Está en la página 1de 4

BOSQUEJO HOMILÉTICO OSEAS 3

Propósito:
Recordar a los jóvenes creyentes el amor incondicional de Dios a pesar de nuestra constante
infidelidad hacia Él, considerando que tenemos esperanza en Cristo.

Introducción:

Abrocha tus cinturones porque hoy vamos a viajar hacia una historia dramática… ¿Están listos?

Contexto:
Hoy vamos a estar reflexionando sobre la vida de un personaje que para mí tuvo una de las tareas
más difíciles encomendadas por Dios. Oseas fue un profeta usado por Dios para demostrarle al
pueblo de Israel Su amor incondicional y quiero contarles que esta es una historia dramática, casi
una telenovela de esas que te gusta ver en la televisión – y no me digas que no –. Pero para
contarte la historia, empezaré contándote la situación del pueblo de Israel ¡una joyita! Adivinen
qué, nuevamente el pueblo de Dios se encontraba dándole la espalda, ellos iban tras los ídolos, y
disfrutaban de lo pagano, quizá por ahí a un grupo le gustaba ir a las discotecas y fumar marihuana
en nombre del dios del rock, o también por ahí tenían orgías y cultos para recibir bendiciones a
algún dios pagano. En resumen, Israel estaba yéndose con otros dioses, otros dueños, otros
señores. Ellos querían y se morían por recibir algo de ellos, comida, dinero, lluvias para las
cosechas, en fin, “bendiciones” en general.

Transición:
Ahora que hemos visto todo lo que implicaba el matrimonio de Oseas y la situación del pueblo de
Israel, sumado con el propósito de Dios para con Oseas, abre tu Biblia en Oseas capítulo 3, y
vamos a encontrar verdades acerca del amor incondicional de Dios

I. Dios nos ama aunque le fallemos (vv. 1)

a) Oseas tuvo que tomar la iniciativa, aunque Gomer no lo merecía.


b) Oseas tuvo que buscar a Gomer, aunque Gomer no lo merecía.
c) Oseas tuvo que pasar vergüenza buscando a Gomer, pudiendo dejarla ahí tirada.

Aplicación:
¿Acaso no es lo que Dios hizo con nosotros por medio de su hijo Jesucristo? Él nos amó tanto que
bajo a la tierra, se hizo hombre, tomó la iniciativa, nos buscó, nos demostró misericordia y fue a
una vergonzosa cruz, porque a pesar de lo que éramos Él nos amó ¡Ese es el verdadero amor! El
amor de Dios no condiciona, no es circunstancial. ¿Te has puesto a pensar si el dinero te amará
así? Si tu novia, amigos, profesión, familia ¿realmente te podrán amar como Dios?

Transición:
Si creíste que aquí acababa todo, y que ya era suficiente, te equivocas, ahora Oseas se encuentra
con otra situación más difícil aún, ¡Él tenía que pagarle a alguien por algo ya era suyo! Lo que nos
lleva creer que:
II. Dios nos ama, pagó un precio por nosotros y nos rescató del pecado (vv. 2-3).

Narrativa: En esta parte del pasaje, la Biblia nos dice que Oseas compró a Gomer por quince siclos
de plata y un homer y medio de cebada. Pero espérense… ¡¿Oseas, por qué pagas por algo que ya
es tuyo?! Algo no está bien aquí, porque habría que estar loco para pagar por algo que te
pertenece. Pero ¿saben? Gomer ya tenía otros dueños, ella estaba en un mercado de esclavos,
seguramente sucia, sin nada de maquillaje encima, maltratada, completamente sumergida en la
podredumbre del mercado, ¿valía algo? Pues para Oseas sí, y compra a Gomer.

Aplicación:
Esta es la parte más emotiva de la historia, porque ¿saben? Si hubiese sido yo, renunciaba a
Gomer, si yo hubiese sido Oseas, hubiese escogido no amar a Gomer, porque no se lo merecía. Me
fue infiel no con uno, sino con muchos hombres, mi reputación como profeta seguramente iba a
mancharse, tenía que pasar por las calles de Israel preguntando dónde está mi esposa ¡qué
vergüenza!

Pero… es justamente lo que Cristo ha hecho conmigo en una cruz, Él pagó el precio, Él me sacó de
un mercado donde estaba siendo esclavo del pecado. Y a pesar de que muchas veces le he dado la
espalda, me sigue buscando, me sigue amando y me sigue recordando que en esa cruz hay más
amor del que puedo imaginarme.

Y ese mensaje era para el pueblo de Israel, pero también para nosotros, el amor de Dios es
incondicional.

Transición:
Entonces observamos cómo se comporta el amor de Dios y dijimos que Dios nos ama aunque le
fallemos y Dios nos ama, pagó un precio por nosotros y nos rescató del pecado, de manera que en
esta sección del versículo aprendemos que:

III. Nos alejamos de Dios cuando somos infieles (vv.4)

Ilustración:

Por ahí una vez escuché a alguien decir: “Dios no se aleja de nosotros, nosotros nos alejamos de
Él”.

Aplicación:
El versículo nos dice entonces que a causa de nuestra infidelidad a Dios, nosotros nos alejamos de
Él, por lo tanto, no podremos disfrutar de esa paz que Él da, no podremos tener una relación con
Él, la intimidad con el Padre se rompe, y eso es grave para un cristiano. ¿Cómo está tu relación con
Dios? ¿Te sientes desamparado por Él? A lo mejor es porque tú estás alejándote de Él por seguir
cualquier otra cosa, menos su palabra.

Transición:
¡Pero tranquilos! La historia gracias a Dios no termina ahí.

IV. Tenemos esperanza en Cristo (vv. 5)


Narrativa:

En esta última parte del versículo Oseas empieza a profetizar sobre alguien que, con su bondad,
iba a lograr que el pueblo tema, lo busque y vuelvan a los pies de Dios. ¡Esto es increíble! Hay
esperanza, iglesia. Chicos, hay esperanza en Cristo. 700 años después iba a nacer ese Rey del linaje
de David que iba a cambiar el mundo con su bondad, y sobre todo, iba a lograr que los hijos de
Israel busquen, alaben, teman y vuelvan a los caminos de Dios.

Aplicación:
¿De qué me sirve a mí saber eso? Pues, amigo, todo está perdido sin Cristo. El pueblo de Israel
tenía que esperar al Mesías, nosotros ya no tenemos que esperar a ese Mesías, nuestra esperanza
está en Cristo, de manera que, si hemos fallado, hemos sido infieles a Dios, le hemos dado la
espalda, tenemos acceso al perdón y al amor de Dios por medio de su hijo Jesucristo.

Transición:
Entonces, Dios nos ama aunque fallemos, Dios pagó un precio por nosotros y nos rescató, sin
embargo, si somos infieles nos alejamos de Dios pero tenemos esperanza en Cristo para poder
regresar a los pies del Padre.

Idea central:

El amor de Dios es incondicional hacia la humanidad, y aun si nos alejamos de Él, tenemos
esperanza por medio de Cristo Jesús.
Conclusión:
Este pequeño pasaje de Oseas nos ha enseñado muchas cosas, pero me gustaría que pienses en
qué cosas has estado enfocado, qué cosas te han quitado la atención y ahora estás tan
concentrado en aquello, que te has olvidado de Dios. Quizá no participas en orgías ni haces cultos
a estatuas, pero puede que hayas dejado de hacer tus devocionales por el trabajo, puede que
hayas dejado de congregarte por alguna novia o novio, no lo sé. Algunos pueden pensar que esas
acciones no se pueden considerar infidelidad, pero chicos, la infidelidad parte de un deseo de
agradar o estar con alguien más, y no con quien deberías estar. Ya sabemos que el amor de Dios es
incondicional entonces, Él nos ama a pesar de lo que somos, pero ¿tú lo amas? Es decir, ¿le eres
fiel? Oremos…

También podría gustarte