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¿La diferencia entre el sufrimiento causado por un conductor alcohólico a un incauto transeúnte y el causado por un cantante

que ha vencido a su competidor en un concurso de música, está principalmente en que al segundo caso no podemos exigir
responsabilidad moral?
TÍTULO: LA RESPONSABILIDAD MORAL COMO OBJETO RELATIVO EN LA SOCIEDAD HUMANA
A modo de introducción, con el propósito de circunscribir la palabra responsabilidad en la
filosofía Kantiana, debemos aludir en primera instancia a su raíz etimológica, que se deriva, del
latín “respōnsum”, supino de “responderē” que significa, en términos simples, comprometerse a
algo. En adición, con el fin de plasmar un enfoque claro en este ensayo, se responderá el dilema
moral del incauto transeúnte y el cantante en el concurso de música, el cual, está presentado en
profundidad, al principio del mismo ensayo.

En pocas palabras, sí. No es equiparable el sufrimiento causado por la imprudencia de un


conductor alcohólico al atropellar al incauto transeúnte que un cantante que pierde en un
concurso de música. Sin embargo, antes de hondar más profundamente en la respuesta de este
dilema, es necesario esclarecer lo siguiente. En la filosofía kantiana, la palabra responsabilidad
no juega un elemento fundamental, es más, ni siquiera secundario. Sin embargo, el término
responsabilidad si aparece en uno de sus libros, La metafísica de las costumbres (1797), Allí se
define lo siguiente: «como responsabilidad ante un ente sagrado distinto de nosotros mismos,
pero que nos representamos dentro de nuestro fuero íntimo y somete la propia voluntad a reglas
de justicia, esto es, ante la razón que legisla moralmente» 1. Por lo tanto, la responsabilidad para
Kant está enmarcada en las reglas morales, las cuales, tienen como principio establecer unas
leyes que rigen el comportamiento humano. Por consiguiente, el conductor alcohólico no está
obrando responsablemente en ese marco de reglas morales, ya que está cometiendo un delito. No
solo está poniendo en riesgo en su vida, sino la del transeúnte; y aunque no es posible saber con
certeza si ese mismo transeúnte está comportándose responsablemente consigo mismo, no es
responsable en ningún escenario atravesar una autopista con una actitud incauta. Es por esto, que
tiene mayor nivel de responsabilidad moral este primer dilema, que el de un cantante
decepcionado por haber perdido un concurso de música. Ya que no podemos comparar el
sentimiento de perder a un ser querido con el sentimiento de perder un concurso de música.
Innegablemente en todos los concursos hay ganadores y perdedores. El sentimiento de frustración
por no lograr lo que el concursante quiere (lo cual claramente es ganar) no está circunscrito en
una falta a la responsabilidad moral kantiana, que establece una leyes morales, y que, en ningún
caso, estarían siendo incumplidas por haber ganado o perdido en un concurso de música. Es por
esto que la moral es relativa, ya que en ambos casos hay sentimiento de tristeza por una acción,
pero nunca van a ser las mismas en términos morales.

1
I Cfr. 1. Kant, Metafísica de las costumbres, Ak. VI, p. 440.

Ensayo hecho por: SANTIAGO PARRA VILLADA

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