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ISSN: 1666-1508
ISSN: 1852-0499
revistaprismas@gmail.com
Universidad Nacional de Quilmes
Argentina
Freijomil, Andrés G.
Tzvetan Todorov (1939-2017)
Prismas - Revista de Historia Intelectual, vol. 21, núm. 2, 2017, Julio-Diciembre
Universidad Nacional de Quilmes
Buenos Aires, Argentina
Tal vez no haya concepto más adecuado para nismo” (Le Monde), “humanista insumiso”
ingresar al universo del intelectual búlgaro (Libération) o “fantástico humanista” (Le
Tzvetan Todorov que la intraducible expre- Nouvel Observateur). Tenía 77 años.
sión francesa dépaysement, es decir, aquel Tzvetan Todorov nació en 1939 en la ciu-
cambio voluntario de país, de costumbres y dad de Sofía en el seno de una familia de inte-
lenguaje que torna la promesa de alteridad es- lectuales y en un país donde aún gobernaba el
pecialmente imprevisible y cuyo sentido del viejo zar Boris III. Tras la muerte del monarca
desarraigo se vuelve un no-lugar desconcer- en 1943, le sucede su hijo Simeón II, pero los
tante que apenas se aproxima a otros términos grupos comunistas fueron ganando espacios
como émigration, déplacement o exile. Así lo de poder hasta que en 1944 se produce un
atesta su extensa trayectoria en esa suerte de fuerte levantamiento que culmina dos años
cuaderno de bitácora que publicó en 1996, más tarde con la instauración de la República
L’Homme dépaysé (traducido al castellano Popular bajo la influencia soviética. En ese
como El hombre desplazado) y no solo por contexto, su madre, Haritina Peeva-Plach
haber convertido desde 1963 un fortuito viaje kova, quien había trabajado como biblioteca-
de estudios a Francia en la ocasión inopinada ria antes de la guerra, llevaba una discreta
para residir allí definitivamente, sino por el vida doméstica que contrastaba con la de su
rizomático movimiento de sus intereses y por padre, Todor Borov, una notable figura pú-
la diversidad de saberes que ha franqueado a blica de la escena intelectual búlgara: gran
lo largo de una cincuentena de obras y nume- filólogo, editor de los clásicos de la literatura
rosos artículos dispersos. Quien hasta fines de de su país, primer profesor de bibliotecolo-
los años 1970 llegó a ser uno de los actores gía de la Universidad de Sofía y comunista
centrales del estructuralismo y el agudo de- convencido, en 1944 fue nombrado director
fensor de una teoría científica de la literatura, de la Biblioteca Nacional, aunque cuatro años
sobrevino, tras una drástica relectura de su después, en el marco de una nueva purga de
pasado, historiador del pensamiento y crítico disidentes y tras emplear a personal calificado
cultural, artífice de una serie de obras de corte ajeno al partido, debió dejar el puesto vacante
ensayístico traducidas a casi todos los idio- y solo se le permitió conservar su cargo uni-
mas y compuestas por múltiples objetos so- versitario. He ahí uno de los tantos episodios
ciales y políticos no exentos de erudición, alta que llevaron al joven Tzvetan a tomar una
divulgación y un ejercicio autobiográfico re- cautelosa distancia frente al aparato ideoló-
currente. La visibilidad de esta última faceta gico del Estado que, posteriormente, se con-
es la que, de algún modo, terminó arrebatando vertirá en una crítica implacable del régimen
casi íntegramente su derrotero, expandiendo comunista. Es por ese motivo que, según él
aun más su fama internacional mientras se mismo ha confesado, al iniciar sus estudios de
identificaba con un “humanismo agnóstico”, filología eslava en la Universidad de su ciu-
tal como algunos de los principales medios dad en 1956 –año bisagra para el mundo co-
franceses coincidieron en titular la noticia de munista tras el “Informe secreto” sobre los
su muerte en febrero de 2017: “pensador hu- crímenes estalinistas revelado por Khruschev
manista” (Télérama), “heraldo del huma- en el XX Congreso del pcus y la feroz repre-