Está en la página 1de 12

INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL

Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura


Unidad Zacatenco
CORRRIENTES DEL PENSAMIENTO
ECONOMICO
Asignatura: Economia

Alumno: Juan José Hernandez Hernandez

No. Boleta: 2020321484

Profesora: Tovar Cabrera Maria Gabriela

Grupo: 3CM3
ECONOMÍA ANTIGUA Y MEDIEVAL
La economía es casi tan antigua como el ser humano. Desde que los primeros hombres comenzaron a hacer
planificaciones de alimentación y organización de la comunidad social ya estaban haciendo uso de esta ciencia social.

Comienzo del estudio de la economía

El estudio de la economía se remonta a las antiguas civilizaciones de Mesopotamia, Grecia, el Imperio romano, las
civilizaciones árabes, persas, chinas e indias.

La mayor influencia de esta época viene por parte de los griegos, los cuales utilizaron la palabra economía por primera
vez. Entonces la emplearon para referirse a la administración del hogar (oikonomía, oikos de casa y nemein de gestión y
dispensación).

Platón dio una definición de economía dividida en dos partes, por un lado, el estudio de la administración doméstica y
por otro, el estudio del comercio. Aristóteles fue el primer economista analítico, se refirió a diversos temas económicos,
que desde entonces han mantenido actualidad, como sus definiciones económicas, los fenómenos de cambio y las
teorías monetarias y de valor.

En la Edad Media, cabe destacar las aportaciones a la economía del feudalismo y la filosofía escolástica. Destacan en la
ciencia económica grandes personajes como Santo Tomás de Aquino, Antonio de Florencia y Ibn Jaldún

ESCUELA SALAMANCA:
La Escuela de Salamanca fue una escuela de pensamiento económico en diversas áreas que tuvo lugar en el
renacimiento del siglo XVI, a través de un grupo de teólogos y juristas concentrados principalmente en la Universidad de
Salamanca.

Son muy conocidos por su pensamiento económico liberal y por sus estudios sobre los problemas económicos
generados en España tras el descubrimiento de América. Como parte de los escolásticos son considerados los
fundadores de la economía científica. Entre otras muchas cosas, pusieron las bases para la teoría cuantitativa del dinero.

La escuela de Salamanca tuvo como principales exponentes los siguientes:

Francisco de Vitoria

Tomás de Mercado

Domingo de Soto

Luis de Molina

Juan de Mariana

Martín de Azpilcueta.

Dicha Escuela fue la continuación de los planteamientos escolásticos de la Europa renacentista -en la que la Iglesia
perdió gran parte de su influencia cultural- donde lo que primaba era incrementar la riqueza de los estados. No existe
unanimidad entre los historiadores sobre si la agrupación de todos los pensadores escolásticos españoles bajo el
amparo de la Escuela de Salamanca es correcta, si bien es cierto, fueron influenciados por esta escuela y sus
pensadores, con lo que no es un calificativo erróneo.
Pensamiento económico de la Escuela de Salamanca

El primer concepto que se defendió en la Escuela de Salamanca fue el de la propiedad privada; el grupo de teólogos
-siguiendo la trayectoria que ya marcó siglos atrás Tomás de Aquino- consideraba que la propiedad privada era muy
necesaria para el desarrollo del comercio y, por tanto, poseía una función completamente legítima. Así pues, Domingo
de Soto afirmaba que dicha propiedad privada era fundamental para promover la paz pero insuficiente para erradicar
todos los males de la sociedad dada la capacidad pecadora e innata del hombre. Además de la propiedad privada,
defendieron temas que siguen aún vigentes como la competencia, la libertad económica y la naturaleza dinámica de los
mercados.

Por otro lado, el encuentro con el Nuevo Mundo fue el desencadenante de la inflación y carestía en España. Es decir, la
llegada de abundantes cantidades de oro y plata provocó que el país se sumiera en graves condiciones de pobreza. En
este sentido, fue Martín de Azpilcueta quien analizó -por primera vez en la historia- la cantidad de dinero que existe en
una economía determinada en relación a su nivel de precios. El religioso expresó unos términos muy comunes para la
economía actual pero en los que, en aquella fecha, todavía nadie había reparado: la abundancia de dinero genera
inflación en los precios, hecho que repercute de manera muy negativa en la sociedad.

Influencia de la escuela de Salamanca

Con el paso del tiempo, la influencia de la Escuela de Salamanca se fue trasladando a Italia, Portugal y Países Bajos; sin
embargo, sus miembros se fueron distanciando cada vez más al apoyar de manera fehaciente la prohibición del
préstamo con intereses -una corriente que ya inició Tomás de Aquino- al estimar que era una práctica inmoral. Además,
se negaron a aceptar los nuevos márgenes económicos impuestos por el mercantilismo -como la balanza comercial-, sus
planteamientos fueron cayendo en completo desuso para terminar desapareciendo a comienzos del siglo XVII.

ESCUELA MERCANTALISTICA:
La escuela mercantilista fue una escuela de pensamiento económico que surge y se desarrolla entre los siglos XVI y XVIII,
en Europa. Esta recibe su nombre por ser la escuela que defiende y desarrolla las ideas mercantilistas.

La escuela mercantilista es una de las principales escuelas de pensamiento económico. Aunque se desarrolla hasta el
siglo XVII, sus ideas también influyeron en la primera mitad del siglo XVIII. Los mercantilistas, por tanto, se
caracterizaron por ser una escuela que defendía la fuerte intervención del Estado en la economía, a la vez que
consideraban el capital como la principal fuente de riqueza y prosperidad de las naciones. Todo ello, en adición a la
promoción del comercio internacional.

Muchos autores consideran a la escuela mercantilista como la que da, en cierta forma, origen al proteccionismo
económico y la intervención estatal en asuntos económicos.

Entre los autores mercantilistas más destacados se encuentran Tomás de Mercado, William Petty o Martín de
Azpilcueta. 

Origen de la escuela mercantilista

La máxima expresión del mercantilismo, como corriente de pensamiento, se da en Francia, en el siglo XVI. En el país
galo, bajo el mandato de Jean Baptiste Colbert, ministro de finanzas, el mercantilismo logra imponerse con la
protección, e impulso, de empresas industriales y agrícolas en el país por parte del Estado. 
Esta protección se materializó a través de créditos y subsidios que permitían a las empresas prosperar. Todo ello, junto a
fuertes restricciones a las importaciones y otras prácticas proteccionistas que mantenían la balanza comercial en
positivo. 

La postura proteccionista comienza a perder impulso a mitad del siglo XVIII. La aparición de nuevas teorías, más
liberales y enfocadas al libre comercio, prosperaron de la mano de economistas destacados como Adam Smith. Esto
produjo que las ideas mercantilistas fueran perdiendo fuerza, a medida que surgían nuevos postulados que
cuestionaban y rebatían determinadas ideas mercantilistas.

Principios de la escuela mercantilista

Los principios en los que se basan las ideas mercantilistas son los siguientes:

La acumulación de riqueza (principalmente metales preciosos) es esencial para el desarrollo económico de un país. A
mayor acumulación de riqueza, mayor prosperidad y poder político.

El Estado tiene el rol de utilizar e imponer todos los mecanismos que sean necesarios para lograr el objetivo de
acumulación de riqueza (controles, restricciones, subsidios, etc.) Su intervención tendrá un carácter proteccionista,
incentivando la producción local al mismo tiempo que la protege de la competencia de productores extranjeros.

El comercio a nivel global es inalterable. Para que el comercio ayude a la acumulación de riqueza se deben controlar los
flujos de entrada y salida para mantener una balanza de pagos positiva (exportaciones superan a las importaciones).

Ideas de la escuela mercantilista

Entre las ideas más defendidas por la escuela mercantilista, podemos destacar las siguientes:

La riqueza de una acumulación depende de su capacidad para acumular minerales preciosos como el oro y la plata.

Para obtener dichos metales, la mejor forma es la utilización del comercio exterior.

El comercio exterior, para generar riqueza, siempre debía dejar un saldo positivo en el país. Es decir, se vende más al
exterior de lo que se compra.

A ello, se le suman herramientas proteccionistas que garantizan el difícil acceso a los productos extranjeros.

Asimismo, se planifica la producción para no depender de producción extranjera y abastecer a la población con recursos
propios.

Por esta razón, se favorecía a las empresas en el país. Para ello, con créditos y subsidios, así como elementos
proteccionistas que les protegiese de la competencia.

La producción debía enfocarse al exterior, para poder vender en el extranjero los excedentes y, con ello, atraer.
FISIOCRACIA:
La fisiocracia, como se denomina a esta corriente, fue una escuela de pensamiento económico fundada en el siglo XVIII
por el economista francés François Quesnay. Esta corriente nace y se desarrolla exclusivamente en Francia, como
respuesta al mercantilismo y su ideología.

La fisiocracia, nacida en el 1750, fue una corriente de pensamiento económico, la cual basaba su ideología principal en
la escasa intervención del estado en la economía. Los fisiócratas, en contraposición del mercantilismo y su fuerte
apuesta por la intervención del estado en la economía, apoyaban una corriente más libre. Una corriente basada en que
la economía poseía un fenómeno natural, el cual da origen a parte del término “fisiócrata» (“physis”, naturaleza en
griego), que regulaba el mercado por sí solo. Quesnay, así como Turgot, formaron lo que sería una de las primeras
escuelas en contra de la intervención del estado. Por otro lado, dando origen, posteriormente, al liberalismo económico,
al influir en la vida de Adam Smith.

Los fisiócratas creían en un fenómeno natural del mercado que garantizaba el buen funcionamiento del estado sin
necesidad de un estado que intervenga en el. Entre sus expresiones más reconocidas, se encuentra el término “Laissez
Faire”, frase que, en francés, significa “dejar hacer”

Ideas fundamentales de la escuela fisiócrata

La fisiocracia, como corriente de pensamiento, basa sus ideas principales en dos cuestiones fundamentales -basadas en
la ley natural , aunque luego desarrolla otras para el cumplimiento íntegro de la ideología fisiócrata:

En primer lugar, la ley natural; la cual defendía esa innecesaria intervención del estado por la autorregulación y el buen
funcionamiento de un mercado sin la necesidad de que lo intervengan. Los fisiócratas consideraban que la intervención
del estado impedían que la naturaleza manifestase su ley natural, ya que el estado era incapaz de interpretar el derecho
natural, por lo que se impide el conseguimiento de los beneficios del orden natural. 

En segundo lugar, la productividad exclusiva de la agricultura. Para Quesnay, la agricultura, muy practicada en la
economía por aquel entonces, era la única fuente de productos netos. Es decir, Quesnay consideraba a la tierra como la
única fuente de riqueza, así como a la agricultura el multiplicador necesario. La agricultura, para los fisiócratas, era la
única actividad que generaba un excedente superior a los recursos utilizados, considerando al resto de ramas de
producción como “estériles”, ya que no gozaban de esa capacidad que sí poseía la agricultura.

Principios de la fisiocracia

Aún siendo estos dos puntos anteriores sus principios elementales, la fisiocracia basó su ideología en más premisas para
conseguir el funcionamiento óptimo de la economía. Estas ideas, en consonancia con los dos principios elementales,
constituían el sistema perfecto para los fisiócratas.

La propiedad privada. Para los fisiócratas, la propiedad privada era un derecho fundamental. Pues aspiraban a la
garantía total del derecho a que el hombre pudiese poseer lo obtenido con su propio trabajo. Solamente garantizando la
propiedad privada podría existir el progreso económico. De esta forma, la garantía de la retroalimentación entre trabajo
y propiedades garantizaba el esfuerzo de los individuos y los intereses de seguir progresando. Además, en base a
la desigualdad y la concentración de riqueza, los fisiócratas consideraban la desigualdad como un factor determinante
para el crecimiento. Su punto de vista acerca de la economía proponía que la igualdad absoluta impedía la generación
de riqueza, consideraban.
A la propiedad privada la sigue el cuestionamiento del sistema mercantilista y la defensa que hace este del comercio
exterior como fuente de riqueza. Los fisiócratas consideraban el comercio exterior como un trueque, el cual era una
fuente de riqueza “estéril”. Con esto no es que los fisiócratas rechazasen el comercio, pues consideraban que toda la
actividad económica era relevante. Los fisiócratas que el comercio no era la principal fuente de riqueza, así como un
error el principio mercantilista de acumular oro y plata como riqueza. Para los fisiócratas, el comercio debía ser libre y
servir como método para obtener recursos que no pueden obtenerse en el país, pero no como motor de crecimiento y
desarrollo. Además, consideraba el comercio como una amenaza para el bienestar al ser el posible causante de las
guerras al enriquecerse unas de otras.

También se encuentra entre los principios, aún habiendo sido mencionado superficialmente en la creencia de la ley
natural, el liberalismo económico, o lo que los fisiócratas hacían referencia en la expresión “Laissez faire”. Para los
fisiócratas, el liberalismo económico era irrenunciable para el cumplimiento del orden natural. Estos consideraban que
la excesiva regulación del estado, las prohibiciones, los controles y límites de la producción, así como cualquier
intervención del estado, impedía el buen funcionamiento de la economía. Incluso, toda intervención para corregir la
desigualdad de un país, en consonancia con la idea de la acumulación de riqueza, en la mente de los fisiócratas no
estaba justificada. Es por ello que uno de sus principios más básicos es el liberalismo económico, rechazando así
cualquier intervención que impida el desarrollo económico que contempla el orden natural.

Por último, se encuentra lo que los fisiócratas denominaban como impuesto único. Para los fisiócratas, la mejor manera
de gravar con impuestos a una economía era la de gravar con un impuesto único directo al producto neto. Para los
fisiócratas, aplicar impuestos a otras actividades económicas que no fuese la producción neta, exenta de relación con
costes de producción, acabaría perjudicando a la economía, ya que trasladaría estos impuestos vía costes hasta el
producto neto. Una teoría que también defendía el filósofo John Locke, considerado como el padre del liberalismo
clásico.

Historia de la fisiocracia

Como respuesta al mercantilismo, en el siglo XVIII, se originan dos nuevas escuelas económicas que pretenden acabar
con la corriente que predominaba. Estas escuelas, una en Francia y otra en Gran Bretaña, eran la escuela fisiócrata y la
escuela liberal clásica. Una impulsada por el economista francés François Quesnay, y otra impulsada por el afamado
economista escocés Adam Smith, surgieron como respuesta a la idea mercantilista, ofreciendo una alternativa liberal a
la gran apuesta que hacían los mercantilistas por una economía intervenida. La fisiocracia, considerada por algunos la
madre de las ciencias sociales, derivó en lo que se conoce como el periodo de la ilustración. Durante el siglo XVIII se
aplicaron teorías que desarrollaron los fisiócratas, aunque estas no fueron en la forma que lo idearon los padres teóricos
de la fisiocracia. 

Durante la guerra de los siete años, donde Francia jugaba un papel fundamental, la fisiocracia comenzó a tener un gran
peso en la economía. Muchas ideas fisiócratas vieron la luz y comenzaron a implantarse en el sistema económico.
Medidas que acabaron con muchas políticas mercantilistas que impedían el librecambismo, la regulación de precios, la
exclusividad de los gremios, así como una gran relación de impuestos a la tierra. Una serie de ideas con las que la
escuela fisiócrata acabó. Esto fue posible gracias a la presión mediática de los diarios económicos de la década, así como
la promoción de las ideas fisiócratas. Medidas que acabaron aplicándose y que trajeron beneficio, pero que acabaron
dando paso al sistema capitalista. Un nuevo sistema en el que el desarrollo industrial primó sobre el desarrollo agrícola
que promovían los fisiócratas.
ECONOMÍA CLÁSICA:
La economía clásica es una escuela de pensamiento económico que se basa en la idea de que el libre mercado es la
forma natural del funcionamiento de la economía y que esta produce progreso y prosperidad.

La economía clásica reorientó el pensamiento económico alejándose del enfoque que se basaba en las preferencias de
los gobernantes o las clases sociales. Los clásicos enfatizaron los beneficios del libre comercio y desarrollaron un análisis
organizado del valor de los bienes y servicios como reflejo de su costo de producción.

Los economistas clásicos se oponían a la intervención del gobierno en el mercado a través de controles de precios,
cuotas, regulaciones o cualquier otro mecanismo que alterara su normal funcionamiento.

Principios de la economía

Orígenes e historia de la economía clásica

El inicio de este pensamiento económico se suele fijar en el año 1776, cuando se publicó la obra de Adam Smith “Una
investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones”.

Su desarrollo posterior se vio marcado por una época en donde el capitalismo era el sistema económico dominante y la
revolución industrial generaba importantes cambios socio-económicos. Ver orígenes de la economía.

Algunos de los economistas que se asocian a la economía clásica son: Adam Smith, Jean Baptiste-Say, David
Ricardo, Francois Quesnay, Thomas Malthus, Frederic Bastiat y John Stuart Mill.

Principios básicos de la economía clásica

Los postulados o principios básicos de la economía clásica son los siguientes:

El libre mercado dará como resultado una asignación óptima de los recursos.

El gobierno no debe intervenir en el funcionamiento del mercado. De hacerlo sólo generará ineficiencia y obstaculizará
alcanzar el equilibrio de mercado.

Los precios se ajustan de manera natural al alza o a la baja (incluyendo los salarios) para que los mercados logren su
equilibrio.

El mercado del trabajo se encuentra en pleno empleo. Si se observa desempleo este será de carácter friccional o


voluntario.

La producción total está determinada por el pleno empleo de los recursos. De esta forma, la oferta está dada y los
cambios en la demanda sólo generan cambios de precios.

La política monetaria es ineficaz.

La política fiscal es ineficaz.

El valor de un bien está determinado por la cantidad de trabajo que se utiliza en producirlo.
ECONOMÍA NEOCLÁSICA:
La economía neoclásica es una escuela de pensamiento económico que se basa en la idea de que el valor de los bienes
es una función de la utilidad o satisfacción que le asignan los consumidores.

La escuela neoclásica surge en la década de 1870. El término neoclásico es muy criticado por algunos economistas,
argumentando que trata de aglutinar al pensamiento económico marginalista que hubo entre 1870 y 1920. Dichas ideas
apuntaron a formalizar la economía para asimilarla de una forma más matemática.

Uno de los aspectos fundamentales que diferenció el neoclasicismo de la escuela clásica es la forma en que explicaban
los precios y el valor relativo de los bienes. De acuerdo con la escuela clásica, el valor de los bienes se explica por sus
costes (por el lado de la oferta). Para los neoclásicos, en cambio, el valor de los bienes se explica por la utilidad marginal,
esto es, el valor que se asigna a la última unidad consumida (por el lado de la demanda).

Orígenes de economía neoclásica

Los orígenes del neoclasicismo se encuentran en la ideas de los economistas marginalistas que buscaron una teoría
económica más rigurosa basada en modelos matemáticos objetivos y alejada de determinantes históricos.

Existieron tres grandes escuelas neoclásicas:

Inglesa: Relacionada con William Stanley y Alfred Marshall, mayor exponente del neoclasicismo.

Austriaca: Asociada con Carl Menger, quien desarrolló los fundamentos del análisis marginal.

Francesa: En donde destaca Leon Walras, quien desarrolló la teoría de equilibrio general y el concepto de utilidad
marginal.

Postulados básicos de la economía neoclásica

Los neoclásicos centraron su análisis en la elección entre varias alternativas, y en los cambios marginales como objeto
de cálculo y el equilibrio general.

Con respecto al comportamiento de las personas y empresas, la escuela neoclásica se basa en tres supuestos básicos:

Ambos, productor y consumidor, son racionales.

Las personas buscan maximizar su utilidad o satisfacción cuando consumen bienes o servicios. Las empresas buscan
maximizar sus utilidades cuando venden bienes o servicios.

Personas y empresas actúan de manera independiente basándose en información completa y relevante.

Asimismo, existen varias diferencias en su análisis con respecto a los clásicos en lo que se refiere a la teoría del valor, la
formación de los precios y la distribución de la renta. A continuación explicamos estos aspectos:

Teoría del valor: Los economistas clásicos consideraron que el valor de los bienes y servicios se determinaba por el coste
de los factores. Los neoclásicos, en cambio, señalaban que el valor se determinaba por la utilidad que la mercancía
reportaba a los consumidores y su escasez relativa. De esta forma, a mayor utilidad, los consumidores estarían
dispuestos a pagar más. Por otra parte, mientras más escaso sea un bien, mayor valor tendrá.

Formación de los precios y distribución de la renta: Con anterioridad a los economistas neoclásicos se solía considerar
que los ingresos de los factores de producción estaban determinados por un proceso histórico. Los neoclásicos
renegaron de este análisis y consideraron que la oferta y demanda de factores determinaba sus precios. De esta forma,
el equilibrio en el mercado de factores determina la renta y su distribución entre los agentes económicos dueños de los
factores de producción.

MARXISMO:
El marxismo es el conjunto de doctrinas derivadas de la obra de Karl Marx, filósofo y periodista alemán, y de
su compañero Friedrich Engels, quien le ayudó en muchos de los avances de sus teorías.

El principal argumento en el que se basa el marxismo es que el capitalismo es un sistema económico cuya estructura es
errónea. Y, por tanto, debe ser reemplazada por otra que abolirá el sistema de propiedad burguesa y el libre mercado
de bienes y servicios. Ver comunismo

De acuerdo con Marx, el problema clave del capitalismo es que genera la explotación de los trabajadores. De ahí que
Marx para fundamentar su teoría se apoye, entre otras cosas, en su conocida tasa de plusvalía.

En resumen, según el marxismo el capitalismo debe terminar porque es nocivo para los trabajadores y el sistema debe
cambiar.

Origen del marxismo

El origen del marxismo se sitúa a mediados del siglo XIX. Sin embargo, gana relevancia a finales del XIX. Fecha en la que
Karl Marx expandió y popularizó sus ideas a través de sus obras. Entre ellas, se sitúa en un lugar muy relevante la obra
de El Capital (1867).

Los defectos del capitalismo según el marxismo

Así, para el marxismo, dos defectos ocasionan tal sistema de desigualdad sobre los más débiles:

El excedente de mano de obra: Bajo este concepto, la burguesía no se lucra por la venta de su producto a un precio por
encima del coste de materiales más la mano de obra. Sino que, se lucran al pagarle al trabajador por debajo del valor de
su labor.

Esta capacidad de la burguesía para manipular a los trabajadores, les permite devaluar la mano de obra, creando así
ganancias para sí misma. Es más, los marxistas ven al capitalismo como el creador de un círculo vicioso que ocasiona que
los trabajadores sean explotados cada vez más.

Naturaleza intrínseca del capitalismo: Mientras que el Estado puede controlar todos los aspectos del socialismo, desde
la producción hasta la distribución, el capitalismo es controlado por el libre mercado. Es decir, en un sistema capitalista,
las decisiones son tomadas por cada productor y cada consumidor. De hecho, el marxismo acentúa esta diferencia,
afirmando que solo una economía planificada puede descubrir verdaderamente los mejores métodos de producción y
distribución.

Además, el marxismo defiende que las economías capitalistas se retroalimentan de las crisis económicas. Karl Marx creía
que esta dependencia de las depresiones económicas podría causar estragos a largo plazo. Y, por lo tanto, abogaba para
que una comunidad planificada reemplazara tal sistema.
Principales características del marxismo

Entre las principales características del marxismo y que explican en qué consiste, podemos destacar las siguientes:

La sociedad debe ser igualitaria: El marxismo quiere acabar con la lucha de clases. Es decir, pretende que no existan
clases sociales. Todos deben tener lo mismo.

Abolir la propiedad privada: Pretende, al igual que el comunismo, que no exista propiedad privada. Es decir, que todo
sea de todos.

El capitalismo explota a los trabajadores: Según el marxismo, el capitalismo explota a los trabajadores. Y,


concretamente, se queda con parte del fruto de su trabajo (plusvalía).

El valor del trabajo se mide por horas de producción: A más horas-hombre de producción, más valiosa es la producción.
Así lo definió Karl Marx en su teoría del valor trabajo.

Reducción del consumo: Aboga por reducir el consumo innecesario y consumir solo lo que le es estrictamente
necesario.

Autosuficiencia: Además, propone la autosuficiencia. Es decir, que la sociedad produzca todo lo que necesita sin
depender de otros países u otras comunidades. Por su parte,

Adaptación de las necesidades: Según el marxismo, cada uno debe aportar según sus necesidades.

Medios de producción en poder en el Estado: El marxismo propone que los medios de producción se encuentren en
manos del Estado y, por ende, en manos del pueblo.

Medios de comunicación en poder del Estado: Los medios de comunicación deben ser públicos.

El marxismo es la teoría que propone la puesta en práctica del comunismo: El comunismo es el modelo ideal, mientras
el marxismo es la teoría de Karl Marx que propone la puesta en práctica del mismo.

En resumen, el marxismo consiste en la construcción de una nueva sociedad ideal en la que no exista desigualdad.

Ideas principales del marxismo

La teoría de la economía marxista mantiene que el capitalismo eventualmente se autodestruirá, a medida que explota a
más y más trabajadores. De esta manera, el proletariado —el conjunto de la mano de obra— actúa como un catalizador
para la caída del capitalismo y surgimiento del nuevo sistema socialista. Es lo que se conoce como dialéctica.

En otras palabras, el concepto de la dialéctica ilustra que la caída del capitalismo y el subsiguiente surgimiento del
socialismo, y consiguientemente del comunismo, son inevitables. La burguesía (tesis) y el proletariado (antítesis) chocan
para crear el socialismo (síntesis), que garantiza el advenimiento del comunismo. Sin embargo, la dialéctica, de ser
continuada, también concluye que el comunismo no puede ser la síntesis final ya que siempre sucederá un nuevo
surgimiento.

En resumen, los marxistas afirman que el comunismo —como supuesto estado dialéctico final— proporciona más
libertad que otros sistemas económicos y que la redistribución de la riqueza resolverá muchos problemas. Es más, Marx
propone el empleo de las instituciones del Estado, como por ejemplo, el uso de los impuestos para financiar la compra y
distribución de los medios de producción a los trabajadores que, al paso del tiempo, formará un mercado
de competencia perfecta.

Además a nivel religioso, el marxismo originario se postula en contra. Según Karl Marx, la religión es el opio del pueblo.
En este sentido, afirma Marx, la salvación de la humanidad está en la tierra no en el cielo.
Representantes del marxismo

Entre los representantes o autores marxistas principales, se encuentran:

Karl Marx (1818-1883). Padre del marxismo.

Friedrich Engels (1820-1895). Coautor de las obras de Marx.

Es decir, los autores de las obras que dan origen al marxismo. Pero

KEYNESIANO:
El Keynesianismo es una de las teorías económicas más conocidas, su principal característica es que apoya el
intervencionismo como mejor manera para salir de una crisis.

Debe su nombre al economista británico John Maynard Keynes, que centró su carrera en estudiar los agregados
económicos y los ciclos económicos.

Esta disciplina económica produjo una auténtica “revolución keynesiana”, que aparcó los pensamientos económicos
clásicos, basados en el liberalismo y en el laissez faire. El keynesianismo prometía una solución para el mayor enemigo
del capitalismo, los ciclos económicos.

Keynes creía que la principal causa de las crisis es la baja demanda, derivada de las bajas expectativas de los
consumidores. Propuso el intervencionismo como mecanismo para estimular la demanda y regular la economía en
momentos de depresión. Keynes estudió los problemas agregados de la economía, como el paro, la inversión, el
consumo, la producción y el ahorro de un país. Sus argumentos construyeron la base de la Macroeconomía.

¿En qué consiste el Keynesianismo?

El keynesianismo se basa en el intervencionismo del Estado, defendiendo la política económica como la mejor
herramienta para salir de una crisis económica.  Su política económica consiste en aumentar el gasto público para
estimular la demanda agregada y así aumentar la producción, la inversión y el empleo.

El objetivo de la ciencia económica es estudiar la asignación de recursos. Hasta entonces la mayoría de los economistas
se habían centrado en la escasez de recursos. Keynes, por el contrario, se centró en el exceso de recursos. Años antes,
Karl Marx ya había dicho que “la crisis es el resultado de la imposibilidad de vender”. Keynes se preguntó cómo era
posible que habiendo demasiados recursos hubiera crisis. ¿Cuál fue su solución para que no hubiera exceso de
recursos?, estimular la demanda para que se consuman esos recursos sobrantes.

El desempleo es uno de los principales problemas de las crisis, Keynes argumentó que el paro no existe debido a la
escasez de recursos, sino por la escasez de demanda, que provoca que no se consuma los suficiente como para tener
que producir una cantidad de bienes que de trabajo a todos. Dicho de otra manera, el problema del paro es la falta de
demanda y no la falta de recursos.

El desempleo surge además por la rigidez de los salarios a la baja. Al bajar los precios aumenta el poder adquisitivo de
los trabajadores, pero por otro lado, resultan demasiado caros para las empresas, que comienzan a despedir,
provocando paro. Al haber menos empleados en una economía, baja el consumo agregado y por tanto, bajan de nuevo
los precios, dirigiendo la economía a un círculo vicioso, del que, según el keynesianismo, solo se puede salir estimulando
la demanda, para generar el proceso inverso y aumentar el consumo, los precios y el empleo.
En conclusión, el keynesianismo se basa en estimular la demanda para provocar un aumento del consumo y el empleo
en momentos de crisis. ¿Y cómo se estimula la demanda? Mediante políticas monetarias y fiscales. Keynes fue partidario
de utilizar las políticas fiscales. Aunque a finales del siglo XX, las deudas de los países occidentales comenzaron a crecer
de tal manera que los keynesianistas pasaron a recomendar las políticas monetarias como mecanismo para estimular la
demanda.

También podría gustarte