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República bolivariana de Venezuela.

Ministerio del poder popular para la educación.


U.E.P “Liceo Cardenal Quintero”.
Asignatura: Castellano.

Profesora: Rosa Acuña. Alumno: Isaac Garrido.

Actividad I
Historia
Contemporánea.
Índice.

 La Gran Colombia. ———————————— 1


 La Cosiata. ——————————————
 Congreso de Ocaña. —————————————
 El Diario de Bucaramanga. ———————————
 Constitución de Cúcuta. —————————————
 El General José Antonio Páez y Herrera. —————
¿Qué fue la Gran Colombia?

La Gran Colombia fue un Estado multinacional del noroeste de América del


Sur formado por Simón Bolívar en 1819. Estaba integrado por los actuales
territorios de Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador.
Esta fue creada por el Congreso de Angostura, en 1819, a través de la Ley
Fundamental de la República. Su existencia fue ratificada por el Congreso de
Cúcuta, que en 1821 consagró la unión de Venezuela y Nueva Granada en
una sola nación. Luego se unió Panamá en el año 1821, también Quito en el
1822 y por último Guayaquil (1822).
En la restauración monárquica consagrada por el Congreso de Viena y la
Santa Alianza, la independencia de la Gran Colombia solo fue reconocida
por los Estados Unidos, Haití, Chile, la Argentina, Bolivia, Perú y Gran
Bretaña.
La Gran Colombia se disolvió a principios de la década de 1830 debido a las
diferencias entre el centralismo autoritario de Bolívar y los partidarios del
federalismo. Estos últimos defendieron las autonomías regionales y optaron
por el secesionismo.
La disolución de la Gran Colombia dio lugar al nacimiento de tres Estados
soberanos e independientes: Venezuela, Ecuador y Colombia, que hasta 1903
incluyó a Panamá.
Durante 1810, tanto en la Capitanía General de Venezuela como en el
Virreinato de Nueva Granada los criollos revolucionarios desplazaron del
poder a las autoridades españolas y crearon juntas de gobierno locales. Estos
procesos concluyeron con la consagración del Estado Libre de
Cundinamarca el 4 de abril de 1811; la declaración de la Independencia de
Venezuela, el 5 de abril; y la formación de las Provincias Unidas de Nueva
Granada, el 27 de noviembre. Pero tras el regreso al trono del rey español
Fernando VII, se inició la reconquista realista que, comandada por el general
Pablo Morillo, tuvo lugar entre 1815 y 1816.
A fines de 1816, Bolívar, que se había refugiado en el Caribe, desembarcó en
la isla Margarita, y de allí pasó a Angostura, donde organizó un ejército
libertador con la ayuda de otros jefes patriotas como Santiago Mariño,
Manuel Piar, José Antonio Páez y Rafael Urdaneta.
Durante 1817 Bolívar lideró una expedición que logró liberar gran parte del
territorio venezolano. En 1819 cruzó los Andes, venció a los realistas en la
batalla de Boyacá y entró en Bogotá, liberando también a Nueva Granada.

El 17 de diciembre, diputados de las provincias liberadas, reunidos en el


Congreso de Angostura, votaron la Ley Fundamental, en la que se estableció
la unión de Venezuela y Nueva Granada, que pasaron a conformar la Gran
Colombia.
Las principales características de la Gran Colombia fueron:

Estaba formada por los actuales territorios de Venezuela, Colombia, Panamá


y Ecuador.
Su capital era la ciudad de Bogotá.
Estaba dividida en 12 departamentos, 37 provincias y 193 cantones.
Su idioma oficial era el español; y su religión, la católica.
La población era multiétnica, ya que estaba integrada por criollos,
peninsulares, indígenas, mulatos, afrodescendientes, mestizos y zambos.
Las actividades económicas más importantes eran la agricultura y la minería.
Los principales cultivos eran el cacao, la caña de azúcar, el café, el algodón,
el tabaco, el maíz, la vainilla y los dátiles. Los minerales más explotados eran
el oro, la plata, el platino y el cobre.
Su forma de gobierno fue la república presidencialista unitaria, de la cual
Bolívar fue su presidente y figura excluyente.
Estaba regida por la Ley Fundamental de 1819 y la Constitución de Cúcuta
de 1821.
Tenía un Poder Legislativo bicameral integrado por la Cámara de Senadores
y la Cámara de Representantes. Los senadores duraban 8 años en sus cargos
y los representantes, 4. Eran elegidos por asambleas regionales, cuyos
integrantes eran votados por los varones mayores de veintiún años que
supieran leer y escribir y tuvieran un patrimonio mayor a 100 piastras.
Se vio sacudida por los conflictos entre el proyecto centralista encarnado por
Bolívar y los federalistas, que defendían la autonomía y las particularidades
de las distintas regiones.
La crisis entre Bolívar y los federalistas, liderados por Páez y Francisco de
Paula Santander, se inició tras la Independencia de Bolivia y la sanción de su
constitución, redactada por Bolívar en 1826. La principal objeción de los
federalistas eran las amplias facultades concedidas al presidente, cuyo cargo
era vitalicio. Los recelos de los federalistas se profundizaron durante la
Convención de Ocaña, reunida en abril de 1828 para reformar la
Constitución de Cúcuta. Los bolivarianos abogaban por un poder
presidencial fuerte y vitalicio. Los federalistas defendían las autonomías
regionales y la periodicidad de los cargos de gobierno. La Convención se
disolvió el 10 de junio sin alcanzar ningún acuerdo. Inmediatamente después,
Bolívar, en un intento por mantener la unidad de la Gran Colombia, se
autoproclamó dictador. La actitud autoritaria de Bolívar provocó una
reacción en su contra que culminó con un atentado frustrado contra su vida
el 25 de septiembre. Si bien la participación de Santander no fue debidamente
probada, fue condenado a muerte junto con otros federalistas, que fueron
fusilados por traición a la patria. A último momento, Bolívar conmutó la
condena de Santander por el exilio.
Bolívar siguió gobernando en un ambiente conflictivo acentuado tras el
estallido de la guerra contra el Perú, que reclamó la soberanía sobre
Guayaquil. El conflicto finalizó en 1829 con la firma de un tratado de paz que
mantuvo la situación anterior a la guerra.
Tras superar esta crisis, Bolívar alentó esperanzas de conservar la unidad.
Pero durante 1830, la declaración de su independencia de Venezuela y
Ecuador motivaron su renuncia indeclinable, siendo sucedido por Domingo
Caycedo como presidente interino.
La secesión venezolana fue dirigida por el general Páez, primer presidente de
la Cuarta República quien gobernó intermitentemente hasta 1863.
La independencia del Ecuador tuvo como principal protagonista al general
venezolano Juan José Flores, electo como su primer presidente.
Reducida a Panamá y a Nueva Granada, la Gran Colombia se disolvió en
1831.
La Cosiata

La Cosiata fue un movimiento político que lideró el general José Antonio


Páez desde el 30 de abril de 1826, en Valencia, Venezuela. El movimiento
tenía como objetivo separar a Venezuela de la Gran Colombia. Luego de una
reunión en el Concejo Municipal de Valencia, se decide que el General Páez
asuma el Gobierno de Venezuela.
El 14 de mayo de 1826 el general Páez se juramenta ante el gobernador
Fernando Peñalver y se compromete a no obedecer órdenes del Gobierno
Central de Bogotá. El 31 de diciembre de ese año, Simón Bolívar se
encuentra con Páez, reafirmando así su unión libertadora. El Libertador le
otorga una amnistía general, y ratifica a José Antonio Páez como Jefe Civil y
Militar del departamento de Venezuela.
En principio el movimiento buscaba reformar la Constitución de Cúcuta y el
rompimiento con las autoridades de Bogotá, pero seguir bajo las órdenes del
Libertador Simón Bolívar.

Los venezolanos rechazaron la promulgación de la Constitución de Cúcuta el


12 de julio de 1821, y, nunca aceptó la decisión de Bolívar de colocar a
Bogotá como capital y no Caracas.
Otro factor fue la elección de Francisco de Paula Santander para la
Vicepresidencia, la economía y la escogencia de un sistema centralista en vez
de uno federal, estos fueron temas de grandes discusiones y disgustos en los
venezolanos que originaron La Cosiata.
Congreso de Ocaña

La Convención de Ocaña fue una asamblea constituyente que se desarrolló en


la ciudad colombiana de Ocaña entre el 9 de abril y el 10 de junio de 1828.
Su objetivo era reformar la Constitución de Cúcuta debido a problemas que
surgieron en la primera república de Colombia. En ella participaron los
seguidores de Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.
José María del Castillo y Rada fue escogido como presidente y Andrés
Narvarte como vicepresidente de la convención. La Constitución de Cúcuta
era criticada por los santanderistas por apoyar demasiado las ideas
centralistas de Simón Bolívar, debido a que la contra parte apoyaba un
gobierno federalista, con autonomía regional.
Después del fracaso de la Convención de Ocaña, Santander partió a Cúcuta y
luego a Bogotá.
El 13 de junio de 1828, un movimiento popular en Bogotá, promovido por el
general Pedro Alcántara Herrán, intendente y comandante general del
departamento de Cundinamarca, proclamó a Simón Bolívar dictador y firmó
una carta revocando los poderes de los diputados de Bogotá a la Gran
Convención, se desconocían los actos de la Constituyente de Ocaña y se
encargó a Bolívar el mando supremo de la nación.
El Diario de Bucaramanga

fue una obra escrita por el general de origen francés Luis Perú de Lacroix,
basada en el diario escrito por él mismo durante su estadía como edecán de
Simón Bolívar, entre el 1 de abril hasta el 26 de junio de 1828 en la ciudad de
Bucaramanga en Colombia. Se considera un documento de valor biográfico,
puesto que describe con detalle aspectos de la vida personal, pensamientos
políticos y creencias del libertador.
El diario fue escrito originalmente en la época en que Bolívar se desplazó a
la ciudad de Bucaramanga con el fin de permanecer cerca al desarrollo de la
Convención de Ocaña, la cual fue convocada el 2 de marzo de 1828 y
buscaba llevar a cabo una reforma de la constitución. Uno de los
acompañantes, el cual servía como edecán siendo empleado del Estado
Mayor, era Luis Perú de Lacroix, que había servido como soldado en el
ejército de Napoleón y se había sumado al ejército de Bolívar en 1823
alcanzando el rango de general de brigada. Durante ese lapso de tiempo
comprendido entre el 1 de abril y el 26 de junio de 1828, De Lacroix redactó
un diario de todos los episodios del servicio oficial, haciendo especial énfasis
en la vida privada de Bolívar.
En 1835, encontrándose en Caracas, De Lacroix lleva a cabo una corrección
de la redacción original elaborando un manuscrito que llama El Diario de
Bucaramanga. El mencionado manuscrito ocupaba tres pequeños volúmenes:
el primero incluía los escritos desde el 1 de abril hasta el 1 de mayo, el
segundo del 2 hasta el 25 mayo, y el tercero del 26 de mayo hasta el 26 de
junio de 1828. En 1869, Fernando Bolívar, sobrino de Bolívar, basado en una
copia del diario, publicó en París un apartado, en el libro Efemérides
colombianas sobre Venezuela, Colombia, Ecuador que formaron en un
tiempo una sola República. El libro incluye el segundo de los tres volúmenes
originales del diario, el comprendido entre el 2 y 25 de mayo de 1828.
En ese tiempo se supo que Ramón de Aizpurúa poseía la obra original con la
rúbrica de Lacroix y que este se ofreció a donarla a la Biblioteca Nacional de
Venezuela. Al parecer este hecho no aconteció pues el compilador de la
primera edición del diario publicada en 1912, el escritor colombiano
Cornelio Hispano, afirma que en hasta 1912 la obra original seguía siendo
parte de la herencia de Aizpurúa. Hispano afirma que para la primera
edición se basó en una copia del diario prestada por la Academia de Historia
Venezolana, la cual comprendía los dos volúmenes correspondientes al lapso
de tiempo entre el 2 de mayo y el 26 de junio de 1828, acompañados del
índice del primer volumen con la redacción original de Lacroix. En el
prólogo del Diario de Bucaramanga Hispano puntualiza que los manuscritos
en poder de Aizpurúa eran exactos a la copia en la que se basó, confirmando
con ello la fiabilidad de la información en ellos consignada.
La edición más reciente de esta publicación estuvo a cargo del Ministerio de
Cultura de Venezuela en 2009.
El manuscrito narra en forma detallada la estadía de Simón Bolívar en
Bucaramanga en 1828, dejando entrever sus pensamientos políticos,
creencias y diversos aspectos de su vida privada como sus alimentos
preferidos, su gusto por el juego y el baile, sus costumbres de aristócrata e
incluso sus episodios de cólera.
Constitución de Cúcuta

La Constitución de 1821 fue, como otras de la misma época y en otras


latitudes, una que mostró la forma que habría de asumir el Estado como
resultado de la gran transformación, de aquella doble revolución, ilustrada e
industrial, que abrió las puertas a la modernidad constitucional al ir
cerrando un capítulo de 3000 años de reinos dinásticos. Antes de ella,
durante la década de 1810, lo que hubo fue una explosión de múltiples
soberanías que se correspondían con diferentes pueblos, diferentes
provincias, diferentes localidades, y diferentes constituciones. Se cumplen
200 años de una primera apuesta de unidad política e institucional, que
originalmente fue pensada como un vasto imperio continental llamado
Colombia, que habría tenido su capital en Panamá, con un monarca llamado
Inca, y luego pasó a ser el núcleo de una república popular y representativa
que uniría los “Estados” de Venezuela, la Nueva Granada y finalmente
Quito, al que quisieron unirse otros territorios. Aunque el proyecto fracasó
por sus propias contradicciones, por los regionalismos que prevalecieron
frente a la unidad anhelada por Bolívar, y aquella Colombia fue
desmenuzada como el tamo de las eras, quedando de ella solamente un bello
nombre que es común a todas las tierras mirandinas, nunca deja de ser
importante volver a su origen, a la fuente de la discordia, a los
protagonismos de unos y otros, a las traiciones, las muertes, a los avances y
retrocesos, al debate constitucional del momento y a la idea misma de
Colombia.
En ese sentido, cuando se cumplen doscientos años desde que fue promulgada
por el Congreso de la Villa del Rosario de Cúcuta, el Grupo de Investigación
Constitucionalismo Comparado, de la Facultad de Derecho, Ciencias
Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia, presenta al
público el libro La Constitución de Cúcuta de 1821 en su contexto.
Transformación del Sistema y nacimiento de la familia constitucional
hispanoamericana, editado por el Grupo Editorial Ibáñez, que reúne diez
textos escritos por trece personas que, desde sus áreas de experticia
historiográfica, narran la importancia de aquella constitución para la
consolidación de esos cuatro países bolivarianos, pero también para la
región y para su entorno continental.
El General José Antonio Páez y Herrera

(Curpa, 1790 - Nueva York, 1873) Caudillo de la independencia venezolana,


fundador y presidente de la Cuarta República de Venezuela. Al frente de su
ejército de llaneros, contribuyó al triunfo del movimiento emancipador
liderado por Simón Bolívar; el mismo Libertador destacó su papel en la
decisiva batalla de Carabobo en 1821, con la que quedó definitivamente
afianzada la independencia de Venezuela.
Sin embargo, pese a la fidelidad y compromiso con el Libertador que había
mostrado en las campañas militares, José Antonio Páez nunca asumió
plenamente el proyecto de Bolívar de integrar las colonias liberadas en la
Gran Colombia 1819-1830, confederación que agrupó los territorios de
Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá. Poco respetuoso con la cadena de
mando y con cierta tendencia a extralimitarse en sus funciones como
comandante en jefe del departamento de Venezuela, José Antonio Páez
terminó liderando a partir de 1826 la Cosiata, movimiento separatista
venezolano que conduciría en 1830 a la desmembración de la Gran
Colombia. El mismo Páez dirigió la transición a la nueva Venezuela
independiente, que se constituyó en República y lo eligió como primer
presidente 1831-1835. Reelegido para el período 1839-1843, el peso de su
inmensa influencia política se dejaría sentir hasta 1847, e incluso en los
tiempos del Monagato 1847-1858 y la Guerra Federal 1859-1863, etapas en
que los liberales intensificaron la lucha contra la conformación conservadora
que Páez había impreso a la República. Como tantos otros venezolanos, Páez
había permanecido ajeno a la intentona independentista del precursor
Francisco de Miranda, que había encabezado en 1806 dos expediciones
militares fracasadas al poco de desembarcar. Dos años después, sin
embargo, las circunstancias históricas llevaron a una coyuntura mucho más
favorable para aquellos criollos que aspiraban a la independencia: en 1808,
Napoleón invadió España y obligó al monarca español a abdicar en favor de
su hermano, José I Bonaparte. Ello desató la Guerra de la Independencia
Española (1808-1814), conflicto que fue en gran medida una desgastadora
guerra de guerrillas alimentada por el rechazo popular al rey francés, cuya
autoridad fue contestada con el establecimiento en Sevilla de una Junta
Suprema de España e Indias, relevada en 1810 por el Consejo de Regencia de
Cádiz. El vacío de poder en la metrópoli fue aprovechado por los múltiples
grupos que, desde variados puntos de la geografía hispanoamericana, venían
conspirando por la independencia de las colonias.

En la Capitanía General de Venezuela, el golpe de mano tuvo lugar el 19 de


abril de 1810: el capitán general de Venezuela, Vicente Emparan, hubo de
renunciar a su autoridad en beneficio de la nueva Junta Suprema de
Venezuela, teóricamente subordinada al Consejo de Regencia de Cádiz y, por
ende, al depuesto monarca español Fernando VII. En la práctica, y a
instancias de la Sociedad Patriótica fundada por Francisco de Miranda, el
Congreso Constituyente convocado un año después proclamó la
independencia de Venezuela (5 de julio de 1811) y emprendió la redacción y
sanción de una Constitución Federal.
El 13 de enero de 1830 Páez estableció un gobierno provisional y convocó
elecciones; el 20 de febrero se reunieron las Asambleas primarias que
eligieron a los diputados del Congreso Constituyente de Valencia; el
Congreso, reunido a comienzos de mayo, nombró presidente provisional de la
República de Venezuela a Páez, quien formó gobierno con la camarilla que
siempre le había acompañado. Comenzaba entonces la ingente tarea de
pacificar y construir un Estado que comprendía un territorio empobrecido y
desarticulado de aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados, con
una población aproximada de 700.000 habitantes.
El Congreso aprobó una Constitución pactada de corte centro-federal y
nombró a José Antonio Páez, en marzo de 1831, presidente constitucional de
la República de Venezuela para el período 1831-1835. El caudillo, que sería
el eje central de la política venezolana hasta 1847, organizó una nueva
oligarquía, hallada entre los antiguos hacendados y dueños de hatos, los
generales beneficiados por el reparto de tierras, los comerciantes y la clase
mantuana de siempre. Las bases del gobierno, aunque con algunos
descontentos, eran medianamente sólidas.
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