Está en la página 1de 16

La influencia de los organismos internacionales en la concepción actual de currículo por Sirley Lorena Osorio

Martínez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

LA INFLUENCIA DE LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES EN LA


CONCEPCIÓN ACTUAL DE CURRÍCULO

La educación es uno de los pilares de la sociedad, con ella se pretende


desarrollar valores y habilidades que ayuden a satisfacer las necesidades individuales
y colectivas que aportaran para una vida más plena y mejor, y donde sus habitantes
sean conscientes de sus derechos y deberes. Es por ello, que el sistema educativo
debe repensarse continuamente y cambia de forma permanente, además es dinámico
y abierto a las reformas, sin embargo las lógicas que las subyacen generan impacto
en los aspectos cultural, económico, político y ambiental.
Bajo esta premisa, el presente documento pretende hacer una revisión a la
concepción de pedagogía y currículo, analizando su relación y cómo una ha ido
desplazando a la otra. Luego, se entran a revisar los objetivos y la concepción que
tienen de educación cuatro de los organismos internacionales que intervienen en la
llamada "estrategia de desarrollo" y se preocupan especialmente por el currículo: la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la
Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
Luego, se hace un análisis breve acerca de la influencia de estos organismos
en la creación de las políticas educativas que centran sus esfuerzos en el diseño
curricular, desarrollo de competencias y aplicación de pruebas estandarizadas. Por
último se plantea una propuesta para dar cumplimiento a las exigencias de dichas
políticas pero transformándolas teniendo en cuenta las necesidades y contextos, se
incluye una invitación para que los docentes no se queden exclusivamente en la queja
y la lucha en contra del sistema económico y político, sino que generen espacios de
reflexión, ambientes de aprendizaje y aprendizajes significativos en sus estudiantes y
así formar poco a poco personas que aporten a la transformación que se requiere.
Se iniciará diciendo que la pedagogía es entendida aquí como la reflexión del
proceso educativo, el saber del docente fundamentado en su formación y el proceso
de formación del ser, más conocido en la actualidad como estudiante. Así pues, la
pedagogía se sirve de todas las disciplinas para cumplir con su razón de ser: la
formación, toma aportes de cada una y se convierte en el origen de toda discusión
relacionada con la educación, es decir, de allí se parte para pensarse cualquier
situación relacionada con el proceso formativo, no entendido como se concibe en la
actualidad, sino desde un marco de referencia donde más que un conjunto de
asignaturas y temas por ser estudiados en un periodo de tiempo determinado, el
objetivo mismo de la educación era formar sujetos capaces de pensarse el mundo, de
preguntarse por cosas que aún no tenían respuesta, por ser solidarios con el otro y
trabajar por el bienestar colectivo, sensibles a las realidades que ofrecía el contexto,
y con disposición para los cambios que se pudieran presentar.
De acuerdo con Foucault (1994) la pedagogía puede definirse como "la
transmisión de una verdad que tiene por función dotar a un sujeto cualquiera de
actitudes, de capacidades, de saberes que no poseía y que debería poseer al final
de la relación pedagógica" (1994, p.101). Es así como, la relación pedagógica
planteada evidencia la participación de al menos tres elementos fundamentales:
el sujeto-estudiante, el docente y un contexto, pues sí se van a abordar actitudes,
capacidades y saberes, es inevitable no preguntarse ¿quiénes son los que se van
a encontrar?, ¿qué propósitos les reúne hoy? ¿Qué actitud se tiene y cuál es la
que más aporta al objetivo?, entre otras. Es necesario aclarar que al ser la
pedagogía parte estructurante de la educación, lo que se resalta es su constante
proceso de reflexión, cambio y transformación, además de darle importancia a
todos los que participan de dicho ejercicio, y no solo ceñirse a las necesidades del
momento, sino que piensa a futuro e invita a reconstruir con bases teóricas y a
modificar el modo de ser de ese sujeto.
En este orden de ideas, se hace importante señalar que el tiempo se fue de
prisa, y las transformaciones que se dieron vinieron enmarcados en el paso que se
dio de la concepción del colectivo a la individualidad, y con ella, el deseo, en algunos
casos incontrolable, de poder y dinero. La formación del ser y su espiritualidad pasó a
un segundo plano porque la prioridad se fue encaminando hacia el tener, el poseer, el
demostrar fuerza y capacidad de adquisición; razón por la cual surge la necesidad de
entrenar a unos cuantos, de capacitar en una función específica a otros, de crear
normatividades rígidas y de pensarse en un sistema donde todos fueran adoctrinados
según intereses particulares, es así como surge la escuela. Una escuela que reprime
al diferente, que se rige por la instrucción, la norma y el castigo, que condiciona y
transforma al individuo para que reproduzca uno parámetros de conducta pre-
establecidos, que deja a un lado la reflexión acerca de la realidad y lleva al individuo
a aceptar "verdades" que no ha comprado, entre muchas otras situaciones que se
presentan.
Y como consecuencia de las características mencionadas, se deja de hablar de
formación del ser y se incorporan categorías como enseñanza y aprendizaje, las
cuales desligan la conexión existente en el proceso formativo, ya que no se pensaba
en dos participantes con funciones diferentes sino en la formación un individuo
comprendido como maestro y discípulo, es decir, el primero enseñaba al segundo una
serie de saberes, pero el segundo reflexionaba e interrogaba al primero, estimulando
sus capacidad de raciocinio; por ende, el abanico de saberes y reflexiones de cada
uno se acrecentaba cada vez más. Se añade a este cambio, que las grandes
empresas y los países industrializadas preocupados porque sus habitantes y medio
ambiente no atienden a sus requerimientos de la forma como venían acostumbrados,
ponen su mirada en los países donde sus gobiernos no invierten en educación ni
capital humano, pues son un foco de desarrollo económico, ya que su población no
está capacitada, los índices de violencia son muy altas y la pobreza alcanza límites
insospechados.
Bajo este contexto se llega al siglo XX, donde las multinacionales, los
organismos multilaterales de crédito y los organismos internacionales deciden
perfeccionar sus habilidades para quedarse con el dinero de las personas sin
contribuir al progreso social, y por ende, amarran la educación a las necesidades
económicas, es decir, la formación del ser, desaparece. Ahora bien, los países
latinoamericanos y del Caribe se enfrentan a la creación de políticas educativas que
desconocen los contextos y pretenden ser aplicadas sin ninguna distinción en la zona
rural, en la urbana, en las grandes urbes y en municipios donde el traslado del hogar
a la escuela está atravesado por un río, dos horas de caminata y balas perdidas entre
grupos al margen de la ley. Cabe añadir, que los beneficios que estas políticas aportan
al sistema educativo, al ser aplicadas tal cual fueron diseñadas, no son significativos
para mejorar la calidad de la educación, disminuir las diferencias sociales, atender la
crisis de valores y dar respuestas a las realidades que afrontan los niños y jóvenes.
Todo esto conduce a hablar del currículo, el "nuevo" concepto para referirse a
los procesos de enseñanza – aprendizaje y se evidencia en todos los documentos
oficiales que contemplan políticas educativas. Según Martínez, Noguera y Castro
(1994), currículo se define como:
"El espacio de saber en dónde se inscriben discursos (teorías, modelos), procedimientos
y técnicas para la organización diseño, programación, planificación y administración de
la instrucción, bajo el principio de la determinación previa de objetivos específicos
planteados en términos de comportamientos, habilidades y destrezas, y con el propósito
central de obtener un aprendizaje efectivo. (p. 27).
Lo anterior, incluye la palabra clave para entender el currículo y su necesidad
de programar minuciosamente cada momento: la instrucción, comprendida como el
adiestramiento de los niños, jóvenes y adultos, porque no solo se aplica para la
escuela, sino para la fábrica, la cárcel, la industria, etc. En sí, la fórmula consiste en
prescribir qué, cómo y cuándo se debe enseñar; luego, administrar ese proceso a
través de mediciones permanentes que culpabilizan a alguno de los actores
(estudiante-docente-escuela-padres de familia), evaluar de manera interna
aprendizajes adquiridos sin importar su significancia y, por último, establecer
evaluaciones estandarizadas que determinaran que cantidad de dinero se va a asignar
a la educación.
Es importante mencionar que los currículos actuales son cerrados, jerarquizan
el saber hacer y dinamizan los campos de conocimiento, en la medida en que hacen
divisiones por asignaturas y materias aisladas y no promueven procesos de
investigación permanentes. Lo mencionado aquí y en el párrafo anterior queda
evidenciado, por ejemplo, en el Plan de Acción CRES 2018 -2028, donde la UNESCO
(2019) plantea como estrategia educativa "diseñar carreras y titulaciones con
currículos flexibles que habiliten nuevas trayectorias de formación, atendiendo a los
nuevos contextos, a los requerimientos laborales y a una mayor vinculación de los
profesionales" (p.37).
La idea en las siguientes líneas, es revisar la influencia que tienen los
organismos internacionales o la conocida cooperación técnica internacional en la
elaboración de políticas públicas que centran su interés exclusivamente en el diseño
curricular, la programación y la planificación.
Según Figueroa (1989) los organismos internacionales se caracterizan por
tener algunos elementos en común, como son: primero, un acto jurídico creador, es
decir, un documento llamado Estatuto o Constitución en el cual se determina la
finalidad, la estructura, el funcionamiento, las competencias, entre otros. Segundo,
están compuestos por sujetos de derecho internacional. Tercero, la mayoría de
organismos internacionales, en su estructura cuentan con tres tipos de órganos: una
asamblea deliberante de carácter plenario; un órgano ejecutivo y un órgano
administrativo. Cuarto, tienen carácter estable, permanente. Quinto, están dotados de
órganos permanentes, encargados de llevar a cabo los objetivos de la organización,
como por ejemplo un secretariado. Y sexto, su financiamiento es propio, mediante
contribuciones directas de sus miembros.
Complementando lo anterior, Maldonado (2010) definen organismos
internacionales formales como asociaciones voluntarias o instituciones creadas por
sus Estados participantes a partir de un acuerdo internacional, dotadas de órganos
permanentes, propios e independientes, encargados de gestionar unos intereses
colectivos e imponer, elaborar y modificar leyes internacionales, dependiendo de las
legislatura de cada uno de los Estados, lo que significa que únicamente los Estados
firmantes están obligados a cumplirlas.
Ahora bien, el origen de las organizaciones internacionales puede precisarse
en el largo período de paz y de progreso científico-técnico que vivió la humanidad
desde el final de las guerras napoleónicas hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial.
Es este espacio de tiempo, se desarrollaron dos fenómenos: las conferencias
internacionales y el establecimiento de estructuras institucionales permanentes.
Procesos que posibilitaron la creación, auspiciada por las potencias aliadas
vencedoras de la Primera Guerra Mundial, de la Sociedad de Naciones en 1919.
(Calduch, 1991).
Ésta es el primer ejemplo de una Organización Internacional de vocación
universal y competencia general, ya que para 1938 contaba con 54 Estados miembros,
y su finalidad era desarrollar la cooperación entre las naciones y garantizar la paz y la
seguridad internacional. De esta manera, la Sociedad de Naciones va a promover la
creación de nuevas Organizaciones Internacionales, técnicas y económicas, como el
Tribunal Permanente de Justicia Internacional, la Oficina de Cooperación Intelectual,
la Organización Económica y Financiera, entre otros. (Calduch, 1991).
Cuando la Sociedad de Naciones fracasó al no poder impedir la Segunda
Guerra Mundial, los Estados se convencieron de la necesidad de crear una nueva
organización mundial más eficaz y mejor estructurada. (Calduch, 1991). Por eso, al
finalizar la gran guerra, varios países impulsaron la creación de organizaciones de
cooperación internacional voluntaria que apoyaran la recuperación de la calidad de
vida, el crecimiento económico, la estabilización política y el fomento de la paz
mundial, concretándose mediante la agrupación de Estados en órganos jurídicamente
independientes, con normas propias y presencia mundial, denominados Organismos
Internacionales (Figueroa, 1991).
En este orden de ideas, es importante aclarar que las Organizaciones
internacionales son creadas bajo la presión de unas necesidades y para la
consecución de unos fines, clasificándose estos últimos en fines generales y fines
específicos. Un ejemplo para el primer grupo sería la ONU (Organización de Naciones
Unidas) cuyas actividades no están circunscritas a un ámbito concreto de cooperación.
Mientras que en el segundo grupo van a desarrollar sus actividades dentro de ámbitos
bien definidos, como por ejemplo el Fondo Monetario Internacional, el Banco
Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo, la Organización Mundial de la
Salud, etc.
De acuerdo con Ordoñez y Rodríguez (2018), la acción y alcance de cada
organismo internacional es diferente, ya que se establecieron partiendo de las
necesidades de la época en que surgieron y bajo los intereses propios de los países
miembros, por ejemplo, entre las organizaciones con planteamientos para apoyar los
procesos educativos a nivel internacional se destacan: la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Banco
Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comisión Económica para
América Latina (CEPAL).
Ahora bien, para ahondar un poco más en cómo los organismos internacionales
mencionados influyen en las políticas educativas colombianas que desplazaron la
pedagogía concebida como formación y centraron su atención en el diseño,
estructuración e implementación del currículo o plan de estudios (en los documentos
oficiales se usan de indistinta manera) se hace necesario describir cada una:

 La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la


Cultura (UNESCO)
A términos de la Segunda Guerra Mundial, la Unesco fue creada,
específicamente en 1945. Desde su fundación, la entidad se ha considerado
embajadora cultural y defensora de la herencia de la humanidad y se ha destacado
por resaltar la importancia de la educación en el desarrollo social y económico de los
países; por ende contempla dentro de sus objetivos garantizar la igualdad social y de
oportunidades a través de la alfabetización, promover el diálogo de paz y el
intercambio entre las culturas, preservando el legado para las generaciones
venideras, la no restricción en la búsqueda de la verdad y el libre intercambio de ideas
y conocimiento, buscando contribuir a la paz y a la seguridad desde la colaboración
entre naciones a través de la educación, la ciencia y la cultura.
Por eso, a diferencia de las organizaciones financieras, la Unesco ofrece
asistencia técnica en el análisis de las políticas educativas nacionales, regionales y
mundiales y en el diseño de planes de desarrollo del sector educativo. Además, se
preocupa por ser fuente de conocimiento especializado en temas de liderazgo
intelectual, innovaciones, estándares y directrices claves de la educación. Cabe
añadir, el apoya que brinda a la formulación y desarrollo de políticas, el análisis
sectorial, la planificación educativa, la simulación y el diálogo sobre políticas, las
proyecciones de recursos, la gestión del sector y el seguimiento y la evaluación de
programas.

 Banco Mundial
Desde sus inicios en 1944, la entidad se destacó por ser una de las fuentes
más importantes de financiamiento para los países en desarrollo, con dos objetivos
principales: reducir la pobreza y aumentar la prosperidad compartida. El Banco
Mundial pasó de ser una entidad única a un grupo de cinco instituciones de desarrollo
estrechamente relacionadas: El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento
(BIRD), la Asociación Internacional de Fomento (AIF), la Corporación Financiera
International (IFC), el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) y el
Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI).
Es importante añadir, que una de las actividades fundamentales del Banco
Mundial consiste en el intercambio de conocimientos innovadores, es decir, en
garantizar que los países en desarrollo puedan acceder a los mejores conocimientos
especializados a nivel mundial y ayudar así a generar conocimientos de vanguardia.
En este sentido, sus prioridades son los resultados, entendidos como el análisis
continúo para hacer mediciones; la reforma, incluye el diseño de los proyectos, la
disponibilidad de la información y el acercamiento de las operaciones a las
comunidades; y el desarrollo abierto, que comprende herramientas, investigación y
conocimientos gratuitos y de libre acceso que permiten a las personas abordar los
desafíos en materia de desarrollo.
El Banco Mundial considera la educación como factor clave para lograr los
objetivos mencionados, pues si los Estados garantizan educación de calidad y
favorecen la adquisición de competencias para el trabajo, es más factible disminuir la
desigualdad social, aumentar la calidad de vida e impulsar el crecimiento económico
de un país, cuestiones que repercutirán finalmente en un mayor movimiento de las
inversiones y desarrollos tecnológicos, industriales y sociales, llevando a que los
países pasen a ser activos en el sector financiero.
 El Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
Surgió en 1959 y es la principal entidad de financiamiento para el desarrollo de
Latinoamérica y el Caribe. Entre sus objetivos se destacan mejorar la calidad de vida
en los países que trabajan para reducir la pobreza y la desigualdad; mejorar la salud,
la educación y la infraestructura a través del apoyo financiero: préstamos, donaciones
y asistencia técnica; alcanzar el desarrollo de una manera sostenible y respetuosa con
el clima; invertir en programas y actividades que amplíen las oportunidades
económicas para la población mayoritaria de bajos ingresos de la región; fomentar la
integración regional, forjando vínculos entre los países a efectos de desarrollar
mayores mercados para sus bienes y servicios; hacer a los países más competitivos,
apoyando políticas y programas que acrecienten su potencial de desarrollo en la
economía mundial; y modernizar el Estado, fortaleciendo las instituciones públicas e
incrementando su eficiencia y transparencia.
Actualmente, dentro de su política social para la igualdad y la productividad
señala la importancia de la educación como base fundamental para abordar los
problemas específicos de cada país y los desafíos tecnológicos y económicos de la
globalización. Considera que las instituciones educativas son fuente de
modernización, avances científicos y productividad económica y tecnológica, por ello,
el Banco Interamericano de Desarrollo promueve inversiones en infraestructura para
mejorar el acceso a los servicios en dos líneas: abastecimiento de agua potable y
saneamiento; y la ampliación de la cobertura en los niveles preescolar y secundario,
la calidad de la educación primaria y secundaria y la eficiente transición de la escuela
al trabajo.
Tanto el Banco Mundial como el Banco Interamericano de Desarrollo
consideran esencial apoyar financieramente proyectos enmarcados en el ámbito
educativo, específicamente aquellos vinculados a los resultados obtenidos en sus
estudios técnicos; de esta manera buscan lograr sus objetivos en el marco del
crecimiento económico, por lo tanto, además de ofrecer recursos, asesoran a los
países miembros en lo referente a la planificación, organización y administración del
sector educativo; un ejemplo de ello es su intervención en la formulación de
lineamientos y políticas a desarrollar en el proceso de las reformas para la
modernización educativa en América Latina.

 La Comisión Económica para América Latina (CEPAL)


Creada bajo la resolución 1984/67, del 27 de julio de 1984. Entre sus objetivos
se plantea organizar conferencias y reuniones de grupos intergubernamentales y de
expertos y patrocina cursos de capacitación, simposios y seminarios; prestar servicios
de asesoramiento a los gobiernos a petición de éstos y planificar, organizar y ejecutar
programas de cooperación técnica; promover el desarrollo económico y social
mediante la cooperación y la integración a nivel regional y subregional; recoger,
organizar, interpretar y difundir información y datos relativos al desarrollo económico
y social de la región; y contribuir a que se tenga en cuenta la perspectiva regional,
respecto de los problemas mundiales y en los foros internacionales y plantea en los
planos regional y subregional cuestiones de interés mundial.
Desde su surgimiento, la CEPAL ha considerado la educación como un eslabón
que contribuye a conciliar el crecimiento, la equidad y la participación en la sociedad.
La posición de la CEPAL frente a la educación en América Latina presenta un desafío
para los países, ya que la comprende como ente de competitividad y modernización
de la sociedad; así pues, sus propuestas plantean un fortalecimiento de la relación
entre el sector educativo y el productivo, que garantice la construcción de capacidades
desde la base, es decir, la formación de personas con habilidades y destrezas para el
buen desempeño en el trabajo.
Contrástese ahora los objetivos expuestos por cada uno de los organismos
internacionales con la realidad vista a la luz de una transformación sustancial en el
campo educativo que altera tanto sus fines sociales como su funcionamiento y
estructura. Una realidad donde los "propósitos más generales serían la
escolarización masiva de la población, la homogeneización social y la instrucción
generalizada" (Martínez, Noguera y Castro, 1994, p. 30). Es decir, de una educación
concebida como un proceso formativo del ser y un espacio social apropiado para la
adquisición de saberes útiles para la vida, se pasó a una empresa educativa donde
cada proceso debe ser planificado, medido y evaluado, donde no importa el cómo sino
el resultado, donde el ser humano en su esencia no interesa sino la nota numérica,
donde todos deben cumplir con ciertos parámetros si no quieren ser tildados como
"raros" o "fuera de lo común".
Un ejemplo de lo anterior, lo ofrece la CEPAL, ya que dentro de sus principales
estrategias para el mejoramiento de la educación propone la descentralización, pues
busca impulsar la autonomía de las instituciones educativas y su capacidad de
gestión; sin embargo, antes que servir como herramienta para mejorar la calidad
educativa, tiene de trasfondo disminuir la dependencia económica de las instituciones
frente al Estado, lo cual resta responsabilidad a los gobiernos y pone el peso de la
administración y la financiación en las instituciones educativas.
De igual forma, en una propuesta titulada Transformación productiva con
equidad (1992), la CEPAL afirma que es erróneo pensar en sistemas educativos que
formen profesionales independientes o dirigentes sociales, ya que la realidad muestra
que la gran mayoría de los alumnos de esos sistemas trabajarán como asalariados en
organizaciones complejas. Cuestión que genera polémica porque no aporta al objetivo
de cerrar la brecha social, trabajar para alcanzar la equidad y acrecentar la
participación de la sociedad; por el contrario, aumenta la desigualdad al propender por
un sistema educativo que responda exclusivamente a las necesidades del mercado
laboral, y sobre todo cuando este se enfoca en la búsqueda de obreros o mano de
obra barata. Además, aumenta la discriminación y exclusión en aquellos países donde
la mayoría no tiene el recurso y solo unos cuantos pueden acceder a la educación de
calidad. Y desde una mirada económica, la estrategia no beneficia a los países en vía
de desarrollo, como Colombia, pues su economía quedaría en manos de las
multinacionales, quienes obtienen grandes ganancias y retribuyen o invierten muy
poco en el país.
En cuanto a los otros tres organismos internacionales, la Unesco, el Banco
Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo se puede decir que en sus objetivos
reconocen que las políticas educativas deben ser diferentes para cada país, tener en
cuenta el contexto histórico y político y el nivel de desarrollo educacional y económico.
No obstante, al revisar su publicaciones, se evidencia que tienen un plan de acción
listo que deben ejecutar todos los gobiernos sin ninguna distinción y cuyo sentido
oculto es la reforma educativa universal. Una reforma concretamente curricular ceñida
a intereses económicos donde prima la instrucción, la mayor eficiencia y productividad,
la "calidad educativa" entendida como la cantidad de niños escolarizados y la
homogeneización social mediante un diseño y programación minuciosa de cada
aspecto y proceso que no de espacio a la autonomía escolar y al ejercicio de
reflexionar y cuestionarse el mundo.
Así se ha llegado al núcleo de este análisis, la actualidad política educativa
colombiana, que centra su atención en el diseño curricular, pero no pensado desde
una construcción interna y basada en el conocimiento de la comunidad educativa sino
impuesta desde afuera, desde los organismos internacionales que priman el aspecto
económico por encima de la educación y sus principios, donde se miden las
habilidades adquiridas por los estudiantes en un marco de calidad estandarizada y la
escuela es pensada como una empresa que debe planificar a detalle cada proceso.
Es importante hacer énfasis, en que los organismos internaciones han planteado la
educación para América Latina y el Caribe desde una mirada económica, por ende,
aspectos como el contexto, los recursos, la infraestructura de la escuela, la
responsabilidad del Estado, entre otros, no se tienen en cuenta. Además, el currículo
busca responder a necesidades globalizadas, puntualmente a las lógicas laborales,
es decir, las políticas educativas enmarcadas en el diseño curricular se sustentan en
educar y preparar buenos obreros: obedientes, responsables, sumisos, etc. y enseñar
a realizar una actividad específica dentro de una fábrica.
Si bien es cierto lo anterior, a modo de cierre se presenta una propuesta, donde
se considera que la política educativa colombiana actual tiene varios puntos que
pueden repensarse y usarse de la mejor manera en cada una de las instituciones
educativas. En primer lugar, al ser un marco de trabajo compartido a nivel nacional,
los docentes tienen un punto de partida común, es decir, sin importar el nivel
económico o sociocultural, las habilidades que se deben trabajar con los estudiantes
son las mismas. Lo importante aquí es la forma cómo se realice dicho ejercicio, pues
se impregna de significado y será aprovechado por cada estudiante cuando se
enfrente a la vida real; por ejemplo, todas las instituciones educativas deben enseñar
a sumar, lo diferenciador es el uso del contexto para el desarrollo de dicha habilidad
matemática, sí se trabaja en una zona rural, el contexto de aplicación debería ser el
campo, el mercado rural, la plaza de mercado, etc.
Segundo, con la incorporación de competencias en el currículo y en el aula, se
puede pasar de una clase magistral e incluso aburrida para el estudiante, a un ejercicio
académico dinámico, que no se ciña exclusivamente al tema y que responda a los
intereses de los estudiantes tal como lo expone la Escuela Activa. Bajo la directriz de
desarrollar acciones de pensamiento, se abre la oportunidad para llevar a los
estudiantes a reflexionar, argumentar, exponer, comparar, relacionar y extrapolar el
contenido visto en una sesión de clase con la realidad que se vive en la actualidad,
iniciando por un contexto cercano (familia, barrio, escuela), hasta llegar al nivel global,
dependiendo claramente del grado de escolaridad.
Y en tercer lugar, trabajar en función de las habilidades de los estudiantes, abre
el espacio para explorar más a profundidad su mundo personal, sus creencias,
convicciones, prácticas culturales, percepciones de la realidad, concepción de la vida,
entre otros, elementos muy importantes si el docente y la escuela desean marcar un
antecedente de protesta, de cambio, de transformación. Dicho de otro modo, la
escuela puede convertirse en el espacio donde se prime el desarrollo de las
habilidades del ser, pero no encaminado a la vida dentro de una fábrica, sino hacia el
desarrollo de la personalidad y la potenciación de cualidades y habilidades específicas
de cada ser humano.
Conclusiones

 El currículo pensado desde la planificación, programación, división del


conocimiento en asignaturas fragmentadas, sin relación y sin invitación a la
investigación constante; reemplazó en su totalidad a la pedagogía pensada desde
la formación del ser. Se relegó el ser persona, el ser con valores, el ser pensante
por los intereses del sistema económico y financiero, donde pocos tienen mucho,
y muchos se disputan lo poco que queda.

 Los organismos internacionales, los modelos económicos globalizados y las


estrategias de mercado, determinan las políticas educativas, lo que afecta
directamente a la educación, pues se deja a un lado su esencia en cuanto a su
función social, intelectual y cultural. Además, la convierte en una mercancía útil
para el sistema económico mundial.

 La política educativa enfatizada en el diseño curricular y la evaluación


estandarizada responde a unas lógicas económicas y van en contra de la razón
de ser de la educación, en lo que se refiere a educar obreros y asalariados; sin
embargo, los docentes en lugar de irse en contra del sistema económico, que está
muy bien cimentado, puede analizarlas y sacar el mejor provecho de ellas, en la
medida en que toma el lineamiento dado pero lo transforma en el aula de clase en
un aprendizaje significativo sustentado el objetivo de educar para la vida.
Referencias bibliográficas

Aguilar Astorga, C. R., & Lima Facio, M. A. (Septiembre de 2009). Contribuciones a las
Ciencias Sociales,. Obtenido de Contribuciones a las Ciencias Sociales,:
http://www.eumed.net/rev/cccss/05/aalf.htm
Calduch, R. (1991). Relaciones Internacionales. Madrid: Edit. Ediciones Ciencias
Sociales.
Comisión Internacional sobre Educación, Equidad y Competitividad Económica en
América Latina y el Caribe. (2000a). El futuro está en juego. Un informe del
progreso educativo en América Latina. Washington: PREAL
Comisión Internacional sobre Educación, Equidad y Competitividad Económica en
América Latina y el Caribe. (2000b). Quedándonos atrás. Un informe del progreso
educativo en América Latina. Washington: PREAL.
Da Silva, T. (2001). Dr. Nietzsche, curriculista, con aportes del profesor Deleuze: Una
mirada post-estructuralista de la teoría del currículo . Pensamiento Educativo,
15-36.
Delors, Jaques. (1996). La educación encierra un tesoro. Barcelona: Santillana-
UNESCO.
Figueroa, U. (1991). Organismos Internacionales. Santiago de Chile: RIL editores.
Foucault , M. (1994). Hermeneútica del sujeto. Madrid: La Piqueta.
Inter-Agency Commission (UNDO, UNESCO, UNICEF, WORLD BANK). (1990). For the
World Conference on Education for All, Meeting Basic Learning Needs.
Washington: UNICEF. Obtenido desde
http://unesdoc.unesco.org/images/0009/000975/097552e.pdf)
Ordoñez Díaz, M. M., & Rodríguez Mendoza, B. J. (Enero-Junio de 2018). Influencia de
los organismos internacionales en las reformas educativas de Latonoamérica.
Educacación y Ciudad (34), 101-112.
Puentes de Velásquez, A. V., & López Jiménez, N. E. (2011). Modernización curricular
de la Universidad Surcolombiana: integración e interdisciplinariedad. Entornos,
103-122.
Maldonado, M. (2010). Los organismos internacionales en el siglo XXI. México:
Universidad Autónoma de Baja California
Martínez Boom, A., Noguera, C., & Castro, J. (1994). Currículo y modernización. Cuatro
décadas de le educación en Colombia. Colección pedagogía e historia, 1-14.
Meny, Yves y Jean-Claude Thoening (1992), Las políticas públicas, Barcelona, Editorial
Ariel.
Roth, A. (2006), Políticas Públicas: Formulación, Implementación y Evaluación, Bogotá,
Aurora
UNESCO. (2000). Marco de Acción Regional de Educación para Todos en las Américas.
Obtenido desde http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001211/121147s.pdf
Valenti, G. & Flores, U. (Junio, 2009). Ciencias sociales y políticas públicas. Revista
mexicana de sociología, 71, 167-191. Recuperado en 08 de septiembre de 2019,
de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-
25032009000500007&lng=es&tlng=es.

También podría gustarte