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García Gual, C., & Camps, V. (2006). Los sofistas y Sócrates.

En Historia de la ética, 1 (pp. 35-79). Barcelona: Crítica.


Solana Dueso, J., & García Gual, C. (2004) Historia de la filosofía antigua. En Sofistas (pp. 89-112). Madrid: Trotta.

¿Quiénes son los sofistas?

El término «sofista» tiene como contenido la «sabiduría», como agente el «sabio», y como su instrumento el
«sofisma». Este término se aplica, en general, a quienes tienen que ver con la educación en sentido amplio.

Los sofistas no eran atenienses, viajaban desde otras ciudades y concurrían en Atenas durante el periodo
democrático de Pericles. Eran miembros de un grupo intelectual, maestros del manejo del pensamiento, con
énfasis en una retórica más allá del formalismo; propagadores de la cultura por medio de sus inquietudes y
críticas. Destacaban porque sabían probar lo que afirmaban, y según se dice, podían probarlo todo; descubrir en
todo un lado justificable. Se ocupaban de responder a cualquier interrogante y puntos de vista generales de
interés en los contenidos de la política y la religión.

Fundamentalmente, los sofistas son los responsables de la innovación intelectual del desinterés por los
fenómenos naturales, y el cambio reflexivo en dirección a una crítica racional e ideológica sobre las
problemáticas del mundo de la condición humana.

Ejercían como profesores de los jóvenes atenienses, educándolos sobre la cultura y la areté, con el
objetivo de una formación para la vida política, y recibían una buena paga por ello. Eran «técnicos en las artes
de la persuasión, en la redacción de los discursos y en la crítica ideológica».
En el diálogo Sofista, Platón da la definición del sofista como un didáskalos paideias kai aretês, «maestro de
educación» —o «cultura»— y de «excelencia» —o «virtud»—. Resaltaban su dominio sobre el ámbito del
saber, mientras que, la búsqueda de éste quedaba relegado a un segundo plano.
En sus discursos se demostraba el bagaje cultural que poseían. En ellos habitualmente se citaban y
comentaban poemas y mitos, (buenos instrumentos para la paideia), con una función crítica, la de rebuscar
nuevos sentidos bajo las palabras antiguas. Comenzando en ellos la filología.

Eran cuidadosos con su prosa, y aunque un tanto artificiosa, permanecían atentos a la efectividad lógica.
No por nada, los sofistas son los creadores de la poesía ática.

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