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Tal y como recoge la resolución de 3 de febrero de 2015 (en EI 16 de marzo de 2009), la evaluación debe ser
continua, formativa y global y debe orientarse hacia la mejora de los aprendizajes. Así, será necesario planificar
la evaluación inicial, la continua, la final y también la autoevaluación y coevaluacion del alumnado después de
cada sesión de trabajo. Se deberá utilizar procedimientos, técnicas e instrumentos variados entre los que me
gustaría destacar las listas de control o de cotejo, las escalas de valoración y las rubricas, así como la
importancia de la observación sistémica.
Respecto a los criterios de evaluación e indicadores, deberemos siempre tener como fuente los que ofrece el
decreto 82/2014 (en EI 85/2008), pero en el caso concreto de la actividad se valorará:
Nivel de expresión oral, podría utilizarse la rúbrica de la evaluación de diagnóstico de Asturias de 2009
Grado de comprensión oral y escrita, que podría evaluarse de manera competencial
Nivel de expresión escrita, pudiendo evaluarla a través de microrrelatos solicitados
Finalmente es necesario evaluar también los procesos de enseñanza y la propia práctica docente, analizando si la
metodología ha sido exitosa, si la actividad ha resultado motivante y atractiva para el alumnado, si la gestión de
espacios y tiempos ha siso correcta y por supuesto valorar asimismo la coordinación con la familia y con el
equipo docente.