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Presentación

Presentado a:
Rafael Muñoz De La Cruz

Alumna:
Grismarly Polanco Rodríguez

Matricula:
100472306

Actividad:
Análisis crítico del uso de los psicofármacos
Los psicofármacos, sustancias psicóticas o psicoactivas son medicamentos que actúan
primariamente a nivel del sistema nervioso central induciendo cambios en los procesos de
pensamiento, percepción, afecto, estado de vigilia y comportamiento tanto normales como
patológicos. Por lo tanto, en el momento actual, estas sustancias no son específicas por las
alteraciones normales del aparato psíquico, hecho que amerita hacer un balance entre lo malo
que se desea modificar y lo bueno que simultáneamente se altera.
La terapéutica medicamentosa para el tratamiento en salud mental se da por el uso de
psicofármacos, que alteran la actividad psíquica aliviando los síntomas de los trastornos
psiquiátricos. Sus efectos sufren influencias de diversos factores, como características
individuales, estados patológicos y patrón de uso. Este tipo de tratamiento tuvo su inicio al final
de la década de los 50, con la introducción de los neurolépticos. Los neurolépticos o
antipsicóticos son psicofármacos inhibidores de las funciones psicomotoras que atenúan,
también, los síntomas neuropsíquicos considerados psicóticos, tales como los delirios y
alucinaciones.
El objetivo de la Psicofarmacología es aportar una técnica más en el tratamiento de los
trastornos mentales, para proporcionar al paciente el mejor estado posible con el que
progresar hacia su completo restablecimiento.
En este sentido los tratamientos farmacológicos son eficaces en disminuir la intensidad y
duración de los síntomas, posibilitan las terapias psicológicas en casos en que la activación
mental es excesiva y regulan temporalmente los procesos neurobiológicos cerebrales
implicados.
Actualmente, hay estudios que han demostrado la eficacia y utilidad de los Psicofármacos en el
tratamiento de los trastornos de ansiedad, depresión mayor y otros problemas emocionales.
En el trastorno depresivo mayor, la combinación del tratamiento psicológico con Psicofármacos
es la opción más eficaz; en los trastornos de ansiedad, frecuentemente se usan medicamentos
ansiolíticos y antidepresivos, que, conjugados con el tratamiento psicológico, posibilitan la
recuperación de la persona en un porcentaje muy elevado de los casos.
Otro aspecto importante es que cuando se comienza un tratamiento no puede retirarse por
cuenta propia, tienen unos tiempos recomendados según el problema que tratemos, y si se
retiran de forma precoz, se modifica la dosis o se continúan tomando de forma indefinida,
podrían ocasionar síntomas de rebote, toxicidad o convertirse en ineficaces para futuros
episodios.

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