas y otra recaudatoria,
ya que debían de pagar determinada cantidad de dinero por dedicarse a tal actividad,
limitando su ejercicio a determinadas mancebías.
Entonces podemos afirmar como certeza que la prostitución es una práctica que hunde sus
raíces históricas en períodos lejanos de la evolución humana, y en diversas sociedades del
mundo. Acerca de la prostitución en el mundo, algunos autores en sus huellas más antiguas
encuentras en lo que se conoce como Prostitución Sagrada, que fue un culto especial a
ciertas divinidades, extendiéndose desde Fenicia, Babilonia, hasta la India, La misma fue una
práctica aceptada y normal en los grandes imperios orientales, pero como actividad temporal,
y no de difusión universal. Algunos autores hablan también de una Prostitución Hospitalaria,
debido a que en algunos pueblos primitivos, sobre todo en el norte de África Argelia,
Marruecos, Túnez, entre otros), era costumbre ofrecer a la esposa en el lecho del peregrino al
que se hospedaba, no sin que este se considerase obligado a dar un regalo al despedirse, así
que en realidad esta práctica singular no se puede considerar una verdadera prostitución.
Con el advenimiento del cristianismo hubo puntos de vista ambivalentes sobre esta
actividad, unas de tolerancia otras de recriminación. Así que en la Edad Media y Moderna,
esta práctica siguió extendiéndose, y en renacimiento italiano destaco la “cortesana” que es un
tipo especial de prostituta, algo similar a la etaria griega, que no laboraba en lenocinios sino
que frecuentaba las cortes de la época.
Algunos autores afirman que fue en Francia, durante Napoleón, en los inicios de la Edad
Contemporánea, donde aparece la práctica de prostitución en burdeles, al crearse las “maisons
de tolerance”, que se extendió a otras sociedades. No obstante surgieron otras experiencias de
este quehacer, conforme a la evolución social y la complejidad del mundo actual.
Sobre este punto, citando Lorena Nencel, en “algún momento de la década de 1890, el
Sub-Perfecto de la Provincia de Lima, Pedro Muñiz, presentó un proyecto de Ordenanza
regulatoria de la prostitución”, que origino alguna polémica. Años después Avendaño insistió
en la tesis de la regulación tal como Medina. En el año de 1892 Barrios y otros presentaron un
informe respecto a este tema (“Informe Emitido por la Sección I V de la Academia en el
Proyecto de Ordenanza sobre la Prostitución”, La Crónica Médica, 9- 1892, 208-211)
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En los inicios del siglo XX siguió debatiéndose la idea de regular el meretricio, al respecto
Medrano escribió un artículo, dando una serie de argumentos a fav or de reglamentarlo,
artículos tales como “Contribución de la Reglamentación de la Prostitución”, Gaceta de los
Hospitales, 6-1909).
Sin embargo, el libro de Pedro Dávalos y Lisson, “La Prostitución en la Ciudad de Lima”,
publicado en 1909, constituye o trabajo más conocido y amplio que se realizó por comisión
del Ministro de Gobierno, para investigar la posibilidad de regular dicha práctica. En su
trabajo señalaba que había 120 prostitutas en Lima y cuyas edades fluctuaban entre 17 a 40
años.
2. Concepto de Prostitución.
2.1. Prostituta
Es aquella mujer que presta servicios sexuales sin que medie ningún tipo de afecto o cariño
con la otra persona, y a cambio ésta última le entrega una determinada suma de dinero o
cualquier otro tipo de retribución que implica un beneficio económico para quien da el
servicio. Es decir, será tan prostituta aquella mujer que se para en una esquina y le ofrece a
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cada uno que pasa su servicio como aquella mujer que se entrega sexualmente a otro porque
pactó la entrega de algún bien económico
2.2.La victimología
Por fenómenos como la prostitución y sus consecuencias es que desde tiempos remotos los
científicos se han preocupado por el estudio de todos aquellos que sufren un daño o perjuicio.
Así, se ha indagado las causas de tales menoscabos, sus consecuencias, formas de prevenirlos
y restablecer los efectos dañinos que para la sociedad e individuos se pueden acarrear.
Características
- Las víctimas, desgraciadamente suelen ser siempre las mismas: niñas(os) provenientes
de familia s de escasos recursos y bajo nivel educativo, la mayor parte familias
desestructuradas.
Siguiendo a José Luís Solana, el 80% de las mujeres que ejercen hoy la prostitución en
España, son inmigrantes. Los resultados de estos estudios cuestionan de manera importante un
enfoque “trafiquista” de la conexión migración-ocupación en la prostitución. “El 90 % de las
personas que ejercen la prostitución en España son mujeres, lo que hace innegable una
perspectiva de género de esta figura, lo que es debido a la conservación de estructuras
socioeconómicas de carácter patriarcal y a la discriminación de género existente, junto a la
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escasa o inexistente protección social que le prestan sus estados a las mujeres de las clases
sociales que podemos denominar “subordinadas”, que son más vulnerables a estos procesos y
se ven afectadas por los mismos (menor cualificación profesional conlleva a mayor dificultad
para acceder al mercado de trabajo). (RUBIO, 2015)
La captación y rapto
La retención y el secuestro
4. Tipos de prostitución
Cáceres Velásquez, Artidoro (2002) mantiene que dentro de la gran variedad de las formas
de prostitución que existen, se puede clasificar los siguientes tipos:
Profesionales: Son las que tienen la prostitución como su única forma de ganarse
el sustento. En algunos países están registradas, tienen su carné e incluso están
asociadas para proteger sus derechos.
Semiprofesionales: Estas prostitutas no dedican todas sus horas continuas a la
prostitución, tampoco viven enteramente de ella. Combinan su oficio con ciertos
trabajos como el de camarera u otros de similares características, que permiten el
contacto con personas de distinta clase. El mundo de la prostitución
semiprofesional es compleja por la variedad de formas y combinaciones entre
trabajo, hobbies‖ y relaciones.
CallGiris: Este es un tipo moderado de prostitución. Su traducción literal al
castellano es “chica que se llama”, evidentemente la forma de conexión es la vía
telefónica. La CallGiris no es una prostituta de calle, ni de casa de cita, ni bares.
Son independientes; si necesitan alguien que las cuide les pagan más de lo
necesario. A la vez que complacientes son muy caras.
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Play- Giris: Este comportamiento no suele ser considerado como prostitución, sin
embargo está muy cerca de serlo. Son chicas elegantes, a veces cultas, atractivas y
simpáticas que acompañan a los hombres de negocios para su diversión y
relajación. Es una organización muy variada, incluso llegan hasta las grandes
empresas que ponen a disposición de sus ejecutivos este ―relax‖ como medicina
para el estrés.
Ocasionales: Son aquellas mujeres que practican la prostitución solo como una
forma rápida y fácil de obtener dinero para alguna emergencia o gasto imprevisto.
En teoría puede distinguirse claramente entre las que practican la prostitución como
profesión y aquellas que lo hacen ocasionalmente, sin embargo, en la práctica es
difícil de determinar por el caos generalizado que rodea al mundo de la
prostitución.
5. El perfil de la prostituta:
Cáceres Velásquez, Artidoro (2002) refiere que no existe una sola característica que
pueda ser aplicada a todas ellas. Se ha generalizado la idea que la mayoría de ellas son
oligofrénicas, retrasadas o débiles mentales, psicopáticamente perversas o psicóticas,
inclusive hay quienes opinan que son mujeres que tienen doble personalidad este sería el
requisito para no volverse locas o la única manera de aislarse de toda clase de sentimientos,
pero nada de esto está confirmado.
6. Los clientes:
Cáceres Velásquez, Artidoro (2002) refiere que la mayoría de los clientes son casados
que acuden a los prostíbulos periódicamente en busca de compensaciones sin complicaciones.
Se encuentran clasificados en:
Los Jóvenes: Para ellos la prostitución es una de las vías de iniciación de los jóvenes
varones, esto es un hecho ampliamente confirmado por la antigua costumbre que todo hombre
tenía que pasar por un prostíbulo, si es que se quería ser hombre y contar con experiencia.
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Desde el punto de vista Psicológico, el joven casto está de tal modo presionado por su grupo
de pares, que la relación sexual, con prostitutas o no, le otorga una falsa seguridad sobre su
masculinidad; pero desde el punto de vista Sexólogo, el coito prostibulario y comercializado
suele ser rápido en busca de satisfacción inmediata del varón.
Viciosos y pervertidos: Hay quienes opinan que todos aquellos hombres que acuden a los
prostíbulos son enfermos mentales o pervertidos sexuales y viciosos inmorales. Si la
prostitución es tomada como un vivió, evidentemente los clientes serán viciosos, y si por lo
contrario es tomada como una perversión los concurrentes serán pervertidos. Pero simplificar
las cosas hasta este punto es perderse o no ver la realidad.
Los de doble vida: Es una clase especial y numerosa de clientes: hombres normales,
casados y corrientes, que quieren compensaciones sin complicaciones. Llevan una especie de
doble vida, por un lado, honrado y virtuoso, por otro lado necesitado de escapadas eventuales,
que se hacen habituales, como una forma de vivir.
De los inexpertos a neuróticos: Según André Morali - Daninos, el hombre que buscan
prostitutas y se contenta con ellas es de adolescentes que hace sus primeros escarceos, es el
neurótico que se atreve a abordar otras relaciones sociales y sexuales; es el enfermo mental
obsesivo, movido por un gran desprecio por la mujer y que la relega a un plano o a un
momento determinado y circunscrito, del mes o de la semana.
Los que pagan más o menos: Según las propias prostitutas el cliente es aquel que paga.
De acuerdo a este criterio, hay quienes pagan menos. La relación es simplemente económica y
la prostituta va al cliente como verdadero cliente, es decir, el que paga su dinero.
7. Motivos:
Cueva Sevillano, Alfonso (2005) opina que los motivos para entregarse a la prostitución
pueden ser diversos y confusos, pero entre ellos destacan los siguientes:
a) Las remuneraciones son mucho más elevadas que en la inmensa mayoría de los
empleos femeninos.
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Los mecanismos y móviles para entrar a éste oficio proporciona una lista considerable que
tratamos de interpretar con fidelidad psicológica, social y económica de los hogares y pueblos
de donde procede.
En otros casos, incursionan en los ámbitos más selectos de la sociedad donde el confort
está más que garantizado. Por todo esto, al hablar de la prostitución tenemos que recordar que
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la realidad que vive cada persona que la ejerce puede ser radicalmente opuesta. Debido a que
los tabúes del sexo y el dinero están bastante extendidos en nuestra cultura, sigue pesando
mucho con el estigma con el que tienen que cargar quienes ejercen la prostitución. Se les
desdeña como miembros económicamente activos de la sociedad y también como seres
humanos.
Son variadas las posiciones políticas que se han adoptado por los distintos países en torno a
la prostitución. Siguiendo a J.A Marina podríamos sintetizarlas en las tres siguientes:
Distintos países del mundo han aplicado a la legislación sobre la prostitución uno de los
cuatro enfoques siguientes: prohibición, regulación, abolición y despenalización.
9. Aspectos legales
Cáceres Velásquez, Artidoro (2002) manifiesta que las leyes que regulan la prostitución
difieren bastante de un país a otro y aun en las naciones con normas similares, varía mucho el
rigor donde se aplica. La aplicación de la ley por los cuales las prostitutas son perseguidas,
detenidas y fichadas, quita a estas mujeres toda posibilidad de buscar un trabajo fuera de la
prostitución, ya que el certificado de conducta que obtienen registra este antecedente.
Cueva Sevillano, Alfonso (2005) refiere que en la sociedad actual son ya pocas personas
las creen que la ley debe restringir el acto sexual a fines pro creativo, opinión que se expresa
en la eliminación de las sanciones jurídicas contra actividades sexuales realizadas en privado
y entre adultos con sentimientos unidos.
encauzados sobre bases de una perspectiva criminológica, ya que las otras disciplinas que se
interesan también por este problema, al partir de sus visiones unilaterales, sea de orden
sociológico o psicológico, o médico o legal, no son capaces de darse cuenta del fenómeno en
su perspectiva integral e interdisciplinaria. Esta visión interdisciplinar so es posible mediante
el aborde criminológico de la prostitución.
Segunda parte
Cuando todo el proceso se lleva a cabo en un sólo país, se le conoce como trata interna.
Mientras que cuando hay un cruce de fronteras, es trata internacional.
Con frecuencia el término trata de personas es confundido con el de tráfico. Buena parte de
esta confusión se debe a que la mayoría de los textos que comenzaron a desarrollarse sobre la
trata de personas estaban escritos en inglés, en donde a la trata de personas se le nombra
“trafficking in persons” o “human trafficking”, por lo que al realizarse la traducción literal al
español “tráfico”, ambos términos se mezclaron.
Tanto la trata de personas, como el tráfico ilícito de migrantes, refieren a dos problemáticas
distintas, por lo que es importante utilizar los términos de manera correcta.
4. Tipos de explotación
La inclusión de esta frase se realizó por dos motivos; el primero, para que el Protocolo
abarcara futuras formas de explotación y el segundo, para permitir que los Estados Parte
pudieran ampliar los delitos enumerados en esta definición al momento de penalizar.
Tal es el caso de México, que en su Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los
Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de
estos Delitos establece los siguientes tipos de explotación:
la esclavitud,
la condición de siervo,
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Todo ello nos lleva a considerar que es en estos casos en donde podríamos apreciar algunas
formas de organizaciones criminales que estén facilitando el ingreso al país de víctimas de
trata de mujeres con fines de explotación sexual, especialmente utilizando la vía de nuestras
fronteras con países limítrofes como Colombia y el Ecuador. En esa misma línea, el informe
del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América (2015) sobre el año 2014 nos
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recuerda que el Perú es un país de origen, tránsito y destino. Así, el informe señala que
mujeres peruanas son obligadas a ejercer la prostitución en el Ecuador y Argentina, y que
hombres y mujeres son obligados a trabajar en condiciones forzadas en Argentina, Chile,
Ecuador y Estados Unidos. A su vez, el mismo informe refiere que mujeres extranjeras
Ecuador, Bolivia o Colombia se encuentran sometidas a la trata con fines de explotación
sexual o laboral en el Perú.
Sin embargo, son los estudios realizados por Mujica (Mujica & Cavagnoud, 2011) en dos
zonas amazónicas del Perú Pucallpa en Iquitos los que muestran cómo la trata de personas
resulta ser un fenómeno que escapa al estereotipo que se ha construido desde los estudios de
la trata internacional, esto es, un fenómeno criminal que se produce en un contexto de
criminalidad organizada especialmente transnacional y que ofrece a los perpetradores una
gran rentabilidad económica. Los estudios de Mujica son de carácter etnográfico y, como
tales, se concentran en el estudio del contexto del fenómeno, los actores involucrados y el
modus operandi de este fenómeno delictivo. Los resultados de los estudios son en realidad
desmitificadores.
Sin embargo, donde se aprecia una situación visible de ejercicio de la prostitución de niñas
y adolescentes entre 12 y 17 años es en «la zona de los bares, alrededor de los puertos y
aserraderos de la orilla del río Ucayali y en las tabernas para los pescadores y balseros que
rodean el mercado de Yarinacocha» . Sobre ellas generalmente ejerce dominio una mujer,
quien ocupa una posición compleja de promotora de la prostitución de las menores, de
proveedora de alimentación y vestido para ellas y protectora frente al maltrato físico del que
podrían ser víctimas. He ahí el dominio sobre la víctima.
estudio concluye, de manera semejante al estudio anterior, que «el fenómeno parece estar
asociado menos al aumento del crimen organizado o la delincuencia común y más a patrones
locales y estructurales de la violencia asociados a los patrones de residencia y convivencia, la
dinámica comercial local y la presencia/ausencia del
Estado […] las formas de organización familiar, etcétera» (VIVANCO, 2016). De acuerdo
con ambos estudios, especialmente el primero, tres parecen ser las características de la
explotación de niñas y adolescentes en la zona de la selva peruana, aunque también
extensibles a la zona de la sierra:
Se trata de una actividad económica complementaria de otro tipo de ingresos lícitos como
la venta de comida, servicio de hospedaje, etcétera (Mujica & Cavagnoud, 2011, p. 101);
Se trata de una actividad que involucra al entorno familiar, especialmente responsables son
mujeres que ocupan un rol complejo de proxeneta-madrina-tía frente a la adolescentes que
administran.
En consecuencia, son los casos de trata de adolescentes con fines de explotación sexual, de
carácter más doméstico e interno, los que con mayor frecuencia se reflejan en la
jurisprudencia peruana. Pues bien, antes de proceder a una valoración de algunos criterios
interpretativos de nuestra jurisprudencia suprema en este tipo de casos, es importante
detenernos en el estudio de la naturaleza compleja del tipo de injusto del delito de trata de
personas en el Código Penal peruano. Solo apreciando esta naturaleza, será posible entender
lo que, en nuestra consideración, son valoraciones equívocas de la jurisprudencia de las Salas
de la Corte Suprema del Perú.
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Conclusiones:
Bibliografía
GOMEZ GARCIA, C. M. (2017). ANALISIS Y DISCUSION DE CASOS DE
PROSTITUCION. ANALISIS Y DISCUSION DE CASOS DE PROSTITUCION.
TARAPOTO, PERU.
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