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NUCLEO BOLÍVAR
DEPARTAMENTO DE GEOLOGÍA
Profesor: Bachilleres:
El carbono es un elemento. Forma parte de los océanos, aire, rocas, suelos y seres
vivos. El carbón no permanece en un mismo lugar, siempre está en movimiento.
Mediante las cadenas alimenticias, el carbón de las plantas va hacia los animales
que se alimentan de ellas. Los animales que se alimentan de otros animales también
obtienen el carbono a través de sus alimentos.
Cada vez que exhalas, estás liberando bióxido de carbono (CO2) hacia la atmósfera.
Los animales y las plantas se deshacen del gas bióxido de carbono mediante el proceso
conocido como respiración.
Los océanos y otros cuerpos de agua absorben algo del carbón de la atmósfera. El
carbono se disuelve en el agua. Los animales marinos usan al carbono para crear el material
de sus esqueletos y caparazones.
El componente geológico del ciclo del carbono opera más despacio en comparación
a otras partes del ciclo global. Es uno de los determinantes más importantes de la cantidad
de carbono en la atmósfera y por ende de las temperaturas globales.
El ciclo geológico del carbono, opera a una escala de millones de años, está
integrado en la propia estructura del planeta y se puso en marcha hace aproximadamente
4,55 miles de millones de años, cuando se formó el Sistema Solar y la Tierra. Su origen
fueron los planetesimales (pequeños cuerpos que se habían formado a partir de la nebulosa
solar) y los meteoritos portadores de carbono que chocaron con la Tierra.
Más del 99% del carbono terrestre está contenido en la litosfera, siendo la mayoría
carbono inorgánico, almacenado en rocas sedimentarias como las rocas calizas. El carbono
orgánico contenido en la litosfera está almacenado en depósitos de combustibles fósiles. En
una escala geológica, existe un ciclo entre la corteza terrestre (litosfera), los océanos
(hidrosfera) y la atmósfera. El dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, combinado con
el agua, forma el ácido carbónico, el cual reacciona lentamente con el calcio y con el
magnesio de la corteza terrestre, formando carbonatos. A través de los procesos de erosión
(lluvia, viento), estos carbonatos son arrastrados a los océanos, donde se acumulan en su
lecho en capas, o son asimilados por organismos marinos que, eventualmente, después de
muertos, también se depositan en el fondo del mar. Estos sedimentos se van acumulando a
lo largo de miles de años, formando rocas calizas.
El ciclo continúa cuando las rocas sedimentarias del lecho marino son arrastradas
hacia el manto de la Tierra por un proceso de subducción (proceso por el cual una placa
tectónica desciende por debajo de otra). Así, las rocas sedimentarias están sometidas a
grandes presiones y temperaturas debajo de la superficie de la Tierra, derritiéndose y
reaccionando con otros minerales, liberando CO2. El CO2 es devuelto a la atmósfera a
través de las erupciones volcánicas y otro tipo de actividades volcánicas.
Los balances entre los diversos procesos del ciclo del carbono geológico han
controlado la concentración de CO2 presente en la atmósfera a lo largo de millones de años.
Los más antiguos sedimentos geológicos, datados en épocas anteriores al desarrollo de la
vida en la Tierra, apuntan concentraciones de CO2 atmosférico cien veces superiores a las
actuales, proporcionando un fuerte efecto invernadero.
Por otro lado, las mediciones de los núcleos de hielo retirados de la Antártida y
Groenlandia, permiten estimar que durante la última era glaciar las concentraciones de CO2
eran aproximadamente la mitad que en la actualidad (en 2005 de 379,1 ppmv de CO2).
Los sedimentos se van haciendo más espesos y se hunden en el suelo marino bajo su
propio peso. A medida que se van acumulando depósitos adicionales, la presión sobre los
situados más abajo se multiplica por varios miles, y la temperatura aumenta en varios
cientos de grados. El cieno y la arena se endurecen y se convierten en esquistos y arenisca;
los carbonatos precipitados y los restos de caparazones se convierten en caliza, y los tejidos
blandos de los organismos muertos se transforman en petróleo y gas natural
Nadie asegura con certeza cómo se formó el petróleo, pese a que en sus distintas
formas, es el fluido que después del agua, más abunda en la corteza de la Tierra. La
respuesta más adecuada al interrogante que plantea los orígenes del petróleo, puede
encontrarse rastreando millones de años en el pasado de la Tierra e imaginando lo que pudo
haber ocurrido en los lechos marinos de los enormes océanos, que por entonces cubrían
buena parte de lo que hoy conforma las tierras emergentes y secas del planeta.
La edad de las rocas, su historia y la de los minerales que contienen sólo se deducen
a partir de evidencias disponibles. En un tiempo, los esfuerzos realizados para descubrir el
origen del petróleo dividieron a los científicos en dos campos: en uno se instalaron los que
sostenían el origen inorgánico del petróleo, en el otro quienes le atribuían orígenes
orgánicos.
La teoría del origen orgánico afirma que en los mares antiguos, miles de millones de
diminutos animales, se fueron acumulando a medida que morían en el fondo de los lechos
marinos, mezclándose con el barro. Allí se sumaban a vegetales de origen marino y a
fragmentos de plantas arrastradas por la corriente de los ríos que desembocaban en los
mares. Sucesivas acumulaciones de Iodos y arenas que los mismos ríos iban llevando al
mar, fueron enterrando cada vez a mayores profundidades plantas y animales muertos.
Gradualmente y con el transcurso del tiempo, los sedimentos inferiores fueron comprimidos
por el enorme peso de los más jóvenes, y suavemente recalentados por el calor de la tierra a
medida que se iban enterrando a mayores profundidades.
Muchos millones de años antes de que existiera el hombre, los mares estaban
poblados de plantas y vida vegetal. Estos animales y plantas, cuando morían, quedaban
enterrados en la arena y el lodo del lecho marino.
Sucesivas capas de restos fósiles se fueron apilando como estratos cada uno de
centenares de metros de espesor. Los estratos de arenas y arcillas se convirtieron en rocas y
los restos marinos se transformaron en petróleo y gas natural. Lentamente, los primeros
sedimentos se fueron consolidando en un material más duro, formando sucesivos estratos
de rocas. El petróleo así generado en el transcurso de centurias, fue expulsado migrando
hacia rocas menos compactas y porosas. A veces recorría kilómetros, y casi siempre
empujado por la presión del agua circulante.
Así se fue acomodando en los estratos rocosos de mayor porosidad, subiendo desde
las profundidades de la tierra hasta ser frenado por algún estrato de roca totalmente
impermeable. Mientras tanto, otros movimientos en la tierra llevaban a veces lecho de los
mares hasta la superficie. Cuando el petróleo llegaba a ella sus elementos más livianos se
evaporaban, dejando a flor de tierra enormes depósitos de bitúmenes. Pero cuando los
movimientos de ascenso se interrumpían antes de llegar a la superficie, el petróleo seguía
en el subsuelo, aunque no almacenado en lagunas o bolsones, sino diseminado en arenas,
areniscas y calizas, de la misma forma en que el agua se aloja en los poros de una esponja.
Los procesos químicos tomarán lugar con el fin de convertir el material orgánico
preservado en las rocas madre en petróleo. Esto puede llamarse como un proceso de caldeo.
Ocurren en el mismo tres fases para obtener la maduración de la materia orgánica y formar
los hidrocarburos. Estas fases son: diagénesis, Catagénesis y Metagénesis.
Diagénesis
Química de Kerógeno
Los componentes químicos de kerógeno constan de hidrógeno, carbono y oxígeno
con un rastro de nitrógeno y azufre. Tres tipos de kerógeno que se clasifican por entorno
deposicional son los siguientes;
Tipo 1: Algas finas en el lago de agua dulce: Tipo 1 tiene la mayor relación H: C
y tiende a ser petróleo con una baja cantidad de gas.
Tipo 3: material orgánico del área del pantano: el material orgánico proviene de
plantas terrestres, esporas y polen. Tiene una relación H: C de menos de 1.0 y esto será
principalmente gas seco.
Catagénesis
Metagénesis
Esta fase ocurre a muy alta temperatura y presión. Las moléculas de gas se
descompondrán y se convertirán solo en carbono en forma de grafito. La Figura 1 ilustra el
proceso de maduración del petróleo.
Figura 1 - Proceso de formación de petróleo
Figura 2. Demuestra que la generación significativa de petróleo ocurre
entre 60 ° C (140 ° F) y 160 ° C (320 ° F), mientras que la generación
significativa de gas ocurre entre 160 ° C (320 ° F) y 225 ° C (437 ° F). Por
encima de 225 C (437 F) solo puede existir grafito.
GENERACIÓN DE HIDROCARBUROS (PETRÓLEO Y GAS)
La mayor parte del petróleo formado en las cuencas simplemente no logra salir de la
roca madre, y solo el 1% del petróleo formado en las cuencas se halla en rocas reservorios.
Cuando las rocas madres o reservorios son soterradas más de 10 Km, el petróleo se
convierte en gas natural seco y al entrar en el campo del metamorfismo, en un residuo
carbonoso que llega finalmente a grafito.
https://es.wikipedia.org/wiki/ciclo_del_carbono
http://www.monografias.com/trabajos7/carbo/carbo.shtml#ixzz5CntBMmlC
perfob.blogspot.com/2016/01/transformacion-de-la-materia-organica.html
https://www.extremos.org.ve/Generacion-de-Petroleo-y-Gas.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Petróleo