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MAPA CONCEPTUAL SOBRE SUCESIONES EN LA ANTIGUA ROMA

La sucesión pasa por diversas épocas a lo largo de su evolución, por lo que se divide
en la forma siguiente:

 Derecho Antiguo: énfasis en las desheredaciones.


 Bonorum Possesio: va en contra del derecho honorario.
 Derecho imperial: sucesión forzosa.
 Derecho justinianeo: evolución dado en la nombrada Novela 115.
 

a)      Sucesión contra el testamento en Derecho Antiguo


Anteriormente en el derecho civil se da significado en la libertad testamentaria,
tomando en cuenta la mayor autoridad del paterfamilias, teniendo un carácter
individual.

Para desheredar al sus, se debía llevar a cabo un reglamento por medio de la


desheredación exheredatio. Al quitar la herencia, se buscaba por parte del pater,
favorecer por un legado en sustitución de la anterior, ya que se buscaba dejar un
patrimonio sin ocasionar agravantes económicos, dejando por único heredero al hijo
mayor.
La forma para desheredar a los sui era de forma expresa, teniendo cuidado con la
preterición (el olvido) ya que en estos casos podría ser modificado o anulado; Para
desheredar al hijo se debía asignar el nominatim, haciéndolo específicamente con la
persona individual y no en forma general.
La preterición

 Es decir el olvido de un hijo, daba consecuentemente la anulación sino se hacía


conforme el proceso legal para desheredar.
 En cambio, en el caso de los sui, no es causa de anulación del testamento, ya que estos
podían acudir a los herederos testamentarios para adquirir una parte igual de este, o la mitad
para todos los suis incluyendo extraños.
 En caso de la preterición de un postumi sui, sin tomar en cuenta el sexo o el grado,
daban lugar a la nulidad del testamento.
 

b)     Sucesión contra el testamento en Derecho honorario, bonorum possessio contra


tabulas
Las desheredaciones de los liberi hombres, se realizaba individualmente por lo que
era por nominatim, en caso de las mujeres era posible realizarlo en general.
 En la preterición de un heres sus provocaba la anulación por motivo de olvido, en
caso de los liberi, daba pauta solamente la participación de aquellos preteridos,
permitiendo mantener la disposición dada en el testamento.

Al darse la sucesión forzosa, se le otorgaba al patrono del testador tanto como a sus
hijos, si se deba que un liberto fuese desheredado o no tuviere liberti, la adquisición le
pertenecía a los mencionados con anterioridad, sino se cumplía, el patrono acudía a
una bonorum possesio contra tabulas.
c)      Sucesión contra el testamento, Derecho Imperial
Surge  de la época Republicana, para todo testamento que no cumpliera ni una
mínima parte hacia los parientes, considerándolo impugnable puesto que no
ejecutaba el ofiicium pietatis (deber familiar).
Es el  tribunal de los centumviri, quien se hace cargo de la situación con carácter
judicial, teniendo la capacidad de declarar los testamentos inoficiosos si en dada la
circunstancia no favorece al familiar, sin embargo se crea una jurisprudencia y
legislación permitiendo el ejercicio de un derecho de legítimas, el cual concede por la
querela inofficiosi testamenti,
¿Qué era el querela inofficiosi testamenti? Permitía al pariente impugnar el testamento
que los desheredó injustamente, los que podían ejercer la acción eran los
descendientes legitimados más próximos (testadores), menos los que ya obtuvieren
por lo menos una cuarta parte, a lo que se le conoce como porción legítima.
¿En qué caso no aplica la querella?   Al darse la  sucesión legítima, es decir que ya se
le haya concedido una mínima parte, a esta también se le conoce como ab intestato.
Así también se presentaba por Legado o por donación mortis causa, no aplicando la
querella. Tampoco cuando se daba una causa justificada dejando la decisión por el
Tribunal, si es declarado inoficioso queda el arbitrio judicial declarado nulo o solo la
propia Institución, era aquí donde el heredero ya no tenía posibilidad alguna de
impugnar, por lo que se crea la actio ad supplendam, permitiendo una nueva
distribución del patrimonio.
Con la evolución se dan otros tipos de querella que son: querela inofficiosae
donationis y la inofficiosae dotis, con objeto de anular dotes perjudicantes a la
legalidad.

d)     Sucesión contra el testamento, Derecho Justinianeo


Instituye que las desheredaciones deben realizarse individualmente, se le reconoce el
incremento de la porción de un tercio a un cuarto. Finalmente  complementa y reúne
las reglas de la sucesión forzosa en la Novela 115.

ü  Establece un sistema legal, donde argumenta que todo descendiente o ascendiente


no puede quedar excluido, si se deseaba desheredarlo se debía dar una causa
justificable precedida en la carta magna, siendo una de ellas: el atentado contra la
vida, herejía, adulterio con la mujer des testador y el no pagar la liberación del que se
encontraba en cautiverio.

ü  Si no era dada la causa justificada, el heredero podría aplicar la querela para


impugnar, si recibiera menos de lo dictado en la ley sin causa, se ejecutaba la actio ad
supplendam legitimam.

SUCESION EN ROMA 
La palabra sucesión se define como “la entrada o continuación de una persona en lugar
de otra”, del latín succesio, “acción de suceder, de ocupar un puesto ocupado por otro”.

SUCESIÓN ENTRE VIVOS


Es un poder de libre disposición inherente a la propiedad y el cual se encuentra en mano del
que tiene la potestad familiar que es elpaterfamilia. Fue ampliamente aplicada en el derecho
romano pero en la actualidad está institución se ha prohibido en muchos países.

La sucesión universal entre vivos consiste en el hecho de que una persona se ubique en el
lugar de otra, dentro del conjunto de relaciones patrimoniales.

En Roma, se conocieron tres formas de adquirir entre vivos; la primera consiste en el hecho
de que un liberto fuese sometido a la esclavitud; en segundo lugar un sui iuris, este sujeto
mediante la abrocatio al poder de un paterfamilia y en último lugar está la mujer sui iuris que
se sujetaba a la mano.

SUCESIÓN MORTIS CAUSA

Sucesión por causa de muerte, conocida como herencia o sucesión universal, comprende el
libre poder de disposición del pater, pero en ésta el causante dispone en vida para después de
su muerte de sus bienes.

Fundamento de la Sucesión Mortis Causa

Para el derecho romano, el fundamento de sucesión no debe buscarse en el poder de


disposición del pater, tal como lo enfocan las diferentes corrientes doctrinales de la época
moderna; la sucesión por causa de muerte dentro del derecho romano depende de la
adquisición de un título personal, el cual consiste en el título de heredero, hecho el cual la
diferencia de la sucesión entre vivos el cual es la consecuencia de la adquisición de la
potestad patrimonial.

Todos los conceptos fundamentales de la herencia romana se basan en este concepto: "que
la sucesión hereditaria es una consecuencia necesaria de la adquisición del título de heredero,
el cual viene a ser, por lo tanto, una verdadera condición subjetiva de capacidad para la
adquisición universal del patrimonio o del difunto."

El presente enfoque parece contraponerse al criterio de algunos autores modernos, quienes


opinan que: "realmente el problema del fundamento de sucesión no puede separarse de la
propiedad. Y es que la sucesión hereditaria no es otra cosa que el modo de continuar y
perpetuar la propiedad en los bienes dejados por el causante."

El último enfoque no deja de tener algo cierto, y es que el fundamento de la sucesión


definitivamente no puede separarse de la propiedad, aunque sin saber específicamente que
propiedad, la común o la individual. Pero además, debe quedar claro que en sus orígenes, los
primeros rasgos de la sucesión mortis causa se manifestaron dentro del sistema social basado
en la agrupación común o familiar, y los romanos supieron garantizar esto a través del
continuador, recayendo ésta la figura del heredero.

Clases de sucesión mortis causa

Al momento de producirse el fallecimiento de la persona física o natural, se hace necesario


establecer un continuador quien se constituye en la persona que recibirá el pecunio vacante
del fallecido. Esta transmisión del patrimonio del denominado causante, puede ser realizado
de diferentes formas, la primera consiste en que la persona estando aún con vida disponga
voluntariamente de sus bienes para luego de su fallecimiento en cuyo caso nos encontramos
con la forma típica de sucesión por causa de muerte o mortis causa. La otra cuando la
persona la ha sorprendido esta sin haber dispuesto de los mismos , en este caso, desde
épocas inmemoriales, se ha dispuesto que sean sus sucesores los que determine la ley.

Según nuestro estudio en los tiempos de Roma, sólo eran susceptibles de


sucesión mortis causa, el paterfamilia, por ser este el poseedor del patrimonio, dejando de
manifiesto el estrecho vínculo que existía en esa época entre la sucesión y el patrimonio.

Para la doctrina romana, la sucesión por causa de muerte, era una especie de las sucesiones
universales y esta se fundamentaba en la figura central del heredero que según los
historiadores se utilizaba como sinónimo, el termino sucesión mortis causa y herencia,
dejando de manifiesto que con el fallecimiento de una persona debía de existir un continuador
de su figura.

Debemos diferenciar la sucesión por causa de muerte, de la sucesión inter vivos, la cual


consistía en el hecho mediante el cual una persona ocupaba el lugar de otra persona con
relación a un conjunto de relaciones patrimoniales, pero a diferencia de la primera, este acto
se realizaba en vida de ambos, esta se fundamentaba en la adquisición de una potestad.

El autor CABANELLAS define la sucesión mortis causa como "la transmisión de los derechos


y obligaciones de quien muere a alguna persona capaz y con derecho y voluntad de ejercer
aquellos y cumplir esta."
Y de la misma forma, sostiene que la sucesión inter vivos es: "el traspaso de una cosa de una
persona a otra, o la cesión de derechos u obligaciones entre dos sujetos para surtir efecto en
vida de ambos.

Los autores modernos la han definido como el hecho mediante el cual al morir una persona,
deja a otra la continuación de sus derechos y obligaciones.

 EL HEREDERO
Una vez fallecido el causante, debe haber ya sea por disposición legal, o disposición
testamentaria una persona que ocupe el puesto, esta persona que recibe los bienes del
difunto recibe el nombre de heredero, adquiriente, sucesor, causahabiente.

Para adquirir la calidad de heredero:

1. La muerte de un sujeto.

2. La capacidad de un difunto para tener heredero.

3. La capacidad de suceder.

. Que se diera la delación o llamamiento a la herencia.

5. La aceptación del heredero.

Para tener capacidad de suceder, el llamado a suceder no podía ser un sujeto sometido a
la capitis diminutio, o peregrino, debía ser un ciudadano romano.

En nuestra legislación si el causante al momento de su fallecimiento no ha dispuesto


voluntariamente de sus bienes, entonces se concede la ley, la facultad de designarlos.
Elementos de la sucesión
EL CAUSANTE
Conocido como el fallecido, finado, intestado, heredado, tramítente. Conocido entre los
romanos como defuntus, mortus. Es esta la persona que transmite los derechos sucesorios al
heredero.
La persona del causante para poder disponer de un patrimonio debía estar en el pleno ejercicio
de sus derechos, siendo en principio solamente permitido testar a los ciudadanos, privándose
de esta facultad a los peregrinos; a los latinos junianos y los dediticios; las mujeres ingenuas sui
iuris; los hijos de familia; las mujeres in manu, etc.
Para el pueblo romano, el fallecimiento ocasionaba no solamente la transmisión de bienes
patrimoniales, sino que llevaba consigo un interés social y religioso, por lo que fue regulado
tanto por el derecho civil como por el derecho pretoriano.
El causante debía tener derecho a dejar una sucesión testamentaria, esto es que no era
suficiente el tener el commercium, sino que debía poseer el derecho a testar y el poder de
ejercerlo.
No tenían ejercicio del derecho de testar:
1- Los impúberes sui iuris, porque carecen de juicio necesario.
2- Los locos, estos sólo pueden testar válidamente en un intervalo lúcido.
3- Los pródigos interdictos, porque ya no tienen el commercium.
4- Los sordos y los mudos, es decir, aquellos que no entiendan ni hablan de una manera
absoluta. , pero si su enfermedad es accidental y han hecho el testamento antes de estar
atacados, éste produce todos sus efectos.
EL HEREDERO
Una vez fallecido el causante, debe haber ya sea por disposición legal, o disposición
testamentaria una persona que ocupe el puesto, esta persona que recibe los bienes del difunto
recibe el nombre de heredero, adquiriente, sucesor, causahabiente.
Para adquirir la calidad de heredero:
1. La muerte de un sujeto.
2. La capacidad de un difunto para tener heredero.
3. La capacidad de suceder.
Que se diera la delación o llamamiento a la herencia.
5. La aceptación del heredero.
Para tener capacidad de suceder, el llamado a suceder no podía ser un sujeto sometido a la
capitis diminutio, o peregrino, debía ser un ciudadano romano.
EL PATRIMONIO
Estaba compuesto por todos los bienes, el caudal activo y pasivo que conformaban el caudal
hereditario, el cual era llamado por los romanos AS, con lo que le daban configuración
monetaria que lo asemejaba a la moneda romana.
Dentro del derecho romano, como dentro del derecho civil y como el derecho pretorio, se
tomaron medidas a fin de poder garantizar el pago de las obligaciones del difunto, así de esta
manera el heredero debía recibir tanto el activo como el pasivo de los bienes hereditarios,
garantizando con esto el pago de las deudas y los bienes de los acreedores.

Tesis romana
Libertad absoluta del testador.
El patrimonio del de cujus era considerado una unidad.
El heredero asume una responsabilidad ilimitada y el patrimonio del de cujus se confunde con
el del heredero, sucediéndose tanto en el activo como en el pasivo dado el carácter personal de
la sucesión.

INFORME SOBRE EL PAPEL DE LOS ALBACEAS TESTAMENTARIOS

El albacea es una persona designada por el testador para el reparto de esa


herencia. Aunque un heredero no acceda a lo pactado,
el albacea tendrá poderes para que se cumpla la voluntad del testador. Sin
bloqueos. En el caso de escoger qué persona deberá ser albacea, lo más
importante es que sea alguien externo. El protocolo para designar albacea
testamentario es muy sencillo. Cuando la persona otorgue testamento, ha de
incluir también el nombre, apellidos e identificación de la persona que desee que
sea su albacea. Recomendamos que el interesado sea informado con antelación,
pero no es necesario. El cargo de albacea se extingue por la muerte del mismo,
por la imposibilidad de continuar ejerciendo el cargo, por renuncia, remoción o
transcurso del plazo de su nombramiento.

Qué es un albacea
El albacea testamentario es quien se encarga de cumplir con las
instrucciones que deja una persona en su testamento. Es designada por el
propio testamentario para que haga cumplir su última voluntad.
El nombramiento debe quedar establecido en el mismo testamento para que
sea válido. Se trata de un cargo voluntario, que debe ser aceptado por la
persona en cuestión. Tampoco es obligatorio dar retribución alguna por las
funciones que cumpla, pero el testador puede especificar que se le otorgue
retribución profesional.

Las funciones del albacea


Las funciones del albacea, difieren si este es particular o universal, los albaceas pueden ser
particulares cuando en el encargo de ser albacea se le hayan asignado expresamente unas
funciones, y será universal, si recibe el encargo de hacer cumplir todo lo que se ordena en el
testamento, en este caso las funciones de contador partidor puede encargárselas a un tercero,
en todo caso las funciones de un albacea testamentario, siempre se atendrán a lo que marca
la Ley y dentro de esta.

Bien en cuanto a las funciones del albacea particular, no entraremos pues estás son las que
dispone el testador en su testamento, cuando no se expresan en el mismo, las funciones del
albacea son las que marca la Ley y son las que siguen:

 podrá disponer y pagar los sufragios y el funeral del testador, siempre con arreglo a lo
que se haya dispuesto en el testamento; de no venir nada en concreto se atenderá a la
costumbre.
 cuando existan legado en metálico, y el legatario tenga conocimiento del mismo, lo
podrá satisfacer con el beneplácito del mismo. Esto es muy importante, pues es necesario
la aprobación del legatario para hacer entrega del legado.
 tendrá una función de vigilancia sobre los extremos que marque el testamento,
vigilando su cumplimiento, llegado el caso deben sostener, siempre que sea justo, la
validez del testamento en juicio. Pueden también llegado el caso demandar a los
herederos si estos no ejecutan lo que el testamento marca. No son representantes de la
herencia, salvo que el testador haya indicado o les haya nombrado administradores de la
misma.
 y por supuesto, deben tomar toda precaución encaminada a la conservación y
custodia de los bienes, siempre con la intervención necesaria de los herederos.

La facultad de enajenación de los bienes de la herencia, es una de las funciones que el


testador, de forma expresa, puede conceder al albacea. A este respecto el Código Civil es claro
en su artículo 903 dice:

Si no hubiere en la herencia dinero bastante para pago de funerales y


legados, y los herederos no lo aprontaren de lo suyo, promoverán los
albaceas la venta de los bienes muebles; y, no alcanzando éstos, la de
los inmuebles, con intervención de los herederos.
Otra peculiaridad del cargo de albacea, es que no podrá comprar los bienes que se le confían
en el testamento, esta prohibición incluye que lo haga a través de una tercera persona, o en
subasta tanto pública como judicial.

Las obligaciones del albacea
En ocasiones los albaceas tienen como misión no repartir bienes a unos herederos
determinados, sino invertir o distribuir los bienes de la herencia de la forma que el testador
disponga, en ese caso debe rendir cuentas ante el Juez que velará para que se hayan seguido
las indicaciones del testador. En el caso habitual, de que el albacea deba entregar los bienes a
unos herederos determinados, lo hará bajo las siguientes obligaciones:

 debe cumplir fielmente y con la mayor diligencia posible, el encargo que ha recibido,
de acuerdo a lo indicado por el testador y siempre con arreglo al Código Civil,
 debe realizar el inventario, esta obligación no viene impuesta por el Código Civil, pero
la jurisprudencia del Tribunal Supremo así lo marca,
 en todo caso debe rendir cuentas ante los herederos, con las operaciones particionales
se sobreentiende que se cumple este extremo.

La responsabilidad del albacea


El cargo de albacea conlleva unas responsabilidades, de este modo ante el incumplimiento o
mal cumplimiento de lo marcado en el testamento, responderá legalmente por ello si ha
mediado dolo o negligencia por su parte. Si son varios los albaceas que hayan tenido parte en
un asunto concreto, obviamente la responsabilidad por sus actos será mancomunada. En
ningún caso, en el testamento el testador podrá exonerar de responsabilidad en el ejercicio
del encargo a los albaceas que nombre.

Los derechos del albacea


Tienen derecho a ser compensados o resarcidos, de aquellos daños o perjuicios que sufran al
desempeñar su cargo, siempre que no sean responsables directos de los mismos. Tienen
derecho al reembolso de gastos inherentes a su función, así como a anticipos si hubiese lugar.
Y para asegurar esto último, pueden retener los bienes hasta que se satisfagan esas
cantidades.

Plazos del encargo de albacea


El cargo de albacea testamentario es temporal, el testador puede marcar un plazo fijo en el
testamento, en ausencia de esta indicación el plazo para cumplir el encargo es el de un año
desde la aceptación del mismo, o si se da el caso desde que finalizan los litigios que pueda
conllevar el testamento, por ejemplo sobre la validez del mismo o de alguna de sus
disposiciones. Para ampliar ese plazo, existe la opción de que el testador lo exprese en el
testamento o sino podrá hacerlo el Juez, en caso de que no haya indicado la duración del
mismo o no lo haya dispuesto, el plazo se entiende prorrogado en un año más. A pesar de ello,
si por causas o circunstancias del caso concreto no se cumple el encargo aún con la prorroga,
el Juez podrá conceder de nuevo otra por el tiempo que se estime necesario.
Del mismo modo los legatarios y herederos, pueden acordar que se prorrogue el plazo del
albaceazgo por el tiempo que estimen necesario, eso si el acuerdo es consensuado, pero si el
acuerdo se toma por mayoría, el plazo no podrá ser de más de un año. Si al ir a conceder la
prórroga, aún no se conocen a todos los legatarios, bastará con que sea otorgada por los
herederos.

Requisitos para ser albacea

 
Ya hemos mencionado que este se trata de un cargo voluntario. Ahora
detallaremos quién puede ser albacea.
Esta función la puede ejercer cualquier persona en la que confíe el testador.
Debe ser mayor de edad y tener capacidad de obrar. No importa el cargo
académico que tenga la persona. Pero, por lo general se nombra a un
abogado o notario de confianza por sus conocimientos en la materia.

Además de estas características, el único requisito para cumplir con estas


funciones es aceptarlas. Es decir, el albacea debe manifestar su voluntad
para ejercer el cargo. Una vez que lo haya aceptado será una obligación.

La persona tiene seis días desde que se le anuncie su nombramiento o


desde el momento en el que se entera de la muerte del testador para
excusarse del cargo. En esta ocasión no necesita justificar su decisión.

Pero si ha aceptado el cargo y decide renunciar a este, sí debe tener una


justa causa y debe hacerlo ante un notario. Los motivos por los que pueden
cesar sus funciones como albacea incluyen padecer una enfermedad que le
impida ejercerlas, disputas con los herederos o en caso de que exista algún
prejuicio si continúa en el cargo.

Con la muerte del albacea también cesan sus funciones y, como


mencionamos, estas no se pueden delegar en nadie más. La razón es
porque el testador manifestó su confianza en esta persona al encargarle el
cumplimiento del testamento.

Si por alguno de estos motivos llega a estar ausente, entonces se harán


cargo los herederos. Lo mismo sucederá si el testador no ha expresado su
voluntad de nombrar a alguien en el cargo de albacea testamentario.

¿Qué poderes tiene el albacea testamentario?


Como se ha mencionado, el albacea cumplirá con las funciones que se le
deleguen en el testamento. Además tiene ciertas obligaciones inherentes al
cargo establecidas en la ley.

Pero, además de estas, también puede ejercer otras funciones por iniciativa
propia. Siempre y cuando velen por la seguridad de los bienes y el
cumplimiento de las responsabilidades del testador.

Por ejemplo, debe hacerse cargo del pago de las deudas del testador y si
para ello debe vender o hipotecar bienes, puede hacerlo. Asimismo, el año
de la muerte del testador, se debe hacer la declaración de impuestos, lo
cual también queda bajo su cargo.

El Código Civil también establece que si no hay suficiente dinero en la


herencia para los gastos funerarios y los herederos tampoco aportan,
también se puede proceder a la venta de los muebles e inmuebles para
cubrirlos.

También está en la capacidad de asistir a justas de sociedad en las que sea


necesario tomar decisiones antes que se repartan los bienes.

Ventajas de nombrar un albacea en el testamento


No en todos los testamentos se nombra un albacea y en esas
circunstancias las funciones las ejercen los herederos. No obstante,
nombrar a alguien que cumpla este papel, le brinda la seguridad que
necesita el testador que se cumplirá con su voluntad.
El albacea será la persona que se encargue tanto de cumplir con las
disposiciones previstas en el testamento, como resguardar los bienes
muebles e inmuebles y lo que hubiera en metálico. Además, se encargará
de vigilar el legado de la persona fallecida mientras duren sus funciones.

El nombramiento de los albaceas se hace por lo general cuando se trata de


herencias grandes. O, en su defecto, cuando el testado prevé que puede
surgir algún conflicto luego de su muerte. Entonces, esta figura actúa como
un respaldo para el cumplimiento de sus decisiones.

Motivos por los que se cesa en la función de


albacea
Obviamente la muerte del albacea cesa su función de forma automática, para ello los
herederos del albacea pondrán en conocimiento de los interesados el fallecimiento y
proveerán lo que las circunstancias exijan en interés de los herederos. Las funciones del
albacea cesan también si existe imposibilidad de llevarlas a cabo, esto puede darse por
ausencia del albacea, porque se halle incapacitado, o sufra una enfermedad que le impida
llevarlo a cabo…

También puede darse el caso de que el albacea presente su renuncia, debe hacerlo ante un
Juez que deberá atender o no su demanda, mientras tanto debe seguir empeñando sus
funciones, hasta que los interesados puedan tomar las medidas oportunas. La renuncia se
comunicará a los interesados, que serán indemnizados por los perjuicios y daños que se les
ocasione.

Los interesados pueden pedir la remoción del albacea, ante este escenario se abren dos
posibilidades, que el albacea renuncie al cargo o que sea decretada judicialmente su
remoción. En ningún caso queda al arbitrio de los interesados esta decisión, pues contraviene
lo indicado en el testamento. Las causas que se pueden esgrimir para pedir la remoción son
desde la incapacidad para llevar adelante el encargo, que existan conflictos de intereses, que
los albaceas muestren negligencia o mala administración a la hora de cumplir con sus
funciones, demora no justificable, etc.

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