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Antecedentes históricos del cargo de Asistente Social en la jurisdicción de

familia
Andres F. Aldana Pardo1- Julio E. Montaña Serrato2
afaldanap@unal.edu.co
Universidad Nacional de Colombia
Colombia

Eje:1. LA INVESTIGACIÓN EN TRABAJO SOCIAL/SERVICIO SOCIAL: CAMINOS


RECORRIDOS Y POR RECORRER
Sub eje: 1.1 Investigación sobre el Trabajo Social/Servicio Social y su historia.

Resumen
Existe una relación histórica entre el Trabajo Social como disciplina y la rama
judicial. Desde sus inicios disciplinares, se ha vinculado la intervención profesional
con el trabajo desarrollado en los juzgados de familia, de adolescentes y de
ejecución de penas. La acción profesional sobre esta área, permite que hoy se
desarrollen construcciones académicas y laborales, sobre la cuestión socio- jurídica
y forense en Colombia desde el Trabajo Social.

La existencia del cargo de Asistente Social en la Rama Judicial colombiana, ha


dinamizado retos y dilemas para el ejercicio profesional, en torno a las funciones y
competencias del Trabajador Social en esta área laboral. No existió una clara

1
Estudiante de décima matrícula de Trabajo Social en la Universidad Nacional de Colombia. Miembro del
Observatorio del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente OSRPA de la facultad de Derecho de la
Universidad Nacional de Colombia. Miembro honorario de la Corporación Centro Jurídico Comunitario y de la
Red Popular de Derechos Humanos de Bogotá REDHUS – Bogotá.

2
Trabajador Social de la Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Intervención Sistémica de Familia
de la Universidad Santo Tomás. Profesional Asistente Social del juzgado 23 de Familia de Bogotá en Oralidad.
definición del tema hasta el año 2016, cuando la Sala Administrativa del Consejo
Superior de la Judicatura, creo el acuerdo PSSA16 – 10551, con el cual se
establecieron las funciones del Asistente Social en los juzgados colombianos.

Con la creación del acuerdo no solo se generaron las funciones, también se visibilizó
la existencia de herramientas y metodologías, construidas por los profesionales del
campo para desempeñar con eficacia y ética, el quehacer del Trabajo Social. En la
actualidad se requiere una vinculación dialógica de la academia en Trabajo Social,
a la intervención desarrollada desde lo socio - jurídico y forense en nuestro país

Palabras claves Rama Judicial, Socio-jurídico, Familia.

Introducción

El desarrollo histórico de la disciplina de Trabajo Social en Colombia tiene directa


relación, con la constitución de la rama judicial y los juzgados en nuestro país. La
cuestión jurídica, se encuentra presente en todo nuestro proceso de formación y
desarrollo profesional y disciplinar como Trabajadores Sociales.

Dialogar en torno a la cuestión socio – jurídica dentro de la profesión, permite


comprender los horizontes de desarrollo disciplinar, desde el trabajo realizado en
la rama judicial por los Trabajadores Sociales, de acuerdo con sus propuestas
metodológicas para la intervención con sujetos procesados y familias inmersas en
procesos judiciales.

A continuación, se desarrollará un recuento histórico de la intervención realizada


en la rama Judicial Colombiana, espacio donde se ha desarrollado nuestro trabajo
profesional desde lo socio – jurídico en la disciplina, con el objetivo de analizar y
comprender los retos y perspectivas profesionales para Trabajo Social en la rama
judicial, desde las funciones adscritas al cargo de Asistente Social.

CUERPO DE LA PONENCIA

El surgimiento del cargo de Asistente Social en la jurisdicción de Familia en


Colombia (Juzgados de Familia, Juzgados de Menores - hoy Juzgados Penales
para adolescentes y Juzgados Promiscuos de Familia), se encuentra asociado a la
historia, desarrollo y evolución de la profesión de Trabajo Social en Colombia y
América Latina, e igualmente relacionada con los cambios y transformaciones que
ha tenido la sociedad y la familia en Colombia, desde la década de 1930 a este
momento

Para comprender la historia del cargo de Asistente Social en los Juzgados de


Colombia, es pertinente hacer un análisis comparativo del avance y desarrollo de la
profesión de Trabajo Social en nuestro país, retomando los aportes que se
encuentran en los estudios de los siguientes textos: 1) Historia del Trabajo Social
en Colombia: 1900 – 1975, elaborado por María Eugenia Martínez, Myriam López
Nieto & Otras, 2) Historia de Trabajo Social en Colombia de Jorge Torres Díaz y 3)
Apuntes para una historia del CONETS de Jesús Glay Mejía.

Igualmente, se retoma la legislación de familia y menores relacionadas al cargo de


Asistente Social desde el año de 1936 hasta el año 2016, información que se
encuentra en los Diarios Oficiales y los Acuerdos emitidos por la Sala Administrativa
del Consejo Superior de la Judicatura.
Esta historia se dividirá en cuatro grandes fechas, la primera de 1936 a 1967; la
segunda de 1968 a 1986, la tercera de 1987 a 1990 y la cuarta de 1991 al año 2016.

1936 a 1967.

Los dos libros de historia de Trabajo Social, concuerdan que la profesión de Trabajo
Social en Colombia, inicia el 22 de octubre de 1936 en el Colegio Mayor de Nuestra
Señora del Rosario en la ciudad de Bogotá, por iniciativa de la Asistente Social
María Carulla de Vergara, con la primera Escuela de Servicio Social. Los
profesionales de este período se dedicaban a programas de beneficencia,
asistencia pública, obras comunitarias y auxilio psicológico a personas en estado de
indigencia.

La primera escuela empieza a funcionar en 1937, surge con el apoyo de la empresa


privada y con marcada orientación religiosa desde el catolicismo. Esta escuela, no
tuvo una existencia larga y la formación estaba dirigida a las mujeres de la élite de
la ciudad de Bogotá.

Dentro de la formación profesional, el Asistente Social recibía entre otras clases,


legislación social a través de cátedras de Derecho. Una de las funciones que se le
asignaba al Asistente Social era ayudar en las instituciones donde resolvían
problemas legales, y hacer seguimiento a los casos de menores que cometieron
delitos, procesos que se adelantan en los Juzgados de Menores, desde la lógica de
ayuda y control para evitar la reincidencia.

En 1942, se crea el Ministerio de Educación Nacional y con la Ley 48 de 1945 el


Estado organizó los Colegios Mayores de Cultura Femenina en Antioquia, Bolívar,
Cauca y Cundinamarca, con carreras cortas y auxiliares dentro de las cuales se
ubica el Servicio Social.

El nombre del cargo de Asistente Social en los Juzgados en Colombia, surge con la
Ley 83 de 1946 (Ley Orgánica de la Defensa del Niño), que en su artículo 2° dice:
“que en cada capital de departamento habrá un funcionario judicial denominado
Juez de menores”, quien conoce la parte penal y la situación de abandono o peligro
moral o físico de los menores.

La misma Ley menciona como cargos del Juzgado de Menores el siguiente: El


médico psiquiatra (art. 6), el Promotor – Curador de Menores (actual Defensor de
Familia, art. 7), el Oficial de estadística (art. 8) y los Delegados de estudio y
vigilancia (cargo actual de Asistente Social, art. 9).

En cuanto a los Delegados de Estudio y Vigilancia dice “que actuarán bajo la


dirección del Juez de Menores, con el fin de estudiar a los menores que
comparezcan en el juzgado, en especial a los que hayan sido sometidos a libertad
vigilada”.

El estudio a los menores hace referencia a la función social de evaluación, donde


plantea que el delegado de Estudio y Vigilancia “debe observar el medio en que el
menor vive, sus tendencias, su conducta y antecedentes familiares y personales;
permanecerán en contacto con la familia del menor o con la familia o institución a la
que hubiere sido confiado; rendirán al juez, cuando lo crean conveniente, y al menos
una vez por mes, informe sobre la situación material y moral de los menores
confiados a su vigilancia, y propondrán al juez la adopción de medidas que crean
más ventajosas”.
Dicha ley dice que “Los delegados de estudio y vigilancia serán escogidos entre las
personas de ambos sexos que exhiban ejemplar conducta moral, y que hayan hecho
estudios especiales en escuelas de servicio social o que muestren señalada
vocación social, para la protección de la infancia y hayan hecho estudios educativos
en institución privada o pública, este cargo hace parte de la nómina del juzgado.

La parte final de la Ley 83 de 1946, permite que el cargo sea ocupado por
profesionales en Asistencia Social y personas que no hayan estudiado esta
profesión; configurando uno de los motivos por los cuales se desdibuja las funciones
sociales asignadas al Asistente Social. El cargo de Delegado de Estudio y Vigilancia
en los Juzgados de Menores permanece hasta el año de 1968 aproximadamente.

Por su parte el Trabajador Social Jesús Glay Mejía en su libro “Apuntes para una
historia del CONETS” dice que
“en 1951 las Escuelas de Asistencia Social que funcionaban en el país,
vinculadas a los Colegios Mayores, decidieron constituir la Asociación
Colombiana de Escuelas de Servicio Social, con el propósito de impulsar el
proceso de cambio de una profesión de nivel intermedio y asistencial, a una
profesión de carácter universitario con una formación científica y
metodológica”. (Glay, 2003)

Agrega, que en 1960 la Escuela de Servicio Social de Medellín logró el


reconocimiento universitario y otorga el título de Licenciatura en Servicio Social.

Por lo anterior, en el año 1966 se traspasa la Escuela de Servicio Social del Colegio
Mayor de Cultura Femenina de Cundinamarca -hoy Colegio Mayor de
Cundinamarca- a la Universidad Nacional de Colombia; con esto Trabajo Social
continúa con su nivel profesional universitario.

1968 a 1986

El 4 de marzo de 1969 se expide el Decreto N° 307, el cual fija provisionalmente


sueldos básicos al personal de la Rama Judicial, en el capítulo XIII, deja de
mencionar el cargo de Delegado de Estudio y Vigilancia y lo denomina Educador
Social. Este cargo dura menos de un año, mientras entra en vigencia el Decreto 900
de 1969.

El Decreto 900 del 31 de mayo de 1969, establece la División Territorial Judicial de


Colombia, separando el área civil de lo penal en los Juzgados de Menores; por ello
en Bogotá se crea del juzgado 1° al 8° Civil de Menores y del Juzgado 1° al 6° Penal
de Menores, empiezan a funcionar el 1° de septiembre de 1969.

El Decreto dice que cada Juzgado Civil de Menores y Penal de Menores, está
integrado por: juez, secretario, oficial mayor, asistente social, escribiente 1°,
escribiente 2° y un citador. Esta es la primera vez que se usa el término de Asistente
Social.

A su vez el Trabajador Social Jorge Torres Díaz, en su libro Historia de Trabajo


Social en Colombia comenta: “Con el transcurrir de los años los planes de estudio
y el ejercicio profesional se fueron modificando, dependiendo del incremento de la
problemática social, las formas de producción, las leyes de seguridad social y la
modernización del Estado”.
Es por ello que para 1970, se cambia la expresión en la academia y en las
universidades, la profesión denominada Asistencia Social o Servicio Social se
cambia por la profesión de Trabajo Social; en nuestro País la profesión de Trabajo
Social es reconocida mediante la Ley 53 de 1977 y el Decreto 2833 de 1981, que
reglamenta el ejercicio profesional.

El decreto 900 de 1969, no precisa funciones sociales ni requisitos mínimos para


ocupar el cargo de Asistente Social; siendo este el otro gran motivo por el cual
personas que no son profesionales en Trabajo Social pueden ocupar este cargo.

1987 a 1990

El avance sobre el cargo de Asistente Social en los Juzgados Civiles de Menores y


Juzgados Penales de Menores, lo genera el ESTATUTO DE LA CARRERA
JUDICIAL a través del Decreto 052 del 13 de enero de 1.987, que en su Título IV
sobre funciones y requisitos de los empleos, art. 40, dice: “Fijase las siguientes
funciones para el ejercicio de los empleos de la Rama Jurisdiccional y de las
Fiscalías- Asistente Social: Colaborar con el Juez de Menores, en la realización de
visitas, encuestas y la orientación psicológica y social del menor y sus familias“.

El artículo 41 del mismo Decreto, dice que para ocupar el cargo del Asistente Social,
se exige como requisitos mínimos haber aprobado un año de estudios superiores
(no menciona profesión), y tener un año de experiencia como oficinista. Los
requisitos mínimos enunciados, para ocupar el cargo de Asistente Social en los
Juzgados Civiles de Menores y Penales de Menores, establecidos en el decreto 052
de 1987, permite que personas no tituladas en Trabajo Social ocupen este cargo.
El mayor avance para el cargo de Asistente Social en la Rama judicial se logra con
el Decreto 2272 de 1.989, el cual crea la Jurisdicción de Familia, constituida por la
Sala de Familia ante el Tribunal Superior del Distrito Judicial, los Juzgados de
Familia, los Juzgados Promiscuos de Familia y los Juzgados de Menores (hoy
juzgados penales de adolescentes).

El artículo 15 del mencionado Decreto, dice que para ocupar el cargo de Asistente
Social, de esta Jurisdicción, requiere ser Trabajador Social, graduado y titulado.
Este Decreto no hace ninguna alusión a funciones para este cargo, por consiguiente
sigue manteniendo las funciones establecidas en el Decreto 052 de 1987.

Es por esta razón que desde el año de 1989, se crean en Bogotá los Juzgados de
Familia del primero al Veintiuno, y del Juzgado primero al sexto de Menores (hoy
Juzgados Penales para Adolescentes). En el resto del país, en las grandes ciudades
capitales de departamentos se crean los Juzgados de Familia y Juzgados de
Menores, en las ciudades intermedias y pequeños circuitos judiciales se crean los
juzgados Promiscuos de Familia; en estos juzgados el cargo de Asistente Social es
ocupado por profesionales en Trabajo Social.

El Decreto 2272 de 1989, permite que las personas que venía ocupando el cargo
de ASISTENTE SOCIAL en propiedad o carrera Judicial, sin ser Trabajadores
Sociales, puedan seguir ocupando dicho cargo hasta que su jubilación, ocurrió en
los Juzgado más antiguos, es decir hasta el Juzgado 8º de Familia y el 6º de
Menores; porque del Juzgado 9º de Familia en adelante, el cargo era desempeñado
por Trabajadores Sociales. Cuando en los Juzgados de Familia y de Menores, el
Asistente Social se pensionaba, el cargo era ocupado por un Trabajador Social.
1991 al 2016.

Con la Constitución del año 1991, se crea el Consejo Superior de la Judicatura y los
Consejos seccionales de la Judicatura, con sus dos salas: Disciplinaria y
Administrativa.

La Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, tiene dentro de sus


funciones la creación, supresión, traslado de Juzgados y asignación de funciones a
cada uno de los cargos de la Rama Judicial; estas funciones son precisadas
mediante la Ley 270 de 1996, conocida como Ley Estatutaria de Administración de
Justicia, igualmente convocar a concurso abierto para proveer las vacantes en los
cargos de carrera judicial.

Es por ello que con el Acuerdo 160 del 29 de noviembre del año 1994, emitido por
la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, se convoca a concurso
de méritos para empleados de carrera en: Las Altas Cortes, Tribunales Superiores
del Distrito Judicial y de los Juzgados de la República.

En este concurso, uno de requisitos para ocupar entre otros, el cargo de Asistente
Social, es ser profesional en Trabajo Social y tener experiencia relacionada en el
cargo, esta convocatoria se ciñe a lo previsto en el Decreto 2272 de 1989. El
desarrollo de este concurso duró en trámite aproximadamente 6 años, es decir que
para el año 2000, se posesionaron en propiedad o carrera judicial los concursantes.
Por esta razón a nivel de todo el país en los Juzgados de Familia, Promiscuos de
Familia y los actuales Juzgados Penales de Adolescentes, el cargo de Asistente
Social es ocupado en su mayoría por Trabajadores Sociales.
El Acuerdo 160 de 1994, abrió a convocatoria para el cargo de Asistente Social
grado 18°, para los Juzgados de Ejecución de Penas y Medidas y los Centros de
Servicios Administrativos para los Juzgados de Ejecución de Penas y Medidas. Para
el cargo, teniendo por requisito ser profesionales universitarios en: Trabajo Social,
Psicología o Sociología.

A través del Acuerdo N° 106 de fecha 16 agosto de 2006, emitido por el Consejo
Superior de la Judicatura - Sala Administrativa del Consejo Superior de la
Judicatura, se convoca a nuevo concurso de mérito para conformar el registro
seccional de elegibles para los cargos de empleados de carrera de: Tribunales,
Juzgados y Centros de Servicios Judiciales.

En dicho Acuerdo, se convoca para ocupar el cargo de Asistente Social grado 18°,
en los Centros de Servicios y Juzgados de Ejecución de Penas y Medidas; y el cargo
de Asistente Social grado 1° para los Juzgados de Familia, Promiscuos de Familia
y Menores. Los requisitos exigidos para ocupar este cargo es tener título de
formación universitaria en Trabajo Social, Psicología o Sociología y tener dos años
de experiencia relacionada.

Es por ello que a partir de esta fecha, existen profesionales del área de Psicología
que están ocupando el cargo de Asistente Social grado 1° en los Juzgados de
Familia, Juzgados Promiscuos de Familia y Juzgados de Menores.

El salto a la Oralidad en el Sistema Judicial Colombiano:


La Rama Judicial como sistema encargado de la administración y aplicación de la
justicia en Colombia, en su PLAN SECTORIAL DE DESARROLLO DE LA RAMA
JUDICIAL 2007-2010, ha planteado dentro de sus objetivos cambiar el modelo
escrito al modelo oral, hacia actuaciones verbales en audiencias públicas.

Basado en este plan de desarrollo se empieza a experimentar el modelo de oralidad


en los Juzgados de Familia de Bogotá, creándose el Juzgado 23° de Familia Piloto
en Oralidad, bajo el Acuerdo N° PSAA08-4612 de fecha 12 de marzo de 2008 y el
Acuerdo PSAA08-4727 de fecha marzo 27 de 2008, creando el Juzgado 8° de
Familia Piloto en Oralidad. Estos acuerdos son emitidos por la Sala Administrativa
del Consejo Superior de la Judicatura, incluyendo los cargos de Asistente Social en
estos dos Juzgados de familia.

Con acuerdo de fecha 31 de julio de 2013, emitido por la Sala Administrativa del
Consejo Superior de la Judicatura, aparecen nueve Juzgados de Familia de “Planta”
para la ciudad de Bogotá, es decir, se constituyen del Juzgado 24 al 32 de Familia.
Desde ese momento, todos los juzgados de familia se llaman Juzgados de Familia
de Bogotá en Oralidad y van del Juzgado 1° al 32 para la ciudad de Bogotá, todos
estos Juzgados tienen el cargo de Asistente Social.

Otro cambio en la Rama Judicial se da con el Acuerdo N° PSAA15-10445 de fecha


16 de diciembre de 2015, emitido por la Sala Administrativa del Consejo Superior
de la Judicatura, creando los Centros de Servicios Judiciales, reestructurando los
Juzgados de Familia de Bogotá. En el artículo 9° asigna funciones al área de
Asistencia Social, tales como asesorar al Juez de Familia en la ciencias del
comportamiento humano y en las políticas de protección; apoyar al Juez con la
evaluación socio-familiar; elaborar conceptos e informes sociales y apoyar en la
conciliación.

En este modelo de Centros de Servicios Judiciales, todos los profesionales que


ocupan el cargo de Asistentes sociales de los Juzgados de Familia de Bogotá, salen
del Juzgado y pasan a dicha Unidad Administrativa y van a depender de un Jefe
denominado Profesional Director del Centro.

Este Acuerdo PSAA15-10445, generó protesta de los empleados y funcionarios de


los Juzgados Civiles y de Familia durante el año 2016, protesta que termina con la
“suspensión” de dicho acuerdo en varias ocasiones, suspensión que va hasta el 30
de junio de 2018.

Pese a que el cargo de Asistente Social de los Juzgados de Familia, Promiscuos de


Familia y Juzgados Penales para Adolescentes, fue profesionalizado mediante el
Decreto 2272 de 1989 y todos los cambios que ha tenido la Jurisdicción de Familia
en Colombia. No EXISTÍA precisión en cuanto a las funciones sociales, en principio
siempre se remitía al Decreto 052 de fecha 13 de enero de 1987, denominado
Estatuto de la carrera judicial, donde dice que las funciones sociales son: realizar
visitas sociales, encuestas, orientación psicológica y social del menor y su familiar.

En la práctica laboral e historia del cargo de Asistente Social de los Juzgados de


Familia, Promiscuos de Familia y Penales de Adolescentes, desde 1989 a la fecha,
al cargo le han asignado muchas funciones, tareas de tipo administrativo y
secretaria, que no permiten un buen desempeño en las verdaderas funciones psico-
sociales del cargo de Asistente Social.
Por lo anterior, los profesionales del cargo de Asistentes Sociales de la Jurisdicción
de Familia en Colombia, conformados por los Juzgados de Familia, Promiscuos de
Familia y Juzgados Penales para Adolescentes, han adelantado peticiones desde
el año 1989 hasta el año 2016 ante las diferentes autoridades dentro de ellas a la
Sala Administrativa, para que precisen o aclaren las funciones del cargo del
Asistente Social de la Rama Judicial, para la especialidad de Familia.

Estas funciones del Asistente Social de la Rama Judicial en Colombia, se precisan


por la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, a través del
acuerdo N° PSAA16-10551 del 04 de agosto de 2016, estableciendo objetivos y
funciones rectores al desempeño de dicho cargo en la rama judicial.

El artículo 2° del Acuerdo N° PSAA16-10551 del 04 de agosto de 2016, estableció


doce funciones para el cargo de Asistente Social de la especialidad de Familia,
estas funciones son:

1) Participar en el Desarrollo de la Política Estatal de Protección a la Familia,


los niños, niñas, adolescentes y personas en situación de discapacidad mental.

Esto implica revisar el Plan de Desarrollo de Bogotá del actual Alcalde Mayor, en lo
concerniente a familia, niños, niñas, adolescentes y discapacitados mentales; de la
misma manera revisar el Plan Sectorial de Desarrollo de la Rama Judicial que se
encuentre vigente, lo mismo que el Sistema de Gestión de Calidad del Sistema
Judicial

2) Realizar diagnósticos y valoraciones psicosociales.


Cada uno de los Asistentes Sociales de los Juzgados de Familia, tiene su propia
forma y estilo de realizar la evaluación socio familiar, usando diferentes técnicas e
instrumentos para la recolección de la información socio familiar.

Las técnicas sociales son: lectura social del expediente, entrevista individual y/o
entrevista grupal, observación directa / participante, visita social (domiciliaria,
institucional y/o laboral), la reflexión de la problemática y/o comportamientos,
encuentros de padres, encuentros de familia.

Los instrumentos sociales son: diario de campo o registro, guía de observación, guía
de entrevista, fotografía, grabación y el informe social, el cual termina con un
concepto social que puede incluir sugerencias y recomendaciones; otras técnicas
son las dinámicas de grupo, técnicas de juego o lúdicas..

3) Realizar entrevistas privadas a niños, niñas, adolescentes y persona(s) en


situación de discapacidad mental cuando las partes lo soliciten, el Ministerio Público,
el Defensor de Familia, el menor involucrado, el titular del despacho o cuando el
menor se encuentre en situación de riesgo.

Para el cumplimiento de esta función, es conveniente contar con espacios locativos


adecuados para tal fin, que tenga privacidad y cuente con los elementos básicos
que ayuden a generar la confianza y empatía con los niños, niñas o adolescentes.
Se puede constituir equipos interdisciplinarios donde pueden participar, el Juez de
Familia, el Ministerio Público y/o el Defensor de Familia.

4) Realizar visitas domiciliarias para la elaboración de estudios socio


familiares, dentro de los procesos de conocimiento de la Especialidad de Familia
que permitan identificar las condiciones físicas, económicas, ambientales,
psicosociales y socio familiares de los usuarios.

El Asistente Social puede intervenir en todos los asuntos que estén involucrados los
niños, niñas, adolescentes y personas en condición de discapacidad mental.

5) Proponer desde el diagnóstico psicosocial, estrategias viables para


superar las problemáticas que se presentan en los casos objeto de estudio en la
Especialidad de Familia desde lo individual, familiar y social.

Permite que durante el tiempo en que se realice el estudio diagnóstico socio-


familiar, se puedan adelantar acciones psicosociales de intervención de manera
simultáneas en procura de generar cambios en el comportamiento individual, grupal
y familiar. Estas ayudas psicosociales pueden ser de: consultoría de familia, socio-
orientación, psico-orientación, reflexión, consejería social y psicológica, psicoterapia
breve, remisiones, construcción redes sociales e institucionales de apoyo;
igualmente se puede posibilitar el seguimiento social para evaluar – acompañar, el
seguimiento a las órdenes impartidas por el Juez.

En este proceso de apoyo psicosocial se puede generar espacios para la


intervención en equipo interdisciplinario con El Defensor de Familia del Juzgado, El
Ministerio Público asignado al Juzgado y/o con los demás profesionales de las
instituciones que conforman la red social de apoyo que interviene a la familia.

6) Participar en las diferentes etapas del proceso, efectuando el estudio,


diagnóstico, asesoría y terapia familiar.
Sobre esta función, se busca que el Asistente Social desarrolle procesos de
intervención sobre la realidad familiar y contextual de una persona, realizando
procesos de seguimiento y evaluación sobre el sujeto procesado, donde prime la
lógica de prevención desde la intervención social, haciendo del diagnóstico,
asesoría y terapia elementos claves para aportar en el proceso experimentado por
la persona y sus familiares, desde el paradigma de los Derechos Humanos como
motor de garantías para el procesado o persona involucrada en proceso de familia.

7) Intervenir en las Audiencias de Conciliación, orientándolas con los


recursos personales con que cuentan los actores sociales, como medida de
atención dentro del conflicto y las diferencias existentes.

Al respecto se hace “propuesta de intervención social” que se denomina


“PREPARACIÓN PARA LA AUDIENCIA DE CONCILIACIÓN DESDE LO SOCIAL”,
propuesta que se puede implementar el cualquier caso que sea contencioso, el cual
consiste en tres etapas:

1) Escuchar desde lo psicosocial, sin juzgar, de manera individual a cada una


de las partes (demandante/demandado), esto se realiza en las instalaciones del
Juzgado, escuchando a los apoderados e implementando técnicas de investigación
e intervención social, se debe llevar un “diario de campo” o registro de la
información. Se puede iniciar el proceso de intervención desde que se admite la
demanda en todos los procesos que sean susceptibles de conciliación. El
demandado se escuchará después de que sea notificado de la demanda.

2) Realizar por lo menos una sección de encuentro de las partes, padres y/o
parejas, usando el espacio del juzgado, con el objetivo de sensibilizar, reflexionando
sobre su situación actual, sus comportamientos y posibles salidas - soluciones
equilibradas, sin confrontación.

3) El encuentro familiar total, donde participan las partes y/o los padres y sus
hijos, igualmente pueden participar otros miembros del sistema familiar. Esta sesión,
se puede realizar en las instalaciones del Juzgado o en los domicilios de las partes;
se puede contar igualmente con el apoyo en equipo interdisciplinario con el
Defensor de Familia del I.C.B.F., adscrito al Juzgado. En ésta etapa se pueden usar
técnicas lúdicas (juegos) y reflexión.

Con este proceso de preparación, las personas llegan a la audiencia de conciliación


sensibilizadas, ya han reflexionado sobre su situación familiar y es más fácil
encontrar puntos de acuerdo, solución a sus problemas. Es un “acuerdo que tiene
vida”, es decir se ajusta a los cambios, ciclos y movimientos internos de las
relaciones familiares, las personas aprenden que cada vez que tienen un problema
o una dificultad la pueden resolver sin estar acudiendo al sistema judicial o policivo.

Desjudicializar sus conflictos, sus dificultades y desde la parte social resolver de


mejor manera sus dificultades, desde el perdón y el amor, para tener paz y
tranquilidad, partiendo de la idea básica que siempre serán padres, siempre serán
una familia y que lo mejor es ser amigos, para brindar tranquilidad y seguridad a los
hijos y a su vez enseñarles el medio propicio de resolver los conflictos.

De esta forma, la preconciliación junto con el proceso de preparación para la


audiencia de conciliación desde lo social, permite construir acuerdos más rápidos,
efectivos y duradero. La ayuda psicosocial permite restablece y clarifica el vínculo
afectivo y las responsabilidades de todas las personas que integran la familia y el
sistema familiar.

8) Efectuar visitas domiciliarias, de manera periódica, a los interdictos y


a aquellos niños, niñas y adolescentes que son sujetos de guarda, con posterioridad
al fallo conforme lo preceptúa la Ley 1306 de 2009, para efecto de la revisión del
estado del inhábil y del pupilo.

Refiere al seguimiento social, a fin de evaluar las órdenes del Juez dadas en la
Sentencia, en la cual se debe hacer entrega de informes sociales de manera
periódica, este seguimiento debe ser una vez al año.

9) Presentar los estudios y diagnósticos en las reuniones de Staff, para


que mediante el análisis y discusión del equipo interdisciplinario se identifiquen las
medidas más convenientes para los niños, niñas adolescentes o persona(s) en
situación de discapacidad mental.

Esta función compete a la conformación reuniones de equipo técnico


interdisciplinario entre los Asistentes Sociales, para el estudio y análisis de caso,
para reflexionar e identificar las medidas más convenientes a aplicar.

10) Orientar a los usuarios de la Especialidad de Familia, desde lo social y


familiar, en los procedimientos e instancias a las que pueden acudir en la búsqueda
de soluciones a las problemáticas que los aquejan.
Esto refiere a la función de socio-orientación, psico-orientación, consejería social,
que se puede implementar en cualquier etapa procesal, haciendo las respectivas
remisiones a las redes sociales de apoyo.

11) En coordinación con los Jueces, Defensores de Familia y el Ministerio


Público, gestionar ante las redes de apoyo interinstitucional en asuntos de familia,
la agilización y cumplimiento de las decisiones judiciales y realizar la orientación
socio-familiar a usuarios.

Realización de intervenciones del Asistente Social del Juzgado de Familia, en la


construcción de redes sociales de apoyo interdisciplinario e interinstitucional, a fin
de dar cumplimiento a las órdenes judiciales, trabajando con las redes primarias y
secundarias y las instituciones que conforman el contexto social de los sujetos.

12) Capacitar a los usuarios de los Juzgados de la Especialidad de Familia,


funcionarios y empleados a través de talleres reflexivos, conferencias, videos y foros
a grupos de población específicos sobre temáticas relacionadas con la estructura y
dinámica de la familia, como manejo de la autoridad, comunicación, afectividad,
violencia intrafamiliar, derechos y deberes en la familia.

Hace referencia a la función de educación del Asistente Social, se puede coordinar


con la Defensoría de Familia adscritas a los Juzgados, para realizar estas
actividades con los usuarios que consultan a diario a los defensores de Familia, en
sesiones muy cortas al momento en que les asignan turnos para ser atendidos.
Con la implementación y puesta en marcha de las funciones establecidas en este
acuerdo, es decir la práctica y experiencia profesional de los Asistente Sociales de
los Juzgados de Familia, se hacen los respectivos ajustes y modificaciones, con
miras a brindar un mejor servicio a los usuarios de los Juzgados de familia, a aportar
un grano de arena desde lo psicosocial al proceso de paz y cambio social que está
viviendo nuestro país.

Lo anterior fue presentado como propuesta al desarrollo e implementación de las


funciones del cargo de Asistente Social de la Especialidad de Familia, el día 21 de
marzo de 2017 ante la Sala de Familia del Tribunal Superior de Bogotá D.C.

De la misma manera, el Juez 3° de Familia de Oralidad de Cali, Valle del Cauca, Dr.
Armando Ruiz Domínguez y la Trabajadora Social del mismo juzgado, María
Carmenza Ciro, elaboraron un documento denominado PROTOCOLOS PARA LA
ATENCIÓN INTEGRAL FAMILIAR y PREPARACIÓN PARA LA FASE DE
CONCILIACIÓN (PAPIFC), propuesta de investigación - intervención que surge de
la implementación del Acuerdo N° PSAA16-10551 del 04 de agosto de 2016,
propuesta registrada por escrito ante la Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla y la
Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura.

CONCLUSIONES

La historia y desarrollo de Trabajo Social como profesión en Colombia, se encuentra


relacionada, con el devenir histórico de los Juzgados de Familia en Colombia,
partiendo desde la Ley 83 del año 1946, Ley Orgánica de la defensa del Niño hasta
lo previsto en el Acuerdo N° PSAA16-10551 del 04 de agosto de 2016.
En el trasegar histórico, el cargo que ha ocupado TRABAJO SOCIAL ha tenido tres
denominaciones:

1. Delegado de Estudio y Vigilancia, dado por la Ley 83 de 1946 que crea el


Juzgado de Menores, nombre que fue usado hasta el año 1969.

2. Educador Social, dado por Decreto 307 del 04 de marzo de 1969, solo duró
unos meses.

3. Asistente Social, nombre asignado por el Decreto 900 de 1969, norma que
crea los Juzgados Civiles de Menores y los Juzgados Penales de Menores. Para la
década de 1960 las Escuelas de Trabajo Social se llamaban Servicio Social y el
profesional le otorgaban el título de Asistente Social. Es por ello que el nombre dado
al cargo de Asistente Social ha perdurado hasta la fecha.

Igualmente, las funciones del cargo que ha desempeñado el Trabajador Social en


la Rama Judicial, específicamente en los Juzgados de Familia han tenido avances
y retrocesos históricos, a tal punto que las funciones sociales se pierden o
desdibujan desde el año 1969, hasta que se definen de una manera tangencial con
el Decreto 052 de 1987, denominado Estatuto de Carrera Judicial y quedando claras
con el Acuerdo N° PSAA16-10551 del 04 de agosto de 2016 emitido por la Sala
Administrativa.

Históricamente el Trabajador Social de la rama judicial ha enfrentado, serios retos


en torno a sus funciones y tareas para la intervención, desde su trato nominal como
Asistente Social hasta la pérdida y confusión de funciones con, tareas de orden
ejecutivo y administrativo. A 2018 esta situación no es la excepción, es necesario
que los profesionales de esta área conozcan sus funciones en relación a la rama y
su trabajo en los juzgados, es imperante que se socialice con el fin de mejorar e
impulsar el trabajo a desarrollar como profesionales en el área jurídica.

Es necesaria la formación del profesional en torno a metodologías, métodos y


herramientas que faciliten su quehacer para la intervención, es menester que se
usen espacios como la escuela judicial Rodrigo Lara Bonilla, y la vinculación de la
academia para plantear escenarios y espacios de formación que faciliten el proceso
de acción en el área socio - jurídica. Ahora bien, este trabajo debe ser dialógico y
articulado, no puede ser unidireccional y sólo desde la visión académica, es
necesario un trabajo conjunto desde las construcciones que hechas desde el trabajo
profesional y sus experiencias y el aporte de los académicos, sobre este área de la
disciplina.

El desarrollo del Trabajo Social en la rama judicial, se ancla en la construcción


desde lo jurídico social, siendo clave pensar la formación del profesional en métodos
y metodologías interdisciplinares, que integren el pensamiento y contribución de lo
jurídico, en la realización de la intervención profesional. Es elemental pensar el
trabajo social socio - jurídico como área de acción profesional, ligada al desarrollo
e historicidad de la profesión en Colombia.

Es necesaria la presencia de la academia en el proceso de investigación a partir del


trabajo realizado desde los Trabajadores Sociales de la rama judicial, con ello
reconocer la pertinencia e importancia de la acción profesional llevada a cabo,
desde los juzgados. Es menester que la academia de Trabajo Social en Colombia,
se interese por los retos y desafíos del profesional en su ejercicio, que no solo
investigue desde el concepto socio jurídico, sino sobre las dinámicas del Trabajador
Social dentro de esta área laboral y disciplinar.

Generar cambios y en la forma de realizar investigación - diagnóstica e intervención


de los profesionales en Trabajo Social, Psicología que ocupan el cargo de Asistente
Social de los Juzgados de Familia, Juzgados Promiscuos de Familia y los Juzgados
Penales para Adolescentes, desde el paradigma de los derechos humanos con
perspectiva diferencial, incursionando en el peritaje social forense, área de
desempeño profesional que nos permite desarrollar mejor nuestro trabajo, y
aumenta la eficacia en el proceso judicial a través, de los aportes desde lo social al
dictamen pericial.

Referencias bibliográficas

Congreso de la república. (1977). Ley 53 de 1977. Ley mediante la cual se


formaliza la profesión de Trabajo Social en Colombia. Gaceta del Congreso. Bogotá

Congreso de la República. (1981) Decreto 2833 de 1981, reglamentación del


ejercicio profesional del Trabajador Social en Colombia. Gaceta del Congreso.
Bogotá

Congreso de la República. (1946). Ley 83 de 1946 Ley Orgánica de la


Defensa del Niño. Gaceta del congreso Bogotá

Consejo Sup. De la Judicatura. (2016). ACUERDO N° PSAA16-10551. Sala


Administrativa. Gaceta del Congreso. Bogotá
Glay, J. (2003). Apuntes para una historia del CONETS. CONETS. Bogotá

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Judicial de Colombia. Gaceta de la Judicatura. Bogotá.

Judicatura. (1987) Decreto 052 del 13 de enero de 1.987, Estatuto de la


Carrera Judicial. Archivo Consejo Superior de la Judicatura. Bogotá

Judicatura. (1989). Decreto 2272 de 1.989, mediante el cual se crea la


Jurisdicción de Familia. Gaceta del Congreso. Bogotá

López, M & Otras. (1981). Historia del Trabajo Social en Colombia 1900 –
1975. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá D.C.

Torres J. (2006) Historia del Trabajo Social en Colombia. Grupo Editorial


Lumen. 3 Edición. Bogotá

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