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Sermón Etimológico

ASUNTO: Vida Eterna


TEMA: Moradas celestiales
TEXTO: Juan 14:1-3 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed
también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no
fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y
si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo,
para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Propósito General.- Pastoral
Propósito específico.- Ilustrar a la congregación de los santos, el significado
de la palabra “moradas” como el lugar y la posición que ocuparemos en el
reino de Dios.
INTRODUCCIÓN:
Secularmente la palabra “morada” se refiere a una estancia prolongada en un
lugar donde habita un ocupante, es sustantivo de habitación, casa o mansión.
El término es usado en el antiguo testamento siempre para referir a los lugares
de estancia, cuando se refiere al lugar que ocupa Dios, lo podemos ubicar en
más de 124 versículos en diferentes contextos: “tu santa morada, el lugar de
tu morada, tabernáculo tu morada, perdurable es tu morada”, al igual es
usado en escenas cotidianas de la vida del pueblo de Israel siempre refiriendo
a un lugar habitable.
Según el diccionario bíblico Douglas el término griego “mone”, es
equivalente a mansiones y es utilizado nuevamente por el Señor en Juan 14:2
y en Juan 14:23. Esta palabra dicha por Jesús ha sido objeto de múltiples
interpretaciones, los eruditos la toman como una alusión a la obra de salvación
de Cristo para los seres humanos, que incluye una existencia de gloria en el
cielo.
Sin embargo la expresión idiomática empleada por nuestro Señor ha dado
lugar a diversas teorías, pero la mayor parte de los entendidos concuerda en
que su significado es que el Padre proveerá lugar, de sobra, en la morada
eterna. Jesús hace un esbozo de descripción del lugar que espera al creyente,
lo cierto es que señala un lugar de asiento o de residencia continua en el Reino
de Dios.
PROPOSICIÓN.- Las diferentes interpretaciones que se le han dado a la
palabra “moradas” escrita en el nuevo testamento por Jesús y sus discípulos,
nos pueden dar una idea del significado y la profundidad espiritual del lugar
de asiento o reposo, cualquiera de estos significados nos demuestra que el
creyente tiene un lugar a donde ir, y fue necesario para Nuestro Salvador
señalar el destino glorioso de los salvos en el Reino de Dios.
ORACIÓN DE TRANSICIÓN.- Para entender mejor el significado, debemos
conocer las posibles acepciones de la aplicación del griego mone y su plural
monai.
PREGUNTA SERMONARIA.- ¿Qué son las moradas celestiales?
Divisiones:
I. Monai (moradas) son estancias en el cielo

a) Están ubicadas en el Reino de Dios, Mateo 23:34


b) El cielo es real así como lo es nuestra existencia, Filipenses 3:20
c) La morada es residencia para siempre, 1 Tesalonicenses 4:17

II. Monai (moradas) es un acto de permanecer o residir

a) Habrá muchas personas en el cielo cohabitando, Apocalipsis 5:11


b) Viviremos en la presencia de Dios, Isaías 51:11
c) Alabaremos juntos al Todopoderoso, Apocalipsis 19:5-6

III. Monai (moradas) son aposentos especiales

a) La recompensa de cada salvo será diferente 1 de Corintios 3:12-


15
b) El cargo que ocupe será conforme al uso de sus talentos en la
tierra. Lucas 19:11-27
c) Es nuestra posición en el Reino de Dios. Apocalipsis 20:4
CONCLUSIÓN:
Recapitulación.- Independientemente de las diversas interpretaciones que se
le pueda dar a la frase “en la casa de mi Padre, muchas moradas hay”, sea un
significado literal, figurativo, espiritual o trascendental, el Señor Jesucristo
por su sangre derramada nos garantiza un lugar en el Reino de Dios, la
promesa es un destino glorioso para el creyente fiel.
La palabra “moradas” significa sencillamente un lugar donde estar o
permanecer, pues Jesús prometió lugares donde estar en los cielos espirituales,
adonde él iba para estar con su Padre; este es el máximo beneficio de aquellos
llamados a ser coherederos de la vida celestial.
Aplicación.- Podemos estar seguros de que Jesús preparó camino para sus
seguidores al presentar ante Dios el valor de su “sangre preciosa”, con esa
sangre como base se estableció el nuevo pacto entre Jehová Dios y los
cristianos, así mismo nos garantiza un lugar, un asiento, una estancia en la
vida eterna y el Reino de Dios.
Para Jesús fue necesario señalar y marcar este destino al creyente salvo, en su
bondad quería darnos seguridad y confianza de tener un lugar preparado para
nosotros, allí se encuentra la verdadera trascendencia de las palabras del
Salvador, si fueren casas, mansiones, habitaciones, estancias o un lugar en su
Reino, o una posición para gobernar, lo importante es que nuestro destino es
glorioso y es con El, no importa donde vallamos a ubicarnos lo importante es
llegar y hacerlo de la manera más honrosa y agradable a Nuestro Señor.
Invitación.- Hermano amado una vez que hemos comprendido más sobre las
moradas celestiales, yo le exhorto a no caer en discusiones vanas sobre la
existencia material de las moradas, su forma o ubicación desde la perspectiva
de nuestra vida terrenal, la vida eterna es todavía un misterio que en su
momento se nos será revelado en su totalidad cuando estemos ante la
presencia del Señor, lo más importante es que los salvos tenemos un lugar
asegurado en el Reino de Dios y que ese destino final es glorioso. Amen.

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