Está en la página 1de 27

CREENCIAS Y ESTEREOTIPOS DE LOS PADRES DE FAMILIA CON HIJOS/AS

HOMOSEXUALES SOBRE LA DIVERSIDAD SEXUAL1

Valentina Hernández 2
Mireya Ospina 3
RESUMEN
Este artículo es producto de uno de los resultados obtenidos en la investigación “Diversidades
sexuales y familias” realizada en el Centro de Familia de la Universidad Católica de Pereira y tiene
el objetivo de revelar las creencias y estereotipos frente a la diversidad sexual que tienen los padres
con hijos/as homosexuales. En el marco metodológico se consideró una investigación de corte
cualitativo, donde se realizaron 20 entrevistas que evidencian las experiencias de familias con hijos/as
homosexuales. Uno de los principales hallazgos que convoca a la realización de este artículo, está
relacionado con las creencias sobre la diversidad sexual, encontrando una fuerte influencia desde el
ámbito religioso, los miedos frente a los riesgos y los estereotipos de género.

PALABRAS CLAVES: Estereotipos, creencias, diversidad sexual, padres, familia.

This article is the product of one of the different results obtained in the research "Sexual Diversities
and Families" carried out at El Centro de Familia de la Universidad Católica de Pereira Co, with the
aim to reveal beliefs and stereotypes, identifying their consequences in diverse sexual subjects and in
the family environment in the face of the sexual diversity of parents with homosexual children.
parents with homosexual children. In the methodological framework, a qualitative research was
considered, where 20 interviews were analyzed that show the experiences of families with
homosexual children, considering their children and also their parents. One of the main findings that
calls for the realization of this article, is related to beliefs about sexual diversity, finding a strong
influence from the religious field, fears about risks and gender stereotypes.

KEY WORDS: Stereotypes, beliefs, sexual diversity, parents, family.

1
Este artículo muestra los resultados de la investigación sobre sobre Diversidades Sexuales y
Familias, de la línea de investigación de Pedagogía, Formación, y Desarrollo Humano de la
Universidad Católica de Pereira
2
Psicóloga, Universidad Católica de Pereira. valentina.hernandez@ucp.edu.co
3
Asesora artículo de investigación. Magister. Fundación Centro Internacional de Educación y
Desarrollo Humano CINDE. Directora Centro de Familia Universidad Católica de Pereira.
mireya.ospina@ucp.edu.co
1. Introducción

Referirse a la Diversidad Sexual implica reconocer que los conceptos de Género, Sexo y

Sexualidad son construcciones enmarcadas en un contexto histórico y social, permeado por un

conjunto de prejuicios y creencias que tiene el ser humano frente a dichos significados que, aunque

cargados de tabúes y estigmas, se ha ido enmarcando en un contexto amplio que promueve la

consideración por las diversidades.

En la actualidad, estos temas siguen siendo de gran controversia e interés social, generando

debate y discusión, incluso han sido motivo de grandes manifestaciones y movilizaciones de masas

en pro de diversas luchas sociales basadas en la defensa y reclamo de los derechos humanos y

sexuales. De este modo, de acuerdo con Rapacci, y Rodriguez, (2006) La sexualidad se entiende como

una “construcción social, cultural y simbólica, lo cual supone abordarla no solo en su restringida

expresión biológica, sino, fundamentalmente, como construcción social y colectiva regida por pautas

históricas y culturales propias de cada sociedad”. (p.32)

Concebir la sexualidad de esta manera permite reconocer la cultura como fuente de

producción colectiva de diferentes conocimientos, ideas y significados, que se transmiten y recrean

generacionalmente, incidiendo en la construcción de identidades de hombres y mujeres según la

correspondencia de género y sexo.

En este orden de ideas, el género “se conceptualiza como el conjunto de ideas,

representaciones, prácticas y prescripciones sociales que una cultura desarrolla desde la diferencia

anatómica entre mujeres y hombres, para simbolizar y construir socialmente lo que es propio de los

hombres (masculino) y propio de las mujeres (femenino)” (Lamas, 2000, p.2). El concepto de género

ha sido muy usado en las ciencias sociales para explicar la condición humana, ya que el género
termina siendo un elemento fundamental para la construcción cultural de la sociedad. Allí, el tema de

la cultura resulta ser muy importante, como dice Lamas (2000) “la cultura marca a los sexos con el

género y éste marca la percepción de todo lo demás: lo social, lo político, lo religioso, lo cotidiano”.

(p.4)

Por lo anterior, se tiene en cuenta la importancia de reconocer la diferencia que existe entre

tales conceptos y la consecuencia de la construcción social que se crea alrededor del tema, de esta

manera y como lo señala Lamas M (2000) “la sexualización de los seres humanos produce una

simbolización específica en cada cultura y esta tiene efectos en su imaginario”. (p.1)

Socialmente, existen ciertas expectativas para el deber ser de cada sujeto, en la sexualidad se

busca normalizar los comportamientos y actitudes relacionados con el sexo, desde una

heteronormatividad, sugiriendo además a los individuos que pertenecen a un sexo adaptarse a una

norma socialmente válida. [hombre: masculino, mujer: femenino] según las normas establecidas, se

impone a cada sexo determinado comportamiento, porque es el único “natural” y se rechazan los que

son diferentes a los esperados, por considerarlos “contra naturales” (Acuña y, Oyuela, 2006)

Lo anterior ayuda a comprender que a partir del género se construyen estereotipos, en este

caso, frente a la homosexualidad; por este motivo es tan importante poder reconocer sus diferencias

y las consecuencias y repercusiones en la vida de las personas, producto de una construcción social

cuyas pautas y comportamientos se forman desde el estereotipo o prejuicio, que en variadas ocasiones

conlleva a la exclusión o a la discriminación. La pertenencia a una u otra categoría sexual va a

determinar distintas realidades sociales en la interacción con otras personas, de ahí que si persisten

estas diferencias es porque mujeres y hombres interiorizan su propio estereotipo (Butler, 2007)

Las investigaciones realizadas en los últimos años dan cuenta de que “el género ha

conducido lentamente a plantear que las mujeres y los hombres no tienen esencias que se

deriven de la biología, sino que son construcciones simbólicas pertenecientes al orden del
lenguaje y de las representaciones. Mujeres y hombres no son un reflejo de la realidad

“natural”, sino que son el resultado de una producción histórica y cultural basada en el

proceso de simbolización” (Lamas, 2000, p. 4).

En consideración, el género es un concepto más arraigado a la construcción social y cultural

que hacen los seres humanos en medio del proceso de interacción con los otros, en muchas ocasiones

estas construcciones se crean a partir de un estereotipo de discriminación, el cual se reproduce y

repercute en las sociedades desde hace mucho tiempo.

De acuerdo con lo anterior, Lamas (2000, p.5) expone que “el género produce un imaginario

social, da lugar a concepciones sociales y culturales sobre la masculinidad y feminidad, es usado para

justificar la discriminación por sexo (sexismo) y por prácticas sexuales (homofobia)”. Allí, se

evidencian algunos estereotipos que se han construido a partir del género, el cual se ha venido

considerando como un constructo social y cultural; definiendo el género desde una mirada sociológica

y el sexo desde una postura biológica.

Mientras el género hace parte de una construcción social y cultural, el sexo se encuentra

determinado de manera biológica, de tal manera, que la sexualidad puede ser controlada y organizada

por esto, Solís, Domínguez y Martínez (2015) lo definen como “un constructo social, más que como

una definición o una situación meramente biológica. Es decir, que a partir de las características físicas

con las que el individuo nace, se va construyendo, social e históricamente, una forma de vivir y de

ser, acorde con esa conformación biológica” (p. 139).

En concordancia con lo anterior, la homosexualidad hace parte de un discurso, una

construcción social y cultural del concepto y su significado. A través de tales construcciones, es que

los seres humanos se referencian para generar estereotipos relacionados a las categorías en mención.

Triana Escobar (2007, p.78) refiere a que “desde el nacimiento se determina en forma binaria el sexo
y la identidad de las personas, sin tener en cuenta el desarrollo mental, social y psíquico de cada

individuo que construirá su identidad”.

Lo que supone comprender que la definición del sexo desde el nacimiento conlleva a una

serie de complicaciones al momento en que el sujeto ha crecido, se identifica y desarrolla en medio

de un contexto social y cultural. Si bien, la sexualidad es un constructo social y cultural, el cual

depende del sexo del individuo. En consideración, respecta señalar lo que Triana (2007):

Los constituyentes del sexo que nos determinan como seres sexuados son dos: el sexo
anatómico (biológico) el género que es de orden psicológico y se expresa en un sentimiento
de pertenencia social y cultural. El desconocimiento, el rechazo y el temor que sienten los
hombres a que predomine su parte femenina, desencadena sentimientos de odio, estereotipos,
lo que quizás es el principio de la homofobia (p.84).

De esta manera, se puede decir que las creencias y estereotipos sobre la homosexualidad están

enmarcadas en un constructo sociocultural e histórico acerca del género, sexualidad y sexo. Estos

estereotipos que forman los seres humanos alrededor de este tema indican que, en primera instancia,

existe una mala comprensión e interpretación de los conceptos, además la figura de la sociedad

arraigada a la concepción religiosa de la familia conformada por hombre y mujer contribuye a la

creación de dichos estereotipos.

De esta manera, una persona suele pensar en alguna clase de impresión sobre cómo puede ser

otro sujeto u otro grupo, estas opiniones iniciales representan estereotipos, definidos por Feldman

(1998) citado por Acuña & Oyuela, (2006) como “las creencias y expectativas que se tienen sobre los

miembros de grupos, simplemente por pertenecer a estos” (p.64) Sin embargo, en ocasiones, el que

piensa mal o bien, carece de cualquier tipo experiencia directa que pueda confirmar su juicio.

Por ello, para el presente artículo se tendrán en cuenta las creencias y los estereotipos frente

a la diversidad sexual que construyen los padres con hijos/as homosexuales según Laird, (1992, p.14)

los estereotipos, son “generalizaciones preconcebidas sobre los atributos o características de la gente
en los diferentes grupos sociales”. Según esto se puede decir que existen diferentes particularidades

establecidas por la sociedad que definen y caracterizan lo que significa el ser hombre y mujer y

aquello que resulta adecuado y “normal”, frente a su orientación sexual.

De este modo, existen un conjunto de creencias respecto a la homosexualidad que se han

formado a lo largo de la historia y que están asociadas a factores como la poca información, la falta

de comunicación desde la familia y la escuela y el tabú que genera ideas equivocas sobre diferentes

situaciones, lo anterior hace que se conviertan estas creencias en ideas convencionales y se

normalicen, posteriormente hace que cada persona tengan sus propios sentimientos y creencias acerca

de lo que es apropiado para cada género y así mismo construya sus propias actitudes acerca de las

diversas conductas sexuales (Romero, 2011).

Las creencias son nociones de la realidad y sirven para interpretarla. Por lo tanto, desde las

creencias se hace una evaluación de la situación, se realiza una interpretación según el contexto y se

actúa de acuerdo a lo que piensa, como afirma, (Cubillas, et al, 2016) “los roles y creencias de género,

se adquieren por un sistémico proceso de aprendizaje que se da con la interacción social” (p.218).

Sin embargo, la homosexualidad al ser un tema tabú, ha sido abordado en general con un

discurso excluyente de la diferencia, ha generado un silencio por parte de las personas que lo

vivencian, que está mediado por creencias o mitos alrededor del tema, un ejemplo de esto, es pensar

que al hablar sobre sexualidad con adolescentes es inducirlos o incitarlos a iniciar con sus prácticas

sexuales, dejando de lado la importancia que tiene el diálogo, que pueda posibilitar tener información

clara y precisa, y facilite la toma de decisiones. En este sentido, Aranda, Díaz, Lecca, Ponce, Ramírez.

(2012) citando a Pesate (2006) Afirman:

que aún existen mitos que los padres usan como escudo para evitar el diálogo con sus hijos en

temas de relaciones sexuales, diciéndoles que cuando eran niños, sus padres no les hablaron de
sexo o de otros temas. […] Algunos padres creen que el hecho de hablar sobre la

homosexualidad podría influir en la orientación sexual del hijo(a). (p. 15)

Se podría entender entonces que las creencias cumplen una gran influencia usada por la

familia para la crianza y la educación de sus hijos, y es en este sentido, que cobra tanta importancia

que el sistema de creencias este conformado en valores y buenos tratos consigo mismo y con los

demás, y no en características estereotipadas que siguen perpetuando la discriminación.

Otro aspecto importante que ejerce influencia sobre las creencias de los padres de familia

sobre la homosexualidad es la religión, según Cordón (2008) atribuye el origen de creencias erróneas

a las normas que han buscado controlar las conductas sexuales humanas que han sido impuestas por

las religiones, las concepciones filosóficas e incluso las políticas, empezando a convertirse en ideas

convencionales y posteriormente en mitos.

De acuerdo con lo anterior, se entiende que las creencias sobre la homosexualidad que se han

formado en nuestras sociedades poseen una importante influencia religiosa, lo que a su vez ha llevado

a que muchos padres, no se encuentran informados ampliamente sobre el tema o sostienen creencias

erróneas que trasmiten a sus hijos.

2. Metodología

Este artículo de investigación hace referencia a algunos de los hallazgos provenientes de la

investigación de “Diversidad Sexual y Familia”, mostrando los discursos excluyentes que se

presentan a interior de la familia, que en su mayoría, están relacionados con estereotipos de género y

las experiencias de los sujetos de estudio, que han sido construidas por ellos y por sus familias,

teniendo en cuenta su identidad y orientación sexual; para ello, se realizaron un total de 20 entrevistas

semi estructuradas a 10 familias con hijos/as homosexuales.


Este proceso investigativo se abordó desde una perspectiva descriptiva, que se llevó a cabo a

través de un diseño biográfico - narrativo, que permitió la comprensión de la complejidad psicológica

desde las narraciones que los individuos hacen de sus vidas, en tanto interpretan su propia experiencia

y la de otros, dotando de sentido sus experiencias y su vida misma.

La población con la que se llevó a cabo esta investigación fueron estudiantes lesbianas, gays,

bisexuales y transexuales que se encuentren matriculados en alguno de los programas académicos

diurnos o nocturnos de la universidad Católica de Pereira y sus familias; en total se contó con 20

entrevistas a estudiantes y sus familias que cumplieron los siguientes criterios de inclusión: 1. Ser

estudiante universitario, en cualquiera de los programas diurnos o nocturnos a partir de segundo

semestre. 2. Considerarse en condición de diversidad sexual, sea por identidad u orientación. 3.

Disposición para participar de la investigación. 4. Firma de consentimiento informado y acuerdo de

confidencialidad 5. Familias con conocimiento de la orientación sexual del hijo/a y disposición para

participar. 6. Derivación al Centro de Atención Psicológica a las familias que estuvieran interesadas

en iniciar un proceso psicológico o una terapia familiar en el Centro de Familia de la Universidad

Católica de Pereira.

Se utilizó la entrevista individual semiestructurada en profundidad, con el fin de dialogar

acerca de diferentes episodios de la vida personal (hijos/as y padres) alrededor de la diversidad sexual;

estas entrevistas fueron llevadas a cabo con la ayuda de una guía flexible, que permitió adaptarse al

dialogo abierto contando con 2 encuentros de aproximadamente 2 horas cada uno; las 10 entrevistas

a los hijos diversos sexualmente fueron llevadas a cabo en la universidad, con el fin de encontrar

mayor apertura y confianza por parte de los estudiantes frente al dialogo; Así mismo, se realizó la

aplicación de este instrumento al integrante de la familia que estuviera dispuesto a participar de la

investigación por medio de una visita domiciliaria, con el fin, de conservar un contexto familiar y no

realizar la entrevista en un escenario artificial, evitando la presencia de otras personas diferentes a la


familia y finalmente, así asegurar que las familias se sientan en mayor confianza y apertura para

hablar sobre el tema.

Posteriormente, se llevó a cabo un Grupo focal con las madres de las familias con la posibilidad

de conocer las características del orden subjetivo de los participantes, gracias a su preferencia por la

exploración de las experiencias y estructuras de vida de los entrevistados y así dialogar sobre la

dinámica familiar y la experiencia de la diversidad sexual; en términos metodológicos, el grupo focal

se caracterizó por ser un espacio libre para el debate y la discusión donde se alentó a los participantes

a hablar sobre sus comportamientos, creencias, actitudes, nociones y opiniones sobre el tema. Es

importante tener en cuenta que este tipo de instrumentos como la entrevista semiestructurada y el

grupo focal, también cumplen un papel de intervención, ya que al hablar y verbalizar sus

pensamientos, ideas, reacciones, emociones y demás, logra movilizar en el individuo un

reconocimiento de sus acciones y actitudes que pueden posibilitar un dialogo al interior de las familias

en torno a la diversidad sexual.

Es indispensable aclarar que, tanto en las entrevistas como en el grupo focal, se firmó el

consentimiento informado con los participantes, en el cual se aclara que las instituciones involucradas

en el estudio se comprometen a guardar estrictamente la confidencialidad y anonimato de cada uno

de los participantes. Además, con las familias que estuvieran interesadas en iniciar un proceso

psicológico o una terapia familiar, serian derivadas al Centro de Atención Psicológica o al Centro de

Familia de la Universidad Católica de Pereira.

Diseño y fases de la investigación:

En un primer momento, se realizó la revisión bibliográfica, la fundamentación teórica y el

diseño metodológico, así como la elaboración de los instrumentos de recolección de información;

posteriormente, se dio inicio a la convocatoria y sensibilización las personas y familias participantes

de la investigación, donde se identificaron los y las estudiantes de las universidades que cumplían
con los criterios de inclusión, utilizándose la técnica de bola de nieve para convocar otros estudiantes

que se encontraran interesados en hacer parte de la investigación.

Para la recolección de la información. se realizó el acercamiento a los participantes tanto

hijos/as diversos sexualmente como sus familias, con el fin de concretar de manera individual los

encuentros en los que se aplicó la entrevista semiestructurada a los padres y a los hijos/as; estas

entrevistas fueron grabadas en audio, previa firma de consentimiento informado por parte del

participante.

En la fase de sistematización y análisis de la información, se analizan las entrevistas

realizadas tanto con estudiantes como con sus familias, con el fin de encontrar los elementos que

realmente tienen una significación relevante en relación con los objetivos y las categorías de

análisis, así la información es reelaborada, sintetizada e interpretada, permitiendo en este caso,

hallar los discursos relacionados con los estereotipos sobre la diversidad sexual, provenientes de la

categoría “discursos inclusivos y exclusivos de la diversidad sexual” de la investigación principal a

través del software para análisis cualitativo Atlas.Ti donde se le otorgó a cada entrevista un código

específico para la identificación de los participantes; las madres fueron codificadas con una M,

seguido del número correspondiente a la entrevista de su hijo/a , (Ej: M 1. ) y los hijos con una H y

el número que corresponde (Ej: H 1), sin embargo, hubo dos casos específicos donde se entrevistó a

la abuela (Ab), y la hermana (Hna), como parientes con mayor disposición en participar de la

investigación

3. Resultados y discusión.

Como principales hallazgos se encontró en un primer lugar, una concepción de la sexualidad

guiada por el pensamiento religioso, entendiendo que el contexto en el que se desenvuelven las
familias, en su mayoría católicas, posibilita una imagen de familia heterosexual, conformada por un

hombre y una mujer con fines reproductivos.

En segundo lugar, se identifican un conjunto de estereotipos relacionado con algunos temores

que experimentan los padres de familia con hijos/as diversos sexualmente, relacionados con los

diferentes riesgos que se presentan en la vida, a nivel laboral, social, emocional y finalmente con la

salud, frente a enfermedades de transmisión sexual.

Y por último en el tercer lugar, se encuentran los estereotipos relacionados con la identidad

de género, en la construcción de la feminidad y masculinidad esperadas del hijo/a diverso

sexualmente y la manera en como la vivencian y la expresan.

“Dios los Creó: Hombre Y Mujer”

Cada familia posee su propio sistema de creencias, éste constituido por los aprendizajes,

concepciones, estereotipos y experiencias con que cuenta cada integrante de la familia, al ser

transmitidas por generaciones, suele estar dotada de representaciones sociales tradicionales, basados

en la heteronormatividad, de acuerdo con esto, Afanador (2017) argumenta que “las interacciones

familiares se fundamentan en un pensamiento mítico y tradicional, recurriendo al lenguaje para

transmitir sus tradiciones y modos de comprender la sociedad” (p. 103) se observa como ejemplo de

ello en algunas familias la asignación de ciertos roles sociales a sus integrantes: a los hombres se les

educa para ser dominantes y fuertes, y a las mujeres para ser sumisas y cuidadoras. De acuerdo con

esto, una de las entrevistadas hace alusión a esta asignación de roles sociales determinados por el

género haciendo referencia a que, para ella, al identificarse como mujer transexual, reconoce en su

comportamiento algunas de la característica de las que considera “las mejores de ambos sexos”

“Yo creo que sí, o sea, el género masculino en sí tiene que ser, o sea va a sonar muy

tradicional y muy cerrado de mente pero los de género masculino tiene que ser… como

actúan los hombres así fuertes, así masculinos, no sé, que le inspiran a uno como
protección no sé, algo súper masculino y las mujeres tienen que ser femeninas, suaves,

sensuales, flores, rosado; o sea, yo creo en eso a pesar de que yo sea hombre y mujer a la

vez o sea, yo tengo lo bueno de los dos mundos” (H1 )

De acuerdo con esto, se puede comprender entonces que la homosexualidad está influenciada

por la cultura, las normas sociales, religiosas, políticas, educativas, etc.; que condicionan las

conductas de las personas, marcando patrones de comportamientos discriminatorios; esto se

evidenció en las entrevistas, con situaciones en las que los sujetos diversos sexualmente sintieron un

rechazo y vivenciaron experiencias de discriminación, por parte de sus familias

“Mi tía y mi abuela son muy católicas decían pues que “las personas gay son personas

alejadas de Dios” (H 7)

“…decían que ser gay no estaba bien, que yo estaba sesgado que Dios me tenía cosas

mejores y para mí esto es lo mejor que me ha pasado en mi vida y yo sé que Dios me quiere,

pero si no lo busco, si no le rezo como voy a esperar una respuesta ante lo que yo estoy

haciendo”. (H 1)

Desde esta perspectiva, resulta interesante el análisis que realiza Johnson, & Aviles, (2017)

en su investigación, citando a Vaggione (2008) que consideran “diferentes ámbitos – que a distintos

niveles – buscan integrar lo religioso con homosexualidad, analiza aquellas negociaciones

individuales que logran integrar ambas dimensiones en sus vidas a pesar de la inflexibilidad de

algunas posturas religiosas sobre la sexualidad”. (p.58)

De acuerdo con esto, según lo hallado en las entrevistas, se evidencia que este tipo de

comentarios por parte de la familia generan en el hijo/a diverso sexual, angustia y temor en su proceso

de aceptación y reconocimiento de su identidad y su diversidad; finalmente, este tipo de situaciones


llevan al sujeto a cuestionarse sobre sus creencias, y al mismo tiempo reestructurar la manera en que

se asume a sí mismo y frente al mundo.

En este sentido, se evidencia que en contraste con familias no católicas, o que no hacen uso

de los discursos religiosos para ejercer juicios sobre los sujetos diversos sexuales, hay menores

efectos de angustia y culpabilidad, por tanto parece más sano psicológicamente un ambiente de

apoyo a la persona diversa, dado que en las entrevistas se observó una generalidad frente a las

creencias relacionadas a la concepción heteronormativa de la sexualidad ligada a la religión, que

generan un rechazo frente a la diversidad. Así, las acciones represoras, correctivas y castigadoras

desde las familias dan cuenta de una cosmovisión heteronormativa frente aquellas opciones e

identidades que transgreden las lógicas normativas de la sexualidad; ello se da bajo una justificación

de protección del núcleo familiar, en defensa de valores religiosos y en el marco de creencias que

consideran que solo la familia nuclear, con función reproductiva y roles binarios del género es la

funcional e ideal para el desarrollo “armónico” de sus miembros. (Pérez, 2013. p.118)

En los resultados de las entrevistas, esta creencia está más enfocada en considerar que solo

la familia nuclear, con roles binarios de género, es decir un hombre que cumple la función del padre

y una mujer que cumple la función de madre, es “la correcta” o la indicada para la sociedad.

“por qué Diosito si tú nos creaste hombre y mujer para hacer familia, por qué ahora esto

tan raro… al principio si me daba duro y cuando ella las abrazaba y les decía: ¡mi amor!

ay a mí como que se me iban parando los pelos”. (M H3)

Otra característica importante encontrada en los discursos de las entrevistas, está relacionada

con la creencia, que la homosexualidad es algo que está mal, en algunos casos vista como un “espíritu

malo”, o un “demonio que lo poseía”, y en otros casos, como una etapa de la vida o una condición

que puede cambiar o corregirse, de acuerdo con esto Herdt, y Koff, (2002), menciona que a algunas
familias religiosas su fe les da fortaleza frente a la diversidad; sin embargo, para otras, la religión que

profesan opta por el silencio o la pasividad o incluso por enseñanzas que condenan a sus hijos. (p.21)

“mi abuela siempre me decía “que yo tenía un espíritu malo que eso era algo malo y que yo podía

cambiar” … yo he conocido a muchas personas que han intentado cambiar su orientación sexual y

la verdad se frustran de una forma impresionante, buscando que Dios los cambie… yo si creía mucho

en Dios, muchísimo, pero en el momento en que me dijeron que no, que es que Dios no acepta las

personas así, entonces yo como para qué voy a creer en Él si no me va a aceptar” (H2)

Estas afirmaciones extraídas de las entrevistas revelan que en ocasiones pueden llegar a ser

para el sujeto con diversidad sexual discriminatorias y tan difíciles de afrontar o asimilar que lo

lleva a decidir no participar en estos espacios donde no es aceptado por su orientación sexual.

“mi familia es cristiana, crecí en un mundo cristiano, fui a una iglesia que se llama

cruzada estudiantil y profesional de Colombia mucho tiempo, una vez estaba en la reunión

normal en la primera fila, cuando el señor que predica fue como lanzando un comentario

bastante irrespetuoso como que: una mujer con mujer hace arepas y un hombre con hombre

se hacen daño, pues yo estaba ahí y me sentí tan incómodo que me paré tiré la silla y me fui,

yo dije, por acá yo no vuelvo, no vuelvo…” (H2)

Es en este sentido que se entiende que las creencias relacionadas con la espiritualidad están

conformadas por aspiraciones, convicciones, valores y actitudes que posibilita otorgar un nuevo

sentido a la experiencia individual, Así afirman, Acuña & Oyuela, (2006) que “tener que escoger

entre la religión y la sexualidad significa realmente tener que escoger entre la religión y uno mismo”

(p.61)
Como es el caso de uno de los entrevistados quien, a pesar de su fe y sus creencias, vivió un

fuerte rechazo por parte de su familia y la iglesia a la cual acudía, generado por una creencia acerca

de su diversidad, a pensar que “está condenada”, o “la homosexualidad es un demonio”.

“el papá iba a una iglesia cristiana y no paraba de llorar hasta que empezaron a decirle que

él tenía un demonio, que él estaba poseído por un demonio… y mi cuñado siempre que lo ve le

tira sátiras cuando vamos donde el pastor, le decía “dele la mano para que le saque ese

demonio y usted pueda ser una persona normal” Y le decía -es que ese homosexualismo es

del demonio usted está condenada…” (MH 9)

Esta situación conflictiva es solventada principalmente de dos maneras. En primer lugar,

aparecen constantes silencios. Por una parte, los silencios que se imponen desde la institucionalidad

como una manera de no visibilizar, ni nombrar un modo de vivir la sexualidad. En una palabra, hay

temas que no se nombran ni a la comunidad religiosa ni a la familia, así emergen temáticas que

permanecen a la sombra sin adquirir ningún relieve. Johnson, C. Aviles, D. (2017)

“sufrí, lloré muchísimo, muchísimo también pensé en mí en la parte de los nietos, pensé en la parte

que no llegará con una novia, en eso de hacer crecer la familia, en el momento sentí vergüenza si

mis compañeras se enteran ¡por Dios yo qué voy a hacer, tuve compañeros de hace muchos años que

no lo saben y no me gustaría tampoco que lo supieran cambiarían muchos conceptos de las personas

hacia uno ¡” (MH 9)

Sin embargo, es importante resaltar que en algunos casos, no es en sí misma “la religión”

como institución quien rechaza a las personas diversas sexualmente, si no, las personas que participan

de dicha religión, quienes con sus creencias y sistemas de valores hacen una interpretación de lo que

conocen y entienden como religión, y con base en esto, realizan acciones y discursos discriminatorios

contra las personas con una orientación sexual o una identidad de género diferente a lo que para ellos,

es la correcta, desde una perspectiva heteronormativa; en este sentido, se considera pertinente la idea
de una de las entrevistadas al sugerir desvincular la religión, de las concepciones de sexualidad, al

no encontrar un punto de aceptación.

“separar este tema de la religión sería fundamental, y muchos de los sustentos para debatir me

parecen que son indebatibles desde el asunto de la religión cuando alguna persona se mete con su

fe hay no hay nada que hacer ¿me entiende? Absolutamente nada, no hay nada que discutir” (H3)

Sin embargo, desde la religión es posible efectuar cambios en los estereotipos que se

reproducen en la sociedad, actuando como mecanismo que permite unir y no separar familias.

Johnson, C. Aviles, D. (2017) afirma que es posible observar “cómo la misma religión,

anteriormente entendida sólo en su aspecto represivo, puede ofrecer elementos plausibles de ser

reformulados y que habiliten a los sujetos a realizar nuevas explicaciones y síntesis que permiten la

convivencia de la religiosidad y una sexualidad distinta a la que sostiene la institución religiosa”. (p.

50) esto permitirá servir como recurso familiar a aquellas familias que viven situaciones

relacionadas con la diversidad sexual.

“La vida es muy difícil allá afuera, no quisiera verlo sufrir”

Es necesario aclarar, que no todos los miedos de los padres están relacionados con la

diversidad sexual, sin embargo, se encontraron aquellas preocupaciones por el rechazo que se

evidencia en la sociedad, la homofobia, la intolerancia, la discriminación, etc., además, de su

desarrollo profesional y su desempeño en la vida laboral, y también las enfermedades de trasmisión

sexual.

“yo siempre le digo mi hijo yo voy a hacer lo posible para mandarlo a otro país, porque en

otro país no va a ser tan señalado, tan rechazado por las personas, porque acá sí, aquí somos

cien por ciento homofóbicos, la mayoría de la gente es cien por ciento homofóbica entonces
un trabajo no va a ser tan fácil y puede ser el niño más inteligente del mundo pero no, va a

tener dificultades muchas…” (M H 1)

De acuerdo con lo anterior, Solís, F. (2014) afirma que la percepción familiar y social que los

padres y madres tienen respecto a la homosexualidad de sus hijos, está influenciada por mitos,

prejuicios y estereotipos. Así como también, se generan temores y preocupaciones por las diferentes

maneras en las que la sociedad manifiesta la hostilidad frente a las personas homosexuales.

“el hecho del miedo de lo que le pueda pasar a él, el rechazo de que se le cierren

puertas…” (M H 9)

“Pues yo me he dado cuenta que él hay gente que lo rechaza y que hasta lo pueden matar

entonces a mí me da mucho miedo o que lo llaman para algo raro y lo matan” (Ab- H2)

Así mismo, es bastante fácil identificar en la sociedad los diferentes riesgos que se asumen al

aceptar la identidad del hijo/a diverso, para la mayoría de los padres es un proceso de asimilación,

que en ocasiones puede estar acompañado de diferentes situaciones de rechazo o discriminación que

generan temores relacionados con las opiniones o impresiones que tienen los demás, que en algunos

casos recurren a la violencia verbal e incluso física.

“cuando estás en un lugar público y tienes una pareja o algo así, siempre hay miradas,

comentarios y muchas cosas” (H10)

“Porque la sociedad rechaza, y rechaza siempre lo diferente y siempre tachan que lo

diferente es malo”. (H7)

También, se evidencia en las entrevistas un temor de los padres relacionado con las

expectativas que tienen frente al núcleo familiar; para Herdt, y Koff, (2002). Por ejemplo, “decírselo
a los abuelos puede ser «algo muy difícil de asimilar para ellos». Los padres se arriesgan al ridículo

o a la conmiseración de sus amigos por aceptar, públicamente, a su hija lesbiana y a su pareja”. (p.32)

“pensé “él no se va a casar”, no me va a dar nietos, lo que les decía ahora el pánico de que

la sociedad lo rechazara porque hay grupos que van en contra de los gais, hay gente que

mata a una persona por gay, en muchas empresas hacen discriminaciones en el momento de

buscar un trabajo porque es gay, eso me dio mucho miedo. (M H 9)

Estos temores que enfrentan los padres al aceptar la homosexualidad de su hijo/a está

relacionado con las expectativas que tiene la familia respecto a la conformación del núcleo familiar,

heterosexual, lo que conlleva a que los miembros de la familia, en cierta parte puedan “resignarse”

o acomodarse a la idea de no “tener nietos” o “no tener sobrinos”; sin embargo, esta es una idea que

se ha ido transformando con el tiempo, teniendo en cuenta la conformación de familias

homoparentales, que posibilitan los escenarios donde es posible cumplir los roles y funciones

familiares relacionadas con la paternidad, la maternidad, ser abuela, tía o prima.

“el núcleo que somos cuatro, papá, mamá y mi hermana, ellos no saben pues como les decía

yo, si ella algún día les dice: “abuelo, abuela a mí me gustan las niñas o yo tengo novia” y le

ha tocado muy duro, mi mamá de pronto sea como yo, si se llega a dar cuenta lo va a ver muy

duro pero no la va a rechazar, pero mi hermana la que es cristiana… esa parte de la religión

cristiana les tira más duro a la comunidad gay, entonces hay temas muy duros donde nos

quedamos calladas... (M H10)

Como menciona Herdt, G. y Koff, B. (2002). Las familias que menos probabilidades tenían

de afrontar positivamente la cuestión eran las que se refugiaban en el silencio, las que tratan la

homosexualidad de sus hijos como un secreto vergonzoso. Sufrían de una opresión profundamente

interiorizada y a veces, de la perniciosa desintegración familiar, del deterioro de las relaciones, el


distanciamiento, el engaño, la pérdida de la intimidad y el estancamiento del proceso de madurez (p.

21)

“Menos mal que es bien femenina y no salió machorra”

Se evidenció, además, un apoyo familiar basado en algunas condiciones al referirse a la

diversidad sexual, y específicamente a la identidad de género, de esta manera, el nivel de aceptación

de la familia es mayor cuando se cumplen con ciertas expectativas sobre un comportamiento que está

determinado socialmente para cada género y que la familia espera, es decir, cuando se cumplen

algunas características relacionadas con lo femenino y lo masculino que expresa el hijo diverso

sexual. Este tipo de situaciones se dan cuando los padres están conformes o no con el comportamiento

de su hijo, según Acuña & Oyuela (2006) se percibe una creencia de pensar que la homosexualidad

es una conducta contra la naturaleza, que ataca los fundamentos morales de la sociedad, generando

rechazo y desprecio hacia las personas que lo practican. (p. 66)

“el hecho del miedo de lo que le pueda pasar a él, el rechazo de que se le cierren

puertas, menos mal él es un niño gay que no se le nota” (M H 9)

De esta manera en un primer momento, se evidencia una tendencia de algunos padres a pensar

que la homosexualidad de su hijo es una etapa de la vida, y por esta razón buscan cambiar la manera

en que su hijo se comporta o expresa su identidad, corrigiendo sus comportamientos, buscando

profesionales en psicología o psiquiatría para orientarlos y “ayudarlos a cambiar”

“tiene que decirle que está equivocado que él es un niño que es un hombre y que

está confundido y que en este momento eso le pasa a todos los niños, pero realmente

usted lo tiene es que enfocar es en eso, así no es, o sea ustedes como orientadores

tienen que ser muy claros, ¿cierto?, que entienda que la naturaleza de “S” sea

hombre tiene que ser hombre (M H1)


“yo lo cogía y yo decía, no, acá no es, es acá, o sea, acá es donde tienes que estar

jugando con los juguetes de los niños, y él jugaba un momentico con los juguetes de

los niños, sí él jugaba, pero volvía a lavarle el pelo a las muñecas, cambiarle la ropa

a las muñecas” (M H1 )

Así mismo, los padres realizan estas acciones con el objetivo de cuidar de sus hijos/as

protegerlos de futuras situaciones de discriminación y de rechazo que se pueden presentar en

diferentes contextos, sin darse cuenta de que este tipo de limitaciones dificultan en el hijo

homosexual su proceso de aceptación y reconocimiento y en muchas ocasiones genera

malestar emocional, al sentir que su principal fuente de apoyo, la familia no aceptan su forma

de ser.

“Era, porque entonces mi mamá si ha sido muy disciplinada y como ella veía que los

comportamientos de alguna manera le iban a afectar en el colegio, que no lo iban

a aceptar los amigos entonces ella siempre lo paraba, él iba corriendo por ahí como

una flor, contento en su mundo” (Hna. 6)

Se entiende finalmente, que los padres de familia aceptan en su hijo que su orientación

sexual sea homosexual, lo que no termina siendo del todo aceptado, es la manera en cómo se

identifican de acuerdo con su género, esto se evidencia cuando hay mayor tranquilidad al

saber que su hijo conserva una apariencia masculina correspondiente con su sexo, sin

embargo, aún se conserva un temor a pensar que “se puede transformar”


“uy Dios mío” el miedo de que se volviera una mujer, yo siempre lo vi así como un

miedo de que se transformara; mi hermano intenta mucho complacer a mí mamá

como que él es todo complaciente y él se viste así todo juicioso para complacer a mí

mamá, pero yo siento que él como que no está feliz como “ay no, yo por qué no puedo

ser” (Hna. H6)

“pero gracias a Dios, ella no es tan masculina, no es porque ella me dijo “mamá es que yo no me

voy a cortar mi pelito, a mí me encanta mi pelito largo, a mí me gustan mis vestidos” o sea,

le gusta ser femenina, ella es femenina y ella es niña… y las que son hombrecito y son más

masculinas son las que llevan el cabello corto y se ponen el pantalón de hombres.” (Grupo

Focal H 4-3)

De este modo, Herdt, G. y Koff, B. (2002). Se refiere a que todas las familias son homófonas

(a menos que se las entrene para que dejen de serlo): las tías, los primos, los padres, las madres, y

también las abuelas, esperan y fomentan cierto estilo de vida para sus miembros. Han sido educados

para ello. En el imaginario mental familiar, los hijos producen nietos y estos biznietos, que vivirán

como ellos (o si es posible mejor). Nadie previene a las familias de que hay otras opciones. Por eso

los y las adolescentes de las minorías étnicas y raciales cuentan con un apoyo del que jóvenes gays y

lesbianas carecen: sus familias. (p.19)

“porque es más duro lo que usted dice al travesti que yo digo “ay Dios mío si quiera no fue

machorrita” porque son como casos muy distintos…y resulta que esa es la masculina, esa

es la del hombre, entonces yo digo “ay Dios mío, no, no, no!” (Grupo focal H 3-3)

El nivel de escolaridad favorece la transición a creencias menos estereotipadas de género y a

la aceptación de la diversidad sexual, siendo por esta razón importante integrar la perspectiva de
género en los círculos escolares generando una equidad desde el crecimiento de los niños a nivel

educativo, trayendo consigo nuevas perspectivas más tolerantes para las futuras generaciones.

4. Conclusiones

En los resultados de esta investigación, se logró evidenciar que hablar sobre diversidad sexual

implica que las familias deban romper con el esquema de género que la sociedad ha establecido, lo

que ocasiona que a su vez se rompa con el modelo, creencias y tradiciones que los padres y

generaciones anteriores les han enseñado, provocando que cada una de las familias busque

alternativas para poder acomodarse a la experiencia de tener un hijo/a homosexual.

De acuerdo con esto, es necesario considerar que dichas actitudes excluyentes están

influenciadas por un sistema generalizado de creencias de género, el cual incluye dimensiones tales

como estereotipos de género, configuradoras de actitudes hacia los roles esperados para cada sexo;

siendo de vital importancia mostrar las creencias y estereotipos de los padres frente a la

homosexualidad, como un punto de partida para el desarrollo de programas educativos y de formación

para familias que procura buscar la inclusión y la no discriminación. (Acuña y Oyuela, 2006).

Las narrativas de los entrevistados permiten comprender a la luz de la teoría, la

construcción de las creencias y miedos que se enmarcan en los diferentes estereotipos que se

presentan en las familias con hijos/as homosexuales con sus distintas características, teniendo en

cuenta la cultura como fuente de producción colectiva de diferentes conocimientos, ideas y

significados, que se transmiten y se adoptan generacionalmente, influyendo en la construcción de

identidades estereotipadas de hombres y mujeres según la correspondencia de género y sexo.


Por este motivo, es tan importante poder reconocer las consecuencias y repercusiones en la

vida emocional de las personas homosexuales y sus familias, donde este tipo de estereotipos en

muchas ocasiones, conlleva a la exclusión o a la discriminación y que finalmente terminan siendo

interiorizados por los mismos sujetos, perpetuando su reproducción.

La reproducción de estos estereotipos desde la familia, influye en que estas creencias, se

conviertan en ideas convencionales, se normalicen y se continúen reproduciendo en las nuevas

generaciones, así como ejemplo de esto, la figura de la familia heteronormativa, arraigada a la

concepción religiosa de aquella conformada por hombre y mujer, esto, contribuye a la creación de

dichos estereotipos siendo en este sentido, que cobra tanta importancia que el sistema de creencias

familiar, este conformado en valores y buenos tratos consigo mismo y con los demás, y no en

características estereotipadas que siguen perpetuando la discriminación.

Finalmente, en los hallazgos se logra evidenciar en los discursos de las familias, una necesidad

de comprender y aceptar los diferentes procesos que se gestan alrededor de la diversidad sexual, que

implica en primer lugar, que las familias deban romper con el esquema de género que la sociedad ha

establecido, lo que ocasiona que a su vez se transformen las creencias y tradiciones que los padres y

generaciones anteriores les han enseñado, provocando que cada una de las familias busque

alternativas para poder acomodarse a la experiencia de tener un hijo/a homosexual.

De acuerdo con esto, en las entrevistas se encontró en un primer lugar, una concepción de la

sexualidad guiada por el pensamiento religioso, teniendo en cuenta que el contexto en el que se

desenvuelven las familias, en su mayoría católicas, posibilita una imagen de familia heterosexual, con

fines reproductivos. En segundo lugar, se identificaron un conjunto de miedos que experimentan los

padres de familia con hijos/as diversos sexualmente, frente a las posibilidades a nivel laboral, social,

emocional y finalmente con la salud, frente a enfermedades de transmisión sexual, y por último en el

tercer lugar, se encuentran los estereotipos relacionados con la identidad de género, en la construcción
de la feminidad y masculinidad esperadas del hijo/a diverso sexualmente y la manera en como la

vivencian y la expresan.

De acuerdo con esto, se puede comprender entonces que la homosexualidad está influenciada

por la cultura, las normas sociales, religiosas, políticas, educativas, etc.; que condicionan las

conductas de las personas, marcando patrones de comportamientos discriminatorios; esto se

evidenció en las entrevistas, con situaciones en las que los sujetos diversos sexualmente sintieron un

rechazo y vivenciaron experiencias de discriminación por parte de sus familias, donde se evidencia

que este tipo de creencias y comentarios realizados por sus padres, generan en el hijo/a diverso

sexual, angustia y temor en su proceso de aceptación y reconocimiento de su orientación sexual;

finalmente, este tipo de situaciones llevan al sujeto a cuestionarse sobre sus propias creencias, y al

mismo tiempo reestructurar la manera en que se asume a sí mismo y frente al mundo.

En este sentido, el apoyo que se recibe por parte de la familia resulta de vital importancia,

ya que se observó en los discursos, una generalidad frente a las creencias relacionadas a la

concepción heteronormativa de la sexualidad ligada a la religión, que permite comprender, que el

perpetuar este tipo de creencias generan un fuerte rechazo, que puede llegar a ser tan difícil de

afrontar o asimilar para el hijo/a diverso sexualmente, que lo lleva a decidir no participar en estos

espacios donde no es aceptado debido a su orientación sexual.

Sin embargo, es importante resaltar que no es en sí misma “la religión” como institución

quien rechaza a las personas diversas sexualmente, si no, las personas que participan de dicha religión,

quienes con sus creencias y sistemas de valores hacen una interpretación de lo que conocen y con

base en esto, realizan acciones y discursos discriminatorios contra las personas con una orientación

sexual o una identidad de género diferente a lo que para ellos, es la correcta; en este sentido, se

considera pertinente la idea de una de las entrevistadas al sugerir desvincular la religión, de las

concepciones de sexualidad, al no encontrar un punto de acoplo y aceptación.


De igual forma, es necesario aclarar, que no todos los miedos de los padres están relacionados

con la diversidad sexual, donde también, se encontraron aquellas preocupaciones paternas,

relacionadas con el rechazo que se evidencia en la sociedad, la homofobia, la intolerancia, la

discriminación, etc., además, de su desarrollo profesional y su desempeño en la vida laboral, y

también, relacionado a los cuidados del cuerpo y las enfermedades de trasmisión sexual.

Así mismo, es bastante fácil identificar en la sociedad los diferentes riesgos que se asumen al

aceptar la identidad del hijo/a diverso, para la mayoría de los padres es un proceso de asimilación,

que en ocasiones puede estar acompañado de diferentes situaciones de rechazo o discriminación que

generan temores relacionados con las opiniones o impresiones que tienen los demás, que en algunos

casos recurren a la violencia verbal e incluso física, además, un fuerte temor relacionado con las

expectativas que tienen frente al núcleo familiar heterosexual (como lo esperado socialmente), lo que

conlleva a que los miembros de la familia, en cierta parte puedan “resignarse” o acomodarse a la

idea de no “tener nietos” o “no tener sobrinos”; sin embargo, esta es una idea que se ha ido

transformando con el tiempo, teniendo en cuenta la conformación de familias homoparentales, que

posibilitan los escenarios donde es posible cumplir los roles y funciones familiares relacionadas con

la paternidad, la maternidad, ser abuela, tía o prima.

Finalmente, se evidenció, un apoyo familiar basado en ciertas condiciones, al referirse

específicamente a las manifestaciones de género, de esta manera, el nivel de aceptación de la familia

es mayor cuando se cumplen con ciertas expectativas, relacionadas con lo femenino y lo masculino.

Así para concluir, se considera que mostrar las creencias y estereotipos de los padres frente

a la homosexualidad, puede llegar a ser un punto de partida para el desarrollo de programas educativos

y de formación para familias en procura de buscar la inclusión y la no discriminación, ya que, se

observa que el nivel de escolaridad y búsqueda de información relacionada a la diversidad sexual,

favorece la transición a creencias menos estereotipadas de género y a la aceptación de la diversidad

sexual, siendo por esta razón importante integrar la perspectiva de género en los círculos escolares
generando una equidad desde el crecimiento de los niños a nivel educativo, permitiendo nuevas

perspectivas más tolerantes para las futuras generaciones.

5. Bibliografía

Acuña, A; Oyuela, R. (2006) Diferencia en los prejuicios frente a la homosexualidad masculina en

tres rangos de edad en una muestra de hombres y mujeres heterosexuales. Psicología Desde

el Caribe N. 18. Ediciones Uninorte.

Afanador, Hector. (2017) Concepciones sobre sexualidad en adolescentes y padres, a partir de

psicodramas. Ánfora N. 43

Aranda J, Díaz E, Lecca S,Ponce A, Ramírez M . (2012) La Capacidad de diálogo sobre relaciones

sexuales según factores socioculturales en estudiantes de educación secundaria. UCV -

Scientia 4(1) cito a: Pesate, I.(2006). Las relaciones sexuales y los padres. España

Bolívar, A. y Domingo, J. (2010). La investigación biográfica y narrativa en Iberoamérica: campos

de desarrollo y estado actual. Forum: Qualitative Social Research. 7(4).

Cordón-Colchón, J. (2008). Mitos y creencias sexuales de una población adolescente de

Almendralejo. Matronas profesión, 9(3), 6-12

Cubillas, M; Abril, E; Domínguez, S; Román, R; Hernández, A; Zapata, J (2016) Creencias sobre

estereotipos de género de jóvenes universitarios del norte de México. Diversitas 12(2)

Escobar Triana, Jaime (2007) Diversidad sexual y exclusión. Revista Colombiana de Bioética

Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=189217250004>

Herdt, G. y Koff, B. (2002). Gestión familiar de la homosexualidad. Barcelona: Bellaterra.


Johnson, C. Aviles, D. (2017) Ovejas apartadas: sexualidades disidentes, religiosidad y familia. R.

Religião e Sociedade, 37 (1)

Laird, J.D. y Thomson, N.S. (1992): Psychology, Boston: Houghton Mifflin.

Lamas, Marta (2000) Diferencias de sexo, género y diferencia sexual. Cuicuilco, .7(18) Disponible

en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35101807>

Olmos, S. (2014). “Afrontamiento de las personas homosexuales dentro de la familia”. Universidad

Autónoma del Estado de México, Centro Universitario UAEM, Zumpango.

Pérez, A. (2013) Poner el grito en el cielo: Diversidad sexual e identidades de género en familias con

prácticas patriarcales en Cartagena de Indias 2011-2012. Revista Palabra, N° 13.

Rapacci, M. Rodriguez, M. (2006) Juventud y sexualidad. Revista javeriana. (N. 721). Bogotá.

Romero Carrion, M. A. (2011). Conocimientos de sexualidad en adolescentes ciclo básico Instituto

Técnico Superior San Francisco–Zamora.

Solís, Domínguez Daniel y Martínez Lozano, Consuelo Patricia (2015) Genero, Sexualidad y Cuerpo.

Campo juvenil y jóvenes universitarios indígenas de San Luis Potosí, México. Disponible en:

http://www.scielo.org.mx/pdf/cuicui/v22n62/v22n62a8.pdf

Solís, F. (2014) Proceso de aceptación que experimentan padres y madres de hijos homosexuales ante

el conocimiento de la orientación sexual. Revista Científica de FAREM-Estelí. Medio

ambiente, tecnología y desarrollo humano. Nº 12.

También podría gustarte