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¿En qué consiste pues la sustitución del heredero en Derecho romano?

Las sustituciones son, pues, ciertos tipos de segundas o ulteriores instituciones de heredero,
las cuales, salvo este carácter de subsiguientes y condicionadas que le es común, no tienen
idéntica naturaleza.

- Origen de la sustitución del heredero en el testamento

Parece ser que el origen de la sustitución (al menos de la sustitución vulgar) está relacionado
con la predilección de los romanos por la sucesión testamentaria. En efecto, mediante la
sustitución se conseguía dificultar la llamada de los herederos ab intestato, ya que cuanto
mayor número de sustitutos, menor probabilidad existía de que alguno no aceptase la
herencia. Por otra parte, la sustitución excluye el derecho de acrecimiento, pues dado que éste
supone que la cuota quede vacante, ello no podría darse cuando aquélla sea atribuida al
sustituto.

A finales de la época republicana ya se distinguía la sustitución vulgar y la sustitución pupilar, a


las que se une en Derecho justinianeo la llamada sustitución cuasipupilar. Cada una de ellas
constituye una forma distinta, con estructura, finalidad y efectos diferentes, salvo en algunos
puntos, como aquél de la existencia de varios herederos en sentido vertical.

+ Sustitución vulgar

Así llamada por ser comúnmente usada. Tenía lugar cuando el testador en el testamento,
después de haber instituido un heredero, instituía subordinadamente otro u otros para el caso
que el primer instituido no aceptase la herencia. Es posible hacer un número infinito de
sustituciones, a fin de evitar la apertura de la sucesión legítima.

Tanto en Derecho romano como en Derecho moderno la sustitución vulgar parece implicar una
institución de heredero bajo condición, que se verificará cuando el heredero instituido en
primer lugar, no llegue a serlo, bien porque no pueda (muerte o incapacidad por ejemplo),
bien porque no quiera (renuncia). La sustitución es contemplada en nuestro Código civil a
partir del artículo 774, cuyo primer párrafo sanciona que "Puede el testador sustituir una o
más personas al heredero o herederos instituidos para el caso en que mueran antes que él, o
no quieran, o no puedan aceptar la herencia".

La fórmula empleada por el testador era normalmente la siguiente: Titius heres esto, si Titius
heres non erit, Maevius heres esto; si Maevius heres non erit, Sempronius heres esto, y así
sucesivamente si se nombraba más de un sustituto. Si el primer llamado se convierte en
heredero, no se produce la condición y no tiene lugar la llamada a favor del sustituto;
viceversa, si el primer llamado no llega a ser heredero, se considera acaecida la condición y se
defiere la herencia al sustituto.

+ Sustitución pupilar

Se presenta cuando el paterfamilias, instituyendo heredero a un hijo impúber, o incluso a un


póstumo, le designa un sustituto para el caso que el hijo muera antes de haber alcanzado la
pubertad.

Ulpiano (D. 28, 6, 2, 5) nos indica la fórmula: Si filius meus intra quartum decimum anuum
decesserit, Seius heres esto (si mi hijo muriese antes de cumplir los catorce años, sea Seyo mi
heredero). Tenía la finalidad de evitar que, muriendo el hijo siendo impúber, y por tanto
incapaz de hacer testamento, se abra la sucesión legítima en orden a la herencia del filius que
comprende, a su vez, la herencia del padre. En realidad existen dos disposiciones
testamentarias: una del padre para sí mismo (cuando instituye heredero al hijo) y otra del
padre para el hijo (cuando le nombre un sustituto).

En cuanto a los efectos hay que distinguir:

. Si el hijo moría antes que el padre, el sustituto era heredero del pater.

. Si el padre moría antes que el hijo, y éste moría antes de cumplir los 14 años, el sustituto era
heredero del hijo, lo que acarreaba que no sólo adquiría la herencia del testador, sino también
todo aquello que hubiese llegado a manos del hijo después de la muerte del padre.

. Si el padre moría antes que el hijo y éste alcanzaba la pubertad, la sustitución venía a menos.

+ Sustitución cuasipupilar

No era otra cosa que la extensión analógica de la pupilar. Fue introducida por Justiniano, y
según ella, el testador nombraba un sustituto para el caso que el filius demente muriera sin
haber alcanzado la salud mental. La sustitución cae cuando el demente adquiere capacidad.

invalidez de los testamentos.

Esta se daba en caso que no reuniere los requisitos exigidos por ley para su validez que eran :
1. Capacidad del testador (Testamenti Factio Activa)
Testamenti factio activa: era la capacidad jurídica que tenían los sujetos para hacer su
testamento y era exclusiva para los ciudadanos romanos, sui iuris. Las personas que
carecían de este derecho eran los impúberes, prodigios, locos en su momento de
lucidez; las mujeres necesitaban autorización de su tutor

2. Capacidad del heredero (Testamenti Factio Pasiva).


estamenti factio pasiva, que consistía en la capacidad de recibir por testamento. Por
ende, la testamenti factio pasiva era la capacidad para heredar.

3. Observancia de las formalidades del testamento. (solemnidades)

4. No omisión de ningún heredero forzoso.

codicilo
El derecho romano, testamento que carece de las formas exigidas por la ley el codicilo surgió
por una necesidad práctica de resolver los casos de aquellos ciudadanos a quienes, por
hallarse en el extranjero o en campaña, les era sumamente difícil cumplir con las solemnidades
requeridas por la ley para otorgar testamento válido. No debemos olvidar que el derecho
sucesorio romano, debido al

carácter religioso del que se hallaba informado, era muy exigente en cuanto a las forma y
solemnidades requeridas por disposiciones de última voluntad.

El término proviene de la palabra latina codicili con lo cual se designaba a las tablas de cera
que se utilizaban para una escritura precaria. En un plano puramente hipotético se arriesgaba
la idea De que dichas tablas enceradas fueron utilizadas para realizar disposiciones de última
voluntad, que ciertamente no podían ser consideradas como testamentos por carecer de
solemnidades exigidas por la ley en la actualidad, dada la rigidez de las formas requeridas por
el derecho sucesorio, la mayoría de las legislaciones rechazaban la validez de los codicilios.

Disposición de última voluntad, hecha antes o después del testamento, y con menos
solemnidad que éste, bien para instrucciones secundarias o con el objeto de añadir, quitar o
aclarar algo con respecto a aquel documento, o anularlo.

Tus punto
Teoría General
La revocación del testamento:
En el Derecho Romano podemos decir que la única forma en que se podía
transmitir la herencia era por medio del testamento el cual contiene la
última voluntad, era esencialmente revocable en caso de que el testador
descubriera que el contenido de su testamento ya no correspondía a una
ulterior voluntad suya.

La revocación de un testamento se podía hacer de los siguientes modos:


a) Por la confección de un nuevo testamento. Aun en el caso de que
éste fuera parcialmente compatible con el testamento anterior, el
testamento hecho primeramente quedaba totalmente revocado a fin de
eliminar una fuente de posibles dudas.
b) Por la destrucción material del documento en cuestión, siempre que
ésta fuera intencionada.
c) Por revocación formal, en un acto solemne, el cual será con dos
testigos los cuales estarán delante de la autoridad, este modo de
revocación era el más indicado cuando se quería pasar de la vía
testamentaría a la legítima.

Los antecedentes de la sucesión en Roma, la figura más representativa de


esta institución es el pater, quien tenía derecha sobre los bienes, pero era
solamente un administrador, por lo que, cuando moría, los bienes volvían
a los sobrevivientes del grupo familiar.

Las XII tablas admiten ya el testamento y éste llegó a ser una costumbre
nacional al grado de que morir intestado era una falta. La sucesión
testamentaria llegó a prevalecer sobre la legítima, pero posteriormente se
reaccionó contra el abuso de excluir de la herencia a parientes cercanos.
Se consideraba que el no dejar parte conveniente de los bienes a los
parientes más próximos era una falta a los deberes de familia o sea a la
pietas ergo suos y que el testamento que así los descuidaba era contra
officium pietatis y, por tanto, inoffociosum.
Aquellos sucesores a quienes correspondía la herencia ab intestato y que
habían sido postergados en el testamento podían intentar contra esté la
querella inoficiosa testamentaria.
Se desenvolvió entonces la sucesión legítima formal que consistía en la
obligación impuesta al testador de no preferir a los sucesores ab intestato
de la primera clase, o sea, según la jurisprudencia, a los herederos civiles,
los sui, siguiendo con esto el espíritu del ordenamiento familiar romano.
La institución o la desheredación debía de hacerse en la forma debida, el
filius sus debía ser desheredado nominalmente y las hijas y los nietos
acumulativamente, Justiniano en su Novela 115 prescribió que los
ascendientes y los descendientes debían ser necesariamente herederos y
sólo podían ser desheredados por los motivos graves y determinados.

Los legados

Legado, en su origen su objetivo consistía de realizar atribuciones del


caudal hereditario a titulo particular: una especie de regalo que hace el
testador para después de su muerte y que ha de pagar o entregar el
heredero. Esta descripción conviene a la mayor parte de los legados, pero
no a todos ellos por se extensísima su posibilidad caracterológica. Todas
tienen en común su singularidad y su concreción: se refieren a un bien o a
una relación jurídica individualizada sin fuerza expansiva dentro del
contexto de la herencia; el legatario es un simple adquiriente de derechos
patrimoniales (reales o de crédito) y en esta adquisición agota todas sus
relaciones con el heredero o la sucesión del causante, no constituye un
cargo sucesorio, lo que es característica exclusiva del heredero. En el
lagado de cosa cierta y propia del testador, el más frecuente, el legatario
adquiere la propiedad de la cosa por la aceptación del legado que le ha
sido conferido, pero no puede tomarla por sí mismo de conjunto de la
herencia, le debe ser entregada por el heredero, porque al formar parte
del patrimonio causante, como todas las demás, esta afectada al pago de
las deudas que éste haya podido dejar, pese a que el legatario en ningún
caso es deudor de las deudas que formen parte de la herencia (pasivo
patrimonial). La disciplina del legado no puede ser tomada separándola
del fenómeno de la herencia puesto que el legatario, por lo general,
requiere del heredero para la eficacia de su derecho, y por ello se le
concede acción contra éste cuando no cumpla de forma voluntaria con lo
ordenado por el causante en su testamento. Cuando la situación de la
herencia hace imposible el pago de los legados a los legatarios la
legislación establece ciertas preferencias para algunos casos (legados
remuneratorios, de cosa cierta, de alimentos, entre otros), pero como
regla general deberán reducirse éstos de acuerdo con un criterio
proporcional.
donación mortis causa

la donación mortis causa advierte que, si bien tiene la naturaleza jurídica


de donación, tal negocio jurídico despliega sus efectos con ocasión de la
muerte del donante, por lo que la normativa del impuesto lo califica como
título sucesorio y no como negocio jurídico gratuito e intervivos. En ese
sentido, la Dirección General de los Registros y del Notariado ha señalado
que, a efectos civiles, dicho negocio jurídico «se rige por las reglas
establecidas en el capítulo relativo a la sucesión testamentaria, es
revocable, no transmite el dominio en vida del donante, ni restringe sus
facultades dispositivas, no siendo inscribible en el Registro de la
Propiedad». Pues bien, dicha calificación se considera determinante del
tratamiento que ha de darse a dicha figura en el citado tributo, de forma
que se le aplicarán siempre las normas relativas a las adquisiciones por
causa de muerte en lo que se refiere a hecho imponible, base imponible,
reducciones, cuota tributaria, devengo y obligaciones formales.

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