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Explicó que “esta cifra varía mes a mes y se destaca que solo en noviembre de
2019 en promedio fueron hurtadas 20 motocicletas diarias. Sin embargo, aclaro,
que pueden darse meses en los que se hurten más o menos”.
Sin embargo, de acuerdo con las autoridades, las motocicletas de alto cilindraje
como la Kawasaki y la BMW, entre otras, que son de alto costo, en su gran
mayoría son hurtadas mediante la modalidad del atraco empleando armas de
fuego.
El problema se radica en que, en un porcentaje muy alto, busca precio por encima
de la calidad y del sitio donde se les pone los repuestos. Que salga todo barato sin
importar la procedencia de las partes.
La venta de partes es el mayor combustible del robo de motos Un 70% de motos
que se hurtan va directamente el despiece y comercialización. El otro 30% las
utilizan para venderlas, sacarlas de la ciudad a municipios y otras para
“gemeliarlas” y publicarlas por las páginas web.
El “gemeleo” es una modalidad altamente usada. En esencia, son dos motos
similares y lo que hacen es falsificar la placa original y ponérsela a la otra robada,
al tiempo que borran la numeración genuina para regrabar de manera fraudulenta
la identificación de chasis y motor que corresponden a la de otra registrada
legalmente. Además, buscan que el color, marca y modelo coincidan para que el
comprador no sospeche y crea que la adquirió legalmente, esto ocurre más que
todo con motocicletas que no tienen identimoto. Con esta práctica las venden
luego en páginas como OLX y Mercado Libre, comentan investigadores de la Sijín
por esta razón la Policía advierte que es normal ver ofertas a través de internet u
otros medios de comunicación, ofreciendo motocicletas a precios bajos y por esta
razón es necesario que los compradores estén alertas
Sin una normatividad clara para impedir la venta de repuestos de segunda y otros
problemas como la corrupción en las autoridades y jueces flexibles que no aplican
penas ejemplares contra las cabezas visibles de estos negocios de partes
robadas, se está implementando como una de las únicas soluciones
para los motoristas aumentar los niveles de seguridad. GPS, ‘identimotos’,
alarmas con sistemas de apagado, switch de seguridad, etc.
Hay que señalar, que los dos primeros años tras la compra de la moto en una
agencia, es donde más se presenta este crimen ya que es cuando los repuestos
todavía se pueden vender en el mercado ilegal. La persona adquiere la
motocicleta y la manda a marcar, le pone GPS, seguros y alarmas, eso se vuelve
un impedimento para reclamar la garantía que ofrecen las casas ensambladoras.
El hurto de motos parece no tener solución y menos cuando las personas que
tanto critican a las autoridades por no controlar este fenómeno criminal, a la vez
acuden a comprar repuestos hurtados a muchos de estos sitios donde operan
estas mafias. Por esto las autoridades recomiendan siempre dudar de los bajos
precios y denunciar.
José Alcibiades García Acuña presidente de asopartes indica que, Medellín
contabiliza el mayor índice de hurto de motocicletas desde el 1 de enero al 30 de
noviembre del año 2019 al registrar la cifra de 4.485, seguida por Bogotá con
3.761, luego Cali con 2.770 y Popayán con 1.060. Siguen en su orden Cartagena
con 727, Barranquilla, con 718, el municipio de Bello, en Antioquia, con 567;
Pasto, con 498 y Cúcuta con 496 hurtos.
Junto con el Observatorio del Delito de la Policía señalan que el hurto, en su gran
mayoría, ocurre porque el dueño deja su moto en la calle y el delincuente se la
lleva empleando la llave maestra que se puede describir como una varilla u otra
herramienta que es utilizada para romper el seguro, encender el vehículo y huir.
Explican las autoridades que cuando se produce el asalto en las vías públicas, los
delincuentes esperaban el cambio del semáforo o sorprender al motociclista
saliendo de su residencia, de su lugar de trabajo o de estudio y muchos de los
delincuentes se desplazan a pie y en otros casos son parrilleros y el conductor de
la moto hace “sombra” para la víctima no pueda pedir auxilio, perseguir o agredir
al criminal.
Las cifras oficiales dan cuenta que en el 2019 han sido verificados los documentos
de más de un millón de motocicletas en controles en todo el país e inspeccionados
cerca de 200 establecimientos donde se expenden repuestos de primera y de
segunda, muchos de ellos sellados por no contar con los correspondientes
documentos de adquisición o compra.