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HISTORIETA

La historieta o cómic es una forma de expresión artística y un medio de comunicación que


consisten en una serie de dibujos, dotados o no de texto de acompañamiento, que leídos en
secuencia componen un relato o una serie de ellos. Suelen ir enmarcadas en viñetas, que son
recuadros adaptados en forma y estilo al contenido narrativo o humorístico de la historia.

La historieta es una forma de expresión bastante difundida en la historia de la humanidad,


remontándose a formas pictóricas de representación narrativa como la presente en los
jeroglíficos egipcios, pero adquiere su potencia real mediante el humor político, frecuente en
las sociedades occidentales desde la época del Imperio Romano.

Las viñetas de humor político representaban a los poderosos o a los gobernantes en


situaciones soeces o atrevidas, por lo que a menudo eran anónimas y prácticamente ilegales.
Sin embargo, la invención de la imprenta y de la litografía permitiría su masificación junto con
los periódicos.

Elementos de una historieta


Una historieta comprende y articula los siguientes elementos:

Viñetas. Los recuadros en los que tiene lugar la acción (y la ilustración) de la historia, y que
sirven para separarla del resto del contenido de la página. Entre una viñeta y otra se considera
que transcurrió un intervalo de tiempo, que puede ser largo (años) o brevísimo (segundos) a
conveniencia del autor.

Ilustraciones. Los dibujos que transmiten al lector lo que ocurre. Estos pueden ser de diversa
naturaleza, desde dibujos simples y caricaturescos hasta ilustraciones y de enorme realismo.

Globos de texto. No siempre aparecen en las historietas, pero sirven para englobar los
diálogos de los personajes y dejar en claro quién dice qué. También se los conoce
como bocadillos.

Íconos y signos propios. Los cómics emplean una simbología propia que constituye su lenguaje


para representar movimiento, emociones, etc. Este tipo de signos son convencionales (hay que
aprender qué significan) pero constituyen un lenguaje bastante universal. Existe una vertiente
nipona (heredera del manga) y otra occidental y más tradicional.

¿Cómo se elabora una historieta?

Los pasos para elaborar una historieta son, en principio, simples, pero metódicos. Como todo
en la vida, hacerlo con maestría requerirá práctica, pero podemos ordenarlos en tres grandes
momentos:

Conceptualización. El primer paso, como siempre, es sentarse a pensar en qué queremos


contar y cómo. ¿Qué tipo de historia queremos contar? ¿Con qué tipo de dibujos queremos
contarla? ¿Cuáles y cómo serán los protagonistas, los antagonistas, y cuál es el guion a seguir?
De todo se deben hacer bocetos y practicar hasta dominar cada personaje.

Creación. Una vez sepamos qué hacer, podemos empezar por rotular la hoja, es decir,
organizar las viñetas en la hoja según el estilo de nuestra narrativa. Uno más convencional
requerirá viñeta tras viñeta en una relación de dos o tres por página, mientras que una más
vanguardista puede romper el flujo narrativo o emplear la página entera. Hecho eso,
deberemos añadir en cada viñeta la ilustración que deseamos: contar lo que ocurre.

Revisión. Una vez contada la historia, deberemos añadir los detalles mínimos: los signos que
esclarecen la situación, el texto en los bocadillos, el texto de soporte, etc. Es el momento de
revisar que la acción sea lógica y que no haga falta ninguna aclaración para seguir el hilo
narrativo. Entonces podemos añadir texturas y otros aspectos más decorativos.

Barroco
Por eso, toda la cultura que corresponde a ese periodo, incluyendo las costumbres, los valores
y las relaciones sociales, también se denominan como barrocas.

El barroco surgió al final del Renacimiento, y se manifestó a través del uso de detalles de gran
ostentación y extravagancia entre los grupos beneficiados por las riquezas de la colonización.

Contexto histórico: resumen

El Concilio de Trento, realizado entre 1545 hasta 1563, causó grandes reformas en el
catolicismo en respuesta a la Reforma Protestante de Martín Lutero. Así, la autoridad de la
Iglesia de Roma fue poderosamente reafirmada, después de perder muchos fieles.

La Compañía de Jesús, reconocida por el papa en el año 1540, pasó a dominar casi
completamente la enseñanza y ejerció un papel importante en la difusión del pensamiento
católico aprobado por el Concilio de Trento.

La Inquisición, que se estableció en España a partir de 1480, amenazaba la libertad de


pensamiento. Por tanto, el clima era de austeridad y represión.

Fue durante ese tiempo que se desarrolló el movimiento artístico llamado barroco, en un arte
eclesiástico que deseaba propagar la fe católica.

En ninguna época como en la barroca se ha construido un número tan grande de iglesias y


capillas, estatuas de santos y monumentos sepulcrales.

La Iglesia era asociada, en muchos lugares, al Estado. De esta manera, la arquitectura barroca,
que antes era solo religiosa, surgió también en la construcción de palacios con el objetivo de
causar admiración y trasmitir poder.

Características del barroco

- Búsqueda de la espiritualidad, de las sensaciones y las pasiones internas.


- Dualismo y contradicción.
- Contraste entre luces y sombras.
- Sentido del movimiento.
- Oscuridad, complejidad y sensualismo.
- En literatura, cultismo y conceptismo.

Representantes

- Miguel de cervantes
- Antonio vivaldi
- Gian Lorenzo
RENACIMIENTO
Se conoce como Renacimiento al movimiento cultural y artístico que surgió en Italia ente los
siglos XIV y XVI. Se extendió a toda Europa (especialmente, en países como Alemania, los
Países Bajos, Inglaterra, Francia, España y Portugal).

Etimológicamente, la palabra renacimiento se compone con el prefijo latino re- que significa


“reiteración” y el verbo nascí que expresa ”nacer”. Por lo tanto, renacimiento significa,
literalmente, volver a nacer. Se usa figuradamente para referir la recuperación de energías o el
ánimo, sea de un individuo o de un grupo.

En este sentido, el Renacimiento toma su nombre del afán por recuperar la grandeza cultural
del pasado grecorromano, tiempo en que la península italiana era el centro del poder imperial.
Florencia, Roma, Venecia, Génova, Nápoles y Milán fueron escenarios cruciales en su
desarrollo.

El Renacimiento se oponía a los valores de la Edad Media, período caracterizado por la


consolidación de una cultura teocéntrica y anti-individualista. En contraposición, los
renacentistas lucharon por rescatar los valores y prácticas de la antigüedad clásica, y promover
el antropocentrismo y el individualismo.

Características del Renacimiento

El Renacimiento se caracteriza principalmente por:

Antropocentrismo: El Renacimiento propone el paso de una sociedad y cultura teocéntrica


hacia una sociedad antropocéntrica, en la cual el ser humano sea visto como el centro del
universo. El antropocentrismo se basó filosóficamente en el humanismo antropocéntrico.

Secularización de la sociedad: fue el proceso mediante el cual los sectores civiles de la


sociedad fueron ganando mayor influencia política, económica y, especialmente, cultural, con
respecto al poder detentado hasta entonces por la clase clerical.

Valoración de la antigüedad clásica: el Renacimiento rescató muchos documentos producidos


en la antigüedad clásica escritos en latín, griego y árabe, los cuales fueron traducidos a las
lenguas vulgares en beneficio de la secularización. Además, se abocaron al estudio del arte
grecorromano.

Aparición de la idea del gentil-hombre: el Renacimiento creó el ideal del hombre múltiple y
docto que debía conocer sobre todas las materias.

Racionalismo y cientificismo: los renacentistas estaban convencidos de que todo puede ser
explicado a través de la razón y la ciencia. Por ello florecieron las ciencias y destacaron
científicos como Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Alonso de Santa Cruz, Miguel Servet y el
propio Leonardo Da Vinci.

Individualismo: el Renacimiento favorece la idea de la autoconcepción, autovaloración, auto


calificación y auto distinción del hombre. No debe confundirse con el individualismo
consumista.

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