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Análisis de lectura del texto “Inteligencia emocional en el comportamiento de las

organizaciones”. Tesis para optar por el grado de bachillerato en administración de


empresas por Mila Rosa Apaza Chullunquia y Santos Severiano Flores Cabanillas. Escuela
Profesional de Administración. Facultad de Ciencias Empresariales. Universidad Peruana
Unión. Lima, Diciembre de 2019.

Daniel E. Castillo Vaughan.

Apaza y Flores condujeron una revisión sistemática de literatura con el objetivo de describir la
importancia de la inteligencia emocional en las organizaciones empresariales. Esto mediante la
definición de los distintos conceptos y modelos de dicha inteligencia. Además, destaron el valor
del papel del departamento de recursos humanos, como factor de cambio organizacional
iniciando desde el proceso de selección del personal. Todo esto desde una perspectiva que coloca
a la inteligencia emocional como un elemento imprescindible para el trabajo en equipo en las
empresas.1

Los autores introducen el tema en discusión citando a Goleman, quien al parecer hilvana en los
comentarios de Santo Tomás de Aquino, sobre la ira y nos hace ver que dejarse llevar por las
emociones (particularmente las asociadas a este pecado) tiene poco o nulo mérito. Es decir,
mostrar nuestra furia al externarla cuando la sentimos, es algo que todos pueden hacer, lo difícil
es que ese flujo de expresiones externas que hacen notar nuestro descontento, se dirija a la
persona correcta, en el momento y la intensidad correctas. De esta manera, los autores destacan
la inteligencia emocional como una herramienta necesaria, para el autocontrol, la resolución o
prevención de conflictos, entre otras cosas.2,3

El texto nos deja saber cómo el concepto de inteligencia emocional se fue desarrollando y
tomando importancia a través de la historia. Los autores permiten conocer que previo al siglo XX
solamente el coeficiente intelectual era ampliamente valorado y que antes de que se acuñara el
concepto de inteligencia emocional como tal, se introdujo el concepto de inteligencia social, la
cual es definida de manera general como “la capacidad de entender y comprender a los demás”.
Esta base utilizada en la definición de inteligencia social es complementada por varios autores,
cada uno de los cuales, según su criterio agrega algunas particularidades a la definición, pero con
un factor común; la importancia de las relaciones interpersonales.
Luego, los autores nos introducen en el concepto en discusión, el cuál aparentemente fue
acuñado formalmente por Salovey y Mayer (en los años noventa), quienes reconocen que la
inteligencia emocional es una derivación de la inteligencia social. Al igual que con el caso de la
inteligencia social, los autores presentan diferentes definiciones del concepto, destacando así que
existe amplia literatura al respecto y que sin lugar a duda se debe remarcar la importancia de la
aplicación de esta “nueva ciencia” en las organizaciones empresariales. En palabras de los
propios autores: “El recurso humano es el más importante dentro de una organización para
mantenerse en este ambiente competitivo. Es así que empieza investigar más allá del
conocimiento técnico, como la iniciativa, la empatía, la adaptabilidad o la capacidad de
persuasión cuyos aspectos forman parte de la inteligencia emocional. Las empresas deben
comprender la importancia de la inteligencia emocional de sus colaboradores, un colaborador
con inteligencia emocional resuelve los problemas, no los crea. La presente investigación tiene
como objetivo describir la importancia de la inteligencia emocional en las organizaciones.” 1,4.

Por otro lado, se explora el tema de los diferentes modelos de manejo de la inteligencia
emocional. Entre estos el modelo de las cuatro fases, el modelo mixto y el modelo de “Bar-On”.
El primer modelo (cuatro fases) presenta la inteligencia emocional como un proceso en cuatro
pasos (percepción, asimilación, compresión y regulación) por medio de los cuales el individuo
autoevalúa sus emociones y las de las demás personas y a continuación se incita a constatar que
entender las emociones puede ayudar a la solución de conflictos, previo a la identificación de las
causas para luego (al regular las emociones) “deshacer o beneficiarse de la información que la
acompaña”. Este modelo en particular no incluye interacción con la personalidad de los
individuos, lo cuál si se observa en manejos de las emociones según modelos mixtos. Por último,
el modelo Bar-On, redefine la inteligencia emocional y le coloca las siguientes componentes
factoriales: intrapersonal, interpersonal, adaptabilidad, manejo del estrés y del estado de ánimo
general.

Los autores a continuación nos permiten verificar la aplicación de los conceptos en


organizaciones empresariales en sectores y procesos tan amplios como: selección, toma de
decisiones, creatividad, productividad, motivación, rendimiento y negociaciones entre otros.
Llama la atención el estudio mencionado en la sección de creatividad para el cual un grupo de 54
personas fueron asignados en grupos según sus estados de ánimo y seguidamente se les solicitó
realizar una lluvia de ideas sobre un tema en particular, el estudio encontró que el grupo de
estado de ánimo positivo las ideas eran más originales. Los autores mencionan que cuando los
individuos saben manejar las emociones positivas, pueden despejar su mente de mejor manera, lo
que contribuye para ser más creativos. Lo anterior hace notar la relación directa entre la
inteligencia emocional y la creatividad.

Finalmente, en el texto se vincula la inteligencia emocional con el comportamiento


organizacional, definido como: “el comportamiento que se realiza en un trabajo, lo cual es
modelado, formado y fortificado por las necesidades tácitas y explicitas de la organización” cuyo
objetivo es: “Permite describir, entender, predecir y controlar ciertos fenómenos que suelen
suceder en la organización e incluso en el entorno organizacional”. Los autores destacan la
importancia del comportamiento organizacional, ya que este permite llegar a un mayor nivel de
eficacia y eficiencia en las empresas mediante un proceso enfocado en la cultura, el clima, la
estructura y las actividades de la organización.

Dado lo expresado en el texto de análisis, debo concluir que el concepto de inteligencia


emocional, su conocimiento, propagación y aplicación en las organizaciones empresariales, es de
suma importancia. Esto debido a que ha quedado demostrado que las emociones pueden ser
comparadas con una fuente de energía o combustible que ayuda a un vehículo a desplazarse, si
esta fuente es utilizada de manera correcta, la empresa se convierte en ese vehículo y este al ser
guiado por un conductor competente irá hacia donde este quiera que vaya. Dado que en una
organización hay varios o muchos individuos, el manejo de las emociones mediante la
inteligencia emocional y sus modelos es de suma importancia, pues un mal manejo o la omisión
de sus existencia puede generar diferentes resultados en la organización; que esta se estanque, se
destruya o que crezca.
Referencias:

1. Tesis para optar por el grado de bachillerato en administración de empresas por Mila
Rosa Apaza Chullunquia y Santos Severiano Flores Cabanillas. Escuela Profesional de
Administración. Facultad de Ciencias Empresariales. Universidad Peruana Unión. Lima,
Diciembre de 2019.
2. Cherniss, C., & Goleman, D. (2001). The Emotionally intelligent workplace. (F. by W.
Bennis, Ed.) (1st ed.). San Francisco, CA, US:Jossey-Bass. Retrieved from
http://www.ftms.edu.my/images/Document/MOD00946 - Organisarional transformatoin
practice/Goleman BOOK The Emotionally Intelligent Workplace.PDF
3. Thomas, Aquinas, Saint, 1225?-1274. The "Summa Theologica" of St. Thomas Aquinas.
London :Burns, Oates & Washburne, ltd., 192042.
4. Salovey, P., & Mayer, J.D. (1990). Emotional intelligence. Imagination,Cognition, and
Personality, 9, 185–211.

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