Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

VICE-RECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

ENSAYO

Rubén Acosta
V-26.007.574
Los estudios de comunicación de masas están divididos en dos corrientes del
pensamiento, una relacionada con el enfoque positivista que aborda la realidad social de
un modo científico, objetivo; y la otra por el contrario, desde un punto de vista
dialéctico existencialista, donde la subjetividad del observador juega un papel
preponderante en el análisis crítico de los fenómenos sociales.

El enfoque positivista se identifica con el método general de las ciencias naturales la


concepción de que los fenómenos sociales al igual que los naturales, responden a las
leyes universales incambiables, y de que el científico social debe adoptar una posición
de plena neutralidad. Para esta corriente, el científico no constituye un agente de cambio
social, sino un observador objetivo que desde fuera analiza las causas y las leyes que
rigen los fenómenos sociales, (y comunicaciones).

La estrategia metodológica se basa en el empirismo, es decir, en el estudio sistemático


de solamente de aquello que es detectable a través de los sentidos y que se diferencia de
la subjetividad, de los sentimientos, los principios filosóficos, éticos, y del compromiso
social.

Los teóricos de la comunicación identificados con esta perspectiva, (también


identificada en los términos: empirista, funcionalista, conductista o administrativa)
tienden a enfatizar la utilidad de los sistemas y fenómenos comunicaciones para la
estabilidad y preservación de la sociedades actuales y acostumbran evitar cualquier
cuestionamiento sobre el rol de la comunicación en la distribución desigual del poder y
control de los grupos sociales.

El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático
francés del siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se
remontan al filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint-Simon, y al
filósofo alemán Immanuel Kant.

Comte eligió la palabra positivismo sobre la base de que señalaba la realidad y


tendencia constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. En general,
se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través
del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas naturales. Los dos
componentes principales del positivismo, la filosofía y el Gobierno (o programa de
conducta individual y social), fueron más tarde unificados por Comte en un todo bajo la
concepción de una religión, en la cual la humanidad era el objeto de culto. Numerosos
discípulos de Comte rechazaron, no obstante, aceptar este desarrollo religioso de su
pensamiento, porque parecía contradecir la filosofía positivista original. Muchas de las
doctrinas de Comte fueron más tarde adaptadas y desarrolladas por los filósofos sociales
británicos John Stuart Mill y Herbert Spencer así como por el filósofo y físico austriaco
Ernst Mach.

Igualmente, se destaca que la corriente positivista se desarrolló en los Estados Unidos y


de ese país son sus principales exponentes (Escuela Norteamericana). Algunos de ellos
son: Lazarsfeld, Schramm, Berlo, Lasswell, Katz, McQuail y McCombs.

Por su parte la teoría crítica fue el proyecto fundamental que caracterizó a la conocida
como Escuela de Frankfurt. Según R.J. Bernstein, “la Teoría Crítica se había distinguido
de la teoría social ‘tradicional’ en virtud de su habilidad para especificar aquellas
potencialidades reales de una situación histórica concreta que pudieran fomentar los
procesos de la emancipación humana y superar el dominio y la represión”. La Teoría
Crítica procuraba dar cumplimiento a esta pretensión revalorizando para dicho fin los
momentos fundamentales de la tradición ilustrada europea. Igualmente, plantean
interrogantes sobre el apoyo que prestan los medios de comunicación y sus mensajes a
la difusión de la ideología dominante de las elites económicas y políticas, así como la
obstaculización del cambio social.

En resumen y en contraposición con el positivismo, en el enfoque crítico los científicos


se convierten en activistas sociales y se comprometen de lleno con el cambio de los
sistemas actuales. Se caracterizan por situar el estudio de los medios de comunicación
no de forma aislada sino dentro del amplio contexto social y sus relaciones con otras
organizaciones e instituciones sociales. También se se debe tomar en cuenta que los
críticos tuvieron su origen en Europa y que algunos de sus exponentes son
principalmente de la Escuela de Frankfurt: Althuser, Gram, Barthes, William y Hall.

En cuanto a la escuela norteamericana podemos decir que fue conformada por los
llamados padres de la comunicación, que se inició en 1929 con los estudios pioneros del
psicólogo y experto en ciencias políticas, Harold Laswell, aunque manifestó un
desarrollo sostenido desde esa fecha hasta los años sesenta, significó sobre todo un
avance del conocimiento empírico, comercial y administrativo sobre la comunicación y
sus efectos, pero nunca hubo una ruptura del paradigma clásico que instauró Lasswell
sustentado en los elementos: emisor mensaje- medio o canal-receptor y efectos
(Herscovici, 1998).

Los estudios emprendidos por los padres de esta escuela fueron tales como los relativos
a los efectos directos de los medios sobre el receptor, realizados por el mismo Laswell,
en 1927 y 1930; los de los efectos limitados por la intervención de factores psicológicos
individuales, efectuados en los años de 1940 por Hovland, Lewin, Lazarfeld y Berelson;
los de la intervención de factores grupales y sociales, desarrollados en 1944 por
Lazarfeld y Berelson, Lazarfeld y Katz, R. Merton; los relativos a los usos y
gratificaciones de los medios, ejecutados en los años 60, por Klapper, Katz y De Fleur;
las investigaciones sobre la teoría de la fijación de la agenda pública por parte de los
medios de comunicación, desarrolladas desde 1947 por Cohen, Comb y Shaw y por
Iyengen, y los relativos a la teoría de la espiral del silencio, efectuados por la
norteamericana Elizabeth Neüman contribuyeron con la maduración de la corriente
teórica conocida como de la Mass Communication Research, (Investigación de la
Comunicación) pero no produjeron una trasgresión de las fronteras de la matriz
epistemológica neopositivista que la sustentó a lo largo de más de cuatro décadas.

En general, esta escuela centró sus enfoques teórico metodológicos en la psicología


social y la sociología funcionalista y se apoyó en investigaciones empíricas y
cuantitativas para medir el impacto o efectos de los medios en los individuos y la
sociedad, dando lugar a un crecimiento exponencial de experimentos y estudios, que
sirvieron de base para su consolidación como disciplina científica con fuerte arraigo en
las universidades norteamericanas y con una marcada influencia en otras zonas del
mundo, especialmente en América Latina y en menor proporción en Europa Occidental.

Por su parte la Escuela latinoamericana son las teorías que dan una respuesta académica
a la realidad social, económica y política, de nuestros países, bajo a la idea de
emancipación se desarrollaron en torno a la cultura y comunicación. La escuela
latinoamericana “contrario a lo que sucedería en Europa y Estados Unidos en donde la
teoría de la comunicación se desarrolla a partir de la investigación científica y aportes
como la psicología, las sociología y otras disciplinas, en Latinoamérica esta viene de la
mano del desarrollo del periodismo y posteriormente el influjo y aporte delas teorías de
la comunicación social aportados por la Iglesia Católica y en el caso específico por la
Teología de la Liberación y por la Escuela de Frankfurt.
En la década de los años 60 se constituye como una escuela critica, al proponer una
comunicación para el desarrollo que se contrastaba con el difusionismo Esto se dio
especialmente entre 1950 y 1970. Los medios servirían para la simple transferencia de
tecnología con diversas aplicaciones. La teoría difusionista propone la transferencia de
desarrollo y democracia del Primer Mundo a los países pobres.

Se da el auge de las teorías latinoamericanas “Los primeros grandes críticos de la teoría


de la comunicación latinoamericana cuestionan el orden mundial dominado por la
información estadounidense y en gran parte europea y esbozan la tesis de un "nuevo
orden mundial de la información y la comunicación". Rechazan modelos foráneos a la
cultura latinoamericana y pensada para otras sociedades y adaptan aquellos que eran
útiles para el trabajo de campo de la comunicación en la región. Así mismo, mantuvo
enfoques críticos frente a la escuela norteamericana y bastante cercana a los
planteamientos de los teóricos europeos.

El método cualitativo y cuantitativo. A pesar de que estos métodos tienen aplicaciones


en una gran variedad de ámbitos, en la comunicación es posible relacionarlos con las
teorías de la comunicación, debido que ambos recaban y recolectan información, no
obstante, siguen patrones distintos de recolección de datos de acuerdo con los resultados
que se busquen obtener.

También podría gustarte