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La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase «América para los americanos», fue elaborada
por John Quincy Adams y atribuida al presidente James Monroe en 1823. Establecía que
cualquier intervención de los europeos en América sería vista como un acto de agresión
que requeriría la intervención de los Estados Unidos de América.1 La doctrina fue
presentada por el presidente Monroe durante su sexto discurso al Congreso sobre
el Estado de la Unión. Fue tomado con dudas, al principio, y luego con entusiasmo. Fue un
momento decisivo en la política exterior de los Estados Unidos. La doctrina fue concebida
por sus autores, en especial John Quincy Adams, como una proclamación de los Estados
Unidos de su oposición al colonialismo en respuesta a la amenaza que suponía la
restauración monárquica en Europa y la Santa Alianza tras las guerras napoleónicas.
Monroe afirmó en dos de sus discursos más relevantes que las potencias europeas no
podían colonizar por más tiempo América, y señaló que éstas no deberían intervenir en los
asuntos de las recientemente emancipadas repúblicas latinoamericanas. Previno a los
estados europeos contra cualquier intento de imponer monarquías en las naciones
americanas independientes, pero añadió que Estados Unidos no emprendería ninguna
acción en las colonias europeas existentes ni en la propia Europa. Este último punto
confirmaba las ideas expuestas por George Washington en su discurso de despedida
presidencial de 1796, en el que recomendaba encarecidamente que Estados Unidos no
entablara complicadas alianzas en política exterior.
Bolívar fue el gestor de la independencia de los cuatro países, esto ayudó a la formación
de esta gran nación.
Debido a los problemas derivados de las guerras de independencia, la estructura del país
no fue lo suficientemente estable para soportar los problemas internos derivados de
intereses particulares de sus gobernantes, lo que derivó a que se separe Venezuela y
Ecuador en 1830, y finalmente Panamá entre 1830 y 1831.
Con la separación de los estados se disolvió la Gran Colombia y quedaron establecidos los
países de Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá.
Haberes Militares
Surgen con el decreto de Simón Bolívar, de fecha 10 de Octubre de 1817, mediante el cual
se establece la confiscación de los bienes de los enemigos, españoles y americanos
realistas, con la finalidad de ser repartidos y adjudicados entre los miembros del ejército de
la República como recompensa por los servicios prestados a la patria. Dicha repartición se
debía hacer con arreglo a los grados obtenidos en la Campaña Libertadora. El Congreso de
Valencia (5-08-1830); derogó la Ley de Confiscación de Bienes, con la finalidad de que
cesaran las adjudicaciones que se hacían a los principales acreedores y tenedores de
haberes militares.
Al producirse entre Bolívar y Antonio José de Sucre una alianza en el pensamiento
político latinoamericano, se proyecta una actividad emprendedora muy profesional que
cultivaron una sinergia de un pensamiento estratégico para la integración de la Gran
Colombia, dictaminando un proceso de unión que en común representaba la concepción
ideológica que reconocería un proceso integrador, donde retrospectivamente asomaron el
proyecto de Colombia, que representaba originariamente el proyecto de Francisco de
Miranda como la creación de un nuevo gran estado, delimitado inclusive por el territorio
que abarcó toda la América colonizada por España, lo que determinaba Miranda como un
nuevo Imperio.
Es por ello que este proyecto original de Francisco de Miranda. El Libertador después le da
forma y vida integrándola más tarde con los países: Colombia, Panamá, Ecuador y
Venezuela; siendo su capital Bogotá.
Legalizado por el Congreso de Angostura y lo presidió Simón Bolívar, disolviéndose en
1830 a raíz de la muerte del Libertador. El vínculo que existió ente Bolívar y Sucre en esta
razón de proyecto de integración de la Gran Colombia, demostró entre ellos una amistad
cargada de fidelidad, asumiendo que este movimiento independentista dirigido por el
Libertador.
Asumiendo que este movimiento Independentista, dirigido por el Libertador y como líder
encontró el apoyo en el mismo oriente venezolano, de un militar llamado Antonio José de
Sucre, esta relación aunada con el hecho histórico de la Batalla de Carabobo, donde se
logra la Independencia de Venezuela. Coloca esta relación con efectos mancomunados
hasta tal punto que Sucre se transforma en la mano derecha de Simón Bolívar.
Profundizando una alianza, tanto en lo político como en lo militar, construyéndose un
pensamiento liberador producto de la unidad que lograran estos dos Próceres
Independentistas, donde el pensamiento estratégico lo consolidan a través de la relación
político – militar, que perduro hasta la muerte de Sucre, cuando el 1 de julio de 1830 el
General Mariano Montilla le informa al Libertador del asesinato del Gran Mariscal, noticia
que desmoronó tremendamente a Simón Bolívar.
Conocido como el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá
es considerado como el militar más completo de los próceres de la independencia. Nació el
3 de febrero de 1795 en Cumaná, denominado en 1898 como estado Sucre, al nororiente
de Venezuela, hijo del teniente coronel Vicente de Sucre y Urbaneja y María Manuela de
Alcalá.
A pesar de haber sido integrante de una familia de larga tradición militar al servicio de la
Corona española, su padre apoyó la causa emancipadora desde sus inicios, acción que
emuló Sucre.
El 17 de septiembre de 1817, Antonio José de Sucre fue designado por Simón
Bolívar como Gobernador de la Antigua Guayana y Comandante General del Bajo
Orinoco. Un mes después es nombrado Jefe de Estado Mayor de la División de la
Provincia de Cumaná, bajo las órdenes del General José Francisco Bermúdez, también
prócer de la independencia venezolana.
En 1818, el Liberador instaló en Angostura (hoy estado Bolívar, al sureste de Venezuela)
su cuartel general, desde donde comenzó a formar una gran federación con las excolonias
liberadas del dominio del imperio español.
En el Congreso de Angostura de 1819 se materializó el nacimiento de la Gran Colombia,
constituida por las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela
(incluyendo la Guayana Esequiba, zona en reclamación por el Gobierno de Venezuela) y
presidida por el Libertador Bolívar.