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TEORÍA CURRICULAR
Boston College
SAge Publications, California
2008
de Andrés Navarrete
1.- Introducción a las ideologías curriculares
Durante unos cien años, los educadores* se han enfrentado para tratar de definir la naturaleza
del currículo de las escuelas de los Estados Unidos. Detrás de esta guerra se encuentran cuatro visiones
del currículo ideal. Éstas se basan en cuatro ideologías –o filosofías– curriculares que abogan por
propósitos muy distintos para la educación escolar y proponen métodos muy distintos para alcanzar
dichos propósitos.
Estas cuatro visiones de la educación escolar han estimulado el mejoramiento de las escuelas
norteamericanas, aunque también han causado conflictos que han inhibido el progreso en el desarrollo
del currículo escolar.
La competencia entre estas cuatro visiones de la educación han llevado a los defensores de cada
una a desarrollar currículos, métodos de instrucción y bases de investigación cada vez más potentes.
¿El resultado? Mejor educación para los niños.
Dicha competencia entre las cuatro visiones de la educación también ha dificultado que los
educadores y la opinión pública lleguen a un consenso sobre la naturaleza y los propósitos del currículo
escolar de los Estados Unidos. Dentro de los desacuerdos aparentemente insolubles se hallan la
controversia en el área de la lectura sobre si es más importante enseñar la decodificación (fonética) o la
comprensión (método holístico o Whole Language), la disputa en Matemática sobre priorizar la
comprensión matemática o las habilidades matemáticas, y el conflicto en Historia entre las posturas de
entregar conocimiento sobre el pasado y la de construir estrategias para analizar críticamente y
reconstruir la sociedad en el futuro. Recientemente, estas disputas se han vuelto tan encarnizadas que se
ha dado en llamarlas “guerras de la lectura”, “guerras de la Matemática” y “guerras de la Historia”. La
incapacidad para apreciar las diferencias entre las diferentes visiones curriculares y para llegar a un
consenso sobre asuntos filosóficos y pedagógicos claves han dificultado la mejora sistemática del
currículo.
Cada una de las cuatro visiones curriculares encarna creencias diferenciadas sobre el tipo de
conocimiento que debería enseñarse en las escuelas, la naturaleza inherente de los niños, los
componentes del aprendizaje escolar, la forma en que los profesores deberían instruir a los niños y la
manera de evaluar a los estudiantes. Cada una tiene su propio sistema valórico, su propia idea sobre el
propósito de la educación, sus propios significados para ciertos términos –por ejemplo, ¿el
conocimiento consiste en comprensión, habilidades, significados o valores?– sus propios héroes, cuyas
creencias repite, y sus propios villanos, cuyas creencias critica.
En este libro, las cuatro visiones se denominan ideologías Académica Erudita, de Eficiencia
Social, Centrada en el Estudiante, y de Reconstrucción Social. Cada ideología tiene una larga historia y
ha llevado distintos nombres. Por ejemplo, en diferentes momentos de los últimos cien años, la
ideología Centrada en el Estudiante se ha llamado educación progresista, educación abierta, educación
centrada en el niño, práctica adecuada al desarrollo, y constructivismo. Estas ideologías pueden influir
en el pensamiento de las personas acerca del currículo de forma tan poderosa como sus convicciones
políticas afectan su posición con respecto a asuntos políticos.
La existencia de estas cuatro ideologías genera problemas para los recién llegados al campo
educativo, puesto que generalmente ignoran su existencia y, por consiguiente, tienen problemas para
definir cómo orientarse filosóficamente ante la presión de los defensores de una u otra postura para que
se unan a su bando. La existencia de estas cuatro ideologías también causa preocupación entre los
profesores veteranos, quienes frecuentemente reciben instrucciones por parte de los administradores de
las escuelas para que apliquen una moda curricular tras otra –modas que frecuentemente requieren de
una revisión sustantiva de los principales marcos conceptuales que sustentan la educación que entregan
los maestros. Estas filosofías curriculares muchas veces causan desacuerdo entre quienes trabajan en el
* En todo el texto se usa la palabra “educadores” en un sentido muy amplio, para referirse a maestros, expertos en
educación, especialistas en desarrollo curricular, personal de la administración escolar, etc.
currículo, especialmente entre quienes lo desarrollan, sobre cuál debería ser la naturaleza del currículo
que ellos crean y que las escuelas adoptarán. La competencia entre los defensores de estas cuatro
ideologías curriculares para ejercer su influencia en el currículo también genera preocupación –al punto
de inspirar la creación de iniciativas políticas– entre miembros del público general que se interesan en
cómo se educa a sus hijos y nietos, qué cosas suceden en nuestras escuelas, y las maneras en que la
educación escolar influye en las creencias de los niños y en su orientación social. Tal vez el mejor
ejemplo de estas iniciativas políticas sean las “guerras curriculares” de California entre 1985 y 2000,
durante las cuales dos grupos con ideologías contrarias lograron que se quitara el programa curricular
antagonista del grupo de materiales curriculares financiados por el estado, y que se reemplazara con el
propio –todo esto luego de largas y bien publicitadas batallas políticas (Becker & Jacob, 2000; Jackson,
1997a, 1997b; Pearson 2004; Schonfeld, 2004; Wilson 2003).
La existencia de estas visiones contrapuestas sobre lo que supone una buena educación, y la
correspondiente falta de entendimiento acerca de estas visiones entre los educadores, trabajadores
curriculares y el público general, genera confusión y malestar entre los estadounidenses y dentro de la
educación de los Estados Unidos. Como individuos, estamos en constante desacuerdo unos con otros –
y con nosotros mismos– con respecto a qué deberíamos hacer en nuestras escuelas. Como miembros de
grupos con una orientación política, tratamos de ejercer presión en los departamentos estatales de
educación para que escojan ciertos textos de estudio o programas de instrucción. Como nación,
emitimos grandes cantidades de informes prestigiosos, muchos de ellos contradiciendo a los
precedentes, sobre cuáles son los problemas de la educación estadounidense y sobre la forma de
resolverlos.
Como país, hemos enriquecido nuestro currículo escolar de muchas formas al tomar elementos
de las cuatro ideologías. Sin embargo, el mejoramiento sistemático de nuestro currículo escolar ha sido
difícil, dado que hemos sido incapaces de elegir una única orientación ideológica, o llegar a un acuerdo
entre las orientaciones ideológicas, incapaces de establecer metas claras para nuestras escuelas, e
incapaces de perseguir dichas metas con determinación.
La confusión en la educación estadounidense, resultante de una falta de perspectiva con
respecto a las cuatro ideologías curriculares, ignorancia sobre la naturaleza de estas cuatro ideas de
educación, y el continuo desacuerdo entre los educadores y entre el público general sobre cuál debería
ser la naturaleza del currículo, diluye la efectividad de los educadores como individuos y de nuestras
escuelas como organizaciones (de grupos supuestamente cohesionados de personas).
Un propósito de este libro es entregar a sus lectores una perspectiva favorable de estas versiones
de la educación escolar, basada en una comprensión completa de las cuatro ideologías curriculares en el
contexto histórico en el que han existido durante los últimos cien años. Otro de sus propósitos es dar a
sus lectores una perspectiva sobre sus propias filosofías de la educación en relación con las cuatro
ideologías curriculares que han tenido –y en este momento tienen– una profunda influencia en las
escuelas norteamericanas. El libro primero describe y analiza cada una de las ideologías curriculares,
luego las compara, y finalmente se refiere a los complejos modos en que éstas influencian las vidas de
los educadores como individuos durante sus carreras.
Mirar con perspectiva estas ideologías curriculares, y entenderlas, puede traer múltiples
beneficios. Primero, cuando los educadores comprenden sus propios marcos conceptuales y la gama de
opciones ideológicas disponibles, puede ser útil para que clarifiquen y alcancen sus metas curriculares
y de instrucción más eficientemente. En segundo lugar, cuando los educadores tienen una perspectiva
sobre la gama de creencias filosóficas que pueden tener sus colegas, y las comprenden, puede ser más
sencillo para ellos apreciar la naturaleza de los desacuerdos curriculares que inevitablemente ocurrirán
en las escuelas, aceptar a los demás, y trabajar de forma efectiva con personas con opiniones dispares.
En tercer lugar, cuando los educadores comprenden las distintas formas en que se usa el lenguaje en
cada una de las ideologías, pueden tener más facilidad para comunicarse y negociar decisiones
curriculares con colegas, comités curriculares, consejos escolares y sus comunidades. En cuarto lugar,
cuando los educadores tienen una perspectiva sobre las diferencias entre los marcos curriculares que
actualmente influencian el diálogo público sobre educación, y las comprenden, puede facilitarse su
contribución al debate público sobre asuntos educacionales. En quinto lugar, cuando los educadores
comprenden las presiones ideológicas que la sociedad y sus colegas ejercen sobre ellos, se posibilita
que vean la verdadera dimensión de estas presiones y que logren minimizar su influencia (Cotti &
Schiro, 2004).
Este libro se refiere tanto a la naturaleza de la educación estadounidense como a las creencias de
los individuos con respecto al currículo escolar. En consecuencia, se sugiere a los lectores completar un
breve inventario que les permita graficar visualmente sus creencias curriculares. (El inventario y las
instrucciones para graficar sus resultados se encuentran en el Apéndice). Recomiendo que complete el
inventario ahora, antes de continuar leyendo, y una segunda vez luego de terminar de leer este libro. El
último capítulo trata de cómo y por qué los educadores cambian sus ideologías curriculares a través del
tiempo. Ver cómo sus creencias sobre el currículo cambian a medida que va leyendo el libro le ayudará
a comprender ese capítulo.
Los nombres que se utilizan en este libro para referirse a las ideologías curriculares examinadas
son: ideología de Eficiencia Social, ideología Académica Erudita, ideología Centrada en el Estudiante e
ideología de Reconstrucción Social.
Los defensores de la ideología Académica Erudita creen que, con el paso de los siglos, nuestra
cultura ha acumulado conocimiento importante que ha sido organizado de acuerdo a las disciplinas
académicas presentes en las universidades. El propósito de la educación es ayudar a los niños a
aprender el conocimiento acumulado de nuestra cultura: el de las disciplinas académicas. Llegar a
conocer una disciplina académica supone aprender su contenido, marcos conceptuales, y modos de
pensamiento. Los profesores deberían ser mini-eruditos, poseedores de un conocimiento profundo de su
disciplina, junto a la capacidad de presentársela a sus estudiantes de forma clara y precisa.
Los Académicos Eruditos suponen que las disciplinas académicas, el mundo del intelecto y el
mundo del conocimiento son, grosso modo, equivalentes. Se asume que la tarea central de la educación
es ser la extensión de los componentes de esta equivalencia, tanto a nivel cultural, como puede verse en
la adquisición de nuevas verdades, como a nivel individual, como se observa en la enculturación de los
individuos, en su adopción del conocimiento acumulado y las formas de saber de la civilización.
Una disciplina académica se considera como una comunidad jerárquica de gente en busca de la
verdad dentro de una parte del universo del conocimiento. Las comunidades jerárquicas constan de los
que investigan para llegar a la verdad (los eruditos en la parte superior de la jerarquía), los que enseñan
la verdad (quienes divulgan la verdad descubierta por los eruditos), y los que aprenden la verdad
(estudiantes cuya labor es aprender la verdad para así poder convertirse en miembros diestros de la
disciplina).
El objetivo de la educación para los Académicos Eruditos es la extensión de sus disciplinas
mediante la inclusión de jóvenes. Esto involucra la conversión de los jóvenes en miembros de una
disciplina, primero llevándolos a ella como estudiantes y luego promoviéndolos desde la base de la
jerarquía hasta la cumbre. La extensión de una disciplina se logra a través de la transmisión de su
conocimiento y sus modos de pensamiento a los estudiantes. El currículo entrega los medios para esta
transmisión, y tanto su significado como su razón de ser derivan de las disciplinas académicas. La
principal preocupación de los Académicas Eruditos es construir un currículo de manera tal que refleje
la esencia de su disciplina.
Los defensores de la Eficiencia Social creen que el propósito de la educación escolar es cumplir
con eficiencia las necesidades de la sociedad mediante la capacitación de los jóvenes, para que así
puedan funcionar como miembros maduros que contribuyan a ella en el futuro. Su meta es entrenar a
los jóvenes en las habilidades y procedimientos que necesitarán en el trabajo y en casa para vivir vidas
productivas y perpetuar el funcionamiento de la sociedad.
Quienes adhieren a la ideología de la Eficiencia Social cree que la esencia de los estudiantes
reside en sus competencias y en las actividades que son capaces de realizar. Los jóvenes se educan
aprendiendo a ejecutar las funciones necesarias para la productividad social. Los profesores
administran la instrucción mediante la selección y el uso de estrategias educativas diseñadas para
ayudar a los estudiantes a adquirir los comportamientos prescritos por su currículo. La instrucción es
guiada por objetivos de comportamiento claramente definidos, y los estudiantes pueden necesitar
mucha práctica para conseguir destrezas y mantenerlas.
La primera labor de los educadores que apoyan la Eficiencia Social es determinar las
necesidades de la sociedad (u otro cliente más especializado). Los elementos que satisfagan estas
necesidades se denominan objetivos terminales del currículo. Luego, los educadores deben hallar la
forma más eficiente de generar un producto –la persona educada– que cumpla los objetivos terminales
del currículo, y que, por lo tanto, resuelva las necesidades de la sociedad (o del cliente).
Los ideólogos de la eficiencia social creen que la forma más eficiente de alcanzar los objetivos
terminales de un currículo consiste en aplicar las rutinas del procedimiento científico al desarrollo
curricular. Uno de los supuestos centrales de la Eficiencia Social es que el cambio en el
comportamiento humano (es decir, el aprendizaje) ocurre en un contexto relativamente directo de
causa-efecto, acción-reacción o estímulo-respuesta. Esta concepción requiere que los educadores que
apliquen la Eficiencia Social predeterminen las relaciones entre causa y efecto, acción y reacción y
estímulo y respuesta, además de que predigan las causas, acciones y estímulos (es decir, las
experiencias de aprendizaje) que producirán los efectos, reacciones y respuestas esperadas. Así, tres
elementos que juegan un papel relevante dentro de la ideología de el Eficiencia Social son el concepto
de aprendizaje (o cambio en el comportamiento humano), la creación y secuenciación de experiencias
de aprendizaje (las causas, acciones y estímulos que llevan a los efectos, reacciones y respuestas
deseadas) y la rendición de cuentas al cliente para quien trabajan los educadores (accountability).
Trabajadores curriculares
Las personas que trabajan en el currículo se dedican a tareas de distintos tipos. Las ideologías
estudiadas en el texto se relacionan con los esfuerzos de los siguientes trabajadores curriculares.
Los practicantes curriculares usan currículos dentro del campo de la instrucción y supervisan
su utilización en las escuelas. Los profesores de aula que planean la instrucción usando textos de clase
sobre estudios sociales, implementan un programa de lectura, o derivan un programa de ciencias a
partir de las ideas curriculares sugeridas en un sitio web son practicantes curriculares. Son también
practicantes curriculares los administradores escolares que realizan ajustes curriculares para cumplir
estándares curriculares estatales o nacionales, implementan la enseñanza en equipo, fomentan que los
maestros usen una metodología de enseñanza específica o insisten en que se emplee una serie
específica de textos de estudio.
Los divulgadores curriculares informan a los practicantes curriculares sobre la existencia de
currículos y los métodos adecuados para usarlos. Un divulgador curricular puede ser un vendedor de
textos de estudio, un especialista en una asignatura dentro de un distrito escolar, un profesor
universitario que ofrece un curso sobre métodos de uso del currículo o el líder de los talleres
preparados por una casa editorial o una organización profesional (como el Consejo Nacional de
Profesores de Matemática).
Los evaluadores curriculares reúnen, examinan y evalúan datos con el propósito de entregar
informes sobre la efectividad, eficiencia y valor de las labores y creaciones de otros trabajadores
curriculares. Los evaluadores curriculares pueden ser empleados de un servicio privado de evaluación,
la administración central de un distrito escolar, una agencia de vigilancia gubernamental, una editorial,
o un grupo de desarrollo curricular. Sus informes tienen como fin ayudar en la toma de decisiones sobre
materiales curriculares, logros escolares de los estudiantes, efectividad de los profesores, y la rendición
de cuentas por parte de las escuelas.
Los partidarios curriculares son expertos en educación y miembros del público general que se
interesan en lo que se enseña en las escuelas y la manera en que se enseña, e intentan influir en estas
materias. Un partidario curricular podría ser un padre que trata de influenciar las decisiones
curriculares de la escuela de su pupilo, un ciudadano que intenta afectar las decisiones curriculares del
departamento estatal de educación, o un político (como un presidente, gobernador o legislador) que
apunta a implementar sus ideas sobre el currículo mediante el proceso político.
Los desarrolladores curriculares crean materiales y estrategias curriculares para ser usados por
otros en el campo de la instrucción. Las palabras clave aquí son “para ser usados por otros” e
“instrucción”. Los desarrolladores curriculares pueden ser productores de textos de estudio, maestros
pertenecientes al comité curricular de su escuela, especialistas que trabajan para organizaciones
educacionales privadas o ciudadanos preocupados que diseñan materiales de instrucción para
educación en el hogar.
Los teóricos curriculares examinan las implicaciones filosóficas e ideológicas de los currículos
existentes; estudian cómo se usan, divulgan, crean y evalúan los currículos; estudian las labores e
intenciones de otros trabajadores curriculares; especulan sobre qué objetivos debería tener el currículo;
investigan los porqués de sus propias investigaciones; y escriben libros como este, todo con el objetivo
de contribuir al conocimiento sobre el currículo y su práctica efectiva, divulgación, defensa, desarrollo
y evaluación.
Este libro se refiere a las posiciones ideológicas de todos los anteriores trabajadores
curriculares. Sin embargo, las ideologías curriculares aquí descritas generalmente se pueden observar
de manera óptima en las intenciones y labores programáticas de las personas al dedicarse al proceso de
creación curricular (o la planificación de la instrucción). En consecuencia, este libro se enfocará con
frecuencia en las acciones de los desarrolladores curriculares como ejemplos y representantes de las
ideologías curriculares de una gama mucho mayor de trabajadores curriculares. Así, el estudio de las
creencias de los trabajadores curriculares en general estará a menudo mezclada con descripciones de las
labores específicas de los desarrolladores curriculares.
En este libro, las visiones, filosofías, doctrinas, opiniones, marcos conceptuales y sistemas de
creencias curriculares de los educadores se denominan ideologías curriculares.
Una ideología es un conjunto de ideas, una visión completa, una forma de ver las cosas, o una
visión de mundo que encarna la manera en que una persona o un grupo de personas cree que debería
organizarse y funcionar el mundo. Es “un cierto conjunto ético de ideales, principios, doctrinas, mitos o
símbolos de un movimiento social, institución, clase o grupo amplio, que explica cómo debería
funcionar la sociedad, y entregar un modelo político y cultural de un cierto orden social” (Wikipedia,
sin fecha, ¶ 1). La palabra también se usa para describir
cómo las culturas [o subculturas] se estructuran de formas que permiten que poder al mando del grupo tenga
el máximo control con el menos grado de conflicto posible. No se trata de grupos que deliberadamente tratan
de oprimir a la gente o de alterar sus conciencias [...], sino que de cómo […] las instituciones en la sociedad
funcionan a través de valores, concepciones del mundo y sistemas simbólicos de manera de legitimar el orden
actual. En pocas palabras, esta legitimación es manejada a través de la enseñanza extendida […] de ideas
sobre cómo son las cosas, cómo funciona “realmente” el mundo y cómo debería funcionar. Estas ideas (con
frecuencia insertas en símbolos y prácticas culturales) orientan el pensamiento de las personas de manera tal
que llegan a aceptar el modo actual de hacer las cosas, el sentido actual de lo que es “natural”, y la
comprensión actual de sus roles dentro de la sociedad. Este proceso de socialización, la formación de nuestras
interpretaciones cognitivas y afectivas sobre nuestro mundo social […] es ejecutado […] por las iglesias, las
escuelas, la familia y mediante formas culturales. (Lye 1997, ¶ 1)
Observe, a partir de esta descripción, que las ideologías llevan dentro de sí ciertos impulsos culturales
orientados a dominar a las ideologías rivales y controlar ciertos aspectos de su cultura (en nuestro caso,
la educación). Observe también que se replican a través de la educación (socialización,
adoctrinamiento, aculturación) de la gente para que adopte sus creencias, tratando sutilmente de
“orientar el pensamiento de las personas de modo que acepten” la visión de la ideología sobre cómo
deberían hacerse las cosas, su concepción de lo que es natural y su postura con respecto a los roles
dentro de la sociedad.
La consecuencia de lo anterior en nuestra cultura, en la cual los adherentes de cuatro ideologías
luchan por controlar el sistema educacional, es que los partidarios de cada una intentan convertir a otras
personas en defensores de su posición al aseverar que su perspectiva educacional es la única forma
adecuada, natural y aceptable de ver este campo. Dichos intentos provocan una constante presión sobre
los maestros, educadores y miembros del público general, quienes se ven ante la necesidad de escoger
una ideología y rechazar las demás. Es como si cuatro grandes imanes nos tironearan en distintas
direcciones a todos quienes nos interesamos en la educación. Esto ha llevado a una guerra ideológica
en los Estados Unidos que se está desarrollando en dos frentes: el establishment educacional y las
mentes y espíritus de todos los norteamericanos preocupados por lo que ocurre en nuestro sistema
educacional. Las cosas no tienen por qué ser así. Ciertas culturas han permitido que una ideología
domine completamente al resto, mientras que otras han hallado la manera de hacer que las ideologías
cooperen entre ellas en lugar de que compitan. Sin embargo, en los Estados Unidos, al comienzo del
siglo XXI, los creyentes de cada ideología ven a los demás como correligionarios, posibles blancos de
conversión o enemigos. Por lo tanto, los educadores y los miembros del público general que se han
unido a una ideología se sienten cómodos y seguros pues consideran que su visión de mundo es la
mejor, mientras que los que no lo han hecho están en una continua duda entre posiciones opuestas.
Entre quienes no comprenden las distintas alternativas disponibles, esta situación frecuentemente
genera sensaciones de superioridad moral o inseguridad y confusión.
Tengo dos razones principales para emplear la frase ideología curricular en este libro. Una de
ellas tiene que ver con mi elección de la palabra ideología en lugar del término filosofía, más común en
esta área. Se usa ideología para diferenciar entre motivos que subyacen al comportamiento y creencias
articuladas. Este libro se ocupa de los primeros y no de las segundas. El problema resuelto por esta
distinción es que la intención expresada (o filosofía) con frecuencia se ve contradicha por el
comportamiento real. Los educadores dedicados al currículo a menudo no tienen conciencia de los
principales supuestos a la base de sus acciones, tal como los adherentes de muchos grupos políticos
ignoran los motivos e impulsos que los incitan a actuar conforme a los modos de comportamiento
aceptados por estas organizaciones. Se requiere establecer una diferencia entre las visiones, mitos,
doctrinas, opiniones, visiones de mundo y sistemas de creencias que llevan a los trabajadores
curriculares a comportarse como lo hacen, y las verbalizaciones que hacen los trabajadores
curriculares. En consecuencia, utilizo la palabra ideología.
La otra razón que explica mi uso de la frase ideología curricular tiene que ver con el uso que
hago de la palabra currículo. Es necesario diferenciar la esfera del currículo, la esfera de la instrucción,
la esfera epistemológica, la esfera de la teoría del aprendizaje, la esfera del psicoanálisis, la esfera del
desarrollo, etc., cuando se comenta la labor de las personas interesadas en el currículo. Esto se debe a
que los individuos frecuentemente se comportan de formas distintas cuando se hallan en cada una de
estas áreas del discurso, así como los maestros a menudo no se conducen del mismo modo con sus
hijos que con sus alumnos. Una persona muchas veces actúa de forma diferente cuando trata asuntos
curriculares (o piensa sobre ellos) dependiendo de si lo hace como psicólogo, padre, filósofo o
epistemólogo. Los sistemas conceptuales que usan los individuos muchas veces están relacionados con
el rol que sienten que están representando. Por ejemplo, los maestros a menudo se comportan de forma
distinta dependiendo de si están planeando la enseñanza o ocupándose de asuntos curriculares o si están
enseñando e interactuando con sus alumnos. Así, las ideologías curriculares se refieren a las labores de
las personas mientras se dedican a actividades curriculares o piensan sobre asuntos de este tipo. Las
ideologías curriculares no atañen a todos los sistemas de creencias de las personas, ni siquiera a todos
sus sistemas de creencias sobre educación.
Las descripciones de las ideologías presentadas en este libro emergieron de un análisis de las
acciones y creencias de educadores estadounidenses (en especial desarrolladores curriculares) con
respecto al currículo durante el siglo XX. El marco usado para examinar las creencias de los maestros
se apoya en la literatura especializada sobre posturas curriculares en los Estados Unidos. La Tabla 1.1
muestra el alineamiento de los esquemas clasificatorios propuestos recientemente por nueve teóricos.
Casi todos ellos identificaron posturas similares a la Académica Erudita, de Eficiencia Social, Centrada
en el Estudiante y de Reconstrucción Social. Dos de los esquemas no identifican la tendencia de
Reconstrucción Social; sin embargo, ello no es sorprendente ya que la Reconstrucción Social sólo
reapareció como una postura individual alrededor de 1990. Por ejemplo, en 1986 y 1987, Schubert
distinguió sólo tres tendencias, mientras que en 1996 revisó su esquema de clasificación para incluir
cuatro. Nada más un esquema no identifica la postura de Eficiencia Social. Cuatro esquemas distinguen
dos corrientes donde los demás ven sólo una. También llama la atención que, aunque los términos
usados para referirse a las posturas pueden variar, las posturas subyacentes son las mismas. La
terminología ha cambiado con frecuencia durante el último siglo. Por ejemplo, en los Estados Unidos,
entre los nombres para la ideología Centrada en el Estudiante se cuentan “estudio del niño” (década de
1890), educación progresista (1910-1950), educación abierta (1965-1980), educación orientada al
desarrollo (1970-1990) y constructivismo (1990 en adelante).
Schiro Eisner McNeil Schubert Fenstermac- Posner Zeichner Joseph et al. Ellis (2004) Kliebard
(2008) (1974) (1977) (1996) her & Soltis (1992) (1993) (2000) (2004)
(1992)
académica racionalismo académica Intelectual liberacionista Tradicional / académica Construcción Centrada en humanista
erudita académico tradicionalis- estructura de de el
ta las comprensión conocimiento
disciplinas y conexión
con el canon
eficiencia tecnología y tecnológica Conductista ejecutiva conductual Eficiencia Preparación Eficiencia
social procesos social social para el social
cognitivos trabajo y la
superviven-
cia
centrada en auto humanista experienciali terapeutica Experiencial desarrollista Desarrollo Progresista y Estudio del
el estudiante actualización sta y cognitiva del ser y del centrada en niño
espíritu el estudiante
reconstruc- reconstruc- reconstruc- reconstruccio Reconstruc- Confronta- Centrada en Mejoramien-
ción social cionismo cionista nista crítica cionista ción con el la sociedad to social
social social social orden
dominante y
deliberación
democrática
Dos tipos de sistemas clasificatorios son útiles para aclarar las diferencias entre los educadores
(y entre miembros del público general) con interés en el currículo. Dichos sistemas se muestran en la
Figura 1.1. Uno de ellos está diseñado para ubicar a toda la población de educadores dentro de un
conjunto de categorías separadas, en las cuales se puede ubicar a cualquier persona. La Figura 1.1a
muestra este tipo de sistema de clasificación, en el cual se divide la población completa de educadores
en cuatro categorías separadas –ES, AE, CE y RS. Aquí se asume un amplio grado de uniformidad
dentro de cada categoría, además de grandes diferencias entre ellas. Este tipo de sistema no es útil para
distinguir ideologías curriculares. Un sistema de clasificación de tipos ideales con un número finito de
posturas para representar la gama de prácticas empleadas por los educadores es más efectivo. La Figura
1.1b ilustra este tipo de sistema, compuesto por cuatro tipos ideales –las cuatro ideologías curriculares–
que proveen los modelos de la esencia de cada una de las visiones de mundo de los educadores. Cada
modelo es un arquetipo que presenta representa un modelo idealizado de una cierta visión sobre el
currículo, con respecto al cual que las prácticas y creencias de los educadores son aproximaciones. En
la Figura 1.1b, los educadores (y miembros del público general) interesados en el currículo se agrupan
alrededor de los tipos ideales sin tener que actuar exactamente como éstos; su distancia con un tipo
ideal indica cómo y cuánto se diferencian de él.
Figura 1.1: Sistemas de clasificación
a b
Las cuatro ideologías presentadas en este libro –los tipos ideales– han sido escogidas porque
representan la gama actual de creencias entre las personas con interés en el currículo: todas tienen
raíces dentro de la educación norteamericana y ejercen su influencia en ella, puesto que ofrecen
alternativas diametralmente opuestas y parecen ser prototipos alrededor de los cuales se agrupan los
educadores –la densidad dentro del grupo de todos los educadores en la Figura 1.1b es mayor cerca de
los tipos ideales ES, AE, CE y RS. Debido a que las ideologías curriculares representan ideales
abstractos, y no la realidad misma, aunque se diga que creen o se comportan conforme a ciertas ideas,
es difícil hallar educadores que se ajusten exactamente a las caracterizaciones; y aunque los
pensamientos que expresan y las conductas observables en la mayoría de ellos se aproximen a los
rasgos de un solo tipo ideal, existen muchos educadores cuyo comportamiento es una combinación de
las características de más de uno.
Boston College
2008
de Andrés Navarrete
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6.-Panorama comparativo de las ideologías curriculares
En los cuatro capítulos anteriores, se describen cuatro ideologías curriculares: Académica
Erudita, de Eficiencia Social, Centrada en el Estudiante, y de Reconstrucción Social. Al
explorar cada una de ellas, se examinaron varios aspectos esenciales de sus marcos
conceptuales. Éstos incluyen los objetivos profesionales de los educadores, sus conceptos
sobre el conocimiento, visiones sobre la educación, posturas con respecto a la niñez, ideas
sobre la enseñanza y creencias sobre la evaluación. Hasta ahora, estos temas han sido
investigados de manera separada dentro del contexto de cada ideología, pero ahora serán
comparados. Más adelante, varios aspectos aún no mencionados de las ideologías se
examinarán brevemente.
Resumen comparativo
OBJETIVOS
Los educadores tienen objetivos profesionales que dan sentido a su labor. Las siguientes
preguntas permiten comparar estos objetivos:
• ¿Creen los educadores que son responsables ante un cliente cuyos intereses creados
difieren de los propios?
La meta de los educadores partidarios de la Eficiencia Social es ejecutar una tarea para un
cliente (con frecuencia la sociedad) de forma eficiente y científica. Se ven a sí mismos
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como agentes imparciales de un cliente cuyos intereses creados difieren de los propios.
Los educadores que siguen esta tendencia piensan que sus intereses creados tienen que
ver con cuán eficiente y científicamente cumplen sus tareas, más que en la tarea misma
que cumplen.
CONOCIMIENTO
Las concepciones que tienen los educadores sobre los tipos de conocimiento más valiosos
y con más méritos para incluir en el currículo son de gran importancia. Sus posturas con
respecto al conocimiento se revisarán mediante el examen de las siguientes preguntas:
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Los Académicos Eruditos creen que la naturaleza del conocimiento curricular valioso
consiste en aseveraciones didácticas y modos de pensamiento que corresponden a las
tradiciones intelectuales de las disciplinas académicas. El conocimiento le entrega al niño
la capacidad de entender, y su fuente es una realidad objetiva que se interpreta por medio
de las disciplinas académicas. Su autoridad deriva de la disciplina académica a la que
pertenece. Su verdad se verifica a través de un método de congruencia que evalúa el
grado en que refleja la esencia de la disciplina académica a la que pertenece.
Los educadores a favor de la Eficiencia Social creen que la naturaleza del conocimiento
curricular valioso es su potencial para llevarse a la acción. El conocimiento les da a los
niños la capacidad de hacer cosas. Se origina la realidad objetiva y normativa, mediada por
la interpretación de los miembros de la sociedad. Su autoridad proviene del impacto que
tiene en la perpetuación de la sociedad al entregarles a los individuos las habilidades que
necesitan para funcionar dentro de la sociedad. Su verdad se verifica mediante un método
de congruencia que evalúa su correspondencia con la realidad empírica interpretada por
los miembros de la sociedad.
Los educadores Centrados en los Estudiantes creen que el conocimiento valioso toma la
forma de significados personales. Éste les da a los alumnos la capacidad de alcanzar su
máximo nivel de auto-actualización. Se origina en la experiencia directa de los individuos
con su mundo y con su propia auto-expresión creativa en respuesta a la experiencia,
mediada esta última por sus necesidades y su estructura de personalidad. Su autoridad se
relaciona con el significado que tiene para quien lo ha adquirido. Su verdad puede
verificarse por medio del entendimiento personal de sus poseedores. La adquisición de
conocimiento no es una preocupación clave para los educadores de esta tendencia –es un
primer derivado del aprendizaje y un segundo derivado del crecimiento, ambos más
importantes que el conocimiento.
Los Reconstruccionistas Sociales creen que el conocimiento curricular valioso toma una
forma que expresa tanto verdad como valor: inteligencia junto con una postura moral. El
conocimiento les da a los niños la posibilidad de interpretar y reconstruir su sociedad. Se
origina en las interpretaciones de los educadores (y, mediante éstas, en las
interpretaciones de los niños) sobre el pasado, el presente y el futuro de la sociedad. Su
autoridad parte de las visiones de los educadores (y, a través de ellas, de las
interpretaciones de los niños) sobre la futura sociedad ideal. La verdad del conocimiento
se verifica por medio de las convicciones de los educadores sobre la capacidad de éste de
mejorar la sociedad actual considerando la sociedad ideal del futuro.
La Tabla 6.1 resume las respuestas de cada ideología a las anteriores preguntas.
4
Tabla 6.1: Comparación de las posturas de las ideologías con respecto al conocimiento
Las visiones de los educadores sobre la naturaleza del conocimiento pueden examinarse
más a fondo si se clarifican sus respuestas a las siguientes dos preguntas:
• ¿Qué es más importante con respecto al conocimiento? ¿El lugar donde se origina o el
uso que puede dársele?
Detrás de estas preguntas se halla una distinción implícita entre realidad objetiva y
realidad subjetiva. La realidad objetiva se refiere a cosas en el mundo real cuya existencia
y naturaleza pueden percibirse y verificarse imparcialmente. La realidad subjetiva remite a
las cosas en las mentes de los individuos, que se construyen a partir de sus propios y
únicos pensamientos, observaciones, sentimientos, temperamentos, etc. La realidad
5
objetiva se relaciona con aquellas cosas (es decir, objetos) independientes de la mente de
quien los percibe. La realidad subjetiva concierne a los significados o percepciones dentro
de las mentes de las personas (es decir, de los sujetos).
6
Al relacionar las preguntas “¿El conocimiento se origina en la realidad objetiva o
subjetiva?” y “¿La importancia del conocimiento proviene de su fuente o de su uso?”, se
obtiene una matriz de cuatro celdas que ilustra la relación entre las ideologías (ver figura
6.1). Esta matriz permite comparar las ideologías dependiendo de si se ubican a la derecha
o izquierda del eje vertical, y de si están arriba o abajo del eje horizontal. La Figura 6.2
reemplaza el nombre de cada ideología con un modelo visual de de la esencia de su
postura con respecto a la relación entre las realidades objetiva y subjetiva. En cada
modelo visual, las relaciones entre el objeto (O) y el sujeto (S), el origen y la fuente del
conocimiento (flecha continua) y la existencia y dirección de los usos del conocimiento
(flecha discontinua) dan cuenta de las interacciones dinámicas entre estos elementos de
acuerdo a cada ideología.
Figura 6.1: Relación entre las posturas de las ideologías sobre los orígenes e importancia
del conocimiento
Figura 6.2: Modelos visuales de las posturas de las ideologías sobre la relación entre los
orígenes y la importancia del conocimiento
7
S = Realidad subjetiva = Fuente del conocimiento
Aprendizaje
Los Académicos Eruditos ven el aprendizaje desde la perspectiva del transmisor de lo que
se va a aprender –el agente activo primario durante el aprendizaje– y no desde el punto
de vista del receptor.
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Los educadores Centrados en el Estudiante ven el aprendizaje como un subproducto del
crecimiento, durante el cual los estudiantes crean significado a través de la autoexpresión
creativa que resulta de interactuar orgánicamente con su entorno de forma congruente
con su naturaleza interna.
Las respuestas a las siguientes preguntas (ver Tabla 6.2) explicitan algunas de las
diferencias entre las ideologías en lo que concierne a sus posturas sobre el aprendizaje.
• ¿El aprendizaje es visto desde la perspectiva del receptor o del transmisor de lo que se
va a aprender? Es decir, ven los educadores el aprendizaje a través de los ojos del profesor
(adulto) o del estudiante (niño)?
• ¿Se trata el aprendizaje como un proceso integrado o atomizable? Es decir, ¿es posible
descomponer el aprendizaje hasta llegar a actos individuales y aislados (átomos), o es
necesario tratar el proceso de aprendizaje de manera holística (integrada)?
• ¿El actor primario durante el aprendizaje es el estudiante o un agente externo que actúa
sobre el estudiante?
• ¿Existe preocupación por emplear una teoría formal del aprendizaje? ¿Qué tipo de
teoría del aprendizaje se utiliza?
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Tabla 6.2: Comparación de las posturas de las ideologías con respecto al aprendizaje
¿El aprendizaje es visto desde la perspectiva del receptor o del transmisor? Transmisor Transmisor Receptor Transmisor
¿El aprendizaje se ve principalmente como resultado del crecimiento natural o de la Transmisión Transmisión Crecimiento Transmisión
transmisión social?
¿El aprendizaje es un proceso integrado o atomizable? Atomizable Atomizable Integrado integrado
¿El aprendizaje es un proceso de modificación mental o de comportamiento? Mente Conducta Mente Mente
¿El resultado esperado del aprendizaje es un cambio de mental o de Mente Conducta Mente Mente
comportamiento?
¿El actor primario es el estudiante o un agente externo que actúa sobre el estudiante? Agente externo Agente/y Aprendiz Agente/Aprendiz
aprendiz
¿Existe preocupación por emplear una teoría formal del aprendizaje? ¿Qué tipo? No Sí Sí Sí
(disciplina) (Conductismo) (Desarrollista y (Constructivista
Constructivista) social)
¿Cómo se aborda el tema del grado de preparación para el aprendizaje? Mediante la Proporcionando Etapas de Gestalts de la
simplificación de prerrequisitos crecimiento experiencia
temas difíciles capacidades previa
conductuales
¿Cómo se maneja el asunto de la enseñanza personalizada? Se ignora. (Los Proporcionando Facilitando el Utilizando los
niños se agrupan una tarea desarrollo intereses
de acuerdo al estándar para individual individuales para
progreso) todos y variando llegar a
el ritmo y estilo consenso
de aprendizaje.
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EL NIÑO
La forma en que los educadores perciben a los niños y cómo insertan estas percepciones
en su currículo dice mucho sobre su concepción sobre la educación.
Los Académicos Eruditos ven a los niños como neófitos dentro de la comunidad jerárquica
de las disciplinas académicas. Los niños son percibidos como carentes de algo que existe
fuera de sus mentes y dentro de la disciplina de los educadores, algo que la disciplina
puede transmitir a sus mentes.
Los educadores se enfocan en dos propiedades de la mente de los niños: la memoria (que
puede ser llenada) y la razón (que puede ser entrenada).
Los educadores a favor de la Eficiencia Social ven la niñez como una etapa de aprendizaje
cuyo valor radica en llevar a la adultez. Es en la adultez que las personas son vistas como
miembros constructivos de la sociedad. Los niños son considerados como materia prima
que se debe moldear para obtener productos finales con capacidades de comportamiento
bien desarrolladas. Los educadores se centran en las capacidades para la acción de los
niños más que en los niños como actores de su mundo.
Los Reconstruccionistas Sociales ven a las personas como seres sociales cuya naturaleza es
definida por la sociedad en la que viven. Por consiguiente, se interesan en los niños como
miembros de la sociedad en proceso de maduración, que pueden actuar sobre ésta para
redefinir su propia naturaleza y la de su sociedad.
Las siguientes preguntas permiten comparar los conceptos de niño y niñez de cada
ideología.
• ¿Se considera que los niños poseen algo valioso o que carecen de algo valioso?
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• ¿Los educadores se concentran en la mente o en el comportamiento de los niños?
• ¿Los educadores apuntan sus esfuerzos a los niños mismos o a sus actos o atributos?
• ¿Los educadores se interesan en los niños como son o como deberían ser?
• ¿Se considera que los niños existen para ellos mismos o para perseguir fines externos a
ellos?
• ¿Los niños son vistos como individuos únicos o se les compara con normas
estandarizadas?
• ¿Se considera que niños están insertos en un contexto social o fuera de un contexto
social, independientes de él? Si la respuesta es sí, ¿de qué tipo de contexto se habla?
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Tabla 6.3: Comparación de las posturas de las ideologías con respecto a los niños
¿Son los niños tratados como agentes activos o pasivos en su mundo? pasivo activo activo Activo
¿Son los niños considerados como poseedores o carentes de algo valioso? carentes carentes poseedores Poseedores
¿Los educadores se interesan en procesos internos de los niños o externos a ellos? Internos Externos Internos Externos
¿Los educadores se concentran en la mente o en el comportamiento de los niños? Mente Conducta Mente Conducta
¿Los niños son vistos como organismos integrados o atomizables? Atomizable Atomizable Integrado Integrado
¿Los educadores apuntan sus esfuerzos a los niños mismos o a sus esfuerzos o atributos? Atributos Atributos A los niños Atributos
mismos
¿Están los educadores centrados en cómo los niños son o como debieran ser? como debieran como debieran como son como debieran
ser ser ser
¿Se considera que los niños existen para ellos mismos o para perseguir fines externos a Para fines Para fines Para ellos Para fines
ellos? externos externos mismos externos
¿Son los niños vistos como individuos únicos o en relación a normas estandarizadas? normas normas individuos Normas
¿Se considera que los niños están insertos en un contexto social (de qué tipo) o fuera de En el contexto En el contexto Fuera de En el contexto
un contexto social? de la disciplina de la sociedad de la sociedad
actual contexto futura
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Las respuestas a dos de estas preguntas merecen un comentario. Éstas son “¿Se considera
que los niños poseen algo valioso (que les da valor como niños) o que carecen de algo
valioso (que deben adquirir para tener valor)?” y “¿Los educadores se interesan en
procesos internos de los niños o externos a ellos?” Al correlacionar estas dos preguntas se
obtiene una matriz que ilustra las relaciones entre las ideologías (ver Figura 6.3). La
posición de las ideologías dentro de esta matriz se puede comparar con la que tienen en la
Figura 6.1 (que se refiere al conocimiento). Aunque las definiciones de los ejes son
distintas, las posiciones relativas de las ideologías se mantienen. Esta continuidad muestra
cómo las concepciones de los educadores sobre los niños se conectan con sus creencias
sobre el conocimiento. Por ejemplo, las variables de los ejes horizontales de las Figuras 6.1
y 6.3 (“¿El conocimiento se origina en la realidad objetiva o subjetiva?” y “¿Se considera
que los niños poseen algo valioso o que carecen de algo valioso?”) se hallan fuertemente
relacionadas. El supuesto de que los niños poseen algo valioso corresponde al de que el
origen del conocimiento se encuentra en la realidad subjetiva de los niños; por otra parte,
la idea de que los niños carecen de algo valioso se condice con la de que el conocimiento
nace fuera de los niños, en la realidad objetiva. Las preguntas que definen los ejes
verticales están enlazadas de manera similar.
Figura 6.3: Relación entre las posturas de las ideologías con respecto a dos aspectos de
los niños
Eje vertical: ¿Los educadores se interesan en procesos internos de los niños o externos a
ellos?
Eje horizontal: ¿Se considera que los niños poseen algo valioso o que carecen de algo
valioso?
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ENSEÑANZA
Los educadores tienen distintas visiones sobre los profesores y la enseñanza. Los
Académicos Eruditos consideran que la enseñanza es aquella función de su disciplina
encargada de iniciar a los recién llegados transmitiéndoles el conocimiento adquirido. Los
maestros son vistos como autoridades llamadas a insertar el conocimiento de una
disciplina en las mentes de los niños de la manera prescrita en el currículo.
Los educadores Centrados en el Estudiante estiman que los profesores son ayudantes
para individuos en crecimiento. Su tarea es doble: facilitar el crecimiento de los
estudiantes entregándoles experiencia a partir de la cual puedan generar significado e
intervenir entre los estudiantes y su experiencia de modo de facilitar su crecimiento. Los
maestros escogen la experiencia y las formas de intervención entre las presentes en el
currículo para adaptarse a las necesidades individuales de cada alumno.
Los Reconstruccionistas Sociales creen que la enseñanza supone guiar a los niños para que
se aculturen de acuerdo con las formas de saber y actuar correspondientes a la visión del
educador sobre la sociedad ideal del futuro. Los profesores deben actuar como
acompañantes de los niños, al tiempo que los moldean empleando presiones grupales y el
medio a través del que los niños aprenden.
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• ¿Es tarea de los profesores o de los desarrolladores curriculares planificar cómo abordar
las diferencias individuales?
• ¿Los profesores deben ocuparse del niño en su conjunto o sólo de una de sus
dimensiones (por ejemplo, de sus atributos cognitivos, afectivos, sociales o físicos)?
• ¿Los educadores creen que los profesores deben investigar asuntos tales como la
naturaleza de los niños o la manera óptima de enseñarles?
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Tabla 6.4: Comparación de las posturas de las ideologías con respecto a la enseñanza
¿Son los profesores transmisores del conocimiento o planificadores y supervisores de Transmisores Planificadores y Planificadores y Planificadores y
salas de clases? supervisores supervisores supervisores
¿Qué estándares son utilizados para medir la efectividad de un profesor? Presentación Eficiencia del Facilitación del Transferencia
precisa de la aprendizaje del crecimiento del efectiva de la
disciplina alumno niño visión
¿Los profesores deben estimular la diversidad ola uniformidad entre los estudiantes? Uniformidad Uniformidad Diversidad Uniformidad
¿Los profesores deben directamente implementar el currículum sin cambios o Implementar Implementar Adaptar (basado Adaptar (basado
creativamente adaptar los currículos a sus situaciones? directamente directamente en las en criterios
necesidades de sociales)
los niños)
¿Cuál es el rol de los profesores durante la enseñanza? Transmisor Gerente Facilitador Colega
¿Es tarea de los profesores o de los desarrolladores curriculares planificar cómo Ninguno Profesor Ambos Profesor
abordar las diferencias individuales?
¿Qué tipo de medios son usualmente utilizados en la enseñanza? Discurso Instrucción Interacción niño- Dinámica de
didáctico programada medio ambiente grupos
¿Cuál es la intención de la enseñanza? Avanzar a los Preparar a los Estimular el Aculturar a los
estudiantes en niños para crecimiento del estudiantes en la
una disciplina desempeñar niño visión de los
habilidades educadores
¿Los educadores deben ocuparse del niño en su totalidad? (Si no, ¿de cuáles? No No El niño en su El niño en su
(Cognitivos) (Habilidades) totalidad totalidad
¿Se consideran cruciales las actitudes, creencias, interpretaciones y visiones de los No No Sí Sí
profesores?
¿Los educadores creen que los profesores deben investigar asuntos tales como la No No Sí Sí
naturaleza de los niños o la manera óptima de enseñarles?
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EVALUACIÓN
Para comprar las posturas de los educadores sobre la evaluación, debe hacerse una
diferencia entre la evaluación de estudiantes y la de currículos.
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• ¿Se emplean instrumentos objetivos o subjetivos para evaluar a los estudiantes?
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Tabla 6.5: Comparación de las posturas de las ideologías con respecto a la evaluación
EVALUACION (de los estudiantes) Académico Eficiencia Social Centrado en el que Reconstrucción social
aprende
¿Cuál es el propósito de la evaluación de los Clasificar a los evaluados para Certificar a un cliente que Diagnosticar aptitudes Medir el progreso de los
estudiantes para el evaluador? un futuro en la disciplina un estudiante tiene ciertas de los estudiantes para estudiantes respecto de
habilidades facilitar el crecimiento aptitudes
¿Cuál es la intención de la evaluación de los estudiantes Probar la capacidad para Probar la capacidad para Para reflejar al evaluado Permitir a los estudiantes
con respecto a la persona evaluada representar lo que se ha realizar una tarea su progreso demostrar sus valores a otros
trasmitido específica
¿El diseño de la evaluación forma parte del desarrollo No Sí No No
curricular?
¿Cuál es la naturaleza de los instrumentos evaluativos? Normativos Basados en criterios Informal Informal
Subjetiva Subjetiva
Diagnóstica Diagnóstica
¿Son evaluaciones objetivas o subjetivas? Objetiva Objetiva Subjetiva Subjetiva
¿La evaluación es atomística u holística? atomística atomística Holística Holística
¿A quién beneficia el resultado de la evaluación? Academia Clientes de la educación Niño Profesor
Disciplinas (Sociedad, familias,
(académicos, administradores) administradores)
Durante la evaluación de los estudiantes ¿se da Normas grupales criterio Individual Individual con respecto a
prioridad al individuo, a las normas grupales o a un criterio
criterio fijo?
¿Los estudiantes son evaluados durante o después de la después después Durante Durante
enseñanza?
¿Cuándo se definen los criterios de trabajo exitoso de Después de la evaluación Antes de la evaluación NUNCA NUNCA
loa estudiantes?
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Debe hacerse una distinción entre la evaluación que ocurre durante el proceso de
desarrollo curricular, diseñada para entregarle a los desarrolladores curriculares
información que les ayudará a mejorar su currículo, y la destinada a darle información a
los potenciales usuarios del currículo sobre el valor general y la efectividad de éste con
respecto a sus propias metas o sobre su valor comparativo y efectividad en relación a las
metas de diferentes programas con los que compite. La primera se denomina evaluación
formativa y la segunda evaluación sumativa.
• ¿Se le da suficiente valor a la evaluación formativa del currículo como para realizarla?
• ¿Se le da suficiente valor a la evaluación sumativa del currículo como para realizarla?
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• ¿La rendición de cuentas (accountability) es un tema central dentro de la evaluación
sumativa?
Otros parámetros
Libertad
Los educadores gustan de usar la palabra libertad, pero pueden referirse a varias cosas
distintas cuando hablan de dar libertad a los niños.
Los Académicos Eruditos desean darle a los niños libertad para escapar de las restricciones
de la sociedad y la naturaleza al entregarles conocimiento que les permitirá comprender la
sociedad y la naturaleza y así evitar sus formas de influencia.
Los educadores partidarios de la Eficiencia Social quieren darle a los niños la libertad para
contribuir constructivamente a la sociedad adulta y funcionar dentro de ella de la manera
en que deseen al entregarles los variados comportamientos sociales y habilidades técnicas
que necesitarán para hacerlo.
Los educadores Centrados en el Estudiante desean entregarle a los niños la libertad para
escapar de las influencias y controles de la sociedad, para que así puedan desarrollarse
naturalmente de acuerdo a sí mismos, considerados orgánicamente.
Los Recontruccionistas Sociales quieren darle a los niños la libertad para controlar el
destino de la sociedad.
TIEMPO
Los educadores orientan sus esfuerzos hacia diferentes marcos temporales, aunque todos
de cierta manera consideran el pasado, presente y futuro.
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Los Reconstruccionistas Sociales hacen uso del pasado y el presente para analizar la
naturaleza de la sociedad al tiempo que se concentran en el futuro.
MEJORAMIENTO SOCIAL
La postura Académica Erudita con respecto a la educación multicultural enfatiza dos tipos
de equidad. En primer lugar, sus partidarios se concentran en determinar la verdadera
naturaleza de las contribuciones de las distintas culturas a nuestro acervo intelectual y en
ayudar a los niños a comprender y valorar el conocimiento intelectual creado por las
diferentes culturas. Su intención es presentar una imagen certera de los cimientos
históricos y culturales de cada disciplina. Este tipo de equidad incluye el supuesto de que
el currículo escolar debería inculcarle a todos los estudiantes la idea de que la mayoría de
las culturas realizan actividades intelectuales disciplinares y que “ninguna cultura tiene el
monopolio” de las labores intelectuales (Nelson, Joseph & Williams, 1993, p. 19). Los niños
aprenden sobre el contenido descubierto por distintos pueblos además de la amplia gama
de métodos de pensamiento disciplinar que emplearon. El propósito aquí es contribuir al
entendimiento y valoración de los niños del conocimiento de su propia cultura (o culturas)
considerando el supuesto de que “la comprensión de la propia cultura depende del
23
conocimiento sobre otras culturas, con las cuales pueden realizarse comparaciones y
mediante las cuales puede visualizarse lo que muchas veces se da por descontado” (p. 3).
Deberíamos tener un sistema escolar de una sola pista y no uno con dos o más, donde
solamente una pista va directamente hacia adelante mientras que el resto lleva a los
jóvenes hacia rutas laterales que los desvían de las metas que nuestra sociedad abre para
todos. El significado profundo de la igualdad social es: esencialmente, la misma calidad de
vida para todos. Esto requiere la misma calidad de formación escolar para todos. […] La
mejor educación para los mejores […] es la mejor educación para todos. (p. 6)
Con excepción de unos pocos que sufren de daño cerebral irremediable, todos los niños son
educables hasta su máxima capacidad. Educables –¡no solamente entrenables para tener trabajo!
Como dijo John Dewey casi un siglo atrás, el entrenamiento vocacional, la capacitación para
cumplir ciertos tipos de trabajos, no es la educación de los hombres y mujeres libres. […] Es
ciertos, los niños son educables en grados variables, pero esta variación de grado debe ser dentro
de una educación del mismo tipo y calidad. (p. 7)
Esto significa que los educadores con frecuencia centran sus esfuerzos en entregar “la
mejor educación para los mejores” estudiantes. Según Keynes,
La meta general es brindar un programa académico intenso […] desafiante y dinámico […] para
reflejar las mejores y más actuales ideas en todas las asignaturas. […] [L]os contenidos, estilos de
enseñanza y actividades de apoyo disponibles para los estudiantes están diseñados para permitir
que virtualmente todos los estudiantes […] sean altamente exitosos. (1995, p. 59)
Para los educadores partidarios de la Eficiencia Social, los asuntos de equidad involucran
el ayudar a los niños –particularmente a los de grupos culturales, étnicos y raciales
distintos de los que controlan las funciones políticas, económicas y sociales de la sociedad
en la que viven, y a los hijos de las clases trabajadoras y pobres– a acceder a posiciones
sociales de poder y éxito al aprender las habilidades apropiadas. Esto es importante
porque “el potencial de la diversidad cultural de este país no ha cumplido del todo,
porque todos los niños no han recibido oportunidades razonables de aprender […]
asignaturas escolares que les abran las puertas del empleo y de la educación más allá de la
escolar” (Silver, Smith & Nelson, 1995, p.9). Aquí se hace hincapié en el aprendizaje de
habilidades socialmente útiles, puesto que son herramientas que permiten conseguir
buenos empleos, alcanzar prestigio social y obtener la capacidad de participar
productivamente en la sociedad.
25
significado y desarrollar sus estilos de pensamiento siguiendo su orientación cultural y sus
marcos conceptuales. Esto no sólo aumenta la confianza de los niños y los hace
enorgullecerse de su origen cultural, sino que también les permite desarrollar significados
propios y formas únicas de generar significado compatibles con su acervo cultural, lo que
a su vez produce una visión más integrada, holística, coherente y potente del
conocimiento dentro del niño y un enfoque más holístico e integrado con respecto a la
enseñanza, el currículo y el conocimiento en el campo educacional.
Desde el punto de vista de la equidad, este enfoque anima a los niños a hallar formas de
crear significado propio y único que sean compatibles con sus naturalezas intelectuales,
sociales y emocionales innatas y culturalmente adquiridas y con sus acervos culturales. La
preocupación principal en esta ideología no es el acceso al conocimiento de la cultura
dominante o la adquisición de habilidades que les permitan a los estudiantes convertirse
en miembros productivos de la sociedad, sino el permitir que todos los niños se
desarrollen en su forma particular y de modos que vayan de acuerdo con su naturaleza
individual y su origen cultural.
Los Reconstruccionistas Sociales se han opuesto de forma muy activa a las desigualdades
económicas, étnicas, culturales, lingüísticas y raciales de la enseñanza. Como una forma
de alcanzar una sociedad más justa e igualitaria han solicitado a los profesores que
trabajen para transformar su enseñanza y la sociedad, eliminando estas desigualdades de
modo que todos los niños tengan iguales oportunidades de tener éxito en su educación
escolar. Los defensores de esta ideología han puesto especial atención a la educación
multicultural en centros urbanos, haciendo un llamado a la justicia social y a eliminar las
posturas eurocéntricas con respecto al contenido educacional. Anderson y Ladson-Billings
destacan lo anterior escribiendo que,
Aquellos que tenemos una genuina preocupación por la educación de los estudiantes para la
liberación más que para capacitarlos para el mercado laboral debemos atacar, criticar y
desmantelar el constructo educacional eurocéntrico a la vez que plantamos la semilla de formas
de aprendizaje más holísticas, acordes con la naturaleza, populares e igualitarias. No podemos
seguir esperando […] para ofrecer una alternativa realmente igualitaria. (Anderson, 1997, pp. 305-
306)
26
Desde esta perspectiva, los asuntos de equidad re relacionan con ayudar a los niños a
adquirir habilidades académicas, conocimiento y valores sociales que les permitan analizar
y reconstruir la sociedad de forma que todos sus miembros tengan iguales oportunidades
de tener éxito, sin ser discriminados debido a su entorno cultural, orígenes raciales,
comunidad lingüística, condición económica o clase social. Esto va mucho más allá de las
metas de ayudar a los estudiantes a adquirir conocimiento académico, convertirse en
miembros de la actual estructura social o desarrollarse de acuerdo con sus propias
potencialidades personales y culturales.
PANORAMA FINAL
La Figura 6.4 combina gráficos anteriores que muestran estimaciones aproximadas sobre
los momentos de máxima actividad de las ideologías, con respecto a sus propias normas,
en su intento de influir en la educación de los Estados Unidos. Observe que el gráfico
indica dos períodos durante los cuales las cuatro ideologías estuvieron simultáneamente
activas en sus labores. El primero se ubica entre 1890 y 1940, y el segundo entre 1955 y
1995. Pueden formularse muchas preguntas sobre qué ocurrió en el pasado y qué podría
ocurrir en el futuro, como por ejemplo: ¿Los esfuerzos hechos en el pasado por la
ideología Académica Erudita, orientados a influenciar a las escuelas, tuvieron como
resultado un contraataque de otras ideologías, motivadas a iniciar acciones para mejorar
la educación? ¿De que manera los excesos de la ley “que ningún niño se quede atrás”
motivarán a los educadores a presentar nuevas propuestas curriculares? ¿Estamos al
comienzo de una nueva etapa en la que las cuatro ideologías podrían intentar mejorar la
educación norteamericana al mismo tiempo? ¿Qué clase de eventos podrían dar comienzo
a una nueva ola de intentos de mejora educacional por parte de las cuatro ideologías? (Las
posibilidades incluyen la decisión del gobierno federal de destinar más recursos para el
mejoramiento de la educación, nuevos ataques terroristas como los del 11 de septiembre
27
de 2001 y el miedo de que los Estados Unidos pierdan su gran influencia económica y
militar en el mundo.) Deben hacerse preguntas como estas, y deben ofrecerse respuestas
especulativas, como una forma de comprender qué está ocurriendo hoy y qué podría
ocurrir en el futuro en la educación estadounidense.
Figura 6.4: épocas de alta y baja actividad relativa de las cuatro ideologías
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