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ARQUEOLOGÍA GRIEGA Y HELENÍSTICA

Tema 2: El bronce en el Egeo: La civilización de las Cícladas, Creta y MIcenas


Tema 3: Los siglos oscuros y el periodo geométrico
Tema 4: Las relaciones entre Grecia y Oriente, el periodo orientalizante
Tema 5: La arquitectura religiosa
Tema 6: El desarrollo de la polis arcaica
Tema 7: El periodo arcaico: La escultura
Tema 8: Periodo arcaico III: Cerámica, pintura
Tema 12: La escultura de época severa y los grandes artistas de época clásica
Tema 13: Arquitectura y urbanismo helenísticos
Tema 14: El retrato helenístico y la escultura como expresión de la sociedad helenística
TEMA 2. EL BRONCE EN EL EGEO: LA CIVILIZACIÓN DE LAS CÍCLADAS, CRETA Y
MICENAS.

1. Origen de la civilización occidental.

No posee la misma riqueza agrícola que otras culturas orientales como Egipto y Mesopotamia
pero su situación geográfica es clave para un gran desarrollo artesanal y comercial en el
ámbito del Mediterráneo oriental (Egipto, costa sirio fenicia, Oriente Próximo, Asia Menor,
península balcánica). Este contexto y estos influjos del exterior serán los que potencien la
lenta evolución local desde el Neolítico hacia formas más desarrolladas pero sin el papel
protagonista exclusivo que se les asignaba dentro del esquema difusionista (Gordon Childe).

Las Cícladas deben su nombre a Suntas, arqueólogo griego del siglo XIX, que usó el término
círculo (cicládico) en torno a la isla de Delos. Clima mediterráneo y ricas en materias primas
como mármol, cobre, obsidiana, plata. Gran desarrollo de la pesca.

Se inician las excavaciones en la segunda mitad de siglo XIX en la necrópolis de Filacopi


(Melos) con tumbas intactas colmadas de cerámicas que pasarán a los museos Europeos.
Años después, Papadopoulos exploró la necrópolis de Chalandriani (Siros) (inhumación en
fosa) y comete el error de clasificar los objetos como romanos por ser distintos a los
cretenses. A finales del siglo XIX se inicia la investigación científica en las islas por
franceses, alemanes, americanos, griegos... Lo más interesante es el descubrimiento de
Santorini (Thera).

2. Cronología

Para la Edad del Bronce, la cerámica es la clave, el “fósil-guía” para determinar la secuencia
de los períodos por su amplia presencia y nos permite establecer cronologías

relativas a través de su evolución en la tipología y decoración.


Otro elemento determinante es la cronología comparada con la egipcia, a través de la
presencia de cerámicas minoicas en su territorio, que nos permite establecer cronologías
absolutas (listas dinásticas).

3. La Cultura Cicládica en el Bronce Antiguo (3100- 2000 a. C.): Grupo de Grotta-Pelos,


Grupo de Keros-Syros, Grupo de Kastri

Es la más conocida expresión del arte cicládico antiguo por su originalidad. Son de mármol y
proceden de los ajuares de la necrópolis. Se diferencian tres tipologías: plastiras, louros y
violín. Su tamaño varía entre 5 cm. Y 1,5 metros. Responden a una forma de religiosidad
desconocida, debido en parte a que han sido encontradas en contextos arqueológicos poco
definidos (ajuar funerario, representación de divinidades?).

- Plastira: figuras femeninas, gran esquematización, se marcan los signos de la


feminidad, brazos unidos en el pecho.
- Louros: sin género, brazos en horinzontal.
- Violín: muy esquemáticos pero decorados con collares.

A finales del Cicládico Antiguo hacen su aparición otras tipologías, destacando los músicos.

Los primeros descubrimientos (pithoi) se producen hacia 1878 en Cnossos por Kalokairinos.
En estos momentos la isla está bajo el poder turco. Kalokairinos regala parte de los
recipientes al rey de Grecia, al museo Británico, Louvre, Roma, Atenas. En 1899 se produce
un motín turco contra el consulado británico y su colección particular es pasto de las llamas y
se cesan las excavaciones. Finalmente, será Sir Arthur Evans el encargado de realizar la
primera gran campaña de excavación en Cnossos (1900-). Se producen importantísimos
hallazgos pero los métodos del momento también provocan importantes errores de
interpretación y la mezcla del elemento real con el mitológico (Minotaruo, Teseo, Dédalo).
Los interesantes descubrimientos propician que se excaven otros palacios. Aquí las
excavaciones arqueológicas son la principal fuente para conocer este período por la casi
ausencia de las fuentes escritas (Lineal A y B descifrado por Ventris en 1952 pero datos
administrativos).

Lineal A

Lineal B

5. Período Protopalacial y Neopalacial (1900-1490 a. C.): arquitectura de los Palacios,


decoración pictórica, cerámica, otras producciones, escultura.

5.1Período Protopalacial (1900-1750/1700 a. C.):

En el Período Protopalacial ya se documenta la existencia de palacios que sufren una


destrucción por catástrofe natural. Esto se corrobora con el descubrimiento (1979) de la
destrucción del Santuario o templo de Anemospilia (presencia de una estatua de culto,
interesante porque documenta un sacrifico humano. Sin embargo, es muy poco lo que
conocemos de su religiosidad (pinturas, exvotos, representaciones de deidades femeninas),
íntimamente vinculada con los ciclos de la naturaleza).

La cerámica es a torno, con mo.vos decora.vos geométricos, vegetales y animales a color,


blanco y naranja sobre fondo oscuro. Destaca la cerámica de Camarés, de gran riqueza
decora.va. Proceden en su mayor parte de necrópolis. Esta cerámica ha permi.do, por
ejemplo, fechar el santuario de Anemospilia.

5.2 Época Neopalacial (1750/1700-1490/1450 a. C.)

Heródoto y Tucídices afirmaban que Creta tugo un rey llamado Minos, que disponía de una
flota poderosa y del dominio sobre los mares. Tucídides cuenta que: “Minos, el primero que
conocemos a través de la tradición, tuvo una flota y fue dueño de la mayor parte del mar que
ahora es griego, y tuvo bajo su dominio las islas Cícladas y fue el primero en fundar colonias
en la mayoría de ellas, arrojando a los carios y poniendo como soberanos a sus hijos...”. Tal
supremacía alude a este período.

a. Arquitectura de los palacios

Se reconstruyen los palacios en los mismos lugares y surgen otros nuevos. Todos comparten
las mismas caracterísZcas construcZvas: lugares elevados; planta asimétrica y laberínZca en
torno a un paZo central; separación de espacios públicos y privados; varias plantas sostenidas
por columnas de madera policromadas y pozos de luz para iluminar y venZlar; presencia de
talleres y almacenes; lujo y refinamiento en las habitaciones; muros de mampostería con
argamasa, enlucidos y pintados al fresco; suelos de Zerra baZda o grandes losas; red de
canalizaciones y drenaje con tuberías de arcilla; no Zenen carácter defensivo.

El palacio de Cnossos cumple todas las características. Enorme extensión con más de 1500
estancias. Grandes pithoi en los almacenes con miel, vino, cereales; patio central de 50x25;
nombres convencionales para las estancias privadas más lujosas: Megarón de la Reina, Salón
del Trono; Sala de las dobles hachas. Otra dependencia se ha identificado como espacio
religioso por la abundancia de exvotos. Las pinturas representan temas religiosos y de la vida
cotidiana o simplemente decorativos. Tendría capacidad para unas 5000 personas.

b. Cerámica

Elementos vegetales, marinos. Al final de período se tiende a la esquematización.

c. Otras producciones

Su situación privilegiada facilitó que se desarrollara en Creta una refinada civilización con
influencias de las culturas del entorno como la egipcia. Durante el período Neopalacial se
produjo la expansión por el Mediterráneo de sus productos, además del establecimiento de
asentamientos minoicos fuera de Creta (Akrotiri, Melos, Naxos). Se trabaja la piedra, el oro,
recipiente para beber con forma de animal es llamado ritón

d. Escultura

Diosas de las serpientes, Cnossos ha.1600 a. C.

Podrían ser sacerdotisas de un culto desconocido. Otros objetos del culto minoico cuyo
significado no se ha descifrado son el doble hacha, los cuernos de consagración o el toro.

Otros palacios: Festis ( según la mitología, donde residía el hermano de minos ) Malia. Haga
Tríada. Zacros. Gurnia.

También destacamos el Disco de Festos, descubierto en 1908.

6. Final de los Palacios y Período Postpalacial (1490-1075 a. C.).


Las evidencias arqueológicas muestran que hacia 1450 son los griegos micénicos o aqueos
quienes ocupan los palacios de la isla y no los pobladores autóctonos. Quizá en el mismo
contexto de destrucción y desconcierto provocado por el volcán que destruyó Thera (1500) y
que también debió afectar a la isla cretense, aprovechándose los micénicos de esta situación
de debilidad para tomar posesión de la isla. A par.r de este momento, Creta reduce su papel
dentro del comercio del Mediterráneo oriental para entrar a formar parte de la civilización
micénica.

A pesar de que, tras el final de la civilización palacial, Creta perdió gran parte de su
importancia en el contexto de la historia griega, la isla gozó siempre de un lugar destacado en
el imaginario griego posterior. En los mitos, son muchos los dioses y héroes que habían
visitado la isla o habían llevado a cabo hazañas relacionadas con ella: allí había nacido Zeus;
Apolo y Dioniso pasaron parte de su infancia; Zeus raptó a Europa; uno de los doce trabajos
de Heracles.

a. Las Cícladas en el Bronce Reciente: Thera (Akrotiri).

En 1860 se descubrieron restos arqueológicos durante la puesta en marcha de una cantera


destinada a proporcionar pumita para la construcción del canal de Suez. El excelente estado
de conservación del lugar se debe al hecho de que estuvo cubierto por una erupción volcánica
datada a mediados del II milenio a. C. El yacimiento toma el nombre del pueblo griego que se
encuentra en una colina próxima, mientras que el nombre original del asentamiento se
desconoce. La actividad realizada durante la década de 1859-1869 fue decisiva para que se
hallasen los restos arqueológicos mejor conservados después de los de Pompeya y Herculano.
No fue hasta la intervención de la Escuela Francesa de Arqueología con Henri Mamet y
Henri Gorceix cuando se realizó de forma sistemática la excavación de la isla, y más
adelante, con Spyridon Marinatos (años 60) y Doumas (años 70), cuando se estableció un
método correcto de extracción de los restos. Los vestigios encontrados en Akrotiri se
corresponden al final de la Edad del Bronce, Minoico Reciente, también denominado de los
Segundos Palacios o Periodo Neopalacial, aunque se han hallado restos pertenecientes al
Bronce Antiguo y Medio. Santorini es, en esencia, lo que queda de una enorme explosión
volcánica que destruyó los primeros asentamientos existentes, haciendo desaparecer gran
parte del territorio de la antigua isla y provocando la creación de la caldera geológica actual.

Acrotiri es uno de los yacimientos fundamentales a la hora de estudiar la arquitectura


doméstica de la época. Gracias al buen estado de conservación en el que se encuentran los
edificios podemos conocer cuál era el método de construcción, los materiales utilizados,
estructura y ordenación de las viviendas, decoración utilizada, etcétera.[ Para conservar mejor
los vestigios del yacimiento y protegerlos de la intemperie y la radiación solar, se procedió a
levantar una ambiciosa estructura que cubriese amplias partes del yacimiento. Los frescos
fueron restaurados en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, lugar donde muchos de
ellos se exhiben. El 2001, se abrió el nuevo Museo Prehistórico de Thera, la capital de
Santorini, que alberga una colección de frescos de Acrotiri así como una exposición de su
cerámica.
“Casa del Oeste” es la que ha proporcionado los restos pictóricos más importantes. Técnica
del fresco con representaciones de la vida cotidiana, paisajes.

Escena de expedición naval: embarcaciones a remo y representación de casas de varias


plantas.

Casa de los Lirios”: paisaje, monos azules, pescador, boxeadores, antílopes, “sacerdotisa”.

➢ CULTURA MICÉNICA O HELÁDICA


1. Descubrimiento.
2. Cronología.
3. Heládico Antiguo y Medio (3100-1625 a. C.).
4. Heládico Reciente o Bronce Final en Grecia (1625-1200 a. C.)
a. Micenas (arquitectura, escultura, cerámica y pintura).
5. Otras ciudadelas micénicas.
6. La Guerra de Troya.
7. El colapso del mundo micénico y la llegada de los “Pueblos del Mar”.

1.Descubrimiento

El mundo micénico comenzó a existir para la ciencia moderna relativamente tarde, a partir de
los años 50 del siglo XX, con el desarrollo creciente de las excavaciones y el desciframiento
del Lineal B (Cnosos, Pilos, Micenas, Tirinto) a manos del arquitecto inglés M. Ventris,
despejando el terreno que las famosas excavaciones de Schliemann en Micenas y Tirinto
habían apuntado (el interés de Evans por Creta comenzó precisamente en la casa de
Schiliemann en Atenas, donde éste había ido acumulando una considerable cantidad de
objetos procedentes de sus excavaciones en la Tróade y el Peloponeso).

Al igual que sucedía en Creta, la civilización micénica permanece dentro del más absoluto
anonimato por lo que respecta a la identificación concreta de sus dirigentes. Sólo los rostros
de las máscaras funerarias o los frescos nos presentan la imagen muda de estos príncipes
guerreros. Los nombres homéricos (Agamenón, Aquiles, Menelao, Néstor) no se
corresponden con ninguna realidad histórica concreta de esos momentos.

También desconocemos si existió un término genérico con los que estos principados se
autodenominaron a sí mismos, que no era evidentemente el de micénicos (En la Ilíada se
denominan: aqueos, dánaos, argivos).

Inicio hacia el 1600 con un progresivo enriquecimiento según puede verse en el ajuar de las
tumbas pertenecientes a príncipes guerreros y familia que mezcla el influjo cretense con las
formas locales y los productos exóticos de oriente.
A partir de la caída de los palacios cretenses, de la que van a tomar aspectos como el
refinamiento arquitectónico de los palacios, la civilización micénica se convierte en una de
las grandes potencias del Mediterráneo oriental.

2. Cronología

3. Heládico Antiguo y Medio (3100-1625 a.C)

4. Heládico Reciente o Bronce Final en Grecia (1625-1200 a. C.):

El rasgo más señalado son sus palacios-fortaleza y tumbas. Estos palacios presentan un plano
diferente al de sus predecesores de Creta. Su núcleo central consiste en una gran sala
rectangular con un hogar circular en el centro rodeado por cuatro columnas, precedidas por
una antecámara y un porche (megarón). Principales asentamientos: Micenas, Tirinto,
Orcómenos, Pilos, Atenas, Tebas.

a. Micenas

Es la ciudad más importante de la Hélade en este período. Se trata de una ciudad fortificada
de muy difícil acceso (también lo son el resto de ciudades micénicas como Tirinto o Pilos),
cuya entrada principal se realiza a través de una puerta monumental conocida como “Puerta
de los Leones” (hacia 1250) por el relieve triangular existente sobre el dintel de la puerta, de
gran importancia por ser el primer ejemplo de relieve monumental. Se trata de dos leones
rampantes cuyas cabezas, hoy perdidas, debieron ser de bronce. Una vez que se atraviesa esta
puerta, a la derecha, se encuentra el “Círculo A” de tumbas de Micenas. Fue excavado por
Schliemann y allí quiso ver la tumba de Agamenón. El descubrimiento aportó riquísimos
ajuares funerarios de las 19 personas que estaban enterradas en las fosas del Círculo. Por
ejemplo, la tumba 4 contenía 5 enterramientos, tres hombres y dos mujeres, aportando casi
400 objetos, siendo la pieza más significativa la llamada “Máscara de Agamenón”. Sin
embargo, estas tumbas se fechan en torno al 1500-1450, por lo que es imposible vincularlas
con este personaje. El ajuar estaba compuesto por pectorales, anillos de oro, diademas, y
otros objetos de alabastro, plata, ámbar, etc., que demuestran un rico comercio con Creta,
Egipto y Anatolia.

A mediados del siglo XX se excavó el denominado “Circulo B”, cronológicamente más


antiguo (1600-1550). En él se identificaron 14 tumbas de pozo, 9 cistas y una tumba de
cámara, que aparecían señaladas con estelas funerarias.

Entre las tumbas tipo tholos de Micenas destaca la conocida como “Tesoro de Atreo”,
fechado en torno al 1250 a. C. con una imponente sala abovedada (falsa cúpula) de 13,2
metros de altura y 14,5 metros de diámetro. A esta cámara o sala funeraria se accede por un
corredor o dromos. Todo el recinto quedaría cubierto de un túmulo de tierra. Cerca de éste, se
conserva el denominado Tholos de Clitemnestra, esposa de Agamenón, fechado hacia 1220,
cronología que sí coincidiría con la guerra troyana. Para levantar esta tumba, los antiguos
micénicos tuvieron que destruir una pequeña parte del Círculo B. La excavación se hizo mal,
rompiendo la falsa cúpula que hubo que reconstruir en 1950.

A finales del siglo XIX se descubrió otro Tholos llamado “Tumba del Príncipe de Vafio”.
Estaba saqueada, pero en el interior de la cámara había una cista subterránea que pasó
desapercibida a los saqueadores. En el interior se encontró un esqueleto y un riquísimo ajuar
(anillos, pulseras, collar de ámbar, vasos de alabastro, armamento y dos tazas de oro). Se
fecha en el siglo XV a. C., siendo la tumba tipo tholos más antigua.

5.Otras ciudades micénicas

6. La guerra de Troya

La realidad histórica de la Guerra de Troya constituye un tema de debate constante. Dentro de


la propia cronología griega representaba un acontecimiento real y decisivo de su propia
historia y se situaba en un remoto pasado que habría que datar hacia el 1184 a. C. El
descubrimiento de los restos arqueológicos de lo que fue la ciudad de Troya en la colina de
Hissarlik en 1872 por H. Schliemann parecía confirmar el carácter histórico de la leyenda.
Sin embargo, las dificultades para dar carta histórica al conflicto no estaban todas resueltas
tampoco desde la perspectiva arqueológica. El estrato que excavó Schliemann (nivel II),
donde descubrió el ”Tesoro de Príamo”, sabemos hoy que corresponde a una fecha muy
anterior a la de la supuesta guerra (hacia 2300 a. C.).
Fue su arquitecto, Wilhelm Dörpfeld, quien continuó las excavaciones, centrándose en el
nivel VI, donde descubrió una poderosa muralla defensiva y los restos de una ciudad rica y
próspera que fue destruida tras cientos de años de ocupación. Sin embargo, las pruebas
arqueológicas parecen deducir que su destrucción se debió a un terremoto.
Una nueva propuesta fue la del arqueólogo norteamericano Carl Blegen, que inició las
excavaciones en 1932. Tras confirmar la hipótesis del terremoto optó por el estrato VIIa ya
que presentaba indicios claros de su destrucción tras un asedio.. Sin embargo, la elección no
parecía adecuada a la luz de la pobreza de los restos encontrados. La datación de la cerámica
hallada sitúa la fecha de destrucción de la ciudad entre el 1230 y 1190 a. C..
Una nueva campaña de excavación se inició en 1988 bajo la dirección del arqueólogo alemán
Manfred Korfmann, con nuevas metodologías arqueológicas y una tecnología más
sofisticada. Su gran descubrimiento fue el hallazgo de la denominada ciudad baja que se
extendía al pie del montículo de Hissarlik, que pudo albergar una población de hasta diez mil
habitantes. Korfmann declaró que el nivel VIIa había tenido una duración entre el 1300 y
1180 a. C., siendo destruida a causa de una guerra a partir de los rastros de incendio
detectados y las puntas de flecha y proyectiles para honda que se encontraron en la ciudad
baja. Sin embargo, no se pronunciaba acerca dela identidad de los agresores, que podrían
haber sido micénicos o los denominados Pueblos del Mar.

7. La desaparición de los reinos micénicos

Otro de los principales problemas de este período es la determinación de las causas concretas
que derrumbamiento final de los reinos micénicos. Ente los siglos XIII al XII a. C. La
sociedad micénica padeció el colapso total de sus estructuras. Las fortalezas de Micenas,
Tirinto, Pilos o Volos dan muestra de haber sido destruidas en más de una ocasión, teniendo
que ser reforzadas y reparadas hasta su destrucción definitiva.

Hubo propuestas que buscaban una única causa determinante, como una invasión de pueblos
procedentes del exterior de la cuenca egea, una catástrofe natural o climática, o la existencia
de guerras internas entre los distintos reinos.
Hoy día hay una visión más compleja del fenómeno entendiendo que intervinieron diferentes
factores. La civilización micénica dependía del equilibrio de una serie de factores:
condiciones del medio ambiente, agricultura, metalurgia, obtención de materias primas,
especialización artesanal, funcionamiento de rutas comerciales con Oriente. Cualquier
circunstancia que implicara cierto desequilibrio en uno de estos factores, como, por ejemplo,
un cambio climático podría acarrear una serie de reacciones en cadena y un estado de
confusión e inseguridad que podía ser aprovechado por las poblaciones montañesas de los
confines del mundo micénico.

Al mismo tiempo, y en este contexto, hicieron su aparición un conjunto de gentes de carácter


heterogéneo desde el punto de vista étnico que los textos egipcios de la época denominan
Pueblos del Mar.
TEMA 3. LOS SIGLOS OSCUROS Y EL PERIODO GEOMÉTRICO (1100/1075-700
a.C)

Se denomina Edad Oscura desde el final del mundo micénico hasta el inicio de la época
arcaica (siglo XII- IX). Esta denominación se debe a la falta de fuentes escritas y la relativa
pobreza de los restos materiales. La cronología de este período también está basada en la
clasificación de los estilos de la cerámica: - Submicénico (1125-1050 a. C.). -
Protogeométrico (1050-900 a. C.). - Geométrico (900-700 a. C.). Ante la ausencia completa
de fuentes escritas, sólo nos queda el recurso a la Arqueología, pero la arquitectura en piedra
desapareció casi por completo y, por tanto, no han quedado restos de edificaciones
importantes. Las artes figurativas presentan una gran austeridad decorativa. El patrimonio
iconográfico se reduce a motivos lineales y geométricos dentro de un repertorio artístico muy
limitado del que la figura humana ha desaparecido por completo hasta el período final.

1. El periodo submicénico (1100/1075-1050)

La civilización micénica acabó al mismo tiempo que la Edad del Bronce, en una época de
grandes conmociones. Es esta (1200-750) una de las etapas más oscuras de la historia griega.
Los textos conservados hacen referencias a dos hechos, la migración de los pueblos del mar y
el empuje dorio. Ambos debieron provocar la ruina de la civilización micénica: la llegada de
nuevas gentes presiona a los asentados. La arqueología también constata grandes
perturbaciones y destrucciones. El mundo micénico, con sus palacios y ciudades se arruina.
Se produce un empobrecimiento general de la cultura egea: incendios, destrucciones,
abandono de muchos lugares habitados, descenso de la población, olvido de la escritura,
mientras que salvan otros conocimientos como la metalurgia y la alfarería.
Hoy en día, sin embargo, se han introducido importantes matizaciones y variaciones en la
consideración global de esta época gracias a importantes descubrimientos realizados en
lugares como Lefkandi (Eubea), Nicoria (Mesenia) o Atenas, que revelan la existencia de una
cierta continuidad en el período anterior, un cierto grado de prosperidad en determinadas
comunidades y la temprana reanudación de las vías de comunicación con las regiones
orientales de la cuenca mediterránea, que nunca llegaron a interrumpirse del todo. El impacto
de la oleada de destrucciones que provocó el final del mundo micénico parece asi que no
afectó por igual a todas las regiones. También se detecta cierta continuidad de la actividad
cultual en algunos santuarios. De hecho, algunos de los que se convertirán en grandes
santuarios panhelénicos posteriormente, como Olimpia, comenzaron su actividad en este
período mediante la acumulación de ofrendas, incluso mucho antes de que se iniciara
cualquier tipo de construcción estable.

La “invasión doria”:

Uno de los principales movimientos masivos de población acaecido a finales de la edad del
Bronce ha sido tradicionalmente atribuido a los dorios, que habrían irrumpido con fuerza en
los límites del mundo griego y habrían ocupado el vacío de poder del decadente mundo
micénico, cuando no se les ha atribuido incluso la responsabilidad directa de dicha caída
final. Ha habido realmente una cierta fascinación moderna con los dorios. El modelo
impuesto por el alemán Karl Ottfried Müller, que en 1823 oponía las virtudes nórdicas de los
dorios (orden, disciplina, ardor guerrero) a las características decadentes de los jonios
influidos por Oriente, que alcanzó su mayor paroxismo con la ideología nazi que les
imaginaba como los representantes puros de la raza aria, fue ásperamente contestado por el
historiador francés Edouard Will, que demostraba como el mito dorio era una creación
moderna de los siglos XIX y XX vinculado a otras concepciones de origen racista. A los
dorios se les atribuían innovaciones como la metalurgia del hierro, la cremación como
método funerario y la creación de la cerámica protogeométrica. La arqueología ha dejado sin
base estas atribuciones al demostrar la falta de todo fundamento arqueológico que permita
identificar a los dorios con cualquiera de estas innovaciones técnicas. Curiosamente, dos de
ellas, la cerámica y la cremación, se atestiguan básicamente en el Ática, una región que
habría quedado al margen de las famosas invasiones dorias. La metalurgia del hierro es una
importación del Egeo suroriental (Chipre?)La supuesta llegada de los dorios no ha dejado
huellas materiales evidentes. Es un período de movilidad de grupos humanos que produce
una evidente ruptura cultural pero también hay continuidad en otros aspectos. La migración
jonia a Asia Menor: Otro de los fenómenos sobresalientes de este período es el poblamiento
de las costas occidentales de Asia Menor por griegos procedentes de la península helénica en
torno al año 1000.

2. El periodo protogeométrico (1050-900 a. C.)

a. El caso de Lefkandi

Aquí se han encontrado los restos de una comunidad más amplia y próspera que lo habitual
en este período. El hallazgo más espectacular son los restos de un edificio de forma absidal
datable entre el 1000-950 a. C., de gran tamaño (45 metros de largo). Construido sobre
cimientos de piedra, paredes de ladrillo de barro enlucidos y su techo a doble vertiente y de
paja se hallaba sostenido por una fila de columnas de madera en el centro y por una
columnata exterior. Bajo el suelo de la estancia principal se encontraron dos enterramientos.
El primero de ellos contenía los restos incinerados de un varón de mediana edad, que habían
sido depositados en un ánfora de bronce de manufactura chipriota datable en el siglo XII a.
C., junto con sus armas de hierro y una navaja de afeitar, y los restos de una mujer más joven
que había sido enterrada con sus adornos personales de oro. La presencia junto a la cabeza de
un cuchillo de hierro con un mango de marfil hizo pensar a los arqueólogos que la mujer
podría haber sido sacrificada de forma ritual durante la ceremonia fúnebre del individuo
enterrado al lado.
El segundo de los enterramientos contenía los restos de cuatro caballos con los
correspondientes bocados de hierro todavía en sus bocas. Parece que una vez concluida la
ceremonia funeraria el edificio fue desmantelado y enterrado para quedar convertido en un
gigantesco túmulo. De una forma muy similar, en la Ilíada Aquiles rinde honores fúnebres al
héroe Patroclo.
La interpretación más aceptada es que pudo haber sido la morada del líder de una pequeña
comunidad que habría conseguido un estatus superior a través de sus proezas militares y de la
exhibición de su generosidad hacia el resto de la comunidad (big man, según la terminología
de los antropólogos actuales). Las laderas de la colina que ocupaba el túmulo fueron
ocupadas por necrópolis cuyo ajuar muestra el esplendor de Lefkandi por la presencia de
metales preciosos y objetos de lujo importados de Egipto, Chipre y Próximo Oriente hasta
finales del siglo IX a. C. hasta su abandono definitivo en el siglo VIII a. COtros ejemplos
arqueológicos que confirman la existencia del cargo de basileus los encontramos en
yacimientos como el del poblado de Nichoria, situado en el extremo sur occidental de la
península del Peloponeso. Ésta había sido una importante ciudad subsidiaria del reino de
Pilos que fue abandonada hacia el 1200 a.C. cuando llegaron los merodeadores. No obstante,
había revivido a mediados del s. XI a.C. en forma de una pequeña aldea cuya población
estaba en torno a los 200 habitantes. Sin embargo, como en el otro caso, lo que nos importa
es que aquí se halló un gran edificio (11 x 7 metros) del siglo X a.C., formado por una gran
sala y un pequeño pórtico, por lo que podría tratarse de la casa del jefe del pueblo. Por lo que
se ha podido estudiar, el pavimento era de tierra apisonada, las paredes eran de adobe, y el
techo era de paja a dos aguas. Se sabe que vivió una remodelación a comienzos del siglo IX
a.C., por la cual se añadió una nueva sala en la parte trasera y un gran patio delantero que
añadía cinco metros a la longitud del edificio. Aun así, quizás lo más destacado es que,
aunque la casa fue abandonada a finales del siglo IX a.C., a su lado se construyó otra de
mejor calidad y más grande, la cual tampoco duraría mucho, ya que Nichoria quedó desierta a
mediados del s. VIII a.C.

b. La cerámica protogeométrica

Demuestra la existencia de un artesanado de alto nivel. Se observa una tendencia a la


geometría en la decoración, con la utilización de instrumentos como el compás múltiple que
permite el dibujo de círculos y semicírculos concéntricos. Todavía se mantiene alguna
decoración de líneas onduladas a mano alzada. Decoración de negro sobre fondo claro.
Tipología: vasos de grandes dimensiones, destacando las producciones del Ática (ánforas,
cráteras, hidrias) y otros de menor tamaño (skifos, copas, enochoes), que se producen en otros
talleres importantes como Eubea. Es este período se producen los primeros indicios de la
recuperación de la navegación en el Egeo y presencia de estas cerámicas en Nínive, por
ejemplo.

3. El periodo geométrico (900-690 A. C.)

a. El origen de la polis

Tras la caída de los reinos micénicos, las gentes se agruparon en simples aldeas y fincas
rurales, pero a lo largo del siglo IX-VIII a. C. surgió un nuevo tipo de organización política,
la polis. El crecimiento de la población, apertura hacia el exterior, una progresiva
centralización del poder en manos de una aristocracia cada vez más pujante y la
identificación de una comunidad bajo unos rasgos comunes (culto a dioses y héroes) hicieron
que, en el siglo VIII a. C. Cristalizaran las instituciones y prácticas de la ”ciudad-estado”.
Arqueológicamente, se documenta que a mediados del siglo VIII a. C. Se producen una serie
de transformaciones que pueden ser atribuidas a un desarrollo sociopolítico, como la
construcción de edificios monumentales como los templos o la reaparición de una actividad
artesanal que había caído en desuso. En la Odisea, la polis aparece completamente perfilada
en su aspecto urbano (VI, 262-267): “Pero luego llegaremos a la ciudad. La rodea una
elevada muralla y hay un hermoso puerto a cada lado de la población, y una estrecha bocana.
Y a lo largo del camino están varadas las naves en curvos costados, pues para todas y cada
una hay un fondeadero. Allí están también su ágora, en torno al bello templo de Poseidón,
pavimentada con piedras de acarreo bien hundidas en el suelo. Ahí velan por los aparejos de
sus negras naves, el cordaje y las velas, y aguzan los remos. Pues no les ocupa a los feacios el
arco y la aljaba, sino los mástiles y los remos de las naves y los navíos bien construidos, con
los que atraviesan ufanos el espumoso mar”. En la arquitectura doméstica, siempre de adobe,
se documenta la cabaña oval con tejado a dos aguas (Esmirna, Pitecusas) con la casa
cuadrangular con techos sostenidos por uno o dos postes (Zagora, isla de Andros), que será el
modelo que prevalezca. No se puede olvidar, sin embargo, la existencia también de núcleos
rurales menores.
El desarrollo económico y social que vive Grecia a lo largo de los siglos IX y VIII a. C. (las
primeras Olimpiadas se celebran en el 776 a. C.) acarrea un aumento de población que invita
a la búsqueda de nuevas tierras de cultivo. Dominada ya la costa de Asia Menor se dirigen
hacia occidente, y es lo que intentarán muchos habitantes de Eubea. Ellos son los que fundan,
al norte del Golfo de Nápoles, la más antigua de las colonias de Italia, Pitecusas (Ischia) (775
a. C.) y, poco más tarde, la de Cumas. Además, ocupan buena parte de la costa oriental
siciliana instalándose en Naxos, Catania, y Zancle. Su ejemplo será seguido por gentes del
ámbito dorio y peloponésico: en el sur de Italia, los aqueos fundan Síbaris, y los espartanos,
Tarento; en Sicilia, los megarenses construyen Mégara Hiblea, y los corintios, Siracusa. Los
primeros colonos buscan, sin duda, tierras, pero también vías de comercio. La economía se
complica, se hacen necesarios los documentos y Grecia adopta el alfabeto feniciO.

b. Los templos primitivos


La actividad religiosa de Época Oscura parece haber valorizado, sobre todo, el ambiente
natural, atribuyéndole un carácter sagrado. En las fases más antiguas, los lugares sagrados
colectivos son identificados sólo por la deposición de material votivo. La aparición de los
lugares de culto, los santuarios, coincidirá con la emergencia de la polis, que encontrará en
ellos su propia identidad. Las primeras estructuras sagradas colectivas (hasta ese momento el
culto se realizaría en el interior de la residencia privada de la élite) no se documentan hasta la
segunda mitad del siglo VIII a. C. Hasta ese momento, sólo conocemos algunos tipos de
altares (para la práctica del sacrificio). Como exvotos, se han conservado modelos de arcilla
en miniatura imitando los templos reales, como el del santuario de Hera en Argos y
Perechora.
La nueva estructura templaria que surge a partir del Geométrico Medio (mediados del siglo
VIII) sigue las características arquitectónicas del megarón. Es decir, la casa del dios sigue el
modelo de la residencia aristocrática. El material empleado es pobre: cimientos de piedra,
muros de adobe, cubierta vegetal y columnas de madera. Puede estar presente un porche
delantero (el modelo es familiar desde Lefkandi). * hekatompedom: 100 pies/30 metros.
c. Escultura: Pequeños exvotos e imágenes de culto

La religión griega tenía un carácter contractual: los dioses intervienen favorablemente a


cambio de ofrendas y regalos. Una de ellas son los sacrificios, pero también hay otro tipo de
ofrendas en este momento como las figuras en bronce o calderos sobre trípodes.

d. Cerámica geométrica

La región del Ática fue una de las que permanecieron al margen de la oleada de destrucciones
masivas que se produjeron en torno al 1200 y mantuvo una cierta continuidad con el período
micénico anterior. Hacia el 900 se produce un renacimiento cultural caracterizado (para
nosotros) por el uso de un tipo de cerámica de gran calidad con decoración predominante de
carácter geométrico que da nombre al período que se inicia en este momento. No es un
fenómeno repentino sino la evolución desde el período submicénico. Los motivos decorativos
son geométricos (grecas, círculos concéntricos, etc.) y para ello se utiliza el pincel múltiple y
el compás. Los recipientes pueden ser abiertos, con boca de gran diámetro como cráteras y
copas o cerradas como el olpe (jarro sin vertedero), enocoe (tiene vertedero), lecito, ánfora.
En un principio (siglo IX) el barniz oscuro ocupa casi todo el recipiente y la decoración sólo
una banda para llegar a una decoración caracterizada por el “horror vacui”
Se detecta así a lo largo del período la emergencia de una cierta jerarquización social que se
tradujo en la aparición de un serie de grandes clanes familiares que protagonizarían la historia
posterior de Atenas. Las ricas ofrendas de las tumbas y las grandes ánforas y cráteras que
señalaban los enterramientos constituyen los signos arqueológicamente visibles de la
existencia de dicha aristocracia. Un ejemplo lo constituye la tumba de una mujer datable
hacia el 850 a. C. (“La Rica Dama Ateniense”), procedente de la ladera del Areópago, con
diversos objetos de adorno personal muy elaborados y de clara procedencia oriental (Museo
de la Stoa de Átalo).
Al final del período (750-700) destacan las ánforas y cráteras de gran tamaño que se utilizan
de estelas funerarias. Debido a esta funcionalidad, la temática representada es la exposición
del difunto en su lecho (prothesis) y el posterior cortejo funerario. Aparece, por tanto, la
figura humana muy esquemática. Se les denomina del Maestro de Dipilón porque la mayoría
de las piezas que se le atribuyen se han encontrado en este cementerio ateniense.
Existen otras escenas que podrían representar algún episodio mítico concreto, como el
naufragio de Odiseo o la historia de Teseo y Ariadna. Lo único claro es que esta cerámica
aparecen reflejados los intereses y las preocupaciones que afectaban a este grupo social
privilegiado de la sociedad ática de este momento. La gran difusión del estilo geométrico por
otras regiones griegas, sobre todo las limítrofes del Ática, ilustra la importancia de las
exportaciones atenienses.
TEMA 4 LAS RELACIONES ENTRE GRECIA Y ORIENTE: EL PERÍODO
ORIENTALIZANTE (725/700-600 a. C.)

1. “Ex Oriente Lux” y la recepción en Grecia

Con el término “Época Orientalizante” se entiende un fenómeno de naturaleza esencialmente


estilística durante el cual la cultura griega, después de tres siglos de motivos geométricos, se
deja invadir y fascinar por temas, técnicas y motivos pertenecientes a las culturas orientales
para terminar siendo asimilados y reelaborados. Durante el Período Geométrico los viajes de
los fenicios al Egeo se hicieron muy comunes y su función cultural se vio reforzada con la
llegada de Griegos a Asia como mercaderes o mercenarios. Aunque no el único, el aspecto en
el que los influjos de oriente desempeñaron un papel más enriquecedor fue en el de la
iconografía: rosetas, flores de loto egipcias, palmetas, ”árboles de la vida” mesopotámicos,
íbices asiáticos, gallinas egipcias, hileras o combates de todo tipo de aves y cuadrúpedos,
leones y animales fantásticos como el Grifo, la Sirena, la Esfinge o la Quimera. En la figura
humana, se desarrolló su musculatura y movimiento, se multiplicaron los detalles de la
vestimenta y surge la idea del “atributo”. El verdadero fenómeno orientalizante surge en
Grecia cuando las obras importadas de Oriente dan lugar a imitaciones evidentes o intentos
de emulación. Algunas ciudades griegas advirtieron la posibilidad de sustituir a los fenicios
en sus vías comerciales y empezaron a producir obras semejantes a las que éstos ofrecían. Las
ciudades que primero destacaron en este sentido fueron aquellas que lograron sustituir el
gobierno de los eupátridas por ”tiranías”, apoyadas por artesanos y comerciantes

2. Creta y el Peloponeso

Creta es donde se elabora con mayor precocidad un estilo orientalizante, viviendo un siglo de
esplendor hasta principios del siglo VI a. C., cuando quedará relegada a un papel marginal
dentro de la cultura helénica. Seguida de Creta, destacan algunas ciudades del Peloponeso
como Esparta o Argos. El destino final de muchos de sus productos fue el santuario
panhelénico de Zeus en Olimpia. Bajo el reinado del faraón Psamético (664-610) se inician
las primeras estancias de Griegos en Egipto y el puerto de Kommos en Creta se beneficia de
esta nueva situación.

3. El gran emporio de Corinto y su producción cerámica

De la antigua Corinto, centro floreciente de comerciantes y madre patria de potentes colonias


(Siracusa, Corfú), hoy no queda casi nada. Los romanos la destruyeron en el 146 a. C. para
fundar una colonia un siglo después. Parte de su riqueza derivaba de su posición geográfica
entre el Golfo de Corinto (abierto a Magna Grecia) y el Sarónico (abierto al Ática y el Egeo)
Corinto fue la ciudad más productiva y audaz de todo el ámbito dorio y lo que dio fama en
este período fue su cerámica.
- Protocorintio Temprano (720-700 a. C.): centra su atención en vasijas pequeñas, las
más apropiadas para los perfumes (aríbalos), y dibujan temas orientalizantes sencillos.
Mientras, los talleres atenienses siguen aferrados al geométrico

- Protocorintio Medio (700-650 a. C.): se difundes los frisos con escenas heroicas,
monstruos y animales. También se difunden vasijas de mayor tamaño para el consumo
del vino
- Protocorintio Tardío (650-625 a. C.): los Baquíadas se ven desplazados y sustituidos
por el tirano Cipselo y Corinto se convierte en la primera potencia marítima de la
Hélade. Se mantienen los frisos de animales y se perfila un método de trabajo de gran
transcendencia para el futuro, la “técnica de figuras negras”. Destaca el Pintor de
Chigi

Olpe Chigi. Decorada con tres frisos que describen las actividades más prestigiosas de la
época:
- Hoplitas que avanzan en formación al ritmo del peán que toca un flautista. Reflejo de la
potencia militar corintia, ahora guiada por Cipselo.
- Paseo en carro y cacería del león; Juicio de Paris, con inscripciones que indican los
nombres de las diosas.
- Caza de liebres. Utilización de varios colores e incisiones lineales para marcar los contornos
y detalles.

- Corintio Temprano (625-590 a. C.): Además de las producciones en serie con frisos de
animales, se recuperaron las escenas complejas en vasijas de mayor tamaño. A partir de este
momento las producciones áticas se impondrán a las corintias

4. La cerámica protoática

También las ciudades jonias, Rodas y las islas Cícladas desarrollaron talleres de cerámica y
orfebrería. El caso de Atenas resulta un tanto atípico. Su desinterés hacia la aventura colonial
y su régimen oligárquico hacen que las actividades comerciales se vean relegadas a un
segundo plano con una mesurada apertura a las sugerencias orientales. En las décadas
sucesivas (680 en adelante), se acelerará el cambio del repertorio iconográfico, como
podemos comprobar en el Protoático Medio (675-630 a. C.). Hasta el 630 a. C. los vasos
protoáticos tienen poca comercialización y en área reducida, consecuencia de una crisis
política, social y económica.

A finales del siglo VII los ciudadanos atenienses instalan en el poder a un legislador, Dracón,
que supuso el principio de un cambio en las instituciones y también en los cauces artísticos,
empezaron a diversificarse las formas cerámicas y en la fase denominada Protoático Tardío
(630-600 a. C.) se dio un hecho fundamental: la adopción de la técnica de figuras negras,
recién inventada en Corinto. Se mantiene el gusto por las grandes figuras pero también se
copian y adaptan muchos elementos desarrollados en Corinto y en un tiempo mínimo supo
apropiarse de todas las novedades que había elaborado su vecina a lo largo de cien años.
Las colonias occidentales: Planificación de la polis En este siglo se fundan nuevas colonias:
los aqueos del Peloponeso fundan Metaponto y Posidonia. En Sicilia, Eubea funda Hímera;
rodios y cretenses, Gela; los colonos de Mégara Hiblea fundan, a su vez, Selinunte. Todos
respetan la cultura doria. Hacia el 700 a. C. los jonios comienzan a colonizar las costas de la
Prepóntide y el Mar Negro

El siglo VII a. C. Representa un momento decisivo en el desarrollo de los asentamientos. La


colonia de Mégara Hiblaea denota una orientación homogénea que se consolidará en una
tendencia a la subdivisión regular en las fases sucesivas. En general, en el caso de las
colonias, la diferencia reside en el reconocimiento de un sistema de lotes homogéneos que
utilizan el sistema regular para una subdivisión uniforme de la propiedad. Otro logro será la
subdivisión de los espacios comunitarios con una finalidad política y religiosa.

5. La evolución de los templos y la aparición del orden dórico

A lo largo de este periodo el templo griego va tomando una forma concreta e inconfundible.
Poco a poco se agota la vieja
alternativa basada en la tradición micénica, que se mantendrá en Creta por más tiempo:

- Desaparece la planta absidada por la rectangular. - Materiales: mayor presencia de la piedra


(bloques regulares para los cimientos, basas y capiteles). Adobe para la naos. Madera para la
estructura de la cubierta. Los postes se convierten en cl¡ - Las fuentes literarias nos
transmiten el mérito corintio de la introducción, hacia el 680 a. C., de las tejas de barro
cocido para la cubierta, que sustituye a la cubierta vegetal. - Se impone el peristilo con varias
finalidades: lugar cubierto para pasear y lugar de exposición de los exvotos. - Plantas muy
alargadas (100 pies). - Introducción de la pronaos y/o opistodomos. La documentación más
importante procede del Heraion de Argos, Templo de Poseidon en Itsmia, Heraion de Olimpia
y Templo de Apolo en Thermos

Apolo en Thermos, sobre las ruinas del Megarón B (ha. 630 a. C.). Características: 15 x 5
columnas, hilera interna que divide la naos en dos, pequeño opistodomos. Se conservan
algunas de sus metopas pintadas en terracota. Algunos de los temas representados son la
cabeza de Medusa o Perseo huyendo con la cabeza de Medusa. Este templo fue saqueado en
el 218 a. C. y reconstruido inmediatamente, ya en piedra pero se mantuvo sin cambios la
planta del edificio y volvieron a colocar en su lugar las viejas metopas, si bien, actualmente,
se considera que, al menos una de las metopas, es una copia arcaizante de finales del siglo III
a. C

Un avance en la definición del dórico es el Heraion de Olimpia, testimoniando la transición


del edificio de barro y madera al de piedra. En torno al 650 a. C. se construye una cella de
100 pies, precedida de una pronaos dístilo in antis. A finales de siglo el edificio se
reconstruye incorporando un opistodomos y una perístasis de 6 x 16 columnas de madera con
capiteles de piedra, que irán siendo gradualmente reemplazadas por columnas de piedra
caliza (cuando Pausanias visitó el santuario quedaba una columna de madera en el
opistodomos). La cella se divide en pequeñas capillas laterales (quizá para albergar objetos
votivos). Las paredes de la cella eran de adobe y el soporte de la cubierta en madera.
Decoración de la cubierta con terracota policromada (acroterio) Dedicado a Zeus y Hera.

En el ámbito jonio, la información procede de los “grandes” santuarios de Éfeso y Samos. En


el santuario extraurbano de Samos, tras un aluvión del río Imbrasos, el viejo hekatompedon
geométrico viene sustituido a mediados del S. VII a. C. por un nuevo edificio (hekatompedon
II) y, frente a él, un altar. La cella de este nuevo edificio se construye con bloques de piedra
caliza y se rodea de una perístasis de columnas quizá de madera.

6. Descripción formal del orden dórico TIPOS DE EDIFICIOS:

a.Templos.- Su origen es el megarón micénico, no obstante, hay dos diferencias


fundamentales entre ambas: en el primero la techumbre es plana y no tiene columnas en el
exterior, elemento indispensable en le mundo griego.

Partes del templo:

- Pronaos: vestíbulo.
- Cella o naos: es el núcleo principal del templo, de planta rectangular, donde se cobija
la estatua del dios a quien el templo está dedicado.
- Opistodomos: extremo opuesto a la cella, se entra por el exterior y no tiene
comunicación con la naos. Se dedicaba a tesoro del templo.
- Adyton: habitación posterior a la cella.

Los templos monumentales poseen además pórticos de columnas:

- Períptero, cuando el templo está rodeado de columnas por los cuatro costados.
- Próstilo, columnas en la fachada principal.
- Anfipróstilo, columnas en la fachada principal y en el opistodomos.
- Atendiendo al número de columnas en la fachada: Dístilo (2), Tetrástilo (4), hexáctilo
(6), octáctilo (8), etc.

Construcciones circulares.- Consisten en adosar una columnata a una habitación de planta


circular. Supone un avance en la arquitectura griega. Su finalidad no está demasiado clara y
esta planta se suele utilizar para pequeños edificios. Tesoros.- Son pequeños templos satélite
en miniatura, que se edifican con frecuencia en los santuarios. En ellos se depositan las
ofrendas de los ciudadanos a sus dioses. Tienen una gran proliferación artística y escultórica

Elementos del orden dórico.

- Podio: tiene como base una plataforma de tres escalones, dos estereobatos (inferior y
medio) y un estilobato (superior). Esta última sufre una evolución cronológica, que
facilita la fechación del edificio. Antes del siglo VI es completamente plana, en este
siglo y parte del V tiene forma cóncava y a mediados del V adquiere forma convexa.
- Columna: Compuesta de dos partes esenciales:

-Fuste. La columna dórica se apoya directamente sobre el estilobato, sin basa. El fuste está
compuesto por tambores (en muy pocos casos las columnas son monolíticas) que se unen por
medio de grapas de hierro, bronce o madera. El fuste aparece estriado, con estrías que se unen
en arista viva. En un principio son 16 estrías, y a partir del siglo VI es más frecuente el
número de 20, aunque puede haber excepciones. La estriación de la columna se realiza una
vez unidos los tambores. La acanaladura es siempre cóncava (no convexa como en la
arquitectura egipcia y prehelénica). El diámetro del fuste disminuye desde el estilobato al
capitel, pero no de modo regular sino con un ligero abombamiento en el centro (entasis). La
transición del fuste al capitel se efectúa por tres pequeños círculos horizontales, que dan lugar
a una moldura cóncava que se llama collarino, que desaparece a partir del siglo V.

- Capitel. Está formado por dos elementos: -Abaco. Tableta cuadrada bajo el cual se coloca el
equino. - Equino. Circular y concvexo, con la parte inferior decorada. Ambos elementos en la
madera se realizaban en una sola pieza. El equino se apoya sobre el fuste y sobre éste se
apoya el ábaco que soportará el peso del entablamento. Todas las proporciones varían con el
tiempo pero no varían las partes constituyentes, únicamente sufre una variación el equino,
haciendo oblicuo su perfil, suavizando el tránsito entre el fuste y el capitel. También hay una
evolución en la proporción de las columnas. En el siglo VI los fustes son muy anchos en su
base y sufren un gran afinamiento hacia su parte superior. La anchura del abaco es muy
grande, casi el doble del diámetro de la columna, dando un aspecto de achatamiento. En el
siglo siguiente, las columnas adquieren una mayor altura, disminuye el diámetro de base del
fuste, el capitel es más bajo y estrecho que en el siglo anterior y el fuste se adelgaza menos
que antes en su parte superior. En el siglo IV las columnas son mucho más altas, el
adelgazamiento del fuste desde la base hacia la parte superior es menos importante, el capitel
reduce su longitud y su anchura y el equino presenta una curva oblicua completamente recta.
La transición del fuste al capitel es menos brusca. A partir del siglo III las proporciones
siguen siendo más pesadas, teniendo como característica principal que el capitel es más
estrecho que el fuste de la columna.

- Entablamento.: Arquitrabe.- Completamente liso, se compone de dinteles de piedra que se


apoyan de columna a columna. A veces puede ir decorado con pintura o escultura. Entre el
arquitrabe y el friso se apoya una pequeña moldura (tenia) bajo la cual se extiende la regula,
de cuya superficie salen 6 gotas. Friso.- Sobre el arquitrabe, está formado por la alternancia
de triglifos y metopas.

- Triglifos: son bloques de piedra planos en su parte posterior y labrados en la anterior,


presentando tres listeles verticales entre surcos. Representan las terminaciones de las vigas de
la antigua arquitectura de madera. Los bloques son delgados, más altos que anchos y sirven
de sostenimiento a la cornisa, cosa que no hacen las metopas.
- Metopas: tienen una función meramente decorativa, de forma aproximadamente cuadrada.
Cornisa.- El paso del friso a la cornisa se efectúa por medio de unas molduras o filetes
llamados mótulos, que no son continuos como la tenia sino que se desarrollan sobre cada
triglifo y cada metopa, con gotas colgando de la parte inferior , reminiscencia también de la
antigua arquitectura. Los templos dóricos completamente desarrollados, tenían además de la
cornisa horizontal del entablamento, llamada corona, otras inclinadas, que estaban
determinadas por el tejado a doble vertiente, llamada sima. Entre las tres determinaban un
espacio triangular o frontón, cuyo interior , el tímpano, estaba adornado con esculturas. Las
primeras, hechas de terracota coloreada (rojo, castaño, azul , púrpura), siendo sustituidas por
las de piedra, con una capa de estuco que recibe la policromía. Finalmente, en época clásica,
las esculturas serán de mármol también pintado.

- Cubierta: A doble vertiente, con un sistema de soporte a base de travesaños de madera,


colocados en dirección opuesta hasta conseguir un entrerejado macizo. En el exterior la
cubierta puede tener diferente aspecto según las tejas utilizadas. Elementos decorativos:
Gárgolas: canales de desagüe colocados en los cuatro extremos del edificio y que suelen
adoptar la forma de cabeza de animal (león). Acróteras: se sitúan sobre la cúspide y ángulos
del frontón. Adoptan forma animal, humana (helenismo) o vasos de cerámica. Antefijas: Para
tapar el extremo de las tejas de la techumbre, sólo en los lados laterales del edificio donde no
hay frontón. (palmetas, cabeza humana o animal, siempre que no sean de piedra)

7. Las primeras esculturas en piedra: las korai y kourois

El gran paso de la escultura tuvo lugar en Creta cuando se tallaron las primeras estatuas en
caliza en el segundo cuarto del siglo VII a. C., inspiradas en la plástica egipcia. La más
antigua pieza completa conocida es la llamada Dama de Auxerre (Museo del Louvre, ha. 650
a. C.). Se trata de una escultura de 65 cm de altura; u peinado es heredero directo de tocados
faraónicos; yuxtaposición de elementos geométricos. En la propia Creta, este estilo, conocido
como “estilo dedálico” se difunde con rapidez: diosas sedentes del dintel del Templo de
Prinias.

A partir de Creta, la escultura dedálica en piedra se difunde con rapidez e irrumpe en el


Peloponeso: Diosa sentada de Tegea (ha. 630 a. C.) En las Cícladas, donde el mármol es de
magnífica calidad, se utiliza enseguida para la escultura (canteras de Naxos): Ártemis de
Nicandria (ha. 650 a. C.). Hasta ahora, la primera escultura griega de tamaño natural llegada a
nosotros (1,75 m). Hallada junto al templo de Ártemis en Delos, su inscripción dice: “A
(Ártemis) la que lanza flechas a lo lejos me ha dedicado Nicandria, hija excelente de
Deinodices de Naxos, hermana de Dionómenes y esposa de Fraxo”. De cronología similar es
una kore recientemente hallada en Thera (santorini), elaborada en mármol y de 2,3 m de
altura.

→La kore y el kouros


A medida que se va imponiendo la plástica en piedra, se observa una preferencia hacia dos
temas: la figura de la mujer joven vestida que puede portar algún atributo y el hombre joven
desnudo, que se repetirán hasta fines del Arcaísmo. Ambas respetan la ley de la frontalidad
(el peso del cuerpo está repartido por igual entre los dos pies) y las caracteriza la “sonrisa
arcaica”. Ambas son figuras ideales y su interpretación es difícil. Sólo el lugar del hallazgo o
las inscripciones, cuando existen, permiten establecer su función (votiva, funeraria).
TEMA 5. LA ARQUITECTURA RELIGIOSA: ÓRDENES ARQUITECTÓNICOS Y
EVOLUCIÓN DEL TEMPLO GRIEGO

1. Introducción: los grandes focos culturales

A principios del siglo VI a. C., el complejo mosaico de talleres y estilos locales


orientalizantes se simplifica. Creta desaparece sin más y Rodas cae bajo el radio de acción de
Jonia. Quedan tres grandes zonas bien definidas:

- Ámbito dorio, con sus focos tradicionales de Corinto (a mediados de siglo pierde poder a
favor de Atenas) y Argos y su proyección hacia Italia.

- Grecia Oriental, que incluye las Cícladas y la costa de Anatolia. Las ciudades jonias, por su
riqueza, se verán dominadas por sus vecinos orientales.

- Grecia Central, dominada por el poder creciente de Atenas. Su fortalecimiento tuvo un hito
muy importante en las reformas de Solón (594 a. C.), que alentó el espíritu de empresa y la
inmigración de artesanos. En el 566 a. C. se celebrarán las primeras Panateneas. El gobierno
del tirano Pisístrato (547-527 a. C.) será una época brillante y el éxito cultural se acompaña
de la expansión política (en el santuario de Delos establecerá un protectorado que perdurará
varios siglos). Con sus sucesores, Hipias e Hiparco, la ciudad sigue enriqueciéndose. En el
509 a. C., asesinado Hiparco y expulsado Hipias, se imponen las reformas de Clístenes, que
suponen el nacimiento de la democracia.

2. Los primeros templos dóricos en piedra: Thermon, Corfú, Corinto, Atenas

Las polis convertirán sus templos en el mayor exponente de su orgullo, compitiendo con los
grandes santuarios panhelénicos. El templo en piedra se difunde pero hubo que resolver los
problemas que acarreó el traslado a la piedra de un orden arquitectónico concebido en madera
y barro:

- Hubo que reforzar el estilobato y crear unos fustes desmesuradamente gruesos.


- Conflicto del ángulo dórico.

Serán dos colonias de Corinto en Occidente (Corcira y Siracusa, centros de intenso tráfico
comercial), las primeras polis en capaces de elevar un templo completamente en piedra. I
legno II arcaico III triglifo d'angolo allargato IV dorico classico V dorico romano.

- Siracusa: Domina la costa oriental de Sicilia por su enorme peso económico y


político. La actividad arquitectónica de la ciudad dio sus primeros frutos en dos obras
monumentales: el templo de Apolo y el templo de Atenea, fechables a principios del
siglo VI a. C. En ambos, muy similares, se afianza el esquema occidental de
pronaosnaos-ádyton y naos dividida en tres naves. El Apollonion: se ubica en la
península de Ortigia, 6 x 17, crepidoma de tres gradas, pronaos dístila in antis,
perístasis de columnas monolíticas. Una inscripción en el estilóbato nos dice que su
arquitecto fue Cleomenes

- Templo de Artemis en Corfú: Es el primer templo en piedra que podemos reconstruir


idealmente. Se fecha hacia el 580 a. C. Corcira era una colonia de Corinto situada en
la vía marítima hacia Magna Grecia. Carácterísticas: pseudodíptero; 8x17 columnas;
pronaos (in antis), naos y ádyton. Sus frontones son los más antiguos decorados que
se conocen. El oriental, casi perdido, era similar al occidental, bien conservado.
Representa a Gorgona apotropaica con sus dos hijos, Pegaso y Criasor; sigue hacia los
lados dos fieras simétricas y ocupan las esquinas laterales dos escenas de
Gigantomaquia en miniatura. Esta forma de componer un tímpano mediante sectores
yuxtapuestos e independientes, sin relación de proporciones entre ellos, se mantendrá
al menos durante tres décadas.

- Templo de Apolo en Corinto: Vino a sustituir, hacia 560 a. C. a su antecesor en barro


del siglo VII. Carácterísticas: 6x15 columnas monolíticas. Fue el primer templo donde
se curvó el estilóbato para facilitar la salida del agua de lluvia. Su planta es alargada
porque muestra dos naos contrapuestos, divididos en tres naves y precedidos cada uno
por su pronaos. Ignoramos el objetivo de las dos salas, pero podemos afirmar que la
más pequeña, contenía una estatua de culto.

- Templos en Atenas: Hacia el 565 a. C. Se subrayó el carácter religioso de la


Acrópolis, comenzando en su centro la construcción del “Viejo templo arcaico” de
Atenea Políada o “Primer Hecatompedon”. Lo único que nos ha llegado son restos de
relieves que decoraban sus tímpanos. Uno de ellos mostraría en la parte central dos
leones abatiendo a un toro y, en los extremos, dos escenas míticas: Combate de
Heracles contra Nereo a la izquierda y el Combate contra el monstruo de tres cuerpos,
a la derecha (Heracles y Gerión?, Zeus y Tifón?).

La Acrópolis nos ha legado, además, fragmentos de frontones que, por su estilo y su escaso
tamaño, no pudieron pertenecer a este templo pero son de la misma época: Heracles
combatiendo a la Hidra de Lerna; Llegada de Heracles al Olimpo; frontón del Olivo. Sin duda
adornaron edificios de culto menores. Se conservan en Atenas, en el Museo de la Acrópolis.

El frontón del olivo se ha interpretado como la representación de la escena de Aquiles


emboscado para dar muerte al príncipe troyano Troilo en la casa fontana, mito de escasa
relevancia en el ambiente de la Acrópolis; más verosímil parece reconocer aquí al
Pandroseion, sito en las inmediaciones del olivo sagrado de Atenea. Quizá la figura
conservada y las casi perdidas sean Pándroso, Cécrope u otros personajes cruciales de la
mitología ateniense como la propia Atenea. Hacia el 522 a. C. Fue proyectado, por iniciativa
de Pisístrato el Jove, nieto de Pisístrato, un templo a Zeus Olímpico. Se proyectó un edificio
muy ambicioso (8x21 columnas) cuyas obras se abandonaron cuando Hipias huyó de Atenas.
Mayor relevancia tuvo el “Nuevo Templo Arcaico” de Atenea Políada en la Acrópolis, que
vino a sustituir al anterior en torno al 525-505 a. C. Pudo ser comenzado bajo la tiranía de
Hiparco y terminado por la naciente democracia. Lo que más llama la atención es la
complejidad de su planta, que sólo se explica porque quisieran reunirse los cultos de Atenea y
Poseidón y los tributados a los monarcas legendarios Erecteo y Butes (de hecho, se ubicó
junto a las ruinas del palacio micénico). El único frontón que conocemos representa la
Gigantomaquia, con un puesto de honor para Atenea.

- Templos de Magna Grecia: Paestum, Siracusa, Gela, Agrigento y Selinunte: La


“ciudad de Posidón” (Posidonia, Paestum) fue fundada por gentes aqueas de Síbaris
hacia el 600 a. C. y, aunque nada sabemos de su estructura política durante el siglo VI
a. C., adivinamos su riqueza a través de sus impresionantes templos. El conocido
como “Basílica” (Templo de Hera I), fechable ha. 550 a. C., mantiene la vieja
tradición de la hilada central de columnas en la naos; 9x18 columnas; casi
pseudodíptero.

A cierta distancia, se construyó otro más pequeño y esbelto hacia el 500 a. C., dedicado a
Atenea y no a Ceres, como se pensaba. 6x13 columnas; cella sin columnata interna; pronaos
con columnas jónicas; no tiene ádyton ni opistodomos, sí un almacén para los objetos del
culto.

- Selinunte: El primer templo es de hacia 560 a. C., llamado Templo C, quizá dedicado
a Apolo. Destaca su riqueza decorativa: cabeza de Gorgona apotropaica de terracota
en el frontón; metopas con diferentes temas mitológicos.

3. Templos jónicos: Naxos, Samos, Éfeso, Dídima

En la costa de Anatolia y sus islas próximas se fraguó una nueva forma de construir columnas
y templos, basada directamente en las fórmulas orientales que los fenicios practicaban en sus
santuarios. Hay muy poca documentación arqueológica para su fase inicial en el siglo VII a.
C. Ésta apunta a las Cícladas (Naxos) como punto de origen de la mutación del capitel eólico
en jónico.

Carácterísticas del orden jónico


Será el estilo del Egeo y costa de Asia Menor, aunque en Antenas, aparecerá juntamente con
el dórico. Se va formando durante el espacio de tiempo comprendido entre el 600-450, y no
tiene como el dórico, un precedente claro en la arquitectura anterior. Sólo puede ponerse en
relación con este orden unos capiteles del siglo VII llamados eolios o protojónicos, aunque no
hay evidencia absoluta de que los griegos desarrollaran el jónico a partir de el eolio. - La
planta del edificio y su pedestal no se diferencian fundamentalmente de la del dórico, pero la
columna jónica cuenta con un elemento desechado por el dórico, la basa. En su esquema
clásico, fuera de Atenas, la basa jónica se compone de : Un plinto, superficie lisa que apoya
sobre el estilobato. Baquetones y boceles, tres pares de molduras convexas muy finas.
Escocias, molduas cóncavas que separan a las anteriores. Toro, moldura superior, convexa
con acanaladuras horizontales. La de basa ática es más simple, formada por la alternancia de
una moldura convexa (toro), cóncava (escocia) y otra convexa (toro). - Fuste. Recibe las
acanaladuras verticales que se unen en arista viva, quedando un pequeño filete entre ambas.
Ostenta una ligera disminución pero carece de éntasis. Debajo del capitel, el fuste aparece
ceñido por una hilera de perlas, características del período de máximo esplendor del jónico.

- Capitel. El equino no tiene una individualización clara con respecto al fuste de la columna,
está tallado como parte superior de la misma. Decorado a base de palmetas no faltando la
decoración de ovas y dardos. Sobre él hay una pieza de forma rectangular cuyos dos extremos
se enrollan originado unas volutas unidas por la almohadilla, porción plana con decoración de
ovas y dardos que soporta el entablamento. La mayor o menor anchura de ésta en su parte
central nos da un dato cronológico, pues tiende a partir del siglo IV a hacerse recta.
Igualmente, si el centro de la voluta está muy separado de la la línea de fuste nos
encontramos en una época temprana. El ábaco ha perdido su importancia, quedando reducido
a una moldura poco amplia que se decora con hojas y dardos e irá progresivamente perdiendo
altura. Entablamento. El arquitrabe se divide en bandas horizontales, cada una de las cuales
sobresale un poco de la anterior. El friso, cuando existe es una zona lisa y continua donde se
situarán los relieves decorativos. Cuando no hay friso, aparece sobre el arquitrabe un cimacio
de ovas coronado por una fila de dentículas. Desde el siglo IV se da con frecuencia la
combinación del friso escultórico y cornisa denticulada. La cubierta presenta las mismas
características del dórico.

- Heraion de Samos: Fue encargado por el tirano local Eaces y su arquitecto fue Roico
de Samos. Edificio díptero, 10 columnas en la fachada trasera y 8 en la principal para
hacerlas coincidir con la columnata de la pronaos y naos. Los problemas de
cimentación que presentó desde el principio hizo que el tirano Polícrates lo derrivase
hacia el 535 a. C. para su reconstrucción.

- Artemision de Éfeso: Teodoro, hijo de Roico, fue llamado como consejero cuando
hacia el 555 a. C. Se proyectó un enorme Artemision en la vecina Éfeso. El rey Creso
de Lidia acababa de someter la ciudad y financió las obras hasta la invasión persa. Los
arquitectos fueron Quersifrón y su hijo Metágenes, que también desarrollaron algunas
ideas propias: mantuvieron la tradición del templo anterior de patio descubierto,
elaborando así un templo hípetro con un ádyton al fondo para la imagen de la diosa.
Las columnas fueron ricamente docoradas en sus basas y capiteles.

- Templo Apolo en Dídima: La trilogía de los grandes templos jónicos arcaicos se


completa con éste, una especie de hermano menor del Artemision. Este santuario,
dependiente de Mileto, estaba en manos de la familia de los Bránquidas y un pequeño
templo del siglo VIII a. C. albergaba su oráculo. Hacia 550 a. C. Creso de Lidia
dicidió también financiar aquí un edificio grandioso (89x38 m) díptero e hípetro, en
cuyo interior se instalaría un naiskos o templete para la estatua de culto y la pitia. Es
probable que las obras no se concluyesen y el edificio fue destruido por los Persas en
el 494 a. C
En el siglo VI a. C. también se construyeron otros edificios menores de orden jónico,
destacando el Tesoro de los Sifnios en el Santuario de Apolo en Delfos (ha. 530 a. C.). Según
Herodoto, esta pequeña isla pudo construir tal maravilla empleando el diezmo de las
ganancias de sus yacimientos de plata y oro.
TEMA 6. EL DESARROLLO DE LA POLIS ARCAICA

La formación de la ciudad arcaica es fruto de diferentes procesos que han dado lugar a
modelos distintos. En la Grecia continental es más frecuente el caso de aglomeraciones que
se extienden progresivamente, pero también hay ciudades formadas a partir de núcleos
dispersos que con el tiempo se unificaron en un único asentamiento urbano. Otras poleis, sin
embargo, son fruto de un acto de fundación. En el primero de los casos, el asentamiento se
organiza en torno a una acrópolis fortificada o en la confluencia de vías de comunicación
importantes. La cuidad crece siguiendo un esquema radial y dicha acrópolis se convierte en el
centro de los cultos poliados. En torno a ella se extiende la ciudad baja, rodeada de una
muralla y, al exterior, se extienden las necrópolis (Atenas, Tebas, Argos). Otra variante
consiste en la planificación urbana en un lugar virgen, con la subdivisión y distribución del
terreno en sectores regulares (per strigas), siendo destinados algunos de estos sectores a las
funciones propias de la vida ciudadana. Los sectores adquieren una forma rectangular
alargada delimitados por vías principales (platèai) y secundarias (stenopòi). La ciudad
también aparece amurallada. Este esquema se descubre en asentamientos marítimos de época
orientalizante como Mileto o Smirna y en las colonias occidentales

Las ciudades coloniales occidentales muestran el mismo sistema de organización. En ellas,


los espacios públicos se irán construyendo y monumentalizando con el tiempo (Megara
Hibláea, Posidonia, Selinunte). Edificios ya presentes en estos espacios públicos (ágoras),
además de los religiosos (santuarios urbanos), son el Pritaneo y el Eklesiasterion. El primero
funciona como sede de los magistrados y en su interior se custodiaba el fuego sagrado de
Hestia. El segundo, es la sede de la asamblea ciudadana (Boulé). Ejemplos en Posidonia y
Metaponto. El ágora de estas colonias también acoge el heròon dedicado al héroe fundador,
como lugar de culto. La stoa también comienza a estar presente para delimitar un espacio
dentro de la ciudad.
Atenas, como la mayor parte de las ciudades griegas de la madrepatria, había surgido de
manera caótica, con calles estrechas y tortuosas con un accidentado relieve montañoso: colina
de las Ninfas, la Pnix, el Areópago, la Acrópolis, monte Licabeto. Los ríos de la ciudad eran
dos, el Eridano, al norte de Área del Dipilón y del Cerámico y el Iliso, al sur. El aumento
demográfico en época arcaica hace necesario una sistematización y racionalización de los
espacios, que quedará plasmado en un rico programa de obra pública bajo el gobierno de los
Pisistrátidas, cuya política edilicia se asemeja a la de los Cipsélidas en Corinto o Polícrates en
Samos.

La Acrópolis en época arcaica

La reconstrucción de la Acrópolis previa a la destrucción y profanación persa en el 480 a. C.


es un problema difícil de resolver. La historia de la Acrópolis comienza en época micénica. A
mediados del siglo XIII a. C., la construcción de un muro poligonal, transforma la elevación
en una ciudadela fortificada, defensa del palacio del anax micénico. Se ha planteado que en el
megarón se celebraba ya el culto a una divinidad femenina que terminaría transformándose
en la Atenea de época histórica. Hay que esperar a la época geométrica para rastrear cierta
actividad cultual a través de la cerámica, que se incrementará en el siglo VII a. C. como
testimonia la presencia de trípodes de bronce.

A la Acrópolis de época arcaica pertenecen una serie de edificios, no conservados in situ,


pero reconstruibles a través de fragmentos escultóricos y arquitectónicos de piedra caliza
provenientes de la llamada “colmata tirannica” al sur y sureste del Partenón. Se trata de un
relleno enorme de restos de edificios de la Acrópolis que se fechan antes de finales del siglo
VI a. C., desmantelados para la construcción del Partenón arcaico tardío. Se trata de pequeños
edificios (oikoi) (A, B, C, D y E) que pudieron tener diferentes funciones: servicio al
santuario poliado, sala de banquetes ceremoniales, tesoros…Frontón con Heracles y la Idra,
frontón del olivo, frotón de la apoteosis de Heracles (fechables en torno al 560-550 a. C. por
paralelos con la escultura y cerámica contemporánea). Especial vinculación de Heracles con
la ciudad de Atenas por los valores que representa. La Arquitectura H: A este mismo depósito
pertenecen los restos, en caliza del Pireo, de un edificio de orden dórico de considerable
tamaño, desmantelado en el momento de la construcción del estereóbato del Partenón, a
finales del siglo VI a. C. Se trataría del precedente arcaico del Partenón (hekatompedon o
Prepartenón arcaico). Para algunos estuvo ubicado en el espacio del futuro Partenón y para
otros, bajo el posterior templo tardo arcaico de Atenea Polias. Ambas hipótesis coinciden en
que se trató de un templo períptero dórico, en piedra, del 580-550 a. C., en relación con la
reorganización de la festividad ciudadana de las Grandes Panateneas del 566- 565 a. C.
Restos: frontón de Barbazul. La topografía de la Acrópolis arcaica se completa con templo
tardo arcaico (cimientos Dörpfeld), del 520-510 a. C., ubicado al sur del Erecteion. Restos:
frontón de la Gigantomaquia. Al recinto se accedería por unos propíleos en el lado occidental.

2. HISTORIA DE LAS EXCAVACIONES


Durante la ejecución del primer plano urbano de la ciudad por Kleanthis y Schaubert, hubo
una disposición para la expropiación de toda el área al norte de la Acrópolis, así como para su
excavación sistemática. Algunos trabajos se iniciaron en 1851, de la Compañía Arqueológica
de Atenas, que permaneció activa, realizando trabajos esporádicos, hasta 1912. Durante el
primer año de las obras, se reveló la posterior muralla romana, mientras que desde 1858 hasta
1912, los arqueólogos griegos realizaron trabajos en el área del palacio tardorromano de la
“Stoa de los Gigantes”. En el tiempo entre 1859 y 1862, la Stoa de Attalos salió a la luz. Las
obras continuaron desde 1898 hasta 1902. Se encontraron muchos restos arqueológicos
durante las excavaciones de las líneas de ferrocarril que unieron Atenas y El Pireo desde
1890 hasta 1891: las construcciones más importantes que se revelaron en parte o en su
totalidad en ese momento fueron el altar de los 12 dioses y algunos santuarios menores.
También hubo una investigación del Instituto Arqueológico Alemán desde 1891 hasta 1898
que arrojó muchos resultados, como una serie de monumentos en la parte occidental del
Ágora (templo de Apolo Patroos, de Zeus Fratrios y Athena Fratria, Metroon y Antiguo
Bouleuterion). También hubo una investigación parcial del interior del templo de Hefesto, el
llamado Theseion. El estado helénico, a riesgo de que el área se inundó de refugiados después
de 1922, intentó apropiarse nuevamente del área y realizar investigaciones, pero esto no fue
posible debido a la falta de recursos. En 1925, el Estado helénico se dirigió a las Escuelas
Arqueológicas extranjeras que residían en Atenas, pidiéndoles que emprendieran el tremendo
trabajo de excavaciones en el área del Ágora clásica. La Escuela Estadounidense de Estudios
Clásicos respondió a esta convocatoria y ha estado realizando excavaciones sistemáticas en
esa zona desde 1931 hasta la actualidad. Para que se revelara toda el área, se tuvieron que
demoler alrededor de 400 nuevos edificios en un área de aproximadamente 120,000 metros
cuadrados. El período entre 1931 y 1940 marca una revolución en la arqueología clásica, así
como en la forma en que los arqueólogos clásicos estadounidenses manejaron la
investigación. Las obras terminaron durante la guerra, pero comenzaron de nuevo en 1947.
Desde 1980, el área del Ágora también se incluye en la excavación. La investigación en ese
lugar ha revelado el altar de Afrodita Urania y la Stoa Pintada (Stoa Poikile). Las
excavaciones continúan hasta hoy. Aparte de las obras de excavación, también son
importantes las obras de restauración que se llevaron a cabo en el Ágora. El logro más
importante fue la restauración del templo bizantino de Agioi Apostoloi (Santos Apóstoles) y
la reconstrucción de la Stoa de Attalos, en 1957 (utilizando principalmente materiales
modernos).

3. El Ágora en época arcaica

Al noroeste de la Acrópolis se extendía el Ágora del Cerámico, que alojó, al menos hasta
mediados del siglo VI a. C. a los barrios de los artesanos de la cerámica y la orfebrería, por lo
que no se pudo prestar como área pública y política. El programa edilicio de los Pisistrátidas
significa el nacimiento de un nuevo espacio público a noroeste de la pendiente de la
Acrópolis, en el área del Cerámico, trasladando los barrios artesanales al norte. Es en este
momento, y no antes, cuando se deben fechar los más antiguos edificios públicos en el Ágora
del Cerámico. Entre estos edificios, muy cuestionada ha sido la función del prytanikon
(550-525 a. C.), realizado en ladrillos de adobe y decorado con antifijas del Gorgoneion. De
planta prapezoidal y ubicado a los pies de Kolonós Agoraios, pudo tener función pública
(pritaneo) o privada (residencia de los Pisistrátidas). En torno al 550-540 a. C. se puede datar
también la primera edificación de la Stoa Basileios, en el ángulo noroccidental del ágora,
sede del arconte re, encargado de vigilar las tradiciones religiosas de la ciudad y lugar de
exposición de las leyes de Dracón y Solón. Al oeste de la Vía de las Panateneas, que fue
trazada por los mismos Pisistrátidas para la procesión que transcurría desde el Dipylon hasta
la Acrópolis, viene dedicado por Pisístrato el Joven, hijo de Hippias, el Altar de los Doce
Dioses (522-521 a. C.), que servía también como punto de partida para la medida de las vías.
También se esforzaron los Pisistrátidas por el aprovisionamiento hídrico a la ciudad. Las
fuentes le atribuyen la famosa fuente del Enneakrounos, de incierta ubicación. Pausanias la
coloca en el ágora. Su cronología, a finales del s. VI a. C., coincide con la representación en
cerámicas de escenas en la fuente. Tras las reformas de Clístenes, que implican una mayor
participación ciudadana, se produce una intensa actividad edilicia en el Ágora, con edificios
como el Viejo Boleuterion; también se construye el Aiakeion, de carácter religioso.

4. FUENTE DEL SURESTE

Las leves huellas justo al sur de la Iglesia de los Santos Apóstoles se han identificado como
los restos de una antigua fuente de agua. La identificación se basa en una gran tubería de
terracota que entrega agua a la parte trasera del edificio desde el este, y canales de
desbordamiento diseñados para llevar el agua lejos de las dos cámaras laterales. El salón
central está restaurado con una fachada de columnas. Una fecha de ca. 530-520 a. C. En el
siglo II d.C. Pausanias identificó este edificio como la fuente Enneakrounos (nueve
boquillas), construida en el siglo VI a.C. por el tirano Peisistratos, pero Tucídides, quien
presumiblemente sabía mejor, ubica ese famoso monumento al sur de la Acrópolis, debajo del
santuario de Zeus Olímpico.

Desafortunadamente, debido al hecho de que se encuentra en parte debajo del corte del
Ferrocarril Metropolitano, hoy es mínimamente visible. La identificación del monumento fue
posible gracias al descubrimiento de una inscripción en una base de estatua de mármol
encontrada en el área del altar.

La inscripción dice: "Leagros, hijo de Glaukon, dedicado (la estatua) a los Doce Dioses".
Este Leagros es una figura histórica; fue un general ateniense después del 480 a. C. y fue
asesinado en el 461 a. C. durante una campaña fallida en Tracia. El altar, según el testimonio
de Tucídides, fue dedicado por Pisístratos el Joven, hijo de Hipias, en 522/521 a. C., cuando
ocupaba el cargo de arconte epónimo. En el 519 a. C., los platenses buscaron asilo allí, al
igual que los asociados posteriores de Fidias, cuando fueron acusados de malversación de
fondos. Este era un lugar de asilo popular. También sirvió como el hito central de Atenas, es
decir, se consideraba el corazón del Ágora y de la ciudad de Atenas. Un kylix del Museo de
Baltimore representa a un hombre maduro observando la estatua? de un joven atleta. La
inscripción “ΛΕΑΓΡΟΣ ΚΑΛΟΣ” podría referirse a la estatua o, según otra opinión, a la
estatua, así como al hombre maduro, el propio Leagros en una etapa avanzada de la vida. Sin
embargo, el jarrón, junto con la mayoría de las inscripciones de cerámica que mencionan a
Leagros como kalos, que es un hermoso joven, datan del 500 a. C. En 480 a. C., el
monumento y la estatua fueron destruidos por los persas posteriormente reconstruido.

→AIAKEION

Al sureste encuentran los pobres restos de un gran recinto cuadrado, abierto al cielo y de unos
30 metros de lado. El recinto cuadrilátero de la Plaza Sur del Ágora, excavado en 1953, se
identificó originalmente como el palacio de justicia de Heliaia, el órgano judicial más
importante de la democracia ateniense. Estudios más recientes han establecido, sin embargo,
que el recinto no abarcaba ningún edificio, sino posiblemente el santuario al aire libre
dedicado a un héroe, Aiakos, de la isla de Egina. A principios del siglo IV se utilizó para el
almacenamiento y distribución de cantidades sustanciales de grano. Aiakos era uno de los
jueces del inframundo y los resultados de las sentencias dictadas en Atenas se mostraban en
las paredes del edificio. Una inscripción que data del 374/373 es clave para esta
identificación, ya que relata que la ciudad de Atenas almacena grandes cantidades de grano
en el Aiakeion, por lo que conviene techar y crear en él espacios impermeables. Combinado
con una inscripción que menciona que una casa en el demos de Kolonos limitaba tanto con el
Ágora como con el Aiakeion, la identificación del recinto con este santuario aparece como la
versión más probable. Basado en la cerámica desenterrada, su fecha de construcción debería
ser posterior al 550 a. C. Si se acepta su identificación como Aiakeion, entonces la fecha de
construcción más probable es finales del siglo VI. BC (507/506 BC). Este es el año durante el
cual los atenienses recibieron un oráculo que proclamaba que para triunfar en su guerra
contra sus vecinos, los eubeos, beocios y peloponesios, debían ganarse el favor del héroe
Aiakos.

→VIEJO BOULEUTERION y PRYTANIKON.

El Viejo Bouleuterion ha sido identificado gracias a una inscripción descubierta in situ. Se


fecha a finales del S. VI a. C. El descubrimiento de un louterion de mármol arcaico con la
inscripción "ΒΟΛΕΥΤΗΡΙΟ" (Bouleuterion) muy cerca del edificio ha permitido identificar
este espacio con la primera casa del consejo de la ciudad; probablemente fue erigido
específicamente con el propósito de albergar la Boule del 500, que fue fundada después de las
reformas de Clístenes de 508/507 a. C. Continuó cumpliendo esta función hasta finales del
siglo V. A. C., cuando se erigió el Nuevo Bouleuterion (posiblemente después de los
incidentes de 413/412 a. C.). Desde entonces se utilizó como lugar de almacenamiento de los
archivos de la ciudad y albergó el culto a la Madre de los Dioses, hasta c.150 a.C., cuando fue
sustituido por el Metroón helenístico. Fue examinado por el Instituto Arqueológico Alemán
en 1895-1896 y por la Sociedad Arqueológica de Atenas en 1907-1908, pero no se identificó
adecuadamente. Fue excavado en 1934-1935 por la American School of Classical Studies.
Casi nada queda de su superestructura. Parte de los cimientos de las paredes y el suelo
sobreviven, lo que ha hecho posible su representación.

5. STOA BASILEUS
En el lado oeste, justo al sur de la Vía Panatenaica, se encuentran los restos de la Stoa Real
(Stoa Basileios), uno de los edificios públicos más antiguos e importantes de Atenas. Sirvió
como sede del arconte basileus (rey arconte), segundo al mando del gobierno ateniense y
funcionario responsable de los asuntos religiosos y las leyes. Aquí, se exhibían copias
inscritas del código legal completo de Atenas, se administraba el juramento anual del cargo a
todos aquellos que estaban a punto de servir a la democracia y Sócrates fue acusado de
impiedad en 399 a. C. La identificación del edificio es segura, gracias a Pausanias y dos bases
herméticas inscritas dedicadas por el rey arcontes y encontradas in situ en los escalones del
edificio.
TEMA 7 EL PERÍODO ARCAICO: LA ESCULTURA

1. Materiales, fórmulas y estilos

A principios del siglo VI a. C. el mármol de Paros sustituye al naxio y será de gran


importancia hasta el siglo V a. C. En el Ática, desde mediados del siglo VI a. C. se explotan
las canteras del Imeto y del Monte Pentélico, aunque también se utilizarán diversos tipos de
piedra calcárea local. La disponibilidad de esta materia prima provocó el desarrollo precoz de
la escultura en algunos lugares como las Cícladas, Samos o Atenas.

Los ámbitos de uso de este material van a ser la estatuaria, escultura arquitectónica y estelas
funerarias.

El estudio de la cultura figurativa del período ha conducido a la individualización de


diferentes escuelas artísticas vinculadas a ámbitos regionales, si bien este aspecto debe ser
matizado teniendo en cuenta la movilidad de talleres y escultores, con el intercambio de
influencias que ello supone.

La enorme difusión del kouros se debe a que representa el ideal heroico de la sociedad
aristocrática de la época y encarna los valores, belleza, juventud, coraje… Así, el héroe por
excelencia, Aquiles, es representado como un kouros.

La reproducción de los kouros y kore en utiliza en contextos diversos y con diferentes


significados y funciones: representaciones de la divinidad, del héroe o del devoto (en los
santuarios); imagen funeraria (en las necrópolis).

- Cronología: Partiendo de la consideración que el arte griego sigue una evolución


constante hacia la naturalidad del cuerpo humano, en 1942 G. Richter estableció para
los kouroi un sistema de datación basado en dicha evolución. Esa cronología relativa
sigue siendo válida hoy día, a lo que se une la comparación con la plástica
arquitectónica y la cerámica, también para el caso de la figura femenina.

- Las cícladas: Aquí se había desarrollado una fase ”dedálica” importante para derivar
en un estilo propio como refleja el Coloso de los Naxios en Delos (ha. 585 a. C.). De
8,5 m de altura conserva la inscripción: “Soy de una sola piedra, estatua y pedestal”.
Sólo se conserva el torso.

- Peloponeso: Los talleres de Creta debieron agotarse en torno al 600 a. C. y la plástica


doria quedó circunscrita al Peloponeso.

Estos dos kouroi marmóreos fueron firmados por Polimedes de Argos y desde su
descubrimiento en 1894 se han relacionado con la leyenda de Cleobis y Bitón, los jóvenes
que arrastraron el carro de su madre desde Argos hasta el santurario extraurbano de Hera y
murieron, exhaustos, al término de su hazaña (Heródoto afirmaba que ”los argivos mandaron
hacer unas estatuas de ellos y las consagraron en Delfos, pues habían sido unos hombres
excepcionales”, I, 31, 5). Sin embargo, la inscripción grabada en la pierna de uno de los
hermanos, aunque confusa, parece aludir más bien a los Dióscuros y la actividad en el
santuario de un escultor de Argos que se podría reconstruir, efectivamente, como Polymedes.

Carácterísticas: peinado de trenzas, cara redonda y maciza, ojos globulares, líneas curvas para
marcar la musculatura.

- Jonia: El punto de partida de estas esculturas no parece remontarse al arte “dedálico”,


que apenas alcanzó estas tierras, sino a tradiciones anatólicas más antiguas, herederas
de la plástica hitita. Estos orígenes nos permite entender el tipo más antiguo de la kore
jónia, que tuvo su primera formulación en Samos. Hacia el 565 a. C. un tal Queramies
encargó allí un magnífico exvoto, y en él aparecían reflejadas dos damas de su
entorno familiar; una de ellas se encuentra hoy en la isla y fue encontrada en 1984,
mientras que la otra es la famosa Hera de Samos, descubierta en 1875, conservada en
el Museo del Louvre. Sin embargo, la existencia de dos estatuas idénticas descarta su
posible interpretación como imagen de la diosa y sí como oferentes. Características:
imagen casi cilíndrica, cubierta de de finos pliegues lineales de la túnica y manto. A
medidos del siglo VI a. C., la plástica jonia se halla dividida entre las tradiciones de
Anatolia y Grecia. Pero inició un proceso unificador con planteamientos imaginativos.
De nuevo en Samos, un grupo votivo firmado hacia 555 a. C. por el escultor Genéleo
(Grupo de Genéleo), está formado por cuatro figuras de pie, una recostada y otra
sentada, todas femeninas menos la recostada. Pudo tener una función votiva o
funeraria. En Jonia son frecuentes las estatuas de kouros vestidos con túnica,
alejándose del concepto de kouros dorio. El cuerpo se subordina a la elegancia de la
vestimenta. Clara influencia oriental. Estatua de Branquidi, príncipe sacerdote de
Dídyma. Sentado en el trono como símbolo de poder (Museo Británico).

- Ática: Atenas partió de la plástica “dedálica” para crear un arte propio. Todo comenzó
cuando alguien decidió sustituir por estatuas las vasijas de carácter funerario que
desde el Período Geométrico señalaban las tumbas de los eupátridas. De la necrópolis
del Cerámico proceden dos piezas de hacia el 600 a. C.: Kouros de la Puerta Sagrada,
Cabeza del Dípylon, que junto al Kouros de Nueva York, de origen incierto y en
mármol de Naxos, presentan los siguientes rasgos comunes: cabeza alargada, peinado
de cuentas, diadema, ojos almendrados. Pocos años más tarde comenzó a desarrollarse
el kouros votivo, como lo demuestran las esculturas colosales que fueron eregidas
hacia 590 a. C. en el Santuario de Poseidón en Sunion. La mejor conservada de las
dos conocidas mide algo más de 3 m de altura. Características: pecho plano, trazos
lineales sobre el vientre, pliegue inguinal, rodillas muy modeladas (Museo
Arqueológico Nacional de Atenas)
Durante el Arcaísmo Pleno los talleres áticos siguen asentando su personalidad y Atenas se
impone como una gran potencia artística. Este momento coincide con el “Primer
Hekatompedon” para la Acrópolis, y, a su alrededor, empezaron a colocar sus exvotos los
nobles atenienses. Con el tiempo, la Acrópolis se convertirá en el “museo” de escultura más
importante de la Grecia Clásica. Destaca, como pieza excepcional y primera escultura
dedicada en la Acrópolis, el Moscóforo (ha. 565 a. C.), exvoto dedicado a Atenea con motivo
de una victoria en los juegos atléticos durante las fiestas panatenaicas. Sabemos que el
personaje representado se llamaba Rhombo y no quiso mostrarse como un kouros sino
portando sobre sus hombros el carnero que iba a sacrificar. El artista dio a la musculatura un
realismo tan audaz que no se verá de nuevo hasta las décadas siguientes. Mármol de Imeto.
Museo de la Acrópolis (Atenas). A mediados del siglo VI a. C. empezamos a leer las firmas
en pedestales de esculturas. El primero que nos ha dejado una obra conocida es Aristión de
Paros, que se estableció en Atenas y trabajó para las necrópolis, desarrollando su labor en los
primeros años de la tiranía de Pisístrato. Hacia 545 a. C. Realizó la Koré Frasiclea, en la que
introduce los bucles jónicos sobre los hombros y la captación de la elasticidad de la lana del
peplo (Museo Arqueológico Nacional, Atenas). Texto de la inscripción: ”Tumba de Frasiclea.
Siempre me llamarán virgen, porque he obtenido de los dioses este título en lugar del
matrimonio. Obra de Aristión de Paros”.

Jinete Rampín, así llamado por el coleccionista francés que donó su cabeza al Louvre, donde
permanece. La cabeza de la escultura fue hallada en la Acrópolis en 1877 y el torso y el
caballo en 1886. La conexión entre ambas partes fue sugerida por el arqueólogo británico H.
Payne en 1936. Se fecha hacia 550 a. C. Interesa principalmente por la novedad de su
iconografía y algunos aspectos formales, como la inclinación de la cabeza hacia un lado. Su
corona lo identifican como vencedor en los juegos itsmicos y de Nemea. Al mismo artista, el
Maestro de Rampín, se ha atribuido la Kore del Peplo (kore 679), de hacia 530 a. C.

Este exvoto de la Acrópolis nos muestra a una joven que, en una época en la que se iba
difundiendo por Atenas la fina vestimenta jonia, mantenía el peplo de lana tradicional. Los
exvotos de la Acrópolis anteriores a la invasión persa fueron enterrados por los atenienses en
la Acrópolis tras la destrucción de la misma y fueron descubiertos en las diferentes
excavaciones arqueológica realizadas a partir de mediados del siglo XIX. Hoy día las
podemos contemplar en el Museo de la Acrópolis. Kore 682 Kore 680 La moda jonia, una
simple opción estética conocida desde mediados de siglo, inundó la calles de Atenas a partir
del 520 a. C. y todas las atenienses adoptaron el chitón traslúcido y el himation cubierto de
pliegues.

La más clara manifestación de esta moda se halla en la Acrópolis de Atenas ; en torno a ese
año el recinto sacro se cubrió literalmente de exvotos que representaban, idealizadas, a
mujeres de las familias más ricas y prestigiosas, caracterizadas por sus ojos almendrados,
bucles sobre el pecho, talle delicado y actitud oferente . No obstante, algunos artistas áticos
mantuvieron bajo la vestimenta jonia las fuertes estructuras de los cuerpos áticos .
El escultor ático más importante de todo el Arcaísmo fue Anténor. Hacia el 515 a. C. Realizó
la kore 681 o Kore de Antenor, que no fue encargada por un noble sino por un devoto
alfarero: “Nearco el ceramista ha dedicado esta obra como ofrenda a Atenea. Anténor, hijo de
Eumares, ha realizado la estatua”. La obra representa la conjunción de las delicadas telas
jónicas y las rotundas anatomías atenienses. Tras esta obra fue llamado por Clístenes a Delfos
y se encargó de los frontones del Templo de Apolo (513- 508 a. C.). Cuando Clístenes logró
implantar en Atenas la democracia también recibió un encargo de enorme valor institucional:
el Grupo de los Tiranicidas (505 a. C.), destinado a perpetuar la memoria de Harmodio y
Aristogitón dando muerte a Hiparco y sellando así el fin de la tiranía. Este grupo fue llevado
a Persia por Jerjes en el 480 a. C. y sustituido por una copia.

Antenor pudo emplear en este grupo tipos de personajes como el de sus frontones de Delfos y
se atrevió a trabajar en una técnica nueva, el bronce hueco. Es interesante apuntar como, a
finales del siglo VI a. C., con los cambios políticos, hacen su presencia en la Acrópolis otros
personajes no aristocráticos, como el ceramista que dedica esta estela a Atenea. El artista fue
Endoios.

a) b) c)
(a). Estatua funeraria de guerrero que, según nos relata la inscripción, cayó en un combate
desconocido hacia el año 530 a. C.: “Detente y llora sobre la tumba de Croiso, al que el
furioso Ares dio muerte cuando combatía en la primera fila”. Mide 1,94 m y se conserva en el
Museo Arqueológico Nacional de Atenas. Kouros de Aristodikos

(b y c). Estatua funeraria del joven con el mismo nombre. Hacia el 500 a. C. 1,98 m. Las
estelas funerarias también tienen un mayor desarrollo en Atenas. Son placas altas y estrechas,
que permiten la representación en pie del personaje y que rematan en la parte superior con
una palmeta o esfinge protectora. Destaca la estela de Aristión (Museo Arqueológico
Nacional, Atenas), firmada por Aristocles hacia el 515 a. C. y hallada en una aldea del Ática.

2. La decoración arquitectónica

- El Tesoro de los Sifnios (Delfos): Mármol de Paros, ha. 520 a. C


TEMA 8 PERÍODO ARCAICO III: CERÁMICA, PINTURA

Los vasos griegos estaban hechos de una clara arcilla rica en hierro burda que se volvía de un
color naranja rojizo cuando era cocida. El diseño era bosquejado en líneas generales, luego
rellenado usando arcilla refinada como pintura. Los detalles eran añadidos con una
herramienta de grabado, rascando a través de la capa de pintura a la arcilla de abajo. El vaso
era cocido en un horno a una temperatura de unos 800º C, con la oxidación consiguiente,
volviendo a la cerámica de un color naranja rojizo. La temperatura era aumentada a unos 950º
C con las aberturas del horno cerradas y con madera verde añadida para eliminar el oxígeno.
El vaso se volvía totalmente negro. La etapa final requería que las aberturas fueran reabiertas
para dejar entrar oxígeno al horno, para permitir enfriarlo. La pieza volvía a su color naranja
debido a la renovada oxidación, mientras que la capa pintada se quedaba del color negro
satinado creado en la segunda etapa. Aparte del negro, los otros colores podían ser usados
modificando las características de la arcilla usada para pintar el vaso. El más común era un
blanco amarillento derivado de una purificada arcilla ferrosa, y un rojo violáceo derivado de
la misma arcilla refinada usada para producir las áreas negras mezclada con ocre (óxido de
hierro rojo) y agua.

1. El simposio y sus vasos

La pintura cerámica de los Períodos Arcaico y Clásico se desarrolló sobre unos vasos de
formas concretas, y usados en su mayor parte para un festejo muy particular: el simposio.
Cada forma ofrece sus propias posibilidades decorativas y sugiere una temática acorde con su
uso. Hidria (hydria): gran vasija con dos asas horizontales y una vertical con la que se traía el
agua de la fuente para mezclarla con el vino. Ánfora: vasija con dos asas verticales para
transportar el vino. A veces, se la sustituía por el pélice, más panzuda y más pequeña. Parece
que el psicter tuvo dos usos: llevar vino frío o nieve o agua fría para enfriar el vino. Crátera:
agua y vino se mezclaban en una gran vasija de amplia boca.

Tipología: crátera de columnas, de volutas, de cáliz y de campana.

Otras veces se podía utilizar un lebes o dinos, colocado sobre una base independiente. El
stamno, más pequeño y con tapadera, se relacionaba con el culto a Dioniso. Enocoe
(oinocoe): una vez vertidos el vino y el agua, se mezclaban con el cazo (cíato) y se extraía
con una jarra, que se llama enocoe si tenía pico u olpe si la boca era circular. Cílice (kylix):
finalmente, de la jarra se vertía el líquido en las copas para beber. La más común era la cílice,
muy ancha y con dos asas horizontales. De uso muy cotidiano es también el escifo (skyphos),
una especie de taza. También podían utilizarse el ritón, con forma de cabeza de animal; el
kántharos, copa con dos grandes asas verticales y también relacionado con el culto a Dioniso.
Otras formas no relacionadas con el simposio son las ánforas panatenaicas, que sirvieron
como premios en Atenas; el lutróforo o lebes nupcial, para las bodas; píxides o lekánides,
cajas con tapadera; el albastron, el aríbalo y el lécito, principales frascos de perfumes (el
último, destinado a los ritos funerarios).
2. Talleres cerámicos regionales: cerámica corintia, laconia y calcidia

Si las vasijas son de uso relativamente común en todo el ámbito griego, lo cierto es que su
decoración pintada siguió manteniendo a lo largo del siglo VI el carácter regional y localista,
hasta que a finales del Arcaísmo Atenas impuso su dominio, que supuso el cierre de los
demás alfares. Corinto fue la máxima competidora de Atenas pero el agotamiento de sus
talleres coincide con el creciente poderío de Esparta, surgiendo la cerámica laconia, muy
activa desde el 570 al 520 a. C. Se caracteriza por sus fondos blancos y figuras negras. En
Magna Grecia, el mejor alfar se estableció en Regio, colonia fundada por Calcis. Allí se
produjo entre el 550 y 500 a. C. la cerámica calcidia, que se distribuyó por toda la costa
italiana. Su principal artista, el Pintor de la Inscripción, conocía la pintura corintia y ática y
desarrolló múltiples mitos ilustrados con inscripciones en alfabeto calcidio.

3. Las “figuras negras” atenienses

Sólo Atenas, entre todas las ciudades de la Hélade, tuvo el privilegio de llevar adelante una
producción cerámica ininterrumpida desde la Edad Oscura hasta el Helenismo. Para ello fue
capaz de aceptar y fomentar la personalidad de sus artistas y plantearse la exportación a gran
escala. Los propietarios de alfares, a los que llamamos de forma impropia “alfareros”,
deseaban darse a conocer y, orgullosos de sus productos, los firmaban con la fórmula “X
epoiese” (“X hizo”). Algunos llegaron a tener gran prosperidad y sus propietarios sabían que
buena parte de su éxito dependía de los pintores que pudiesen contratar. De ahí que
permitiesen a los más brillantes firmar sus obras con la fórmula “X egrafse” (“X dibujó”).
Algunos alternaban la decoración de vasos con la realización de cuadros (pínakes) en
terracota. Cuando no firmaron ninguna obra, los conocemos como “Pintor de X”, siendo X el
nombre del alfarero para el que trabajaron. Cuando no dejan firma ninguna, los
investigadores les dan nombres convencionales, alusivos a su estilo, a su temática o a alguna
pieza de particular interés.

4. Primeros artistas

A principios del siglo VI a. C. la cerámica ateniense comienza a producir y vender vasos


para el simposio, un campo en el que Corinto llevaba la delantera. Entre los seguidores del
Pintor de Neso sobresale el Pintor de la Gorgona (600-580 a. C.), que mantiene un juego de
colores relativamente simple, donde el negro apenas se ve alterado por toques en blanco y
rojo carmín; reafirma el papel de los frisos de animales a lo corintio en las partes secundarias
del vaso. Destaca el gran dinos que le da nombre, en el friso sobre el tema de Perseo y las
Gorgonas (Museo del Louvre). De la misma época son los pintores del llamado Grupo de los
Comastas, que importan el tema corintio de los alegres borrachos e intentan aclimatarlo al
gusto de Atenas. La estética del Pintor de la Gorgona tiene su continuidad en la figura de
Sófilo (580-570 a. C.), que firma tres veces como pintor y una como alfarero. En distintos
dinoi desarrolla temas con múltiples personajes, como las Bodas de Tetis y Peleo o la Carrera
de Carros en honor a Patroclo.
Destaca un fragmento de Kántharos de la Acrópolis de Atenas, firmado por Nearchos
(570-555 a. C.) por la originalidad de la escena. Su taller dedicó en la Acrópolis la Koré de
Antenor.

El gusto por los largos frisos narrativos, a menudo con temas épicos, se manifiesta en las
llamadas “Copas de Siana” pero, sobre todo, en el arte de Clitias, el mejor maestro de su
generación. De su obra destaca el Vaso François (Museo Arqueológico de Florencia), que
firmó junto al alfarero Ergótimo. Es una enorme crátera de volutas (66 cm) que acabó
formando parte del ajuar de una tumba etrusca de Chiusi, pero que debió tener como primer
destino un simposio fastuoso, donde se preveía la presencia de un aedo. Para ilustrar sus
poemas, Clitias dividió toda la superficie disponible en franjas y desarrolló en ellas escenas
minuciosas anotadas con innumerables inscripciones: - La cacería del jabalí de calidón. - El
retorno de Teseo y sus compañeros tras la muerte del Minotauro. - La carrera de carros en
honor a Patroclo. - El combate de los Lapitas contra los centauros. - Las bodas de Tetis y
Peleo. - La vuelta de Hefesto al Olimpo. - La muerte de Troilo por Aquiles. - El combate de
los pigmeos contra las grullas. - Todo ello completado por un friso de animales -último
homenaje a la tradición corintia-, y por pequeñas escenas en las asas: una Gorgona
apotropaica, Ártemis entre fieras y Áyax con el cuerpo de Aquiles. MARIO TORELLI, Le
strategie di Kleiaas. Composizione e programma figuraavo del vaso François, Mondadori
Electa, Milán, 2007.

Otros artistas, como el Pintor de la Acrópolis 606, se plantearon escenas más elaboradas y
figuras de mayores dimensiones. El más importante de esa generación fue Amasis o Pintor de
Amasis (560- 515 a. C.). Amasis es el nombre de un alfarero que firmó como tal bastantes
vasijas; pero muchas de ellas están pintadas por un mismo artista y ello sugiere la posibilidad
de que Amasis también fuese su pintor

→Ejemplos: Ánfora del Louvre, Ánfora de Boston

Entre el 540-520 a. C. desarrolló su carrera Exekias, considerado el mayor genio de las


figuras negras y, acaso, el mejor artista griego del Arcaísmo. Inventó la crátera de cáliz y
supo conjuntar una ejecución minuciosísima con un sentido de la emotividad no alcanzado
hasta ese momento, lo que también le hizo ser un excelente pintor de pínakes funerarios.

→Ejemplos: Ánfora del Museo Británico (Aquiles y Pentesilea/tema dionisiaco) Ánfora del
Vaticano (Áyax y Aquiles jugando a los dados/partida de Cástor y Polux ante Leda y
Tíndaro). Suicidio de Áyax. Kylix de Munich (Dioniso liberado de los piratas)

5. La irrupción de las “figuras rojas”

En la época en la que Exekias extraía todas las posibilidades de las figuras negras, en otro
taller, el del alfarero Andócides, se planteaba una gran revolución técnica; parece que fue
hacia el 530 a. C. Cuando surgió por primera vez esta técnica. El Pintor de Andócides
(desconocemos su nombre) fue discípulo de Exekias. Su descubrimiento consis^a en cubrir
de pintura los fondos en lugar de las figuras. De este modo, los cuerpos quedaban vacíos y
podían decorarse con líneas pintadas, que venían a sus_tuir a las incisiones anteriores. El
Pintor de Andócides ejecutó en ciertas vasijas dos escenas idén_cas, una en figuras negras y
otra en figuras rojas, siendo imitado por otros ar_stas, a los que llamamos “maestros
bilingües”. Entre estos destaca al principio Psiax (525-500 a. C.), que trabajó en el mismo
taller.

→Ejemplos: Pintor de Andócides. Psiax

Hacia el 525 a. C. la técnica de figuras rojas salió del taller de Andócides. Hubo algunos
artistas que prefirieron ser bilingües, pero la mayoría tomaron partido y algunos siguieron
manteniendo las figuras negras hasta casi mediados del siglo V a. C. Después del cierre
definitivo de sus talleres su técnica sobrevivió tan sólo en unos recipientes concretos: las
ánforas panatenaicas, que servían de premio para los atletas vencedores en los Juegos
Panatenaicos atenienses y contenían todo el aceite que necesitaba un joven para ungirse en el
gimnasio hasta los siguientes juegos. Empezaron a realizarse hacia el 560 a. C. y treinta años
más tarde adquirieron su decoración fija: por un lado la imagen de Atenea Políada y, por la
otra, una escena de la prueba atlética correspondiente. Estas ánforas siempre mantuvieron el
carácter arcaico de la diosa hasta su final en el siglo II a. C.

Hacia el año 520 a. C., cuando causaban furor en la Acrópolis las korai jonizantes y se
planteaba la reacción de los escultores más áticos, como Antenor, en el campo de la pintura
se produjo una situación parecida. Un grupo de dibujantes, a los que llamamos “Pioneros”
vieron en las figuras rojas el medio ideal para abordar el estudio de las grandes estructuras
corporales, centrándose en el estudio de la figura humana masculina. El principal animador
del grupo fue Eufronio (520-505 a. C.). Con una temática muy variada – leyendas heróicas,
escenas de gimnasio, banquetes, comastas-, se centró en los análisis anatómicos y estudió
como elaborar escorzos.

Ejemplo: Lucha de Heracles y Anteo. El sueño y la muerte llevando el cuerpo de Sarpedón

- Eutímides (515-500 a. C.), uno de los mejores artistas del grupo realizó una escena de
comastas danzantes, con la figura del protagonista de espaldas y en movimiento y
añadió: “Lo que nunca (logró pintar) Eufronio”.

- El Pintor de Sosias es conocido por una copa que representa a Aquiles curando a
Patroclo. El único gran problema que se resiste a los “Pioneros” es el de la figuración
en tres cuartos de los cuerpos y sus partes, sólo cabe la visión de frente o de perfil.

6. PINTURA ARCAICA. FUENTES PARA SU ESTUDIO

Escasos originales griegos: importancia de los últimos hallazgos (Vergina, Paestum, etc.)
Revelan diversidad de estilos, técnicas y composiciones que la pintura vascular y la pintura
etrusca no habrían hecho esperar. Fuentes para su estudio: escasos originales, pintura etrusca,
cerámica contemporánea, decoración parietal romana, mosaicos y fuentes literarias.
Objetivos: reconstruir su problemática histórica (conquista del espacio pictórico, solución de
problemas de perspectiva, de escorzo, gradación tonal, claroscuro, empasto de colores,
colores reflejados, etc.).

7. SOPORTES Y TÉCNICAS

- Soportes variados : madera, terracota, piedra, mármol.


- Técnicas: temple, encáustica, fresco. Técnica más apreciada pintura sobre tabla
(pínax): Fijadas con marcos y grapas metálicas y protegidas con paños o puertas de
madera. Han aparecido en el santuario de Poseidón en Penteskouphia, junto a Corinto,
muchísimos pínakes votivos en terracota, fechados a lo largo de todo el siglo VI a. C.:
unas veces figuran al dios; otras, muestras escenas cotidianas de alfares, ya que los
ceramistas sentían predilección por este templo, y algunas llevaban firmas de pintores
cerámicos conocidos, como Timónidas.

A ello cabe añadir el dato excepcional de que en Pitsá, también cerca de Corinto, se hallaron
hace muchos años unos pínakes de madera: el más completo de ellos, y, acaso el más antiguo
(h. 520 a. C.), representa un cortejo familiar camino de un sacrificio. Los mejores restos de
pintura arcaica jonia no son pínakes sino decoraciones murales, como la Tumba de
Karaburun, en Licia, de hacia el 475 a. C., donde nos recibe un gobernador local reclinado en
un lecho frente a su esposa. Su decoración pintada muestra al fallecido, un potentado local,
disfrutando de los placeres de la otra vida: se reclina como en un simposio y hace gestos a un
asistente. Esta composición probablemente deriva de la cerámica ateniense, pero el traje es
persa, un atuendo real de nobleza y bebe en una copa de tipología persa. En resumen, un
pintor griego ha utilizado motivos atenienses para mostrar a un gobernante licio con atuendo
persa. Pero el mejor conjunto de pintura griega de esta índole se halla en Posidonia, colonia
en origen dependiente de Síbaris, donde, un artista anónimo pintó las placas de un
enterramiento en cista, pintada en el interior de las cuatro paredes y la losa del techo; es la
llamada Tumba del Tuffatore.

Hallada en 1968, la tumba puede fecharse entre el 480/470 a. C. por la presencia de cerámica
ática. En la tapadera aparece, en un escueto paisaje, la figura del difunto: es un joven desnudo
que se lanza a las olas desde una especie de muralla para alcanzar el más allá tras surcar los
mares. En las otras placas se desarrolla el simposio fúnebre que celebran los amigos del
difunto, reclinados de dos en dos en sus lechos. Esta tumba es un buen ejemplo para
comprobar el estado en el que se hallaba la pintura mayor por esos años: el suelo es una
simple línea recta, los muebles aparecen de perfil, sin el menor atisbo de perspectiva y aún
hay problemas para resolver los escorzos. Los colores son planos, pero parece claro que el
autor se interesa por la expresión de los ojos y la boca y es capaz de reflejar con ellos la
animada charla. Al mismo tiempo, las placas de barro para decoración de paredes siguen
siendo numerosas hasta el final de la época arcaica. Tenemos un ejemplo en la losa de la
acrópolis de Atenas con el hoplita en carrera, fechada en torno al 520-510 a. C
TEMA 12: LA ESCULTURA DE ÉPOCA SEVERA Y LOS GRANDES ARTISTAS DE
ÉPOCA CLÁSICA

1. LA BÚSQUEDA DEL CLASICISMO ESCULTÓRICO

Los últimos kouroi intentan superar las musculaturas muy marcadas del Arcaísmo Tardío
(Apolo Strangford, Kouros de Aristódico, Efebo Rubio). El paso hacia el realismo que se
esboza en estas obras se ve superado por artistas más audaces: Critio y Nesiotes, los artistas
mejor considerados hacia el 480 a. C. Al retornar los atenienses a su ciudad tras la invasión
persa, les encargaron oficialmente construir un nuevo Grupo de los Tiranicidas porque el de
Anténor había sido robado por los invasores. Concluyeron su labor en el 476 a. C. y la obra
fue instalada en el Ágora y su pedestal contenía los siguientes versos de Simónides: “Una
gran luz emergió para los atenienses cuando Harmodio y Aristogitón dieron muerte a Hiparco
y (…) establecieron las bases de la patria”. Este grupo conmemorativo era un bronce, como el
de Anténor, y no sabemos hasta qué punto siguieron fielmente el modelo anterior. La obra
que realizaron, que conocemos a través de copias romanas, eran dos figuras en movimiento.
A ellos también se atribuye un exvoto de mármol de la Acrópolis, el Efebo o Kouros de
Critio 482 a. C.), primera obra que prescinde de la ley de la frontalidad como punto de partida
del contrapposto, base misma del clasicismo escultórico. Museo de Nápoles

→Templo de Afaia en Egina

Hacia el 550 a. C. se construyó el primer templo a la diosa Afaia (versión local de Atenea) es
esta isla cuya riqueza se basaba en su papel de intermediaria por su situación estratégica. A
finales del siglo VI (500-490 a. C.) se construye un nuevo templo, coincidiendo con un
momento heroico de su historia con su participación en la Segunda Guerra Médica. Pero
también fue una de sus últimas construcciones pues en el 455 a. C. de rendirse ante Pericles
para ingresar en el imperio ateniense. Los frontones tuvieron una riquísima decoración de
esculturas exentas con un programa decorativo concreto con Afaia-Atenea en el centro y
guerreros combatiendo a sus lados: Frontón oriental: Primera Guerra de Troya, en la que
Heracles, ayudado por Telamón, príncipe de Salamina y Egina, venció al monarca troyano
Laomedonte. Frontón occidental: Segunda Guerra de Troya, la cantada por Homero, a la que
acudieron los eginetas bajo las órdenes de Áyax Telamonio. Sin embargo, hacia el 480 a. C.
quedó destruido el frontón oriental, acaso por un ataque persa, y se encargó enseguida uno
nuevo, que permite ver los cambios estéticos producidos en tan corto espacio de tiempo:
mayor relación entre los grupos, evolución de la anatomía, menor rigidez, ausencia de sonrisa
arcaica.

2. LOS BRONCES ORIGINALES GRIEGOS

Para los escritores helenísticos y romanos, la verdadera historia de la escultura comenzaba


con los broncistas activos a partir del 500 a. C. A partir de ahora tendremos muchas más
referencias literarias a los grandes artistas (Plinio y Pausanias, entre otros). Pero es casi
imposible seguir la historia de la escultura griega sin contar con las “réplicas romanas”.
Técnica de elaboración de los bronces: Fundición de las partes por separado, aplicación de
otros materiales. Bronces originales que se han conservado: - Auriga de Delfos - Poseidón de
Artemision - Bronces de Riace - Otros

→Auriga de Delfos
Procede del santuario de Apolo en Delfos. Ignoramos en qué taller se hizo y es probable que
las fuentes hayan conservado el nombre del artista pero somos incapaces de identificarlo a
falta de datos complementarios. Destaca por su gran complejidad técnica: partes fundidas por
separado, piedras brillantes para los ojos, aplicación de plata y cobre para dientes y labios,
acabado a cincel. La figura es el único resto de un ostentoso exvoto compuesto por cuatro
caballos, un adolescente a pie y un carro, donde iba el auriga. El acontecimiento que
conmemora es una victoria ecuestre fechada en el 474 a. C. que alcanzó en los Juegos Píticos
el príncipe Polizalo de Gela, hermano menor de Hierón I de Siracusa, en una época de
riqueza para las tiranías sicilianas. Serenidad clásica de las facciones, pliegues verticales de la
túnica de lana (la xystis).

→Poseidón de Artemision
(Ha. 460 a. C.). Hallado en el mar al norte de Eubea, ha dado lugar a variadas especulaciones
sobre su indentidad (Zeus?) y autoría aunque podría atribuirse a un taller ateniense con
muchas dudas

→Los bronces de Argos

Los encargos para festejar victorias de atletas en Olimpia y Delfos escasearon después de la
Segunda Guerra Médica y ello influyó en el hundimiento de talleres broncistas como los de
Egina y Sición. Sólo mantuvo su actividad en el Peloponeso la escuela de Argos, cuyos
talleres pasaron a acaparar las obras destinadas a los grandes santuarios, siendo su mayor
parte exvotos oficiales conmemorativos con temas mitológicos. Argos se convirtió en un
lugar de encuentro al que acudían, para trabajar o aprender el oficio, escultores de las más
variadas procedencias. El principal maestro de esta época fue Hageladas de Argos (480-445
a. C.), siendo su obra más famosa el Zeus de Itome, encargado por los mesenios en 457 a. C.
cuando intentaban sacudirse el yugo de Esparta. Reproducida en monedas, la escultura
representaba al dios en pie lanzando el rayo, en una actitud parecida a la del Poseidón de
Artemision, pero con el brazo derecho doblado hacia la cabeza

→Bronces de Riace
Hasta hace unos años se perfilaba la estética de Hageladas estudiando la actividad de
Policleto y reconstruyendo a través de ella los principios que podían aprenderse en el taller
del maestro de Argos. El hallazgo casual, junto a la costa del sur de Italia, de dos
extraordinarias esculturas ha venido a confirmar y matizar nuestras ideas. Múltiples análisis
de técnica y estilo han llevado a la conclusión de que fueron realizadas en dos momentos
sucesivos y en dos lugares diferentes: según ha revelado la tierra pegada al bronce en el
interior de los cuerpos, el Bronce B es probablemente una obra ática fechable hacia 430 o 420
a. C., mientras que el Bronce A, sin duda el mejor, hubo de ser realizado en Argos hacia 455
a. C. Por tanto, contamos con una escultura de primera calidad atribuible a Hageladas o a
algún maestro de su entorno. Representa un guerrero mítico con un único aspecto inesperado
para los estudiosos: nadie hubiese podido suponer que el inexpresivo Policleto hubiese
podido tener un maestro tan aficionado a expresar el ethos o carácter de sus personajes

El siglo de Pericles: Mirón (460-445 a. C.) Nació en Eléuteras, entre Beocia y el Ática y, tras
una probable formación en Argos, comenzó a trabajar de forma independiente hacia el 460 a.
C. En los años siguientes, se inició en el mercado de los exvotos atléticos, que recuperaba su
actividad tras las crisis de los años anteriores. El primero que se cita en su carrera
corresponde a un pancracista que triunfó en la Olimpiada de 456 a. C., y después, vendrían
las figuras de vencedores del pentathlon, que, según Plinio, realizó para Delfos. Es posible,
pero sólo posible, que una de estas figuras fuese el famosísimo Discóbolo, si tenemos en
cuenta que para los griegos el lanzamiento de disco no era una prueba independiente sino una
de las cinco que componía esta competición. Descripción de Luciano: “el lanzador de disco
está ligeramente inclinado en posición de lanzamiento y se gira hacia la parte del brazo que
lleva el disco, mientras que se apoya suavemente en la otra pierna; de este modo, parece que
va a salir despedido hacia delante tras el lanzamiento” (Philopseud., 18), si bien esta
descripción no es exacta. El resultado es un dechado de dinamismo inestable en la que se
prescinde de cualquier detalle anecdótico y borra la expresión facial.

Ya hacia el 450 a. C . Mirón debió instalarse en Atenas y empezó a recibir encargos de la


ciudad y de las metrópolis jonias sometidas a su dominio . Por entonces realizaría un Apolo
para Éfeso y un grupo colosal con la Llegada de Heracles al Olimpo para el Hereo de Samos .
Sin embargo, su obra más conocida en esta época fue el Grupo de Atenea y Marsias , adorno
para la Acrópolis ateniense . Conocemos este grupo gracias a numerosas copias de época
romana en mármol, si bien el original era de bronce . Tras el sencillo mito que representa
había un trasfondo musical : el enfrentamiento de la música apolínea y la flauta dionisiaca ; y,
sobre todo, una idea política : la superioridad de Atenas frente a Tebas, demostrada por la
capitulación de ésta en el 457 a . C . Para diseñar el grupo se inspiró en el Grupo de Teseo y
el Minotauro, compuesto unos años antes, pues debía colocarlo junto a él . A partir de esta
obra, la carrera de Mirón resulta más difícil de seguir. En la Acrópolis fue instalando diversos
exvotos, como un Perseo con la cabeza de Medusa, y una Ternera, que se hizo famosísima
por su realismo y llevada más tarde a Roma. Junto a su colaboración en el Partenón, también
se señalan estatuas suyas de atletas que vencieron en las Olimpiadas de 436 y 432 a. C.

Policleto Debió nacer en Argos hacia el 485 a. C. y centró su actividad en unos problemas
precisos, la estabilidad y las proporciones del cuerpo, como se puede ver analizando la
primera obra importante que hoy le atribuimos, el Doríforo. De su maestro, Hageladas de
Argos, ha aprendido las compactas anatomías severas y el uso de contrapposto y añade
elementos que reelaborará una y otra vez, como la cabellera pegada al cráneo y la cara
inexpresiva. Esta obra se sitúa hacia el 445 a. C. y fue una figura ideal de Aquiles destinada a
ser expuesta en la propia Argos. Se conocen unas setenta réplicas. Policleto también creó un
tratado teórico para explicarla titulado Canon
Policleto fue a probar fortuna a Atenas con todo su taller hacia el 440 a. C., cuando se estaban
concluyendo las obras del Partenón. En este momento realiza el Diadúmeno, que bien puede
representar a un atleta o a Apolo a punto de entrar en combate, pues algunas copias añaden un
carjaj a su lado (Diadúmeno de Delos)

Conocemos algunas obras que se han atribuido a Policleto, como el Efebo de Westmacott.

Hacia el 435 a. C., los sacerdotes del Artemision de Éfeso se dirigieron a Atenas, de cuyo
gobierno dependían. Buscaron a los cuatro mejores artistas entonces disponibles y encargaron
a cada uno una Amazona en bronce y, por razones que desconocemos, organizaron un
concurso, siendo los artistas el propio tribunal. El vencedor fue Policleto, seguido de Fidias,
Crésilas y Fradmón. A excepción de esta última, todas fueron copiadas en época romana. El
tipo conocido como Amazona Mattei se atribuye a Fidias y durante mucho tiempo se ha
defendido que el tipo de la Amazona Capitolina se podía atribuir a Policleto. Sin embargo, en
los últimos años se considera que la Amazona Sciarra o Amazona de Berlín, la más copiada
en época romana, sería la atribuible al vencedor
TEMA 13 ARQUITECTURA Y URBANISMO HELENÍSTICOS

404 a.C. Esparta derrota a Atenas en la Guerra del Peloponeso. Atenas es obligada a adoptar
el gobierno de los oligarcas, los Treinta Tiranos. 403 a.C. Se reinstaura la democracia en
Atenas. 399 a.C. Comienzo de las guerras entre Esparta y Persia. Muerte por cicuta de
Sócrates en Atenas. 395-387 a.C. Guerra de Corinto. Alianza de Corinto, Atenas, Argos y
Tebas contra Esparta. 394 a.C. Los persas derrotan a Esparta en la batalla de Cnido. 387 a.C.
La Paz del Rey, negociada por los persas, pone fin a la Guerra de Corinto. Las colonias jonias
pasan al dominio persa. Primer viaje de Platón a Siracusa para educar a Dionisio el Viejo.
Tras la dificultosa vuelta abre la Academia. 377 a.C. Atenas reconstituye la Segunda
Confederación Ateniense 371 a.C. Los tebanos, con Epaminondas al frente de su Batallón
Sagrado, derrota a Esparta en la batalla de Leuctra. 362 a.C. Esparta y Atenas vencen a Tebas
en la batalla de Mantinea. 359 a.C. Filipo se convierte en rey de Macedonia. 357 a.C. Fin del
Segundo Imperio Ateniense. 343-340 a.C. Aristóteles dedica tres años a la formación de
Alejandro de Macedonia en la capital del reino, Pella. 340 a.C. Los estados griegos
constituyen la Liga Helénica contra Filipo. 338 a.C. Filipo derrota a la Liga Helénica en la
batalla de Queronea y se convierte en el gobernante de Grecia. 337 a.C. Todos los estados
griegos, excepto Esparta, forman la Liga de Corinto, dirigida por Filipo. La liga declara la
guerra a Persia. 336 a.C. Filipo muere y le sucede su hijo Alejandro. 332 a.C. Alejandro
conquista Fenicia, Samaria, Judea, Gaza y Egipto. 331 a.C. Esparta se une a la Liga de
Corinto. Alejandro derrota a los persas en la batalla de Gaugamela. 327 a.C. Alejandro
conquista Persia y llega hasta la India. 323 a.C. Muerte de Alejandro en Babilonia

→Santuario de Epidauro
Epidauro era el lugar de nacimiento de Asclepio, hijo de Apolo y de la mortal Corónide y
pronto se introdujo aquí su culto como dios de la medicina. Inmediatamente creció el fervor
en torno a su figura, ya que, a diferencia de su padre, era un dios benevolente, que se limitaba
a curar las enfermedades a través de los sueños. Por tanto, se acondicionó un espacio para
albergar a los enfermos que acudían a implorar sus favores. Poco a poco, el culto fue
cobrando fuerza, sobre todo cuando ciudades como Atenas lo fueron adoptando a lo largo del
siglo V a. C. Entonces, Epidauro sintió la necesidad de dignificar sus instalaciones para
mantener una especie de preeminencia entre todos los Asclepios. Santuario de Epidauro En el
380 a. C. se decidió levantar en el temenos del dios su elemento principal, el templo. El
resultado fue uno de los edificios perípteros más pequeños de Grecia (23 x 11,7 m),
compensando su escasa grandiosidad con unos adornos muy ricos. Su arquitecto, Teodoto, se
inspiró en las novedades del Metroon de Olimpia y de la Tholos de Delfos, recién concluidos
y su cella albergó la estatua crisoelefantina del dios entronizado, que conocemos a través de
monedas y relieves votivos.

Las obras de la Tholos de Epidauro duraron desde el 360 al 320 a. C., edificio circular de
mármol blanco, con 26 columnas dóricas en el exterior y 14 corintias en el interior, cuya
función desconocemos. De este período también es el teatro, con capacidad para unas 6000
personas, que sigue como modelo el teatro de Dioniso en Atenas, pero supera a su modelo en
acústica.
→Mausoleo de Halicarnaso

Este proyecto de Mausolo, sátrapa de Caria, se inicia hacia el 360 a. C. Quiso una réplica del
Monumento de las Nereidas en Jantos pero a tamaño colosal y con la introducción de
elementos egipcios prestigiosos, como la cubierta de la cámara que recordaba a las pirámides
faraónicas. Sus arquitectos fueron Sátiro de Paros y Piteo y los escultores, Timoteo, Escopas
de Paros, Briaxis de Atenas y Leocares.

El monumento se colocó en un lugar céntrico de Halicarnaso, como correspondía al


templo-tumba del héroe fundador de la ciudad. El acceso estaba al este, a través de un
propylon. Sobre la cámara funeraria se colocó el monumento rectangular (32 x 38,5 m)
formado de un podio turriforme, una plataforma, una estructura superior rodeada de una
columnata jónica, la pirámide de 24 escalones y la cuádriga de Mausolo. Todo el edificio fue
recubierto de placas de mármol blanco, salvo ciertas franjas en caliza azul. La altura total, sin
la cuádriga, pudo ser de unos 45 m. La decoración escultórica se compone de los elementos
arquitectónicos, frisos y esculturas exentas. El friso mejor conservado, que estaba debajo de
las columnas, representa una Amazonomaquia, en concreto, la de Heracles contra la reina
Hipólita, que tuvo lugar en Asia. Los otros dos frisos representaban una centauromaquia y
una procesión de cuádrigas. Fue destruido en el 1404 por un terremoto y un siglo más tarde
los caballeros de San Juan utilizaron los materiales para la reconstrucción del castillo de San
Pedro de Halicarnaso. Los escasos restos se conservan en el Museo Británico.

→La era de Filipo y Alejandro

A mediados del siglo IV a. C., frente a las ciudades griegas, agotadas por sus luchas, surge la
formidable potencia de Macedonia. Filipo II (359-336 a. C.) unifica el reino y evidencia su
intención de extenderlo cuanto le sea posible. Varias islas y ciudades aprovechan la
circunstancia para enfrentarse a Atenas y ésta acepta disolver su liga marítima en el 355 a. C.
Paralelamente, el monarca macedonio se gana la sumisión de Tesalia, si inmiscuye en Grecia
y destruye Olinto, puntal de Atenas en el norte del Egeo. En el 340 a. C. Atenas declara la
guerra a Macedonia y en el 338 a. C. los ejércitos de Atenas y Tebas son aplastados en
Queronea y Filipo recibe el homenaje de todos los griegos antes de morir asesinado. Hasta el
reinado de Filipo, el grado de helenización de Macedonia era aún muy escaso, proceso que
hubo de acelerar para poder ser reconocido por los griegos. Filipo cuida de helenizar su
propia imagen, a partir de Queronea fomenta los intercambios culturales con las poleis y
santuarios griegos (Leocares realiza un retrato de Alejandro adolescente, Filipeo de Olimpia).

→La tumba de Filipo en Vergina

Vergina (antigua Egas), era la ciudad más importante de Macedonia, junto a Pella y allí fue
asesinado Filipo en el 336 a. C. A partir de ese momento, Alejandro es proclamado rey y en
poco tiempo preparó la tumba de su padre. Se conocía históricamente la existencia de la
antigua Aigai (Egas) y ya en el año 1861 empezaron las primeras excavaciones en esta
región, realizadas por el arqueólogo francés León Heuzey. En aquella ocasión se descubrieron
los palacios helenísticos que se cree que fueron levantados por Antígono I Gónatas (278-240
a. C.) para residencia veraniega de la familia real, y una tumba subterránea con bóveda y con
una fachada que aparentaba un templo. La tumba había sido profanada. El palacio
comprendía un patio central porticado de columnas dóricas y salas decoradas con pisos de
mosaicos. Años más tarde, en sucesivas excavaciones se fueron encontrando hasta 51 tumbas,
casi todas con montículo y además se intentó la excavación de lo que se conocía como el
Gran Túmulo, situado en pleno centro de Vergina. Pero no se consiguió el gran hallazgo hasta
el año 1977. Se trata de una tumba macedónica convencional (gran túmulo que alberga varias
tumbas) pero destaca su fachada decorativa dórica. Pasada la puerta se accede a una
antecámara destinada a la cista de Cleopatra y tras ella se encuentra la cámara principal,
donde se colocó la cista con las cenizas de Filipo. La tumba albergaba el tesoro más rico que
se haya descubierto nunca en Grecia. Pero lo que más nos interesa es la pintura de la fachada,
que concentró todo el sentido político y simbólico del momento. Representa una cacería,
ambientada quizá en el más allá de los héroes griegos. A la derecha, Filipo, tocado con la
leonté que corresponde a un descendiente de Heracles, cabalga y da muerte a un león (animal
regio) ayudado por guerreros macedónicos idealizados. A la izquierda, héroes desnudos se
enfrentan a un jabalí y dos ciervos. Y en el centro aparece un jinete, sin duda Alejandro, el
monarca recién elegido. Los artistas griegos que realizaron esta obra, quizá procedentes de
Sición, debieron tomar como modelo un cuadro de Filipo representando la cacería del león.

→Acrópolis de Lindos

Es en el siglo III a. C. cuando se impone con fuerza la idea de conferir una distribución clara
y racional a los santuarios, y se escogen, para ello, algunos de nueva planta o profundamente
reorganizados. La planificación racional y simétrica tiene un perfecto aliado en el desarrollo
de las largas columnatas, que tienden a enmarcar el espacio en torno al templo, y que van
creando, a lo largo del Helenismo, una fórmula de temenos porticado cada vez más común. El
sistema que se impone en la Grecia oriental es el llamado “santuario en terrazas”: el dios está
en las alturas y el fiel debe asecender hasta él superando sucesivas cuestas, rampas y
escalinatas, tanto naturales como artificiales. Parece que la idea se perfiló en Lindos, donde, a
principios del siglo III a. C. se reconstruyó un templo dórico y anfipróstilo dedicado a Atenea
Lindia, justo encima de un impresionante precipicio sobre el mar. Este emplazamiento no fue
obstáculo para los urbanistas rodios. En las décadas siguientes incluyeron el templo en un
recinto cuadrangular con pórticos y unos propíleos, a los que se accedía por una escalinata.
Finalmente, hacia el 200 a. C. se decidió completar el efecto ascensional: a los pies de la
escalinata se construyó un pórtico con alas que, en el siglo I a. C., se completaría
acondicionando a sus pies una nueva terraza y una segunda escalinata. En estas terrazas
inferiores se exponían numerosas estatuas dedicadas a la diosa, que no cabían en la parte
superior

→Santuario de Asclepio (COS)


Más perfecta fue aún la fórmula elaborada en la vecina isla de Cos. Allí, el culto a Asclepio
había recibido un fuerte impulso cuando, tras la muerte del gran médico Hipócrates (ha. 365
a. C.), empezaron a llegar peregrinos deseosos de consultar a sus discípulos. El santuario se
enriqueció con pinturas de Apeles y esculturas de Praxíteles, y se vio completado, hacia el
300 a. C., por un pequeño templo jónico in antis. En la primera mitad del siglo II a. C. se
plantearía una transformación completa del recinto: el acceso se realizaría por una primera
escalinata, que atravesando el propylon, daría acceso a la terraza inferior; llegado a ésta el
visitante se sentiría en un espacio enmarcado por tres pórticos y tendría frente así un fondo
adornado con hornacinas, exvotos y depósitos de agua salutífera. Una vez atravesado este
amplio recinto, subiría por otra escalinata a la segunda terraza, acercándose al altar y dejando
a los lados el viejo templo de Asclepio y dos edificios de función incierta (quizá una sala de
reunión y una residencia de sacerdotes). Finalmente, una impresionante escalinata se
permitiría alcanzar la tercera y última terraza. En su centro se hallaba el llamado “nuevo
templo de Asclepio”, dórico, hexástilo y períptero, al que se accedía por una escalinata
frontal. En torno a él, un largo pórtico en forma de pi componía el fondo escenográfico del
conjunto. Esta idea de santuario en terrazas llegó hsta Italia, donde se construían por entonces
los llamados “santuarios laciales”

→Templo de Apolo en Dídima

Entre el 334 y 332 a. C., mientras que avanzaban las obras del Artemision de Éfeso y el
templo de Atenea en Priene, Alejandro tomó la iniciativa de encargar el de Apolo en Dídima,
que sustituiría al antiguo, destruido en el 494 a. C. por los persas. Fue diseñado por Peonio de
Éfeso y Dafnis de Mileto y las obras empezaron en el 313 a. C. Pocos años después las obras
recibieron un importante impulso por parte de Seleuco I de Siria, quien entregó la escultura
en bronce del templo arcaico, retenida como botín en Persia. Lo primero que se abordó fue el
núcleo central del santuario: el pequeño naiskos donde se situaba, al aire libre, la adivina
junto al dios. Todo el resto se fue dilatando, aunque parece que siempre se siguieron los
planos originales. En el siglo III a. C. se estableció la base del conjunto y la estructura del
pronaos; en el siglo II a. C. se completaron los muros de la cella y comenzaron a levantarse
columnas. Después se espaciaron las intervenciones, de modo que aún se mencionarían
diversos impulsos hasta el siglo IV d. C., pero el inmenso templo nunca sería acabado.

Su enorme base, de 118 x 60 m y 3,5 de altura, consta de siete plataformas y una escalinata
frontal hasta llegar al estilobato, sobre el que se levanta la enorme columnata jónica, de 10 x
21 columnas, que solo fue concluida por la parte delantera. Es en el pronaos donde los fieles
esperaban las palabras que los sacerdotes pronunciaban desde un alto estrado, dotado de dos
columnas corintias y unido al recinto central por una ancha escalinata. Este recinto o cella,
lamado “adyton” era un enorme patio, pues el templo era hípetro y sólo contenía el naiskos
jónico y próstilo de la adivina. El fiel, si quería acceder hasta allí, debía partir del pronaos y
recorrer unos oscuros túneles con bóveda de medio punto para dejarse deslumbrar por la
claridad solar del dios

URBANISMO HELENÍSTICO
→Priene
La primera mitad del siglo IV a. C. vio el surgimiento o reforma de numerosas poleis, pero, a
la hora de estudiar ciudades completas, debemos dirigirnos a Asia Menor. Mausolo hizo
construir la nueva Halicarnaso desde el 377 a. C., con la intención de convertirla en su capital
y encargó la reconstrucción de Cnido hacia el 365 a. C. y la de Priene, hacia el 355 a. C. Esto
ha llevado a sugerir la actividad de un único urbanista para los tres proyectos, quizá Piteo, el
arquitecto del Mausoleo de Halicarnaso.

De hecho las tres ciudades se emplazaron en espacios parecidos (laderas de un monte) y


dieron a esa ubicación una respuesta semejante: teatro en el límite superior para aprovechar la
pendiente; en cuanto a la distribución de las calles, tomó como eje del trazado reticular una
calle ancha horizontal; en el caso de Priene, al no tener puerto marítimo, el ágora se situó en
el centro del núcleo habitado y no junto a los muelles. Los trabajos arqueológicos en Priene
han aportado datos muy precisos: podemos calcular que sus habitantes, unos 5000, vivían en
500 casas (tipo “prostas”); se recurre a escaleras para salvar los desniveles de las calles; la
estructura de la ciudad es muy meditada y ordenada, concentrándose cerca del ágora los
edificios públicos esenciales (templo de Atenea, boleuterio, pritaneo) y el teatro y el gimnasio
en la parte superior, todo encajando perfectamente en las cuadrículas del plano. No obstante,
en el siglo II a. C. Se multiplicaron las reformas, rompiéndose el corsé de las cuadrículas,
demostrando los problemas de la rigidez geométrica

→Alejandría

La superación del urbanismo clásico fue obra de Dinócrates, quien “se mantuvo junto al rey
(Alejandro) y formó parte de su séquito hasta Egipto. Allí, Alejandro (…) le encomendó
fundar una ciudad con su propio nombre: Alejandría” (Vitrubio, II, pref.). La fundación de
Alejandría se sitúa en el 331 a. C. y supone un paso fundamental: Dinócrates sólo mantuvo
del pasado el esquema de retícula, perfectamente aplicable al territorio llano elegido.
Alejandría se sitúa junto al mar y tiene ante sí, al norte, la pequeña y rocosa isla de Faro. En
cuanto a su límite natural, por el sur, es la laguna Mareótide. Por tanto, el sentido natural de
su desarrollo es la dirección este-oeste, que fue la que escogió el urbanista para trazar las
calles principales: la más ancha de todas, la Vía Canópica, señalaba el camino que habían de
seguir los comerciantes, siguiendo la costa, para atravesar la urbe de extremo a extremo. A su
paso, esta arteria recibía, desde el norte, las mercancías del puerto mercantil, y ponía a éste en
contacto con el militar, ya que los dos se encontraban a un lado y otro del Hepastadio, un
itsmo artificial entre la tierra firme y la isla. Tras sus murallas, la urbe se dividió muy pronto
en sectores definidos: al sur de la Vía Canópica se extendían múltiples ínsulas, destinadas en
su mayor parte a los colonos griegos: sólo en los barrios occidentales se alojaría la población
egipcia. En cuanto a las zonas situadas al norte de dicha vía, eran mucho más complejas: al
este habitarían los judíos inmigrantes, pero el centro y el oeste debían albergar los centros
fundamentales de la vida ciudadana.
Algo apartados de las instalaciones portuarias estarían los edificios públicos, tanto religiosos
como civiles, entre los que Ptolomeo I instaló la tumba de Alejandro y la magnífica
biblioteca. A falta de acrópolis, altos muros rodearon los palacios reales en un extremo del
puerto oriental, mostrando que el comercio marítimo debía ser monopolio regio.

Uno de los edificios más importantes fue el Faro, iniciado, quizá, por Ptolomeo I si bien la
construcción corrió a cargo, casi en su totalidad, de Ptolomeo II y su arquitecto Sóstrato de
Cnido. Conocemos bastante bien el aspecto que tenía porque fue reproducido en monedas,
mosaicos y algún vidrio. De estos datos se deduce que su estructura constaba de tres cuerpos
superpuestos: uno cuadrangular, con los muros ligeramente en talud, taladrados por ventanas
y rematados por un friso de ondas y tritones; otro octogonal, también con ventanas y un con
un friso muy adornado en su parte superior; y el tercero, cilíndrico, en forma de tholos sin
muros, sobre un alto podio. Allí se instalaría el fuego destinado a orientar de noche a los
marinos. Finalmente, coronaba el conjunto una estatua colosal, acaso un retrato de Ptolomeo I
con los atributos de Poseidón. Destaca por su minucia el testimonio del malagueño Ibn al
Sayj, que vió y midió el edificio en el siglo XII, cuando aún conservaba en buen estado sus
dos cuerpos inferiores. Según su testimonio, el de abajo medía 30,6 m de lado en su base y
71,3 m de altura, y el segundo, 16,4 m de diámetro y 34,5 m de altura; deducimos, por tanto,
que la obra pudo alcanzar los 143 m incluyendo la estatua.

La imagen de Alejandría provocó enseguida deseos de emulación e influyó en los urbanistas


de Seleuco I Nicátor (305 -281 a . C . ) . Éste, dispuesto a coordinar sus enormes territorios
de Oriente mediante vías de comercio, creó una red de ciudades dotadas de un trazado
racional . Surgieron así Dura Europos y Seleucia del Tigris en Mesopotamia, pero, sobre
todo, las grandes urbes de Siria : Apamea , Alepo y la capital occidental del reino, Antioquía .
Todas ellas se situaron en mesetas planas y fueron concebidas con retícula ortogonal en torno
a una gran arteria por la que pasaban las caravanas camino de los puertos, que, como
Laodicea , abrían el reino al Mediterráneo . Sin duda, hay murallas en torno a estas urbes,
pero lo que más resalta son sus fuertes acrópolis, donde residía el monarca o el gobernador
local, atentos a la seguridad de los mercaderes . Tanto en las ciudades nuevas como en la
trama urbana de las antiguas, la impronta del urbanismo helenístico dio sus frutos . Durante
los dos siglos que mediaron entre el reinado de Alejandro y la conquista del Egeo por Roma,
en todas partes se desarrolló el lujo constructivo : las stoas se multiplicaron, rodeando en
parte las plazas ; se aceleró la munumentalización de los edificios de espectáculos, y de los
teatro en particular ; se dignificaron los gimnasios y las salas de reunión ; se crearon nuevos
edificios con funciones específicas, tales como mercados y bibliotecas.

En este contexto, merece la pena resaltar dos ciudades que contrastan con la norma, Pérgamo
y Delos. Pérgamo fue capital de los Atálidas desde principios del siglo III hasta mediados del
siglo II a. C. Nada cabe decir de los barrios populares, que ocupaban el valle donde se
encuentra el pueblo actual de Bergama. Lo que han revelado las excavaciones son dos zonas
situadas en la ladera y en la cumbre del monte que dominaba el valle. El primer conjunto, el
más bajo, constaba de un ágora-mercado porticada, con algunas mansiones alrededor, que
entraba en contacto, a través de una calle curva, con un magnífico conjunto de carácter lúdico
y educativo: nada menos que tres gimnasios a distintas alturas, perfectamente conectados a
través de stoas y escaleras internas; todo un mundo de espacios independientes, donde los
hombres practicaban sus deportes favoritos, separados acaso por edades, podían asistir a
reuniones y accedían, si así lo deseaban, a pequeños templos o al santuario de Deméter,
preparado para iniciarlos en cultos mistéricos.

Si esta zona muestra una cierta organización ortogonal, en la parte superior del monte reina
una magnífica libertad compositiva. Dejando atrás la última ágora-mercado, se alcanza un
conjunto religioso, el Altar de Zeus, y no lejos de él un heroon dedicado a los reyes difuntos.

Algo más arriba se encuentra el témenos de Atenea Nicéfora, protectora del reino, con sus
pórticos, biblioteca y monumentos triunfales. Asomándose desde el témenos de Atenea, se ve
cómo cubren la empinada pendiente las gradas del teatro y, a la altura de la escena, el
santuario de Dioniso, flanqueado por un largo pórtico. Hacia oriente se descubre el conjunto
pintoresco de los palacios reales, situado a los pies del cuartel de la guardia, que se alza en la
cumbre de la acrópolis
TEMA 14- EL RETRATO HELENÍSTICO Y LA ESCULTURA COMO EXPRESIÓN
DE LA SOCIEDAD HELENÍSTICA
EL RETRATO HELENÍSTICO ICONOGRAFÍA REGIA

→La imagen de Alejandro

Una vez que Alejandro asumió el poder, el joven conquistador concretó sus intereses
estéticos. Según Plinio, “decidió no ser representado más que por Apeles en pintura,
Pirgóteles en glíptica y Lisipo en bronce” (NH 7, 125). El primer retrato documentado
realizado para Alejandro por Lisipo de Sición vendría tras comenzar la campaña contra
Persia. Por entonces, Leocares concluía en Olimpia las estatuas del Filipeo y el monarca se
dirigió al broncista sicionio para hacerle un encargo sin precedentes: el Grupo del Gránico,
destinado a exaltar en el santuario macedónico de Dion a los venticinco jinetes caídos en la
batalla (334 a. C.), representados en torno a la figura, también ecuestre, del monarca. El
grupo fue llevado a Roma tras la conquista de Macedonia y gracias a los escasos restos de las
copias conservadas, sabemos que las figuras aparecían en actitud de ataque, dando al
conjunto el aspecto de una escena de batalla. No será el único Alejandro a caballo que realizó
Lisipo. Las fuentes mencionan uno para la ciudad de Sagalaso y otro para Alejandría, de
modo que ignoramos cual fue el modelo que siguió la pequeña y famosa copia en bronce
hallada en Herculano. También realizó Lisipo una figura de Alejandro en pie, Alejandro con
la lanza (332 a. C.), que pudo ser encargado para Alejandría en el momento de su fundación,
ya que las pequeñas copias que nos han llegado proceden de Egipto. Con esta imagen, Lisipo
creó el modelo para los monarcas del futuro. El Herma Azara, es, sin duda, la mejor réplica
conocida de la cabeza (Museo del Louvre).

Apeles fue el pintor que compartió con Lisipo el privilegio de retratar a Alejandro. Es
probable que acompañase a Alejandro durante unos meses al principio de su campaña hasta
llegar a Éfeso. Allí pintó, mientras el ejército reposaba, una imagen ecuestre del monarca. Es
más discutible que Apeles crease por entonces para el Artemision de Éfeso su Alejandro con
el rayo, que conocemos a través de una réplica pompeyana (Casa de los Vetii) y de algunas
descripciones. La cuestión es ¿hastá qué punto Alejandro, en el 334 a. C., había adoptado ya
oficialmente un carácter divino, asimilable a un Zeus joven? Apeles siguió realizando durante
años imágenes del conquistador, acompañado por los Dióscuros y la Victoria, o en carro
triunfal, seguido por la figura encadenada de la Guerra. Estos pinakes acabarían, siglos más
tarde, en el Foro de Augusto. En las primeras etapas de su campaña, Alejandro acuñó
infinitas monedas de oro, plata y bronce, repitiendo en ellas sus temas predilectos en ese
momento: la Victoria, la cara de Heracles con rasgos parecidos a los suyos y la efigie de
Zeus, su protector supremo y espejo divino en el que se miraba.

En un momento más avanzado de su campaña, en torno al 324 a. C., Alejandro debió sentir la
falta de Lisipo y Apeles e ignoramos la identidad de los artistas que tenía por entonces a su
servicio. De este momento es una interesante Cacería de Alejandro, conocida a través de una
réplica en mosaico hallada en Palermo, donde griegos y persas cazan distintos animales. Este
mismo tema de la caza en “paraíso” como elemento fusionador aparece de nuevo en una
magnífica obra realizada en Grecia, pero destinada a un príncipe fenicio, el llamado
“Sarcófago de Alejandro”, que debió encargar para sí mismo Abdalónico de Sidón (325-311
a. C.), que debía su corona a Alejandro. Aparece representado el tema de la cacería y en otro
friso, Alejandro a caballo, tocado con la leonté de Heracles, derrota a los persas.

→Alejandro después de muerto

En poco tiempo, el recuerdo y la figura del macedonio empezaron a agigantarse. Sus


generales vieron en su antiguo jefe la justificación de su propio poder y retomaron dos de los
temas más repetidos en los años anteriores: la imagen heroizada de Alejandro, con un
cáracter más o menos divino, y sus éxitos militares. Esta última iconografía se agotó antes
pero dio lugar, al menos, a tres cuadros de interés: uno de ellos conocido como la Batalla de
Isos, fue compuesto por una pintura egipcia casi desconocida llamada Helena. Los otros dos
fueron obra de dos artistas griegos muy prestigiosos: Arístides II y Filoxeno de Eretria, quien
pintó una Batalla de Alejandro contra Darío para el rey Casandro. Se suele aceptar que fue
Filoxeno quien creó la magnífica Batalla de Alejandro imitada en un famoso mosaico de la
Casa del Fauno en Pompeya.

Al mismo tiempo, después de muerto, la imagen de Alejandro se convirtió en un verdadero


tema iconográfico, tanto en monedas como en retratos escultóricos.
Ejemplos: Alejandro como Zeus Amón, emitida por Lisímaco, 306-281 a.C. Museo Británico)
Alejandro de Pérgamo (Museo Arq. De Estambul. Ha. 200 a. C.) Alejandro de Pella (Museo
Arq. De Pella. Ha. 200-150 a.C) Alejandro de Assuán

ESCUELAS ESCULTÓRICAS- RETRATO PSICOLÓGICO

→ Escultura helenística amorosa


La primera fase de la escultura pergaménica es incomprensible sin una ambientación
histórica. Partamos, por tanto, del momento en que, muerto Eumenes I, comenzó el largo
reinado de Átalo I, su hijo adoptivo (241-197 a. C.). Este monarca sufrió el ataque de los
celtas, instalados en el interior de Anatolia y tuvo que combatirlos en diferentes ocasiones,
aliados aquellos durante años con Seleuco II. Tras un primer éxito, en el 238 a. C., Átalo I
tomó el título de Soter (“salvador”). Sin embargo, las campañas con verdadera transcendencia
artística vinieron en el 233 y el 228 a. C., convirtiendo estas victorias en hazañas míticas y
para darlas a conocer eran necesarios exvotos comparables a los de la Grecia clásica. Tras la
victoria del 233 hizo construir un exvoto circular en el témenos de Atenea, con esculturas en
bronce, con la siguiente dedicatoria: “El rey Átalo, tras haber derrotado a los Galos
Tolistoagios junto a las fuentes del río Caico (dedicó esta obra) como ofrenda de gratitud a
Atenea”. Hacia el 225 a. C. hizo allí mismo dos exvotos cuadrangulares sobre podios. Uno de
ellos era más corto (2,35 m) y llevaba el retrato del monarca, quizá junto a un trofeo o una
victoria, con la dedicatoria: “El rey Átalo. Epígenes, los oficiales y los soldados que
combatieron en las batallas contra los Galos y Antíoco (entregaron estas estatuas) como
ofrendas de gratitud a Zeus y Atenea. Obras de Epígono”. El otro exvoto medía 19 m de largo
y según las huellas de las figuras de bronce, representaba varios combates de jinetes y
soldados a pie.

De las esculturas originales sabemos por Plinio que Nerón las llevó a Roma. Sin embargo,
varias réplicas, realizadas en Pérgamo con mármol local, nos invitan a reconstruir los
monumentos. En efecto, parece evidente que el centro del monumento circular debía hallarse
ocupado por el original del Galo Ludovisi. Pocos grupos escultóricos griegos son más
complejos, pese a su férrea composición piramidal. El gálata presenta una musculatura
hercúlea y reduce sus peculiaridades étnicas a detalles mínimos, como la cara enérgica, el
bigote, las pobladas cejas y el cabello. Para completar este exvoto se ha sugerido la presencia
de otros guerreros celtas caídos. En este contexto imaginamos la figura del Galo Capitolino o
Galo moribundo. De los otros dos exvotos es muy poco lo que se puede aportar con cierta
seguridad. Sabemos que Átalo I también ofreció un exvoto en Delfos pero Pausanias
destacaba por su importancia el que dedicó en la Acrópolis de Atenas

Ejemplo: GÁLATA MORIBUNDO (Museo Capitolino), GALO SUICIDÁNDOSE o GALO


LUDOVISI (Museo Altemps).

Tras la muerte de Átalo I subió al trono Eumenes II (197 -159 a . C .), quien asumió la
política de alianza con Roma de su padre . Esto le permitió dirigir con éxito múltiples
campañas : amplió sus territorios en Tracia, reconquistó buena parte de Anatolia y venció a
Bitinia, el Ponto y los celtas . Al mismo tiempo, la capital crecía y el santuario de Atenea
recibía su biblioteca y sus pórticos . En 181 a . C . , cuando las guerras tocaban a su fin,
instituyó unas fiestas nuevas, las Niceforias . Desde el punto de vista arquitectónico y
artístico, el mayor monumento que encargó Eumenes II fue el Altar de Zeus (dedicado
también a Atenea), cuyo inicio parece coincidir con la institución de las Niceforias y el final
hacia el 155 a . C . , ya durante el reinado de Átalo II . Asentado sobre una imponente
sucesión de plataformas, como los templos jónicos helenísticos, el edificio mide 36 , 5 de
fachada por 34 , 2 en el lateral y permite el acceso a la parte superior por una escalinata que
permite alcanzar la cumbre del alto podio decorado con el friso de la Gigantomaquia . Desde
aquí se accedía al peristilo donde se hallaba el altar para las ofrendas .

Sin embargo, uno de los mayores tesoros escultóricos del conjunto estaba reservado a quienes
tenían el privilegio de subir la escalinata y alcanzar el peristilo superior: sus muros
mostraban, hacia la parte interna, otro conjunto de relieves, el Friso de Télefo. Esta obra
puede fecharse hacia 165-155 a. C. Tiene una altura de 1,57 m y una longitud de 79 m, de los
que se conservan algo más de 34. El friso cuenta la vida mítica de Télefo, desde la predicción
de su nacimiento a su abuelo Áleo, rey de Tegea, hasta la fundación de Pérgamo. Sin
embargo, las escenas conservadas sólo permiten contemplar pasajes concretos de la leyenda:
la llegada de Heracles a Tegea, en pleno Peloponeso; Auge, hija de Áleo, acompañada por
varias mujeres; la preparación del baño para el recién nacido Télefo, hijo de Heracles y Auge;
la construcción de la barca que ha de llevar a Auge hasta la región de Misia, más allá del
Egeo; el rey de Misia Teutrante acudiendo a recibir a Auge; Herecles descubriendo en la
Arcadia a su hijo abandonado y amamantado por una leona; Télefo, ya mayor, embarcándose;
el héroe y sus compañeros acogidos en Misia y presentados a Auge por Teutrante; el combate
de los misios, dirigidos por Télefo, contra los aqueos; la visita del héroe a Argos, para ser
curado de la herida que le ha infligido Aquiles; la amenaza por parte de Télefo, de dar muerte
a Orestes si no lo curan y, finalmente, la fundación de santuarios y la celebración de fiestas en
la nueva ciudad de Pérgamo. El friso es un canto a los orígenes de la ciudad y con
planteamientos más propios de una pintura que de una talla : los personajes se mueven por un
espacio con notas de paisaje, rocas, árboles y elementos arquitectónicos . Pero lo más
interesante de la composición es que nos hallamos ante el desarrollo de la llamada “narración
continua” (no hay escenas separadas), que tendrá su máxima expresión en las columnas
honoríficas romanas . En cuanto al estilo, el friso mantiene sin duda el “barroco pergaménico
” pero en una vertiente más sosegada, atisbándose los valores clasicistas que por entonces se
desarrollaban en toda Grecia.

→Escuela barroca de Rodas


RODAS

Centro comercial y bancario situado en la encrucijada de las principales vías de tránsito del
Mediterráneo oriental. Su activo comercio la sitúa entre las ciudades más importantes de la
época. Esta floreciente economía le permitió dispendios significativos en el campo de las
artes. Su escultura participa en la corriente realista hasta mediados del siglo III a.C. para ir
derivando hacia un mayor barroquismo con influencia directa de la escuela de Pérgamo.
Dentro de la corriente realista, destaca el Fauno Barberini (hacia el 220 a.C.) desnudo sobre
una roca. Durante la primera mitad del siglo II a.C. se produce un apogeo del realismo rodio
unido a altos niveles técnicos. Destaca Pitócrito, quizás el autor de la Victoria de Samotracia,
donada por los rodios al Santuario de los Grandes Dioses de Samotracia, hacia el 190 a.C. El
monumento tiene forma de proa de nave, sobre la que se posa la Niké, dispuesta en diagonal,
dentro de un estanque rectangular frente a otro estanque más bajo de donde emergían rocas
naturales. La nave está hecha en caliza de Rodas y la estatua de la Niké en mármol de Paros.
La diosa aparece en el momento en que toca la proa. El torso gira a la derecha y la cabeza a la
izquierda; los brazos reconstruyen el gesto de bajar la izquierda y alzar la derecha en ademán
de anunciar. Las finas telas se pegan al cuerpo por acción del viento superando el efecto de
los paños mojados de Fidias. De esta época es la obra de Filisco de Rodas con Apolo, Latona,
Artemis y las Nueve Musas. Trasunto de ellas puede ser el conjunto de la Apoteosis de
Homero de Arquelao de Priene, un relieve relacionado con la fiesta ptolemaica (s II a.C.). En
esta escuela trabaja también Boeto de Calcedonia quien realiza un grupo escultórico con un
Niño estrangulando la oca (200-150 a.C.), que sigue un esquema piramidal/helicoidal que
contrasta con la blandura del tema y de las carnes, propio del Rococó. Paralelamente se había
desarrollado ya la tendencia barroca dentro de esta escuela. Así lo testimonia el Grupo del
Pasquino o Menelao transportando el cuerpo inerte de Patroclo, quizás obra de Antígono de
Corinto, uno de los escultores de Pérgamo. De esta tendencia es ya, de mediados del siglo II,
el grupo del Castigo de Dirce o Toro Farnesio, obra de Apolonio y Taurisco de Tralles, hijos
de Menécrates, uno de los escultores que participaron en el friso del Gran Altar de Zeus en
Pérgamo. Representa a Zeto y Anfión, hijos de Antiope, atando a Dirce, reina de Beocia, a un
toro como castigo por haber tratado cruelmente a su madre. Sigue igualmente la estructura
piramidal característica de esta tendencia barroca, llena de dramatismo y violencia, con una
gran carga emocional y efecto teatral. De gran dramatismo también es el Marsias colgado,
que va a ser degollado por un soldado escita. De gran fuerza dramática, están inspirado en los
gigantes de Pérgamo. A esta corriente pertenecería también el grupo del Laocoonte y sus
hijos, trasunto del texto de la Eneida de Virgilio (II, 199-227). Obra admirada desde el
renacimiento, no está exenta de polémica ya que por un lado guarda relación estilística con el
altar de Pérgamo. Según Plinio, sus autores fueron Hagesandro, Polidoro y Atenodoro,
escultores rodios. Se ha fechado tradicionalmente en el siglo I a.C. pero Richter propuso
retrasar su cronología hasta el siglo II a.C. Sin embargo, el hallazgo de la Cueva de Tiberio en
Sperlonga supuso un cambio importante ya que se emplearon escenas de la Iliupersis llenas
de dramatismo y dolor: Ulises cegando a Polifemo; el asalto de Escila al barco de Ulises; el
robo del Palladium (imagen arcaica de Atenea) de Troya); Ulises con el cuerpo de Aquiles.
Las características estilísticas son las mismas que en el Laocoonte: dramatismo, musculaturas
hinchadas. Parece que fueron ejecutadas por esos mismos artistas en Roma de manera
simultánea, como variaciones libres de originales helenísticos.

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