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Comentarios Sobre La Oralidad Civil
Comentarios Sobre La Oralidad Civil
Comentarios sobre la
ORALIDAD CIVIL
Escriben:
Héctor E. Lama More / María Elena Guerra-
Cerrón / Carlos E. Polanco Gutiérrez / Joa-
quín Barrós Baertl / Carlos Ramón Var-
gas Pacheco / Fernando Enrique Blas Slee /
Guillermo Jhon Gavilan Chihuala / Yesenia
Cisneros Palomino / José Espinoza Cuadros
Coordinadora:
María Elena Guerra-Cerrón
27 AÑOS DE LIDERAZGO
COMENTARIOS SOBRE LA ORALIDAD CIVIL
© Héctor E. Lama More / María Elena Guerra-Cerrón / Carlos E. Polanco Gutiérrez / Joaquín Barrós
Baertl / Carlos Ramón Vargas Pacheco / Fernando Enrique Blas Slee / Guillermo Jhon Gavilan Chihuala
/ Yesenia Cisneros Palomino / José Espinoza Cuadros
© Gaceta Jurídica
La oralidad es ya una realidad en el proceso civil peruano, pues cada vez más
viene siendo implementada en los diversos distritos judiciales del país. Así, este modelo
ya se aplica en Arequipa (diciembre 2018), La Libertad (junio 2019), Lima (agosto
2019), Ventanilla (octubre 2019), Ica (diciembre 2019), Lima-Norte (enero 2020), del
Santa (marzo 2020) y Tacna (julio 2020); y se espera que próximamente también en
las restantes cortes superiores.
Este modelo busca, entre otras cosas, reducir la escrituralidad y propiciar la ora-
lidad e inmediación, para lo cual es clave la audiencia preliminar a fin de definir el
objeto del proceso y de la prueba. ¿Cómo los jueces deberán conducir dicha audien-
cia? ¿Qué rol deben desempeñar ahora los abogados? ¿Cómo deberán emplearse los
medios tecnológicos para ello?
En esta primera entrega del suplemento digital de Gaceta Civil & Procesal Civil
presentamos las opiniones de reconocidos especialistas en la materia que responden
a estas y otras interrogantes. Así, contamos con el comentario de Héctor Lama More,
destacado juez de la Corte Suprema y presidente de la Comisión Nacional de Imple-
mentación, Supervisión y Monitoreo de la Oralidad Civil. Igualmente, se presentan
los valiosos aportes de la destacada profesora universitaria María Elena Guerra-
Cerrón y del reconocido magistrado Carlos Polanco Gutiérrez, quien es juez coor-
dinador del Módulo Corporativo Civil de Litigación Oral de Arequipa; entre otros
artículos de gran interés.
Finalmente, queremos reconocer y agradecer a la profesora María Elena Guerra-
Cerrón por su labor en la coordinación de este valioso material que ahora ofrecemos
a nuestros suscriptores.
1. La palabra en el proceso.............................................................................. 5
2. Audiencia y oralidad................................................................................... 6
3. Jueces impulsan la inmediación y la oralidad civil.................................... 8
4. Audiencias virtuales e inmediación............................................................ 9
La oralidad
Sistema, modelo, principio y técnica
María Elena Guerra-Cerrón
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Índice
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Oralidad, inmediación
y audiencias virtuales
1. LA PALABRA EN EL PROCESO
Sin duda, es un asunto de actualidad en la justicia civil de nuestro país, el trán-
sito que se está produciendo del proceso con tramitación escrita a uno de tramitación
con predominancia de la oralidad. Este cambio en la forma de abordar el proceso ha
surgido a impulso de los propios jueces, quienes, cansados de permanecer en una
actitud pasiva, frente a un proceso que escapaba de su control, decidieron retomar
el espíritu originario que iluminó el Código Procesal Civil, vigente desde julio de
1993, y volver a tomar las riendas del proceso y dirigirlo, conforme se tenía previsto
en su Título Preliminar.
Los jueces decidieron, en términos expresados por Carnelutti, tomar el proceso
como diálogo(1), en el sentido de la comunicación a través de la palabra hablada; la
palabra es un trámite, refiere el maestro, y agrega, “El hombre habla para comuni-
car con otro. El logos es dia-logos. La palabra esta lanzada sobre el uno y el otro.
Es la esencia del diálogo lo que hay que comprender”(2). Si bien, en este contexto, se
admite que el diálogo y palabra puede ser escrita o hablada, sin duda el maestro, refi-
riéndose al proceso, y aun con las limitaciones o dificultades que entraña, y las ven-
tajas que puede proporcionar la palabra escrita, concluye que la última palabra debe
ser hablada más bien que escrita(3).
La comunicación escrita tiene el mérito de la perennidad, es decir, de perdurar
en el tiempo; además permite la serenidad de la reflexión y raciocinio, la tranquilidad
(*) Magister en Derecho con mención en Derecho Civil por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Profesor
universitario. Juez de la Corte Suprema.
(1) CARNELUTTI, Francisco. Derecho y Proceso. Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires, 1971, p.
171. Refiere este jurista italiano que “La acción y jurisdicción, para alcanzar su justa composición de la litis,
operan, pues, sobre las pruebas y sobre las normas mediante interpretación. Y el medio de la interpretación
es la palabra. Volvamos al valor de la palabra en el proceso; en torno a ello no hemos terminado de meditar”.
(2) Ídem.
(3) Ibídem, p. 176.
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Héctor E. Lama More
en el desarrollo de las ideas, lo que, al parecer, se logra gracias a la ausencia del apre-
mio, que es propio de la alocución verbal; por otro lado, mediante la comunicación
oral se transmite información valiosa de las partes hacia el juez, pues se trata de una
expresión espontánea de lo que siente o conoce el que declara; salvo el mitómano o
mentiroso profesional, el común de las personas cuando entablan un diálogo hablado,
se expresan de modo natural; lo particular es que estamos frente a una comunicación
que se realiza en tiempo real, esto es, de alguien que transmite y otro que recepciona
–el que habla y el que escucha–, a diferencia de la escritura que, aún con un destina-
tario, solo requiere de uno, el que transmite; es impersonal y no tiene vida, aunque
en los tiempos modernos, esta diferencia se ha relativizado (WhatsApp, Messenger,
etc.); bien dice Chiovenda, refiriéndose a las actuaciones en la audiencia: “la escritura
se usa entre ausentes, pero entre presentes se usa la palabra”(4).
Por ello, la oralidad constituye un método en el proceso judicial que permite la
obtención de información de calidad, y que facilita una mayor aproximación al cono-
cimiento de la realidad de los hechos.
Como se puede apreciar, la escritura tiene sus virtudes y la oralidad tiene tam-
bién las suyas; esta no excluye a la primera, pueden coexistir, se necesitan una a la
otra; cada una tiene su rol en el proceso. No obstante, hay que tener cuidado, pues la
expresión oral resulta ser la de mayor utilidad para los fines del proceso, y por ello
debe ser la que predomine.
2. AUDIENCIA Y ORALIDAD
El escenario natural de la oralidad es la audiencia, sin embargo, la sola existen-
cia de la audiencia no asegura la presencia de la oralidad. Existen procesos civiles
que admiten las audiencias, pero no significan que sean procesos con oralidad, como
hay procesos que admiten la presencia de escritos, pero son procesos con predomi-
nio de la oralidad.
El maestro Chiovenda, impulsor de la oralidad en el proceso civil italiano, señaló
desde hace ya muchos años, que en el proceso civil el “predominio de la palabra como
medio de expresión, [debe estar] contemperada con el uso de escritos de prepara-
ción y documentación (…) si se mira solamente el elemento exterior de la oralidad y
escritura, es fácil equivocarse en cuanto a la índole de un proceso. Por ejemplo, el
hecho de que nuestro código admite la audiencia y la discusión oral podría hacer
creer que nuestro proceso es oral”(5).
Por ello no debe confundirse, la presencia de audiencias en un proceso no signi-
fica que el proceso sea oral; un ejemplo de ello es el Código Procesal Civil (CPC) de
(4) CHIOVENDA Giuseppe. Ensayos de Derecho Procesal Civil. Ediciones Jurídicas Europa América / Bosh y
Cia. editores, Buenos Aires, 1949.
(5) Ídem, p. 251.
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Oralidad, inmediación y audiencias virtuales
nuestro país, que reguló el proceso civil como uno por audiencias y si bien al inicio
germinó por un tiempo la oralidad, no obstante, no llegó a florecer.
Efectivamente, en los procesos de cognición regulados por el CPC en sus ini-
cios, el proceso más largo, esto es en el de conocimiento, se contemplaba que luego
de absuelto el traslado de la demanda y en su caso de la reconvención, se realizaran
tres audiencias: a) la de saneamiento procesal (art. 449), b) la de conciliación y fija-
ción de puntos controvertidos y saneamiento probatorio (art. 468), y c) la de pruebas
(arts. 203 y segundo párrafo del 471).
En el proceso abreviado, la norma procesal redujo el trámite a dos audiencias: se
estableció en el art. 493, la abreviación del proceso, disponiendo la realización de tan
solo dos audiencias: a) la audiencia para el saneamiento procesal, la conciliación, fija-
ción de puntos controvertidos y saneamiento probatorio; y b) la audiencia de pruebas.
En el proceso sumarísimo, el CPC estableció desde su vigencia la realización de
una sola audiencia, la audiencia única, en la que el juez actuara y decidiera sobre
el saneamiento procesal, la conciliación, fijación de puntos controvertidos, el sanea-
miento probatorio y la actuación de las pruebas.
En el primer quinquenio de la década del 2000, los procesos civiles, en ausen-
cia de apoyo en capacitación, en gestión de cambio y en supervisión y monitoreo,
incursionaron en una progresiva involución, convirtiéndose las audiencias en mera
reuniones formales, donde las partes simplemente confirmaban lo que ya se había
expresado por escrito, sin la interacción entre ellas, ni entre estas y el juez; el proceso
civil devino en un simple proceso con predominancia de la forma escrita, expresada
cada vez más en el incesante uso de este medio (presentación irracional de escritos),
convirtiendo al proceso civil en uno engorroso, farragoso e innecesariamente com-
plejo en su trámite; así, las audiencias terminaron siendo actos procesales inútiles.
Como consecuencia de ello, el Legislativo desactivó formalmente audiencias
relevantes en los procesos abreviados y de conocimiento. Así, en junio de 2007,
mediante la Ley Nº 29057, se modificó el art. 449 del CPC y se suprimió la audien-
cia de saneamiento procesal, para reducirla a la emisión de un auto de saneamiento
procesal, expedido por el juez en la soledad de su despacho.
Posteriormente, en junio de 2008, mediante los Decretos Legislativos Nºs 1069
y 1070, se produce la modificación de diversos artículos del CPC; cuyo efecto fue la
supresión de la audiencia de conciliación, autorizando su convocatoria cuando las par-
tes lo soliciten. Ello trajo consigo que la fijación de puntos controvertidos y el sanea-
miento probatorio se decida por el juez, mediante resolución respectiva, teniendo en
cuenta lo que las partes expresen por escrito.
En diciembre de 2014, una luz despejó en parte el panorama sombrío del proceso
civil: se promulgó la Ley Nº 30293, que entre otros, modificó el art. 204 del CPC, res-
catando la característica propia de la audiencia de pruebas con oralidad, rescatando
el registro de audio y video, como elemento moderno que perenniza el debate oral,
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Héctor E. Lama More
recurriendo al acta solo en el caso que no se pueda hacer el citado registro; este cam-
bio normativo buscaba promover la modernización y celeridad procesal.
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Oralidad, inmediación y audiencias virtuales
de cada uno de los requisitos para un adecuado funcionamiento; para ello la corte
deberá llenar una matriz de implementación. Este plan incluye la reestructuración de
los despachos, instalando el módulo corporativo de litigación oral, la adecuación de
las salas de audiencias, el equipamiento de estas con los respectivos kids de audio y
video, capacitación, gestión de cambio, entre otras.
El 13 de marzo del presente año, a escasos tres días de la declaración del aisla-
miento social obligatorio, se inauguró en la CSJ del Santa, el módulo corporativo de
oralidad civil, se integran 4 juzgados civiles y una sala superior civil a este modelo,
y se inicia el uso de dicha técnica procesal en los procesos civiles de dicha corte. Así
mismo, en el mes de marzo último, se inauguraron los modernos ambientes habi-
litados para la oralidad civil en la CSJ de Lima, ubicados en el piso 7° del edificio
Alzamora Valdez; que cuentan con un diseño especialmente pensado para despachos
judiciales y salas de audiencia, con modernos equipos de audio y video para el regis-
tro de las audiencias.
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Héctor E. Lama More
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La oralidad
La oralidad
Sistema, modelo, principio y técnica
(*) Abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Máster con Derecho Empresarial por la Universidad
de Lima y doctora en Derecho por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Docente universitaria.
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María Elena Guerra-Cerrón
la realización de los derechos fundamentales del proceso”. Para tal fin se mantiene al
juez como director del proceso y se le reconocen una serie de facultades.
(1) VÉSCOVI, Enrique. Teoría general del proceso. Temis, Bogotá,1999, p. 50.
(2) Se recomienda leer el libro El título preliminar del Código Civil. Instituto Pacífico, Lima, 2020.
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La oralidad. Sistema, modelo, principio y técnica
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El plan piloto de la oralidad civil de arequipa
El 26 de diciembre del 2019 el plan piloto del módulo corporativo civil de litiga-
ción oral en la Corte Superior de Justicia de Arequipa cumplió un año de su puesta
en vigencia por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial. Como lo que no se mide no
se gestiona y por tanto no se puede mejorar, revisando los resultados del funciona-
miento del piloto, la conclusión más evidente es que la producción ha superado en
más del 50 % las tradicionales metas de un juzgado civil y se ha logrado una descarga
efectiva de causas pendientes de resolver.
Los tres jueces del módulo corporativo civil de litigación oral resolvieron en el
año 2019, 1875 expedientes y el número de expedientes ingresados fue 1561; si a ellos
le restamos la carga pendiente en trámite de años pasados, 1296, se ha producido una
descarga efectiva que permitió iniciar el año 2020 con menos de 1,000 expedientes no
resueltos. Los tiempos de duración de los procesos se redujeron: Un proceso sumarí-
simo en promedio, no supera los 60 días hasta ser resuelto en definitiva en primera ins-
tancia y hay procesos abreviados y conocimiento iniciados en el 2019 ya sentenciados.
(*) Abogado por la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA). Máster en Tutela Judicial de
Derechos y Jurisdicción Contenciosa-Administrativa por la Universidad de Jaén, España y doctor en Derecho
por la UNSA. Juez coordinador del Módulo Corporativo Civil de Litigación Oral de Arequipa.
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Carlos E. Polanco Gutiérrez
Lo que no agrega valor es un desperdicio y como tal debe ser desechado. La reforma
procesal del año 2008 eliminó por ello las audiencias. Hoy se gestionan los casos de
manera activa y al introducirse las audiencias preliminares, se busca añadir valor a la
gestión del expediente, con actuaciones concentradas y orales. Se otorga a las partes
la palabra para que expliquen el caso y defensa planteada, el juez formula preguntas
para esclarecer hechos que considere necesarios y sanea el proceso definiendo la litis
de ser el caso o explica las razones por las cuáles el proceso no es viable y lo concluye.
El juez, además de la información que obtiene, transparenta sus decisiones al
tomarlas en audiencia pública y explicándolas. Más allá de los formulismos jurídicos,
busca que las razones sean entendidas por todos los presentes. El juez intenta conci-
liar a las partes, no preguntándoles si desean hacerlo, sino que, sobre la base de las
exposiciones iniciales, conduce el diálogo con tal fin. Si las partes no llegan a satis-
facer sus intereses con un acuerdo consensuado, el proceso continúa. El juez en la
audiencia propone los puntos controvertidos, con la información de calidad y canti-
dad que ha propiciado y escucha a las partes por si existe algún hecho en controversia
olvidado. Agrega valor al fijar con las partes los hechos no controvertidos y dejar en
claro que no tiene sentido probar los hechos que las partes reconocen veraces. Bien
definida la litis, admite las pruebas del proceso de manera razonada y no mecánica,
para que la actuación probatoria siga siendo una fuente de información en calidad y
cantidad. ¿Qué gana el juez haciendo ello? Un proceso más célere y transparente. Se
ha puesto fin a los escritos interminables y a los traslados infinitos.
La audiencia de juzgamiento (prueba) se lleva a cabo en la fecha indicada y la
actuación de medios probatorios se realiza oralmente; el juez que estudió el caso
escucha, toma notas y va formando convicción respecto a lo afirmado y probado por
cada parte “cuando hacen hablar a sus pruebas”; concluida la actuación y recibidos
los alegatos, está listo para sentenciar.
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La oralidad como técnica
para una justicia oportuna
(*) Miembros del Círculo de Estudios de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima.
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Joaquín Barrós Baertl & Carlos Ramón Vargas Pacheco
2. EFECTIVIDAD DE LA ORALIDAD
A partir de la audiencia se concretiza la oralidad como técnica. Sin embargo,
para que ella sea efectiva, se requiere de la aplicación de tres principios procesales
con particular rigurosidad: i) inmediación; ii) concentración y, iii) publicidad. Por el
primero, se requiere que el juez presente en la etapa probatoria sea el mismo que dicte
sentencia, dado el convencimiento y acercamiento a los hechos que las pruebas fun-
daron en él. Por el segundo, la concentración exige un procedimiento ágil y concreto,
con la meta de practicar todas las pruebas en una sola audiencia. Finalmente, resulta
contradictorio un modelo oral hermético, por ello será menester que las audiencias
sean públicas y de libre acceso.
Sin la materialización de estos principios habrá mayores demoras y problemas:
si no hay inmediación y el mismo juez de la audiencia no sentencia, esta habrá sido
una pérdida de tiempo, pues el juzgador no habrá tenido la cercanía necesaria con el
caso, requiriendo mayores actuaciones. Si no hay concentración y la sentencia no es
dictada en la misma audiencia o a la brevedad, lo actuado en la audiencia se pierde
en la memoria, y volvería al sistema inoperativo. Finalmente, si no se permite el libre
acceso a la audiencia habrá menores garantías para los justiciables.
En contraste, con la materialización de estos principios, el juez que dicte senten-
cia habrá tenido un mayor conocimiento de las pruebas, pues se habrán expuesto en
su presencia. Además, al tomar una decisión con cercanía a la audiencia, o incluso
en la misma, este tendrá una mejor recolección de los hechos del caso y el proceso se
llevará más rápidamente. Por último, con el libre acceso, el proceso será más trans-
parente, pues será llevado a la vista de todos. Con la aplicación de estos tres princi-
pios se garantiza una resolución más pronta y segura.
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La oralidad como técnica para una justicia oportuna
REFERENCIAS
21
La oralidad en el proceso civil
(*) Equipo de Investigación del Taller de Derecho procesal “Mario Alzamora Valdez” de la Facultad de Derecho
y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
(1) MORALES GODO, J. (2009). “La oralidad en el Código Procesal Civil peruano”. En: Revista de la Maestría
en Derecho Procesal, 3(1). Recuperado a partir de http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechoprocesal/
article/view/2068
(2) PÉREZ & PALOMO. (2009).” Oralidad y prueba: comparación y análisis crítico de las experiencias reforma-
doras del proceso civil en Alemania y España”. En: Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica
de Valparaíso, p. 371.
23
Fernando Enrique Blas Slee& Guillermo Jhon Gavilan Chihuala
(3) SALAS, Sergio. (s.f.) “Saneamiento procesal y fijación de puntos controvertidos para la adecuada conducción
del proceso”. En: Ius et Veritas, N° 47, p. 223.
(4) Ibídem, p. 389
24
La oralidad en el proceso civil
25
La tecnología como aliada de la implementación de la oralidad en el proceso civil peruano
(*) Miembros del Grupo de Estudios de Sociedades de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos.
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Yesenia Cisneros Palomino & José Espinoza Cuadros
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La tecnología como aliada de la implementación de la oralidad en el proceso civil peruano
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