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UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA

FACULTAD DE RECURSOS NATURALES RENOVABLES

DEPARTAMENTO ACDEMICO DE CIENCIAS DE LOS


RECURSOS NATURALES RENOVABLES

“COLOIDE ORGANICO FORMAS Y ESTRUCTURAS DEL CICLO DE


CARBONO”

PRACTICA N°2
PRESENTADO POR:

KAREN VEGA VERAMENDI

JHERSON SALCEDO MACHUCA

JAMES DEL CASTILLO GONZALES

Tingo María – Perú

2020
INTRODUCCION

En este presente trabajo tiene por finalidad conocer sobre los coloides
del suelo, el cual se puede dividir por la composición química de los
suelos en orgánicos e inorgánicos. Representan las partículas minerales
el 50% del total, de las cuales dominan la arena, arcilla caliza, y en menor
medida óxidos e hidróxidos de fierro y sales; las de origen orgánico suponen el
5%; el 45% que resta lo ocupan aire y agua, los cuales aprovechan la
porosidad de la arena (el componente más importante de los suelos) para
penetrar en los suelos y permitir la interacción con los demás elementos.

OBJETIVOS: Presentar los conceptos de coloides y las estructuras del ciclo de


carbono, que nos permita interpretar los procesos que ocurren en el suelo.
II. REVISION DE LITERATURA

2.1. COLOIDE ORGANICO

Los coloides orgánico-minerales del suelo, son el resultado de un largo


proceso que se mueve gradualmente y a saltos, desde la roca de la que se
derivan las partículas minerales -arenas, limos y arcillas- del suelo y la materia
orgánica aportada por los organismos vivos.

La roca se transforma gradualmente en partículas cada vez más finas,


empezando por grandes fragmentos, gravas, arenas y limos; los cuales,
conservan la cualidad de ser roca, a pesar de su menor tamaño, ya que siguen
conservando las misma química y mineralogía. Pero, el movimiento no se
detiene en los limos, el intemperismo continúa, de tal forma que aparecen las
arcillas, cuyo tamaño es menor que las partículas descritas. Con la arcilla, se
produce un "salto" o cambio brusco, ya que se ha rebasado la medida en la
que se mueve la cualidad de ser roca, para dar origen a una nueva cualidad: un
coloide mineral y con ello nuevas propiedades físico-químicas. Por el lado de la
materia orgánica aportada por los organismos vivos, también se mueve
paulatinamente y bruscamente, de tal forma que, por la acción de los
microorganismos, se va transformando gradualmente, hasta que se rebasa el
rango -medida- en la que se mueve la cualidad de ser materia orgánica, para
dar paso, a través de un "salto" a una nueva cualidad: el humus. Tanto la
arcilla, como el humus tienen naturaleza coloidal.

Con los coloides aparecen nuevas propiedades fundamentales,


destacando su carga eléctrica negativa y con ella una propiedad química
esencial: la capacidad de intercambio catiónico (CIC). Esta es una nueva
propiedad de trascendental importancia para la fertilidad del suelo, puesto, que
permite la retención y el intercambio de cationes por parte del complejo arcillo-
húmico y la solución del suelo, propiedad que permite la disponibilidad de iones
positivos que las plantas aprovechan para su nutrición, siendo los más
importantes: el amonio, el potasio, el calcio, el magnesio, el azufre y el hierro.
Aunque domina la capacidad de intercambio catiónico en el suelo, también se
presenta marginalmente el intercambio aniónico, principalmente en suelos
ácidos de regiones tropicales húmedas, en los que se forman hidróxidos de
hierro y aluminio de naturaleza coloidal con cargas positivas, que favorecen la
retención y el intercambio de aniones con la solución del suelo, siendo los más
importantes: el fosfato, el nitrato y el sulfato, todos fuentes de fósforo, nitrógeno
y azufre, los tres fundamentales para la nutrición de las plantas. Así pues, la
naturaleza coloidal de las arcillas y el humus del suelo son fundamentales para
la fertilidad de los suelos, al favorecer la disponibilidad de nutrientes para el
desarrollo de las plantas.

2.2. ORIGEN Y NATURALEZA DE LOS COLOIDES DEL SUELO

Los coloides orgánico-minerales del suelo, representan un cambio


cualitativo -"salto"-, resultado de un prolongado proceso de acumulación de
cambios graduales operados en la roca y la materia orgánica aportada por los
organismos vivos, materiales primarios que al rebasar la medida en la que se
mueven cuantitativamente sus cualidades, se produce un cambio brusco, a
través del cual dejan de ser materia orgánica y roca, para convertirse en
coloides orgánico-minerales, respectivamente.

Una de las propiedades fundamentales de los coloides orgánico-


minerales (arcilla y humus), es la carga eléctrica que presentan y con ella se
genera consecuentemente otro rasgo esencial: la capacidad de intercambio
iónico. Estas propiedades, se muestran en la imagen 1.
Imagen 1. Capacidad de intercambio iónico de los coloides del suelo

Los componentes minerales que se derivan de las rocas, son arenas,


limos y arcillas. Las arenas y los limos, a pesar de su tamaño pequeño, en
comparación con las rocas que les dan origen, son todavía rocas en
"miniatura", puesto, que conservan sus cualidades de ser rocas; en cambio, las
arcillas -diámetro menor de 0.002 milímetros- dejan de ser ocas, para
convertirse en nuevas sustancias cualitativamente diferentes a las rocas que
también les da origen. Es decir, la roca en su movimiento, entendido como
cualquier cambio o transformación operado en la materia, se convierte en
arena, luego en limo y con la arcilla se produce un "salto", ya que aparece un
material mineral de naturaleza coloidal, con las nuevas propiedades
fundamentales ya descritas más arriba.

En la imagen siguiente, se muestra la naturaleza físico-química de las


partículas minerales del suelo, tanto coloidales como no coloidales.

Imagen 2. Naturaleza físico – química de las partículas minerales del suelo


Además de contribuir a la formación de agregados en el suelo, las
arcillas por su carga negativa, contribuyen a la retención de iones positivos o
cationes.

Además de las arcillas, coloides minerales derivados de la roca, el


suelo, también presenta coloides orgánicos, principalmente el humus, derivado
de la descomposición microbiológica de la materia aportada por los organismos
vivos al suelo.

El humus, al igual que las arcillas, también presenta cargas eléctricas


negativas, como muestra en la siguiente imagen.

Imagen 3. Humus coloidal del suelo

El origen de las cargas eléctricas de los coloides del suelo, son


diferentes, dada que su naturaleza es diferente también. Así, en las arcillas
coloidales de origen mineral, las cargas eléctricas negativas, se generan en el
momento de la formación del mineral arcilloso, proceso que se conoce como
sustitución isomórfica, la cual se muestra en la imagen que siguiente.
Imagen 4. Origen de la carga negativa de la arcilla del suelo

Además de lámina octaédrica, la arcilla está estructurada de una


lámina tetraédrica de óxido de silicio, en la cual también se produce la
sustitución de silicio con cuatro cargas positivas por un aluminio con tres
cargas positivas, generando una carga negativa extra, que debe ser
neutralizada por una carga positiva de un catión.

Así pues, es la sustitución isomórfica en ambas capas del mineral


arcilloso, la que produce las cargas negativas que los caracteriza.

La sustitución isomórfica es la principal fuente de cargas negativas de


los coloides arcillosos del suelo, pero no es la única, como se observa en la
siguiente imagen (6), en la que la arcilla en condiciones de alcalinidad se
combina con los iones hidróxilo (OH), para generar su carga negativa y agua.
2.3. ESTRUCTURA DEL CICLO DEL CARBONO
Los seres humanos además de respirar oxígeno también consumimos
los carbohidratos de las plantas y otros seres vivos para tener energía y al
exhalar devolvemos a la atmósfera CO2 como residuo. Finalmente, todos los
seres vivos al morir se descomponen liberando CO2 a la atmósfera y
depositando carbono en el subsuelo. Tanto en las plantas como en los
ecosistemas, el carbono puede permanecer durante mucho tiempo. La fase
biológica del ciclo del carbono es de corta duración, ya que los compuestos de
carbono se transforman en procesos que toman desde segundos, como la
respiración, hasta pocos años, como la descomposición de materia orgánica en
el subsuelo.

La fase geológica del ciclo del carbono es mucho más lenta. A lo largo
de millones de años, los residuos de animales y plantas acumulados en las
profundidades del subsuelo se transformaron en lo que ahora conocemos como
combustibles fósiles, los cuales representan una gran reserva de carbono.
Para lograr esto el ciclo del carbono tiene una jerarquía de sub-ciclos
que ocurren en una variedad de escalas de tiempo. – Millones de años para el
reciclado de C a través de rocas sedimentarias y para el intercambio de C con
el interior de la Tierra.

2.4. FASES DEL CICLO DE CARBONO

En resumen, las fases del ciclo del carbono sedimentaria, la materia


orgánica muerta puede pasar a la litosfera por dos procesos y regresar a la
atmosfera por medio del volcanismo o por efecto humano. Una cosa importante
es que el material orgánico no se descompone completamente, pero se
conserva como humos y turba. Con el tiempo geológico, a medida que el
humus y la turba se hunden en los sedimentos. El carbono se expone a una
presión excesiva y se transforma en combustible fósiles.

Las formas o parte del ciclo del carbono más importantes ingresar
dióxido de carbono en la atmosfera causada por el hombre son:

COMBUSTIÓN DE COMBUSTIBLES FOSILES: Este acontecimiento


es aumentado exponencialmente como resultado del aumento del
consumo en los países en desarrollo inmensamente pobladas.
DEFORESTACIÓN: La tala y combustión de los bosques eliminan el
potencial futuro de las masas forestales para continuar integrando el
carbón de la atmosfera.

2.5. ETAPAS DEL CICLO DEL CARBONO

Se encuentra entre la atmósfera, el hidrófugo (océanos, lagos, ríos y


otros cuerpos de agua), la litosfera y la atmósfera, que tienen diferentes formas
y presentación de carbono en el aire. Por lo tanto, el ciclo incluye varios
procesos en los organismos vivos y con el medio ambiente.

FASE GEOLICA
En esta etapa o fases del carbono hay cuatro reservorios de
intercambio: en la atmósfera, la biosfera terrestre, que incluye agua dulce y
océanos, que también puede incluir elementos no orgánicos, disueltos e
incluidos en el suelo del carbón y las perforaciones marinas o acuáticas.
FASE BIOLOGICA
  El intercambio de carbono entre la vida ocurre a través de moléculas
que están involucradas como componentes esenciales de varias funciones
vitales, incluida la dificultad respiratoria; y en los procesos internos de cada
ser viviente. Incluso en los procesos que tienen lugar en el agua, como el
intercambio celular, requieren un soporte de carbón y de longevidad en la
hidrosfera.
ECUALIZACIÓN DE LA FASE
El balance entre las pérdidas y los ingresos de las moléculas de
dióxido de carbono entre reservas o en un determinado ciclo de carbono de la
atmósfera o la biosfera puede proporcionar una idea de si el reservorio
funciona como un almacenamiento o como una fuente de carbón, ya que se
puede ahorrar o contribuir Procesos en el ecosistema actual.
A. FOTOSÍNTESIS Y RESPIRACIÓN, EL CICLO RÁPIDO.
El CO2 es un gas importante en el efecto de invernadero. La cantidad
de CO2 en la atmósfera es controlado por el ciclo de carbono. Ahora, voy a
hablar sobre este ciclo en detalle. Probablemente han estudiado el ciclo, pero
quizás no el componente geológico. El primer componente del ciclo del carbono
es la fotosíntesis y respiración de las plantas:

Durante el día, las plantas usan la energía del Sol para convertir el
CO2 de la atmósfera más agua en carbohidrato y oxígeno. Este proceso es la
fotosíntesis. Durante la noche, hacen lo opuesto, se llama respiración. Usan el
carbohidrato más el oxígeno para producir energía cuando no hay sol. Esto es
lo que los humanos y animales hacen todo el tiempo.
B. PROCESOS RÁPIDOS OCEÁNICOS.
El segundo componente es los procesos rápidos en el océano. La
química de la capa superficial del océano está bien mezclada con la atmósfera.
Entonces el CO2 es consumido y liberado constantemente por el océano. Más
o menos hay un equilibrio entre la cantidad consumida y la liberada. Pero hay
dos procesos que almacenan CO2 en el océano. El primer proceso es químico,
el CO2 se combina con un ion de carbonato para forma bicarbonato:
Esta reacción es más rápida con más CO2 en la atmósfera. Entonces si
hay más CO2 en la atmósfera, el océano almacena más CO2. Entonces el
océano regula el CO2 en la atmósfera, pero no lo suficientemente rápido para
quitar todo el CO2 que nosotros estamos añadiendo.
C. EL CICLO DE ROCA: CICLO MÁS LENTO.
El tercer componente en el ciclo del carbono es el ciclo de roca.
1. El ciclo de carbonato-silicato
Por la tierra, cuando el CO2 reacciona con el agua en el suelo, forma el
ácido carbónico:
CO2 + H2O « H2CO3 (ácido carbónico)
El ácido carbónico es muy efectivo para meteorizar las rocas, dicho de
otra manera, es efectivo para destruir químicamente la roca. Para este tema,
solamente vamos a hablar sobre rocas que contienen silicatos de calcio o
magnesio. Rocas siliceas son muy comunes en la corteza de la Tierra. El ácido
carbónico meteoriza los silicatos a calcio, magnesio y dos iones de
bicarbonato:
(Ca, Mg)SiO3 (roca silicata) + 2CO2 + 3H2O ® (Ca, Mg)2+ +
2HCO3 - (bicarbonato)+ Si(OH)4
Los iones liberados de calcio, magnesio, y bicarbonato son llevados por
los ríos al océano. En el océano, los organismos utilizan los iones para formar
cochas de carbonato cálcico. Esta reacción predominantemente es realizada
por organismos, pero, también puede ocurrir inorgánicamente:
Ca2+ + 2HCO3 - ® CaCO3 (carbonato cálcico) + CO2 + H2O
Cuando los organismos mueren, las conchas caen al fondo, donde
forman una roca compuesta de carbonato de calcio, llamada caliza, y si hay
una cantidad de magnesio se llama dolomita.
2. El ciclo de rocas orgánicas
Cuando se erosionan rocas orgánicas, usan una molécula de oxígeno, y
desprender una molécula de CO2, como el proceso de la respiración. Este ciclo
es menos importante que el ciclo carbonato-silicato, que recicla el 80% del
carbono de la Tierra y su cuerpo.
D. FLUJOS Y RESERVAS EN EL CICLO DEL CARBONO
Para entender las magnitudes de estos procesos, vamos a ver los flujos y
reservas en el ciclo del Carbono. Aquí están las cantidades del carbono
almacenadas en diferentes partes del ciclo del carbono:
Reservas (1015g C) (billones de toneladas métricas):
Atmósfera 720 Biota terrestre 827
Biota marina 2
Océanos 38,000
Sedimentos orgánicos 15,000,000
Sedimentos carbonatados 20,000,000
Como pueden ver, las reservas mayores de carbono están en las rocas.

2.6. CICLO DEL CARBONO

De acuerdo con Wetzel (1981) el dióxido de carbono de la atmósfera (o disuelto


en el agua) es la fuente principal de carbono en la naturaleza, en donde las
algas y micrófitos sumergidos requieren para la síntesis de materia orgánica
una cantidad de carbono abundante y fácilmente accesible para mantener su
crecimiento. Son los agentes fijadores más importantes de este compuesto,
aunque existen algunas bacterias autótrofas que también son capaces de
sintetizar la materia orgánica a partir de carbono inorgánico (GCBB, 2005).

La transformación del CO2 en el ecosistema, sigue los siguientes pasos:

 Fijación del CO2 por el fitoplancton y algunos microorganismos


heterótrofos para transformarlo en carbohidratos y otras sustancias
orgánicas.
 Los cadáveres de plantas y animales se depositan en el sedimento. Los
compuestos orgánicos del carbono derivados del suelo son degradados
por la actividad microbiana que produce gran variedad de productos
finales y la oxidación completa a dióxido de carbono y agua.
 El CO2 liberado por la respiración y fotorrespiración puede ser disuelto
en el sistema para ser fijado por los productores primarios, o bien, se
desprende a la atmósfera.
2.7. CICLO DEL CARBONO DE LARGO PLAZO

Describimos a continuación los mecanismos fundamentales que


controlan los intercambios de carbono en el ciclo de largo plazo entre la
litosfera y el “sistema superficial” que engloba biosfera, rizosfera, océanos y
atmósfera.

Fuente de CO2: desgasificación litosférica

Constituye la principal transferencia de carbono desde el interior de la


Tierra hacia el sistema superficial. Los gases de origen volcánico están
formados esencialmente por H2O y CO2 (además de SO2, H2, CO, S2, O2, N2
y otros compuestos minoritarios), y constituyen la principal fuente de CO2
atmosférico a escala de millones de años.

La actividad volcánica global, que se concentra en los límites de las


placas, varía en intensidad a lo largo del tiempo y, con ello, también el proceso
de desgasificación. Así, las épocas geológicas dominadas por los procesos de
congregación continental y formación de supercontinentes están caracterizadas
por una menor actividad volcánica; es el caso del Cenozoico y del Paleozoico
superior. Por el contrario, en los intervalos dominados por la disgregación
continental, los procesos de rifting, elevadas tasas de acreción oceánica, y el
vulcanismo global (y la inyección de carbono a la atmósfera y los océanos) van
a ser muy intensos; es el caso del inicio del Paleozoico y también del inicio y de
gran parte del Mesozoico, cuando las tasas de acreción oceánica eran en
promedio un 50% más rápidas que en el mundo actual (RUDIMANN, 2001).

2.7.1. Sumidero de CO2: meteorización de silicatos

Se trata de un proceso complejo por el cual se transfiere, de forma muy


lenta pero efectiva, CO2 desde la atmósfera y los suelos hacia la litosfera
(Ruddiman y Kutzbach, 1991). Los silicatos no tienen carbono y no forman
parte de ningún reservorio dentro del ciclo, pero contienen calcio y otros iones
que si se liberan pueden combinarse con CO2 del almacén de superficie para
generar calizas u otros carbonatos de origen sedimentario.

En el proceso intervienen múltiples mecanismos:1) El agua de lluvia


disuelve CO2 atmosférico y edáfico (en forma de ácido carbónico H2CO3); 2)
Esa agua meteórica rica en H2CO3 interacciona en superficie con rocas ricas
en silicatos (por ejemplo, una roca magmática con feldespatos cálcicos),
produciendo su alteración química (meteorización); 3) Fruto de esa alteración el
mineral original es destruido y se genera otro mineral más estable en las
condiciones de superficie (minerales de la arcilla, sílice...) y un agua residual
con iones bicarbonato HCO3 - ; 4) El agua residual drena hacia el océano
donde el bicarbonato se combina con el calcio para dar lugar a carbonatos
(este proceso puede ser biológicamente inducido, como en las conchas de los
moluscos) y éstos a su vez a sedimentos carbonaticos; 5) Con el enterramiento
de esos sedimentos, el carbono es finalmente retirado hacia la litosfera, que
funciona como sumidero. Este complejo proceso, de vital importancia en el
ciclo del carbono a escalas de millones de años, funciona con diferente
intensidad según la época geológica considerada. Distintos factores favorecen
una mayor meteorización (y retirada de CO2 atmosférico) a escala global. Entre
ellos: 1) Mayor extensión de las áreas emergidas, sobre todo en latitudes
medias y bajas; 2) Mayor afloramiento de rocas silíceas (y sobre todo de origen
volcánico, más ricas en feldespatos cálcicos); 3) Mayorrelieve topográfico
(cadenas orogénicas); 4) Tipo y desarrollo de la cobertera vegetal sobre los
continentes (actividad radicular); 5) Elevada concentración de CO2 en la
atmósfera, que favorece la meteorización al acidificar las aguas meteóricas y
contribuye al crecimiento vegetal; y 6) Clima globalmente cálido y húmedo (alta
temperatura y precipitación aceleran la alteración mineral).

2.7.2. Sumidero de CO2: “fotosíntesis geológica”

La retirada de CO2 desde la atmósfera a través de la fotosíntesis es


un proceso que tiene mucha relevancia en el ciclo del carbono a corto plazo
(hoy se habla de plantaciones extensivas de árboles o de la fertilización de los
océanos como medidas paliativas del incremento actual del CO2 atmosférico),
pero que carece en sí misma de importancia en el ciclo de largo plazo, a no ser
que ese proceso entre la atmósfera y la biosfera esté acompañado de una
retirada efectiva de masa biológica a través de la sedimentación y el
enterramiento. Este proceso se da tanto en zonas continentales (con
acumulación sedimentaria en lagos y zonas pantanosas) como en zonas
marinas (fundamentalmente en deltas y en las zonas externas de la plataforma
continental), y ha sido bautizado por algunos autores como fotosíntesis “neta” o
“geológica”.

De la atmósfera a través del sumidero de la “fotosíntesis geológica” ha


sido muy variable a lo largo del Fanerozoico. La colonización de las tierras
emergidas por plantas superiores en el Paleozoico superior, por ejemplo,
determinó un flujo masivo de carbono orgánico hacia la litosfera durante el
Carbonífero, quizá el mayor de toda la historia de la Tierra. De forma similar,
una parte del Mesozoico (fundamentalmente el Cretácico) también estuvo
caracterizada por una retirada muy importante de carbono, que se acumuló en
cuencas oceánicas con fondos anóxicos y en vastos humedales continentales.
En la actualidad, la mayor parte de los combustibles fósiles que utilizamos
(carbón, gas, petróleo) tienen su origen en la biomasa de esas épocas, un
carbono que lentamente fue retirado de la atmósfera y que ahora le está siendo
devuelto de forma masiva y acelerada por la actividad humana.

La fotosíntesis geológica tiene una segunda consecuencia vital para el


sistema Tierra. Mientras que la materia orgánica es enterrada, el producto de
desecho de la fotosíntesis, el oxígeno, permanece en la atmósfera. Esto hace
que nuestro aire esté oxigenado: al mismo tiempo que la litosfera ha
acumulado CO2 a través de la “fotosíntesis geológica”, la atmósfera ha ganado
en oxígeno. En este sentido, a lo largo del Fanerozoico la mayor concentración
de oxígeno en la atmósfera ha tenido lugar coincidiendo con los periodos de
mayor retirada de CO2 (BERNER, 2009).

2.7.3. Fuente de CO2 por “respiración geológica”

El proceso natural de exhumación y erosión de las rocas sedimentarias


ricas en materia orgánica a través del ciclo geológico determina un mecanismo
contrario al descrito anteriormente. La exposición de la materia orgánica fósil a
un medio oxidante provoca su oxidación y la consiguiente devolución de CO 2 a
la atmósfera:

CH2O + O2 → CO2 + H2O

Este proceso, en el que la litosfera funciona como fuente de CO2, se


conoce con frecuencia como “respiración geológica”. Estimar la intensidad de
este proceso a lo largo del Fanerozoico es otro factor importante para
entenderla variación del CO2 atmosférico. Podríamos pensar que una mayor
concentración de oxígeno en el aire podría conducir a una mayor tasa de
oxidación de la materia orgánica expuesta en superficie. Sin embargo, ese
proceso es muy rápido y la proporción de oxígeno en la atmósfera es, incluso
en las épocas menos oxigenadas, más que suficiente para producirlo (Bolton et
al., 2006). Por ello, la mayor o menor tasa de la “respiración geológica” va a
estar controlada por la cantidad de materia orgánica expuesta y por las tasas
globales de erosión. Cuanto más rápida sea la denudación, más cantidad de
materia orgánica será oxidada y mayor será el flujo de CO2 devuelto a la
atmósfera.

2.8. CICLOS DEL CARBONO A MESOESCALA

Los ciclos del carbono de escalas intermedias están hoy aun


pobremente comprendidos, resultando fundamental el progreso en su
caracterización. Involucran procesos que operan a escalas temporales de miles
a decenas de miles de años. Esto implica que incluyen factores que se
contemplan habitualmente en el ciclo de largo plazo (como la desgasificación
volcánica o el enterramiento de la materia orgánica), otros que son propios del
ciclo de corto plazo (como los intercambios de carbono entre la biosfera, la
atmósfera y los océanos), y otros que les son propios y exclusivos, por operar a
escalas temporales demasiado alejadas de los extremos. Estos nuevos ciclos
de meso escala permiten conocer algunos de los episodios climáticos más
extraordinarios de la historia de la Tierra, como son los eventos hipertermales y
las glaciaciones del Cuaternario.
III. CONLUSIONES

 Los coloides orgánico-minerales del suelo son fundamentales para la


nutrición de las plantas, por su capacidad de intercambio iónico,
particularmente el intercambio catiónico, que es el más extendido en los
suelos. La capacidad de intercambio aniónico es marginal y solo está
presente en los hidróxidos de fierro y aluminio de carga positiva en los
suelos de las regiones tropicales. Por esta razón se debe ser muy
prudente en el manejo de fertilizantes a base de aniones, los cuales
deberán ser aplicados en varias dosis en correspondencia con la el
desarrollo fenológico de las plantas, para reducir al mínimo las pérdidas
por lavado.
 El humus presenta una mayor capacidad de retención de cationes y de
humedad, en comparación con los coloides minerales, principalmente
las arcillas, pero que, aunados en el complejo orgánico-mineral del
suelo, ambos contribuyen en la sustentabilidad de la fertilidad del suelo.
 El ciclo del carbono es primordial para que la vida sea posible en el
planeta. Influye directamente en todo tipo de ecosistema, ya sea
terrestre o marítimo. Es un proceso realmente complejo que requiere la
interacción de diferentes organismos vivos y sustancias químicas.
IV. REVISION DE LITERATURA

Margalef, R. (1974). Ecología. Ediciones Omega.

Odum, E.P. y Warrett, G.W. (2006). Fundamentos de ecología. Quinta edición.


Thomson.

Calow, P. (Ed.) (1998). The encyclopedia of ecology and environmental


management.

Hontoria, C., Rodríguez, J. C. & Saa, A. (2004). Contenido de carbono orgánico


en el suelo y factores de control en la España peninsular. Edafología. 11(2):
149-157.

Berner, R.A. (2009). Phanerozoic atmospheric oxygen: New results using the
GEOCARBSULF model. American Journal of Science, 309, 603-606.
Bolton, E.W., Berner, R.A. y Petsch, S.T. (2006). The weathering of
sedimentary organic matter as a control on atmospheric O2:II.Theoretical
modeling, American Journal of Science, 306, 575-615.
Ruddiman, W.F. y Kutzbach, J.E. (1991). Alzamiento de mesetas y cambio
climático. Investigación y Ciencia, 176, mayo 1991, 42-50.
Ruddimann, W.F. (2001). Earth’s Climate Past and Future. New York, NY, WH
Freeman and Company.

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