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Ciclo biogeoquímico del Carbono

El carbono es un de los elementos mas abundantes en la tierra y fundamental para los


compuestos orgánicos, ya que, al combinarse con nitrógeno, fosforo, azufre, oxigeno e
hidrogeno construye moléculas esenciales para los seres vivos. Es de gran importancia
para la vida en el planeta por la función que cumple cuando se encuentra como dióxido de
Carbono y, de gran importancia energética y económica por los combustibles fósiles.

Los ciclos biogeoquímicos son procesos naturales que reciclan elementos que son
necesarios para la vida, estos van del estado orgánico al mineral y viceversa, se puede
decir que van desde el medio ambiente a los seres vivos y de vuelta. Presentan un
movimiento cíclico o cerrado debido a su circulación y reciclaje. Los intercambios de los
elementos, en este caso el carbono, son entre la atmosfera, litosfera, hidrosfera y
biosfera.
Podemos hablar de tres procesos generales en el ciclo biogeoquímico del carbono:
producción, síntesis y fijado:

- Producción: procesos que emiten carbono a la atmosfera.


- Síntesis: retirada de carbono de la atmosfera y transformación en moléculas más
complejas.
- Fijado: se retiene el elemento en sumideros de carbono.

Para estudiar el ciclo del carbono de forma más sencilla podemos verlo como dos ciclos
mas pequeños interconectados, estos operan de manera conjunta, pero en escalas de
tiempo distintas: el primero comprende el intercambio rápido de carbono entre los
organismos vivos, el otro los ciclos de carbono a través de procesos geológicos a largo
plazo.

En el primer ciclo que estudiaremos, llamado ciclo biológico, podemos hablar de dos
grandes transferencias de carbono:

 El flujo de de la atmosfera es trasportado a las plantas como resultado de la


fotosíntesis. Los organismos autótrofos capturan el dióxido de carbono del aire o
los iones de bicarbonato del agua y lo usan para producir compuestos orgánicos
como la glucosa. Los heterótrofos consumen las moléculas orgánicas y así el
carbono orgánico pasa a través de las cadenas y redes tróficas.

 La segunda gran transferencia de carbono es el regreso de a la atmosfera


como resultado de la respiración celular y la descomposición de materia orgánica.
El ciclo del carbono es completado gracias a los organismos descomponedores que
llevan a cabo el proceso de mineralizar y descomponer los restos orgánicos,
cadáveres, excrementos, entre otros. Entra dentro del ciclo el carbono liberado
mediante la putrefacción y la combustión.

De manera simplificada, la reacción entre el consumo de y nutrientes, y la


producción de oxígeno es:

Esta reacción se desarrolla hacia la derecha cuando se fija carbono a materia orgánica por
medio de la fotosíntesis, y se desarrolla hacia la izquierda cuando los organismos respiran
o tiene lugar la combustión de materia orgánica.

Entonces podemos decir que el ciclo del carbono a corto plazo abarca la fotosíntesis, la
respiración y la transferencia del carbono entre los predadores y las presas. En la Tierra,
hay un flujo de carbono de la atmósfera a las plantas a través de la fotosíntesis y luego un
flujo de regreso a la atmósfera por medio de la respiración de las plantas y los animales, y
la descomposición. En cuanto a las plantas acuáticas, la fotosíntesis consiste en obtener el
dióxido de carbono disuelto del agua y la respiración y la descomposición devuelven el
carbono al agua.

Después del dióxido de carbono, el metano es el compuesto de carbono mas abundante


en la atmosfera, este se produce por la fermentación de materia orgánica en condiciones
anaeróbicas como ocurre en humedales, sedimentos lacustres y en el aparato digestivo de
rumeantes y termitas.

En el segundo ciclo de estudio, también llamado ciclo geológico, los flujos de carbono son

relativamente pequeños, y ayuda a mantener la concentración de atmosférico por


debajo del 1% durante los últimos cien millones de años. En este ciclo, el carbono tarda
millones de años en recorrer su ruta geológica y, puede quedar almacenado durante
largos periodos de tiempo en la atmósfera, en cuerpos de agua líquida, en sedimentos
oceánicos, en el suelo, en rocas, en los combustibles fósiles y en el interior de la Tierra.
En los periodos en que la producción de materia orgánica excede su descomposición, el
carbono se acumula como en sedimentos geológicos. El dióxido de carbono atmosférico se
disuelve en agua y reacciona con las moléculas de agua en las siguientes reacciones:

El carbonato que se libera se combina con iones de calcio para formar carbonato de calcio,
que es un componente clave para las conchas de organismos marinos, que al morir se
convierten en sedimentos del suelo oceánico, estos suponen el 71% de los recursos de
carbono en la tierra.

Como resultado de las reacciones químicas y de los intercambios, el mar resulta ser un

absorbente del atmosférico y un emisor de oxígeno, aunque existen regiones de


fuerte afloramiento de aguas en las que el mar se desgasifica y emite más CO2 del que
absorbe.
Se estima que aproximadamente el 70% del dióxido de carbono que permanece en la
atmosfera tras su emisión ha sido absorbido por el océano. El ciclo del carbono en el
océano esta gobernado por procesos físicos y biológicos, conocidos como bomba física y

bomba biológica, ambas incrementan los niveles de en el océano.

La bomba física esta constituida por el intercambio de en la interfase atmosfera – océano,


este depende de la velocidad del viento y de la diferencia de las presiones parciales entre la
atmosfera y el océano, la cantidad de dióxido de carbono absorbido por el mar es función de la
temperatura a través del efecto de solubilidad. La bomba biológica esta constituida
principalmente por el proceso de fotosíntesis.

En la tierra, el carbono se almacena en el suelo en forma de carbono orgánico proveniente


de la descomposición de organismos o en forma de carbono inorgánico resultante de la
meteorización de rocas y minerales, la formación de corteza terrestre a través de calizas y
dolomías en aguas poco profundas, por la acumulación de esqueletos orgánicos, también
acaba retirando el carbono de la atmosfera. En el subsuelo, podemos encontrar
combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural y el carbón que resultan de los restos
de plantas descompuestas bajo condiciones anaeróbicas. Estos combustibles fósiles

tardan millones de años en formarse y regresa a la atmosfera en forma de cuando


son sometidos a combustión.

Otra manera en la que el carbono que se encuentra bajo la superficie regresa a la


atmosfera es por medio de erupciones volcánicas, los sedimentos carbonatados en el
fondo del océano se hunden profundamente mediante el proceso de subducción, en el

que una placa tectónica se mueve por debajo de otra, este proceso produce que es
liberado a la atmosfera por respiraderos hidrotermales o mediante erupciones volcánicas.
Los niveles de en la atmosfera suben y bajan cíclicamente de forma natural, esto se

debe a los cambios de temperatura, tanto los niveles de como la variación de la


temperatura se relacionan con las variaciones cíclicas en la órbita de la tierra con respecto
al sol, conocidas como ciclos de Milankovitsh que tienen un periodo de 100.000 años. De
igual forma la variación de los niveles de dióxido de carbono están relacionados con los
cambios de la circulación de este compuesto en los océanos en los periodos fríos, el CO2
disuelto en la hidrosfera se almacena mejor a bajas temperaturas.

Impacto de las actividades antropogénicas sobre el ciclo del carbono

Los ciclos biogeoquímicos son ciclos de materia cerrados, sin embargo, estos están siendo
alterados por la actividad antropogénica, esto afecta al principio de sostenibilidad en el
que los ecosistemas se basan, siendo el de reciclar al máximo la materia y que no se
produzcan deshechos no asimilables a una velocidad perjudicial.
El carbono en forma de combustibles fósiles es una de las mayores fuentes de energía en
la actualidad, su consumo incremento más de un 30% a partir de la revolución industrial y
se van acabando las reservas de estos, ya que toma millones de años la formación de
combustibles fósiles y se extraen de forma mucho mas rápida que su producción en
procesos geológicos, el carbono almacenado en la litosfera pasa a ser parte de la
atmosfera.

Los seres humanos utilizan los combustibles fósiles como el petróleo, carbón de piedra y
gas natural para una variedad de propósitos como ser el uso de vehículos, producir
electricidad, calentando y enfriando nuestros edificios, y haciendo productos como los
plásticos, entre muchas actividades más.

Cuando se queman combustibles fósiles se libera a la atmosfera lo cual ha


aumentado los niveles de este gas, causando alteraciones en la atmosfera que afectan al
calentamiento global. En los años 90, la utilización antropogénica de combustibles fósiles
emitió 6,4 petagramos de carbono por año. Mientras que entre los años 2000 y 2008 la
emisión fue de 7,7 PgC por año, las emisiones se incrementaron en un 3,4%. Este
incremento drástico se debe principalmente a que los países desarrollados han doblado
sus emisiones de carbono en los últimos años.
Podemos decir que casi todas las actividades antropogénicas liberan carbono a la
atmosfera, especialmente en la forma de dióxido de carbono, entre estas actividades

podemos mencionar a las industrias que emiten en exceso entre otras sustancias que
aceleran el ciclo del carbono, al igual que la expulsión de gases producidos por el
transporte.

En las industrias podemos hablar de la fabricación de cemento libera dióxido de carbono


hacia la atmósfera. Para hacer el cemento, se calienta el carbono de calcio en un horno
para producir la cal y el dióxido de carbono. La cal está incorporada con otras materias
para hacer el cemento, pero el dióxido de carbono es soltado a la atmósfera. En Estados
Unidos, este proceso libera aproximadamente 7 a 10 millones de toneladas métricas de
carbono al año.

La agricultura igual afecta la cantidad de carbono en la atmosfera, por ejemplo, la


cultivación del arroz libera el gas metano a la atmósfera. Arrozales inundados son
considerados uno de las fuentes mayores de la emisión de metano, cuando estos se
hunden la materia orgánica debajo del agua se descompone y libera metano.
La ganadería también contribuye de forma significativa a las emisiones de metano. Los
eructos y la flatulencia de los ganados liberan metano. Las emisiones de metano son
especialmente preocupantes porque el metano es un gas de efecto invernadero 20 veces
más potente que el dióxido de carbono, acelerando el calentamiento global. El consumo
de energía tiene lugar a lo largo de toda la cadena de producción dentro de la ganadería.
La fabricación de fertilizantes, el uso de maquinaria agrícola y el procesado y transporte
de los cultivos para la alimentación animal generan emisiones de gases de efecto
invernadero. Dichas emisiones se contabilizan como parte de la producción, existe
también un consumo energético en las propias granjas debido a la ventilación,
iluminación, climatización, entre otros. Por último, el procesado, envasado, empaquetado
y transporte de los productos animales y vegetales consume energía y genera emisiones.

Por otra parte, la deforestación de los bosques igual contribuye al aumento de ya


que los ecosistemas boscosos son sumideros de biomasa vegetal. Los incendios de los
bosques producen grandes emisiones de dióxido de carbono por la combustión y
descomposición. La deforestación impacta tanto la temperatura y la estabilidad del suelo,
los cambios que afectan al suelo pueden afectar el carbono guardado en el mismo. La
deforestación resulta en un aumento en la erosión del suelo porque los árboles ya no
estabilizan este. El suelo erosionado y el carbono que contiene frecuentemente terminan
en los ríos y arroyos y eventualmente en los océanos, llevando carbono de la tierra a la
hidrosfera. Los suelos en las áreas deforestadas no están erosionados solamente por la
falta de árboles, sino que muchas veces están cultivados también. La cultivación revuelve
el suelo, soltando el gas dióxido de carbono en el suelo hacia la atmósfera. Después de la
deforestación, la temperatura del suelo aumenta porque el suelo ya no está cubierto con
el follaje. Un aumento en la temperatura del suelo causa un aumento en la medida de la
descomposición por las bacterias, lo cual resulta en un aumento en carbono liberado hacia
la atmósfera.

El producido por las actividades antropogénicas, al igual que la emitida por procesos
naturales es absorbido por las plantas o el océano. Sin embargo, las emisiones son tan
altas que los procesos no logran contrarrestarlo y aumenta la cantidad de dióxido de

carbono en la atmosfera. Las variaciones cíclicas de en la atmosfera aumentaron


drásticamente a partir del aumento de actividades antropogénicas.
Sabemos que el dióxido de carbono, junto con el metano son gases de efecto invernadero,
estos permiten el paso de la radiación solar hasta la superficie del planeta e interceptan
más del 70% de la radiación infrarroja (de onda larga) que es remitida desde el planeta
hacia el espacio, remitiéndola a la superficie. Este proceso permite la elevación de la
temperatura, lo que permite la vida en el planeta.

De igual forma se tiene conocimiento de que el océano absorbe el dióxido de carbono


presente en la atmosfera, sin embargo, la absorción excesiva de este compuesto por parte

del océano no es benéfica para la vida marina, esto se debe a que el disuelto en el

agua reacciona para liberar moléculas que acidifican el agua, mientras más dióxido de
carbono se absorba, aumentara la acidez del océano, esto reduce las concentraciones de

que dificulta a los organismos marinos la formación y mantención de conchas de


carbonato de calcio.
El aumento de en la atmosfera incrementa el efecto invernadero, este calentamiento
global genera que los océanos aumenten su temperatura. El dióxido de carbono es un gas
que se absorbe mejor a baja temperatura, por lo que un aumento de la temperatura del

océano provoca un mayor desprendimiento de a la atmosfera, provocando una


retroalimentación.

Bibliografía

Khan Academy, (2018). El ciclo del carbono. Recuperado de:


https://es.khanacademy.org/science/biology/ecology/biogeochemical-cycles/a/the-
carbon-cycle
Santias, I. (2020). El ciclo del carbono: qué es, cómo funciona y su importancia. Ecología
Verde. Recuperado de: https://www.ecologiaverde.com/el-ciclo-del-carbono-que-es-
como-funciona-y-su-importancia-2999.html

Plataforma de divulgación Plocan. (s.f.). ciclo global del carbono. Recuperado de:
http://divulgacion.plocan.eu/ciclo-global-del-carbono/

FAO. (s.f.) Modelo de Evaluación Ambiental de la Ganadería Mundial (GLEAM).


Recuperado de: https://www.fao.org/gleam/results/es/

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