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Unidad 2 “El liderazgo en los grupos”

Recopilado por Rosa Checo

2.2. El Liderazgo como factor dinámico de los grupos

En este segundo apartado se trabajarán la importancia y desarrollo del liderazgo, los


diversos estilos de ejercer el liderazgo y los roles en el grupo.

2.2.1 Importancia y desarrollo del liderazgo.

Autora: Esther López Martínez (Barcelona, 2013).


Disponible en https://ddd.uab.cat/pub/tfg/2013/110463/TFG_elopezmartinez.pdf

 ¿Qué es el liderazgo? Como dice Mauro (Serrano, Rincón, A. en “Mauro: El camino


del líder”, (2003) pág., 33): “El hecho de influir en otras personas y de que éstas te
sigan, es ya una acción de liderazgo y viene a ser como el ejercicio de la autoridad,
para que la gente, ya sea en grupo grande o pequeño, se oriente para conseguir una
meta en común”. El autor Brown en: Sánchez, Vázquez, J.F en “Liderazgo: Teorías
y aplicaciones” (2010) lo define como: “aquella influencia que es positiva para todo
el grupo, es decir, que ayuda al grupo a llevar a término su propósito, a conseguir
objetivos, a mantener un buen funcionamiento, y a adaptarse a su entorno”. Se hace
necesario que los directores de las organizaciones o todo aquel con personas a su
cargo sea al mismo tiempo líder. Que ejerzan al tiempo poder institucional y poder
personal. Asimismo el liderazgo no es la función exclusiva del gerente, debe
combinarla con otras como planificar, controlar, tomar decisiones.

 De su lado, el autor y conferencista americano John C. Maxwell, considerado un


gurú en liderazgo, plantea que todo crece o se derrumba por el liderazgo:
o El personal determina el potencial de la organización.
o Las relaciones determinan la moral de la organización.
o La visión determina la dirección de la organización.
o El liderazgo determina el éxito de la organización.

 En el libro “Las 21 leyes irrefutables del liderazgo”, Maxwell presenta algunos


principios que se deben tomar en cuenta en el liderazgo. A continuación, once (11)
de las referidas leyes:

1. La ley del tope. La capacidad de liderazgo determina el nivel y el tope de


eficacia de una persona. Si el liderazgo es fuerte, el tope es alto.
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2. La ley de la influencia. El verdadero liderazgo no puede ser otorgado. Procede
de la influencia y esta no puede imponerse, debe ganarse.

3. La ley del proceso. El liderazgo se desarrolla diariamente, no en un día. Lo que


más importa es lo que se hace día a día en un largo camino.

4. La ley de la navegación. Cualquiera puede gobernar un barco, pero se necesita


que un líder planee la ruta. El liderazgo requiere planificación y una capacidad
para ejecutar lo planeado. Mientras más grande es la organización, es preciso
que el líder mire hacia adelante con más claridad.

5. La ley de E. F. Hutton (productividad personal). Cuando un verdadero líder


habla, la gente escucha. Esta ley muestra quien es el verdadero líder en
determinada situación ¿A quién la gente espera escuchar?

6. La ley de terreno firme. La confianza es el fundamento del liderazgo. El líder


debe ser ejemplo de competencia, conexión y carácter para los demás. La
confianza de tus seguidores es tu activo más valioso. Las personas quieren creer
en tu carácter. Si cometes errores y no los admites, comenzarás a socavar la
confianza.

7. La ley del respeto. Por naturaleza, la gente sigue a líderes que son más fuertes
que ellos mismos. La gente sigue a individuos cuyo liderazgo respetan.

8. La ley de las prioridades. Los líderes entienden que actividad no


necesariamente significa logro. Las personas pueden estar ocupadas todo el día
y dedicar toda su energía, talento y tiempo a actividades que no le llevarán a
donde quieren ir. Un líder es capaz de definir cuáles son las actividades que
realmente le acercan a la meta y se aseguran en hacerlas primero que las demás.

9. La ley de la conexión. Los líderes tocan el corazón antes de pedir una mano. No
se puede hacer que la gente actúe si primero no se les conmueve. Para poder
comunicar efectivamente tu mensaje, es imperativo conectar con las personas a
un nivel emocional.

10. La ley del círculo íntimo. El potencial de un líder es determinado por quienes
están más cerca de él. Nunca deje de mejorar su círculo íntimo.

11. La ley del legado. El valor perdurable de un líder se mide por su sucesión. Se
crea un legado sólo cuando una persona pone a la organización en la posición de
hacer grandes cosas sin él. Usted no será juzgado por lo que logró

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personalmente, o por lo que hizo cuando usted estaba al mando. Usted será
juzgado por lo bien que se desempeñe la organización y su personal una vez que
usted se vaya.

2.2.2. Diversos estilos de ejercer el liderazgo.

A continuación un resumen de lo expuesto por la Prof. Dra. María Dolores García


Fernández y el Prof. D. David Fernández Rodríguez (Universidad de Córdoba), S/F.

Una cuestión de importancia capital en las teorías de la dinámica de grupos, es el análisis


de los distintos estilos de liderazgo que pueden ejercerse en los grupos y los efectos que
sobre la dinámica interna de estos tiene cada uno de ellos.

Al respecto es necesario indicar en primer lugar, que en la mayoría de los grupos sociales
existe un líder formal, que generalmente es investido como tal por un agente externo al
grupo. Así, por ejemplo, en la industria, son los jefes de equipo, designados por la
dirección, quienes desempeñan este papel; en educación, es el profesor, quien ha sido
nombrado para tal fin por la dirección de la institución educativa.

En los grupos también están presentes líderes informales, que por sus conocimientos o
características personales, son miembros del grupo que ejercen una notable influencia sobre
los demás. El liderazgo informal surge a partir de las características personales de los
miembros del grupo y de los modos de interacción que ponen en práctica. Este tipo de
liderazgo constituye una propiedad que se distribuye entre los miembros del grupo de una
forma variable, en función de las variables que determinan la actividad del grupo:
naturaleza de las tareas a desempeñar, estados de ánimo de cada cual, influencia del líder
informal, etc.

Conviene aquí detenernos a analizar en mayor profundidad la situación de la díada


liderazgo formal/liderazgo informal, que se da en los grupos de enseñanza universitaria.
Como acabamos de indicar, el profesor es, a proiri, un líder formal, por cuanto que su
posición de líder viene dada desde fuera del grupo. Es más, la organización de la enseñanza
universitaria impone a cada grupo de clase un abanico de líderes formales tan amplio como
el de asignaturas que componen el currículum académico.

En esta situación, el papel de liderazgo que ha de representar cada profesor ha de tener en


cuenta necesariamente las relaciones de poder que se dan en el seno del grupo, tratando de
aprovechar a fondo las cualidades de los líderes informales que pudieran existir. Pretender
usurpar a estos líderes, es, en la mayoría de casos, una empresa imposible debido a una
serie de factores que se resumen en la posición de elemento externo al grupo con que es
generalmente percibido el profesor desde el grupo.

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Esta tarea de facilitación de los aprendizajes y de los logros del grupo con la mediación y la
colaboración de sus líderes naturales, requiere que el profesorado asuma la función de
coordinar y estructurar la actividad del grupo con relación a la consecución de los objetivos
formativos definidos para su disciplina. Para ello ha de ejercer las siguientes funciones
(Beauchamp, Graveline y Quiviger, 1985):
 Ayudar al grupo a realizar lo decidido y a evaluar lo realizado.
 Procurar que el grupo mantenga la fidelidad a los objetivos que han sido propuestos
y a la organización que para ello se ha establecido.
 Garantizar la cohesión entre los miembros del grupo.
 Animar al gupo durante el desarrollo de las diferentes tareas.
 Motivar a los miembros del grupo para que progresen.

Pasando ya al análisis de los distintos tipos de liderazgo que pueden ser ejercicios por el
profesorado desde su posición de guía informal, hemos de expresar que las teorías de la
dinámica de grupos identifican tres estilos de liderazgo, los cuales generan otras tantas
estructuras grupales:

1. Estilo autoritario o autocrático.- La estructura de funcionamiento de los grupos


sometidos a este tipo de liderazgo suele estar controlada por un individuo o por un
reducido grupo de sujetos que adoptan las decisiones relativas al grupo sin contar con
los demás. Existe poca comunicación entre los miembros del grupo y se genera un
clima de excesiva irritabilidad, hostilidad y agresividad, que en muchas ocasiones
deriva hacia determinados miembros del grupo sobre los que se descargan las tensiones.
Son grupos que pueden parecer eficaces, pero que en realidad abocan a la mayoría de
sus miembros a mantener una actitud pasiva y poco o nada crítica.

2. Estilo permisivo o liberal (laissez-faire).- Se sitúa en el polo opuesto al que acabamos


de describir. El líder no ejerce prácticamente ningún control sobre el grupo, de modo
que se generan en su seno una dinámica de funcionamiento fraccionada en función de
las distintas tendencias, opiniones y pareceres que existan en el grupo. Adquieren
especial protagonismo los líderes naturales, corriéndose el riesgo de que éstos
impongan los objetivos al grupo y los procedimientos y actividades para conseguirlos.
Se genera un clima de ineficacia, en el que predomina la impresión de frustración y
pérdida de tiempo y en el que salvo los líderes naturales, los miembros del grupo
mantienen una actitud pasiva tendente al mínimo esfuerzo.

3. Estilo participativo o democrático.- El líder participativo o democrático propicia una


estructura de funcionamiento en la que facilita al grupo la definición de sus objetivos y
la elección de las estrategias y medios para conseguirlos, manteniéndolo enérgicamente
fiel a dichas decisiones. El trabajo se produce en equipo y se genera un clima de gran
cohesión y participación en la actividad del grupo, en el que abundan las

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comunicaciones en todos los sentidos. El grupo es realmente eficaz, proporcionando a
sus miembros un verdadero enriquecimiento personal.

El estilo de liderazgo a utilizar con un determinado grupo está condicionado por el


contexto externo e interno del grupo en cuestión. En situaciones en las que prima la
eficacia y el rendimiento a corto plazo, como es por ejemplo el caso de la industria,
quizás sea el estilo autoritario el más adecuado, lo que va en un detrimento evidente de
las posibilidades de desarrollo de los integrantes del grupo. En situaciones en las que,
como la educación, se persigue el crecimiento y el desarrollo del grupo y sus
miembros, es más adecuado el estilo participativo o democrático, aún cuando su puesta
en práctica pueda parecer inicialmente ineficaz; su verdadero valor se aprecia a largo
plazo.

2.2.3. Liderazgo y roles en el grupo.

Autora: Yolanda Lirón Ruiz (abril, 2010).


Disponible en http://www.eumed.net/rev/cccss/08/ylr.htm

El rol es una conducta que se prescribe desde fuera, es lo que socialmente se espera que
hagamos. En un grupo, estos roles se manifestarán según el funcionamiento y las tareas que
se asuman en el grupo y pueden ser positivos o negativos para el funcionamiento del
mismo.

Entre los roles positivos destacamos:

 El líder emergente o natural: es la persona fuerte del grupo y el resto de sus


miembros le reconocen su autoridad y le respetan.
 El orientador: orienta al grupo hacia las ideas y temas centrales.
 El moderador: calma al grupo y reduce las tensiones, orienta las ideas separándolas
de los sentimientos.
 El secretario: es la memoria del grupo, recoge la información generada por el
grupo.
 El experto: proporciona información valiosa al grupo, aunque a veces puede quedar
como un “sabelotodo”.
 El clarificador: pide explicaciones, precisa los términos y ayuda a la clarificación
del grupo.
 El alentador: estimula y reconoce las intervenciones de todo el mundo.
 El acelerador: imprime ritmo a las reuniones, aunque su prisa a veces, no
contribuya a la eficacia del grupo.
 El líder institucional: es la persona investida de autoridad, y ejerce la función de
terapeuta, animador, o educador, dentro del grupo.

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Entre los roles negativos destacamos:

 El crítico: censura sistemáticamente todo lo que se hace y se dice, pero cuando se le


pregunta nunca da su opinión.
 El paralizador: bloquea al grupo, cuestiona los métodos y trata de que todo se
replantee constantemente.
 El pesimista: piensa que los esfuerzos del grupo son inútiles y que nunca van a
conseguir sus objetivos.
 El jovial: se dedica a hacer cómico todo lo que se habla en el grupo.
 El oponente sistemático: parte del supuesto de que sólo sus ideas son válidas.
 El dominador agresivo: intenta imponer sus ideas doblegando a los demás.

Aunque todos estos roles son importantes, sin duda alguna requiere una especial atención la
figura del líder del grupo, ya que este determina en gran parte la distribución de roles en el
grupo y propicia de una forma directa que el grupo pueda conseguir sus objetivos y por lo
tanto, satisfacer sus necesidades.

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