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REVOLUCION DE 1830 EN FRANCIA

INTRODUCCION

La revolución se inició en Francia en 1830. Significó el derrocamiento de los Borbones y la


implantación de una monarquía constitucional. En este movimiento jugaron un papel muy
destacado las sociedades secretas. Los masones era el grupo más importante, aunque
también existieron otros como los carbonarios italianos o los decembristas rusos. Estas
sociedades formadas por comerciantes, estudiantes, intelectuales y profesionales
liberales, se consideraban herederas de la ilustración y de la Revolución Francesa y
preconizaban la insurrección contra el absolutismo. Tenían influencia fundamentalmente
en las ciudades y confiaban en que el pueblo se incorporaría al levantamiento una vez
iniciado. Esta estrategia caracterizó la oleada revolucionaria que se produjo entre 1820 y
1824.Una segunda oleada se produjo entre 1829 y 1839.Esta vez, la intervención popular
favoreció la derrota del poder aristocrático en Europa occidental. A finales de 1830 el
absolutismo fue desapareciendo de Europa occidental y se impuso un liberalismo
moderado.

LAS REVOLUCIONES LIBERALES DE 1830

- Francia en 1830

En la oleada revolucionaria de 1830, la intervención popular favoreció la derrota del poder


aristocrático en la Europa occidental. La revolución se inició en Francia en 1830 y significó
el derrocamiento de los Borbones y la implantación de una monarquía constitucional en
manos de Luis Felipe de Orleans.

Su influencia se expandió fuera de las fronteras francesas y comportó la independencia


de Bélgica y el enfrentamiento de Polonia contra los rusos.

A finales de la década de 1830, el absolutismo fue desapareciendo en Europa occidental


y se impuso un liberalismo moderado cuyo referente era la Constitución Francesa de
1791. Así se consolidó el dominio de la Burguesía propietaria y de una aristocracia que
mantenía su poder económico a cambio de renunciar a sus privilegios estamentales. Se
estaba forjando una elite liberal moderada, que monopolizaba la acción política y
marginaba a la pequeña y mediana burguesía, pero, sobre todo, a las clases populares.
Por ello los liberales moderados defendían el sufragio censitario y limitaron el ejercicio de
las libertades: así, por ejemplo, las asociaciones overas quedaron prohibidas.

- La independencia de Bélgica

Los belgas están muy insatisfechos con la reunificación forzada de Holanda y Bélgica.
Desde el principio, Bélgica se opuso a dicha reunificación. En 1830, se produjeron los
primeros disturbios en Bruselas que desembocaron en una revuelta. Guillermo I envió a
su hijo con un ejército a Bruselas, donde se estaban produciendo los enfrentamientos
callejeros. Al cabo de tres días, tuvo que retirarse y poco después se proclamó la
independencia belga.
- Polonia se levanta contra Rusia

La fiebre del liberalismo que sacudía a Europa no pudo triunfar en todos los países donde
se intentó implantar un régimen político de ese signo. Así ocurrió en Polonia, unida a
Rusia desde 1815como reino satélite, siendo su rey el mismo Zar, que llevó a cabo una
política autoritaria, hiriendo los sentimientos nacionalistas de los polacos.

Los insurrectos llevaron a cabo una matanza de funcionarios rusos, lo que obligó a que
Rusia retirase sus tropas. La revolución se extendió a las provincias orientales y se
proclamó la independencia de Polonia, nombrándose dictador al general Chlopicki, pero la
ayuda que esperaba recibir de occidente no llegó, y el Zar Nicolás envió inmediatamente
un ejército para someter a los sublevados. Las desavenencias entre los polacos facilitaron
la victoria de Rusia, en una guerra que duró desde enero a septiembre de 1831. La
represión rusa fue muy dura. Se derogó la Constitución liberal y el Reino de Polonia fue
anexionado al Imperio Ruso como una provincia conquistada y seguidamente el país fue
ocupado por el ejército del Zar. El fracaso de la revolución de 1830 constituyó un duro
golpe para las aspiraciones nacionalistas y liberales de los polacos.

- España

Pasó de un régimen político absolutista a un régimen liberal, iniciándose un período de


guerras civiles entre liberales y absolutistas (Guerras Carlistas).

- Alemania e Italia

En estos países las revoluciones no tuvieron éxito, fueron aplastadas por los regímenes
absolutistas de Rusia, Prusia y Austria. La mayoría de los liberales y nacionalistas
polacos, italianos y alemanes hubieron de exiliarse a otros países, fundamentalmente a
Gran Bretaña y Francia.

CAUSAS

La derrota de Napoleón dio pasó a un periodo en el que los países con monarquías
absolutistas trataron de organizar Europa de acuerdo a sus ideas. Sin embargo, las ideas
ilustradas y liberales no habían desaparecido del continente, el resultado de las
revoluciones de 1820 fueron la promulgación de constituciones que seguían las ideas
liberales. Sin embargo, las potencias absolutistas reaccionaron y, mediante la fuerza
militar, consiguieron darle la vuelta a la situación, solo diez años después, en 1830, tuvo
lugar la segunda oleada de las revoluciones burguesas. En esta ocasión, además de las
ideas liberales, también cobraron mucha importancia los movimientos nacionalistas. Por
último, el movimiento obrero comenzó a participar en las revueltas.

- Causas económicas

No fue solo la ideología la causante de la revolución de 1830. Los problemas económicos


por los que pasaron varios países europeos también tuvieron mucho que ver en que las
protestas estallaran, en 1825, comenzó una grave crisis económica. Primero afectó a
Inglaterra y, después, se extendió por el resto del continente. Las actividades mercantiles
disminuyeron, al igual que ocurrió con la producción en la industria.
- Factores Políticos

A pesar de los esfuerzos de la Santa Alianza por mantener a los gobiernos absolutistas en
toda Europa, la derrota de Napoleón no había llevado la estabilidad política al continente,
la creciente fortaleza de la burguesía había hecho que pudieran enfrentarse a la nobleza
para poder arrebatarle parte de su poder. Ideológicamente, esta burguesía se basaba en
el liberalismo, tanto económico como social, a diferencia de lo que ocurría con los
sistemas absolutistas, el liberalismo defendía la importancia de la razón y la ciencia frente
a los dogmas religiosos. Además, la Ilustración establecía la igualdad entre los seres
humanos sin importar su origen social.

- Reacción absolutista en Francia

Dado que la revolución de 1830 nació en Francia, es importante conocer las causas
específicas que motivaron el levantamiento popular en ese país, después del
fallecimiento, en 1824, del rey Luis XVIII, el país se sumió en una importante inestabilidad
política. Fueron los conservadores los que consiguieron hacerse con el poder y el nuevo
rey, Carlos X, impulsó una serie de medidas que volvieron a implementar algunas
políticas propias del absolutismo, entre las normas aprobadas se encontraban el pago de
indemnizaciones a los aristócratas huidos de la Francia revolucionaria, la censura en la
prensa y el aumento de los privilegios de la Iglesia.

- Nacionalismo

En algunas zonas de Europa, además de los factores ideológicos, una de las causas de
las revoluciones fue el fortalecimiento del nacionalismo. En algunos casos, como en Italia,
se trataba de movimientos que deseaban unificar el país y acabar con el control austriaco
sobre algunos de sus territorios, en Polonia, bajo dominio ruso, la motivación de los
revolucionarios fue expulsar a los invasores. Por su parte, la principal razón de la rebelión
en Bélgica fue conseguir su independencia.

CONSECUENCIAS

Las consecuencias de la revolución de 1830 dependieron mucho de donde se produjese.


En esa época, las potencias absolutistas tenían un acuerdo para reprimir cualquier
revuelta liberal utilizando la fuerza si era necesario, se trataba de la Santa Alianza que, si
bien no pudo controlar todos los levantamientos revolucionarios, sí logró hacerlo en Italia
o Alemania, por ejemplo.

- Alianza entre la burguesía y los obreros

En París, la revolución estuvo protagonizada por varios sectores sociales diferentes,


desde la burguesía hasta los obreros, pasando por los estudiantes o la guardia nacional,
esa alianza contra el absolutismo se mantuvo durante unos años, hasta la siguiente
oleada revolucionaria de 1848. De esta forma, los obreros y la burguesía aunaron fuerzas
para intentar implantar los principios de liberalismo.
- División de Europa en dos partes

Los diferentes resultados de las revoluciones acaecidas en 1830 significaron que Europa
quedara dividida entre aquellos países en los que el liberal había logrado sus objetivos y
los que aún estaban gobernados por el absolutismo, en toda la zona occidental del
continente, la revolución de ese año marcó el final del absolutismo. A partir de ese
momento, fue la alta burguesía la que comenzó a ostentar el poder.

En cuanto al sistema de gobierno, las monarquías constitucionales se impusieron en


Bélgica y Francia, además de mantenerse en Inglaterra. Estos sistemas concedían
mayores derechos políticos y sociales, además de fomentar el liberalismo económico.

- Auge del romanticismo

A pesar de las derrotas en Alemania e Italia, el nacionalismo romántico salió reforzado de


las revoluciones de 1830. En unas pocas décadas, ambos países se unificarían.

- Revoluciones de 1848

Las reformas liberales que algunos países adoptaron en 1830 no fueron suficientes para
gran parte de la población. Por su parte, en los lugares en los que la revolución había sido
derrotada no desapareció el ansia de cambio, Europa volvió a vivir una nueva ola de
revoluciones en 1848, comenzado, de nuevo, en París. Al igual que en 1830, las
rebeliones se extendieron pronto por todo el continente.

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