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El corazon

Publicado el Domingo, 24 de Octubre del 2004 por gremi


- Colaboración de hill

El corazón es símbolo,y en su dimensión espiritual sede y templo de esa chispa divina en que reside la verdadera
naturaleza de todo hombre,es el lugar donde en términos de la mística especulativa,se produce el nacimiento de
Dios en el hombre.
EL CORAZÓN,representado como un corazón en llamas,simboliza la presencia divina en el hombre.Sus
rayos,alternativamente rectos y curvos,simbolizan la luz y el calor,la intuicion,vision directa y el amor que disuelve
todo ego,que nos llevan a la divinidad.La copa contiene la sangre y el agua,brotadas de su corazón,que nos
hacen saltar a la vida eterna transformandonos en el hijo de Dios.Copa y corazón son tradicionalmente el mismo
símbolo--y el corazón se convierte en el centro de la búsqueda ,en el lugar donde se encuentra la bebida de la
inmortalidad,por otra parte,copa y corazón,son símbolo también de la matriz virginal en la que el hijo es
engendrado.

El corazón nos revela así parte de su secreto.Representa ese estado de gracia primigenio (preeterno dirá el
sufismo)que,cuando se recupera,devuelve al hombre la immortalidad que lo diviniza y que tiene su residencia
última en el corazón de todo hombre.
La palabra hebrea LEB(CORAZÓN) SE FORMA con la primera y la ultima letra de la torah :el libro sagrado se
convierte en la revelación de Dios contenida en su corazón y solo el lcorazón purificado puede descubrir su
autentico sentido.
Por otra parte, en el sufismo,el corazón ocupa un lugar central en el camino hacia la unidad,es el campo del
encuentro entre la uniciad y la multiplicidad,en su nucleo aparece la luz manifestada de los atributos de la
divinidad.
YO,SOY EMANADA POR LA DIVINIDAD(medita con esto).El agua, la luz, y el fuego representan la divinidad que
se expande a través de la luz, del fuego y de la vida. Esta vida que se convierte en una vida embriagadora en la
que Dios Padre es el escanciador de esta bebida embriagadora, el Hijo, es la copa ,el Espiritu es el vino y esto si
lo enraizas en la trinidad, nos acerca a esa unicidad de Dios en la que lo vemos trino pero uno con su accion o el
espiritu divino con cada y el uno pues si no ves lo uno no puedes consustanciar lo trino,que crea presencia y da
potestad de esencia donde la vida se enciende y se torna la conciencia.

ACERCA DEL CORAZON


R. Arola
L. Montblanch
 
Ante todo guarda tu corazón, ya
que de él brotarán los
manantiales de la vida.
Proverbios, IV-23

El órgano de carnal llamado corazón parece simbolizar el receptáculo de lo que es más esencial en cada ser: en
él está encerrada nuestra herencia adámica transmitida de padres a hijos, el Dios escondido en el hombre, el
recuerdo de la Unidad Primordial, la raíz de la que brotará la regeneración del hombre, en definitiva, el misterio
del que hablan todas las tradiciones.
A causa de la caída original, este corazón se ha vuelto de piedra y se ha convertido en la prisión de la semilla
santa, del fuego celeste. "El corazón del hombre es como una piedra que sella la entrada del tesoro de Dios";
"Disuelto en el agua de la gracia y en el fuego del amor, manifiesta la luz santa donde todos se mueven y donde
algunos reposan" (El Mensaje Reencontrado, XII-12' y 13'). "...Y os daré un corazón nuevo y un espíritu
renovado, infundiré en vuestro interior y quitaré de vuestro cuerpo el corazón de piedra y os daré un corazón de
carne" (Ezequiel XXXVI-26). Aludiendo a este don divino, en La nube sobre el Santuario (carta primera), K. von
Eckhartshausen escribe lo siguiente: "El fin más elevado de la religión es la más íntima unión del hombre con
Dios, y esta unión es posible incluso aquí abajo; pero sólo lo es por la apertura de nuestro sensorium interior y
espiritual que abre nuestro corazón para hacerlo susceptible de recibir a Dios".
El don divino, llamado Gracia por los cristianos, es lo que inicia el proceso de regeneración y que libera la luz
santa encerrada en el corazón. San Pedro se refiere a esta experiencia en su segunda epístola (I-19): "la palabra
profética, a la que muy bien hacéis en atender, es como la lámpara que luce en lugar tenebroso, hasta que luzca
el día y el lucero se levante en vuestros corazones".
Por la operación del agua de la gracia y del fuego del amor, el corazón se purifica progresivamente hasta que
luzca la luz del día; por eso canta el Salmista : "Crea en mi ¡Oh Dios! un corazón puro y renueva dentro de mí un
espíritu recto (Salmos LI-12). Por la misma razón decía Jesús (Mateo V-8): "Bienaventurados los limpios de
corazón, porque ellos verán a Dios".
"...Y os daré un corazón nuevo y un espíritu renovado infundiré en vuestro interior y quitaré de vuestro cuerpo el
corazón de piedra y os daré un corazón de carne". (Exequiel XXXVI-26).
Así pues el corazón puro es una consecuencia de la acción del don divino en el hombre. La unción real, dentro
de la tradición hebrea es un claro ejemplo de ello. Leemos en el primer libro de Samuel que el Profeta, en
nombre del Señor, derramó aceite sobre la cabeza del elegido (Saúl) y acto seguido "mudóle Dios su corazón" (I
Samuel. X-9).
En la tradición islámica encontramos un bello pasaje de la vida de Mahoma; pocos años después de casarse con
Khadija, el Profeta sintió en su alma el alcance del favor divino: un Angel se echó sobre él, le abrió el pecho, le
sacó el corazón y en su lugar puso un corazón de blancura inmaculada.
Una vez abierto y limpio de la mugre que arrastró consigo en la caída, el corazón es capaz de germinar bajo el
influjo divino y dar el fruto de inmortalidad, convirtiéndose en el símbolo del Ser Vivo por excelencia así como de
la fuente de la que mana la vida sobre la Tierra. Por ello se dice en el Libro de los Muertos de los egipcios,
cap.XXIX: "Vuelve sobre tus pasos, ¡oh mensajero de todos los dioses! Vienes acaso a llevarte este corazón mío
que vive? Este corazón vivo no te será entregado. Yo sigo mi senda y los dioses atienden mi súplica, y todos se
inclinan en sus lugares. Mi corazón está conmigo y nunca me será arrebatado".
En el cristianismo, el corazón del Hijo de Dios abierto en la cruz es el símbolo de la salvación del hombre; de él
mana la sangre de resurrección. Hemos de encontrar este simbolismo detrás de muchas desviaciones ciegas.
Del corazón de Cristo brota el agua de la Vida, como canta un himno de la fiesta del corazón de Jesús: "Del
corazón abierto nace la Iglesia, unida como esposa a Cristo. Esta es la puerta al costado del arca, abierta para la
salud del pueblo. De aquí mana perenne gracia, como río de siete brazos".
El corazón de Cristo se presenta inflamado; de entre los muchos textos devocionarios podemos destacar un
cántico al Corazón de Jesús, de L.M. Grignion de Montfort : "Corazón, horno ardiente y divino, que realizas
sublimes portentos; por sus llamas ardientes se inflaman cielo y tierra en incendio de amor" (canto 40-11). Y Dom
Pernety, en su Diccionario Mito-Hermético, escribe en la voz "corazón": "Algunos Químicos han dado el nombre
de corazón al fuego". El corazón de Cristo es, pues, el símbolo del fuego divino, del Eter que ha bajado sobre la
tierra y habita en ella. Dijo Cristo (Lucas XII-49) : "Vine para traer el fuego sobre la tierra". Y Moisés (Dt. IV-36) :
"Has oído la voz de su gran fuego sobre la tierra". Este es el sentido de las siglas I.N.R.I. elevadas sobre la cruz y
que en el Rito XVIII de la Masonería se leen así : Igne Natura Renovatur Integra ("por el Fuego toda la
Naturaleza será renovada").
Como resumen de lo dicho, citamos El Mensaje Reencontrado (XXII-58): "El agua de la gracia es lo que hace
que el corazón mortificado se funda y lo que separa en nosotros la vida pura de la mugre de la muerte. El fuego
del amor es lo que fecunda el corazón depurado y lo multiplica en la gloria de Dios".

El novio le da el anillo a la novia para simbolizar su amor sin final, por su forma circular. Aunque hay de muchos
materiales, los más comunes están hechos de oro y diamantes, lo que significa que el amor será tan fuerte y puro
como esos materiales. Se lleva en el dedo anular por la vieja creencia de que la vena de ese dedo llega hasta el
corazón

EL SER
Conócete a ti mismo y conocerás a Dios.
Nuestro Ser fue hecho a imagen y semejanza de Dios.
Cuando logremos esto, seremos plenamente felices y merecedores.
Tema: La búsqueda del Ser a través del Simbolismo.
Alumno: José María Panebianco.
En esta monografía me concentraré en estas dos frases, tratando de aprender a conocerme a mí mismo, y de
explicarme que significa imagen y semejanza, para eso utilizaré las herramientas que en este curso nos dan,
consultaré algunos libros y aplicaré mis conocimientos personales.
Todos estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, pero no nos parecemos a él físicamente, todos tenemos
una parte dentro, por consiguiente todos los seres humanos en ese punto son iguales, somos parte de su amor
infinito, somos parte de sus virtudes y cualidades y me refiero a todas, lo que viene a hacer pensar, que
poseyendo estos valores provenientes de la Divinidad, no existen seres diferentes, existen seres con bloqueos y
defensas, que no pueden verse por dentro, y otros a los que nunca le han hablado de estas cosas, por lo tanto
hacen de sus vidas lo que pueden, y aquellos como nosotros, que deseamos respuestas, que nos buscamos
dentro, eso nos da el saber que no existen personas malas, y estaría en nosotros hacer algo con esto.
En nuestra búsqueda nos han enseñado que cuando descubrimos en nosotros cosas que no nos gustan,
podemos cambiarlas, nos dieron herramientas y las técnicas para ir hacia adentro nuestro, somos afortunados,
demos gracias a nuestros instructores.
Si nos encontramos en una polaridad que nos es negativa podemos cambiarla con las virtudes de la contraria.
Si bien todos somos producto de la misma manifestación creadora, somos aspectados en diferentes formas, ya
sea por la crianza, por los signos zodiacales, por las enseñanzas recibidas, por el entorno de vida, eso es lo que
nos hace distintos en la forma, pero no en la esencia. La esencia no puede ser modificada, pero la forma sí,
depende de cada uno, hallar el camino no es fácil, transitarlo es largo y espanta. Pero vale la pena. La voluntad
es el vehículo.
La búsqueda del Ser a través de simbolismo:
Atendiendo uno de los siete principios herméticos, podemos comenzar a explicarnos un poco que es el Ser, o
que somos. Si bien es cierto que todo está en el Todo, no lo es menos que el Todo está en todas las
cosas. Uno de los caminos para llegar a conocer nuestro Ser es el simbolismo y desde este tema intentaré llegar
a explicarnos que nos quieren decir.
Simbolismo:
Símbolo, significa arrojar hacia la realidad. Podemos encontrar que hicieron uso de él, todas las religiones, todos
los países, a través de la historia tuvo mayor preponderancia en determinadas épocas y en cosas que llegan
hasta nuestros días, como la Heráldica, y es preponderante en el Cristianismo, por sobre todo se lo encuentra en
las Catedrales Góticas, bibliotecas de piedra y en el Camino de Santiago de Compostela. También la Alquimia lo
utilizó para dejar a cubierto el Gran Secreto. Desde la correcta interpretación del simbolismo, se pueden develar
muchas incógnitas, también nos puede conectar con el pasado y su creador.
Todo verdadero símbolo porta en sí sus múltiples sentidos y eso desde su origen, pues no esta constituido como
tal en virtud de una convención humana, sino en virtud de la Ley de Correspondencia (como es arriba es abajo,
como es abajo es arriba), que vincula todos los mundos entre sí, el simbolismo es una ciencia exacta.
El símbolo creado por Maestros Constructores no funciona igual que los creados por Filósofos y escuelas
Místicas, en el primero se plasma el conocimiento y se abre con la contemplación y meditación sobre el mismo, y
el segundo fue concebido para trabajar en el inconsciente a través de la contemplación. En ambos casos el
trabajo sobre los símbolos nos conecta con su realizador, por lo tanto regresamos en el tiempo a la mente de su
creador, nos hacemos uno con Él. El símbolo no funciona para todos los seres por igual, depende del camino
recorrido, los conocimientos adquiridos y por sobre todo del grado de merecimiento de cada individuo. También
actúa para los distintos niveles de aprendizaje. Meditar con un símbolo además de ser revelador, puede llevarnos
a la iluminación. La incorrecta utilización del símbolo puede llegar a ser peligroso para quien lo emplea, hay
varios ejemplos en la historia, el más conocido es el de Alemania en época de Hitler.
El simbolismo que nos ocupa en esta monografía, es aquel que tiene que ver con la búsqueda de nuestro Ser,
encontramos gran variedad desparramados en las distintas religiones y escuelas místicas, coincidiendo en su
integridad, todos ellos con líneas, espacios e intención, nos lleva desde sus bordes hacia el centro de los
mismos. (Laberintos, corazón, copas, etc.). Ellos nos muestran el camino hacia nuestro interior, nos dicen donde
buscar nuestro Ser.
Laberintos y La Letra G:
El laberinto ha quedado perdido en algún lugar del tiempo, han llegado hasta nosotros algunos que pueden
encontrarse principalmente en Europa, y en el interior de las Catedrales y algunas iglesias, por lo general se los
halla realizados en los pisos. Ellos nos invitan a recorrer sus caminos que son los nuestros, e ir hacia su centro
que también es él nuestro y luego encontrar el camino de vuelta.
Además cuando estemos en presencia de un laberinto en una Catedral Gótica debemos tener presente, que en
el lugar donde se encuentra hay corrientes energéticas que nos son beneficiosas, todas las Catedrales Góticas
están construidas sobre asentamientos energéticos o fuerzas telúricas, ese es otro motivo por el cual el laberinto
nos invita a recorrer sus mosaicos, realizando su recorrido recibiremos algo más que viene del Cielo.
Hay un símbolo que muestra perfectamente la ubicación de nuestro centro, que es el laberinto de la letra G,
recorriendo la letra desde arriba hacia abajo, volviendo a ascender, y girando hacia adentro nos conduce al final
de la búsqueda. Este símbolo debe ser imaginado sobre el corazón, y él nos marcará el lugar en donde se
encuentra Nuestra Chispa Divina.
Corazón
El conocimiento del corazón es la percepción directa de la luz inteligible, luz irradiante del Principio Espiritual que
es el verdadero corazón del Universo.
Existe una relación efectiva entre el centro tomado en sentido superior o espiritual y el punto determinado del
organismo que le sirve de representación. Ha de buscarse lo que hay en ese lugar y se le conocerá. Lo que debe
buscarse es la realidad espiritual que corresponde analógicamente al éter, y de la cual éste es la expresión con
respecto al mundo sensible. El resultado de ésta búsqueda es lo que se denomina propiamente conocimiento del
corazón. Lo que reside en el corazón no es, pues, solamente el éter en el sentido propio del término: en tanto que
el corazón es el centro del ser humano considerado en su integridad, y no en su sola modalidad corpórea, lo que
está en su centro es el alma viviente la cual contiene en principio todas las posibilidades que se desarrollan en el
curso de la existencia individual. Lo que reside en el corazón es esencialmente el punto de contacto del individuo
con lo universal, en otros términos de lo humano con lo Divino. El conocimiento del corazón cuando alcanza su
grado más profundo, se identifica verdaderamente con el conocimiento Divino. El principio Divino se considera
como residente en el centro de todo ser. El ser puede no tener conciencia actual de la Presencia Divina, esa
presencia no se hace plenamente efectiva para ese ser sino cuando éste ha tomado conciencia y la ha realizado.
Quien ha llegado efectivamente a ese conocimiento, ha alcanzado verdaderamente el centro, y no sólo el suyo
propio sino también, por eso mismo el centro de todas las cosas, ha realizado la unión de su corazón con el
corazón del universo.
El Grano de la Mostaza:
En los textos Sagrados de la India encontramos lo siguiente: El espíritu Divino que reside en el corazón, es más
pequeño que un grano de arroz, más pequeño que un grano de cebada, más pequeño que un grano de mostaza,
más pequeño que un grano de mijo, más pequeño que el germen que esta dentro de un grano mijo, este Espíritu
Divino, que reside en el corazón, es también más grande que la tierra, mas grande que la atmósfera, mas grande
que el cielo, más grande que todos los mundos en conjunto.
La similitud entre los términos de este pasaje y los de la parábola evangélica, "Semejante es el Reino de los
cielos a un granito de mostaza, que tomándolo un hombre lo sembró en su campo, el cual es la más pequeña de
todas las semillas, mas cuanto se ha desarrollado es mayor que las hortalizas y se hace un árbol, de modo que
vienen las aves del Cielo y anidan en sus ramas."
El grano es el centro, el árbol que de él brota es el eje, directamente salido del centro y extiende a través de
todos los mundos sus ramas en las cuales vienen a posarse las aves del cielo, que en ciertos textos Hindúes las
aves del cielo representan a los estados superiores del ser. El eje invariable es el soporte Divino de toda
existencia, es como lo enseñan las doctrinas orientales, la dirección según la cual se ejerce la Actividad del Cielo,
el lugar de manifestación de la Voluntad del Cielo.
"Que todos sean uno; como Tu, Padre, en mi y yo en Ti, que también ellos en nosotros sean uno... Para que
sean uno como nosotros somos uno, yo en ellos y tú en mi, para que sean consumados en la unidad" (San Juan
17, 21-23). Esta es la Unión Perfecta, es el verdadero advenimiento del Reino de Dios, que viene de dentro y se
expande hacia fuera, la plenitud del orden universal.
Cuando los fariseos preguntaban a Jesús, cuando llegaría el Reino de Dios, entendiéndolo en un sentido exterior
y temporal, Cristo dirige estas palabras: Helo allí, helo aquí, porque el Reino de Dios esta dentro de vosotros.
(San Lucas 17-21).
La acción Divina se ejerce siempre desde el interior, y por eso no es ostensible, pues la mirada esta
necesariamente vuelta a las cosas exteriores, por eso también la doctrina Hindú da al Principio el nombre de
ordenador interno, pues su operación se cumple de adentro hacia afuera, del centro a la circunferencia, de lo no–
manifestado a la manifestación, de modo que su punto de partida escapa a todas las facultades pertenecientes al
orden sensible o procedentes directa o indirectamente de Él.
El Reino de Dios se identifica naturalmente con el centro, es decir con lo que hay de más interior, sea con
respecto al conjunto de todos los seres, o con respecto a cada uno de ellos en particular.
El Principio Divino que reside en el centro del ser, solo esta virtualmente en ese ser, hasta tanto la Unión se haya
realizado de modo efectivo.
La Copa (Grial)
El Grial y las cráteras sagradas de todas las religiones, representan el órgano femenino de la generación.
Al igual que la piedra filosofal, el grial ha sido definido como la clave del conocimiento y la suma del todo.
En su representación como una piedra, el Santo Grial es el depositario de la sabiduría espiritual y del
conocimiento cosmológico, la realización.
Este símbolo ha sido el motivo por el cual nacieron historias y leyendas a través del tiempo, las más conocidas
son las escritas durante el medioevo, entre las más destacadas se encuentran La historia del Rey Arturo,
Romances sobre las historias de Caballería, La búsqueda del Santo Cáliz, etc. En definitiva es otro símbolo
representativo del Corazón y cumple en nosotros una función de entrega y recepción, de copa llena y copa vacía.
Llenar la copa significa crecer interiormente, recorrer nuestro camino y adquirir amor, agrandar nuestro corazón,
ser mejor Ser, acercarnos a la Divinidad, adquirir sabiduría y discernimiento.
Vaciar la copa es poder volcar hacia los demás seres, desde el sentimiento y la emoción todo el contenido de la
misma. Por añadidura nuestra copa o corazón será renovado, vuelto a llenar de más cosas, y el ciclo se volverá a
cumplir, hasta alcanzar nuestro espíritu. Este simbolismo nos muestra también que además de aprender,
debemos volcar en los demás las enseñanzas recibidas, dar servicio, esta es otra manera de hacerlo.
El Punto y el Círculo
El Principio no puede ser oído; lo que se oye no es Él. El Principio no puede ser visto; lo que se ve no es
Él. El Principio no puede ser enunciado; lo que se enuncia no es Él. El Principio al no poder ser
imaginado, tampoco se le puede describir.
La representación más sencilla es el punto en el centro del círculo, el punto es el emblema del Principio y el
círculo el del Universo. Es imposible asignar a esta figuración ningún origen en el tiempo y hay que ver en ella
uno de los signos que se vinculan directamente con la Tradición Primordial. A veces el punto está rodeado de
varios círculos concéntricos que parecen representar los diferentes estados de la existencia manifestada,
dispuestos jerárquicamente según su mayor o menor alejamiento del principio primordial. La circunferencia no
podría existir sin el punto mientras que éste es absolutamente independiente de aquello.
En el párrafo anterior se demuestra que lo importante es el punto, el origen de todas las cosas. Imaginemos un
punto en el éter, y comencemos a agregarle infinita cantidad de rayos en todas las direcciones del espacio, en
algún punto de un rayo unamos uno con otros, esto nos dará una línea curva, que al encontrarse ambas puntas,
crean un circulo, ese es un instante de la manifestación Divina. Para entender este simbolismo es necesario darle
significado a lo descripto, el Punto es la primer manifestación de Dios, el origen de la creación, los Rayos son
infinitas líneas en el espacio, y le Circulo marca distintos instantes en el tiempo de la evolución. Meditar en este
símbolo sencillo, es meditar en la creación, entender el Punto es conocer a Dios. Y esto lo podemos buscar
dentro de nosotros, acercarnos internamente a nuestra Chispa Divina es regresar al momento en que el punto
apareció, la concepción misma de nuestro Universo. Transitar por los rayos es como andar por el tiempo, y
circunvalar el círculo es conocer un instante preciso de la creación.
Los símbolos nos acompañan desde lo profundo de la historia, en toda nuestra evolución, muchos Seres lograron
iluminarse desde la comprensión de uno o más símbolos, otros dejaron su conocimiento en ellos para que otros
puedan iluminarse, nos toca hacer algo con ellos, por nosotros y los que vendrán después, piensen a partir de
hoy, que antiguos maestros dejaron un legado, en grabados de piedra dentro de las Catedrales Góticas, en
iglesias, en estatuas, en pinturas, en papel, nos ofrecen su servicio desde el pasado, al conocer esto, no
podemos hacer menos que interesarnos y hacer algo con nuestra evolución.
Hay un campo más terrenal en donde el símbolo es utilizado, en la confección de un logo o marca para identificar
a una empresa, se lo plasma en el pórtico de la entrada, en toda la papelería, y todo lugar visible, se vive con él.
Además se aplica en campañas publicitarias. El símbolo no es elegido al azar, se buscan los indicados para que
la empresa y producto sean identificados con las cualidades que le son propias. Cuando se haga esto, se deberá
tener presente, que el símbolo funciona para el bien propio y para todo el entorno, que se debe dar un correcto
uso. Cuando una empresa o individuo se coloca detrás de un símbolo para lograr ganancias en un mercado de
competencia, se debe trabajar con respeto, rectitud, lealtad comercial, en forma transparente en sus operaciones,
sin perjudicar a otros y de lograr ganancias significativas, hacer el bien común entre sus empleados y la
comunidad. Si el que utiliza un símbolo conociendo su potencia en representación de una empresa, y se actuara
en forma incorrecta y mezquina, esa empresa no tardará en fracasar, es Ley Universal. También hay países que
rigen sus destinos signados por los símbolos, lo hacen desde la verdadera comprensión y conocimiento, uno de
esos piases es Inglaterra. Ellos crearon su bandera sobre la base de la elección de sus colores, la Cruz de San
Andrés, y la distribución geométrica; también el simbolismo está presente en sus estandartes y escudos. Francia
es otro país que se fundó con el simbolismo, eligiendo los colores y colocando símbolos en sus edificios y
espacio públicos, además tiene la mayor concentración de Catedrales Góticas. Estados Unidos también adopta
el simbolismo principalmente con el billete de un dólar con el que se podría hacer un estudio completo. España
tiene el Camino de Santiago de Compostela o El Camino de las Estrellas, en todo su recorrido hay simbolismo
iniciatico.
En el logo de Clave de Vida se aplica el axioma alquímico de "Solvet et coagula", disolver y coagular, se
disuelven las dos polaridades, Sol y Luna, y se unen formando uno solo, es el encuentro del equilibrio y
posteriormente se trasciende.
Todos los alumnos de Clave de Vida, nos encontramos aquí no sólo para aprender, creo que nos guía una misión
especial, estamos un paso adelante del común de la gente, nos preparamos para brindar servicio a las personas
que todavía no han podido ver que la vida es otra cosa, que hay algo más que lo mundano, si logramos acercar a
otros seres a entrar en este camino podríamos dar por cumplida nuestra misión, estamos dando la posibilidad de
allanar el camino para otros y la magnífica oportunidad de iluminarse.

La expresión del Iniciado refleja su divino e inefable éxtasis.

La rubedo (Obra al rojo) se ha alcanzado y esto completa el ciclo de la Gran Obra interior.
 
He aquí el secreto de nuestra Divina Herencia que es el contacto con la Fuente de Dicha Infinita, la
Esencia de nuestra vida y la Gloria de nuestra alma. 
  

Radiante como muchos soles mora un fragmento de Dios, de la Conciencia Universal en el Akasha o
cámara etérica secreta de nuestro corazón. 
 
No en vano afirmaba Jesús «Yo os digo: Dioses sois». 
 
La PIEDRA FILOSOFAL no nos lleva al oro vil sino al ORO FILOSOFICO.
 
Los antiguos Maestros decían crípticamente que los hombres que alcanzaban los Grandes Misterios
veían el sol a mediodía, en medio de las más densas tinieblas. Para ellos la noche era tan luminosa como
el día.  La explicación es que, precisamente, veían el Sol Divino en su propio corazón y este Sol
jamás se pone. Es bueno repensar esto en relación a la tradición polar hiperbórea...  
 
Esto y no otra cosa es lo que buscaban los caballeros medievales con el nombre del SANTO GRIAL.
 
Obsérvese que aquí el Sol refulge en el centro del pecho sobre el corazón.  El Yo Superior (Atma), es
otra denominación para Dios allí presente en nuestro corazón. 
Es lo divino en nosotros, simbolizado antes por el IOD y ahora por la letra G en la estrella flamígera,
símbolo microcósmico o sea del ser humano. La letra G corresponde al Santo Grial (y no a cien
otras interpretaciones dictadas por la fantasía y el desconocimiento completo de la Tradición Esotérica).
 
Nótese que en este Grado la figura tiene alas. Es, como ya se indicó, el símbolo tanto de la
espiritualización de la existencia del Iniciado como del amor y el sentimiento de protección
compasiva hacia todos los seres. 
En el simbolismo del ala, se compara al Maestro o a las deidades con la gallina que, con sus alas, da
refugio y protección a los polluelos.
  Y podemos citar aquí a los bellísimos versos de Antonio Machado:
"Anoche cuando dormía
soñé, curiosa ilusión,
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
.....................
Anoche cuando dormía 
soñé, curiosa ilusión,
que era a Dios a quien tenía
dentro de mi corazón".
El cuarto chakra, Anahata

El cuarto Chakra cardíaco se localiza a la altura del corazón. Está relacionado con la circulación de la sangre.
Su color predominante es el verde. Además del corazón, está relacionado con el timo, una glándula situada
en el tórax, detrás del esternón y delante del corazón. El timo cumple un papel muy importante en el sistema
inmune del organismo.

Su nombre, en sánscrito, es Anahata, que significa "no golpeado o rozado". Todo sonido en el universo
proviene del roce de dos cosas, que genera un conjunto de vibraciones audibles. Se dice que el sonido primordial
no proviene de ningún roce, es Anahata. Su símbolo es un loto verde de doce pétalos o vórtices giratorios.

La expresión del centro cardíaco en el nivel emocional se traduce en comprensión, solidaridad y una
búsqueda de armonía en la vida. El verde en este plano puede expresar una menor preocupación por los
asuntos personales en más de un mayor interés por lo comunitario. Un chakra sano produce una valoración
de las cosas simples de la vida y la satisfacción con lo que se tiene. Las expresiones negativas llevan a
ser demasiado reservado, cauto y melancólico,temeroso de participar plenamente de la vida.

Los tres primeros chakras son animales, los tres últimos son divinos, y entre los dos grupos está el
cuarto, Anahata: el chakra del corazón, la flor de loto del corazón, el chakra del amor. Este es el puente. El
amor es el puente entre lo animal y lo divino. Por debajo del corazón el ser humano es un animal; por
encima del corazón se vuelve divino. El verdadero ser humano es el hombre que puede sentir, que puede
amar, que puede rezar, llorar, reír, que puede compartir, que puede sentir compasión. La humanidad ha
amanecido dentro de él, los primeros rayos del sol le han traspasado.
Ejercicio
Date un paseo por el campo, las colinas están verdes y lujuriantes por la lluvia recién caída. Báñate en esa
riqueza de crecimiento verde y siente la energía curativa conforme anima a tu corazón a abrirse.

Ahora, camina un poco más y advierte las bellas flores de color rosado que florecen en las colinas. Experimenta
la esperanza, el optimismo de las flores rosadas. Mientras miras hacia arriba, quizá notes que el cielo es de un
color rosado lleno de gasas de nubes. Deja que las maravillas de la naturaleza aporten curación, esperanza y
afinidad a tu chakra del corazón.

A través de la música que toca al corazón relajará y abrirá el 4to. Chakra. Sea clásica, nueva o música sagrada
proveniente de las tradiciones oriental u occidental, deja que la música genere calor dentro de tu corazón. Esto
es muy subjetivo, de modo que te animamos, que sigas a tu corazón y confíes en tus instintos al respecto.

Vocalmente puedes entonar "a" o cantarla en clave de Fa (color verde).

El verde se utiliza para el 4to. chakra con el fin de promover la regeneración, el nuevo crecimiento, la paz
interior y la serenidad. También se utiliza el rosa, pues sus vibraciones suaves y tiernas pueden aflojar la
tensión del corazón y despertar sentimientos de amor y ternura, así como los sentimientos infantiles de
asombro, inocencia y felicidad.

En el marco de sus disputas con otros cristianos, los templarios fueron a menudo, acusados de traidores por sus
cordiales relaciones con los musulmanes. Es verdad, la Orden no sólo contrató mercenarios árabes, los
“turcoples”, sino también siervos para cultivar sus tierras, artesanos para sus iglesias y fortalezas y , sobre todo,
grupos de intelectuales y estudiosos islámicos, cuyas comunidades protegieron en tierras españolas. Fue
especialmente intensa su relación con los místicos sufíes, cuya espiritualidad era del agrado del Temple. Los
caballeros llegaron incluso a mantener disputas dialécticas periódicas y orgánicas con estos místicos, en cuyo
marco pudieron entrar fácilmente en la heterodoxia, dada la rígida ortodoxia totalitaria que promovía la
Cristiandad. Existieron varios ribbats (monasterios sufíes), que disfrutaron de la protección del Temple .
La Orden del Temple es, en su origen, genuinamente francesa. Fue una orden de monjes guerreros con un
componente iniciático en su círculo más hermético, nacido del sincretismo del sufismo, religión esenia,
gnosticismo, alquimia, kábala judía y runología nórdica. A medida que fueron adentrándose en este esoterismo,
su jerarquía iniciática se fue alejando de la ortodoxia católica.
La ermita de San Bartolomé se encuentra en un punto equidistante entre los dos puntos geográficos más
extremos del norte español, Creus y Finisterre. Sus canecillos, óculos pentaculares invertidos y capiteles acogen
un simbolismo iniciático muy importante.
En su interior he hallado un grabado similar a uno de los "graffitis" realizados por los altos cargos templarios que,
apresados, estuvieron encarcelados en la torre del homenaje del castillo francés de Chinon e interrogados en
agosto de 1308 por tres cardenales, delegados del Papa. Un año después les condenaría un parlamento reunido
en Tours. Los "grafittis" han sido objeto de numerosas interpretaciones e incluso el alquimista Eugène Canseliet,
discípulo del misterioso Fulcanelli, ha tratado de descubrir su enigma .
La fábrica de este templo es protogótica en diversos elementos (como la bóveda y la portada) aunque
fundalmentente su planta y alzado son todavía románicos. Fue levantado en el primer cuarto o tercio del siglo
XIII. En sus dos hastiales del eje norte-sur se encuentran sendos óculos abocinados de tres arquivoltas circulares
concéntricas. La más exterior está decorada con 66 estrellas de seis puntas de diamante intercaladas con otras
tantas bolas. En el centro de este rosetón románico se encuentra una enigmática celosía calada, de tracería
musulmana según Juan Antonio GAYA NUÑO; tracería en la que confluyen entrelazados diez corazones (5
pequeños y 5 largos) con una pentalfa y el consiguiente pentágono central.
Es obvio que la presencia de 10 corazones en el centro del rosetón remarca numéricamente la importancia
simbólica del corazón. Y dado que el origen de estas celosías son musulmanas y provienen, geográficamente
hablando, de Al-Andalus y del arte islámico, nada mejor que acudir a un destacado musulmán, contemporáneo
del momento en que se alzó esta iglesia, para acercarnos lo mejor posible al simbolismo posible que nos
quisieron transmitir los templarios con estos dos rosetones gemelos.
La mejor referencia es, sin duda, el más importante de los sufíes medievales, Ibn AL ARABÎ, nacido en Murcia en
1165 y fallecido en el año 1240.
El gran filósofo sufí Ibn Arabi escribe:

Mi corazón abarca todas las formas,


contiene un prado para las gacelas
y un monasterio para los monjes cristianos.
Hay un templo para los idólatras
y un santuario para los peregrinos;
en él está la tabla de la Tora
y el Libro del Corán.
Yo sigo la religión del Amor
y voy por cualquier camino
por donde me lleve Su camello.
Ésta es la verdadera fe;
ésta es la verdadera religión.

¿Creéis que sé lo que hago,


que por un segundo, o incluso medio segundo,
sé qué versos saldrán de mi boca?
No soy más que una pluma en manos de un escritor,
¡no más que una pelota lanzada por un mazo de polo!
Jalaluddin Rumi
El corazón ('qalb') en Ibn'Arabî, como en el sufismo en general, es el órgano mediante el cual se produce el
verdadero conocimiento, la intuición comprehensiva, la gnosis ('ma' riga') de Dios y de los misterios divinos, en
resumen, el órgano de todo lo que puede abarcarse con la denominación de ciencia de lo esotérico ('ilm al-
Bâtin')... (...) Resumiendo, esta 'fisiología mística' opera sobre un 'cuerpo sutil' compuesto de órganos corporales.
El 'corazón' es para el sufismo uno de los centros de la fisiología mística. Podríamos hablar igualmente aquí de
su función 'teándrica', puesto que su suprema visión será la Forma de Dios ('sûrat al-Haqq'), ya que el corazón
del gnóstico es el 'ojo', el órgano por el que Dios se conoce a sí mismo, revelándose a sí mismo en las formas de
sus epifanías...
Otro gran maestro sufí, JILI, señala que el corazón "es como la luz eterna y la conciencia sublime revelada en la
quintaesencia de los seres creados, a fin de que Dios pueda contemplar al Hombre por este medio; es el Trono
de Dios y su templo en el hombre.... Asimismo el Corán dice que el corazón del creyente se encuentra entre los
dedos del Misericordioso y un haddit pone en boca de Alah esta frase: "el cielo y la tierra no me contienen, pero
estoy contenido en el corazón de mi servidor".
La etimología de la palabra "corazón" proviene de la raíz indoeuropea KRD, que significa corazón, pero también,
centro, medio, lo que explica su simbolismo tradicional. Así, en el Nuevo Testamento leemos que el Reino de
Dios se encuentra en el corazón, mientas que san Clemente de Alejandría decía que Dios es el "corazón del
mundo" (Alah es denominado "corazón de corazones y espíritu de espíritus"). Angelus Silesius afirmaba en el
siglo XVII que el corazón es el templo y el altar de dios, y que puede contener a dios enteramente, coincidiendo
así con el haddit señalado anteriormente.
René GUÉNON, en su obra Símbolos fundamentales de la Ciencia Sagrada (SFCS), resume el simbolismo
tradicional del corazón indicando que representa el centro del ser integral, a la par que nos recuerda que cada
centro espiritual ha sido designado como "Corazón del Mundo".
Pero aún hay otro simbolismo vinculado crípticamente al corazón puesto que éste era representado en Egipto por
un vaso o una copa que, en el simbolismo geométrico tradicional está expresado por un triángulo con el vértice
hacia abajo y la base hacia arriba, e inclusive con dos triángulos que se tocan en el centro por medio de sus
vértices. Y el simbolismo del corazón como vaso o copa nos conduce directamente a uno de los símbolos más
sacros de la Edad Media: el Santo Grial.
DIEZ
Cinco corazones pequeños y otros cinco grandes están presentes de forma entrelazada en este rosetón del río
Lobos. La suma total de ellos nos da la cifra numérica de 10, esto es, de la tetraktys pitagórica que es la suma de
los cuatro primeros números, por los que juraban los pitagóricos evocándola así: "Lo juro por el que ha revelado
a nuestra alma la tetraktys, en la que se encuentra a la fuente y la raíz de la eterna naturaleza".
El hermenéuta suizo y psicólogo de las profundidades Carl Gustav JUNG, tras estudiar el simbolismo de
numerosos textos alquimistas, señala que el 10 representa la cantidad perfecta. Los números que sumados dan
10 (1+2+3+4) son la base numérica del llamado "Axioma de María" de la alquimia. El 1 es la Unidad, pero el 10
es "la unidad en una etapa más alta (...) Aparece como resultado final y en virtud de la conclusión de la Obra. Por
tanto, el denarius significa propiamente el Hijo de Dios, aunque los alquimistas lo llamaron filius Philosophorum",
simbolizado como "Rebis" o Andrógino. En alquimia, advierte JUNG, es "el punto culminante que no puede ser
traspasado, salvo por la llamada multiplicatio".

CINCO, NÚMERO AÚREO, PENTÁLFA Y QUINTAESENCIA


Toda la figura mandálica del rosetón nos conduce a su centro.
Este pentágono es, a su vez, el centro de los diez corazones y, más directamente, de la estrella de cinco puntas
o pentalfa, la cual era el signo de reconocimiento entre los pitagóricos y que debía trazarse en línea continúa.
El hecho de que la pentalfa de río Lobos tenga el vértice principal abajo ha motivado que se hagan
especulaciones acerca del carácter maléfico de este rosetón. La interpretación del pentáculo con el vértice
invertido como símbolo diabólico parte, en el ocultismo contemporáneo, de Eliphas Levi, a finales del siglo XIX,
pero el simbolismo global de este rosetón de río Lobos, así como la presencia de la pentalfa invertida como
marca de cantería en la sala del tesoro, panda de la iglesia y muro norte del pasillo comprendido entre la cilla y la
sala de los conversos en el monasterio de Santa María de Huerta, evidencian por sí mismas que las tésis
"diabólicas" de la pentalfa invertida están equivocadas.
Dentro de cualquier pentalfa se puede inscribir la figura del ser humano con las extremidades abiertas (éstas
tocan cuatro ángulos y la cabeza el quinto). En el caso de la pentalfa invertida la imagen humana se encuentra
cabeza abajo mirando el cielo y no la materialidad terrestre (lo cual es altamente espiritual), imagen invertida que
se relaciona, por ejemplo, con muchas figuras humanas invertidas que aparecen en los capiteles del románico
así como con la figura del ahorcado, duodécimo arcano mayor del Tarot, que se encuentra suspendido por un pie
a una horca. Y todo ello nos conduce a la inversión de valores humanos que adquiere el individuo que encamina
decididamente su vida hacia la espiritualidad, abandonando su antigua vida profana y mundana.
El pentagrama, pentalfa o pentáculo de cinco puntas era un símbolo de la salud (curiosamente la virgen venerada
en San Bartolomé es la Virgen de la Salud). "El pentagrama significa también el matrimonio, la felicidad, la
realización. Los antiguos lo consideraban símbolo de la idea de lo perfecto", afirman CHEVALIER Y
GHEERBRANT. En el Islam es el número predilecto que rige la sacralidad de los actos rituales.
Los pitagóricos decían que el número de oro expresaba la belleza inteligible de la mónada: al Gran Arquitecto
introduciendo en la materia caótica la idea de simetría, orden, equilibrio y belleza. Igualmente corresponde esta
proporción a la que los geómetras llaman "partición de una recta en media y extrema razón". Es el número
1,6180339. Es la proporción existente entre el lado del pentágono y la línea que une los vértices del pentagrama
inscrito en él. Esta proporción aurea es el cánon estético de muchas obras de arquitectura y de escultura. "En fin,
el número de oro aparece como la forma viva y símbolo del crecimiento, por ello, de forma generalizada, entre los
constructores operativos se le conocía como la Divina proporción" .
En la alquimia la pentalfa y el cinco no son otra cosa que la quintaesencia o éter.
"Al lado del corazón radiante, una especie de de escudo-bandera acuartelado, lleva, en sus cuatro cuarteles, la
misma figura heráldica que se ve en el escudo del personaje arrodillado más arriba. Sorprendentemente este
mismo motivo se encuentra también en el escudo esculpido en la cabecera de la estatura funeraria de un
templario de la encomienda de Roche-en-Cloué, cerca de Poitiers, y nosotros mismos lo hemos advertido en una
piedra esculpida de la encomienda del Temple de Mauléon, cerca de Chàtillon-sur-Sèvre (Deux-Sèvre)", indica L.
Charbonneau-Lassay.

"Juro ante la faz del cielo y de la tierra que todo lo que acaba de leerse relativo a los crímenes y a la impiedad de
los templarios es una horrible calumnia. Esta Orden es santa, justa y ortodoxa", aseguró el último gran maestre,
Jacques de Molay, antes de ser quemado en París el 18 de marzo de 1314, según el historiador francés L.P.
Anquetil. Noventa años atrás, en un 16 de marzo, los anteriores guardianes del Grial, los cátaros de Montségur,
habían sido perecido en la hoguera, al pie del "pog", en el "Camp dels Cremats".

LA TRADICIÓN SUFI
La Tradición Sufí no es una religión ni un culto. Es una filosofía de vida y su objeto es ofrecer al hombre una vía,
un camino práctico que le permita alcanzar un grado de conciencia superior y, por medio de este estado elevado
de conciencia, comprender su relación con el Ser Supremo.
Esta filosofía se ha transmitido durante siglos, conserva su antigua calidad y sus secretos antiguos han sido
custodiados a fin de que esté disponible, inmutable y limpia para aquellos que buscan una sabiduría más
profunda a través de una conciencia profunda.
La Tradición sostiene que el hombre, en su estado presente, es un ser condicionado: condicionado desde que
nace, a aceptar -la mayoría de las veces sin cuidado ni referencias- una cantidad de actitudes, puntos de
referencia y teorías que traban sus pensamientos y acciones a lo largo de toda su vida. Este condicionamiento no
es del todo malo o negativo. Un poco de condicionamiento es necesario. La fe, la piedad, la disciplina, la
confianza, la obediencia y el orden son todas cualidades nobles que deberían enseñarse, aprenderse y ponerse
en práctica.
Sostenemos que la pureza del ser interior del hombre, en armonía con el Diagrama del Maestro Diseñador,
puede sacarlo de lo mundano y protegerlo de la corrupción y la contaminación del “mundo externo”. Esto no
significa que sea necesario retirarse a una cueva en la montaña o a una ermita. Al contrario, implica ser un
miembro pleno y mejor de la sociedad: “estar en el mundo sin ser del mundo”, seguir Reglas y disciplinas que
produzcan paz interior y, por medio del ejemplo, instruir a otra gente digna, con humildad e intención; escuchar la
voz de la Naturaleza para que los secretos de la Tradición puedan ser conocidos, pero sólo por aquellos cuya
intención sea pura y por quienes puedan jurar -que el Señor de la Vida sea testigo- que usarán la Sabiduría bien
y de buena fe.
Desde la antigüedad, los dichos de Ex Oriente Lux han inspirado a muchos santos y sabios a buscar el acorde de
armonía que uniera Oriente con Occidente para beneficio de ambos. San Francisco de Asís debatía con sabios
árabes y khorasanos; Ignacio de Loyola mantenía correspondencia con Maestros de la Tradición; el Emperador
Federico el Grande tenía un consejero árabe; durante el desdichado período de las Cruzadas, los Templarios y
los Hospitalarios celebraban cónclaves secretos para evitar excesos trágicos en ambos lados.

Ya es historia que en la Tradición, el piso en forma de tablero de ajedrez es una característica de ciertas “tekkias”
o “lugares de reunión y poder”: en estos casos, el color negro representa la sabiduría y el trabajo continuo y el
color blanco, la alegría y la Estrella de la Mañana.
Una persona digna que entra en la Tradición debe hacerlo libremente, no por haber sido inducida o porque le
hayan hecho promesas. Está ligada por un juramento a buscar el conocimiento profundo y una conciencia
permanente, de manera tal que pueda progresar y, al hacerlo, tener una influencia en su prójimo.
Un Maestro en al Tradición es alguien que ha sido sometido a un entrenamiento altamente preciso, tanto en su
vida interna como externa o mundana. Su mandato de enseñar viene de una fuente de autoridad intachable y en
todo momento y en todos sus actos responde ante el Gran Diseñador.
La Tradición Sufí no es de ninguna manera incompatible con la vida cotidiana o con actividades loables dentro de
la comunidad. Por cierto, la aspiración de cada Sufí es desarrollar la conciencia interna de nuestro Creador
Divino y, a través de la aproximación a este conocimiento, se hace un bien a sí mismo, a sus allegados y seres
queridos y a su comunidad. Esta adhesión al camino Sufí nunca debe producir conflicto con los poderes de la
Naturaleza, ni suprimir la conciencia profunda.
La Tradición se ofrecen a Occidente con sinceridad y con un propósito profundo. Si el mensaje Sufí encuentra
eco en occidente, entonces que su fraternidad trascienda el tiempo y la distancia y que el hecho de compartir los
secretos brinde a este planeta el Divino Favor .

ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO


DE SANTO TOMAS DE AQUINO
¡Oh, Santísimo Jesús, que aquí sois verdaderamente Dios escondido; concededme desear ardientemente,
buscar prudentemente, conocer verdaderamente y cumplir perfectamente en alabanza, y gloria de vuestro
nombre todo lo que os agrada. Ordenad, ¡oh Dios mío!, el estado de mi vida; concededme que conozca lo que de
mí queréis y que lo cumpla corno es menester y conviene a mi alma. Dadme, oh Señor Dios mío, que no
desfallezca entre las prosperidades y adversidades, para que ni en aquellas me ensalce, ni en éstas me abata.
De ninguna cosa tenga gozo ni pena, sino de lo que lleva a Vos o aparta de Vos. A nadie desee agradar o tema
desagradar sino a Vos. Séanme viles, Señor, todas las cosas transitorias y preciosas todas las eternas.
Disgústeme, Señor, todo gozo sin Vos, y no ambicione cosa ninguna fuera de Vos. Séame deleitoso, Señor,
cualquier trabajo por Vos, y enojoso el descanso sin Vos. Dadme, oh Dios mío, levantar a Vos mi corazón
frecuente y fervorosamente, hacerlo todo con amor, tener por muerto lo que no pertenece a vuestro servicio,
hacer mis obras no por rutina, sino refiriéndolas a Vos con devoción. Hacedme, oh Jesús, amor mío y mi vida,
obediente sin contradicción, pobre sin rebajamiento, casto sin corrupción, paciente sin disipación, maduro sin
pesadumbre, diligente sin inconstancia, temeroso de Vos sin desesperación, veraz sin doblez; haced que
practique el bien sin presunción que corrija al prójimo sin soberbia, que le edifique con palabras y obras sin
fingimientos. Dadme, oh Señor Dios mío, un corazón vigilante que por ningún pensamiento curioso se
aparte de Vos; dadme un corazón noble que por ninguna intención siniestra se desvíe; dadme un corazón
firme que por ninguna tribulación se quebrante; dadme un corazón libre que ninguna pasión violenta le
domine. Otorgadme, oh Señor Dios mío, entendimiento que os conozca, diligencia que os busque, sabiduría que
os halle, comportamiento que os agrade, perseverancia que confiadamente os espere, y esperanza que,
finalmente, os abrace. Dadme que me aflija con vuestras penas aquí por la penitencia, y en el camino de mi vida
use de vuestros beneficios por gracia, y en la patria goce de vuestras alegrías por gloria. Señor que vivís y
reináis, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

Por investigar:
Las tunas corazones de guerreros
El camino de corazon
Chalchihue símbolo del corazon
El tambor y el corazon
Corazon de Jesús en voz confio
Tres corazones
Corazon radiante
Que mi corazon sea arrancado y tiradoalos buitres antes que traicionar la orden

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