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ARQUEOLOGIA BIBLICA

CESILIO POLANCO ADAMES 2019-1300013

CLASE V
 
Realiza un informe de lectura de la Clase V, correspondiente a los siguientes hallazgos
arqueológicos. Considera las instrucciones dadas en clase para el informe. 
 
- El hallazgo del arqueólogo William Flinders Petrie en Tell Jemmeh en 1927 (los
filisteos y las armas de hierro). Libro págs. 125-126.

En el año 1188 antes de J.C, los filisteos sufrieron la gran derrota infligida por
Ramsés III. Trece años más tarde se habían establecido en la llanura de la costa del sur
de Canaán, en la fértil llanura parda que se extiende entre las cordilleras de Judá y el
Mar.

Coincidiendo con la aparición de los filisteos en Canaán surge una cerámica


muy característica. Se diferencia completamente de las vasijas de barro que hasta
entonces estuvieron en uso tanto en las ciudades de Canaán como en los pueblos de
Israel en la región montañosa.

El primer hallazgo de fragmento de cerámica de los filisteos causo sorpresa entre


los arqueólogos. La forma, el color y el dibujo ya habían sido hallados en otra parte.

Jarra filistea con la figura de un cisne.

Los jarros y tazas de color siena, pintados en rojo y en negro con signos
geométricos y figuras representando cisnes que se limpian las plumas, ya los conocían
de Micenas. Desde el año 1400 antes de J.C., la cerámica de los fabricantes de Micenas
era muy apreciada en el Viejo Mundo y el comercio había inundado de ella a todos los
países.

Las vasijas de los filisteos ilustran, además, otro hecho interesante, que la Biblia
da, asimismo, da entender. Son típicos jarros de cerveza. El filtro servía para retener las
pieles de los granos de cebada que nadaban en la cerveza. En los poblados de los
filisteos se han encontrado a montones jarros de cerveza y de vino.

La cerveza no es, sin embargo, una invención de los filisteos. Las primeras
fábricas de cerveza existían ya en el antiguo Oriente. En la cantidad de Babilonia se
expedían hasta cinco clases de cerveza: negra, clara, nueva, de barril y, para la
exportación y los viajas, una cerveza llamada “cerveza de miel”.

Los filisteos fueron los primeros que en Canaán poseyeron el hierro en grandes
cantidades. Sus tumbas contienen armas, utensilios y adornos de dicho metal, tan raro
en aquella época y, por tanto, precioso. Las primeras herrerías de Canaán debieron de
establecerse en el territorio ocupado por los filisteos.

La fórmula robada la conservan los príncipes filisteos como las niñas de sus
ojos. La falta de aperos de labranza de hierro, de clavos para la construcción de sus
moradas y armas, constituye para ellos una gran desventaja.
- El descubrimiento de la expedición danesa en 1926 y 1929 dirigida por el
arqueólogo H. Kjaers (ciudad Silo). Qué expresa William Foxwell Albright. Libro
págs. 127-128.

En los años 1926 a 1929 empieza, en este ligar, sus excavaciones una expedición
danesa que dirige el arqueólogo H. Kjaers. Las ruinas de Silo muestran un claro estrato
de demolición que hay que poner hacia el año 1050 antes de J.C.: son los restos de la
victoria de los filisteos sobre Israel. Las ruinas de Silo duraron sin duda mucho tiempo,
ya que, cuatro siglos después de la destrucción, el profeta nos dice sobre ellas:
“Id, pues, a mi morada de Silo, donde estableciera mi nombre al principio, y ved
lo que hice con él a causa de la maldad de mi pueblo” (Jer. 7:12).
Los arqueólogos encontraron en Tell Beit Mirsim, junto a Hebrón, el bíblico
Debir, y en Beth-Zur, al sur de Jerusalén, huellas de cenizas, que constituyen pruebas
fehacientes de esta suposición.
Israel solo tiene un medio de enfrentarse con terrible peligro: obrar con decisión
para convertir en una fuerte unidad los flojos lazos de las diferentes tribus. Bajo la
mortífera presión del mundo que les rodea, Israel se convierte en una nación. Las
formas e gobiernos de aquella época solo dejaban una posibilidad: la monarquía.
Saúl escoge como residencia la ciudad de Guiba; reúne una pequeña tropa de
hombres robustos y empieza una guerra de guerrillas. Por medio de ataques sorpresa
consigue sacudir el yugo de los filisteos sobre el territorio de sus tribus.
Después ataco Saúl con todo su ejército y venció, “Así ayudo al señor en aquel
tiempo a Israel”.
Los turcos despertaron y huyeron a toda prisa, pues creían que el ejército del
general Allenby le hacía cercado. Todos fueron muertos o hechos prisioneros.
Y así, al cabo de varios milenios, termina el mayor Gilbert, una tropa británica
imito con éxito la táctica de Saúl y de Jonatas.

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