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átomo de carbono
La vida en nuestro planeta es posible gracias a dos fenómenos que constituyen una
rareza en el mundo de la química: el puente de hidrógeno y la catenación del carbono.
En el caso de la molécula de agua, H O, el puente de hidrógeno es una fuerza de
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atracción que ocurre entre el hidrógeno de una molécula, y el oxígeno de otra molécula.
Esta atracción se debe a que el hidrógeno es electropositivo, y el oxígeno es
electronegativo. Sin el puente de hidrógeno, el agua no podría existir en estado líquido o
sólido a la temperatura ambiental de la Tierra. Sería un gas, al igual que todos los
compuestos cuyas moléculas tienen un peso molecular tan bajo como el del agua.
Por otro lado, la catenación es la capacidad de un elemento para formar cadenas; es
decir, para unirse químicamente consigo mismo. El carbono no es el único elemento que
tiene esta capacidad, pero es el que más tiende a hacerlo, y en las formas más variadas.
EL ATOMO DE CARBONO
El símbolo del átomo de carbono es “C”. En el idioma español, no es lo mismo “carbono”
que “carbón”. “Carbono” es el nombre del elemento, y “carbón” es un sólido formado
principalmente por cadenas de átomos de carbono. El carbono que se encuentra en la
Tierra, se creó hace unos 5000 millones de años, durante el periodo de formación del
sistema solar, en el que prevaleció la química de fusión nuclear, y mostró ser
relativamente estable. Esto le permitió aportar una cantidad que representa el 0.02% en
peso de todos los elementos. Aunque este porcentaje parece bajo, el carbono es el
décimo segundo elemento más abundante en nuestro planeta.
El carbono pertenece al grupo 14 de la tabla periódica, cuyos elementos son: carbono
(C), silicio (Si), germanio (Ge), estaño (Sb) y plomo (Pb). Los primeros tres son no
metales, y los últimos dos son metales. Todos estos elementos comparten la capacidad
de catenación, pero ninguno de ellos lo hace con tanta facilidad como el carbono.
Además de concatenarse, el carbono puede hacerlo mediante enlazamiento múltiple, lo
que significa enlazarse entre sí mediante enlaces dobles y triples. Esta última propiedad
es común al nitrógeno y al oxígeno, pero en dichos casos, la catenación es relativamente
poco frecuente.
Los átomos de carbono pueden unirse entre sí en una variedad de formas y en una
cantidad de átomos, imposible para cualquier otro elemento. Pueden formar cadenas de
miles de átomos o anillos de todos los tamaños; estas cadenas y anillos pueden tener
ramificaciones. A los carbonos de estas cadenas y anillos se unen otros átomos;
principalmente hidrógeno, oxígeno, flúor, cloro, bromo, yodo, nitrógeno, azufre,
fósforo…
Esta particular característica es la que permite que existan tantos compuestos de
carbono. El número de compuestos que contienen carbono es varias veces mayor que el
número de sustancias que no lo contienen.
través de la fotosíntesis.
Durante la formación de la Tierra, su atmósfera se componía principalmente de vapor de
agua, dióxido de carbono y nitrógeno, junto con otros gases emitidos por la acción
volcánica. La vida inició con los vegetales hace unos 3000 millones de años, en las aguas
tibias de los océanos y los mares, y originalmente en formas de plantas primitivas. Esta
forma de vida evolucionó debido a su habilidad para fotosintetizar, tomando como
materia prima el dióxido de carbono de la atmósfera, y reemplazándolo por oxígeno. En
el proceso de fotosíntesis, la planta convierte el CO en las cadenas de celulosa y demás
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moléculas que la conforman, y que, como veremos adelante, los químicos han
denominado moléculas orgánicas.
Las primeras formas de plantas y algas crecieron en una abundancia masiva a lo largo de
millones de años. Las formas de vida animal evolucionaron mucho después,
probablemente hace alrededor de 2000 millones de años, y fueron totalmente
dependientes del oxígeno generado por la flora de ese tiempo.
Los animales herbívoros se alimentan de plantas, y los animales carnívoros se alimentan
de otros animales. Por lo tanto, todos los seres vivos, plantas y animales, partimos del
CO como materia prima para formar nuestros tejidos. Podemos estar conscientes,
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El diamante tiene una estructura tetrahédrica, en la que cada átomo de carbono está
unido a otros cuatro mediante enlaces covalentes. Es decir, sus cristales forman un
volumen en las tres dimensiones espaciales: largo, ancho y profundo. La estabilidad del
enlace entre sus átomos, le da características muy particulares: es el material natural de
mayor dureza en la Tierra; su estabilidad impide que los electrones de desplacen a
través de él, por lo que es un aislante eléctrico; no obstante, la unión tan rígida entre sus
átomos lo hacen un excelente conductor térmico: alrededor de cinco veces mejor que el
cobre (y esto es así porque la vibración de un átomo que recibe calor, se transmite a los
otros con gran eficiencia, debido a la rigidez de la estructura). Su densidad es de 3.5
g/cm .
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Grafito
diamantes obtenidos no tienen las características estéticas adecuadas para usarse como
gemas, pero se aplican en brocas para barrenar materiales muy duros.
El descubrimiento de una nueva serie de alótropos de carbono debe considerarse como
un hallazgo inesperado. Los fulerenos constituyen una familia de estructuras en las que
los átomos de carbono están organizados en una estructura esférica o elipsoidal. Para
construir este tipo de estructuras, los átomos de carbono forman anillos de cinco y de
seis miembros, en un patrón similar a las líneas de un balón de futbol (el primer nombre
que se dio al C60 fue futboleno). La esfera de 60 miembros, C60, el
buckminsterfulereno, es el más fácil de preparar y, desde el punto de vista estético, el
más bello, pues es una esfera perfecta. La esfera de 70 miembros, C70, es el siguiente
fulereno común disponible. La estructura elipsoidal de este alótropo se asemeja a un
balón de futbol americano o de rugby.
Esta familia de alótropos se llama así en honor a R. Buckminster Fuller, un genio del siglo
XX. Su nombre se asocia en especial con el domo geodésico, un diseño arquitectónico de
enorme resistencia, que tiene el mismo arreglo estructural que la molécula del C60.
Los fulerenos también pueden formar tubos con el mismo tipo de estructura
(“buckitubos”). Ahora que sabemos de la existencia de estas moléculas, las mismas
surgen por todas partes. El hollín ordinario contiene fulerenos, y se les ha encontrado en
depósitos naturales de grafito. Algunos astroquímicos arguyen que estas moléculas
existen en gran abundancia en el espacio interestelar.
Carbonatos y bicarbonatos
bicarbonatos, HCO . Los más comunes son los de sodio, calcio y magnesio. Estos
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compuestos, junto con los hidróxidos son los que se conocen como “alcalinidad” en el
agua.
Los átomos de carbono pueden formar moléculas orgánicas en un momento dado, y
moléculas inorgánicas en otro momento. A la serie de transformaciones que va
sufriendo este elemento, se le llama “ciclo de carbono”.
Este texto no pretende mencionar exhaustivamente las características principales de los
compuestos en los que participa el átomo de carbono. Algunos de esos compuestos son
de enorme interés para el ser humano. Está, por ejemplo, el tema del efecto
invernadero del gas carbónico, CO , en la atmósfera terrestre; el tema del biochar que es
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tan benéfico para el cultivo de muchas plantas; el del monóxido de carbono, CO, con tan
alta toxicidad para los animales aeróbicos; el tema de los carburos…