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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA


“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”
FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO
DERECHO CIVIL.- PARTE ESPECIAL
SECCIÓN N2S1

LA TUTELA

Profesor:
Abg. Luis Guarisma

Puerto Ordaz, Junio de 2018

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ÍNDICE
Pág.

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………..……3

1. Concepto……….………………………………………..………...….…..4
2. Clasificación…………………………..………………………..……...…4
3. Tutela de niños, niñas y
adolescentes……………………………………………………......…….4
4. Apertura de la tutela de los niños, niñas y adolescentes…….
………………………………………………………..5
5. Designación………………….…………………………………....………6
6. Delación y asunción de los cargos de
tutela…………………..............................................................……..6-9
7. Formalidades previas del ejercicio de la
tutela………………………………………………………….….…......9-10
8. Atribución del poder de representación y administración del
pupilo……………………………….………………………………...10-11
9. Extensión del poder de representación y administración del
pupilo……………………………………………..………….…...…..11-12
10. Bienes sometidos a la administración del tutor……….
……………………………………………………...……….12

CONCLUSIÓN…………………………………………………….………..……13

BIBLIOGRAFÍA……………………….…………………………………..……..14

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INTRODUCCIÓN
Es de hacer notar que, todo niño, niña y adolescente no emancipado
debe ser protegido primeramente por sus padres, mediante la Patria
Potestad. No obstante, bajo todos aquellos supuestos donde no pueda
desplegarse la misma (producto de una privación o fallecimiento de los
padres), entonces se apertura y constituye una medida de protección
supletoria conocida como tutela.

Ésta última se caracteriza por proyectar dos principios opuestos; un


principio de analogía con la Patria Potestad que conduce a regular a imagen
y semejanza de ésta, al igual que, un principio de diferenciación porque la
tutela no cuenta con el concurso de los padres para la protección del pupilo.
Por ende, ambos principios convergen en la esencia fundamental de la
tutela, así, la regulación jurídica de la misma y la de la Patria Potestad sólo
difieren en cuanto que, al no confiarse a los padres la protección del menor,
en la tutela se ha tenido que suplir con otras la garantía de adecuada
protección del menor que representa al afecto paterno.

Asimismo, los supuestos de necesidad de la tutela de menores


radican en dos aspectos; la existencia de un niño, niña o adolescente no
emancipado que requiera de protección y la falta de quien ejerza la Patria
Potestad. Acotando que, el primer supuesto refiere al principio de analogía,
mientras que, el segundo supuesto refleja el principio de diferenciación. No
obstante, la tutela no sólo se aplica para los menores, también se extiende
una tutela por entredichos de defectos intelectuales y entredichos por
condena penal, los cuales comprenden la tutela de mayores.

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1. Concepto

En términos sencillos de entender, la tutela representa la institución de


protección de todas aquellas personas que no se encuentren bajo la Patria
Potestad de nadie, pero requieren de representación legal y protección de
algún interés no patrimonial.

2. Clasificación

A manera de ilustración, existen tres tipos de tutela; la tutela de menores,


el cual engloba a los niños, niñas y adolescentes no emancipados; la tutela
de entredichos por defecto intelectual y la de entredichos por condena penal,
ambas comprendidas en la tutela de mayores.

3. Tutela de niños, niñas y adolescentes

Entendida como institución, la tutela de menores representa el régimen


de protección dirigido a los niños, niñas y adolescentes no emancipados,
quienes son menores de edad y no se encuentran bajo una Patria Potestad,
pero cuya protección requiere su representación legal y comprende algún
interés no patrimonial. A pesar que el Código Civil vigente no señala
taxativamente los supuestos de necesidad para la tutela de menores, son
evidentes éstos:

3.1 La existencia de un menor no emancipado, es decir, necesitado de


la protección que brinda la Patria Potestad.
3.2 La falta de un padre o madre que tenga el ejercicio de la Patria
Potestad sobre dicho menor no emancipado.

Acotando que, la Patria Potestad y la tutela no pueden coexistir sobre un


mismo menor.

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4. Apertura y Constitución de la Tutela de niños, niñas y
adolescentes

Ilustrativamente, viene a ser la necesidad de iniciar la protección de un


menor en particular, mediante la tutela de menores. Resaltando que, la
misma se produce de pleno derecho, es decir, sin necesidad de una
declaración judicial. Asimismo, una vez abierta la tutela respecto a un menor,
resulta imperativo proceder a constituirla, siendo ésta la actividad necesaria
para que todos los cargos de la tutela correspondiente queden provistos y los
titulares puedan entrar en ejercicio de sus funciones.

No obstante, la tutela de menores comprende las siguientes fases:

4.1 Una etapa inicial que termina cuando se ordena la tutela.


4.2 La designación de los titulares de los cargos permanentes de la
tutela de menores.
4.3 La asunción de los cargos por sus titulares.
4.4 El cumplimiento de las formalidades que la ley exige al tutor antes
que entre en ejercicio normal de sus funciones.

Aunque, dentro de la constitución de la tutela de menores puede darse


la tutela interina. Es de hacer notar que, el Juez de oficio debe proceder a
averiguar si efectivamente se ha abierto o no la tutela de menores
comprendidos en su jurisdicción y en caso afirmativo, debe recabar la
prueba de ello. Asimismo, una vez que el Juez estima comprobada la
apertura de la tutela, debe proceder a su ordenación, siendo ésta el
mandato judicial de continuar con su constitución sin necesitar que el
Juez dicte una decisión explícita en tal sentido, pues basta que actúe en
cualquier forma que implique su voluntad de proceder a constituir la
tutela.

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5. Designación de los Titulares de los Cargos de la Tutela de
Menores

Cabe destacar que, ésta representa la segunda etapa del proceso de


constitución de la tutela de menores, en la cual se estudian las inhabilidades
y los modos de delación de los cargos de tutela, en tal sentido que, se logre
asignar todas aquellas personas que deberán ocupar dichos cargos. En
consecuencia, las inhabilidades representan las circunstancias que le
demuestran al legislador la carencia de idoneidad en una persona para
ejercer el cargo en debida forma, por ejemplo:

5.1 Los que no tengan libre administración de sus bienes.


5.2 Los que carecen de domicilio y no tienen residencia fija.
5.3 Los que hayan sido removidos de una tutela o privados de la
Patria Potestad sobre sus hijos.
5.4 Los que hayan sido condenados a alguna pena que lleve consigo
inhabilitación o interdicción.
5.5 Los que no tengan oficio o modo de vivir conocido, o sean
notoriamente de mala conducta.

Y todos aquellos supuestos estatuidos en el artículo 339 del Código Civil


Venezolano.

6. Delación y Asunción de cargos de tutela

Es de hacer notar que, se llaman modos de delación de los cargos de la


tutela de menores, las maneras de determinar los titulares de dichos cargos,
los cuales son de orden público, pues dependen en gran parte de la eficacia
general del régimen de protección al cual se someta al pupilo.

Asimismo, en la tutela de menores existen tres modos de delación, las


cuales son:

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6.1 La tutela paterna: La designación del titular del cargo
corresponde a la voluntad de los padres del pupilo, o a uno de
ellos.
6.2 La tutela legítima: La designación del titular del cargo se hace
conforme a lo consagrado en la ley.
6.3 La tutela dativa: La determinación del titular del cargo compete al
Juez.

Ahora bien, dicha delación se aplica para designar a los titulares de los
cargos de tutor permanente, protutela (protutor y suplente de éste) y
miembro del Consejo de Tutela. En detalle, la delación del cargo de tutor
permanente es la primera debido a su grado de importancia, aunque no
necesariamente en orden cronológico, pudiendo efectuarse de la siguiente
manera:

6.4 A través de la delación paterna: Se considera la voluntad y


afecto paterno como garantía de acierto con respecto a la
designación del tutor, el cual posee validez cuando el
nombramiento haya sido hecho por el padre o la madre que
estaba en ejercicio de la Patria Potestad para el momento de la
designación (C.C.V art.305), y lo hubiesen manifestado mediante
testamento o escritura pública (C.C.V art.307).

6.5 Delación en favor de los abuelos: A falta de la delación paterna


o en caso de ineficacia de ésta, el cargo de tutor corresponderá “al
abuelo paterno y, en su defecto, al materno; a falta de ambos, a
las abuelas paterna y materna” (C.C.V art.308). Asimismo, el Juez
puede oír al joven si tiene más de 12 años de edad.

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6.6 Delación dativa o judicial en favor de otras personas: A falta
de tutor designado por el padre o la madre, y de abuelo hábil para
el cargo, corresponde al Juez dar tutor al pupilo; el cual debe de
escuchar previamente al Consejo de Tutela (C.C.V art. 309),
apegarse a la prohibición de nombrar más de un tutor para todos
los menores que sean hermanos (C.C.V art.310) y manifestando
preferencias a los parientes consanguíneos dentro del cuarto
grado de parentesco (C.C.V art.309).

Por otro lado, la delación de los cargos de la protutela (protutor y suplente


de éste) se efectúan en su mayoría mediante una delación paterna o dativa;
en la primera debe advertirse la facultad del padre o la madre para efectuar
el nombramiento tanto del tutor como del protutor, o limitarse a efectuar el
nombramiento de uno u otro. En cambio, la delación dativa procede en los
casos a falta de delación paterna, ya que no existe una delación legítima
pues la misma podría conducir a una protutela complaciente o rigurosa.

En cuanto a la delación de los cargos de miembro del Consejo de Tutela,


la ley señala que si el padre y la madre han designado en su testamento o
escritura pública, personas para constituir el Consejo de Tutela, el Juez hará
su constitución con cuatro de ellas, y cuando falten estén impedidas, hará la
escogencia (C.C.V art.326). Destacando que, se convierte en delación dativa
cuando el Juez debe completar el número de integrantes del Consejo de
Tutela, pero se perfila como paterna cuando el número de personas
designadas son hábiles.

Ahora bien, la asunción de los cargos de la tutela de menores conforma la


tercera fase de la constitución de la tutela de niños, niñas y adolescentes,

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pues una vez designados los cargos, la protección del pupilo requiere que
dichos titulares asuman sus cargos. En consecuencia, toda persona que
haya sido designada válidamente para un cargo y cuya excusa no haya sido
aceptada por el Juez competente, está en el deber de asumir el cargo

Acotando que, los motivos excusables son los siguientes:

6.7 Los militares en servicio activo.


6.8 Los ministros de cualquier culto.
6.9 Quienes tengan bajo su potestad tres o más hijos.
6.10 Los que no sepan leer y escribir.

Y todos aquellos supuestos taxativos en el artículo 342 del Código Civil


Venezolano. No obstante, el plazo útil para proponer dicha excusa es de tres
días, más el término de la distancia (plazo adicional que se da a quienes no
se encuentran en el lugar donde el Tribunal tiene su sede), el cual se
computa a partir de la notificación del nombramiento al tutor o protutor
correspondiente, salvo cuando se trata de tutor legítimo, en el cual los tres
días correrán desde que el interesado tenga conocimiento del hecho que
motiva su cargo (C.C.V art.345).

7. Formalidades previas del ejercicio de la tutela

Una vez que el tutor haya asumido su cargo, la ley exige el cumplimiento
de ciertos requisitos antes de su entrada en ejercicio de sus funciones, las
cuales son:

7.1 Existencia del protutor: Cuando no hay protutor, la ley prohíbe al


tutor que entre en ejercicio del cargo y le ordena que promueva
inmediatamente el nombramiento del mismo.

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7.2 Formación y consignación del inventario de los bienes del
pupilo: Se debe realizar el inventario de los bienes que conforman
el patrimonio del pupilo antes de que el tutor entre en ejercicio de
sus funciones, cuyos participantes son el tutor, el protutor y los
miembros del Consejo de Tutela. Asimismo, para demostrar que el
mismo fue levantado oportunamente es consignarlo antes del
vencimiento del término legal para concluirlo, o de su prórroga, si
la hubiere.

7.3 Aseguramiento de las resultas de la administración del tutor:


Consiste en la constitución de una garantía para asegurar el
crédito que eventualmente llegue a tener el pupilo contra el tutor
en razón de la administración de éste.

7.4 Discernimiento de la tutela: Es el acto judicial consistente en


autorizar al tutor para entrar en ejercicio de sus funciones y
también representa el documento que consagra dicha
autorización.

Acotando que, si el tutor es el abuelo o abuela del pupilo, la ley no le


exige el cumplimiento de las dos últimas formalidades.

8. Atribución del poder de representación y administración del


pupilo

El poder de representación del pupilo corresponde al tutor ordinario


permanente, desde que entra en ejercicio de su cargo, excepto:

8.1 Al curador especial, cuando hay oposición de intereses entre los


diversos pupilos sometidos a un mismo tutor.

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8.2 Al protutor cuando hay oposición de intereses entre el tutor y el
pupilo.

Por otro lado, el poder de administración del patrimonio del pupilo


corresponde al tutor permanente, pero en ocasiones se atribuye:

8.3 Al tutor interino mientras se constituye la tutela.


8.4 Al curador especial previsto para los actos en que haya oposición
de intereses entre los distintos pupilos de un mismo tutor.
8.5 Al protutor cuando haya oposición de intereses entre el tutor y el
pupilo.
8.6 Al curador especial respecto a los bienes cuya administración se
ha confiado a éste.
8.7 Al protutor cuando la tutela ha quedado vacante o abandonada.

9. Extensión del poder de representación y administración

El poder de representación del pupilo se extiende en principio a toda


clase de actos jurídicos, excepto:

9.1 A los actos estrictamente personales que no se pueden realizar


por medio de representante o que sólo se pueden efectuar
voluntariamente.
9.2 A los actos para los cuales el pupilo tiene capacidad plena o
limitada.
9.3 A los actos relativos a intereses económicos del menor, donde el
tutor no tiene ningún poder de administración.

En añadidura, la ley prohíbe al tutor ciertos actos con respecto a la


administración del patrimonio del pupilo, por ejemplo:

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9.4 Comprar bienes del menor, tomarlos en arrendamiento ni hacerse
cesionario de créditos o derechos contra el pupilo (C.C.V art. 370).
9.5 Recibir donaciones del pupilo, mientras no se hayan aprobado
definitivamente las cuentas de su administración.

10. Bienes sometidos la administración del tutor

Sin lugar a dudas, están sometidos a la administración del tutor todos los
bienes que se encuentran en el patrimonio del pupilo, menos:

10.1 Los mismos bienes de cuya administración no podría ser privado


el menor si estuviera bajo la Patria Potestad (C.C.V art.273).
10.2 Los bienes confiados al curador especial previsto en el artículo
311 del Código Civil Venezolano.
10.3 Los bienes adquiridos por el pupilo e una sucesión en la cual el
tutor era indigno de suceder, por aplicación analógica de lo
dispuesto respecto del padre (C.C.V art. 813).

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CONCLUSIÓN

Es de hacer notar que, la tutela está regulada para satisfacer intereses


individuales del pupilo, individuales de terceros y colectivos, pues resguarda
la integridad tanto física como moral del pupilo, salvo que dichos intereses
sean ilegítimos, puedan ser protegidos por el propio pupilo por tener
excepcionalmente capacidad para ello conforme la ley o implican actos que
no admiten representación o sólo admiten representación voluntaria.

Asimismo, la tutela de menores regula el cumplimiento de la


educación de los menores y vigilancia para que los mismos no causen daños
a terceros. De allí, la llamaba responsabilidad del tutor “por el hecho del
pupilo”, análoga a la del padre “por el hecho del hijo”. De igual manera, el
proceso de constitución de tutela se desenvuelve a través de cuatro fases,
una etapa inicial que culmina con la ordenación, la designación de los
titulares a los cargos de la tutela, la asunción de las personas a los cargos de
tutor, protutor, suplente de éste y miembro de Consejo de Tutela, y las
formalidades previas al ejercicio de la tutela.

Acotando que, dentro del proceso de constitución de la tutela ordinaria


de menores, puede desarrollarse una tutela interina para atender entretanto
a la protección del pupilo. Es por ello que, resulta útil en los casos en que la
delación de los cargos tutelares se complica o retarda, cuyas funciones se
limitan a la guarda del menor, a los actos de administración y conservación
indispensables. En añadidura, cesa al entrar el tutor ordinario permanente en
ejercicio de sus funciones, con respecto a la guarda del menor,
representación legal y administración de los bienes de su patrimonio.

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BIBLIOGRAFÍA

AGUILAR GORRONDONA, José Luis (2000). “Personas: Derecho Civil I”.


Caracas: Venezuela. Editorial Universidad Católica Andrés Bello (6ta ed).
1982. 414 pp.

El Código Civil Venezolano (CCV)

Gaceta Nro. 2.990 Extraordinaria del 26 de Julio de 1982

Título IX: “De la Tutela y de la Emancipación”.

Capítulo I: “De la Tutela”.

Sección I: “De los Tutores.

Sección II: “Del Consejo de la Tutela”.

Sección III: “Del Protutor”

Sección IV: “De las Personas Inhábiles para ser Tutores, Protutores,
Curadores y Miembros del Consejo de la Tutela y de su Remoción”.

Sección V: “De las Excusas”.

Sección VI: “Del Ejercicio de la Tutela”.

Sección VII: “De las Rendición de las Cuentas de la Tutela”.

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