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¿Para qué sirve la ética en las organizaciones?

Se piensa que todos conocemos de ética porque todos, podemos elaborar ideas sobre lo que
realmente es bueno o es malo, lo que nos puede dar y quitar dignidad, lo correcto y lo
incorrecto, lo que nos puede hacer humanos o no.

En fin, todos vivimos y tenemos una ética personal, medianamente sólida, en donde la
complicación radica en que tenemos la necesidad de llegar a construir una ética compartida
y así trabajar y convivir juntos, en donde se debe respetar la ética personal de cada quien y
esto, sencillamente, no es fácil.

Entonces… ¿cuál deberían ser los componentes de esta ética compartida en todas las
organizaciones?

Los expertos proponen una serie de puntos con el fin de elaborar una ética compartida entre
los cuales están:

La clave de una ética compartida es que tanto la organización como todos sus integrantes
acepten y tengan claro cuál será el bien interno que todos ellos, dependiendo la actividad que
realicen, no dejen de aportar a la sociedad.
Es genuino conseguir bienes externos, tales como estatus, dinero, poder, relaciones,
satisfacción, etc., pero jamás a costa de un bien interno.
La corrupción se genera cuando un bien que sea externo se coloca en el lugar de un bien
interno. Esto se observa en las empresas de mercado que piensan que su bien interno es
simplemente “ganar dinero”, siendo este un bien legítimo, pero del tipo externo.
Toda organización, dependiendo de la actividad que realice, demanda de unos valores que
debe fomentar e identificar.
Además, es importante recordar que la razón de ser de toda ética es el comportamiento
convencido no el que sea impuesto o coaccionado.
Tipos y fuentes de la ética organizacional
A nivel interno de la ética organizacional se deben diferenciar entre la ética profesional,
social e individual. Es por ello que indagaremos algo de cada una de ellas:

Ética social: Se cataloga en el sistema legal de toda sociedad, en cuáles son sus prácticas y
costumbres, así como en los valores y en las normas que no están escritas, pero que usan las
personas de la sociedad para poder interactuar entre ellas.
Ética profesional: Son los valores y las reglas morales que un conjunto de personas hace para
poder controlar la forma en que se desenvuelve una tarea determinada o se usan los recursos.
Ética individual: Son los estándares morales y personales que una persona usa para
relacionarse con otras.

¿Cómo crear una ética organizacional?


La ética organizacional la aplican los altos directivos, puesto que estos son los mayores
responsables y por ende los que instauran la cultura ética.

Las herramientas necesarias que los gerentes poseen para crear una ética organizacional son:

Pueden iniciar valores morales que den como resultado las normas y reglas éticas concretas
que las personas usen para llegar a tomar las decisiones.
Pueden informar a personas ajenas a la organización, tal como los clientes, de los valores
éticos que mandan en la organización.
Pueden establecerse castigos para las conductas muy pocas éticas, así como algunos
alicientes para las que si son realmente éticas.
Pueden tomarse decisiones que determinen recursos organizacionales y que a la vez alcancen
las políticas que sean basadas en la posición ética de toda organización.
Plantear un sistema de control y una estructura ética. Si citamos un ejemplo, es posible
elaborar procedimientos en los cuales los empleados posean un camino a los clientes con el
fin de que estos lleguen a comunicar sus preocupaciones con relación a las conductas pocas
éticas.
Los valores éticos manan de arriba hacia a abajo, por ende, la estructura organizacional será
en consecuencia, quien fortifique o disminuya el diseño ya establecido.
Formar una cultura ética, estableciendo una serie de reglas, valores y normas que determinen
de una forma clara cuál debe ser la posición ética de toda organización.

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