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PEÑA E., Jesús Joel. 2005.

“El cabildo eclesiástico de la Diócesis


Tlaxcala – Puebla, 1526-1548”, en Antropología, No. 78, p.p. 12-22. Recuperado de:
http://www.revistas.inah.gob.mx/index.php/antropologia/article/view/2932

Como todo aparato corporativo, siendo la Iglesia uno de ellos durante el mandato de los
Habsburgo en la Nueva España, necesita de un consejo administrativo, recayendo en el
Cabildo Catedralicio. Este cuerpo jerárquico y colegiado estaba hecho a imagen y
semejanza del instaurado en la región de lo que hoy es España originado durante la Edad
Media. Por tanto, y rememorando a esa sociedad estamental definida durante ese periodo,
donde aquellos pertenecientes a las clases altas (nobles y clero) aprovechaban su posición
para empoderarse, los Cabildos eclesiásticos tenían dos funciones de manera global: las
funciones religiosas, pero también eran aprovechados por los que detentaban el poder en
la ciudad para beneficiar a su linaje, el autor bien les llama oligarquías.

Dentro de esas funciones religiosas, la principal, consistía en el rezo del oficio


divino (liturgia de las Horas u Oficio Divino). Recordemos que el rezo era vital en el
catolicismo, significaba el bienestar del obispado y de la ciudad en general, siendo la
oración un modelo de vida. La liturgia comprendía hacer oración en diferentes momentos
del día, desde el amanecer hasta el anochecer. Claro esta que este trabajo no era de uno, el
Cabildo Catedral se constituía de 27 miembros originalmente, si los recursos disminuían,
lo mismo hacían los integrantes de este. Siendo su obligación efectuar este trabajo.

Para la manutención del Obispado, se le otorgaban prebendas, rentas eclesiásticas


que cubrieran el salario de los miembros del Cabildo; y como en toda Corporación, los
aspectos económicos - jurídicos son de infinita importancia, es de esperarse que no
tardaran en aparecer conflictos y quejas por la intromisión de algún Obispado en el
territorio de otro afectando las dichas rentas percibidas. Si las entradas no eran suficientes
para sostener al Cabildo la categoría de la sede episcopal no subiría de escalón. De ahí la
importancia de la adquisición de feligreses y por tanto de prebendas.

Neftali León Cruz Nueva España 3 de abril de 2018


Para el caso de Puebla, cambiar la sede de Tlaxcala a dicha ciudad, se debió a la
injerencia del cabildo español, solicitando la construcción de un templo digno para sus
habitantes. Es obvio pensar que esta gestión tuvo que haber requerido negociación con el
Virrey, dejando en claro que, a pesar de la negativa del Obispo para el cambio de sede,
fue mayor el poder de las oligarquías antes mencionadas que la “voluntad de Dios”.

Neftali León Cruz Nueva España 3 de abril de 2018

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