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A01-DEFE008
Versión: 01
Fecha: 18/12/2017
Justificación:
Los medicamentos anticoagulantes son de amplio uso en la práctica médica actual de todos
los profesionales de la salud ya que cuentan con múltiples indicaciones, tanto en la
prevención como en el tratamiento de fenómenos tromboembólicos en pacientes
hospitalizados y ambulatorios.
Existen varias clases de medicamentos anticoagulantes con diferentes vías de acción y por
lo tanto diferentes indicaciones, contraindicaciones y necesidad de ajuste de dosis
dependiendo si el paciente tiene disfunción renal, hepática y si consume otros
medicamentos. La existencia de estas diferentes clases de medicamentos anticoagulantes
permite que exista uno diseñado para cada tipo de situación clínica y que se ajuste a las
necesidades de cada paciente.
Las heparinas y los cumarínicos son los medicamentos anticoagulantes más antiguos y
hasta hace 10 años los únicos disponibles. Entre 2007 a 2013 se desarrollaron y fueron
aprobados los nuevos anticoagulantes orales, ahora llamados anticoagulantes orales de
blanco específico; los cuales han permitido facilitar el proceso de anticoagulación de la
mayoría de pacientes con indicaciones de recibir esta terapia, teniendo en cuenta que su
eficacia no supera la de warfarina aunque son medicamentos más seguros, con menos
riesgo de generar sangrados, con un efecto terapéutico más estable, menos interacciones
farmacológicas y no requieren monitoreo frecuente de su efecto anticoagulante mediante la
medición de tiempos de coagulación. Estos se encuentran disponibles en el medio y los
pacientes pueden acceder a ellos por medio de la formulación especial para los
medicamentos que están fuera del plan de beneficios de salud (PBS) del sistema general de
seguridad social en salud (SGSSS).
La principal limitante para el uso de estos anticoagulantes orales de blanco específico sigue
siendo la baja costo efectividad frente a su homólogo dentro del PBS: la warfarina, dado el
bajo costo de esta. El principal inconveniente que ha llevado a la búsqueda de alternativas
diferentes a la warfarina es la ausencia de programas estructurados de seguimiento, o
clínicas de anticoagulación, que permitan garantizar un monitoreo apropiado de su uso,
evitando así eventos de sangrado o eventos tromboembólicos recurrentes, con el
consecuente impacto negativo para la calidad de vida, pronóstico y sobrevida de los
pacientes. A pesar que se ha demostrado que es necesario tener un programa estructurado
de seguimiento para estos pacientes que garantice un tiempo en rango terapéutico mayor o
igual a 60% para lograr una reducción eficaz de eventos tromboembólicos recurrentes con
seguridad, bajo riesgo de sangrado y disminución en los costos de atención en salud de
esta población; actualmente no existe ningún esfuerzo nacional o guía avalada por las
sociedades científicas para la creación o diseño de clínicas de anticoagulación. Esto ha
llevado a que el tratamiento con anticoagulantes sea heterogéneo, creándose un vacío
importante en la práctica clínica ante la falta de criterios estandarizados que permita
objetivar la selección del anticoagulante a usar y llevando a uso de otros esquemas de
anticoagulación.
Marco teórico
Existen varias clases de medicamentos anticoagulantes con diferentes vías de acción y por
lo tanto diferentes indicaciones, contraindicaciones y necesidad de ajuste de dosis
dependiendo si el paciente tiene disfunción renal, hepática y si consume otros
medicamentos. La existencia de estas diferentes clases de medicamentos anticoagulantes
permite que exista uno diseñado para cada tipo de situación clínica y que se ajuste a las
necesidades de cada paciente. (20, 22)
Las heparinas y los cumarínicos son los medicamentos anticoagulantes más antiguos y
hasta hace 10 años los únicos disponibles (6, 10, 20)
. Entre 2007 a 2013 se desarrollaron y
fueron aprobados los nuevos anticoagulantes orales, ahora llamados anticoagulantes orales
de blanco específico; los cuales han permitido facilitar el proceso de anticoagulación de la
mayoría de pacientes con indicaciones de recibir esta terapia, teniendo en cuenta que su
eficacia no supera la de warfarina aunque son medicamentos más seguros, con menos
riesgo de generar sangrados, con un efecto terapéutico más estable, menos interacciones
farmacológicas y no requieren monitoreo frecuente de su efecto anticoagulante mediante la
medición de tiempos de coagulación(6, 10, 11, 20).
< 15 Dosis No
mL/min sin ajustada recomendado
TRR para INR
2.0-3.0
Usuarios Dosis
de TRR ajustada
para INR
2.0-3.0
3.2 Objetivos
Objetivo general:
Objetivos específicos:
Describir las características sociodemográficas de la población anticoagulada
atendida en un centro de referencia de la ciudad de Pereira.
Describir las características clinicas de la población anticoagulada atendida en un
centro de referencia de la ciudad de Pereira.
Documentar las indicaciones de inicio de terapia anticoagulante en la población
anticoagulada atendida en un centro de referencia de la ciudad de Pereira.
Definir las estrategias terapéuticas más frecuentes en la población anticoagulada
atendida en un centro de referencia de la ciudad de Pereira.
Describir el perfil de riesgo y desenlaces en los pacientes anticoagulados por
fibrilación auricular.
Describir el perfil de riesgo y desenlaces en los pacientes anticoagulados por causa
distinta a fibrilación auricular.
3.3 Metodología:
22. Kirchhof P, Benussi S, Kotecha D, Ahlsson A, Atar D, Casadei B, et al. 2016 ESC
Guidelines for the management of atrial fibrillation developed in collaboration with EACTS.
European journal of cardio-thoracic surgery : official journal of the European Association for
Cardio-thoracic Surgery. 2016;50(5):e1-e88.
23. Garcia DA, Baglin TP, Weitz JI, Samama MM. Parenteral anticoagulants:
Antithrombotic Therapy and Prevention of Thrombosis, 9th ed: American College of Chest
Physicians Evidence-Based Clinical Practice Guidelines. Chest. 2012;141(2 Suppl):e24S-
e43S.
24. Dennis R dAM, Rodríguez MN, Salazar MS, Posada PS. Estudio nacional sobre
tromboembolismo venoso en población hospitalaria en Colombia. Acta Medica Colombiana.
1996;21(2):55-63.
25. Echeverri MA CP, Mejía M, Montoya AM. Prevalencia de trombosis venosa profunda
en pacientes hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos de la clínica, Medellín,
Octubre de 1997 a Julio 1998. Revista CES de Medicina. 1999;13(1):18-25.
26. Rodolfo J. Dennis JHR, Juan Villadiego, Freddy Méndez, Elías Vieda, Héctor
Restrepo. Profilaxis de la tromboembolia venosa en pacientes colombianos de tratamiento
médico o quirúrgico: resultados para Colombia del estudio ENDORSE. Biomédica.
2011;31(2):200-8.
6. Presupuesto
PRESUPUESTO