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Origen y Evolución de la Criminología

La lucha contra el delito y el estudio de los delincuentes y del castigo data desde la
antigüedad. Los Filósofos como Sócrates, Platón o Aristóteles ya hablaron sobre este
tema, atribuyendo los delitos a deficiencias físicas o mentales e incluso a la herencia.
En el siglo XIX, se empiezan a aplicar los métodos de observación científica al crimen,
con el fin de determinar las causas de la criminalidad. En este momento fue cuando la
escuela italiana (Lombroso, Rafael Garófalo, Enrico Ferri) pretende encontrar la causa
profunda de la delincuencia en las anomalías corporales y mentales de los individuos y
de la escuela
El científico Harry Godland realizó experimentos entre 1910 y 1914, en los cuales
estudió a 150,000 reclusos y encontró que 50% de ellos tenía deficiencia mental. De
esta teoría, se obtuvieron ciertos principios: a) una persona con debilidad mental es un
criminal, b) las personas son o débiles mentales o con una inteligencia normal, c) los
débiles mentales realizan crímenes por no estar rodeados de algún factor inhibitorio,
d)los delincuentes no pueden conocer las consecuencias de sus actos, por lo que la
amenaza penal no sirve, e) los débiles mentales son muy dominables, otro criminal más
inteligente lo puede convencer de cometer crímenes.
En el siglo XX, los criminólogos se esfuerzan en hacer una síntesis de los
descubrimientos precedentes. En diferentes países comienza a manifestarse y en una
tendencia ampliar el campo de la actividad criminológica: unos incluyen en ella la
criminalística (Alemania); otros, la penalogía; hay otros que preconizan el estudio y
conjunto de la ciencia del crimen. también de la ciencia de la reacción social suscitada
por él (Estados Unidos). En este siglo, la criminología ha influido notablemente en la
evolución del derecho penal.
Escuela clásica
ROSSI consideraba que existía un orden moral que todos los seres libres e inteligentes
debíamos de seguir, pensando así que estas ordenes debían aplicarse en la sociedad,
puesto que todos los individuos estamos hechos para vivir en sociedad. Dando así que
gracias a esto surja una orden obligatoria para toda una sociedad y del cual se derivarían
todos los derechos y obligaciones. Otro ilustre representante tenemos a GIOVANNI
CARMIGNANI, que nos trata de explicar que el castigo que se le impone a un criminal
por el delito que cometió no se hace con el ánimo de tomar una venganza sino de
prevenir a que en un futuro no se realice otros delitos semejantes, este ilustre
representante fue profesor de Pisa, y en sus Elementos iuris criminalis que hace la
necesidad del orden social como la fuente de la ley moral y el limite.
Hay otro autor que piensa que la capacidad de juzgar le pertenece al superior pero no
niega que todo hombre al ser tal es inteligente y puede juzgar por igual, para ROSINI el
fundamento del derecho de castigar es el eterno principio de la justicia. Y este autor el
que sienta bases para la Escuela Clásica, con su obra Filosofía del Diritto escrita en
1839 por ANTONIO ROSINI. Dentro de los escritores clásicos mas destacados tenemos
a FRANCISCO CARRARA ( 1805 - 1888 ), que en 1859 escribió Programa di Diritto
Criminale, lo cual llevo a su verdadera esencia jurídica al Derecho Penal y son tan
importantes porque cuando se hace referencia a la Escuela Clásica son las doctrinas de
CARRARA las que se someten a exámenes.
La escuela positivista:
Esta es todo lo contrario a la Escuela Clásica, la Escuela Positiva si tuvo una existencia
real, con un grupo de juristas que retaron a otros juristas del campo para poder imponer
sus ideas. Una clase de intelectuales que hacen de LOMBROSO un jefe y sus
conocimientos una doctrina
Dentro de los representantes e esta escuela, tenemos a LOMBROSO, FERRI Y
GAROFALO, esto no quiere decir que sean todos sino que con ellos son con los cuales
se marca el principio de una corriente que llegaría con fuerza hasta nuestros días.
Los postulados de esta escuela son:
 La Escuela Positiva se caracteriza por su método científico.
El delito es un hecho de la naturaleza y debe estudiarse como un ente real, actual y
existente.
Su determinismo, es totalmente determinista esta escuela.
Sustituye la responsabilidad moral por la responsabilidad social, puesto que el hombre
vive en sociedad y será responsablemente social mientras viva en sociedad.
El hecho de que si no hay responsabilidad moral, no quiere decir que se pueden quedar
excluido del derecho.
El concepto de Pena se sustituye por el de sanción.
La sanción va de acuerdo a la peligrosidad del criminal.
Principales Postulados. Positivismo Sociológico o Neopositivismo:
Cabe hablar de dos etapas o momentos en la evolución de las ideas sobre el crimen
principal: La etapa Precientífica y la Científica, cuya linea divisoria viene dada por la
Scuola Positiva, esto es, el paso de la especulación a la deducción, del pensamiento
abstracto-deductivo a la observación, a la inducción, al método positivo. En la etapa
Precientífica existen dos enfoques claramente diferenciados, por razón del método de
sus patrocinadores: por una parte, el que puede denominarse Clásico, producto de las
ideas de la Ilustración, de los reformadores, y del Derecho Penal clásico, modelo que
acude a un método abstracto y deductivo, formal; de otra, el que cabe calificar de
Empírico, por ser de esta clase las investigaciones sobre el crimen llevadas a cabo, de
forma fragmentaria, por especialistas de las más diversas procedencias (fisionomistas,
frenólogos, antropólogos, psiquiatras, etc.) Teniendo todos ellos en común el sustituir la
especulación, la intuición y la deducción por el análisis, la observación y la inducción
(método empírico deductivo). Ambas concepciones coinciden, como es lógico, en el
tiempo e incluso se prolongan hasta nuestros días. . Las primeras miran de nuevo hacia
el hombre delincuente, tratando de localizar e identificar en alguna parte de su cuerpo,
en el funcionamiento de éste, el factor diferencial que explica su conducta delictiva. Las
segundas buscan la explicación del comportamiento delictivo en el mundo anímico del
hombre, en procesos psíquicos anormales o en evidencias subconscientes que tienen su
origen en el pasado remoto del individuo. Por último, las terceras contemplan el hecho
delictivo como fenómeno social. En todo caso, la actual polémica discurre por el cauce
pacífico del método empírico, del método científico
tendencias de la criminología:

El Surgimiento de la Criminología (Parte I)


DESDE EUROCRIMINOLOGÍA OS HACEMOS UN RECORRIDO POR LOS
ORIGENES DE LA CRIMINOLOGÍA.

Antes de que en el siglo XIX la Escuela Positiva italiana comenzara a interesarse


por el estudio de las causas del delito a nivel individual, autores como Beccaria
habían formulado los principios de la que se denominaría la Criminología Clásica y
Neoclásica, y que tendría una visión del delincuente como sujeto racional a la hora
de tomar sus decisiones.
Un individuo sopesando los costes o beneficios que recibirá infringiendo la ley
decidirá si seguir adelante o no. Uno de los costes a los que se podrá afrontar lo
conformarían las sanciones o penas que se le podrían imponer, por tanto se
consideraría que las leyes penales tendrían efectos preventivos. Dentro de la
prevención especial negativa se incluiría la incapacitación o inocuización evitando
que los que han delinquido vuelvan a hacerlo; un ejemplo sería la pena de prisión.

Además de las sanciones formales, habría que tener en cuenta los


sanciones sociales informales muy importantes para el individuo pues se
encontraría con las desaprobación de su entorno más cercano y que
tendría un gran coste para él (familia, amigos, trabajo…).

La Escuela Positiva Italiana

A finales del siglo XIX la Criminología se consolidaría dentro de la llamada Escuela


Positiva italiana al frente de la que se situaría Lombroso. Su nacimiento estaría
marcado por la reacción a la Escuela clásica y a su metodología no empírica.

Cesare Lombroso (1835-1909), publicaría en 1876 uno de los libros más


importantes para la Criminología, El hombre delincuente (L´Uomo delinquente)
en la que exponía la tesis del “delincuente nato”, por la que advertía de la
existencia de personas que no habían seguido los cauces normales de la
evolución y por tanto,  estaban peor desarrollados que los demás, se trataría de
una “subespecie” que tendría una tendencia a la delincuencia y a la violencia. 
Estos individuos se podrían reconocer fácilmente debido a que tendrían unos
rasgos físicos identificativos.

Como curiosidad se pueden citar aspectos físicos que estudió en


los delincuentes y que tenían una alta tendencia a repetirse entre
la población reclusa;
Lombroso estudiaría a un delincuente habitual de nombre Vilella con el que
consolidaría su tesis sobre la antropología criminal y su concepción atávica del
delincuente. Este individuo tendría lo que se denominaría como la “fosita occipital
mediana” y que reemplazaría a la cresta normal occipital en su mitad inferior. Esto
se hallaría en el 40% de los casos de las razas humanas inferiores, sobre todo en
los degenerados y en los locos.

Como curiosidad se pueden citar aspectos físicos que estudió en los delincuentes
y que tenían una alta tendencia a repetirse entre la población reclusa. Los
delincuentes solían tener los cráneos en forma de pentágono o romboide; su cara
era de mayor tamaño y los pómulos se encontraban más separados que en el
resto de personas; la capacidad craneana era menor; las mandíbulas son más
anchas y largas, con mayor peso; frente hundida; protuberancia occipital saliente;
oxicefalia; paladar aplastado; cráneos patológicos….

Por otra parte la epilepsia confirmaría el atavismo; para Lombroso el ser epiléptico
es tendente al delito, además de ser muy similar al “loco moral”.

Las tesis de Enrico Ferri (1856-1929) otra de las grandes figuras de la Escuela


Positiva Italiana, podrían resumirse en:

«Considerando que las acciones honradas o deshonradas del hombre son siempre
el producto de su organismo fisiológico y psíquico y de la atmósfera física y social
en que ha nacido y vive. He distinguido, pues, estas tres categorías: factores
antropológicos o individuales del delito, factores físicos y factores sociales». (E.
Ferri (1908). Sociología criminal).
Para él, el delincuente era un ser anormal.

«Anormal por condiciones congénitas o adquiridas, permanentes


o transitorias, por anormalidad morfológica o bio-psíquica o por
enfermedad; pero anormal siempre, más o menos» (1927).
Al igual que Lombroso establecería categorías para realizar una clasificación
antropológica de los delincuentes: loco, habitual, nato, ocasional y pasional.

Por lo que se puede desprender de sus afirmaciones, junto a los factores


biológicos existirían otros dados por el mundo que rodea al sujeto. Cada
civilización tendría a sus propios criminales dependiendo de su evolución.

Otro de los grandes representantes de esta Escuela, sería Raffaele Garofalo


(1951-1934).

«Nosotros estamos muy lejos de negar el influjo de las causas exteriores, que son
las causas directas o inmediatas de la determinación, tales como el medio
ambiente, físico y moral, las tradiciones, los ejemplos, el clima, las bebidas, etc.;
pero creemos que existe siempre en el delincuente un elemento congénito
diferencial». (R. Garofalo. La Criminología. Estudio sobre el delito y sobre la teoría
de la represión).

Garofalo aunque se apartaría de las teorías antropológicas de Lombroso y de la


clasificación que realizó Ferri de los delincuentes, se puede ver como se acerca en
sus postulados al segundo. Este autor concedió una gran importancia a los
factores que rodean al sujeto, a su mundo que lo circunda, teniendo en cuenta
factores endógenos y exógenos. Dependiendo de la influencia de estos últimos,
respectivamente, nos encontraríamos con delincuentes incorregibles o corregibles.

La Escuela de Chicago

Comparando diferentes datos oficiales provenientes del Tribunal


de Menores, se pudo elaborar un patrón de delincuencia.

En 1892 fue fundada la Universidad de Chicago gracias a J.D. Rockefeller, la cual


se convertiría en pocos años en uno de los más importantes centros académicos 
de gran influencia para el desarrollo de la criminología en ese país. Se creó en el
mismo año de su inauguración el Departamento de Sociología de Estados Unidos,
el  cual contaría con un amplio número de expertos y figuras de reconocido
prestigio en aquella época.

No hay que olvidar que Chicago era una ciudad receptora de inmigrantes.
Convivían un amplio elenco de diferentes culturas que podrían ser objeto de
estudio,  lo que propició la aparición de la llamada “ecología humana”. Se pudo así
observar a los individuos de esta ciudad relacionados con el medio en el que se
movían.

Para muchos autores con la Escuela de Chicago  nacería la teoría criminológica en


sentido estricto.

Comparando diferentes datos oficiales provenientes del Tribunal de Menores, se


pudo elaborar un patrón de delincuencia, mediante el que sus autores Shaw y
McKay (1942), encontraron que los delincuentes en Chicago no se distribuían de
forma uniforme, concentrándose en diferentes formas.
Por lo que se pudo observar los delincuentes pertenecían a las zonas centrales de
negocios e industriales y sus zonas adyacentes. Por otro lado, conforme se
alejaban del centro la concentración iba en descenso.

Estas zonas mantenían las tasas de delincuencia aunque la población cambiase.


De hecho los inmigrantes en un primer momento se ubicaban en las zonas más
humildes y desfavorecidas de la ciudad. Según iban evolucionando se establecían
en otras mejores, por lo que se pudo constatar que la inmigración no guardaba
relación con el delito. El crimen tenía que ver con el lugar que se ocupaba en
Chicago. Nos encontraríamos ante las premisas de la desorganización social.

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